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Fanfic Un saiyan en el planeta furry

Migu

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(Holi, ya sé que suelo dejar fics sin terminar, pero es porque me quedo sin ideas,si pasa avisaré, no me maten y disfruten, please. Tras decir eso ¡Adelante con el capítulo)

Capítulo 1:Llegada al planeta.
Enviado en una cápsula, llegó de bebé hasta un lugar lleno de animales con ropa. Uno de ellos, un cocodrilo con sombrero y ropa hawaiana, se acercó, abrió la cápsula sin querer y de él salió un tierno bebé. Las noticias se inundaron con aquél suceso sin saber si era un humano o un hombre mono, debido a que solo conocían lo seres no animales como aliens y leyendas. El cocodrilo y su familia lo adoptaron y le pusieron el nombre de Toff.

10 años después, nos encontramos al mismo tipo, pero más mayor, con el pelo corto negro, piel clara, ojos rosas, bajito y con cola negra con un uniforme negro de la escuela.

-¡Tú, fenómeno! ¡Esta vez no vas a poder vencerme! ¡Vengo preparado!- Dijo un oso de pelaje café con el mismo uniforme. Toff suspiró.

-Ahora no tengo ganas de luchar, tengo hambre- Sin hacer caso a sus palabras, el oso corrió hacia él. Se podía ver que tenía un ojo morado por el combate que tuvo el día pasado. El saiyan cogió el brazo del oso con las dos manos y lo chocó varias veces contra el suelo y se cogió todos los filetes de cerdos no furros.

-Mirad, ese es el matón de la escuela...-Se oyó un susurro mientras comía y siguieron más.

-Dicen que venció a Stephen, el lobo violento...-Se oyeron más susurros inentendibles.

-No os acerquéis a él, dicen que es un monstruo- A Toff le importó poco o nada las palabras de los compañeros y siguió comiendo.

-¡Toff Gator! ¡A mí despacho!- Exclamó una hipopótamo, con camisa blanca y falda larga y negra. El saiyan fue, no sin antes comerse de un trago el resto de filetes y acabaron en el despacho. Las paredes estaban llenas de diplomas suyos, detrás estaba la mujer con su mostrador, al lado estaban estanterías con libros de psicología y tratados y delante dos cocodrilos, uno con sombrero, gabardina y pantalones negros y al lado su mujer, la cual era azul y con un sutil vestido verde. Mientras la directora les contaba la de veces que había atacado a otros alumnos, Toff empezó a mirar los cuadros que había en el despacho, todos de a directora fattie, su marido y sus hijos. En uno salían pescando en el lago Xen, en otro en una fiesta de cumpleaños, en otro en la graduación de su hijo mayor y, cuando empezaba a volver a aburrirse volvieron a casa.

-¿Por que haces esto, Toff?-Le preguntó su madre.

-No lo sé-Respondió él-La adrelanina, supongo-Analizó mientras caminaban.

-Y tús notas escolares cada vez son peores... En mis tiempos- Mientras su supuesto papá, le echaba un sermón, Toff se miró la palma de la mano. Había una zeta escrita en ella. Cada vez que la miraba sentía que no era como el resto, que era superior. Un ser experto en batallas e invencible. Cada vez que la miraba, se sentía más relajado.

-Ya sé querido-Dijo la cocodrilo azul-Lo llevaremos a kárate-Así aprenderá a desforgar sus ganas de violencia.

Una perfecta oportunidad, joven saiyanLe dijo una voz que solo el mono podía oír.

¿Me puedes explicar que es un saiyan?Le preguntó mentalmente este.

No es que sino quién. Pronto lo sabrás
 
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