NarkD
Hay dificultades. Pero haremos lo mejor
Todas las noches, en un callejón de una pequeña comunidad. Un gato gris con manchas blancas, suele merodear en busca de alimentos, a pesar de ser una mascota, su collar de azul con adornos dorados tiene escrito su nombre “Rosi”.
El gato no tenía necesidad de hurgar en la basura para alimentarse, lo así mas por puro ocio; Cuando aparecían otros gatos, Rosi los “correteaba” hasta que se iban, se sentía un guardián y era apreciado por todos los humanos de la pequeña comunidad.
Un día de luna llena, en medio de la lluvia Rosi decidió no pasearse por el callejón a hacer su respectiva guardia. Lo cual provoco la aparición de un pequeño ratón.
El pequeño ratón, al ver que aquel lugar estaba “limpio”, en plena lluvia decidió hacer su nuevo hogar. Tomo toda la basura y la acomodo en un solo lugar, creando así su casa.
A la noche siguiente…
Rosi paso por el callejón, y noto una “casita”, extrañado camino con cautela en dirección a esa casita. Una vez que estuvo cerca, se posiciono para observarla, duro un rato solo viéndola hasta que el raton molesto salió de la casa.
-- ¿¡que tanto miras mi casa!? – Pregunto el raton molesto.
-- oye raton, ¿qué haces aquí? – respondió tranquilamente el gato.
-- ¿que no ves? Este es mi nuevo hogar y no son bienvenidos los gatos.
Rosi miro confundido el raton. No sabía si era muy valiente o muy tonto como para hablarle de esa manera.
-- que falta de respeto. – el gato empezó a mover su cola de un lado para otro mientras se sentaba. – este ha sido mi territorio desde hace tiempo.
-- ¿¡y que!? – Grito el raton -- aquí no había nadie cuando llegue ¡ahora es mío!
El raton miraba desafiante al gato, a pesar de que el gato era 10 veces más grande que él. El ratón seguía insolente.
-- ¿no me tienes miedo? – pregunto el gato
-- claro que si – dijo el raton – siempre estoy asustado, soy un raton; lo único que quiero es vivir tranquilo… -- Rosi acerco su rostro al raton.
-- si quieres vivir tranquilo, ¿Por qué le gritas a todos? – menciono el gato.
-- ¡Los ratones somos odiados, si hablamos suavemente no nos escucharan!
-- Aun así, invadir, gritar, y menospreciar. Eso está mal – Rosi tranquilamente le dijo mientras preparaba su garra.
-- ¡nunca entenderías! ¡Eres un gato admirado por todos!
Rosi estaba muy orgulloso de ser el gato guardian.
-- No sabes lo difícil que es ser un raton. – le dijo el ratoncito mirándolo a los ojos
A pesar de todo esto Rosi se disponía a cazar al raton. Pero cuando estaba por atinar su zarpazo una pequeña voz, casi inaudible lo hizo detener. De la pequeña casita asomaba la cabeza otro ratoncito aún más pequeño.
El gato dio un paso hacia atrás. Pues ahora la mirada del raton con quien hablaba lo afligía.
-- ¿Cómo te llamas? – pregunto el gato.
-- Soy El raton José
-- no hagas nada malo y yo no hare nada. – dijo el gato marchándose del lugar.
Rosi mientras daba partida, pensó en todos los gatos que el corría. Todos esos gatos iban para ese callejón a buscar alimento, y él les impedía ir allí.
-- a pesar de que todos me aclamen como un “guardian”, no significa que esté haciendo las cosas bien. Hay quienes realmente necesitan un guardian. – antes de perderse en la sombra de la noche voltio por última vez al raton. -- Ese raton José es el verdadero guardián.
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Esta historia fue creada pr una tarea de.mi sobrina.
Quería compartir demás por que es una especie de crítica social. Espero les guste es algo corta y sencilla y sin mucho sentido pero es algo para niños soo xD
El gato no tenía necesidad de hurgar en la basura para alimentarse, lo así mas por puro ocio; Cuando aparecían otros gatos, Rosi los “correteaba” hasta que se iban, se sentía un guardián y era apreciado por todos los humanos de la pequeña comunidad.
Un día de luna llena, en medio de la lluvia Rosi decidió no pasearse por el callejón a hacer su respectiva guardia. Lo cual provoco la aparición de un pequeño ratón.
El pequeño ratón, al ver que aquel lugar estaba “limpio”, en plena lluvia decidió hacer su nuevo hogar. Tomo toda la basura y la acomodo en un solo lugar, creando así su casa.
A la noche siguiente…
Rosi paso por el callejón, y noto una “casita”, extrañado camino con cautela en dirección a esa casita. Una vez que estuvo cerca, se posiciono para observarla, duro un rato solo viéndola hasta que el raton molesto salió de la casa.
-- ¿¡que tanto miras mi casa!? – Pregunto el raton molesto.
-- oye raton, ¿qué haces aquí? – respondió tranquilamente el gato.
-- ¿que no ves? Este es mi nuevo hogar y no son bienvenidos los gatos.
Rosi miro confundido el raton. No sabía si era muy valiente o muy tonto como para hablarle de esa manera.
-- que falta de respeto. – el gato empezó a mover su cola de un lado para otro mientras se sentaba. – este ha sido mi territorio desde hace tiempo.
-- ¿¡y que!? – Grito el raton -- aquí no había nadie cuando llegue ¡ahora es mío!
El raton miraba desafiante al gato, a pesar de que el gato era 10 veces más grande que él. El ratón seguía insolente.
-- ¿no me tienes miedo? – pregunto el gato
-- claro que si – dijo el raton – siempre estoy asustado, soy un raton; lo único que quiero es vivir tranquilo… -- Rosi acerco su rostro al raton.
-- si quieres vivir tranquilo, ¿Por qué le gritas a todos? – menciono el gato.
-- ¡Los ratones somos odiados, si hablamos suavemente no nos escucharan!
-- Aun así, invadir, gritar, y menospreciar. Eso está mal – Rosi tranquilamente le dijo mientras preparaba su garra.
-- ¡nunca entenderías! ¡Eres un gato admirado por todos!
Rosi estaba muy orgulloso de ser el gato guardian.
-- No sabes lo difícil que es ser un raton. – le dijo el ratoncito mirándolo a los ojos
A pesar de todo esto Rosi se disponía a cazar al raton. Pero cuando estaba por atinar su zarpazo una pequeña voz, casi inaudible lo hizo detener. De la pequeña casita asomaba la cabeza otro ratoncito aún más pequeño.
El gato dio un paso hacia atrás. Pues ahora la mirada del raton con quien hablaba lo afligía.
-- ¿Cómo te llamas? – pregunto el gato.
-- Soy El raton José
-- no hagas nada malo y yo no hare nada. – dijo el gato marchándose del lugar.
Rosi mientras daba partida, pensó en todos los gatos que el corría. Todos esos gatos iban para ese callejón a buscar alimento, y él les impedía ir allí.
-- a pesar de que todos me aclamen como un “guardian”, no significa que esté haciendo las cosas bien. Hay quienes realmente necesitan un guardian. – antes de perderse en la sombra de la noche voltio por última vez al raton. -- Ese raton José es el verdadero guardián.
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Esta historia fue creada pr una tarea de.mi sobrina.
Quería compartir demás por que es una especie de crítica social. Espero les guste es algo corta y sencilla y sin mucho sentido pero es algo para niños soo xD