Al mismo tiempo, día y momento que todos ya conocen con anterioridad, está a punto de desarrollarse un evento que todos claramente conocen ya que estamos en la misma línea de desarrollo que las anteriores puesto que esta será la casi última línea de eventos tristes, además de la introducción de otro más de nuestros protagonistas, encima que uno de los mayores por así decirlo ya que le supera en edad a algunos de los ya conocidos.
En lo que respecta quienes veremos pues se trata de que esta es la nación que les corresponde a los tigres, la nación que gobiernan los Yukimaru, en lo que hablamos de cómo se ven los felinos rayados pues la respuesta es que son el mismo que las otras razas animales con aspecto humano solo que los tigres tienen el pelaje naranja o blanco y siempre con rayas negras en el cuerpo, y sin olvidar que conservan sus garras felinas y sus bigotes igual que los caith siths además de que pues también en el caso de los machos estos conservan su funda al fin y al cabo.
La familia de la realeza que dirige toda la nación está en pleno camino de regreso a la ciudadela, a su patria y hogar ya que ambos Ousama y Joosama tienen algo que han mantenido oculto desde que se fueron de la ciudadela aproximadamente hace 13 años en total además de que han pasado unas cuantas cosas mientras ellos no estuvieron presentes en su propia ciudadela de la cual ellos estan por enterarse dentro de poco tiempo, pero ahora mismo estan en una particular parada ya que estan detenidos en una de las ciudades para poder descansar un poco de estar tanto tiempo dentro de la limusina en la que viajan la cual aunque se escuche ridículo está pintada del mismo color que el pelaje naranja con rayas negras de los tigres, inclusive en las banderas de esta limusina pues el símbolo familiar de los Yukimaru es una huella de tigre de un color verde esmeralda bastante brillante y muy hermoso, el conductor está disfrutando de un café para calentarse un poco ya que estan en pleno invierno en Meridian, el conductor es un tigre de unos 37 años de edad, de cabello blanco con rayas negras semilargo hasta el cuello, iris de ojos de color dorados, pelaje corporal del típico naranja con rayas negras por todo el cuerpo además de que por el frente el pelaje se pone un poco claro pero siguen presente las rayas, obvio lleva puesta la típica ropa que lleva puesta todo conductor de una lujosa limusina, mientras tanto los dos soberanos de la nación Yukimaru estan en pleno descanso sentados en una banca del parque disfrutando de un café.
El Ousama Yukito Yukimaru, es un tigre de 42, cabello de un color naranja atardecer bastante claro casi siendo del mismo color que su pelaje, el iris de sus ojos es de un brillante color verde pero oscuro también similar al verde esmeralda, su pelaje es del típico naranja con rayas negras que es bastante normal en los tigres por supuesto, va vestido con un abrigo de color verde además de llevar la capa con el emblema de los Yukimaru, lleva un pantalón negro y zapatos deportivos, lleva un anillo en el dedo anular de la mano izquierda que tiene el emblema de los Yukimaru.
A su lado en la misma banca disfrutando de un café esta su esposa, la Joosama, Yuniko Yukimaru, es una tigresa de unos 39 años de edad, su cabello es de un color dorado brillante con las típicas rayas negras de los tigres, sus ojos son de un color azul entre celeste y rey pero un poco entre ambos, viste un abrigo de color rosado además de llevar la capa con el emblema de los Yukimaru, lleva un pantalón de color ligeramente blanco y zapatos regulares, lleva un anillo en el dedo anular de la mano izquierda que tiene el emblema de los Yukimaru.
Yukito: Que refrescante es esto no crees, el aire fresco mientras disfrutamos de un café para calentarnos.
Yuniko: Si, y lo mejor es estar contigo, es lo mejor que puedo pedir, además de regresar a nuestro hogar después de 13 años de ausencia, pero finalmente tenemos un tiempo a solas ¿no crees?
Yukito: Si eso lo creo, me siento como si nada me preocupara, como si nada nos pudiera arruinar este momento tan…
Antes de que el completara la palabra a los pies de ambos aterriza un balón de futbol que levanta un poco de nieve con el impacto de este y dicho impacto llega a salpicar nieve nada más en las piernas de ambos.
Yukito: Hable muy pronto…
Yuniko: Jejejejeje esto tiene escrito el nombre de nuestro pequeño felino en todas partes.
Yukito: Cierto… ―Suda al estilo anime―. Además de que ese balón tiene escrito “Este balón pertenece a Yukino Yukimaru”.
Ambos soberanos se ríen mientras levantan la mirada para ver al dueño cubierto de un poco de sudor frio frente a ellos, Yukino Yukimaru, tiene 13 años de edad, cabello de un color naranja atardecer bastante claro casi siendo del mismo color que su pelaje, el iris de sus ojos es de un brillante color verde pero oscuro también similar al verde esmeralda, pelaje del típico naranja con rayas negras pero también algo resaltado porque tiene un físico trabajado para solo tener 13 años de edad, lleva un colgante que tiene colgando la insignia de la huella de tigre de color esmeralda de los Yukimaru, lleva puesto un abrigo naranja con rayas negras, una bufanda verde que hace juego con sus ojos, pantalón negro y zapatos que van hasta por encima de los tobillos.
Yukino: Jejeje, Toosan, Kaasan lo siento no me fije a donde patee el balón jajaja. ―Se rasca detrás de la cabeza mientras mueve un poco su larga cola―. Supongo que la patee con demasiada fuerza y Saito-niisan no lo pudo recibir bien jajaja. ―Levanta el balón―.
Yukito: Jajaja hijo ten más cuidado sí. ―Se sacude la nieve que le cayó―.
Yuniko: ―Se sacude la nieve también―.
Yukino: Si lo tendré. ―Suena su teléfono y ve que es un mensaje―. ¡Un mensaje de Kaio! ―Sonríe muy feliz aunque con un leve sonrojo―.
Yuniko: ¿Kaio, Kaio Kaimaru?, jejeje hablas de tu “amigo especial”.
Yukino: ―Se sonroja más―. ¡O-Okaasan! ―le presta más atención al celular luego de soltar el balón para comenzar a escribirle al tal Kaio del que habla además de que mientras escribe este está un poco sonrojado además de estar sonriendo con ensueño―.
Yukito: ―Niega con la cabeza como queriendo decir “no tiene remedio”―.
¿?: Yukito-Ousama, Yuniko-Joosama, lo lamento fue culpa mía, no recibí bien el tiro que había lanzado Yukino-nii. ―Llega al igual de sudado la persona a la que Yukino llamo Saito―.
Saito Hagane, tiene 28 años de edad, tiene el cabello de color blanco semilargo hasta el cuello, iris de ojos de color azul casi blanco siendo una combinación de azul y níveo, tiene el pelaje blanco con rayas negras ya que es un tigre blanco, lleva puesto un abrigo negro, pantalón gris y negro, zapatos del mismo tipo de los que lleva Yukino que van por encima de los tobillos además de que lleva las protecciones en brazos y piernas, lleva también la típica espada que solo adopta su auténtica apariencia al ser desenvainada.
Yukito: Descuida, Saito-san no hubo problemas, solo nos cayó un poco de nieve, nada grave.
Saito: Pero en serio lo lamento, de verdad Ousama, Joosama.
Yuniko: Ya, calma jejejeje…
Saito: Ah es verdad, mi señor, mi señora, se me olvidaba que esto es para ustedes, llego justamente ayer cuando no habíamos salido en el viaje de regreso a la ciudadela. ―Saca de su bolsillo una carta y se las entrega―.
Yukito: ―Le entrega su café a su esposa para abrir la carta pero primero revisa que no haya nadie cerca y pues procede a abrir la carta y comenzar a leer pero al ver las palabras escritas este se queda sin palabras al ver lo que está escrito además de sentir un pesar por lo que debe estar pasando cierta persona―.
Yuniko: ―Alcanza a leer la carta y siente una especie de tristeza también―.
Saito: Entonces…
Yukito: Diré el resto en el auto, además Saito y tu también Yukino.
Saito y Yukino: ―Lo miran al mismo tiempo y eso que Yukino levanto la vista de su celular para mirar a su progenitor―.
Yukito: Cuando lleguemos al castillo, dense un baño… Los dos… Apestan, sudaron demasiado en el poco tiempo que llevamos aquí descansando de estar viajando en la limusina...
Yukino: Eh... ―Se huele un poco la axila―. Pero sí no huelo casi nada Toosan...
Saito: ¿En serio apesto tanto señor?
Yukito: Sí... Lo digo en serio, se darán un baño cuando estemos en el castillo.
Yukino: ¡Que pero ni apesto tanto Toosan!
Yukito: Lo siento pero como ahora estas con lo de hacer deporte desde que eras pequeño ahora sudas más por esa razón tendrás que hacerlo cada vez después de que hagas deporte, ¿Entendido Yukino?
Yukino: S-si Toosan...
Yukito: Y tú ¿Algo que decir Saito-san?
Saito: Lo entendí perfectamente señor.
Yukito: Bien así está mejor.
Yuniko: Jejeje eso debería decirlo yo pero me quitaste las palabras, mi gran felino estricto.
Yukito: ―Dobla la carta y la guarda para volver a tener en mano su café y beber un sorbo―. Sí exacto porque si no este felino estaría indisciplinado.
Yukino: O-oye...
Yuniko: Jejejejeje.
Yukino: ¡Okaasan!
Yukito: Bueno... Cuando termine el descanso volveremos al vehículo y nos seguiremos el rumbo hacia la ciudadela.
Yukino: Sí Toosan.
Saito: Entendido señor.
Yuniko: Jejejeje, por el momento disfruten del descanso mientras aún pueden, porque el resto del viaje de regresó lo pasaremos en el vehículo.
Ambos asienten mientras el felino rayado menor se pone a escribir en su celular para enviarle unos cuántos mensajes a su amigo Kaio para luego guardar el celular y centrarse en seguir jugando fútbol con Saito en lo que los dos soberanos siguen disfrutando de la breve tranquilidad que tienen mientras ven a su primogénito divertirse un poco junto con su mejor caballero y también la persona a la que le agarró cariño su hijo desde que era muy pequeño.
Poco tiempo después, los 4 están dentro del vehículo que ahora mismo se dirige a la ciudadela de la nación Yukimaru en la cual está situado el castillo de la familia real al que los dos soberanos finalmente regresan luego de 13 años de ausencia completos por obvias razones paternales que se presentaron cuando Yuniko se embarazo y luego dio a luz a su hijo.
Al rato de un tiempo en el camino desde la distancia ya se podían ver las monumentales edificaciones únicas de la ciudadela Yukimaru además de que por la época en la que están y el mes, todo está cubierto de nieve, el sólo ver eso a la distancia, Yukino se queda sin muchas palabras eso y que su amigo Kaio Kaimaru le envió un mensaje de texto a su celular diciéndole que también ya está llegando a la su hogar y eso pone feliz al joven felino rayado que le responde con mucha emoción que ya está también llegando al suyo y que se ve muy increíble a la distancia. En un corto lapso de tiempo estos están en medio de la gran ciudad que ahora el Oujinsama felino contempla mejor mirando lo que puede desde las ventanas de la limusina e incluso haya extrañó el ver a tanta gente de su misma especie y también a varios tigres blancos como su amigo y "Oniisan" Saito y eso que le dijeron que en la ciudadela viven un número gigantescos de personas de la misma especie que ellos y que Saito pero a pesar de eso aún le impresiona ver a tanta gente con el mismo color de pelaje que sus progenitores y también del mismo color que el de Saito aunque esto le hace pensar que Kaio debe estar pensando lo mismo pero para evitar otros pensamientos relacionados con Kaio a quién su progenitora llamó "amigo especial" decidió pensar en otra cosa puesto que no quería sonrojarse así de la nada a pesar de que los dos mayores y Saito ya sepan cierta cualidad de la joven cría de tigre de 13 años.
Todo lo que el joven Oujinsama son varios edificios, entre ellos también alcanza a ver un gran centro comercial, también el parque e incluso un campo de fútbol cubierto por la nieve y como amante del deporte eso fue lo que más le llamó la atención además de las escuelas primaria, preparatoria y secundaria y la universidad puesto que como decirlo, el tigre no es muy amante del estudio que digamos ya que la mayor parte de su vida fue que la pasó estudiando en casa o al menos donde vivía desde que nació y todas sus clases se las dio el mismo Saito quién al mismo tiempo que es uno de los mejores caballeros del Ousama también es un gran maestro cuando de estudio se trata. Al rato que pasan por varias partes de la ciudad estos finalmente llegan a las puertas exteriores del palacio que son abiertas de inmediato al reconocer el vehículo y claro estando dentro de los muros del palacio, la limusina se detiene justo a las puertas principales del vestíbulo del castillo, en otra palabras, las puertas del gran salón, Saito abre la puerta de vehículo dejando que la familia real se bajó del vehículo primero, Yukino se queda con la boca abierta abrazando con fuerza su balón de fútbol mientras mira lo grande que es el castillo al notar la impresión de su cría ambos progenitores le ponen sus manos en cada hombro mientras le dicen "bienvenido a nuestro verdadero hogar", eso sólo le saca una gran sonrisa mientras camina junto a ellos a las puertas del gran salón que sin mucho esfuerzo son abiertas por ellos dos, Saito también va tras de ellos para entrar también y de pasó encontrar al joven viendo con impresión lo grande que es el castillo por dentro también de pasó que a Yukito no se le olvida cierto detalle así que sin muchos rodeos manda a su hijo y a Saito a la habitación que le preparó a su primogénito que se encuentra justo en el 2do piso, Yukino hace caso ya que sabe a qué se refiere su Toosan con esa orden y claro está que Saito también por lo que estos se van caminando escaleras arriba pero Saito es quién guía al joven felino puesto que el chico no conoce mucho del castillo todavía mientras que ambos soberanos se quedan allí solos para entonces decirse que cosas harán y que se verán luego pero claro su esposa antes de retirarse le da una tierna lamida en la mejilla para luego irse a alguna otra parte ya que tiene asuntos que atender puesto que ella y su marido acordaron que está noche le celebrarán a su hijo su cumpleaños tal y como se debe ya que la pequeña fiesta de hace unos días fue simple pero buena pero está vez le darían al chico el lujo que ellos no podían darle mientras estaban lejos de la ciudadela, entonces Yukito se retira escaleras arriba mientras ve como algunos de la servidumbre aparecen en el salón y a quienes saluda para ordenar con cortesía que se encarguen de las cosas en la limusina, estos asienten con una leve reverencia mientras ven como su soberano se retira.
Mientras tanto en los dos pisos superiores del palacio, Saito junto a Yukino están ya en pleno pasillo del lugar hasta que se detienen en frente de una puerta un poco más grande que las otras, la cual acaba siendo abierta por el felino rayado blanco para que el joven entre primero y claro se queda maravillado con el tamaño de su habitación nueva, un gran televisor, consola de juegos, un escritorio con un librero al lado y en el escritorio una computadora portátil, un balcón con vista hacia el patio del castillo y hacia parte de los bosques, en el centro una gran cama y a ambos lados de la cama dos mesas de noche además de la puerta hacia su propio baño.
Yukino: Geniaaal, ¿Así que todo esto es mío? ―Deja su balón de fútbol en el suelo―.
Saito: ―Cierra detrás de ellos la puerta y le pasa seguro―. Sí todo esto es tuyo, Niichan.
Yukino: Que bien. ―Se quita la bufanda y el abrigo dejando ambas prendas en el colgador que recién acaba de ver a un lado suyo―. Ahora que me doy cuenta sí que hace calor.
Saito: ―Haciendo lo mismo quitándose el abrigo―. Es claro porque estamos en interiores mientras que afuera está todo cubierto de nieve y hace mucho viento.
Yukino: Ya veo...
Saito: Bien, mientras más rápido acabamos con esto, descansaremos mejor luego del gran viaje.
Yukino: ―Viendo su celular y fijándose ahora en su niisan―. ¿Qué cosa?
Saito: ―Suspira―. Vamos Yukino-nii, su Otoosan nos ordenó que al llegar al castillo fuéramos directo a darnos un baño.
Yukino: Queeee pero ni huelo tan mal ¿O sí?
Saito: Vamos felinito cobarde ¿No me digas que el valiente Oniichan que tengo le tiene miedo al agua y eso que a su novio le gusta nadar bastante, acaso planeas decirlo no me gusta el agua?
Yukino: ―Se sonroja tanto que siente como sus mejillas y cara arden un poco―. ¡K-Kaio no es mi novio...! (O tal vez sí lo es... Tal vez... Quizás.... O muy seguramente... O un sí definitivo)
Saito: Jajajajajaja, ya bueno que esperas, ropa fuera y vamos al baño.
Yukino: Bueno, pero quitémonos la ropa en el baño y de ahí te hago caso. ―Aún con las mejillas sonrojadas y sintiendo como sí le ardieran―.
Saito: Como digas "Oujinsama".
Yukino: No me digas así...
Saito: Je estoy jugando, vamos.
Ambos caminan hasta la puerta del baño para entrar y cerrarla detrás de ellos.
Saito: Bien ahora sí. ―Se comienza a desvestir empezando por la parte de arriba de su vestimenta―.
Yukino: Bueno... ―Estaba por comenzar a quitarse la ropa cuando su celular hace un peculiar sonido―. Un mensaje de Kaio... A ver que me envió. ―Saca su celular de su bolsillo y al desbloquearlo y ver el mensaje, sus parpados se abren como platos y sus mejillas se sonrojan aún más que antes y también ese ardor que siente se hace más intenso y junto con eso sus hormonas se comienzan a alborotar por lo que sus ojos están viendo―.
Saito: ―Ya con su pecho definido y brazos con algo de músculos al descubierto, así como ya descalzo y estando por quitarse el pantalón nota como el joven felino está como en trance allí parado, como sí se hubiera congelado―. ¿Yukino-nii?, ¿Que pasa porque estas allí parado como sí nada?
Yukino: ―Jadeando un poco y muy sonrojado de las mejillas sintiendo también como sí le ardieran se da la vuelta y deja a la vista que una ligera carpa se ha formado en su pantalón―. S-S-Saito-nii...
Saito: ―Sin vergüenza mira la carpa en el pantalón del chico―. Que pasa, ¿Dime que tienes?
Yukino: K-Kaio... Me envió... Una foto....
Saito: ¿Siiii y que pasó con esa foto?
Yukino: Es que... ―Jadea otro poco y traga grueso―. M-m-m-me envió una foto... De... De... De..... De....
Saito: ¿De qué?
Yukino: De.... ―Jadea―. De su funda... Y su pene... Erecto....
Saito: ―Siente como sí algo hiciera clic en el y entonces su sonrojo aparece pero muy leve―. Es en serio... En serio, en serio.
Yukino: E-e-en serio, en serio... ―Le muestra su celular―. Mira... ―Jadea un poco pesado y se sonroja más de lo que estaba e incluso sintiendo más ardor en estas y sintiendo que su pene se pone más duro en su pantalón y saliendo más de su funda felina―.
Saito: ―Ve la foto y se queda unos pocos segundos en blanco por el impacto directo al ver el miembro del "novio" de Yukino―. Ese niño......... Sí que sabe cómo encender tú interruptor... Además de que se nota que te quiere bastante... ―Ve algo escrito―. "Qué opinas Yukino, me ha crecido un poco más que hace 2 dos años, pero creo que tú aún lo tienes más grande que yo". Que chico... Jajajaja.
Yukino: N-no sé qué decirle...
Saito: Pues dale la razón, que sí le creció y que pues tú lo tienes más grande.
Yukino: S-S-s-sí, sí le respondo más rápido, más rápido me liberó de... Lo que siento justo ahora... ―Escribe con nervios exactamente lo que le dijo el felino blanco y dándole la respuesta e incluso con toda la vergüenza del mundo le dice que sí que el mismo todavía lo tiene más grande y luego lo envía pero para su sorpresa en casi 5 segundos le llega respuesta y eso pone aún más nervioso al felino rayado de 13 años―. Ay no.....
Saito: Que pasa ahora.
Yukino: ―Su labio inferior le tiembla y se le hace difícil hablar tanto que parece que se le hizo un nudo la lengua así que le enseña a Saito lo que le dijo Kaio―.
Saito: ―Comienza a leer y se queda casi corto―. "Tienes razón, lo tengo más grande que hace 2 años, pero ahora quiero ver que tan grande lo tienes tú, mándame una foto, que no te de pena gatito Jeje
". Jajajajajajajajaja esto no tiene precio.... ―Se aclara la garganta―. Tendrás que hacerlo... Desnúdate y dame el celular para tomar la foto.
Yukino: Eeeeeeeeeeeeeh. ―Todo su pelaje y sus bigotes se le erizan por completo y su cola se le queda tiesa―.
Saito: Que, él dijo que no te diera pena, sí él te envió una foto es porque no le dio vergüenza, además que no le dijiste hace 3 años que tú eres el tigre más valiente de todos.
Yukino: ¡Tenia 10 años cuando dije eso, nunca pensé que se acordaría de esas palabras! ―Siente como de sólo pensar en una foto de su pene, su erección crece más y estira un poco más sus boxers―. Aaah... Bueno... Tendré, tendré, tendré que hacerlo. ―Llora al estilo animé mientras sus mejillas se hacen aún más rojas y le arden más―.
Saito: Bien, bien ese es mi valiente Oniichan, ahora ropa fuera. ―Le quita el celular para darle a la opción "tomar foto" y activar la cámara―.
Yukino: Está bien...... ―Reúne todo el valor que puede y se empieza a quitar su playera blanca que luego deja en el suelo dejando a la vista su pecho bien forma y mejor vista de sus brazos con algo de músculo. Luego se sienta un momento en el suelo para deshacer los nudos de ambos zapatos, quitárselos y también las calcetas. Se levanta y se comienza a desabrochar el pantalón, se baja el cierre y se los deja caer hasta sus tobillos dejando a la vista sus boxers verdes obviamente la gran carpa que formó su erección y además de que en la punta tiene una mancha de humedad―.
Saito: Vamos sólo te falta eso...
Yukino: Ya se... Pero por favor tú desnúdate por completo primero... Por favor...
Saito: Bueno lo haré... ―Ágilmente con sólo una mano se desabrocha el pantalón, baja el cierre y después los baja junto con sus boxers negros hasta los tobillos y para sorpresa de Yukino, ve como la funda más dotada de Saito está con su pene felino totalmente erecto como roca y mostrando claramente las pequeñas y características espinas carnosas―.
Yukino: Eres... Eres un tigre blanco pervertido....
Saito: Tú fuiste el que se calentó con la foto de la intimidad de tú novio y luego me la mostraste, así que el único pervertido eres tú jejejeje... ¿Algo que decir en tú defensa?
Yukino: No.....
Saito: Bien, ahora que esperas, fuera bóxer o quieres dañar más más el elástico o mojarlo de más pre seminal.
Yukino: Ya voy, ya voy... ―Respira hondo y pues pasa a poner sus manos en el elástico para entonces bajárselos hasta sacarse por completo los boxers y mostrar completamente su dotada funda de 13 años y su pene felino espinoso totalmente erecto como roca y con unas pocas gotas de pre seminal―.
Saito: Que bien desarrollado estas, ese pene, esa funda y esas bolas que tienes jajaja.
Yukino: Por favor sólo toma la foto y déjame escribirle algo para enviársela... Te lo ruego por el sagrado dios tigre...
Saito: Bien, bien. ―Usa el celular del chico para hacer el acercamiento pero teniendo una visión completa de su pene, su funda y sus bolas―. Ok ya tengo un ángulo perfecto y una visión perfecta, ahora di "queso" pene de Yukino. ―Da un toqué y se escucha un sonido de "flash" indicando que ya se tomó la foto―. Bien ya está, además puedes escribirle "Aquí tienes la foto, prueba de que sigo siendo un felino valiente, además espero que disfrutes lo que ves en la foto, porque yo disfrutare lo que me enviaste en tú foto". ―Le entrega el celular―.
Yukino: Bueno... ―Comienza a escribirle con mucha vergüenza a Kaio las palabras exactas que dijo Saito y también agrega el emoticón de carita feliz para acto seguido enviar la foto con el mensaje y de forma rápida recibe respuesta la cual dice claramente lo siguiente "Sabía que seguías siendo muy valiente, y claro que disfrutare de lo que veo en la foto
ya que eso me hará recordarte siempre que la vea así como tú me recordaras cuando veas mi foto Jeje, PD. Lamentó sí fui muy travieso al enviarte esa foto pero entre nos parece que sí te gusto, esa erección en la foto me lo demostró, que disfrutes el resto del día, te quiero Yukino
", eso hizo sonreír levemente al felinito rayado de 13 años pero eso no lo hace ignorar que su pene sigue duro como roca y que sus mejillas sigan muy rojas y casi sintiendo que le arden así como siente que la temperatura de su cuerpo se eleva―.
Saito: ¿Y bieeeeeen...?
Yukino: L-lo tomó bien.... Este... Podemos bañarnos ya por favor. ―Coloca su celular en el primer lugar seguro que ve siendo este cerca del lavabo―.
Saito: De acuerdo, pero una vez dentro del espacio de la tina tendré que ayudarte con "eso" ―Dijo entre comillas mientras que usa su cola para señalarle al menor su erección―.
Yukino: ¿A-ayudarme? ―Se extraña un poco―.
Saito: Vamos no será tan difícil además cuando me pasó la primera vez pues... Mi Toosan y mi Niisan fueron quienes me ayudaron y me enseñaron como "liberar tensión" cuando me pasara otra vez.
Yukino: ―Traga grueso―. ¿D-dolerá?
Saito: N-no, al contrario... Te gustará, pero primero al otro cuarto, en el espacio de la tina será más fácil limpiar.
Yukino: ¿Limpiar?
Saito: Sólo hazme caso ¿Ok?
Yukino: ―Asiente con nervios―.
Saito: (Que cosas digo, además increíble que siga siendo así de inocente, a lo mejor Kaio ya no es tan inocente y por eso le mandó la foto a Yukino-nii, además tendrá que regresarme el favor mientras yo lo hago con el... Maldición, Yukino-nii tiene razón... Soy un tigre pervertido...) ―Camina hasta la puerta corrediza y abrirla para dejar pasar primero al felino menor y pasar luego el tras suyo y cerrar la puerta detrás de ellos―.
Yukino: ―Ve todo a su alrededor―. Bueno sí que es grande... Toosan sí que tenía razón en decirme que el baño de su habitación de cuando era joven era inmenso... ―Se sonroja un poco sintiendo la mirada de Saito―. S-Saito-nii por favor no te me quedes mirando así por favor... Y... Y... Ayúdame... Por favor...
Saito: ―Suspira―. Bueno está bien. ―Camina hasta su lado colocando su mano en su hombro―. Tú pelaje está muy caliente... Te está subiendo mucho la temperatura corporal, jejejeje cierta foto de tú amigo especial cumplió su cometido.
Yukino: ―Jadea un poco y se estremece―. S-Saito-nii, tus almohadillas están un poco frías.....
Saito: Tranquilo, lo bueno vendrá ahora... ―Ve a los lados―. Bien porque no remojamos primero los pies y en eso te ayudó con tú amigo de allí abajo además de que... Me... Me podrías ayudar a mí... ―Ahora con vergüenza se sonroja―.
Yukino: ―Mira inconscientemente el miembro erecto de Saito y luego hace un puchero inflando una mejilla―. Oniisan pervertido...
Saito: Bueno, bueno lo aceptó... Pero... ¿Lo harías?
Yukino: ―Su cola se pone muy tiesa y se le eriza el pelaje―. B-bueno... Ya que... Ya que... Ya que... Kaio... Kaio envió esa foto... Y... Y... Y...
Saito: Jejejejeje, adolescentes... No saben lo que sus cuerpos quieren cuando aún son tan inocentes y apenas experimentan sus primeras señales de hormonas alborotadas, vamos camina. ―Lo hace caminar hasta el borde de la tina tamaño fuente termal y lo hace sentarse a remojar los pies en el agua caliente para luego el mismo sentarse para hacer lo mismo―. Aaaw, lo que el agua caliente hace en tus pies adoloridos... ―Sonríe―.
Yukino: S-si... Y encima cuando has jugado mucho fútbol y corrido mucho... Se siente... Bien....
Saito: Bien.... Es ahora o nunca... ―Ve la entrepierna del chico, precisamente a su miembro aún duro como roca y con una pequeñísima gota de pre seminal―. Tú pene aún no desiste... Bien debo comenzar, pero presta atención porque tendrás que hacerlo tú sólo en algún momento... Ya que está será la primera vez que te manosees a ti mismo...
Yukino: ―Muy sonrojado y sintiendo como le arden las mejillas asiente con muchos nervios mientras fija la vista en su propia entrepierna, mirando con algo de vergüenza su propio pene todo erecto―. Lo siento raro... También lo siento... Como sí palpitara...
Saito: ¿Te duele?
Yukino: ―Niega―. Es diferente... Es otra cosa... Y este... ¿Cómo te ayudaron exactamente tú Toosan y tú niisan?
Saito: Pues primero que nada, en mi familia sólo éramos nosotros 3 ya que pues mi madre... Ella falleció cuando yo tenía 2 años, pero mi Toosan nunca nos descuidó a mí y a mi Oniisan y menos aún después de convertirse en el mejor soldado y también el mejor caballero de Yukito-Ousama... El mantuvo su balance entre trabajo y su familia, pero bueno la cosa es que... Al yo tener 13 años recién cumplidos y luego de una semana fue cuando me pasó lo que a ti, estaba muy muerto de la vergüenza... Era de noche ya casi muy tarde, en ese entonces yo era un aprendiz a caballero con bastante talento y un prodigio, mi Toosan como dije ya era caballero y mi Niisan pues él se convirtió en caballero de 3er rango después de una semana de mi cumpleaños... Y pues esa noche... Ya muy tarde fui con ellos que como de costumbre seguían en la sala y fue cuando les dije que me sentía raro y que pues... Me sentía con mucho calor y sentía mucha incomodidad allí abajo además de que les dije que también mi pene estaba todo afuera de mi funda...
Yukino: Y... Entonces... ¿Qué pasó?
Saito: Pues... La primera impresión fue que los dos se sonrojaron al instante y por alguna razón les vi cómo se les formaban dos grandes bultos en sus pantalones, en eso me dio vergüenza verlos así pero más vergüenza pase cuando me llevaron a mi cuarto y hablaron conmigo y cuando... Pues... Pues cuando nos desvestimos los 3... No era la primera vez que veía a los 2 completamente desnudos pero esa vez fue diferente.... Ya que la cosa se puso sería cuando ellos me dijeron exactamente que hacer mientras hacía pues... Esto... ―Lleva con cuidado su mano hacia la entrepierna del felino de 13 años hasta rodear con su mano izquierda todo el miembro del chico―.
Yukino: ―Se estremece al sentir la mano zurda del tigre blanco en su miembro―. Ah.... T-tu mano ahora está un poco caliente... Pero, pero... Me... Me siento...
Saito: Sensible... Sí es normal que te sientas sensible en esa parte... Ya que fue mi Oniisan quién hizo esto y pues luego me dejó hacerlo sólo, un rato tras captar la idea, Toosan y Oniisan lo hicieron se tocaron a ellos mismos también y lo hicieron junto conmigo... Justamente esto... ―Con lentitud empieza a mover de arriba y abajo su mano en todo el pene de Yukino y también en las pequeñas espinas carnosas que tiene―.
Yukino: ―Jadea con algo de dificultad mientras su cola tiesa en el suelo le tiembla un poco junto a sus piernas― S-Saito...
Saito: Shh calma... Es normal, déjate llevar. ―Sigue haciendo su trabajo de arriba y abajo―.
Yukino: ―Jadea con pesadez―. Esto... Esto... ―Jadea―. Queda entre nosotros... ―Jadea―.
Saito: Sí entiendo... Este secreto queda entre nosotros... Bueno.... ―Jadea un poco―.
Yukino: N-niisan... Ahora siento que tú cuerpo se calienta también....
Saito: ―Hace su labor con un poco más de empeñó en la virilidad de adolescente―. N-no hagas caso... Pero... Sí te haces una idea de que debes hacer... Eres libre de hacerlo conmigo..........
Yukino: ―Traga con dificultad junto a un jadeo casi largo mientras lleva su diestra de forma temblorosa al miembro de su "niisan" hasta conseguir rodear lo que puede del trozo de carne de este y sintiendo su textura y las pequeñas espinas de este―. E-es.... Es más grande que el mío....
Saito: ―Se estremece un poco pero sin dejar de hacer su trabajo―. E-es obvio ya que soy mayor que tú por mucho... Bueno... Imita lo que yo hago contigo.
Yukino: ―Jadea un poco mientras asiente―.
Entre los dos, Yukino imita al pie de la letra cada acción que hace Saito en su miembro, cada movimiento de arriba y abajo lo imita a la perfección mientras que de las bocas de ambos se escapan unos pocos jadeos que se van convirtiendo lentamente en pequeños gemidos conforme Saito aumenta la velocidad del movimiento de su mano y también conforme Yukino lo imita aumentando la velocidad y con eso al joven adolescente se le hace agua la boca mientras siente un mar de nuevas sensaciones en su joven cuerpo que lo siente calentarse más junto con sus mejillas sonrojadas hasta incluso siente como de su pene comienzan a brotar muchas gotas de pre que sirven para hacer más fluido el movimiento de bombeo que le hace Saito y hablando de Saito; el felino blanco siente el conocido mar de sensaciones excitantes que experimentó desde su adolescencia mientras está siendo estimulado por el hijo de la persona a quién más respeta y quién fue su maestro junto a su progenitor e incluso por esas sensaciones que le da el joven tigre, su pene derrama unas gotas de pre que hacen todo su miembro este más resbaladizo y provocando que el movimiento de bombeo sea más fluido.
Pero en cierto momento que los movimientos de ambos se hacen intensos mientras Yukino jadea y gime un poco fuerte a este le llega una extraña sensación que cree conocer por el hecho de que siente como todo su pene está palpitando en la mano de Saito y también siente como el de felino blanco está palpitando en su mano.
Yukino: Ahhh.... ―Jadea y gime un poco alto―. Saito-nii... Siento algo raro... Lo siento raro...
Saito: Ahhh... ¿Q-que cosa exactamente sientes?
Yukino: S-siento como que algo va a salir... Uff... Uff... Ngh... Saito-nii... Me... Me... Me voy a hacer pis.... Por favor para o me haré pipi...
Saito: Tranquilo... No es lo que crees, déjalo que pase déjalo salir...
Yukino: Ngh... Uff....
Entre los dos que siguen haciendo su labor de forma inconsciente Yukino gime un poco más alto al mismo tiempo que siente las palpitaciones de su miembro un poco más constantes y repetitivas al igual que las que siente en el miembro de Saito, y entonces en sólo unos pocos segundos es cuando pasa...
Yukino: ¡AHHHH ME HAGO, ME ESTOY HACIENDOOO! ―Arquea la espalda mientras saca a la vista las garras de sus pies y de su miembro sale lo que él cree que iba a salir pero es otra cosa―.
Saito: ¡AHH! ―Arquea la espalda también y de su miembro sale lo mismo que del miembro de su "niichan"―.
Ambos al mismo tiempo se corren y su leche felina cae justo en el agua de la tina en la que tienen los pies remojándose, el fino hilo líquido de color blanco salió disparado directo al agua mientras que ambos felinos jadeaban un poco denotando que eso los dejó un poco rendidos.
Yukino: ―Retrae sus garras para fijarse con más tranquilidad que fue lo que pasó y dándose cuenta que hay un líquido de un color blanco un poco transparente flotando a sus pies y también ese mismo líquido gotea de su pene―. Esto... No es pis... ¿Qué cosa es entonces? ―Jadea un poco mientras trata de recuperar el aliento―.
Saito: ―Respira lentamente intentando dejar de jadear para entonces responder―. S-se llama semen... Aunque otros le dicen leche pero... No mejor te lo digo en otro momento...
Yukino: ¿L-leche?, ¿En otro momento, porque, acaso el sabor es diferente de la leche que bebemos algunas veces?
Saito: ―Se le eriza de golpe el pelaje y responde―. Este..... Pues no pudiste haberlo dicho mejor Yukino-nii...
Yukino: Y-ya veo... ―Retira su mano del sensible miembro de Saito y mira el líquido llamado semen que hay en sus manos y dedos―. Es... Pegajoso... Y caliente... ―Se acerca su mano a su nariz―. Y huele extrañó.... ―Con algo de pena lame uno de sus dedos llenos del semen de Saito―. Ugh... Está salado pero también en mitad dulce...
Saito: N-no me creo que lo lamieras... Jejeje parece que te contagie lo pervertido. ―Retira su mano zurda del ahora sensible miembro de Yukino que está goteando semen, ahora posa su vista en su mano llena del semen del felino rayado de 13 años y sin dudar se lame un poco que tiene en su dedo pulgar―. Mmmm, dulce, salado y agrio pero más que nada dulce y salado jejejeje.
Yukino: N-no soy pervertido... ―Se sonroja más―. Saito-nii... Este será nuestro secreto... Además... Gracias por ayudarme... Y... Por enseñarme... Que tengo que hacer sí me pasa esto otra vez y tengo que.... "Liberar tensión".
Saito: Descuida... Yo haría cualquier cosa por ti, después de todo soy como de tú familia, soy como tú Oniisan y tú mi Oniichan.
Yukino: Gracias... ―Ve como su miembro lentamente se va guardando en su funda―. Creo que ya se.... Me bajo la erección.
Saito: Sí, a mí también. Bueno tenemos que bañarnos con más razón ahora y también cuando terminemos tendré que vaciar la tina ya que nuestro semen está flotando en el agua jajajajaja.
Yukino: Jejeje sí es verdad... ―Se sonroja un poco más que antes―.
Ambos tigres se ríen de forma alégreme mientras se dicen una vez más que el pequeño momento de... Color rosa indecente... Queda como un secreto entre ellos dos y solamente ellos puesto que no dirán nada al respecto a nadie, a nadie por lo que más quieran en todo el mundo que los rodea. En cuanto a los asuntos por los que pasa Yukito; el Ousama junto a sus 5 consejeros están en plena junta en la sala de reuniones planificando con detalles todo lo que el soberano tiene planeado para esta misma noche puesto que antes de decirles sobre la fiesta a sus fieles colegas, este comenzó por decirles primero y con exactitud cómo fue concebido su "pequeña" cría que ahora es un fuerte y energético chico que no sabe quedarse quieto cuando está haciendo deporte, lo primero acerca de cómo fue concebido le sacó algunas risas a las dos tigresas blancas que formaban parte del consejo ya que ellas conocían bien como es el soberano, pero aparte de esa conversación un poco vergonzosa siguieron hablando sobre los planes para la noche cuyos planes fueron puestos inmediatamente en marcha mientras que en otra parte del castilla, Yuniko estaba encargada de dar el diseño exacto que quería para las ropas de gala que tendría su hijo siendo el principal color que las haría resaltar; el verde esmeralda que hace juego perfecto con el color de sus ojos, en cambio en todas partes de la ciudadela llegaba la invitación de una celebración en el castillo Yukimaru está misma noche, en cambio con el joven Oujinsama y su guardián, ambos ya fuera del baño y vestidos con otras ropas yacían rendidos en la cama ya que cierto evento los dejó sin fuerzas para seguir despiertos lo que sin mucho esfuerzo acabaron por quedarse completamente dormidos mientras que en todo el castillo era un escándalo en menor escala por las continuas órdenes de la servidumbre por preparar el gran salón, el vestíbulo y en la cocina era un caos puesto que el chef principal que es todo un mandamás está muy frenético por tener que cocinar mil y un postres, comidas, pasteles, hacer bebidas y un gran pastel para esta misma noche, el pobre hombre estaba yendo de allí y acá así como los demás cocineros que lo asisten en todo, literalmente en todo.
Más tarde luego de todo el asunto de los arreglos en todo el castillo, la noche ya había caído y todo estaba todo ya en su lugar, Yukino por su parte se sigue viendo al espejo y viéndose que tan bien le sienta el verde esmeralda que está presente en sus vestimentas, mientras que Saito está vestido con ropas de gala negras y camisa blanca, en cambio Yuniko va vestida con un vestido de un color blanco y verde en la parte inferior, está bien maquillada y también lleva puesta la corona que la identifica como la soberana de la nación Yukimaru. Teniendo confirmación por parte de Yukino de que ya está completamente listo, él y compañía van con dirección a la planta baja del castillo; al gran salón donde todo el mundo está esperando para escuchar lo que tiene que decir su soberano de verdes ropajes de color esmeralda que pronto vio la llegada de su mujer y de su hijo y entonces fue cuando el felino rayado y sumo monarca de toda la nación llamó la atención de todos para conseguir comenzar con su discurso comenzando a decir todo lo referente a la fiesta a la que cordialmente los invitó está noche que no es sólo para celebrar el regresó de él y de su mujer puesto que ellos no regresaron solos a su hogar y patria ya que comentó que en los años que estuvo fuera, el milagro de la vida le dio un hijo, un heredero al cual celebran esta noche sus 13 años que recién cumplió hace unos días y a quién está por presentarles en estos momentos. Con sus palabras tan claras como el agua, Yukito fue al grano y dirigió su mirada hacia su primogénito y su mujer para que hicieran acto de presencia a su lado, ambos asienten y primero va Yuniko que va caminando hasta donde su marido y finalmente el invitado de honor de la noche también hace acto de presencia ante toda la gente y quedándose sorprendidos por el increíble parentesco tan similar entre el joven y su progenitor, ante todo el soberano presentó de manera educada y formal a su hijo diciéndoles su nombre también, con eso y una reverencia de parte de todos los presentes la celebración dio inició para todos incluido para Yukino que bajo de las escaleras para su encuentro con Saito quién le instó a socializar un poco con chicos cercanos a su edad, cosa que no se le hizo muy difícil y eso que tenía ya un amigo y ese es Kaio a quién aprecia bastante puesto que crecieron juntos y hablando de ese amigo de la infancia, Yukino a veces recibía mensajes de este en medio de la fiesta, pero no tantos ya que al parecer este andaba igual de ocupado que el felino rayado que está también conversando ahora con otros chicos que asisten está noche a la celebración, Saito por su parte permanece alerta pero feliz en parte por ver como socializa el muchacho al que cuido desde que nació e incluso mantiene la vista fija en su majestades que están bailando al igual que los otros adultos al ritmo de la música que interpretan los músicos del castillo.
El ambiente de tranquilidad, armonía y risas era de lo más tranquilo posible pero desafortunadamente el destino no lo vio así ya que todo eso fue interrumpido de forma brusca al abrirse las puertas y presenciar como en el salón hacen acto de presencia un gran número de soldados siendo liderados por un caballero, la guardia del castillo y entre ellos los caballeros e incluso el Otoosan y Oniisan de Saito llevando sus armaduras y cascos aparecen en la escena, Yukito en eso también toma cartas en el asunto y junto a su esposa se adelantan al frente de todos y también el caballero de origen humano, Saito en cambio nota como su maestro y Ousama junto a su Otoosan le hacen una seña con la mirada como queriendo decirle "saca de aquí a mi hijo" por parte de Yukito y por parte de su Toosan "saca de aquí al Oujinsama". Saito levemente asiente mientras Yukino estando de lo más tranquilo posible pero también un poco asustado pero manteniendo la compostura se retira lentamente del lugar junto con Saito hasta subir las escaleras sin que aparentemente nadie se diera cuenta pero ambos se quedan justo en la entrada al pasillo del primer piso ya que el tigre blanco quiere escuchar de que va todo esto y sus dudas se aclaran lentamente cuando escucha a su maestro, Yukito hablar...
Yukito: ¿De la nación Takamura?
Caballero: En efecto y venimos para hacerle saber lo siguiente por orden de nuestro inmortal soberano. ―Le hace entrega de un sobre―.
Yukito: ―Se extraña pero recibe el sobre y lo abre con algo de prisa para leer su contenido y entonces abrir los ojos con mucha sorpresa quedándose un poco pálido al igual que su mujer al leer de principio a fin lo que viene en el papel―.
Yuniko: E-es.... broma verdad...
Caballero: Es auténtico ese documento, cada palabra es auténtico y fue escrita por la mano de mi señor.
Yukito: NO LO ACEPTÓ, NO ACEPTÓ ENTREGAR TODA MI NACIÓN, NO ACEPTÓ ENTREGAR A LOS NIÑOS DE TODA LA NACIÓN Y MENOS ACEPTÓ ENTREGAR A MI HIJO.
Oyendo eso, Yukino se queda completamente paralizado del miedo al igual que todos los presentes en el gran salón, ese grito también hizo que los guardias y caballeros sacaran las armas ya que sabían que lo que venía.
Yukito: LARGO DE AQUÍ, GUARDIAS, ENCARGUENSE DE ESTOS ENEMIGOS DE LA NACIÓN, CABALLEROS EVACUEN A TODOS LOS PRESENTES, SÚBDITOS MÍOS ESTÁ ES LA POSIBLE ÚLTIMA ORDEN QUE LES ESTE DANDO COMO SU SOBERANO ESTÁ MISMA NOCHE DE INVIERNO, VÁYANSE DE AQUÍ, LEJOS DE LA CIUDADELA, DE ESTÁ NACIÓN, OCULTENSE BIEN, USTEDES Y TAMBIÉN A LOS JÓVENES Y MÁS PEQUEÑOS.
Con sólo escuchar esa orden los guardias entran en acción mientras que otros aseguran primero a sus soberanos para comenzar con las órdenes que se les fueron dadas, Saito de sólo oír eso agarra con fuerza de la muñeca a Yukino y comienza a correr por los pasillos hasta su habitación que se le proporcionó en el castillo donde se retira la estorbosa ropa de gala para ponerse ropas de viaje invernales completamente oscuras y junto con eso, de su baúl saca la arma insignia de todo caballero de la orden privada de Yukito y además de ser una espada especial que fue hecha sólo para su persona, siendo esta una espada de un color níveo que se coloca en la cintura y con todo su equipo puesto nuevamente arrastra a Yukino hasta terminar en su habitación donde le da la ropa al confundido felinito que no sabe mucho de lo que sucede pero que sí está en un gran shock por lo ocurrido en el gran salón pero sin mucha queda se desviste pero antes deja su celular en la cama para comenzar a ponerse las ropas que le dieron y luego volverse a sentar en su cama además de que busca el cargador de su dispositivo móvil y lo guarda en la maleta que está preparando ahora mismo Saito, además por seguridad, Yukino coloca en modo silencioso su celular para no atraer a nadie ya que este tiene una idea un poco clara de lo que pasará a continuación pero sus dudas sobre sus progenitores se le aclaran al verlos entrar en la habitación y de pasó que ambos con unas falsas sonrisas consuelan lo mejor que pueden a su hijo aún en medio del shock, en eso Yukito le da a Saito cierto cristal lapislázuli junto con un trozo de papel en donde está escrito todo lo que tiene que saber de ahora en adelante además de que lo hace jurar que proteja en todo momento a Yukino sin importar que pase a lo que sin dudar el tigre blanco le dice que lo hará, ese acto de su progenitor hace que al joven felino de pura coincidencia debido al pensamiento en su mente que hizo como un clic, le hace soltar unas lágrimas y un bajo sollozo.
En medio del abrazo de Yuniko a su cría también se les une Yukito quién comienza a hablar con su hijo seriamente sobre lo que está por acontecer está noche y de cómo va a tener que irse con Saito, hacerle caso en todo momento y nunca contradecirle la palabra puesto que cada cosa que hará en el futuro lo hará con tal de mantenerlo seguro y principalmente con vida, esas palabras dejan mudo al adolescente de 13 años mientras su progenitor le hace entrega del anillo que siempre lleva en su dedo anular diciéndole que es una antigua reliquia de su antepasado, el sello Yukimaru así como también le hace entrega de la otra reliquia que es la espada de su antepasado, una espada de filo mitad naranja por la derecha y negro por la izquierda, el felino albino sólo podía quedarse mirando la escena entre el chico y sus progenitores además de que estaba preocupado también por su familia ya que ellos seguramente seguirán y seguirán dándolo todo con tal de proteger el castillo y a la gente de la ciudadela.
Al rato después de que las cosas en la mente de Yukino se calmaran, los 4 se hacen camino por los pasillos del castillo hasta encontrar una puerta oculta que se abre al hundir un ladrillo en específico de la pared que les abre una salida secreta que va directo a las afueras del castillo en la parte trasera que da con los bosques por la cual pasan hasta estar del otro lado de la misma salida y justo allí es donde las cosas se ponen difíciles de forma emocional para Yukino y también para Yuniko que al ver que ya están por separarse estos se abrazan por última vez, el joven no se niega para nada al contacto y el calor de su progenitora que le dio tanta seguridad desde muy pequeño, cuyo calor del que está por separarse en unos pocos momentos puesto que su momento familiar se interrumpe al decir Yukito que los soldados se están acercando a lo cual ella le da afirmativa mientras se separa de su hijo a quién ve como está lagrimeando bastante puesto que sabe lo que pueda sucederle a ella y a su marido está misma noche.
Yuniko: Por favor no llores... ―Acaricia gentilmente la cara de su hijo con su zurda a la cual el muchacho se aferra sin querer que deje de tocar su cara―. Mi amor, mi pequeño, sé que es difícil que nos dejes pero para mí me es más difícil separarme de ti, así que por prometer que dependa de lo que suceda, en cualquier situación que llegué y ante todo quiero que demuestres ese gran valor que siempre has tenido desde que viniste al mundo, no tengas miedo a nada, por favor dime que serás valiente, sí... Por favor, dímelo.
Yukino: ―Solloza mientras se aferra más a la mano de su Kaasan―. Sí.... Sí... Sí... Sí lo prometo... Seré valiente, lo seré, siempre lo seré, siempre lo voy a ser porque no soy un cobarde, no lo soy... Seré valiente... ―La mira con seriedad con sus ojos llenos de muchas lágrimas que bajan por su cara mientras se le dificulta evitar sollozar―.
Yuniko: Ese es mi tigrecito valiente... Te quiero y siempre te voy a querer, aunque ya no este contigo, siempre me llevaras en tú corazón.
Yukito: ―Desenvainando su espada y dejando que adopte su auténtico tamaño y forma―. Yuniko es tiem... ―Se corta su palabra puesto que siempre como por detrás es abrazado por hijo―. Yukino...
Yukino: ―Abrazando con fuerza a su progenitor intenta dejar de llorar para verlo a la cara pero no puede evitar que las lágrimas dejen de correr por su cara―.
Yukito: Por favor mírame, está será la última vez que te vea... Déjame verte la cara, por favor hijo... ―Voltea para ver como el felino rayado le asiente y levanta su mirada para ver a su Toosan, Yukito sólo sonríe de forma melancólica mientras mueve ligeramente su cola con la que limpia unas pocas lágrimas en las mejillas de su niño―. Ese es mi chico... Sabes que también estaré siempre contigo en tú corazón junto con Yuniko, ambos, ambos siempre estaremos contigo en tú corazón... Por favor... Cuídate mucho.
Yukino: ―Solloza un poco mientras aprieta los dientes asintiéndole a su progenitor―.
Saito: ―Se acerca a Yukino poniendo su zurda en el hombro derecho de este―. ¿Nos vamos?
Yukino: ―Sin mirar a Saito este asiente mientras se da vuelta―. No voy... No voy a mirar atrás... Sí lo hago entonces voy a querer regresar... Por eso voy a mirar... No voy a mirar...
Yukito: ―Revuelve por última vez el cabello de su cría―. Exacto... Sin mirar atrás.
Yuniko: Sólo mira adelante, sólo eso, sigue recto.
Yukito: ―Todo el cuerpo le tiembla mientras solloza y se lleva sus puños cerrados a sus ojos que aún lagrimean mucho―
Yukito y Yuniko: Te queremos, Yukino, te amamos mucho, gracias por venir al mundo y por darnos tantos recuerdos felices, gracias por dejarnos verte crecer y crecer hasta este momento, en serio te amamos. ―Sonríen de forma cálida y paternal para su hijo que a pesar de no verlos a sus caras puede sentir la sonrisa de ambos―.
Yukino: ―Solloza mientras traga un poco grueso y entonces comienza a correr siendo seguido por Saito―. ¡TAMBIÉN LOS QUIERO, OKAASAN, OTOOSAN! ―Sigue corriendo sin mirar aun derramando lágrima tras lágrima de sus ojos verde oscuro y similar al color verde esmeralda―.
Saito: ―Corriendo detrás suyo y mirando por última vez a su maestro Yukito, el Ou de los tigres y a su esposa Yuniko la Joo de los tigres y entonces―. ¡YO ME HARÉ CARGO DEL RESTO, NO VOY A DEJARLO SÓLO, SIEMPRE LO VOY A PROTEGER, SIEMPRE! ―Vuelve a mirar hacia el frente para acelerar el paso hasta estar al lado de Yukino y de pasó tomarlo de la muñeca para entonces correr más rápido mientras lo lleva agarrado―.
Ambos soberanos sonríen ante lo dicho por el tigre blanco mientras lo miran perderse en la espesura del bosque y en más en la noche de por sí mientras ahora se miran y se dan un beso mientras se dicen "siempre estaremos juntos" para entonces esperar lo que el destino les tiene preparado...
Como casi 3 horas después en medio de los bosques, el Oujinsama, Yukino Yukimaru y Saito Hagane, el mejor aprendiz del Ousama, Yukito, y caballero, siguen corriendo en el bosque mientras se alejan más de lo que estaban hace casi 3 horas del castillo pero cuando entonces Yukino para en seco haciendo que casi él y Saito se caigan al suelo, Saito quién iba a reprenderlo se contiene puesto que ve como Yukino se derrumba de rodillas en el pasto mientras comienza a llorar y también a soltar un gran llanto que al parecer estaba muy contenido, posiblemente desde que estaba en shock en su habitación, pero la causa de lo que este así le es revelada al tigre de pelaje blanco rayado justo ahora.
Yukino: ¡Ambos...! ¡Ambos murieron...! ¡TOOSAN, KAASAN! GRRRAAAAAAAAAAAA..... ―Llora bastante fuerte mientras le grita a la nada perturbando el silencio del bosque hasta que siente como el tigre blanco lo rodea con sus brazos y pega su cabeza en el pecho de este para amortiguar el sonido de sus gritos―.
Saito: ―Llorando un poco puesto que también le duele que la persona a la que considero su segundo Toosan, el Ou, Yukito recién acaba de morir además de que siente un dolor más grande en todo su pecho ya que de algún modo sintió que también su verdadero Toosan y su Oniisan, ambos caballeros de alto rango que estaban presentes en el gran salón habían muerto por lo que sus sollozos no se hacen esperar haciéndose presentes mientras abraza con fuerza a Yukino―. ¡TOOSAAAN! ¡ONIISAAAN! ―Baja la cabeza mientras aferra a Yukino aún más a su cuerpo―.
Yukino: ―Aún inconsolable sigue llorando y gritando entre lamentos por la pérdida que sufrió está misma noche―.
Yukino Yukimaru, otra alma inocente ha perdido algo muy preciado está misma noche del día Nº22 del mes nº12 al igual que otros que ahora mismo están huyendo en medio de la noche como su aliada mientras lloran la pérdida de aquello que perdieron y que tanto apreciaban desde el día que vinieron al mundo.
Continuará...