ProyectV
V
Estás luchando por algo que no vale la pena. No eres la primera en cometer ese error... sin embargo, eres la primera que lo comete tantas veces seguido y vive para contarlo, puede que quieras algo más, puede que anheles un mejor mañana, deseas una vida normal más en tu obsesión con cambiar tu futuro terminaste atrapada en un ciclo tóxico de fracasos, cometes los mismos errores una y otra vez, si deseas realmente cambiar las cosas, no debes cambiar a los demás, debes cambiar tú
Tirada en el suelo ante el cadáver de aquel que más amaba, no le quedaba más que apretar los puños y dientes en señal de frustración, una frustración originada por la carencia de control. No importaba qué tanto lo intentase, las cosas siempre terminaban igual.
"¿No te cansas?" Ese era el mensaje que le fue dejado en una nota elegante con el símbolo de un globo terráqueo encerrado en un escudo.
Otro cadáver más en su camino, el mundo realmente es cínico cuando te detienes a observarlo con calma.
***
Confusión, oscuridad y aún así, una extraña sensación de familiaridad. Ese tipo de revoltijo emocional traía gran disconformidad al joven. Podía divisar con facilidad la silueta de una mujer oculta en las sombras, a no más de unos metros de distancia, separados por un enorme abismo. La sonrisa rota en su rostro era únicamente acompañada por un extraño sentimiento de paz, generando un fuerte conflicto interno en el joven, una falsa sensación de tranquilidad, la calma antes de la tormenta.
Yu…
La mujer lo llamaba, extendiéndole una mano y suplicando por consuelo, no obstante, la distancia entre los dos era demasiado grande como para poder sus manos tocarse, sus cabellos rosados con puntas azules eran llamativos, pero sin duda alguna superados por sus hermosos ojos azules.
Yu... lo lamento...
-Agh-El joven se sentó con lentitud en su cama, una sensación de vació en su pecho acompañado por un estómago revuelto, una memorias distante y pesada que deseaba nunca revisitar.
No era la primera vez que aquella mujer plagaba sus pesadillas, estaba seguro que no era lo último que sabría de ella. Desde hace ya un par de años escuchaba su llamado, su cantar y finalmente el oírla llorar. Su tren de pensamiento fue interrumpido por el sonido de su celular, un mensaje por parte de una de sus mejores amigas de toda la vida, Lena Hiun.
"¿Todo bien? La clase está a punto de empezar" El joven suspiró pesadamente para responder con simpleza al mensaje de su compañera.
"Sí, me quedé dormido, voy para allá"
El joven se incorporó de su cama para dirigirse al baño buscando prepararse para su día a día. A sus 24 años, Yu era una persona joven de de contextura delgada. Su pelo de tonalidades oscuras, corto y liso transmitía la ilusión de vacío, recordando al espacio exterior, un sólo mechón rojo como la escarlata caía de forma perezosa en el lado derecho de rostro, contrastando tales tonos oscuros se encontraban sus ojos, tan verdes y brillantes cual esmeralda reflejando la vida dentro de él realzando a su vez la tez blanca de su piel.
Tras salir de la ducha se vistió de forma simple usando prendas de tonalidades oscuras siendo contrastadas por una chaqueta de tonalidades claras. Recogiendo lo necesario para asistir a clases, notando una baraja de cartas solitaria en la esquina de su cuarto, cubierta por una leve capa de polvo. Algún día iba a tener que deshacerse de esas cartas, no sería hoy.
***
La Universidad Central de Catena poseía reconocimientos internacionales, con más de 115 distintas carreras que abarcaban desde títulos comunes como físicos, informáticos e ingenieros civiles hasta áreas específicas y variadas como reparación de electrodomesticos; era una de las 5 instituciones con mayor grado de diversidad académica. Entre las múltiples condecoraciones que ha recibido, lo más notorio era la larga estantería de trofeos y premios internacionales, no sólo en temas de estudio sino también en el duelo de monstruos. La UCC presumía con orgullo a todos aquellas grandes personas que transitaron por sus pasillos alguna vez, desde los científicos del mañana hasta los grandes duelistas, llegando al grado de poseer una especialización técnica en el mencionado duelo de monstruos.
Al encontrarse ante las puertas de ingreso a tan enorme instituto, Yu simplemente se maravillaba cada que ponía un pie en tal lugar. Su arquitectura era motivo de asombro, la inmensidad del campus era comparable con la de un castillo, su torre central se hallaba rodeada de diversas edificaciones pequeñas conectados entre sí por puentes, cargando consigo un enorme jardín central que cumplía la función de ser la planta baja, rebosante de toda variedad de flora y fauna, adornadas por fuentes, ornamentos y caminos de piedra pulida cubiertos de detalles.
-Un año más Yu para contemplar este lugar-Se decía el chico a sí mismo con nostalgia, desplazándose por el enorme jardín.
-¿Un año? Querrás decir un par de meses-Sonó una voz femenina recibiendo a este con calma en la entrada de la institución.
Lena Hiun era una chica algo distanciada del resto a primera vista, no solía interactuar mucho con aquellos que no formaban parte de su algo reducido círculo de amigos, no por desconfianza en sí, sino por conformismo, estaba cómoda y feliz con las pocas amistades que sostenía.
Era una dama de rizos azules tan oscuros como el fondo del mar, su larga cabellera caía por sus hombros y espalda, enrollándose en las puntas con dos rulos cayendo a sus costados por detrás de sus orejas, llevaba puestos sus lentes negros rectangulares, una camisa blanca se hallaba resguardada por debajo de un elegante saco de vestir azul, una falda que hacía juego con el saco realzando la formalidad de su vestuario.
-¿Cómo estás, Yu?
-Bien-respondió el chico con calma-Quería darte las gracias por querer ayudarme con... bueno... ya sabes...
-No es nada, Yu. ¿Cómo vas con la tesis? ¿Aún ninguna idea?-interrumpió la dama a este.
-Nope, nada de nada. Se supone que al estudiar psicología debería de investigar algo relacionado a la psiqué humana, pero no sé me ocurre un tema interesante ¿Y tú?
-Bueno, en el caso de Informática tengo que crear un programa que funcione, estaba pensando en algo de seguridad, un sistema que detecte cuando se ingresa de manera no convencional, el problema que tengo es en crear un algoritmo capaz de detectar eso y para ello tendría que entrenarlo hackeando algunas cosas.
Mientras los dos jóvenes conversaban, Yu se dedicó a mirar un poco los alrededores, presenciando a los alumnos disfrutar de su día a día: Algunos se dedicaban a estudiar o practicar por su cuenta aquello que les apasionada, otros disfrutaban de un momento de relajación: Un grupo disfrutaba de una partida de lo que parecía ser un juego de mesa, más lo habitual de presenciar eran los duelistas quienes usaban el enorme terreno para jugar.
Había toda clase de personas disfrutando al duelo de monstruos más lo realmente interesante eran los monstruos de duelo: Desde la globalización de la fuente de energía conocida como Ethernano, el mundo ha evolucionado exponencialmente, dicha fuente de energía era capaz de crear casi cualquier cosa, no tenía límites y de hacerlo, el joven los desconocía. Pero cuando la fuente de energía les permitía crear espíritus de cartas, el cielo era el límite.
-Bien…¿Con qué nos va a torturar la señora Inés hoy?-Cuestionaba a modo de broma.
-Más orientiación de construcción de tésis, ya sabes, parámetros, reglamentos, etc, etc, etc. es un mal necesario para ahorrarnos trabajo extra. Vamos andando, el descanso de 15 minutos termina en 2.
***
Si a Yu le preguntaban por la persona que menos le caía de la universidad, ese sin duda alguna debía ser Akira Sora.
El joven de pelo dorado con líneas púrpuras era despreciable en su actuar, pedante y egocéntrico, siempre presumiendo y burlándose de aquellos que no le daban la cara. Yu reconocía su aspecto donde fuese, el chico tenía una muy evidente inclinación por las tonalidades moradas, siendo estos los colores predominantes en sus prendas siendo la única excepción su chaqueta negra de múltiples adornos dorados imposibles de ignorar la cuál ocultaba una camisa de vestir blanca, era imposible no asumir que el chico estaba indecisión al tener tal prenda blanca tan fuera de lugar, era demasiado simple en contraste con todas sus demás ropas.
-¿De nuevo en el mismo salón contigo? Que puta suerte la mía...
-El sentimiento es mutuo, Sora-Replicaba Yu a este.
-¿Sigues siendo un manipulador asocial?.
El chico directamente lo ignoró, decidiendo dejar pasar de largo los insultos de Sora.
-¿Sabes que el no hablar es también una decisión? No esperaba menos...
-No tengo porque gastar el aliento en un narcisista ególatra como tú…
-Narcisista y todo, sigo siendo mejor persona.
-Debatible, Akira-irrumpía un chico que vestía con una mezcla de prendas tradicionales con un estilo futurista, cuyos rizos oscuros se hallaban arreglados en una cola de caballo corta.
-Ah, Genji Taisei ¿Vienes a defender de nuevo a tu amigo?
-No lo estoy defendiendo, simplemente estoy argumentando que no puedes criticar a alguién cuando pecas de la misma manera, un cachicamo no debería de llamar "conchudo" a un morrocoy.
-Tsk... ¿Siempre vas a dejar que los demás den la cara por tí? No me sorprende que dejes a otros cargar con tus problemas, eres experto en eso...
Aquella frase tocó una vena sensible en el joven, quién apretó sus puños con fuerza para incorporarse lentamente de la mesa y ver a Sora cara a cara.
-No-Interrumpió Yu a Lena quién estaba a punto de dar inicio al duelo.
-¿No?
-Yo me encargaré de esto. Gracias, por el apoyo, Genji, pero este asunto es personal. Mañana 30 minutos antes de la primera clase, plaza central. Un duelo entre tú y yo. Si yo gano te cambiarás de salón y no vas a molestarnos más y si tú ganas te ayudaré con tu tesis ¿Te parece?-Exponía Yu sus condiciones de duelo a Akira. Este era el último año escolar, su última oportunidad de encarar a este sujeto y planeaba hacerlo.
-Suena excelente-Se limitaba a responder Akira algo sorprendido por la respuesta del chico pero no era algo desagradable ante sus ojos. Su sonrisa era evidente.
-Espera ¿Es en serio, Yu? No es necesario que...
-No te preocupes, Genji; han pasado ya 5 años, puedo manejarlo, sólo necesito prepararme-interrumpía Yu a su compañero.
-Bien, Takeshi. Me gusta esa actitud-Replicaba antes de darle la espalda al joven, justo para que la profesora Inés ingresara al salón. Yu tendría su primer duelo en mucho tiempo y se encontraba sumamente nervioso internamente, notando como su mano temblaba ligeramente ante la idea.
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