Bienvenidos a Café Shibe

Cafe Shibe

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Fatman

Laugh and grow fat
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Yuri Volkov
Casilleros del club de supervivencia
El monstruo...
Post Nro. 22


creo que habia hecho lo correcto al hablar con Hope...solo espero que no se sienta intimidada y acepte mis disculpas por ello...no es la primera vez que me ocurria...como sea...aun sentia que kuro estaba actuando algo raro...solo espero que mi presencia en la casa no lo este molestando...

-...- el pelirojo se encontraba frente a su casillero tomando las cosas que iba a usar para su patrullaje, su chaleco tactico, su pistola reglamentaria, su comunicador y por ultimo su rifle de asalto

-Ahh...aqui estas!- decia maggie llegando al lugar

-hmm? que sucede capitana zaford- dijo viendo a la chica -estoy por salir a patrullar

-olvida eso, tenemos un mejor trabajo- dijo la chica con una sonrisa

-...?- el pelirojo arqueaba una ceja viendola

-tu...galan, me mostraras de lo que eres capaz hoy- dijo sonriente mientras se acercaba a el pegando su cuerpo al de el mientras cruzaba sus brazos tras la nuca del pelirojo

-...- yuri caia en cuenta -tortura...-

-asi es...capturamos al Rojo- dijo sonriente maggie -y ahora es tu turno de brillar galan- decia sonriente -asi que espero des lo mejor de ti yuri-

-entendido...- dijo el pelirojo

-eso queria escuchar- dijo la chica sonriente mientras le daba un pequeño beso en los labios -vamos! esto sera entretenido- dijo sonriente

esta chica me traera problemas...pero era hora de una sesion de tortura, llevaba algo de tiempo sin hacerlo ciertamente, estaba ansioso...de...los viejos tiempos...

//sala de interrogacion//

Alex el rojo se encontraba en una silla, sentado y amarrado con los brazos atras, aun no lo habian tocado...era una presa fresca...una simple ofrenda para mi diversion...lo entendia por completo...el DCI queria verme en accion desde el comienzo al final...estaba seguro de que a pesar que el profesor sakiyama no se encontraba alli se las estaba arreglando para verme...asi que supongo que tenia que darle un buen show...despues de todo paso por todo eso para verme trabajar...


-...- el pelirojo entraba seguido por la capitana zaford que se iba a una esquina recostandose mientras masticaba chicle sin preocupacion alguna

-asi que trajeron al comunista a hacer el trabajo sucio- dijo alex el rojo

-no hay trabajo sucio ni limpio...solo trabajo- dijo yuri mientras veia una mesa con muchos utencilios y herramientas que podia usar para lo que seria la sesion de tortura, la mente de yuri comenzaba a maquinar un procedimiento para sacarle las respuestas que necesitaba

antes de llegar me habia leido el expediente de la mision asi que sabia cual era la informacion que el DCI estaba buscando por parte de alex...asi que seria un trabajo lento, tenia que acondicionarlo y hacerlo sufrir para que me diera cada uno de los detalles que necesitaba...

-...- pasabas una mano por la mesa -estas segura que quieres ver esto...?- dijo refiriendose a la capitana que se encontraba en una esquina

-bromeas...? claro que si, llevo mucho tiempo esperando esto galan- dijo sonriente la chica mientras hacia una bomba de chicle que explotaba con un pop

-bien...solo hay una regla si planeas quedarte- dijo mientras se quitaba el guante de su mano izquierda

-y esa es...?-

-haras todo lo que yo te diga...- dijo mientras se quitaba los vendajes de la mano izquierda mostrando su mano con gran cantidad de cicatrices

-no hay problema- dijo la chica encogiendose de hombros

-deberias pedirle que te la chupe hehehe- dijo con una risilla Alex

-...tampoco tengo problema con eso- dijo encogiendose de hombros

-el sentido del humor es lo primero que se pierde en una sesion de tortura...- dijo el pelirojo mientras se paraba frente al latino que lo miraba -es la primera vez que te torturan?- preguntaba

-jodete comunista malparido...- decia viendolo desafiante

-lo tomare como un si...- dijo el pelirojo sereno en sus palabras -dejame explicarte que es lo que sucede en una sesion de tortura- dijo el pelirojo -te hare una serie de preguntas...cada vez que me des una respuesta que no me parezca convicente o que piense que es...falsa- dijo viendolo con una mirada intimidante e implacable -te voy a causar mucho dolor...con el fin de que la proxima vez que pregunte respondas con la verdad...asi sera gradualmente hasta que obtenga toda la informacion que necesito...-

-t-tch...- alex podia sentir los nervios acumularse

-empecemos con algo facil...- el pelirojo mientras abria y cerraba el puño izquierdo escuchandose las articulaciones de este tronar -cuantos años tienes?- pregunto el ruso

-diecisiete...- respondia el joven

-bien...el nombre de tu madre?- preguntaba el ruso

-m-maria alberta de rojas...- respondia con sinceridad

-bien..muy bien alejandro muy bien...ahora vamos con lo importante esta bien?- dijo mientras se rascaba un poco la barbilla caminando en circulos alrededor del joven -cual es el paradero de Kim-Sho Oh?-

-yo...y-yo no se de que hablas...- decia el joven latino

-Hmmm...- el pelirojo suspiraba con fastidio pues sabia que mentia -que mal alejandro ibamos tan bien...!- le conectaba un puñetazo directo al rostro haciendolo voltear a un lado

-uhhh!! hijo de puta...!!- gritaba molesto el latino

-la ira no te servira de nada alejandro...solo la verdad te salvara de este tormento, dime que quiero saber y no habra mas golpes- decia encogiendose de hombros

-vete al carajo comunista malparido!- decia e latino molesto -no eres mas que un maldito cobarde, porque no me sueltas de la silla y te demuestro lo que es bueno-

-tu piensas que me ganaras en un combate mano a mano? tu?? no no no...te ira mejor atado creeme- decia mientras movia un poco el puño izquierdo

-que pasa marica tienes miedo? yo si te parto la cara- dijo el latino

-...- el pelirojo arqueaba una ceja viendo a la chica de cabellos naranjas

-hm...- la chica se encogia de hombros

-muy bien...lo haremos a tu manera- dijo el pelirojo mientras tomaba la llave de las esposas en la mesa -capitana zaford...- llamaba la atencion de la chica

-si?- la chica lo veia

-tome su pistola y si ve que alejandro intenta tomar cualquier cosa que pueda usar como arma ademas de sus puño disparele a la cabeza...- dijo yuri mientras se acercaba al joven y le quitaba las esposas -muy bien...de pie- dijo yuri

-ahora veras...- dijo mientras se levantaba y tomaba distancia

-si si ahora voy a ver de lo que eres capaz- dijo mientras hacia a un lado la silla y levantaba los puños -adelante cuando quieras...

-te voy a hacer mierda!- dijo el joven mientras le lanzaba un puñetazo al rostro con la izquierda

-Hm...!- desviaba el golpe con su propio brazo tomandolo del brazo con que lo habia intentado golpear para halarlo y conectarle un cabezazo directo a la nariz haciendola estallar en sangre

-Uhh!- maggie reaccionaba arrugando un poco el rostro al ver el fuerte golpe como si ella lo hubiese sentido

-Ha!- seguido a eso le conectaba dos puñetazos con la izquierda directo al estomago sacandole el aire por completo -Hm!!- le conectaba tres izquierdazos al rostro rompiendole la boca y aturdiendo -Ven aca!- lo tomaba le hacia una llave y lo tiraba con fuerza estrellándolo de espalda al suelo

-a-ahhgg- el latino se quejaba tirado en el suelo mientras escupia la sangre de su boca

-ahhh...- el pelirojo suspiraba mientras agitaba la mano izquierda cubierta en la sangre del latino -curioso...ahora el que se ve hecho mierda eres tu...- dijo mientras tomaba la silla y la colocaba en su lugar -vamos arriba...!- decia mientras lo tomaba de la vestimenta y lo estrellaba contra una pared -ahora quiero que entiendas algo muy importante pedazo de basura...tu no eres nada! eres menos que nada!! y no vales ni un maldito escupitajo...!-

-g-guhh...- el sujeto aun se encontraba aturdido de los golpes

-te vez cansado...por que no te sientas?- dijo mientras lo tiraba en la silla y nuevamente lo esposaba con los brazos atras

en verdad necesitaba eso...sentia como en esos golpes habia descargado la ira y el dolor contenido de estas ultimas semanas...me sentia muuuuy bien...

-vamos, vamos... aun tenemos que seguir jugando- dijo mientras le lanzaba un valde de agua a la cara

-a-ahh ahhh...- el latino espabilaba mientras la sangre le corria del rostro

-todavia no me has dicho lo que necesito asi que estaremos rato largo...en esto- dijo mientras le levantaba un poco el rostro -anda dime donde esta Kim-Sho Oh?-

-n-no lo se...- decia el latino

-mala respuesta...Hm!- le conectaba otro izquierdazo en el rostro

+10 minutos despues+

-Hmm...- el pelirojo jadeaba un poco por el ejercicio mientras tenia las manos sobre la mesa, su mano izquierda estaba bañada en sangre tanto del torturado como propia pues de golpearlo tanto la piel de sus nudillos se habia roto -tengo que admitirlo...eres uno de los fuertes...- dijo dando un hondo respiro -

-g-guhh...- el joven tenia la nariz rota los labios inflamados y un ojo morado, la sangre le escurria de la nariz y la boca

-Hikori dijo que mojaste los pantalones cuando el te pregunto...supongo fue por la pistola...- suspiraba -pero apenas estamos comenzando alejandro...- dijo con una sonrisa

-no lo se yuri...si sabra algo este pobre imbecil?- dijo maggie rascandose la cabeza

-claro que si...reconozco un canario cuando lo veo...y este es uno- dijo mientras lo señalaba -solo hay que buscar el punto correcto y ver como hace "tic"- dijo sonriente el pelirojo mientras tomaba un trapo y comenzaba a limpiarse el puño izquierdo

-Hmm...- maggie sonreia mientras lo veia picaramente como si se lo comiera con la mirada pues le gustaba el yuri que estaba viendo

-con permiso...- la puerta de la recamara se abria y alessandra entraba viendo aquello -h-huh!?- veia al latino severamente golpeado esposado a la silla

-...?- maggie la veia

-alessandra...!- dijo yuri mientras se paraba frente a ella para que dejara ver al latino -que haces aqui...!?- decia algo molesto al ver a la chica en esa sala

-a-ahh yo...pense que tenias hambre, asi que te traje el almuerzo- decia alessandra

-no tienes que estar aqui, tienes que irte...!- decia serio el pelirojo

-Pfff...- el latino escupia -ahaha...tu novia te trae el almuerzo?? adorable...- decia alejandro

-...- esto molestaba a maggie sin duda pues ella queria ser vista como la novia de yuri no alessandra

-Hm...!- giraba y le volteaba la cara con el reverso del puño izquierdo -hablaras cuando yo te diga que lo hagas...!- luego volteaba a ver a la rubia mientras se limpiaba el puño con el trapo -te agradezco por el almuerzo pero necesito que te vayas...ahora- dijo serio el pelirojo mientras se acercaba para hablarle mas de cerca -entiende...no quiero y no necesito que veas...esto- decia señalandose asi mismo

-e-esta bien te hablo luego- dijo la rubia mientras se iba

-tch...- maggie chasqueaba la lengua con molestia mientras veia a otro lado

-nada mal comunista- decia con una risilla alejandro

ok...ahora estoy molesto

-...- el pelirojo se acercaba a la mesa y tomaba un alicate -ahora vas a hablar maldito...te voy a hacer hablar!- dijo mientras se colocaba atras de el

-e-espera que crees que haces!?- decia nervioso mientras perdia de vista al ruso

-dime lo que quiero saber!- decia mientras apretaba el meñique del latino con el alicate y lo torcia hasta que lo escuchaba romperse

-ahhh! ahhh!! maldito loco!- decia mientras gritaba de dolor

-Whooo!! mira como cruje vamos con el siguiente!!- apretaba el otro y lo torcia hasta que se rompia tambien -habla pedazo de porqueria tercermundista!!- dijo mientras apretaba el tercer dedo de la mano izquierda

-e-esta bien hablare! te dire lo que quieres saber pero basta!-

-no me convence!- le partia el dedio de enmedio de la mano izquierda

-Ahhhgg!! lo juro te lo dire! son 3 hay tres contactos directos con Kim-Sho Oh!!- gritba desesperado por el dolor

-quienes son, quiero nombres y detalles de los tres o lo proximo que te arrancare esra una maldita oreja!!- dijo mientras se colocaba frente a el y le apuntaba con el alicate

-s-si si te lo dire todo, e-es un japones, u-un ruso y-y-y un frances...! son los distribuidores mas importantes de Kim-Sho Oh! te lo juro!- dijo el latino muerto de miedo

-bien...ahora dime los nombres!!- dijo mientras lo pateaba en el pecho tirandolo al suelo

//mas tarde en el club de teatro//

luego de la sesion de tortura...decidi volver al club de teatro...era la primera vez que torturaba fuera del club...y eso me traia muchos recuerdos cuando trabajaba con ellos no pude evitar sentirme algo melancolico....y la musica que tocaba kurogiri en ese momento no ayudaba

-Hola...- dijo yuri entrando al club

-y-yuri que haces aqui?- dijo kurogiri viendolo

-hola yuri-sempai- dijo dansei sonriente

-hola dansei estas siguiendo mis consejos?- dijo el pelirojo viendolo

-al pie de la letra!- dijo haciendo un saludo militar

-bien...- luego veia a kurogiri -acabo de torturar por primera vez para el DCI y pues...me sentia melancolico es todo...- dijo encogiendose de hombros

-awwwwww que lindo- decia con una risilla kurogiri

-te voy golpear...- dijo serio el ruso

-solo bromeo jajaja- dijo riendo kurogiri

-oye...Abby esta alli?- pregunto el ruso mientras apuntaba con un pulgar la oficina

-lo siento viejo pero esta en una reunion importante...ya sabes...-dijo kurogiri

-no digas mas...bueno sigo mi camino nos vemos luego de clases...- dijo el pelirjo mientras seguia su camino por los pasillos de la escuela para buscar a alessandra

[rol off]

Lian~ Lian~ mencion a kurogiri
The PeaceMaker The PeaceMaker mension a dansei
Evie Fauret Evie Fauret mencion a la master y a alessandra
 
Última edición:

Evie Fauret

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post n°9

El dia era calmado ayer aun con todo aquellos problemas eran cosa para mas tarde ahora la italiana estaba preparada para la escuela debía llegar temprano este dia debido a diferentes cosas asi que prefirió no molestar a su hermanastro esta vez , en lo que buscaba sus zapatillas pudo observar algo debajo de la cama.

—aquí estaba— comento alessandra tomando sus audífonos inalámbricos

Estos eran ahora grises debido a que estaban cubierto de polvo les dio una rápida limpiada y prosiguió a seguir con lo suyo antes de desayunar hiroki le había dicho que no se sentía bien y las ojeras que tenia lo delataban asi que se despidió y siguió su camino hacia afuera luego de cerrar la puerta se coloco los audífonos y comenzó a escuchar música, por como venia parecía que hacia tiempo no escuchaba música por la canción, debido al buen humor comenzó a cantar lo que venia escuchando

Sora! Koboreochita futatsu no hoshi ga

Hikari to yami no minamo suikomareteyuku

Hikiau you ni kasanaru hamon


Venia dando unos pequeños saltos mientras cantaba la gente obviamente la miraba extrañada pero ella pasaba de todos olímpicamente mientras iba en camino a la escuela

Hokori no michi wo yuku mono ni taiyou no michibiki wo

Yabou no hate wo mezasu mono ni ikenie wo

Furueru hodo kokoro moetsukiru hodo atsuku

Sono te kara hanate kodou karada minagiru yuuki de

Mayou naki kakugo ni 'kassai' wo!

Sono chi no sadame


Grito aquello ultimo ya en la puerta de la escuela como esperando que algún desconocido la continuara

—¡JOJOOO! — gritaron dos estudiantes que iban entrando

Ella apago la música luego de aquello guardando los audífonos en su mochila y el teléfono en su bolsillo de la camisa dio un suspiro tranquilo antes de ver la escuela.

—¿ya terminaste? — escucho una voz a sus espaldas resultando ser el pelirrojo ella lo veía con una actitud calmada

—oh Yuri, ¿Cuándo llegaste? —pregunto ella

—temprano, tenia cosas que hacer y bueno vine a buscarte — comento el ruso

—perdón pero , me emocione — se rio un poco

—¿Por qué de buen humor? Con todo lo ocurrido tendrías todo menos buen humor — comento Yuri

—si a mi también me parece raro pero ya que — comento ella — por cierto ¿nuestro invitado hablo? —

—aun no, mas tarde me encargare de eso primero debo hacer otras cosas — comento el serio como siempre

—bien, yo debo hacer papeles además de acomodar los patrullajes de hoy ¿te veo en el almuerzo? — pregunte

—claro , como siempre — dijo el luego ambos se despidieron

El dia fue calmado sin preocupaciones casi siempre eran las cosas de siempre con la seguridad la cual la delincuencia era mas lenta o mas furtiva debido a la militarización del lugar pero aun asi no importaba,el dia paso volanto y viendo que yuri no había llegado al almuerzo decidio llevarle algo de comida.

Ella llego a la sala “de tortura” saludando primero a misha quien estaba mas metido en su celular que en lo que pasaba a su alrededor, al llegar abrió la puerta un poco hablando despacio para ver la escena de la golpiza, si a cualquiera le hubiera sorprendido eso pero ella ya había visto este tipo de escenas y ver a Yuri ensangrentado y agitado la sorprendio que en verdad la hizo actuar de una forma estúpida luego vio a la capitana quien la veía de mala gana .cuando le dejo el almuerzo y salio de la oficina decidio volver a sus papeles hasta que Yuri trajera la información pertinente.

Ya estaba saliendo de su oficina cuando vio llegar a Maggie como le gustan que le digan se la veía de mal humor.

—alessandra— comento ella

—capitana ¿Qué desea? — pregunto de forma neutral

—dejémonos de bromas , sabe a lo que vengo — comento ella mientras la rubia arqueo una ceja

—no , creo que no lo se — comento sabiendo bien a lo que se referia

—hablo de Yuri —

—oh , el claro ¿Qué tiene? Cuestiono encarándola

—quiero que se aleje de el, se lo pido por las buenas o si no…—alessandra se paro frente aun siendo mas pequeña sabia como enfrentarse a Saford

—¿o si no que? —cuestiono

Ella no dijo nada y solo le dio una mirada seria pero era muy difícil vencer a alessandra en aquello

—le recuerdo capitana usted me lo debe todo , si no fuera por mi ahora estaría compartiendo selda con su antiguo jefe— comento pasando a su alrededor ella estaba rigida

—su expediente mostro que antes era la fuerza bruta de Kiran, en el club de jardinería pero no se olvide quien la vencio — comento tomándola de su traje táctico para que me viera a los ojos

—no se olvide quien le bajo de su nube de creerse la mas fuerte , hiedra , usted no es nada aquí si no fuera porque sus habilidades eran útiles para MI no para el profesor Akiyama el quería que usted fuera expulsada por sus actos , pero yo me apiade pero aun asi puedo undirla asi que es mejor no moder a la mano que le da de comer, ahora vayase — ordeno

Ella no dijo nada y simplemente se fue del lugar, alessandra aun por su forma de actuar desde que llego Yuri no había perdido su tacto a la hora de intimidar a las personas que lo merecían como lo es Maggie.

Ya luego de aquello ya era casi del segundo receso antes de poder volver a casa pero …el aire se sentía raro su cuerpo le daba una rara sensación de peligro.

—¿Qué es esto? —pregunto ella

Salio de la oficina a buscar a Yuri pero primero debía pasar por el patio de la escuela, había alumnos caminando como siempre pero , luego lo vio.

—no…— comento alessandra

Delante acercandoce a toda velocidad autobuses grandes de la escuela continental iban acercandoce ella al salir rápido del shock dio la alarma por radio y una sirena como de bombardeo se escucho los alumnos comenzaron a correr a dentro.

—¡atencion a todo el personal del club de supervivencia, DCI y todo aquel armado la escuela esta siendo atacada! ¡ los civiles vayan por la puerta Sur rumbo a sus casas o a los dormitorios! — grito ella por radio que se escucho en toda la escuela

Cuando ocurria esto ella era la oficial en jefe en tema del alumnado ya que para su mala fortuna ese dia ni el director y el profesor Akiyama estaban presentes asi que recaía en ella, de los autobuses las ventanillas se abrieron y docenas de globos llenos de pintura llegaron empapando a varios de los que llegaban luego fueron disparados por los soldados de la escuela continental.

—¡mierda! —grito la italiana tomando un fusil de asalto disparando desde la entrada.

Ella corrió la suepraban en numero y por el momento solo los monitores podían estar disparando ya que el club de supervivencia se encargaba de sacar a los civiles por la otra puerta, los tomaron por sorpresa y el resto del club de supervivencia tardaría en llegar, sin mas decidio llamar a Hiroki

—Hiroki, escucha no tengo mucho tiempo están atacando la escuela, ven rápido necesitamos ayuda tenemos pocos efectivos y la mayoría esta ayudando a sacar a todos de aquí ven rápido— ella corto para seguir disparando

Corrió por los pasillos los de la escuela continental lograron entrar y aun había estudiantes en los salones, sin mas paso por un pasillo y vio a varios los de la escuela continetnal su uniforme era de un color rojo oscuro con cascos negros, Alessandra disparo a ellos hiriéndolos luego corrió para darle un golpe a uno para correr para el otro lado era mejor no pelear no necesitaban mártires pero debía equiparse mejor esa arma que tomo le quedaban pocos proyectiles .

—necesito llegar a mi oficina para armarme mejor — comento ella corriendo mientras esquivaba disparos que entraban por las ventanas

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bueno con esto doy por comenzado el primer evento del Rol siendo este la invasion el cual tendra una duracion de entre 2 a 3 post por usuario ustedes son libres de colocar la duracion de la vivencia de sus personajes en dicho conflicto

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Arthur

Aquel día había comenzado bien para el chico, aunque fue despertado por su hermana menor quien le salto encima y salio rápido del cuarto para evitar que Arthur le hiciera algo. Después de aquel despertar y de alistarse para la escuela Arthur fue a desayunar mientras veía la televisión con su hermana en el sofá.

-Sabes que me voy a vengar no?- pregunto Arthur comiendo de su cereal

-Inténtalo si puedes onii-chan- comento Kotori divertida

Despues de ese desayuno saco su moto del garaje para irse a la escuela donde una vez llego dejo su moto en el estacionamiento para encaminarse a la escuela pero ya cuando estaba en el patio interno un ruido lo saco de sus pensamientos y vio a los lados buscando al causando hasta que su radio sonó

—¡atención a todo el personal del club de supervivencia, DCI y todo aquel armado la escuela esta siendo atacada! ¡ los civiles vayan por la puerta Sur rumbo a sus casas o a los dormitorios! — grito ella por radio que se escucho en toda la escuela
-Demonios- maldijo por lo bajo, sabia que en este día no estaría ni el director y el profesor Akiyama estarian y no debía ser adivino para saber que un topo debió decirles a los de la otra escuela

Sacando su arma de su mochila empezó a guiar a los alumnos que podría hacia la salida hasta que los vio venir, eran solo dos eso si pero eran fáciles de reconocer por ese uniforme rojo como el casco que llevaban por lo que sin pensarlo Arthur abrió fuego contra ellos aunque no era algo fácil derribarlos con el arma que tenia. Cuando pudo derribarlos y vio como los demás estudiantes se retiraron Arthur decidio ir al DCI ya que era ahi donde estaba la armeria y con un poco de suerte Alessandra ya estaría ahí ya que es quien tiene la llave magnética pero grande fue su sorpresa al no verla ahi y la puerta cerrada.

-Y va de mal en peor-

Salio del lugar empezando a caminar con su arma lista, mantenía su mirada atenta a cualquier cosa que se acercara, logrando derribar uno que otro soldado de la escuela rival siguió avanzando y en su andar noto a uno del club de supervivencia tirado en el suelo y si bien estaba "muerto" Arthur noto que estaba viendo su celular pero al notar al líder del DCI siguió muerto ocultando su celular.

-...- sin decir nada tomo el arma que tenia el estudiante -la dejare en la armería después de terminar con esto-

Con aquello dicho se retiro con paso tranquilo manteniéndose alerta, cuando se encontró con uno empezó a disparar contra el y como sospechaba tuvo mas suerte con esa arma, aunque el problema que tenia era que el cargador estaba agotándose pero en su andar noto a Alessandra como cruzo en el pasillo de enfrente con dirección a donde estaba el DCI por lo que Arthur debió saber que haría ella, sin perder tiempo la siguió viéndola entrar efectivamente en aquel lugar pero cuando entro el debió evitar una bala de la chica.

-... se que me odias pero no es para tanto- comento cerrando la puerta

-Si sabes que falle no?- Arthur asintió a eso mientras Alessandra noto el arma que tenia -esa no es el arma de los del club de supervivencia?-

-Encontré a uno derribado y tome su arma, necesitaba algo mejor que mi pistola- comento -aunque me quedo sin balas-

-Hasta ahora-

Con ese comentario de Alessandra saco la tarjeta magnética que llevaba con ella abriendo la armería para ambos entrar y en el caso de Arthur a buscar munición a lo que tomo unos cargadores extra pero noto aquellas bombas de pinturas confiscadas por lo que tomo dos, una vez ambos chicos estuvieron armados salieron de ahí.

-Llamaste a tu hermano?-

-No tarda en venir-

-Entendido, suerte Alessandra-

-Igual tu-

Ambos tomaron caminos distintos y en el caso de Arthur el ya sabia a donde ir: el club de Magia.

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Arma que usare durante el evento

Evie Fauret Evie Fauret mencion a la master

Kanra-chan Kanra-chan si ves esto en mi proximo post ire a buscar a Agnes al club de magia
 

Fatman

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Yuri Volkov
Pasillos de la escuela
La guerra nunca cambia
Post Nro. 23


nuevamente se me estaba haciendo imposible hablar con abby...solo queria aclarar unas cosas con ella pero bueno...no era como si pudiese hacer mucho al respecto...o tal vez si...solo tengo que confrontarla como la ultima vez y tal vez asi pueda hablar con ella...ahhhh no lo se...por ahora el trabajo estaba hecho solo quedaba hacer mi cuota de patrullaje antes de irme a casa...sin embargo, con el cambio de planes en la mañana habia dejado mi rifle FAMAS en el casillero del club...tenia que ir a recogerlo antes de comenzar el patrullaje, pero estaba lejos de el...

-Hmm...- el pelirojo caminaba tranquilamente por el pasillo, llevaba su equipo tactico y su pistola reglamentaria pero no su rifle

el otro asunto era alessandra...se que es una chica dura y no seria la primera vez que viese a alguien ser torturado fisicamente...pero...no queria que me viera a mi haciendolo...para ser sincero abby tampoco me habia visto nunca hacerlo, ella solo veia el resultado...solo espero que alessandra no piense mal de mi despues de eso...

-Huh!?- el pelirojo comenzaba a escuchar gritos y disturbios a lo lejos

-Adelante yuri...!-

-que demonios!?- el joven veia por la ventana al comando de atacantes de otra escuela entrando a la academia

-Yuri atiende la maldita linea...!- se escuchaba del comunicador de yuri

-aqui volkov! capitana zaford que demonios sucede...!?- decia yuri mientras comenzaba a caminar apurado sacando su pistola reglamentaria

-estamos bajo ataque yuri...- se escuchaban disparos del lado de la chica -tenemos que repeler el ataque y tratar de ayudar a evacuar a los alumnos inocentes, el peso recae en todos los que puedan usar un arma de fuego, el resto tiene que salir de la academia por las salidas de atras y dirigirse a resguardarse en los dormitorios-

-y los atacantes?- preguntaba el joven pelirojo mientras seguia caminando

-dispara a matar...- dijo maggie por el otro lado del comunicador

-entendido- dijo el pelirojo

-y yuri...no caigas-

-descuide, eso no es parte del plan...- dijo mientras seguia su camino por el pasillo -volkov fuera...- se corto la comunicacion mientras yuri cruzaba en uno de los pasillos y frente a el una multitud de alumnos asustados corria -sigan moviendose! diriganse a los dormitorios hasta que se les indique que la situacion se ha normalizado y puedan salir! vayan! vayan! vayan!- gritaba mientras se hacia a un lado dejandolos pasar cuando en otro cruce del pasillo aparecian dos soldados de la escuela enemiga -Mierda!- se lanzaba al otro lado del pasillo

-disparale!!- grito uno mientras abrian fuego

-tch...!- el ruso abria una puerta y la usaba para cubrirse de las balas que intentaban alcanzarlo -...- veia por la ventanilla a los mercenarios acercarse -Hm...!- se tiraba al suelo deslizandose y disparandole varias veces rapidamente con su arma a los dos soldados haciendolos caer -sencillo...- dijo mientras se levantaba acercandose a los soldados caidos para patear sus armas a un lado mientras le quitaba a ambos sus pistolas reglamentarias y las tomaba para el -Hm...- accionaba el boton de la pistola dejando caer el cargador para tomar uno nuevo y recargarla -aqui vamos...- seguia caminando

tengo que contactar a los demas

-...- sacaba su celular mientras se movia apuntando a todos lados con su arma -se que tu no caerias por unos imbeciles como estos...- decia mientras tecleaba el numero y presionaba llamar -vamos...vamos kurogiri contesta...- decia el ruso mientras seguia caminando con el arma en frente

-yuri! estas viendo esta mierda!?- decia kurogiri contestando

-si si lo se lo estamos viviendo ahora escucha, el DCI ha dado la orden de todos aquellos que sepan usar un arma de fuego defender la escuela...se que no te gusta hacer el papel de bueno pero este es el momento...- decia yuri por telefono

-pffff ya es tarde para eso, estoy...!- se escuchaban disparos -estoy algo ocupado ahora-

-lo se, lo se pero escucha hay que evacuar a los que no se puedan defender de los disparos- decia yuri mientras caminaba cruzando por un pasillo

-mierda...akane, ella sabe defenderse pero no de las balas...- decia kurogiri

-yo estoy cerca del club ire por ella, mantente alerta- dijo mientras colgaba y guardaba el telefono siguiendo por el camino que llevaba hasta que se paraba en una esquina al escuchar unos pasos -...- miraba por el filo de la esquina y veia a tres soldados acercarse por ese pasillo -Hmmm...- respiraba hondo mientras esperaba el momento -Hm...!- salia de la cobertura cuando los tenia cerca dandole un puñetazo al primero y disparandole en el rostro a los otros dos -estos imbeciles no saben con quienes se estan metiendo...- dijo mientras le disparaba al que habia derribado del golpe con un tiro de gracia -hora de que esta guerra se vuelva fria...- dijo mientras comenzaba a moverse nuevamente

//en el club de karate//

-largo de mi club!- decia la chica goleando con habilidad a los soldados que se le acercaban

-hay que neutralizarla!- le diparaban en el brazo

-Hyah!- la chica caia al suelo con el brazo manchado en pintura roja -m-malditos...- decia la chica viendo a los tres soldados frente a ella

-...- en eso yuri entraba por detras en silencio guardando su arma mientras estiraba las manos y apretaba los puños

-terminemos con ella y sigamos- dijo el soldado

-ustedes son los que terminaran mal...- dijo la chica con una sonrisa confiada desde el suelo

-Alejense de mi hermana...!!- dijo el ruso molesto desatando su ira contra los tres soldados

-Huh...?- la chica escuchaba como la habia llamado

-Hm!- comenzaba conectandole un puñetazo en el rostro a uno tirandolo al suelo -Ha!- pateaba en el rostro a otro tirandolo al suelo -No lo haras!- desviaba el rifle del tercero con un rapido golpe luego lo tomaba del hombro y le daba un golpe ascendente con el codo directo a la barbilla tirandolo al suelo -pedazos de basura...!- decia molesto mientras sacaba su pistola y le acestaba un tiro en la cabeza a cada uno -Hm...?- miraba a la chica en el suelo que ciertamente le miraba impresionada -akane te encuentras bien?- decia guardando su arma y ayudandola a levantarse

-s-si...- decia viendolo

-hmm no voy mentir eso te dejara una marca y...- la chica le interrumpia

-m-me llamaste hermana...- decia viendolo

-Huh?- el pelirojo la veia -claro...somos familia ahora...o almenos yo lo veo asi...esta mal?-

-no...- decia sonriente mientras negaba con la cabeza

-bien escucha...- dijo mientras sacaba una pistola de las que le habia quitado a uno de los soldados anteriores -toma esta arma y dirigete a los dormitorios, los demas estudiantes estan siendo evacuados hacia alla- dijo mientras le entregaba el arma -solo apuntas y halas el gatillo, no tiene seguro, quedate en los dormitorios hasta que kuro o yo te contactemos, esta bien?- dijo el ruso viendola

-s-si asi lo hare...- dijo la chica para luego recibir un abrazo del pelirojo que la sorprendia

-mantente fuerte, tengo que irme, debo seguir ayudando a resolver esto...!- dijo mientras la soltaba y sacaba su pistola para irse corriendo -todo saldra bien!- dijo mientros se iba

-s-si...- la chica aun no reaccinaba del todo despues del abrazo, luego empuño el arma y salio del club hacia los dormitorios

-aqui el agente volkov...!- dijo activando su comunicador -he eliminado a 8 soldados enemigos, me dirijo a la sede del club de supervivencia para abastecerme de municion y buscar mi rifle de asalto-

-entendido yuri esperamos por ti- dijo alessandra del otro lado de la comunicacion

estos imbeciles pagaran caro el haberse metido con esta escuela...

[rol off]

Evie Fauret Evie Fauret
Lian~ Lian~
 

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Hope se levantó muy temprano. Lo cierto era que la noche anterior no había podido conciliar el sueño muy bien, toda la situación que tendría que enfrentar al regresar a la escuela la tenía angustiada.​
Sabía que debía ser profesional, se lo repetía constantemente, casi como un mantra en su cabeza. Suponía que debía pensar que sería fácil: terminar el trabajo y comenzar a buscar otro lugar para ella.​
Quizás enfocarse más en atletismo e intentar destacar un poco en ese club o aprovechar el tiempo y estudiar con más profundidad el japonés, para mejorar su pronunciación y su escritura.​
No estaba segura, pero al menos tenía muchas probabilidades para poder elegir, incluso se estaba planteando la posibilidad de entrar al club de magia con Agnes, era un poco loco la idea de cambiar el DCI por el imprevisible club de magia, sin embargo no le parecía tan malo, un cambio de ambiente le sentaría bien.​
La noche anterior estuvo pensando en todas las posibles elecciones que tendría que hacer, con sus respectivas consecuencias. En aquellos momentos sus pensamientos no la habían llevado a encontrar un final donde todos pudieran estar satisfechos.​
Y eso la estaba matando.​
No deseaba incomodar a nadie, pero más que eso, Hope no se sentía del todo apta para continuar con las investigaciones. Para continuar descubriendo secretos y medias verdades.​
El continuar enfrentándose y una y otra vez a una realidad tan cruda y difícil.​
Aún estaba digiriendo el concepto de la misma, todo distaba tanto a lo que ella imaginaba que la existencia de este nuevo concepto la dejaba fría, sin saber realmente como pensar o moverse en ella.​
Hope siempre había creído feacientemente que cada ser humano, sin importar de dónde viniera o cuál fuera su historia, tenía bondad en su interior. Un alma maltratada era confundida con facilidad, pero siempre podría ser reformada con una atención adecuada o un poco de cariño.​
Exaló ante la idea, ahora se sentía un poco tonta por no haber tenido un mejor criterio. Quizás no todos podían reformarse o tener un corazón bondadoso en su interior después de todo. Onizuka la había traicionado sin piedad a pesar de haberle ofrecido su amistad y cariño sincero. Por otro lado, estaba Hiroki... Ella le había ofrecido su amistad y cariño de igual manera, al menos al principio de su convivencia...​
la rubia recordó su primer año en la escuela de manera involuntaria mientras continuaba dando vueltas en la cama.​
Alessandra le había hecho el favor de asignarle un tutor para conocer los protocolos por los cuales el DCI se regía así como también la escuela, la italiana tuvo consideración debido a que la rubia llevaba muy pocas semanas en Japón, así que le brindo ayuda extra colocandola bajo la tutela de Onizuka.​
Luego de que su sempai fuera dado de baja, Alessandra le encomendó a su hermanastro la tarea de encargarse de ella, en realidad no estaba segura de la razón.​
La primera impresión fue bastante dura, el era... misterioso y callado, tenía un rostro estoico que no le permitía saber verdaderamente su estado de animo o siquiera algún atisbo de reacción, su mirada siempre estaba alerta, como si esperara alguna especie de ataque de su parte. Tal vez, la idea de que ella estuviera al rededor no le agradaba mucho al principio.​
Hope sentía el desagrado del pelinegro, sumado a eso ella no podía expresarse con claridad o tener una charla, ya que desconocía mucho de las costumbres y el idioma de aquel país.​
Entre ambos siempre había un sepulcral silencio y eso provocaba que la rubia sintiera una cierta incomodidad a su alrededor.​
A veces por los pasillos escuchaba los murmullos que hacían referencia a su sadismo y a la sangre fría con la que Hiroki "interrogaba" a los criminales que el DCI capturaba. Eso siempre la dejaba aún más temerosa de él, Hope no podía evitar el mirarlo con miedo, incluso encogerse debido al mismo cuando él se acercaba demasiado, lo cual no pasaba desapercibido por él.​
Sin embargo, Ambos habían trabajado en un par de investigaciones e identificaciones sencillas de algunos esbirros que trabajaban por si mismos.​
Su convivencia no fue fácil, pues la rubia también había cometido algunos errores sobre la marcha. Aún así, Hiroki nunca la trato mal, inclusive se podría decir que él era bastante paciente con ella en casi todos los aspectos, incluso esperaba a que modulara su voz y encontrará sus palabras cuando Hope tuvo la confianza suficiente como para comenzar a hablarle.​
Eran esos pequeños actos, esas diminutas acciones dulces, las que hicieron que la rubia decidiera crear su propia perspectiva de él.​
Con el tiempo esa desición había facilitado todo. Poco a poco fueron entendiéndose mejor el uno al otro al momento de trabajar, creando una amable y natural cordialidad.​
Un ambiente agradable en el que podían entenderse.​
Así fue como Hope podía sentir que Hiroki se había abierto un poco a ella, pues de vez en cuando platicaba algunas trivialidades que le ocurrían en su vida diaria, mientras que la rubia se armaba de valor como para tocarlo de vez en cuando o contar algún suceso gracioso...​
Aún guardaba en su memoria la primera sonrisa sincera que diviso en su rostro.​
Sin embargo su convivencia cambio radicalmente, luego de Hope terminara su 'capacitación' y comenzará a trabajar por si misma.​
La brecha que el tiempo había trazado entre ambos, había terminado por romper su comunicación y sus caminos habían sido por completo separados.​
Sin embargo, luego de largos meses de silencio... Ambos habían creado algo nuevo ahora, Hope había descubierto sus sentimientos por él y en retrospectiva... Quizás esa pequeña semilla siempre estuvo ahi y su nuevo tiempo juntos había hecho germinar en ella el amor que sentía por él.​
Ella estaba consiente de que no tendría probabilidad alguna de estar con el ahora, el tiempo que habían compartido había sido precioso y Hiroki había sido bastante dulce... Lo cual, contrastaba mucho con el Hiroki torturador y el Hiroki que había sido torturado...​
¿Cuál era el real?​
El sonido de su alarma la trajo de nuevo al presente, lo cual hizo que la rubia estirara su brazo para apagar ese molesto sonido.​
Hope se levantó de su cama, sentándose en el borde, aún sumida en sus pensamientos. Ella en cierta manera había traicionado la confianza que Hiroki le había dado... ¿Eso la hacía ser como Onizuka?​
Rápidamente negó con la cabeza, esparciendo sus rizos rubios por su cara. En un suspiro cansado y un frustrado movimiento Hope los hizo hacia atrás de su cabeza, sentía las lágrimas amenazar con salir de sus ojos nuevamente, pero antes de que se eso ocurriera, se levantó de su cama.​
Desde que Hope entro a la escuela nunca había faltado ni un solo día, nunca había deseado con todo fervor faltar a la escuela, pero ese día hubiera dado cualquier cosa por no ir a la escuela... Ni tenía ánimos, inclusive el respirar le traía un extraño dolor al pecho.​
Levantarse le costó un trabajo monumental y al tomar su uniforme del armario sintió como su estómago daba un vuelvo debido a los nervios, tenía miedo, no es va lista.​
La rubia sintió como la bilis subía por su garganta y arrojando la ropa a la cama Hope corrió hasta el baño para vaciar su estómago.​
Luego de varias arcadas, Hope se incorporo con unas pocas lágrimas involuntarias. Se limpió la boca con su antebrazo mientras jalaba la palanquilla del wc.​
Los nervios comenzaban a afectarle de manera física. La angustia estaba matandola.​
Ciertamente no estaba preparada para continuar con la investigación al lado de Hiroki. Aún así, esa no era una excusa válida para faltar a clase, preocupar a su familia por algo tan trivial como sus inseguridades no era justo.​
Consiguiendo fuerza para estabilizar sus piernas, Hope tomo una toalla mullida de color verde para acercarla a la ducha.​
Quizás era lo que necesitaba, una ducha caliente y un momento de calma, sin más pensamientos horribles que le comieran la cabeza. Suspirando cansadamente, Hope se metió a la regadera para dejar caer el agua tibia sobre su cuerpo, la rubia suspiro ante lo bien que se sentía el calor del agua caer por su piel, le ayudaba a destensar sus músculos y de cierta manera despejar su mente.​
Al salir del baño, se envolvió con la toalla y observó su reflejo en el espejo del lavamanos, sus labios estaban algo quebradizos, pero el color de su piel estaba normal, solo seguía luciendo un poco cansada debido al tono rojizo obscuro que había debajo de sus ojos. Al menos su estómago parecía estar bajo control ahora, solo esperaba mantenerse tranquila el resto del día.​
La rubia regreso a su habitación, cerrando la puerta del baño. Tomo el uniforme que dejó sobre su cama, comenzaba a sentir un poco de miedo, pero decidió mantenerlo a raya mientras comenzaba a vestirse.​
Cuando estuvo lista se miró al espejo, mientras cepillaba su cabello pasándole el secador. Aún estaba un poco reacia a ir a la escuela, pero sabía que era inevitable, decidió al menos intentar mejorar su aspecto peinándose y colocándose un poco de brillo labial para hidratar sus labios. No deseaba que sus compañeros y amigos notarán que realmnte no se sentía bien.​
A pesar de eso, su mirada no había cambiado desde ayer, sus ojos se encontraban apagados y se veían claramente un poco rojos por el tiempo que había estado llorando, eso la avergonzó de cierta manera, pero ya se había resignado a continuar y a terminar ese día lo mejor que pudiera.​
Terminando de acomodar su uniforme, Hope se dio una última mirada y noto que luego de un baño, un peinado y un poco de brillo, se veía mejor de lo que se sentía. Al menos eso era un alivio.​
Finalmente, tomo la fuerza suficiente como para salir de su habitación y bajó hasta el comedor, donde sus padres ya la esperaban.​
— Buenos días, Hoppie — le saludó su madre, notando después su expresión — ¿estás bien?, ¿te sientes enferma?
— N-No… yo solo… pasar mala noche, ser todo — dijo ella, sentándose a la mesa — estar bien salud, gracias, mamá.
— Sabes que si pasa algo nos puedes contar, Hope — añadió su padre, quien ya estaba por la mitad de su desayuno, pero dejo sus cubiertos y la comida restante en su plato para ver cómo estaba su hija.​
— Gracias, tatô, pero yo… yo estar bien, en verdad — mentía, era evidente, pero tampoco podía dejarse derrumbar frente a sus padres.​
Hope se sentó en la mesa, forzando una sonrisa que pareció tranquilizar a sus padres. Su madre le sonrió y le acarició la cabeza para ponerle un plato de cereal sobre la mesa.​
Más por cumplir que por necesidad, la rubia comió un par de cucharadas, aún sentía el estómago extraño debido a los nervios y las crugientes hojuelas estaban cayendole pesado.​
Cuando su madre comenzó a moverse con rapidez atrávez de la cocina para ir a su trabajo, Hope aprovechó eso para dejar su cereal a medio comer y levantarse de la mesa para pedirle a su madre que la llevara a la escuela.​
Después de todo, dudaba que esa mañana Hiroki apareciera por ella como se había acostumbrado a hacerlo.​
Su madre no se negó y en un par de minutos ya estaban ambas arriba del auto rumbo a la escuela.​
La mirada de Hope estaba perdida en el camino, aun ahogada en sus pensamientos y la sensación de agobio que le inundaba.​
Su madre volteaba de vez en cuando a observarla, Hope podía sentir la mirada preocupada de Risa, pero ella intentaba fingir lo mejor que podia. Cuando su madre intentó abrir la boca para preguntarle que pasaba, estaciono el auto por la calle de escuela, lo cual la rubia aprovecho para bajarse con rápidez y despedirse de su madre.​
—Y-yo quererte mamá... Gracias por traer a mi.
— S-Si quieres, podo pasar por ti a la salida, cariño— le dijo su madre, con una sonrisa.​
— Si… eso gustaría.
—Cuidate Hopie, si te sientes mal... Puedes llamame y vendré antes por ti.
—Yo estar bien, no preocupar mamá—Hope se despidió de Risa con un ademán de su mano y una tenue sonrisa dibujada en sus labios.​
Finalmente, Risa le sonrió abiertamente, acercó su mano a sus labios y le arrojó un beso de despedida a su hija. Hope solamente le sonrió un tanto más abiertamente y repitió el movimiento, lo cual pareció tranquilizar a su madre, quien vocalizo un "te amo" y reanudó la ruta en su auto para continuar su camino al trabajo.​
La rubia finalmente volteó su cuerpo y comenzó a caminar hasta la entrada de la escuela, sin embargo, una sensación extraña la invadió de inmediato, algo parecido a una electricidad que plagaba el aire, una tensión extraña.​
No estaba muy segura de lo que era, pero suponía que era su simplemente su preocupación, nerviosismo o estrés. Llevo una de sus manos hasta si rostro y con sus dedos se pellizco el puente de la nariz, pidiéndole así misma enfocarse para terminar con todo de una buena vez.​
No pasaría de hoy, se aseguraría de liberarse del DCI esa misma tarde, pero para ello debía mantener la mente clara y avanzar sola todo lo que pudiera.​
Con un poco de determinación auto impuesta Hope entró a la escuela y comenzó a caminar todo el camino hasta la entrada principal, le agradaba el echo de haber llegado un poco más temprano, lo cual sucedía siempre que su madre la llevaba de camino al trabajo, no había tantas personas por ahí y seguramente Hiroki aún estaría en su casa...​
Ella suspiró con frustración al pensar en el nuevamente ¿Dejaría alguna vez de desviar todos sus pensamientos hacia Hiroki? Le había hecho mal, lo sabia. Le amaba, eso también lo sabía, entonces ¿Por qué su mente no dejaba de darle vueltas al asunto una y otra vez?​
Suponía que solamente era la adolecencia... Aunque en realidad se sentía bastante culpable, sabía que no sería capaz de mantenerse firme, se moría por verlo, por volver a abrazarle y encontrar una manera de arreglarlo todo. Pero aún así tenía miedo... Conocía su actitud y aún que ayer todo parecía haber terminado bien, al final cayó en cuenta de todo el dolor que le había causado, era algo que él jamás admitiría.​
Finalmente Hope decidió enfocarse, tarde o temprano tendría que enfrentarlo y a pesar de que se moría de miedo sabía que debía terminar con esto ahora. No deseaba herirlo más, no lo merecía.​
Camino rápidamente por los pasillos tratando de esquivar a la gente lo mejor que podía. Hasta que llegó a la biblioteca de la escuela, solamente para observar por si misma alguna novedad acerca de Keiko o algún rumor... No era una excusa para esquivar a Hiroki... Simplemente era algo que decía hacer. Se lo repitió algunas veces en su mente, para ver si lograba creerselo.​
Al no encontrar ninguna novedad, Hope salió de la biblioteca un tanto decepcionada, decidió sentarse un minuto en una de las mesas de la biblioteca, esperando algún espacio di indicio o pista. Sin embargo, notó la presencia de alguien cerca de ella...Jamás esperó volver a encontrarse cara a cara con Yuri Volkov.​
-Huh?- veia en una de las mesas de la entrada a Hope leyendo un libro​
es ella...sera mejor acabar con esto​
-Hm...- apretaba un poco los puños pues lo que estaba por hacer no lo acostumbraba​
-...- la chica leia su libro con tranquilidad sentada en la mesa​
-Hmm...- el ruso se sentaba en la mesa tambien frente a la ucraniana​
-huh?- veia al pelirojo -y-yuri...- decia algo sorprendida​
-hola Hope...- dijo viendo a la chica​
-buenos dias...u-umm...sucede algo?- dijo la chica viendolo​
-si de hecho asi es...- decia rascandose un poco la nuca -queria saber si podiamos hablar un minuto?- dijo yuri -si no es problema claro-​
-por supuesto...q-que sucede?- preguntaba con ciertos nervios la chica​
-bueno queria disculparme...- dijo yuri​
-Huh?- la chica lo veia con cierta sorpresa​
-la ultima vez que hablamos creo que fui algo...o mas bien muy duro contigo- dijo el joven -como sabras ya no trabajo para el club de teatro, de hecho estoy con el club de supervivencia ahora...y ciertamente estoy algo corto de compañeros en cuanto al DCI se trata- dijo el pelirojo viendo a la chica -asi que queria saber si esta bien hacer...un borron y cuenta nueva- dijo el pelirojo​
-hmm?- la chica lo veia algo confundida​
-tu sabes empezar de nuevo...esta vez no como enemigos...sino como compañeros...tal vez amigos- dijo encogiendose de hombros​
-a-ah yo...- dijo viendolo​
-no es necesario que te sientas presionado...se que actue mal antes...y por ello me disculpo...bueno, tengo que ir a prepararme para patrullar, si quieres piensalo y hablamos luego...- dijo el ruso mientras se levantaba y seguia su camino​
bueno...es un intento...poco a poco puede que llegues a redimirte volkov...poco a poco...​
—Y-Yuri...— habló Hope atrávez del pasillo para llamar la atención del pelirrojo, quien volteo su vista para observarla—¿тебя есть время поговорить сейчас?
El pelirrojo bajo un poco la cabeza llevándose las manos a los bolsillos de sus pantalones, parecía estar pensando en su respuesta. Luego de unos pocos segundos Yuri enfocó su amarillenta mirada en la rubia para asentir levemente su cabeza.​
—Sigueme— le indicó el pelirrojo con un tono bajo mientras comenzaba a caminar rumbo a la azotea.​
Hope le siguió un par de pasos atrás, no estaba segura si realmente podría confiar en la mano izquierda de la mafia del club de teatro. Ciertamente estaba algo temerosa tras la última amenaza que Yuri le había hecho hace ya algunas semanas semanas atrás.​
La rubia Había estado investigando a Volkov los primeros dias desde que inicio su segundo año. Claro que tras lo sucesos dados con kurogiri y su tiro a traición, todos los enfrentamientos tras descubrir a quienes se colaban en la escuela y él secuestro de Keiko, habían dejado la investigación de Yuri en un segundo plano. Ahora suponía que estaba completamente descartada debido a su cambio de bando.​
Quizás se estaba volviendo loca pero ahora que lo veía bien, Yuri parecía diferente. La rubia solo podía ver su espalda al caminar, sin embargo se le veía un tanto más relajado y ciertamente aquella aura feroz e intimidante que antes apabullaba cualquier lugar donde el estuviera presente, ahora había disminuido de manera considerable, no estaba del todo perdida, si no controlada por él mismo... Incluso su voz sonaba un poco más suavizada, más tranquila.​
Aún así no estaba del todo segura si verdaderamente podría confiar en él... Yuri había sido el villano tentativo de su historia, después de todo.​
¿Era está una especie de trampa?​
La rubia negó con la cabeza frunciendo un tanto el ceño ante tales ideas, el engaño de Onizuka estaba aún bastante fresco y ciertamente le había afectado de sobremanera. El había fingido ser su amigo y Hope se lo había creído por completo sin sospechar de sus intenciones, su deseo de salvarlo, de darle una vida mejor le había cegado completamente.​
... ¿Se atrevería a confiar ahora en el torturador del club de teatro?​
Sin darse cuenta Hope topó sus pies con el primer escalón que los guiaría hasta arriba. Finalmente la rubia levanto su mirada y observó a Yuri quien se había detenido unos cuantos escalones arriba para mirar hacia abajo en dirección a la rubia.​
—No tienes que hacerlo si no quieres— le dijo el pelirrojo en ruso, con una voz tranquila— quizás podamos hablar en alguna otra ocasión...​
—No te preocupes... Estoy bien— Hope le respondió en el mismo idioma de manera fluida, era refrescante para ella finalmente el poder tener una conversación con palabras claras.​
Forzando una ligera sonrisa, Hope se obligó a continuar subiendo los escalones. Fuera lo que fuera la realidad de las intenciones de Yuri, ella estaba dispuesta a sobre llevar cualquier consecuencia. En realidad, ya no le importaba demasiado lo que pasará... Una amistad o una tortura ¿Se preocupaba por ello ahora? Iba a renunciar al DCI en poco tiempo después de todo...​
La rubia se rasco un poco la cabeza, intentando dejar atrás todos aquellos pesimistas y obscuros pensamientos, estaba cansada de tenerlos rondando en su mente, no estaba acostumbrada a ello.​
—Luces un tanto extraña— La voz de Yuri la trajo de vuelta a la realidad.​
—Lo siento, no estoy muy acostumbrada a hablar contigo— Hope recargo su espalda en la pared cercana al barandal de la azotea, mientras cruzaba sus brazos.​
—Bien. Eso es verdad— el pelirrojo sacaba de su bolsillo un cigarrillo, el cual encendio sacando un encendedor de su chaqueta—Lo que dije antes es cierto, Hope — expulsó el humo volteando su rostro del lado contrario para después enfocar su vista en ella— No trabajo más para el club de teatro.
—Eso lo sé. He escuchado por los pasillos que estás en el club de supervivencia ahora...
—Si... Bueno, es verdad— el pelirrojo tomo su cigarrillo con la punta de sus dedos y aspiro el humo para contraerlo un momento antes de soltarlo— Es por eso que yo estoy buscando hacer las paces.
Hope lo observó hacia arriba, notando el como Yuri parecía un poco incómodo, tratando de buscar las palabras correctas probablemente para no asustarla.​
Ella se relajo un grado ante eso, si el hubiera querido lastimarla sin duda no necesitaría prolongarlo tanto, lo hubiera hecho sin dudarlo desde el primer segundo.​
—Lo siento... Me cuesta un poco creerlo— susurró la rubia aún abrazándose así misma.​
—...Lo imagino— Yuri movió su postura enderezando su cuerpo contra la pared— Aún que en realidad, te veo un poco más temerosa que antes.
—... Dijiste que me torturarias si volvíamos a encontrarnos, así que lo siento por estar asustada.
—Vamos, si estuvieras tan asustada como dices no estarías aquí ahora. No hace falta ser un genio para saber que hay una parte de ti que quiere arreglar esto también— el pelirrojo volteó hacia abajo ligeramente observando como la rubia fruncía un poco el ceño— o quizás ¿Me equivoco?
—No, no lo haces...— Hope soltó un suspiro resignado, levantó su cabeza y miro al ojiamarillo directamente a la cara— Hace tiempo pensaba que podía ayudarte, a ti y a Kurogiri... Pero ahora...No estoy segura de poder confiar.
—Hope, además de amanazarte, nunca hice nada contra ti... Tienes que comprender que era mi trabajo el proteger al club, como el tuyo lo era seguirme.
—Cierto lo era, pero ustedes le hacían daño a las personas, con los dulces que traficaban o con las torturas que impartias— Hope alzó levemente su tono de voz sin apartar la vista del pelirrojo.​
—¿Y el DCI tiene las manos limpias?— pregunto Yuri con tranquilidad.— No somos un cliché de caricatura, Hope. Entiendo que puede ser complicado de entender...
—¿Que cosa?
—Ya sabes...— el pelirrojo inaló nuevamente su cigarrillo para soltar el humo poco a poco de sus pulmones— Nuestras perspectivas, no somos simplemente una mancha negra o blanca en un lienzo, sino toda una escala de grises que nos forma como seres humanos...—Yuri dio una última inalacion a su cigarrillo para tirar la colilla y pisarla con la punta de su zapato— Fue doloroso comprender finalmente mi situación y me llevo tiempo entender que puedo mejorar mi vida por mi mismo, tomando mis propias decisiones y hacerle frente a las consecuencias de mi pasado... Por eso decidí hablar contigo.
—Yuri...
—Entiendo que dudes y en realidad no puedo culparte— el ojiamarillo suspiró con cansancio mientras recargaba su cuerpo en la pared— pero quiero que sepas esto: nadie nace enteramente bueno o malo... Simplemente hacemos lo que creemos correcto deacuerdo a la manera en la que nos toca vivir la vida... Pero siempre hay cambios que nos permiten ampliar nuestra perspectiva, que nos permite conocernos más e intentar tomar las mejores decisiones según nuestro criterio...Y yo considero que lo correcto para mí ahora es esto— Yuri extendió su mano en dirección a la rubia— ¿Compañeros?
Hope estaba sorprendida observando la mano del pelirrojo. Ella levanto un poco más su cabeza para ver sus ojos amarillentos mirándola de manera fija, tratando de evaluar su reacción.​
Lo cierto era que sus palabras le habían traído lágrimas a los ojos, ciertamente no esperaba que Yuri hubiera podido tener esa clase de pensamientos tan profundos, aún que de cierta manera podía hacerce una idea debido a todos los cambios que el pelirrojo había tenido que pasar.​
Suspirando de manera sonora, Hope parpadeo con rapidez intentando disipar los leves indicios de sus lágrimas, tenía que admitir que el pelirrojo la había dejado por completo sin habla y con una sensación extraña... Era como si le hubiera quitado una especie de peso sobre los hombros, como si sus palabras le hubieran renovado la esperanza. Finalmente lo había comprendido... Yuri tenía razón.​
La rubia levanto una mano temblorosa y la acercó hacia la del pelirojo, ella le tomó de la mano por un segundo, para después acercar su cuerpo envolviendolo en un abrazo, que al parecer lo había tomado por sorpresa.​
—...Amigos, Yuri.
Tenía que admitir que está situación era un poco extraña, las palabras de Yuri realmente le habían llegado al corazón, ampliando su perspectiva ante una situación difícil de comprender para ella, sus palabras fueron pocas pero concisas. No había razón para continuar dudando de la moral de Hiroki, él había hecho lo que había podido deacuerdo a sus principios. Y ella no debió juzgarle por ello.​
Al parecer Hope tendría que acostumbrarse a los cambios y encontrar una manera de aceptar las decisiones de los demás, al igual que comenzar a tomar las suyas.​
Luego de un par de segundos Hope sintió un par de palmadas en la espalda, sabía que probablemente su abrazo habría descolocado al pelirojo, pero no pudo detener el impulso.​
—Gracias, Yuri— la rubia se separó poco a poco, sonriendo abiertamente.​
—Está bien, creo...— el pelirrojo intento ocultar una mueca de confusión mirando hacia el frente, en dirección a la parte baja de la azotea.​
Ambos se quedaron callados un poco simplemente observando el cielo que se reflejaba atrávez de las barras de metal de las protecciones.​
—Yo...— la rubia suspiro un poco con cierta pesadez para romper el silencio— Herí a alguien a quien quiero... Por mis prejuicios y creo que tus palabras me han motivado a intentar comprenderlo mejor... Gracias por eso, Yuri.
El pelirrojo sonrió levemente y volteó su mirada en su dirección.​
—Hablas de Kimura ¿Verdad?
—...Si, iré a buscarle e intentar-
—El no ha venido a clases hoy— Hablo Yuri antes de que la rubia terminara de hablar—Escuche que estaba enfermo.
—¿E-enfermo?— Hope no pudo evitar tartamudear las palabras aún dichas en ruso debido a la impresión— N-no tenía idea...
—Quizas debas ir a buscarlo— el pelirrojo descruzo sus brazos y comenzó a buscar algo dentro de los bolsillos de su chaleco.​
—N-no creo que sea lo mejor... Quizás el aún esté molesto como para recibirme— Hope bajo un poco la mirada intentando pensar en alguna excusa que le permitiera verle libremente.​
—Vaya... Creo recordar que necesito el documento original de la declaración del traidor con urgencia.
—¿Tú? ¿Para que?— preguntó la rubia frunciendo el seño con confusión.​
—Para que puedas ir a buscarle— Yuri saco un cigarrillo de su bolsillo, el cual se colocó entre los labios y encendio con rapidez antes de continuar hablando— Ve a su casa, dile que yo quiero ver el documento y aprovecha el tiempo para arreglar las cosas. Se que tomarás la mejor decisión.
Hope abrió sus ojos ampliamente ante la sorpresa, la rapidez con la que Yuri había eleborado ese plan era impresionante, más que nada era una ayuda enorme para permitirle salir y encararlo en su hogar. Ella no pudo evitar sentir una pizca de emoción inundar su pecho con renovada esperanza, lo haría definitivamente.​
—Gracias Yuri... En verdad, gracias— Le dijo ella con una voz un poco temblorosa aún hablando en ruso.​
—No es nada... Ahora, ve. Yo te cubriré desde aquí— el pelirrojo le sonrió levemente acercandose un poco más a los barrotes de la azotea para recargar si cuerpo y ver hacia abajo.​
Hope enderezó si cuerpo y rápidamente comenzó a bajar las escaleras que la llevarían hasta el primer piso. Solamente esperaba el que Hiroki estuviera un poco más tranquilo y poder encontrar las palabras correctas para poder disculparse finalmente​
Hope suspiró con cansancio, mientras caminaba por la acera rumbo a la casa de Hiroki, ciertamente el no tener su presencia en la escuela era un poco extraño, no era una persona que faltará a menudo. Lo cuál le hizo pensar en que probablemente estaba afectado.​
Sabía que las cosas entre ambos no estaban aún bien del todo, aún tenían muy fresca la discusión del día anterior. Pero aún se sentía motivada, quería arreglarlo, en verdad deseaba el poder regresar a tener su compañía, sin embargo estaba consiente de que muy probablemente no le permitiría volver a tener esa confianza.​
Sabía realmente que no había una manera de borrar sus palabras, pero el se merecía al menos una disculpa sincera y las palabras de Yuri le habían motivado lo suficiente para darsela, sin embargo...​
Había tomado la decisión de dejarlo ir.​
Era lo mejor para él, la rubia lo sabía. El dolor que le había provocado, las cosas que le había dicho... Eran imperdonables. Sin embargo esperaba llegar a él y al menos distanciarse en términos buenos.​
Hope aún se encontraba pensando en que podría decirle para encontrar esos "términos buenos" y varias ideas cruzaron por su mente sin embargo ni Gina lograba convencerla por completo. Cada vez que se iba acercando a la casa de Hiroki sus pasos parecías volverse más y más lentos, debido a todo el nerviosismo que le hacía temblar sus piernas.​
Cuando finalmente la rubia llegó a su casa, comenzó a sentir su corazón acelerado, el miedo invadió su mente haciéndola querer correr por la acera de regreso a la escuela.​
Ella intentó darse ánimos, diciendo que podría simplemente decir la excusa que Yuri había inventado para ella:" Yuri necesita la declaración de Onizuka, con urgencia" escondiendo el hecho de que ella quería saber cómo se encontraba. Se lo repitiio varias veces hasta que fue capaz de acercarse más y alcanzar el timbre se su puerta.​
Tocó aproximadamente tres veces, pero nadie respondió y a pesar de que eso la preocupo, por su mente paso la idea de que probablemente Hiroki estuviera descansando.​
Ella respiró ondo, con resignación y dio la vuelta para marcharse, hasta que el ligero sonido de algo que parecía ser el eco de música pesada llamó su atención.​
Hope camino con dirección a una especie de garaje continuo. Y a cada paso continuo repitiendo en las palabras de Yuri, sintiendo miedo por olvidar su coartada.​
Sin embargo lo que vio hizo que su pecho comenzara a contraerse...​
Hiroki estaba ahí, sin camisa, haciendo ejercicio.​
Verlo de esa manera, le dejaba sin aliento, completamente embobada por sus movimientos. Ver su piel rojiza y sudada por el esfuerzo, así como también sus músculos contraerse y estirarse debido al ejercicio que estaba realizando... Le hizo tener ideas extrañas, las cuales la hacían sonrojarse de manera notoria.​
Ella en realidad no esperaba encontrarlo de esa manera y por algún motivo que no podía comenzar a comprender simplemente se había quedado observándolo... Ella estaba consiente que Hiroki era un Hombre atractivo y ciertamente ella ya le había "visto" semi desnudo por las fotografías que le había comprado a Ainsley y el día anterior.​
Pero verlo directamente, le había provocado una extraña sensación en el estómago. Era un sentimiento confuso, demoledor. Había quedado definitavemente estática, observando como continuaba con sus ejercicios, como su mirada se obscurecía, los ligeros gemidos y quejidos por el esfuerzo que estaba realizando... Le hacía sentir la garganta seca ante los pensamientos que estaba teniendo en ese momento.​
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Listo plebes, aquí está el CAP. Perdón por haber tardado tanto 😅
Evie Fauret Evie Fauret mención a la jefesita 💅
Fatman Fatman mención al ruso 🔴
『𝕾𝖕𝖎𝖗𝖎𝖙 𝕮𝖗𝖚𝖘𝖍𝖊𝖗』mencion al que calienta más que el sol de verano (love you) 💖✨
 

Tyrant.

Slow... Smooth.
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Ancel Schuls.

Se había enterado hace poco de lo que peor que podría haberle pasado en esos instantes. Cuando por fin había "aceptado" sus sentimientos por aquella chica que tanto jodía su existencia de vez en cuando, había sido transferida a otro país, seguramente su país natal. Esto lo había golpeado un poco, la primera vez que podía sentir algo por alguien que no fuera de su familia, y sucedía eso. Estaba sentado en el sillón que tenía en ese departamento, bebía una lata de cerveza, que normalmente había despreciado y repudiado con su ser, pero ante la situación y su deplorable estado... Quizás una no venía mal, y ja, bueno fuera que solo haya sido una lata, En el suelo habían al rededor de siete u ocho latas, al parecer las bebía como si fuera agua.

—Esta mierda es asquerosa.—
repitió tras terminar la novena lata y echarla al suelo.—Alemania seguramente tiene una mejor cerveza, si tanto la promocionan debe ser así.— recriminó con molestia, pero escuchando su teléfono sonar. —¡¿Qué?!

—Ancel, necesito hablar contigo.—
era su "tía", seguramente llamando otra vez para controlar la vida del pelimorado. —Tus profesores me han dicho que no has asistido a clase últimamente.

—¿Y eso qué?—
dijo sin interés y levantándose a buscar otra lata de cerveza.

—¿Tengo que recordarte que debes manten...

—No, no hace falta.—
tajante acomodaba su celular entre su hombro y oreja para poder abrir la lata—... ¿Y que más quieres?

Ella suspiró un poco, resignada y con un tono de voz algo más calmada.—Me llamaron de la secundaria, hay una vacante para una transferencia de regreso a Alemania de tiempo indefinido... Si aceptas puedes regresar, pero tarde o temprano existe la posibilidad de que vuelvas allá.—le explicó.

—¿Qué quieres decir?— le dijo.

— Tu sabes a que me refiero.


—...

[...]

Estaba llegando a la escuela mucho más tarde de lo que normalmente hace, estaba en una "oficina" tal cual, en lo que normalmente vivía el equipo SWAT de la escuela, Ancel estaba sentado en una de las mesas que había allí, y observando a los miembros del equipo.

—Schuls, la escuela se encuentra bajo un ataq...

—Pon tu trasero en la silla y escucha.

—Per...

—¡Yo estoy a cargo, y si te digo que te sientes, te sientas, ¿entendiste eso cavernícola?!—
gritó con molestia y apretando un puño al golpear la mesa. El sujeto se sentó, conocía que el Alemán se cierta forma podía ser imponente, y al menos en ese momento, seguía siendo su superior.—Desde este momento, dejo ser el capitán de esta cosa, y estudiante de esta "institución". —su mirada estaba algo caída, quizás si le dolía un poco, pero no encontraba más razón de estar ahí. —Mi placa puede ser de cualquiera de ustedes, tomenla, debatan y denle el puesto a alguien.— fue directo.

—¿Y que haremos nosotros ahora?— preguntó uno de esos sujetos, Ancel se encogió de hombros y volteó a verlos.

Ancel rodó los ojos con un poco de fastidio— ¿De verdad esperan una última orden?— preguntó incrédulo, pero notando sus rostros asintiendo un poco—Ustedes nunca han hecho nada en esta escuela.—rió con sarcasmo—... ¿Por que cambiar ahora?

—...¿Quieres que nos quedemos quietos...?

—¿Qué no fui claro?—
le respondió abriendo la puerta.— Esa mierda ya no es asunto mío, si quieren ayuda o no es cuestión suya.

Tras decir eso cerró la puerta y siguió su camino hasta la salida, esperando no toparse con ningún sujeto de la otra escuela, o de su misma escuela también. En esa circunstancias su única preocupación era irse de la escuela, y le dispararía a quien sea que se le ponga en frente.—Al diablo.

~~~

Evie Fauret Evie Fauret Hasta otro momento donde tenga más inspiración o ganas de rolear acá, a lo mejor y me reintegro a la historia después, pero por ahora no me encuentro en este rol (?)
 

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"There is a man on the cross!"
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Entre lo ocurrido con Hope y la misión que tuvo que ejecutar, Hiroki despertó con una enorme sensación de no haber podido descansar; se sentía cansado, derrotado, y sin energías. Decidió algo que no suele hacer comúnmente, y eso es faltar a clases, le dijo a su hermana que no se sentía bien, y su rostro lo demostraba con unas ojeras marcadas que ensombrecían su rostro. Finalmente, su familia se marchó a sus quehaceres, mientras Hiroki solo se quedó en la cama, dando vueltas en la cama, tratando de conciliar un sueño que jamás llegó. Resignado, se decidió a levantarse y hacer lo único que podía hacer en momentos así: Ejercitarse.
De Hiroki era extraño esperar pereza, incluso cuando estaba desanimado, generalmente siempre estaba haciendo algo; y en especial cuando estaba deprimido, podía dedicarse un día entero solo a hacer ejercicio.
Se cambió a una tenida deportiva, cogiendo un pequeño parlante bluetooth y su teléfono, además de una botella de agua y una toalla para el sudor; colocó Mastodon para acompañarle durante su rutina, y después de haber calentado, se puso manos a la obra en el pequeño gimnasio al aire libre que tenía en el jardín de su casa. Por lo general, una vez que el pelinegro comenzaba a hacer ejercicio, era poco probable que algo lo distrajera, se sentía seguro en su casa, era uno de los pocos lugares en dónde podía bajar la guardia.
Esa mañana era particularmente calurosa, por alguna razón, además, sentía que algo estaba fuera de lugar... pero no le dio importancia; “será la poca costumbre de faltar a clases” se dijo a sí mismo, quitándose la camiseta deportiva que llevaba y que ya estaba empapada en sudor, antes de saltar a la barra y aferrarse con fuerza de esta, comenzando a hacer continuas y constantes repeticiones de dominadas, haciendo ejercitar los músculos de su espalda.
Si fuese una sesión de fotos, Ains estaría seguro de que vendería más que nunca con este tipo de material... quizás, por eso, se sentía observado. ¿Pero por quién?
Cuando terminó las repeticiones que consideraba suficientes, bajó de la barra y se volteó en búsqueda de su toalla y su botella con agua, antes de pensar en volver a saltar a la barra para hacer abdominales. Claro que esas ideas se fueron de su mente de inmediato cuando encontró a una pequeña espía que lo vigilaba, anonadada por lo que estaba viendo.
¿Hope? — le preguntó, tratando de llamar su atención — ¿pero qué estás haciendo acá?
Y-Yo...— susurró ella acercándose lentamente— y-yo... s-solo... v-vine a... — Hope se cubrió los ojos, intentando controlar sus emociones, respiró y exhaló de manera audible — y-yo b-buscar la d-declaración... Onizuka y-y buscar... K-Kei... K-Keiko... — Hope aún se cubra los ojos y bajó la cabeza con lentitud, su respiración estaba acelerada y podía sentir como sus piernas temblaban— y-yo v-venir a... ¡v-ver como estabas! ¡Mal momento, yo sentir!... y-yo sentirlo — ella se agachó aún más en una leve reverencia de disculpa.
Eh... ¿estás bien? Luces algo roja — le dijo Hiroki, sin lograr entender lo que le pasaba a Hope.
Es decir, ayer le vio sin camiseta... no es nada del otro mundo... a no ser...
Hiroki esbozó una sonrisa maliciosa en el rostro; tomó las manos de Hope e hizo que dejará de cubrirse los ojos.
Abre los ojos, Hope — le dijo, haciendo más grave su voz pero, al mismo tiempo, más sedosa, más sensual.
La rubia abrió tímidamente los ojos, y su mirada fue inmediatamente atrapada por la Hiroki, casi parecía hipnotizada por esta.
Si querías ver más de cerca, solo tenías que pedirlo… — le dijo el pelinegro, con una media sonrisa, acercando las manos de la rubia a su pecho, dejándola palpar a gusto el músculo que hace poco había estado trabajando y ahora ardía como un carbón al rojo vivo.
Aquello fue demasiado para Hope, sus piernas cedieron completamente, y su mente no soportó un estímulo tan agresivo y se desmayó. Hiroki pudo atraparla entre sus brazos antes de que ella tocara el suelo.
Creo… creo que si me excedí...”, pensó, mientras entraba con Hope en brazos a su hogar, dejándola recostada sobre el sofá blanco y amplio de la sala de estar. Hiroki salió para recoger sus cosas y dejarlas en su habitación, antes de tomar a Hope de nuevo en brazos y llevarla hasta su habitación.
Mientras caminaba con ella así, hubieron... ideas que inundaron su mente y le hicieron avergonzarse. Él solo negó con la cabeza y la dejó en su cama para que descansara, de mientras, el necesitaba una ducha, y a eso iría.
El agua caliente y el sonido de esta relajaban de sobremanera a Hiroki, podría pasar horas metido en el agua caliente, sin cansarse. No solo le permitía relajarse, también así podía pensar en paz, más aún sabiendo que Hope estaba en su habitación...
En su cama...
Solos los dos...
Hiroki abrió los ojos de repente al sentir que podía perder el control de sus pensamientos; debía dejar de fantasear con ella, le había quedado claro que no había oportunidad.
Mierda... — pensó en voz alta — creo que ahora sí no tengo oportunidad alguna con ella...
Resignado a, al menos, ser un buen anfitrión, cortó el agua caliente para salir de la ducha, echando mano a su toalla, comenzó a secar su cabello y su cuerpo. Pero entre el vapor del agua, pudo divisar unos ojos azules que le miraban por el espacio de una puerta entreabierta, mientras terminaba de afirmar su toalla alrededor de su cadera.
Y casi con los reflejos de un animal, extendió su brazo hacia afuera de la puerta, hasta que su mano aprehendió las telas del uniforme, y jaló hacia adentro a quién las vestía.
Lisowska... — le dijo Hiroki, mirándola fijamente a los ojos, mientras la dejaba aprisionada entre él y la puerta, impidiéndole salir — no te entiendo... ayer, era un monstruo... hoy, me ves ducharme... ¿puedes decirme la verdad de una vez?
Hope respiraba con dificultad, sintiéndose presa de aquellos ojos obscuros. Sus palabras, entremezclada con esa intensa mirada no hicieron más que ponerla nerviosa. Su corazón latía velozmente en su pecho, podía sentir el calor del sonrojo en su rostro.
Y-yo... — Hope intentó pensar en una explicación, una excusa, cualquier cosa — y-yo...yo…
Sin embargo, ella no pudo controlarse más. Hiroki aún tenía en mente las crueles palabras que le había dicho ayer... las cuales estaban muy lejos de explicar los verdaderos sentimientos que ella sentía por él. Pero debía ser profesional...
Debía... hacerlo...
Finalmente la rubia dejó de lado cualquier pensamiento racional y con sus manos comenzó a recorrer el pecho de Hiroki. Pudo sentir el movimiento errático de su respiración debido a la confusión y quizás un atisbo de furia.
Sin embargo el suave calor de su piel que pasó por sus dedos, por sus manos... le hicieron perder a Hope cualquier pensamiento al respecto de ser profesional. La rubia subió las manos hasta que rodearon el cuello de Hiroki y en un rápido movimiento le hizo agacharse a su altura.
Dejándose llevar por las emociones que comenzaban a bullir en su interior Hope lo miró con intensidad, dejando atrás su característica timidez.
Voy a mostrarte... la verdad — Hope le dedicó una intensa mirada, en combinación con una voz un tanto enronquecida.
Finalmente ella se puso a su altura parándose sobre la punta de sus pies atrapando sus labios con los suyos en un beso un tanto tentativo, cargado con todas las emociones que él desataba en ella. Hiroki se sorprendió al sentir el suave y aterciopelado tacto de los labios de Hope contra los suyos, pero no iba a rechazarla. Le abrazó por la cintura, apegándola contra su cuerpo, correspondiendo ese suave y dulce beso.
Pero no era suficiente...
Cuando tuvo la primera probada, inmediatamente quería más...
Hiroki movió un poco su cabeza, logrando forzar su entrada a la boca de la rubia, sus alientos se mezclaron antes de comenzar a explorar la boca del otro con sus lenguas. Las manos del pelinegro iban y venían por su espalda.
Ambos estaban hartos de seguir esperando.
El pelinegro bajó sus manos hasta sus muslos y la tomó por estos, el cuerpo de Hope entendió de inmediato qué debía hacer, y con un pequeño salto, rodeó a Hiroki con sus piernas, mientras ahogaban gemidos y jadeos.
La falta de oxígeno los obligó a romper el beso, pero no la postura; se miraron por unos segundos mientras recuperaban el aliento.
¿Mi habitación?
Llévame...
Se volvieron a besar como en una explosión de sentimientos y sensaciones; Hiroki abrió la puerta y llevó sus pasos hacia su habitación, directamente hasta su cama.
Ya no había vuelta atrás.
Por su lado, Hope sentía que su corazón iba a estallar ante todas las apabullantes a sensaciones que en ese momento estaba sintiendo. Todo entremezclado con el cálido cuerpo de Hiroki.
Era un sentimiento intoxicante, para ambos; necesitaban sentirse el uno al otro por completo, demostrarse en realidad todo lo que sentían.
Las manos de la rubia iban y venían por su pecho, por su espalda, tocando ando la piel húmeda y caliente de él, hasta terminar rodeándolo nuevamente por el cuello. Ella acarició su cabello, todavía un tanto mojado, disfrutando la sensación de como aquel beso se estaba volviendo más y más salvaje, más descontrolado, más exigente, más excitante.
Finalmente, sintieron la suavidad del colchón de la cama de Hiroki, lo cual hizo que ella bajara sus piernas de sus caderas. Aun así, ninguno de los dos rompió aquel beso, parecía que ambos cuerpos eran movidos por el instinto, por aquellas emociones ocultadas que finalmente habían explotado en ese momento.
La rubia jadeo al sentir como las manos de Hiroki recorrían la piden de sus muslos con lentitud embriagadora, abriéndose paso por la falda de su uniforme. Pensó que debía sentirse avergonzada, pero esa emoción era la última que estaba en su mente en ese momento.
El olor que desprendía Hiroki de su piel, la sensación de sus cálidas manos por su cuerpo, de la corriente eléctrica que dejaban por su camino, le estaban mareando, pero solo pensaba en que necesitaba sentir más de él.
Hope bajo sus manos de su cuello y comenzó a desabotonar la parte delantera de su uniforme rápidamente, quería sentir su piel contra la suya y su ropa estaba comenzando a ser un obstáculo. Solo rompió el beso para quitarse la chaqueta y desabotonar con movimientos torpes pero rápidos la blusa de su uniforme, permitiéndole a Hiroki continuar con las suaves caricias sobre su cuerpo.
Reanudaron el beso, sin perder ni el más mínimo gramo de salvajismo, pero ahora ambos exploraban sus cuerpos de forma mutua, ella le dejaba tocar a libertad mientras también entretenía sus manos explorando la piel y los músculos de su cuerpo. Cada leve roce que Hiroki hacía que ella jadeara y gimiera en expectación; sus manos recorrían su vientre y su espalda, se colaron detrás de esta y le quitaron el sujetador, la rubia no opuso resistencia, simplemente se dejó llevar hasta este punto y no había espacios para arrepentimientos.
Hiroki rompió el beso solo para llevar sus labios a otro lugar, dirigiéndose hasta su cuello mientras sus manos exploraban la suave carne de sus muslos, acercándose peligrosamente hasta sus glúteos. Podía sentir cada reacción de la ucraniana, como su cuerpo se tensaba y relajaba, como sus manos recorrían con suavidad su espalda o la arañaba por el placer que ella sentía.
Si te quieres detener... ahora es cuando — le dijo Hiroki, mientras seguía con sus caricias — porque después de esto... no me detendré hasta hacerte completamente mía, Hope...
Ella escuchó las palabras de Hiroki y sintió su aliento cálido a través de su cuello, mientras sus manos aún vagaban por su cuerpo. Sentía ganas de reír al saber a ciencia cierta que él no sospechara siquiera que ella tuviera sentimientos por él; sin embargo, sus palabras la trajeron a la realidad, haciéndola consiente de la situación y de lo que ocurriría... no podía alejarse de él, no después de haber ocultado y contenido sus sentimientos durante tanto tiempo.
Ella puso una mano temblorosa sobre su mejilla y le sonrió tiernamente mientras acariciaba su pómulo con el pulgar. Aún en ese pequeño momento de tranquilidad, podía sentir fluir ese incontrolable deseo por él.
H-Hace tiempo que yo te pertenezco... Hiroki — Hope le depositó un beso en los labios — y-yo... quiero esto... deseo compartirme contigo.
¿Estás segura? — preguntó el pelinegro, ella asintió con suavidad antes de que se volvieran a besar.
Con aquella última barrera sorteada, Hiroki comenzó a ser más demandante, sus labios fueron bajando, dejando un camino de besos que el depositaba en la pálida pero ardiente piel de Hope; bajando por entre sus pechos y su vientre, mientras sus manos de deslizaban por sus muslos hasta llegar a sus caderas y cintura, quitando el seguro de la falda de su uniforme. Antes de que se diera cuenta, Hiroki ya le estaba despojando de las últimas prendas que tenía.
Estaba a su merced, y eso era lo más excitante que alguna vez pudieron sentir.
Hiroki se despojó de su toalla, dejando que ella también viera su cuerpo desnudo, ahora estaban en igualdad de condiciones, y la vergüenza no era nada al lado del deseo que sentían ahora.
Él siguió bajando por su cuerpo, llegando hasta sus muslos. Separó con suavidad las piernas de Hope y comenzó a besar la suave carne de estas, acercándose peligrosamente hasta su intimidad. Un sonoro gemido fue el único indicio de que, finalmente, Hiroki llevó sus labios hasta el centro de ella, devorándola viva, presa de su deseo. Y era la mejor sensación del mundo.
Con manos temblorosas, Hope acarició el cabello del pelinegro; él le dedicó una mirada sumamente cautivadora. Si les preguntaran, a ambos les costaría trabajo recordar cómo habían llegado hasta aquí; consumidos por el deseo, por el primitivo instinto que solo les ordenaba saciar una necesidad que hasta ahora desconocías. Era feroz y ardiente, pero aún de cierta manera cómoda y satisfactoria.
Finalmente, el cuerpo de Hope se tensó en señal de lo que venía, y dando un pequeño grito, se aferró al cabello de Hiroki mientras la recorría una indescriptible oleada de placer que le hizo dar vueltas la cabeza.
Hiroki, por su lado, estaba satisfecho de haber logrado su cometido, de ser el primero en mostrarle aquel mundo de placer que se había abierto ahora ante ella. Sin embargo, luego de haberla saboreado de la forma en que lo hizo, solo logró que sus deseos de conocerla más íntimamente, de reclamarla permanentemente como de su propiedad, crecieran aún más.
Pero cuando la rubia intentó levantarse, apoyándose en sus codos aún temblorosos, a Hiroki le invadió la preocupación. “Me propasé, ahora si lo hice” pensó, mientras Hope luchaba por mantener sus piernas estables, pese a que no respondían del todo bien logró de igual forma hincarse en la cama. Cuando sus miradas se cruzaron, Hope se acercó rápidamente a él, y tomándolo firmemente la nuca volvió a besarlo de una manera salvaje, feroz.
Las manos de Hope comenzaron a explorar la parte baja del cuerpo de Hiroki, sintiendo el calor emanaba de ahí y se colaba entre sus manos. Estas ya no temblaban más, se dirigían con determinación hacia lo que necesitaba.
La respiración de Hiroki se volvía errática entre los labios de la ucraniana, pero aun así, él se movía para facilitar su toque. Luego de romper aquel beso, Hope bajó sus labios con cuidado hacia pecho de Hiroki mientras tentativamente su mano recorría la longitud de su sexo, el pelinegro se estremeció y un gemido ronco emanó de su boca. Continúo besando con desesperación su pecho, sus pectorales, hasta llegar donde su mano estaba acariciando. Con cuidado momentáneo comenzó a explorar con su boca la parte más íntima de él.
Hiroki no se explicaba de dónde había salido tanta bravura, tanto deseo demandante. De repente, la “pequeña ucraniana” ya no era “pequeña”, se movía como toda una mujer, llegando rápidamente a la cúspide de su vida, a su mejor estado. El pelinegro daba sonoros jadeos y uno que otro gemido lograba escapar de sus labios al sentir como Hope exploraba cada milímetro de su miembro con sus labios, con su lengua, con su aliento. No se acercaba a nada de lo que antes había sentido, sino que muy por el contrario, era la antítesis de todo lo que antes había sentido, una sensación de placer indescriptible con palabras, un calor extraño pero agradable y que le quitaba las palabras de la garganta, era como estar preso de la sensación más placentera del mundo.
Y no sabía si podría llegar a vivir sin sentirse así otra vez.
Ah... H-Hope — le dijo, entre jadeos y gruñidos.
¿Hmmm? — cuando la rubia lo miró, cuando sus ojos se fijaron en él, ella ya no tenía la mirada de una chiquilla que aun exploraba el mundo, no, de repente su mirada era la de una mujer, una mujer deseosa de conocer más allá, de llegar más adentro de aquella vorágine de placer carnal en que ahora ambos estaban danzando — ¿hacer... hacer algo mal?
Y ahí estaba de nuevo, el contraste entre una mirada llena de deseo, y la conciencia de tener poca experiencia.
No... s-se siente... se siente muy bien — le dijo Hiroki, con la risa entrecortada por jadeos — pero si sigues así de demandante... no podré resistir mucho más.
Y acá estaba la primera lección para el pelinegro: En condiciones así, no revelas tus puntos débiles.
Una sonrisa maliciosa se dibujó en el rostro de Hope, antes de volver a tomar el miembro del pelinegro en su boca, pero está vez llevándolo tan adentro de ella que a ambos eso los sorprendió.
Más a Hiroki, claro está.
¡M-Mierda!
Hiroki temblaba un poco, ella pudo sentirlo ya que sus manos tomaban débilmente su cabello mientras ella continuaba dándole placer. Aquella imagen, de tener a su merced a alguien como Hiroki, inundó a Hope con un orgullo satisfactorio y una increíble sensación de poder y fuerza. Se sentía fuerte, en muchos aspectos posibles.
Hiroki gruñó con fiereza al sentirse cerca del éxtasis, y llevó su agarre desde sus rizos rubios hasta su cabeza. Aquello motivó a que Hope se moviera más rápido, hasta que probó el estremecimiento del japonés, quien solo le dedicó un gruñido ronco, dando una salvaje vista de sus colmillos. Solo entonces se retiró.
Hope respiraba entrecortadamente mientras un poco de sudor perlaba su frente, cayó de espaldas sobre la cama sintiendo el cómo sus músculos comenzaban a flaquear, su respiración se volvía errática y provocaba que su pecho subiera y bajara. Por su lado, Hiroki jamás esperó que Hope fuera así de demandante, mucho menos que se atreviera a recibirle dentro de su boca de la forma que lo hizo. Pero, cuando le vio recostada a su lado, supo que el momento era ahora. Se colocó sobre ella, mirándola fijamente a los ojos antes de besarla con deseo, él usando sus manos para levantar el peso de su torso, ella colgándose de su cuello con sus brazos, devorándose mutuamente en un beso hambriento y apasionado.
Te dije que no me detendría.
No te detengas — le respondió Hope, en un japonés perfectamente pronunciado, como jamás le había escuchado hablar.
¿Estás segura?
¿Cómo no voy a estar segura de entregarme al hombre que amo? — le dijo, con una sonrisa cansada y satisfecha.
Hope...
Te amo, Hiroki...
Y-Yo… yo también te amo, Hope.
Volvieron a besarse, esta vez con más cariño, pero el deseo seguía estando ahí, quemándolos, consumiéndolos, hasta que finalmente colocaron sus cuerpos en posición y con un firme movimiento Hiroki se abrió paso dentro del cuerpo de la rubia, con un sonoro gruñido, uniéndose con ella de la forma en que solo dos amantes lo pueden hacer. Hope suspiró al sentir lo bien que el cuerpo de Hiroki se acoplaba al suyo, lo cómoda que se sentía al tenerlo tan cerca, tan descontrolado. Se estremeció al sentirlo levantar su peso, dejando su cuerpo todavía más cerca de ella, podía sentir como su virilidad se abría paso dentro de su cuerpo, dentro de su zona más sagrada. El continuo ir y venir del miembro del pelinegro provocó que la rubia arqueara su espalda.
Hope tensó un poco todos los músculos de su cuerpo y soltó una ligera exclamación de dolor ante la leve punzada que pasó por encima de su placer. Hiroki detuvo su embestida, pero aun así no se retiró, esperando que la rubia se acostumbrara a tenerlo dentro. Él rompió el beso y la observó con ojos encendidos mientras acariciaba su frente.
Hope...— aquel susurro en combinación con ese movimiento provocó que la rubia abriera los ojos poco a poco — ¿estás bien?
Ella le dedicó una sonrisa enternecida. Nada podía detenerlos en ese momento.
Asintiendo con la cabeza, Hope espero darle más seguridad para continuar. El sentir su cálido cuerpo sobre ella pudo percibir como aquel ligero dolor pasaba, recargándola con renovadas energías. Envolvió su cadera con sus piernas, apretando su cuerpo un poco más cerca, sintiendo placer con solo ese leve movimiento, un gemido se escapó de sus labios.
Ella no resistió más, decidió moverse muy ligeramente hacia enfrente para explorar nuevamente su boca con su lengua. Hiroki arrastró su mano por sus brazos hasta que pudo entrelazar sus dedos con los de ella. Sosteniendo sus manos encima de su cabeza, hizo más profundo el beso, todavía más demandante y fiero, comenzando sus movimientos de caderas.
Los movimientos del pelinegro eran lentos pero fuertes, cada vez que salía de su interior, se volvía a enterrar con fuerza dentro de ella, golpeando lo más profundo de su ser con la punta de su virilidad, marcándola golpe a golpe como de su propiedad. Hope ahogaba sus gemidos en los besos de Hiroki, pero cuando era demasiado intenso, se escapaban de aquel beso y llenaban la habitación con dulces jadeos y gemidos.
Él la abrazó por la cintura, acercándola más a su cuerpo, antes de voltearse y dejarla a ella sobre su cuerpo. Hope rio un poco ante lo juguetón que se sintió aquel cambio de posición, quedándose quietos los dos por unos segundos; ella comenzó a recorrer con sus manos su pecho y abdomen, bajando por su cintura y después su espalda, tocando las cicatrices que él llevaba. Cuando se dio cuenta, temió que él reaccionara mal y sacó con rapidez sus manos, pero Hiroki las tomó y entrelazó sus dedos con los de ella.
Si no quisiera que me conocieras todo, Hope, no estaríamos haciendo el amor ahora mismo — le dijo, con una sonrisa y entre jadeos, su cuerpo bañado en sudor y su pecho subiendo y bajando al ritmo de su respiración acelerada — si me lo pides, te cuento cada historia detrás de cada marca, porque no quiero tener secretos contigo...
La ternura de las palabras de Hiroki hicieron contraer el corazón de Hope, aun no acostumbrado a una montaña rusa de emociones tan intensa. Ella quería darle alivio a su dolor. Al menos ahora ella podía acariciar con sus dedos aquellas marcas, imaginando borrarlas con el amor que sentía por él, besarlas para que recordara este momento el tiempo que las marcas estuvieran en su piel.
Hizo justamente eso, ella soltó sus manos y suavemente comenzó a trazar las marcas que podía alcanzar con sus manos, mientras que agachándose levemente comenzó a esparcir leves besos por su pecho, por su cuello, donde otras pequeñas marcas se encontraban grabando su piel. Aun así ella no dejo de mover sus caderas, suavemente, deseando darle placer. Se movió un poco hacia adelante, lo suficiente como para que su boca quedara cerca de su oído, quería susurrarle algo, hacer aun más íntimo este momento.
Antes, cuando me mostraste estás marcas... quería hacer esto — la rubia bajó a su cuello y le besó lentamente — incluso en la enfermería, cuando te dispararon...
Lo que dijiste, en la enfermería...
Tampoco quiero más secretos, Hiroki... te dije que te amo — ella besó su hombro, despacio para continuar — y no dejé de hacerlo... aún después de todo.
Eso significa que fuiste la primera en declararse de los dos — dijo Hiroki, riendo un poco — lamento haber tardado tanto... te compensaré por el tiempo perdido.
Le sujetó con firmeza por las caderas, apoyando sus pies sobre la cama, moviéndose con más fuerza y velocidad, dejando que Hope gimiera con toda libertad posible. Él la recorría con sus manos por su cintura, sus caderas, sus glúteos; cada centímetro de piel que podía alcanzar con sus manos, la recorría con lenta sensualidad mientras sus labios besaban y mordían suavemente la carne de su cuello, dejando leves marcas que podría cubrir con el cabello y la ropa, pero que para ambos eran señales de la forma en que se entregaron el uno al otro.
Ella no podía reconocer su propia voz a través del eco de habitación, los gemidos y los jadeos salían de la misma sin control o regulación de volumen alguno. Podía reconocer, en todo caso. los gruñidos y gemidos por parte de Hiroki al continuar empujando en su interior descontroladamente, su fuerza y su velocidad, la estaban volviendo loca.
Hope besó, tocó e incluso arañó cada centímetro de su cuerpo que pudo alcanzar. La exploración de las manos de Hiroki en su cuerpo, sus besos, sus ligeras mordidas, sus incontrolables empujes, la hacían sentir... completa.
Ella no pudo soportar más aquel embriagante placer, Hope gimió su nombre, moviendo sus caderas rápidamente al igual que él y se dejó consumir por el éxtasis.
El placer, la velocidad, la fuerza con que se reclamaban mutuamente... fueron demasiado para los dos, un par de adolescentes jugando a ser adultos. Sin embargo, la recompensa era gratificante, y ellos estaban acercándose rápidamente a esta, como si su vida dependiera de ello. No faltó mucho más, los movimientos violentos de ambos los llevaron hasta la cúspide del placer, alcanzando un orgasmo como nunca antes habían sentido; él, prisionero dentro del cuerpo de Hope; ella, invadida y reclamada por Hiroki en el punto más profundo de su ser.
No habían músculos que resistieran tal nivel de exigencia, de placer. Cayeron rendidos sobre la cama, recuperando el aliento, completamente sudados y exhaustos, pero satisfechos y orgullosos. Dieron un paso al vacío, y valió la pena.
Hope sentía su corazón latir a toda velocidad, de nuevo, sentía sus párpados pesados pero de igual forma una gran satisfacción, mucha tranquilidad. Hiroki trataba aún de recuperar la fuerza en sus músculos, nunca nada antes lo había dejado tan exhausto pero, al mismo tiempo, con una sensación tan grande de satisfacción, de paz. Los gemidos habían parado solamente para hacer eco en la habitación la respiración acelerada de cada uno.
Ella se acomodó un poco sobre él, escuchando los latidos que emanaban de su pecho. Eran rápidos, al igual que los de ella. Comenzó a trazar círculos con su dedo suavemente, acariciando la piel de su pecho mientras intentaba recuperar el aliento, mientras estaban aún sumidos en aquella paz que le había traído ese sublime placer.
Varios segundos pasaron, estando ambos simplemente así, disfrutando cada una de la sensación de estar tan cerca, tan sumamente expuestos.
H-Hiroki...— susurró la rubia retomando su timbre tímido, parecía finalmente estar volviendo a la normalidad — e-eso... fue... increíble...
Hope estiró su cuerpo un poco, hasta subir lo suficiente como para quedar cara a cara; estiró sus manos y acarició el cabello que Hiroki tenía sobre su frente, haciéndolo a un lado. La mirada de él seguía encendida con intensidad, Hope jamás había visto sus ojos de esa manera y simplemente no pudo resistir el volver a besarlo, está vez con una lentitud embriagadora.
Hiroki correspondió el beso, sin acelerarlo, sin profundizarlo, dejando que ella marcara el ritmo mientras él recorría su cuerpo con suavidad, llevando sus manos hasta sus muslos y sus glúteos, apretando un poco estos y logrando obtener un último gemido de placer por parte de Hope, que al darse cuenta de ello se sonrojó avergonzada, haciendo reír al pelinegro.
Fue perfecto en verdad — dijo él, riendo, antes de escuchar su teléfono sonar en la mesita de noche, tomándolo para contestar — Kimura… — el rostro de Hiroki cambió rápidamente de semblante — mierda… si, voy ahora mismo, estoy allá en menos de diez minutos… cuídate, por favor.
¿Eh?, ¿q-qué pasa?
Necesitamos irnos, a la escuela, ahora.
¿P-Por qué? Hiroki, ¿qué está pasando?
… guerra, eso está pasando.
La realidad nuevamente hizo que Hope se levantara de la cama, necesitaban vestirse rápidamente, no había tiempo ni para una dicha. Sin embargo comenzaba a sentir los estragos de los últimos momentos en sus piernas, ya que tardaban un poco más en responderle. Eso parecía divertir al pelinegro, quien le ayudó un poco a mover su cuerpo hasta que sus piernas tocaron el suelo.
¿Estás bien? — pregunto él con una sonrisa en sus labios.
Si... e-es solo que...— ella comenzó a sonrojarse.
¿Te estás... arrepintiendo?
¿Qué? — ella se levantó y quedó frente a él, tomando sus mejillas con sus manos para llamar su atención — jamás me arrepentiría de esto, Hiroki.
Él le sonrió y le beso rápidamente en los labios. Ella sonrió y se separó de él, solamente para comenzar a levantar su ropa del suelo. Hiroki buscó entre su armario ropa limpia, encontrando un cambio de su uniforme de la escuela. Ambos se vistieron rápidamente y bajaron hasta el primer piso.
L-La escuela estar a media hora a pie, ¿cómo llegar en menos de diez minutos?
Tengo mis secretos.
El pelinegro la dirigió hasta el garaje de su casa, encendiendo las luces y revelando una motocicleta UM 125 “Renegade Commando” de color verde. Hope miró asombrada la máquina, mientras Hiroki abría la puerta del garaje y la que da a la calle.
N-No sabía que tener motocicleta… — dijo, deslizando suavemente sus manos por esta.
Técnicamente no la puedo usar hasta que cumpla 18, pero el tiempo apremia — contestó, entregándole un casco a Hope mientras él tomaba dos maletines negros de plástico.
¿Y eso?
Una FN SCAR-SC, para ti; y una FN MINIMI 7.62 para mí — respondió, mientras amarraba las réplicas aun guardadas en sus maletines de transporte — hoy te toca comenzar a disparar con ligas mayores.
Pero, y-yo…
Sé que lo harás bien, Hope — añadió el pelinegro, tomándole el rostro y haciendo que le vea a los ojos — creo en ti.
Esas palabras llenaron a Hope de determinación, y afirmando con la cabeza se colocó el caso y se subió a la motocicleta. Hiroki hizo lo mismo, encendiendo la moto y avanzando apenas un poco hasta la calle, solo regresando para volver a cerrar la puerta del garaje y la que da a la calle. No dijo mucho más, ocupó su lugar sobre el vehículo y aceleró a fondo.
Debía llegar rápido, su escuela… no, su hermana lo necesitaba peleando ahora mismo.
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Evie Fauret Evie Fauret mención a la jefaza
Karma Karma mención a la waifu :love:😘 (love you too babe)
 

Evie Fauret

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Post N°10

Alessandra estaba corriendo por los pasillos de la escuela tratando de sacar a la mayor cantidad de alumnos, los maestros ayudaban a que se fueran por suerte ellos no podían ser heridos debido a los protocolos de “guerra” que hay en el país donde los maestros eran “inmunes” al daño de las armas de los clubes de supervivencia pero tampoco podían intervenir, la rubia dio un giro rápido para la siguiente planta, debía ir a ver algo importante antes de siquiera ir hasta el club de supervivencia, por lo que veía arriba el enemigo aun no había llegado hasta esta zona , daba gracias que eran retenidos en el patio y la zona delantera de la escuela pero no se sabia hasta cuando seria asi , seria problemático si entran a planta alta y toman la oficina del director eso era automáticamente una derrota para la escuela.

En lo que corria su celular vibro al tomarlo observo un mensaje de quienes esperaba que estén en la escuela

presidenta ¿ se encuentra bien?”

“si, voy en camino al club ¿Cuántos están?”

“solo yo presidenta los demás estaban en sus casas”

“bien, esperame en el club voy de camino”

“entendido”


Luego de aquello alessandra siguió corriendo hacia el lugar donde al doblar en una esquina vio a varios “cadáveres” en las escaleras no solo de la escuela si no también de la escuela continental ella se apresuro a correr por esos pasillos guiada por los disparos, pero no se espero lo que veria en la esquina.

—¡atrapenla! —un pelotón completo de soldados la esperaba ella disparo y comenzó a correr por otro lado logrando despistarlos por momentos

Volvió a su corrida por el lugar por una ventana pudo observar a Kurogiri subido sobre un árbol en medio del patio disparando a las ventanas el desvio rápido el rifle y disparo hacia la posición de la rubia dándole a varios que la perseguían ella lo vio de reojo y el solo asintió mientras alessandra se perdia de su vista, ella termino llegando hasta su destino una puerta que tenia escrito en la ventana “Club de Cosplay” cuando abrió la puerta dentro estaba una chica de mas o menos su edad piel blanca además de una peluca morada y un traje de maid en sus manos traía una escopeta Spas 12 y una Glock con cargador silindrico y mira laser .

—Presidenta — comento ella al ver a Alessandra

—¿enserio Irene justo ahora? — cuestiono la rubia al ver su ropa

—sabe que me sirve para cuando necesito pelear, eso y que deje mi traje de combate en casa, dijo que hoy seria disfraz de anime no de videojuegos— comento ella guardando la pistola en una funda

—si, ya se ya se, bien vamos debemos llegar al club de Supervivencia donde nos reagruparemos y lanzaremos un contraataque además de avisar a los miembros del club — comente a lo que ella asintió

—entendido presidenta— comento Irene y ella asintió

—vamos — comento ella

Ambas salieron del lugar cerrando con llave y volvieron a correr en el camino fortificaron la barricada de una de las escaleras además de tomar chalecos tácticos de los caidos, bajaron por la escalera de servicio hasta llegar otra vez a planta baja , debían pasar por el patio de deportes para llegar al salón del club de supervivencia, la cosa es que este estaba lleno de soldados de la escuela continental.

—bueno ¿Cómo deberíamos pasar? — pregunto alessandra viendo aquello

—será lento pero deberíamos poder rodearlos presidenta— respondio la chica

En lo que pensaban ellos se pusieron en alerta debido a disparos mas adelante ambas pudieron ver como varios caian debido a una sola persona quien disparaba dos pistolas browning gemelas, ambas reconocieron de quien se trataba parecía que solo usaba esas armas.

—¿debemos ayudar? — pregunto Irene

—Irene, aunque no me agrade la idea debemos ayudarla fue una de los nuestros antes — comento Alessandra la mensionada solo bufo y comento algo en portugués antes de salir

Ambas comenzaraon a disparar por la espalda a los soldados enemigos mientras se acercaban a Ains como se le decía la de genero indefinido al verlas solo sonrio ampliamente mientras soltaba a un enemigo que uso de escudo

—jamas de los jamases crei que ustedes me salvarían , ¿eso quiere decir que volvemos a ser amigas? — pregunto con falsa ilusión

—jamas fuimos amigas— comento Irene recargando su escopeta

—me rompes el corazón Chameleon — comento Ains en burla

—¿A dónde te dirigias? — pregunto alessandra

—pues al club de supervivencia a buscar a Yuri y luego a por Abby y Agnes — comento Ains

—bien, vamos nos dirigimos al mismo lugar — comento alessandra

—ah como en los viejos tiempos — comento sonriendo

Tanto alessandra como Irene rodaron los ojos ante aquello para seguir su trayecto al club, cuando llegaron este estaba cerrado pero al tocaar la puerta abrió yuri con su FAMAS en mano apuntando .

—alessandra — comento el sorprendido

—yuri que bueno verte bien…— comento alessandra

—digo lo mismo, estaba preocupado por ti — comento el alessandra solo le dio una ligera sonrisa

—oh…vaya vaya — comento Ains entrando

Ya dentro estábamos varios en el lugar iban saliendo muchos quienes tenían ordenes rapidas de ayudar a evacuar o entretener al enemigo mientras quedamos Ains, Irene , yuri , Maggie y yo

—bien ¿Qué saben hasta ahora? — pregunte

—el enemigo esta en control de la planta baja por la puerta principal , los alumnos ya fueron evacuados y la enfermercia cerrada , solo quedaran afuera los soldados enemigos y el club de supervivencia y cualquiera armado— comento Maggie viendo un mapa

—el enemigo ya llego al segundo piso pero no sabemos cuantos hay arriba, solo se que la oficina del director esta cerrada y hay miembros del comité defendiendo siendo el equipo SWAT y uno que otro del club de natación — comento alessandra

—¿y cual es el plan? ¿ como los sacamos de aquí? —pregunto yuri

—debemos acabar con su oficial al mando , debe estar afuera , solo asi perderan — comente

—perfecto , de seguro estará rodeado y no se en que parte esta kurogiri o si podrá posicionarse para disparar— comento Yuri

—estaba en el patio escondido en un árbol disparando — comente

—bien , ahora ¿ains que haces aquí? — comento el ruso

—venia porque necesito tu fuerza comunista para ir hasta el club de teatro para buscar a Abby y a Agnes quienes están atrincheradas — comento Ains

—¿no había nadie? — cuestiono el pelirrojo

—muy poca gente estábamos algunos en clase cuando ocurrio , por eso el gimnasio esta en la zona inferior plagado de sodlados además de que tienen armaduras mas resistentes para mis pistolas— comento ella

—bien , ire a ayudarte — comento yuri

—iremos ains yuri y yo , Maggie e Irene se encargaran de defender la oficina del director — comente

—¿Por qué tienes que ir tu? — cuestiono ella

—¡con un demonio Saford has lo que digo maldita sea! — grite a lo que sorprendio a todos

—uh , esta enojada — comento Ains

—ya tienen sus ordenes , váyanse yo debo mandar un comunicado para pedir refuerzos — comente en un suspiro

—¿a quien? — cuestiono yuri

—a los que no vinieron hoy desde aquí puedo comunicarme con ellos— comente cuando las vi irse a ambas yo solo suspire esto será difícil

off

Nombre: Irene Montenegro

Genero: Femenino

Edad:18

Nacionalidad: Brasileña

Año que cursa: tercero de bachillerato

Psicologia: calmada y silenciosa siempre, rara vez llega a abrirse con las personas mas cuando recien las conoce, aunque es terriblemente franca cuando habla sin pelos en la lengua cuando tiene que criticar o alavar a alguien

Apariencia:


Bando:Club de Supervivencia/Club de Cosplay

Rango/Tipo: Bisepresidenta del club de cosplay

Armamento: Pistola Glock modificada


Historia: Nacida en Brasil fue a vivir a Japon cuando sus padres se divorsiaron cuando ella tenia 14 años, su padre fue miembro de la BOPE por lo cual irene tiene conocimiento del uso en armas reales por lo cual las armas de airsoft no fueron problema para ella , con dichos conocimientos entro al club de supervivencia mas preciso en la 501 con el seudonimo de "Chameleon o camaleon " sirvio bajo las ordenes de Alessandra hasta que decidio abandonar el club y se unio al club de cosplay donde es vice presidenta bajo ordenes de alessandra la cual se ha ganado su lealtad con el tiempo, pero es mas una amistad muy grande siendo la italiana su unica amiga en la escuela

Gustos:
el Te
el futbol
el cosplay
el airsoft

Disgustos:
las mafias escolares
el maestro Akiyama
que intenten tomarla por tonta a ella o a alessandra


Extras:vive cosplayando a "Roberta" del anime black lagoon

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Yuri Volkov
Pasillos de la escuela
Una Alianza temporal...
Post Nro. 24


tenia que llegar al almacén del club de supervivencia, necesitaba equiparme con mejor poder de fuego, pero aun en mi posicion estaba muy lejos y cada vez seguian llegando mas y mas, teniamos que buscar la forma de que nuestra presencia valiera y la unica manera era mejor poder de fuego, asi que tenia que conseguir la forma de llegar hasta el club de supervivencia

-...!- yuri se tiraba tras cobertura dentro de una de las aulas tras el escritorio del profesor mientras esquivaba los disparos de los atacantes al otro lado del salon -Tirense al suelo!!- gritaba yuri a los estudiantes que aun se encontraban atrapados en el aula entre el fuego cruzado -Hm!- salia por un lado y disparaba obligandolos a crubrirse -no levanten la cabeza, cuerpo a tierra!- se cubria nuevamente mientras los disparos chocaban contra el escritorio -maldita sea...- maldecia mientras podia escuchar los disparos chocar contra el escritorio y pasar a un lado hacia las pizarras -Tch...!- se lanzaba al otro lado de la cobertura y le disparaba dandole a uno de los soldados dos veces en el cuerpo y una en la cabeza

-cayo uno!- grito uno de los tres soldados de rojo mientras apuntaba y comenzaba a disparar hacia a turi, este se arrastraba nuevamente a la cobertura pero recibia el rose de una bala dandole en el brazo pintandole levemente el brazo de rojo

-a-ahh...!- se quejaba mientras se cubria -maldito...!- decia molesto mientras guardaba su pistola reglamentaria y sacaba las dos que les habia quitado a los soldados anteriores -lo pagaran caro...!- dijo mientras salia de la cobertura levantandose y caminando hacia los soldados apuntandolos con ambas armas a cada uno y disparando a todo dar vaciando los cargadores de ambas armas -Uhhh!- sin embargo se llevaba un tiro en el abdomen del chaleco anti balas -Hijo de...perra!- se quejaba por el impacto logrando ver que habia abatido a todos los soldados -estan todos bien?- dijo viendo a los alumnos tirados en el suelo que con voces asustadas respondian que si

-Quieto...!- grto un soldado entrando al aula

-no puede ser...- dijo el ruso viendo al soldado que le apuntaba

-tira las armas, ahora!- grito el soldado

-bien, bien...solo deja a los alumnos en paz...- dijo mientras tiraba las armas al suelo

-cierra la boca! manos al aire!-

-tranquilo...lo haremos a tu modo, solo deja a los demas...- dijo mientras alzaba las manos

-una vez que termine contigo le metere una bala a todos en este salon y...- una bala salia disparada desde la puerta y le daba a un lado de la cabeza -guohh!- caia al suelo

-diablos...!- se tiraba al suelo y tomaba una de las pistolas que habia tirado para tomarla apuntando a la puerta

-malditos soldados rojos solo entorpecen mi trabajo...- decia abby entrando al aula mientras le apuntaba al soldado en el suelo y le disparaba un par de veces mas

-j-jefa...- dijo viendo a la chica en la puerta

-yuri?- vio al pelirojo -Hpmh...pense que serias mas cuidadoso ahora trabajando para el DCI- dijo señalandose ella misma en señal del tiro que le habia dado en el chaleco

-...- se miraba el chaleco -no puedo esquivarlos todos...- dijo encgiendose de hombros -muy bien todos a fuera! dirijanse a los dormitorios y tomen refugio hasta que se les de la orden de salir, vayan! vayan!-

-ya lo oyeron muevan sus debiles traseros fuera de aqui!- dijo abby con una mirada despectiva mientras todos se paraban rapidamente y comenzaban a salir del aula

-...- yuri mientras tanto le quitaba las pistolas a los soldados caidos para reponer las que habia gastado -gracias por aparecer jefa ya sentia que tenia el agua hasta el cuello- decia terminando de registrar a los soldados

-si si...el resto del alumnado son unos inutiles y no podemos confiar en los delincuentes de las viejas aulas- dijo abby solo para recibir un abrazo de yuri -e-eh?- se sorprendia

-hablo en serio...gracias- dijo susurrando mientras la abrazaba

-q-q-q-quitate de encima s-s-sucio cerdo del DCI- dijo mientras lo empujaba quitandoselo de encima muy sonrojada -n-no es como si hubiese venido porque te hubiese escuchado...idiota- dijo cruzandose de brazos mientras desviaba la mirada

hmm...linda...

-escuche jefa, tenemos que llegar al club de supervivencia- dijo el pelirojo

-q-que? y que te hace pensar que quiero ir alla?- dijo viendo al chico con molestia

-porque alli esta el poder de fuego y puedo conseguirle algo de armadura- dijo mientras le daba un par de golpes al chaleco que llevaba -no hay discusion en este asunto, venga conmigo, no me haga llevarla de la mano- dijo yuri

-d-de la...- se sonrojaba un poco -cierra la boca idiota dios!...esta bien vamos al maldito club de supervivencia- dijo resignada mientras recargaba su arma y ambos salian del aula

//una vez en el club de supervivencia//

-llegamos...!- dijo yuri abriendo la puerta de golpe mientras varios agentes le apuntaban -esa es la bienvenida que me dan!?- dijo algo molesto mientras todos bajan las armas mientras el pelirojo entraba junto a abby

-Yuri!- maggie corria y saltaba abrazando al pelirojo cosa que abby veia con mala cara -te encuentras bien? oh no te dieron!- dijo preocupada mientras veia el chaleco

-estoy bien...- dijo yuri

-mh-hm...!- abby se aclaraba la garganta llamando la atencion de ambos

-jefa...ella es la capitana zaford- dijo yuri presentando a la chica -capitana zaford ella es abby...- dijo yuri

-ahhh si...la lider del club de teatro- dijo maggie con una sonrisa -yuri...la verdad no ha hablado nada de ti- dijo encogiendose de hombros

-...- la chica sonreia levemente al escuchar eso

-donde esta alessandra?- preguntaba yuri a lo cual ambas chicas le molestaba escuchar

-eh? que con ella?- decia maggie viendolo

-donde?- preguntaba serio

-no lo se, no ha llegado aun, dios...- decia cruzandose de brazos algo molesta

-...- yuri se rascaba la cabeza -necesito mi rifle, y uno para abby, tambien un chaleco para ella-

-pasa al almacen tomen lo que necesiten y preparense, tenemos rumores de que se acercan mas tropas-

//en el almacen//

-aqui esta...- decia yuri mientras tomaba su rifle cargandolo y preparandolo -perfecto...-

-...- abby veia las armas del lugar

-...?- yuri la veia mientras se quitaba el chaleco para tomar uno nuevo -tome la que mas le guste jefa, yo invito...- dijo el pelirojo mientras se preparaba

-estan mejor equipados de lo que pensaba...- dijo abby

-algo que tendras que tomar en cuenta para luego...pero por ahora tenemos trabajo- dijo yuri mientras sacaba un chaleco tactico mas pequeño -ven dejame ayudarte-

-...- la chica veia como el ruso se acercaba para ayudarla a ponerse el chaleco -eres muy popular aqui en el DCI- dijo abby mientras lo veia

-lo dice por la capitana zaford? ella siempre ha sido asi desde que entre- dijo poniendole el chaleco

-zaford, alessandra alguna otra?- pregunto abby con cierta sospecha

-no tengo tiempo para esto!- grito yuri callando a la chica -estamos bajo ataque abby y yo...yo...- el ruso callaba

-...- la chica lo miraba con cierta sorpresa

-yo solo quiero hacer las cosas bien...- dijo yuri con cierto desden -solo...estoy tratando...pero no me puedo partir en dos...no puedo- dijo llevandose una mano al rostro

-y-yuri... yo...- la chica iba a hablar

-escucha abby- dijo mientras la miraba con total seriedad al rostro -esta es mi ultima mision en el DCI...mi contrato se cumple con la tortura de Alex el rojo...y ya lo hice...- dijo el ruso mientras la veia -no se que hare...luego de que esta guerra termine...- dijo viendola -quier hacer las cosas bien...pero te aprecio demasiado como para dejarte a un lado por ello...- puso ambas manos en sus hombros y la vio a los ojos -si me dices...que me necesitas en el club...no dudare dos veces en volver...piensalo- dijo para luego soltarla -termina de prepararte toma el arma que gustes y los cargadores...te esperare afuera...-

//fuera del almacen//

Tanto alessandra como Irene rodaron los ojos ante aquello para seguir su trayecto al club, cuando llegaron este estaba cerrado pero al tocaar la puerta abrió yuri con su FAMAS en mano apuntando .

—alessandra — comento el sorprendido

—yuri que bueno verte bien…— comento alessandra

—digo lo mismo, estaba preocupado por ti — comento el alessandra solo le dio una ligera sonrisa

—oh…vaya vaya — comento Ains entrando

Ya dentro estábamos varios en el lugar iban saliendo muchos quienes tenían ordenes rapidas de ayudar a evacuar o entretener al enemigo mientras quedamos Ains, Irene , yuri , Maggie y yo

—bien ¿Qué saben hasta ahora? — pregunte

—el enemigo esta en control de la planta baja por la puerta principal , los alumnos ya fueron evacuados y la enfermercia cerrada , solo quedaran afuera los soldados enemigos y el club de supervivencia y cualquiera armado— comento Maggie viendo un mapa

—el enemigo ya llego al segundo piso pero no sabemos cuantos hay arriba, solo se que la oficina del director esta cerrada y hay miembros del comité defendiendo siendo el equipo SWAT y uno que otro del club de natación — comento alessandra

—¿y cual es el plan? ¿ como los sacamos de aquí? —pregunto yuri

—debemos acabar con su oficial al mando , debe estar afuera , solo asi perderan — comente

—perfecto , de seguro estará rodeado y no se en que parte esta kurogiri o si podrá posicionarse para disparar— comento Yuri

—estaba en el patio escondido en un árbol disparando — comente

—bien , ahora ¿ains que haces aquí? — comento el ruso

—venia porque necesito tu fuerza comunista para ir hasta el club de teatro para buscar a Abby y a Agnes quienes están atrincheradas — comento Ains

—¿no había nadie? — cuestiono el pelirrojo

—muy poca gente estábamos algunos en clase cuando ocurrio , por eso el gimnasio esta en la zona inferior plagado de sodlados además de que tienen armaduras mas resistentes para mis pistolas— comento ella

—bien , ire a ayudarte — comento yuri

—iremos ains yuri y yo , Maggie e Irene se encargaran de defender la oficina del director — comente

—¿Por qué tienes que ir tu? — cuestiono ella

—¡con un demonio Saford has lo que digo maldita sea! — grite a lo que sorprendio a todos

—uh , esta enojada — comento Ains

—ya tienen sus ordenes , váyanse yo debo mandar un comunicado para pedir refuerzos — comente en un suspiro

—¿a quien? — cuestiono yuri

—a los que no vinieron hoy desde aquí puedo comunicarme con ellos— comente cuando las vi irse a ambas yo solo suspire esto será difícil

off
-un momento aun no podemos irnos- comento yuri

-por que? tenemos trabajo- dijo alessandra

-porque falta alguien mas que ira con nosotros- dijo yuri

-quien?- dijo alessandra intrigada

-yo...- dijo abby saliendo del almacen armada y equipada -sorpresa, sorpresa...-

-Hermanita quien lo diria ya estabas aqui- dijo sonriente Ains

-cierra la boca pervertida, no estoy de humor para tu basura, tengo que ir a buscar a mi hermana- dijo abby dijo mientras cargaba un M16

-entonces ella vendra con nosotros- dijo yuri

-pero ella...- alessandra iba a replicar

-pero yo que? oxigenada...- dijo abby desafiante

-siiiii presidenta pero ella que?- dijo maggie con una risilla

-basta!- sentencio yuri -no hay tiempo para estupideces asi que dejen su rivalidad para luego, debemos defender la escuela asi que muevanse- dijo yuri mientras pateaba la puerta y salia corriendo seguido por los demas

[rol off]

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La cabeza de Hope aún daba vueltas, sentía el cuerpo extrañamente relajado y un poco flojo, como si sus músculos se hubieran vuelto una especie de gelatina. Nisiquiera el hecho de que debían actuar rápido la habia despejado por completo. Su estómago gruñia un poco, no había desayunado ni comido y toda aquella... Actividad, la había dejado un poco hambrienta.​
Sin mencionar el hecho de que había sido difícil acomodarse correctamente arriba de la motocicleta, era un poco incómodo y doloroso.​
Pero no podía negar el hecho de que se sentía... Feliz. Finalmente había sido capaz de expresar sin rienda alguna todos sus sentimientos hacia él y a pesar de que las cosas se salieron un poco de control, se sentía realmente aliviada de haber sido correspondida, después de tantas dudas, de tantos momentos difíciles entre ambos, estaba extasiada de ser correspondida. Era un sentimiento único.​
No había ninguna duda del amor que sentía sentía hacia Hiroki y el haberlo expresado y experimentado de un modo carnal había sido completamente maravilloso, tan natural, dulce y sincero... Era como el estar conociendo una nueva parte de su persona creada por ambos.​
No encontraba palabras para describir lo en paz que se sentía consigo misma, lo contenta que se encontraba en esos momentos. Sentía su corazón latir desbocado en su pecho y todas aquellas tiernas emociones revoloteando en su mente, la hacían querer gritar de alegría.​
La motocicleta se paró unos segundo, debido a la luz roja de uno de los semáforos, sacando a Hope de sus pensamientos un instante. Observo fijamente la espalda de Hiroki, el casco le cubría la cabeza completamente, su postura estaba recta y podía sentir como la misma lo hacía temblar un poco, eso provoco que la rubia se abrazara un poco más a él, pues sabía que debía encontrarse muy preocupado, no solo por su hermana, si no también por la escuela, una emergencia así no tenía preferentes y si no actuaban con rapidez seguramente la escuela rival lograria su cometido.​
Eso hizo a Hope centrar sus pensamientos en ello. Suponía que ahora ellos, después de aquella confesión, iniciarían alguna relación... Ya tendría tiempo de hablar con Hiroki tranquilamente.​
Debía comenzar a centrarse en aquella situación, preocuparse más por la invasión a su escuela. Pero ciertamente, luego de una mañana como aquella era un poco difícil. Había tantas emociones en su mente que le era difícil concentrarse en un solo objetivo.​
Debía comenzar a ser profesional, justo como Hiroki.​
Parpadeo varias dentro del casco que posaba en su cabeza hasta que fue capaz de centrar su mente en una sola tarea: "no lo arruines"​
Quizás estaba siendo un poco dura consigo misma, pero debía comenzar a tener un poco más de determinación, lo que sea que estaba pasando en la escuela debía ser importante. Claro, sentía miedo, pero debía dejar atrás sus dudas si deseaba ser de ayuda para sus amigos y compañeros... Sobre todo para Hiroki.​
Ella aferra un poco el agarre a la cintura del pelinegro, aún arriba de la motocicleta y tras el viendo frío que los azotaba, ella aún podía sentir el tenue calor que emanaba de su cuerpo, de alguna manera aquella sensación la hizo sentir segura y con la confianza suficiente como para apretar el maletín donde llevaba su arma con un poco de fuerza.​
La frente de Hiroki estaba comenzando a empañar el casco que usaba para proteger su cabeza debido al sudor y al calor de su respiración el cual era entremezclado con el frío viento de la calle. El pelinegro intentaba acelerar a medida que se aproximaba a la escuela, sabía que no podía perder ni un solo segundo.​
Al cruzar la calle principal, a una cuadra de distancia el pelinegro pido notar como justamente en la parte delantera del estacionamiento se encontraban dos autobuses con el logo de la escuela continental. Eso lo hizo maldecir en su cabeza.​
Sus manos giraron sobre los manubrios de la motocicleta acelerando para girar bruscamente a la derecha, tomando la calle lateral al edificio para llegar a la parte trasera de la construcción.​
— ¡H-Hiroki, la entrada!— gritó la rubia alzando un poco la cabeza debido al fuerte agarre que tenía ella contra el pecho del pelinegro.​
— ¡Vamos a entrar por atrás, adelante está infestado de invasores!— sin mover su cabeza Hiroki grito un poco para que Hope pudiera escucharlo, pues la rapidez de la motocicleta hacia un poco más ruidoso su andar.​
— La entrada de servicio…​
— Exactamente— finalizó el pelinegro desacelerando el vehículo un grado.​
Finalmente, ambos llegaron a la entrada trasera de la escuela, donde Hiroki estaciono su motocicleta con rapidez bajando de la misma casi de inmediato, sin perder más tiempo tomo a Hope por debajo de los hombros para poder ayudarla estabilizar sus pies en el suelo.​
—¿Estas bien?— preguntó en un tono rápido mientras se quitaba el casco de la cabeza y lo colocaba en su estuche.​
—S-si. Estoy bien— Hope intentó equilibrar su piernas, pero aún las tenía un poco adormecidas — Y-y ¿tu?​
— Todo en orden...— El pelinegro se aclaró un poco la voz sacando su teléfono celular del bolsillo con rápidez — intentaré llamar a Alessandra.​
Ambos comenzaron a correr por la patio de atrás de la escuela, hasta llegar a la puerta de servicio que afortunadamente se encontraba sin llave.​
Hiroki giro rápidamente la perilla y sin míramentos abrió abruptamente la puerta, así ambos comenzaron a correr hasta el pasillo principal, justo en medio del edificio del instituto.​
Mientras ambos corrían hasta llegar al pasillo, Hope intentaba llamar a Arthur, sin ninguna especie de resultado. Lo cual la hizo preocuparse de cierta manera, para esas horas, la escuela debía estar siendo completamente invadida. comenzaba a desesperarse, intentando llamar a Agnes también, sin éxito alguno, temiendo lo peor, la rubia imagino que probablemente el enfrentamiento había comenzado. Solo esperaba que sus amigos estuvieran bien.​
Hiroki detuvo sus pasos, pues habían llegado a la puerta que los conducirla al pasillo principal del instituto. Desde ahí, se podían escuchar los gritos de los estudiantes, así como también leves impactos de balas contra la pared.​
Respirando de manera entrecortada debido al esfuerzo, el pelinegro saco su arma del maletín armándola muy rápidamente. Hope imitó el movimiento y aunque fue un poco más lenta que el pudo cargar y armar la pistola sin problemas.​
— ¿C-cuál ser plan?— pregunto la rubia colocando su arma cerca de su cuerpo, intentando estar cómoda con el peso.​
— No podemos entrar así como así a una pelea, necesitamos llegar a la armería del Comité — respondió el pelinegro, terminando de cargar la MINIMI que llevaba — ahí tomaremos más armas, cargadores y algo de protección— el pelinegro llevo su mano a la perilla con la intención de girarla.​
— H-Hiroki… y-yo — la rubia se apeno, apretando un poco la SCAR que el pelinegro le había entregado — T-tengo... M-miedo... Un poco... Q-que tal si yo no ser cap-​
Antes de que pudiera continuar, la rubia sintió las manos de Hiroki por su rostro en una caricia lenta, que le entibio las frías mejillas cenicientas por el viento del exterior. Su mirada obscurecida se poso en la suya un instante antes de acercar su rostro al suyo lo suficiente como para entre mezclar sus alientos, hasta que sus labios se acercaron rosandose en un beso suave, que a Hope le transpaso en el alma.​
Cerrando sus ojos ella pudo sentir como el pelinegro lo profundizaba un poco más antes de soltar sus mejillas y alejar sus labios para quedar frente a frente.​
Ella quedó presa de su mirada, simplemente sintiendo como aquel beso le renovaba energía para continuar, el miedo tras aquel beso se había transformado en una emoción calida, en una sensación que le murmuraba que todo saldría bien.​
Ella comenzaba a sentir seguridad en si misma. Se sentía capaz de hacer cualquier cosa en ese momento.​
— Como lo estuvimos practicando, ¿recuerdas?— el le acarició su mejilla suavemente sin dejar de observar sus ojos.​
— Y-yo... cuidar la espalda y t-tú cuidar la mía — la rubia le sonrió dejando implícita la renovada seguridad que el japonés le había dado.​
— Bien, entonces vamos.​
Hiroki giro la perilla, pero la puerta no se abría ya que estaba cerrada con llave, eso lo hizo maldecir de manera audible, el pelinegro sabía que no podía perder más tiempo, por lo cual, con la parte trasera de la pistola golpeó el vidrio superior de la puerta creando un pequeño agujero por el cual metió la mano, acercando su cuerpo lo suficiente como para girar la perilla interior.​
Varios alumnos y unos cuantos maestros comenzaron a gritar y a correr en dirección hacia esa nueva salida, claramente estaban buscando una escapatoria de aquella situación sin ensuciarse o quedar marcado por el calibre de las balas.​
Hiroki retiro su mano del vidrio sacudiendola para eliminar cualquier fragmento cortante que hubiese podido quedar de reciduo en sus guantes o manos.​
Ambos adolescentes se miraron por unos segundos intentando sincronizar sus movimientos antes de dirigirse a la pelea. Respirando profundamente y tomando sus armas de manera adecuada comenzaron a caminar por el largo pasillo interior.​
Por dentro, la escuela parecía un tanto obscurecida, pues algunas de las lámparas habían sido apagadas o atravezadas por balas cruzadas. Por el piso había unos cuantos fragmentos de las mismas, manchas de pintura y tanto libros como papeles regados por ahí.​
Ambos llegaron hasta donde el sonido de pasos se hacían notar levemente. Por lo cual rápidamente ambos comenzaron a buscar un pedestal ubicado en las salas de clase que les sirviera para cubrirse.​
Hiroki se acomodo adelante, apuntando su arma hacia el frente atento a cualquier movimiento extraño, mientras que la rubia se acomodaba en su espalda apuntando a la parte trasera.​
Así ambos comenzaron a avanzar, más lentamente, espalda con espalda, sincronizando el movimientos en los pasos en aquellos pasillos.​
—...Y-yo s-sentir pasos a tus dos — advirtió la rubia en un tono bajo.​
Hiroki se preparó,alzo su arma un poco más para presisar su tino apuntando el cañón en aquella dirección, luego de un par de latidos vio salir a unos cuatro soldados uniformados de color carmesí, claramente eran de la escuela continental.​
El pelinegro gruño un poco antes de descargar una potente ráfaga de balas. Las cuales dieron con rapidez en sus objetivos.​
Al finalizar el ataque el pelinegro se sorprendió al ver cómo Hope movía su cuerpo y disparaba nuevamente en aquella dirección a otro estudiante de uniforme rojo que el no había percibido.​
El pelinegro se volvió hacia ella para observar el como Hope respiraba de manera enteecortada sosteniendo su pistola frente a ella equilibrando la en el hombro de Hiroki tras haber disparado. Ella respiraba de manera entrecortada para finalmente bajar el arma de su hombro derecho para regresarla a su posición.​
— ¿Estar... Tu bien? — Hope hablo en un susurro leve, observando a Hiroki a los ojos.​
—Si, estoy bien — hablo el pelinegro con un tono un poco grave, parecía que el estaba impresionado con lo rápido que había actuado Hope— Nada mal.​
— Y-yo Aprender del m-mejor — le respondió la ucraniana, un tanto avergonzada con una sonrisa leve en su rostro.​
Ambos comenzaron a avanzar en la misma posición, caminando con cuidado por aquel largo pasillo que los dirigiría a la armeria.​
El silencio que habían dejado los alumnos que escaparon por la puerta trasera ayudaba un poco a saber si alguien se acercaba o no a dónde ellos se encontraban.​
Los pasos de las botas de combate del colegio contrario hacían un ruido fácilmente reconocible por el piso de mármol, sin contar que aquellos soldados no estaban del todo en silencio.​
Una última vista a lo lejos se dejó entrever un destello carmesí, que hizo a Hope ponerse en alerta, rápidamente acomodo el arma en una maniobra seca y enderezando el cañón disparó un par de veces en aquella dirección, justo cerca de la puerta por dónde ambos habían entrado, al parecer un soldado de la continental estaba intentando salir por aquella vía.​
— Uniforme rojo— la rubia volvió a bajar su arma, mirando a Hiroki con un semblante serio — Resaltar más por pintura blanca....​
— Ese color con suerte serviría en un prostíbulo — Hiroki río un poco ante su comentario antes de volver a iniciar su marcha.​
Cada paso que ambos daban hacia en frente, aún lado a lado estaba en perfecta sincronía, parecía que ambos podía comunicarse con. Movimientos simples o miradas ligeras, el saber que probablemente la zona estaba infestada de soldados contrarios era una motivación suficiente como para coordinarse y más que actuar como un equipo, ambos estaban consientes que debían actuar como uno solo.​
Los enfrentamientos con los alumnos de la escuela contraria fueron fugaces, Hiroki actuó con rapidez, disparando su arma logro acertar a cinco de ellos, mientras que Hope de la parte trasera pido darle a tres liberando el espacio para poder continuar su camino, ya que ninguno de los dos tenía balas de reserva era necesario llegar a la armeria antes de meterme de lleno a la guerra.​
Los pasos eran lentos, calculados desde la distancia. Al parecer por aquel lugar no habría más inconvenientes, sin embargo ninguno de los dos bajo la guardia hasta llegar al corredor, girando hacia la derecha ambos comenzaron a caminar lentamente hasta llegar al aula utilizada como la armeria.​
— Estamos cerca —Dijo el pelinegro tranpasando el extraño silencio en el que encontraban.​
— Dyakuyu, Bozhe — suspiro la rubia muy despacio — c-comenzar a quedarme sin munición...​
En un segundo Hope logro relajarse un poco, liberando la tención en la que se encontraban sus músculos debido a que estaban a unos cuantos pasos de llegar al aula donde podrían recargar sus armas. Hiroki estuvo apunto de estirar su brazo para mirar la perilla, son embargo fue interrumpido por la misma puerta al abrirse de golpe.​
Ambos estudiantes volvieron a juntarse debido al acto reflejo y apuntaron sus armas en dirección a la entrada, sin embargo se encontraron con el rostro de Alessandra, la cual Nisiquiera sé i mito ante el posible ataque.​
— ¡Maldita sea! ¿qué no les enseñaron que no puedes hacer ruidos fuertes en una situación así? — molesto, el pelinegro bajo su arma y entro en la habitación abruptamente.​
— Estamos en medio de una maldita invasión, eso no importa ya — la voz del pelirrojo sonó con sorna mientras preparaba una de las armas que se encontraban en la mesa cercana a su cuerpo.​
— P-pero...— Hope se dirijido a Yuri y aclarando se la voz continuo —Los pudimos haber herido— se sorprendió un poco debido a la fluidez con la que había hablado el idioma.​
— Parece que alguien tuvo lecciones privadas — una voz salió de las compras, con dos armas en sus manos una sonrisa un poco tiesa la cual estiraba sus mejillas— adorable— finalizó ains quien en ese momento estaba vestido con un uniforme militar.​
— Como sea— Hiroki tomo los cartuchos para comenzar a abrir el cegurillo de la pistola y recargar—Es todo un caos haya afuera, es mejor que vayan llendo. ¿llevan radios?​
Ninguno de los presentes hablo, solamente se miraron unos a los otros buscando quien de ellos tendría algún instrumento como ese entre sus cosas. Pasaron unos pocos segundos y nadie respondió. Hiroki se llevó la mano el rostro, pellizcando se el puente de la nariz, claramente frustrado.​
— Lleven sus radios, por favor…​
El pequeño grupo comenzó a buscar los instrumentos de comunicación para finalmente salir a batalla, comenzaron a repartir uno por persona y a configurar un canal para no cortar la comunicación en el equipo.​
Por otro lado, los recién llegados comenzaron a prepararse con algunas cosas que había del club de supervivencia. La rubio potro por entrar a una taquilla y colocarse un par de pantalones, por suerte había en ella una especie de uniforme del club que al parecer podría calzarle lo suficientemente bien como para no caersele en batalla. Aún que era algo grande para ella se ajusto un poco más al momento de colocarse el chaleco táctico y el equipo de protección que debían usar antes de salir a la batalla.​
Hope sentía latir su corazón con fuerza al salir de la taquilla que había usado para cambiarse y "tomar prestada" la ropa. Si bien había logrado pelear antes, pero jama había estado presente en un enfrentamiento tan grande como lo era está guerra. Estaba un poco temerosa, pero aún sentía esa renovada vitalidad y confianza que Hiroki le había dado. Estaba segura que podría hacerlo bien o al menos no estorbar demasiado.​
Ella se dirigió a la mesa donde estaba Hiroki, ahora el había arreglado su uniforme para colocarse el chaleco que ella misma tenía, cambio sus típicos guantes por unos de un material más gruesos que le cubrían todos sus dedos. El separó algunas cosas con rapidez, las cuales parecían ser bombas y granadas, eran cosas que Hope solamente había visto de lejos.​
—Las de la izquierda son tuyos, guardarlos en el chaleco, quizás te sean útiles.​
La voz de Hiroki sonó tranquila, claro que el había tenido este tipo de enfrentamientos y aún que no lo tomaba ligera su timbre de voz no era muy diferente al que utilizaba en su oficina, un poco seco y demandante.​
Hope asintió con la cabeza y comenzó a tomar esos pequeños objetos y comenzar los a guardar en los bolsillos del obscuro chaleco. además de comenzar a llenar los espacios del chaleco táctico con cargadores y algunas granadas de ruido y de humo.​
Luego de un par de minutos, ambos estaban termiando de acomodar sus nuevos equipos, sus chalecos estaban en posición, viéndose un poco más inchados debido a que los bolsillos se encontraban repletos de municiones y unas cuantas granadas.​
Hope se volteo un poco al terminar de asegurar unos de los bolsillos del pecho para tomar el casco de la mesilla y comenzar a acamodarlo en su cabeza.​
Aún que esto no duró mucho, ya que volteó su cuerpo hacia el lado contrario al sentir una presencia en medio de ella y Hiroki.​
Hope no la conocía, ciertamente. Ella lucía un poco extraña pues a pesar de que estaban apunto de salir a una batalla ella estaba vestida con un traje de 'maid' los cuales eran muy populares en cierta parte por el centro de Tokyo para promocionar los cafés. Físicamente ella era un tanto más alta, posiblemente le sacaba una cabeza de altura, su piel estaba un poco bronceada y su cabello era muy obscuro, estaba peinado en trenzas largas que le llegaban más abajo de sus hombros. Su rostro, parecía ser un poco inexpresivo, a pesar del vidrio de sus redondos anteojos en sus ojos castaños no podía ver reflejado miedo o emoción alguna por salir a pelear, lo cual parecía ser típico en aquellas personas demasiado allegadas al DCI o al club de supervivencia.​
Hope enfocó su vista en Hiroki y frunció un poco el ceño de manera fugaz al notar que el estaba observandol, parecía ser como si él estuviera evaluando sus movimientos antes de tensar sus músculos y cerrar la boca para tensar de igual manera su mandíbula.​
La rubia no pudo hacer más que observar la escena con mucha confucion, mientras peinaba sus rizos hacia atrás en un intento para colocarse el casco correctamente.​
— Me alegra ver que no nos dejaras en un momento así, Hiroki.​
A pesar de que la chica era claramente extranjera, no paso desapercibido por la rubia que hablaba un japonés fuido, con un acento bastante bueno, rivalizando con el que le escuchaba a Agnes casi a diario. Su voz sonaba casi nativa.​
Ella se acercó un poco más al medio, depositando en la mesilla dos aparatos de radio de un color obscuro y de un tamañano mediano.​
— Están calibradas en la misma frecuencia que tenemos todos, así mantendremos comunicaciones de forma ininterrumpida.​
— Gracias, Irene — él estiró la mano para alcanzar el radio y colocarlo al lado derecho sobre su chaleco — te encargo a mi hermana, ¿Esta bien?​
— Yo cuidaré de ella — la pelinegro habló mientras tomaba un arma larga de la mesilla y terminaba de cerrar el compartimiento de la munición.​
Hope derrepente se sintió un poco extraña e incómoda, de alguna manera la... Atmósfera en ese escenario se había vuelto bastante extraña. La rubia trato de disimular mientras se colocaba los guantes, pero claramente sintió la mirada de Irene sobre ella. Lo cual no hizo sino hacerla ponerle un poco más nerviosa.​
Ella era una chica bonita sin dudas, no solo por su altura y su piel bronceada, a pesar del vestido que llevaba puesto, Hope podía notar que Irene estaba más... Desarrollada que ella.​
Rápidamente la rubia parpadeo varias veces, dándose cuenta a dónde la llevaban sus pensamientos. ¿Que tenía que ver eso con todo? Estaba comenzando a ser ridícula.​
Finalmente la Hope continuo pretendiendo no atender la situación, terminando de colocarse los guantes dándole vuelta al Velcro para ajustarlo a sus muñecas.​
— あなたの彼女ですか?(¿Es tu novia?).​
Hope bajo un poco la cabeza, cuando escucho a la mujer hablar en un japonés fluido y rápido... El cual la rubia no pudo entender del todo, ya que además de lo antes mencionado, La rubia estaba cambiando sus zapatos por unas botas de combate.​
— はい、それは...あなたは本当に今がそれを覚えるのに最適な時期だと思いますか?(Si, lo es... ¿en serio crees que ahora es el mejor momento para recordarlo?).​
—いいえ、そうではありません...自分で大事にしてください。(No, no lo es pero... sólo cuídate, por favor.)​
—あなたは私がいつもしていることを知っています、アイリーン。(Sabes que siempre lo hago, Irene.)​
Luego de que la plática de ambos terminara, Hope desvío la vista hasta Hiroki y pudo observar como Irene se acercó a a el rápidamente, tomando la mejilla derecha del pelinegro para besar la izquierda. Quizás la rubia no había visto bien, pero casi podría apostar que la chica había rosado sus labios con los de el.​
Definitivamente, prefería pensar que solo estaba alucinando.​
No era momento para pensar mucho en ello de todas formas, aún que de cierta manera, se sintió un poco... Mal. Ella solo pudo bajar la cabeza y quedarse completamente estática en su sitio digiriendo lo que acababa de presenciar, no sabía que era lo que se habían dicho, pero ciertamente sabía lo que había visto y eso... Le ¿Dolió?​
No era algo que quisiera expresar en ese momento de todas formas.​
Hope termino de abrochar sus agujetas y al subir la vista notó que Hiroki simplemente miraba la dirección por dónde Irene habia salido para reunirse con los demas en completo silencio.​
Ella enderezó su postura, intentando pasar por alto toda aquella situación, no deseaba ser alguien infantil y preocuparse por esa clase de pequeñeces en un momento en el cuál necesitaba de toda su concentración... Aún así sabía que si no le preguntaba esa pequeña punzada de angustia en su pecho no se desvanecerá.​
— ...¿E-Eso a que fue? — preguntó la rubia en un susurro.​
— Creo que no te lo he dicho, pero ella es “la mano derecha” de mi hermana… y mi exnovia — comentó el japonés, sin darle mucha importancia.​
— Ha…— fue todo lo que alcanzó a decir. .​
— Terminamos hace un año— Dijo el pelinegro con simpleza— Ninguno de los dos puede seguir atado al pasado — le dijo, cargando la MINIMI que llevaba​
Ella no tenía idea de cómo responderle, intento recordar alguna vez el haberla visto el año pasado, pero ciertamente la memoria le fallaba. Debido a que Hope había trabajado cerca a él parte de aquel año esperaba poder recordar su rostro, pero no tuvo éxito.​
Ella cerró los ojos y simplemente respiro un poco. No debería pensar en eso, no era su asunto y ciertamente no el momento.​
Debia enfocarse.​
—Estoy lista— la rubia se aclaro un poco la voz mientras tomaba su arma firmemente.​
— Bien. Entonces, andando.​
Ambos comenzaron a correr en dirección a la parte baja del edificio, ahí se podía apreciar como varios estudiantes de la escuela contraria, estaban librando una batalla contra los alumnos de shinotomi.​
No se podía ver muy claramente, había ráfagas de humo, algunos atisbos de tierra o arena, balas de pintura y el sonido de aire cordado debido a las balas que estaba acostumbrada a usar.​
—Avancemos un poco más.​
La voz de Hiroki corto un poco el sonido, haciendo que la rubia solo se enfocará en el, poco a poco ambos fueron avanzando. El pelinegro tenía un poco más de destreza al momento de fijar una mira y disparar, mientras que Hope por su espalda, trataba de advertirle algún objetivo que no se alcanzará a ver con facilidad debido al humo.​
Habían logrado reagruparse lo mejor que pudieron, Hope apenas podía ver a lo lejos a Alessandra, disparando lo mejor que podía desde atrás de unos lockers logrando impactar sus balas en los enemigos. Yuri estaba un poco más a la.derecha, luchando cuerpo a acuerdo contra dos soldados, siendo ayudado por kurogiri, quien tras un grito del pelirrojo tomo con su mano a Dansei y comenzó a subir escaleras.​
Ella intentó respirar, controlando sus nervios para tomar su arma y continuar disparando, Hiroki se había adelantado un par de pasos ya que sus objetivos se encontraban un poco más al frente, mientras que Hope continuaba haciendo lo mejor por mantenerme firme y continuar.​
—¡Cuidado!​
Una voz se escuchó a lo lejos en un tono un tanto agudo. Hope no podía ver el problema debido a la tierra levantada y al humo de las bombas.​
—¡Hope!​
La rubia volteó su cabeza en dirección a Horoki y observó como era detenido por una mano, ella no supo que estaba pasando hasta que una especie de bomba callo muy cerca de ella, a pesar de que corrió un poco más hacia atrás alejándose del grupo ella sintió la 'fuerza' de la detonación la cual no hizo si no levantar más humo y hacer caer a la rubia.​
Tosiendo, ella se levantó y noto que se había alejado un poco del resto, pero intento hacer lo mejor por caminar, no recordaba hacia a dónde se dirijan. Ella tomó el radio e intento comunicarse por el, pero al intentar hacer el llamado el radio simplemente no encendio. No sabía que estaba pasando, pensó por un instante que quizás al caer se había roto o desprogramado.​
Exalando de frustración, Hope tomo tu arma y continuo moviéndose por el pasillo hacia arriba, intentando despejar su vista del humo para así encontrar una manera de regresar con los demás.​
Sin embargo tras subir un par de escalones, se percató del hecho que no estaba sola, ya que una lluvia de balas de pintura cayó muy cerca de ella, eso solo la hizo subir los escalones más rápido, para esconderse en una de los pedestales y contra atacar.​
Hope intento disparar un par de veces en dirección a su enemigo, los disparos lograron atravesar parte de su uniforme carmesí, sin embargo el no dejaba de moverse en su dirección. La rubia continuo disparándole y escondiendose detrás del muro de concreto que había en la bajada de las escaleras. Ya no podia ver a Hiroki y estaba comenzando a ponerse a un poco nerviosa.​
Un poco de pintura azul salpicó su cara, pues la bala había rosado el extremo e concreto para reventar en el, el sujeto estaba acercándose cada vez más, casi podía escuchar sus pasos por el pasillo.​
—¡Sueltame!​
Hope escucho un grito y pudo reconocer la voz de inmediato, estaba casi segura que se trataba de Dansei.​
—¡Callate!​
Armándose de valor, Hope tomo su arma, colocándola a un lado de su cuerpo para comenzar a caminar lentamente apoyando su cuerpo a la pared, si tiendo su corazón latir a mil por hora. No estaba segura que era lo que había pasado con su radio, pero estaba completamente incomunicada ahora que se había separado del resto.​
Un fuerte golpe la saco de sus pensamientos, observando como aquel sujeto tenía a Dansei agarrado de su cuello, colocándolo en una especie de llave ligera mientras le apuntaba con el arma.​
Era un tanto extraño verlo sin kurogiri, pero suponía que el pelo morado había optado por ocultarlo ya que el albino no tenía idea de nada, lo podía ver reflejado en sus ojos de terror y en como inútilmente sostenía sus manos en un desesperado intento por safarce de su agarre.​
La rubia intento avanzar hacia el hasta que sintió un fuerte golpe en la cabeza, el cual la hizo caer al suelo despojando la de su casco. No tuvo tiempo suficiente de reaccionar ya que sintió el agarre de alguien en su cabello, lo cual la hizo ponerse de pie.​
—Parece que hay un espía, por aquí.​
Hope se levantó debido a que aquel soldado apretaba cada vez más el agarre a su cabello indicando que se levantara lo suficiente para quedar invada. Ella volteó a mirar al chico japonés que la sostenía con el seño fruncido, intentando controlar sus emociones y pensar en una manera de escapar a su agarre.​
—Vaya, has conseguido una chica— la voz del sujeto que tenía a Dani aún agarrado se escuchaba cada vez más cerca—Eso es tener buena suerte...​
—¡Sempai!— Grito el albino de manera aguda, ahogando las palabras debido al agarre del japonés.​
—¡Callate, gusano!​
Aquel sujeto soltó a Dansei de su agarre para propinarle un puñetazo en el rostro el cual hizo que el albino cayera hacia atrás.​
—¡Dani!— la voz de Hope salió de su garganta de manera torturada por lo que acababa de ver.​
El agarre en su pelo se apretó, jalandola hacia arriba haciendo que ella se levantara con completo. Hope sintió como el japonés pegaba su mejilla a la suya.​
—¿Sabes lo que les pasa a las prisioneras de guerra?​
La furia que ella sintió en ese momento al ver a Dani en el piso, fue suficiente para hacer que la adrenalina comenzará a correr por su torrente sanguíneo. No pensó demasiado, si no que actuó de una manera casi impulsiva, con sus brazos libres teniendo al enemigo tan cerca le dio un codazo justo al estómago hasta sacarle el aire. Eso fue suficiente para que el sujeto le soltara el cabello, pero no impidió que contra atacara, Hope sintió el puñetazo en su mejilla derecha, el impacto la hizo cerrar los ojos y pudo sentir como un hilo de sangre salía de su nariz.​
Ella retrocedió lo suficiente para elevar uno de sus pies y dar una rápida parada en el costado de aquel sujeto, quien perdió el equilibrio y cayó al suelo apoyado en su pierna derecha.​
Moviendo su cuerpo un par de centimetros, Hope recuperó su arma y sin perder más tiempo le disparó en la cabeza y en parte de su pecho.​
No pudo recuperar el aliento, pues sintió como una bala se impacto en su muslo y rectamente otras dos en la espalda de su costado, ella se quejo de dolor, casi cayendose por el ardor del contacto.​
—¡Ahora verás maldita perra!​
Ella intentó girarse y su sorpresa fue el notar como su casco se impactaba justo en la cabeza del alumno que le había disparado, cuando esté cayó al suelo, pudo observar a Dani de pie, respirando de manera entre cortada.​
—S-sempai...— el cruzó su mirada con la suya y noto como sus ojos se pusieron vidriosos.​
Hope retuvo el aliento antes de levantarse, el ardor era algo fuerte. Pero debía continuar, tener fortaleza para salir de esa situación en una pieza, además necesitaba ayudar al albino.​
—Tr-tranquilo Dani... E-estar bien ahora todo...​
—S-sempai... M-me duele— Dani rompió la distancia entre ellos, mientras sostenía su mejilla.​
Ella escucho nuevamente pasos por el corredor, no tuvo otra opción que tomar a Dani y comenzar a correr con todo lo que sus piernas podían dar en ese momento, Hope trato de no pensar en el dolor, el ardor o el hambre. Su mente se había focalizado en llevar al albino a un lugar seguro. Finalmente, ambos llegaron a uno de los baños de maestros al final de las aulas. Sin miramientos la rubia abrió la puerta e introdujo a Dani, para después entrar ella. Necesitaba recargar su arma y respirar.​
—Sempai...​
—T-todo estar bien ahora...— Hope intento sonreírle, pasándose una mano mano por debajo la nariz para limpiarse la sangre.​
—¿Q-que está pasando Sempai?— pregunto el peliblanci aún sujetando su mejilla.​
—E-es o-otra...— ella suspiró, odiaba tener que continuarle mintiendo, pero no estaba muy segura de lo que debería hacer— Ser película escuela... Actores descontrolarse— ella intentó vocalizar un poco mejor, pero no podía concentrarse debido al dolor.​
—¿El Sempai de rojo estará bien? Creo que le golpee muy fuerte— la voz de Dani volvía a recuperar un tono suave, como de niño mientras comenzaba a sobar su mejilla la cual se había inchados un poco.​
—Segura ellos bien estar... Descuidar golpeado ser tu también por ellos...— ella exaló con frustración mientras terminaba de recargar el arma —Dani, kurogiri recordar estar donde— Hoppe aclaro su voz y frunció un poco el seño para corregirse— R- recordar dónde estar kurogiri?​
—El Sempai me dio un radio... Iba a comunicarme cuando me encontraron.​
—¿Tenerlo contigo?​
—Si— el peliblanco metió una de sus manos en sus bolsillos hasta sacar el pequeño aparato.​
Hope lo tomo en sus brazos, sintiendo un alivio que casi le hace olvidar sus heridas. Ella presiono el botón, pero no podía escuchar casi nada, comenzó a precionar los botones de volumen subiéndolo hasta el máximo.​
—'¡Dansei!'— la voz de kurogiri se escuchó atrávez de la señal.​
—Aqui Hope...— Hablo la rubia con nerviosismo, presionando los botones— E-encontre a Dani... A-ambos estar bien...​
—¿Hope?— atrávez de la estática quizás debido a la distancia ella escucho la voz de Hiroki —¿Dónde estás?​
—P-primer piso...b-baño de maestros del ala este...​
—¡Lisowska!— Kurogiri grito en la radio— Estamos en el segundo piso.​
—Ir para haya...​
—Espera... Iré por ustedes, estoy cerca— Hiroki hablo nuevamente por la radio, por el fundó se pudo escuchar la voz de kurogiri diciendo 'voy contigo'​
°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°°​
En resumen, empiezan los balazos hardcores y kuuls, se arman los grupitos y comienzan a pelear y disparar como locos (aún están dentro de la escuela). Una bomba de humo y otra de impacto hace que Hope se separe del grupo, llevándola hasta las escaleras del edificio en donde encuentra a Dani (quien estaba escondido) siendo amenazado por un estudiante contrario. Entre ambos se ayudan y logran escapar de esa situación, logran esconderse en un baño un poco heridos luego de la pelea. Hope logra establecer comunicación con el grupo por el radio de Dansei para volver a agruparse y formar las divisiones chilas.​
@spirit crusher no puedo mencionarte haaa (love you 💕)​
Evie Fauret Evie Fauret mencion a Alessandra disparando jarkor.​
Fatman Fatman mención a Yuri peleando bien pro.​
The PeaceMaker The PeaceMaker te comieron los gatos​
Lian~ Lian~ Kuro al rescate por los mequetrefes​
 
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Lian~

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KUROGIRI FUJIOKA

the eye of the devil


—¡Carajo!— disparo. —¡¡Carajo!!— disparo. —¡CARAJO!— disparo.
Tres asaltantes calleron abatidos en el suelo, con enorme manchas púrpuras en el pecho.
Tirando el pasador hacia atrás, kurogiri quitó el cargador del rifle guardandolo en su mochila y reemplazandolo con otro lleno.
—Me descuido 1 segundo y Dansei está en peligro—

Detrás de él, una figura avanzó a su lado dejando caer el cuerpo inconsciente de uno de los alumnos enemigos. —Está con Hope, confío en que ella lo protegerá— el Miembro del DCI, Hiroki, tomó los cargadores que el chico inconsciente traía consigo, guardandolos en sus bolsillos. —No sabía que tenías un arma como esa—

—¡Hm!— soltando el aire por la nariz, el pelimorado se puso su mochila al hombro fijandola lo más posible. —muchas cosas cambian con el tiempo Hiroki y yo no soy la excepción— murmuró con la mirada seria inhalando profundamente. —Vamos, el baño de maestros está cerca—


En el camino, el dúo de compañeros se encontró a pequeños grupos que, con la puntería de Kurogiri y la Habilidad de Hiroki, fueron abatidos sin muchos problemas.

Finalmente tras lo que se sintió como una eternidad llegaron a los dichosos baños, siendo kurogiri el primero en entrar abriendo la puerta con fuerza. —¡DANSEI!— una bala de plástico fue disparada había él, sin embargo el pelimorado simplemente apartó la cabeza para evitar ser golpeado por esta.

—K-kurogiri...— Hope, quien había efectuado el disparo ,abrió mucho los ojos al ver a quien le había disparado, bajando el arma y suspirando aliviada. —Lamentar... D-dispararte...—

El de ojos bicolor le quitó importancia al asunto con un ademán de su mano, fijando su mirada en una mata de pelo blanco que lo observaba medio escondido detrás de la ucraniana. —Dansei...estas b-oof!— kurogiri no pudo terminar su frase puesto que el menor se lanzó hacia él atrapandolo en un fuerte abrazo.

—¡Ku-kurogiri-sempai!— Dansei con un tono alegre se separó del mayor, desvaneciendo todas las preocupaciones de su sempai. —No sabía que hoy habría un evento con otra escuela, ¡este lugar es muy divertido!—

—je...— aliviado, kurogiri revolvió los cabellos del albino, sin embargo se detuvo al notar un ligero tono púrpura en su mejilla. —Dani...— murmuró tomando el mentón del menor para hacerlo voltear su rostro y poder ver mejor aquella herida. —¿Que sucedió?— pese a que la pregunta iba dirigida hacia Dansei, los ojos de Kurogiri se posaron amenazantemente sobre la rubia detrás del menor.

—Y-yo encontrar a Dani... Otra escuela, tenerlo capturado... L-los actores pasarse de mano con D-dansei—

Asintiendo lentamente, Kurogiri se arrodilló para dejar su rostro más cerca de su protegido. —¿Te encuentras bien?— Dansei asintió como respuesta. —... Bien...— inhalando profundamente y exhalando después, se puso de pie. —Toma tu mochila, vienes conmigo—

—¿No sería mejor evacuarlo junto al resto de los civiles?— Hiroki, apoyado en la pared del baño a un lado de la puerta, guardó su arma en su funda a un costado del cuerpo, tomando entre sus manos el arma más grande, dándole una suave sonrisa a la ucraniana. —Dan aún no... Es tan buen actor—

—h-hey! H-hago mi mejor esfuerzo, verdad sempai?—

—Si Dani, lo haces muy bien— kurogiri revolvió los cabellos del albino volteandose hacia el mayor de la sala. —Mi gente está protegiendo la zona de salida para los civiles, pero el camino hacia allá está plagado de esbirros y no pienso arriesgarme a que Dansei salga lastimado— por unos segundos, el mafioso estuvo pensando en que hacer. —hmm...— sacando su móvil, texteo unos mensajes hacia cierto informante.


___

Oye
Necesito de tus cámaras
Kurogiri-kun~
Estoy algo ocupado ahora y-
bang bang
Me temo que no puedo molestarte como quisiera.

Enserio escribiste "Bang bang"?

Sip nwn

...
Solo dime si el camino desde el baño de profesores hasta la Azotea está despejado.
Necesito llevarme a Dansei a un lugar donde pueda protegerlo.

* gasp in ara ara *
Estas en el baño de profesores con el adorable rollo de canela?
Acaso esto es un romance del que no estaba enterado?
Y yo que pensaba que solo tenías ojos para mí...

En serio?
Ahora?

Jo
Que aburrido
...
El camino está despejado en su mayoría, hay unos pocos soldados enemigos, pero nada que no puedas resolver, no?

Gracias Ainsley

No hay de que~
Pero luego quiero detalles de lo que sucede entre tu y el pequeño Dani~

Eres incorregible



__

—Bueno, Con dansei iremos a la Azotea—

—¿A la Azotea?—

—Si, Abby me dijo que el grupo principal se dirige a esa zona, desde el techo puedo despejar el camino hacia allá— tomando la mano de Dansei y aferrando con la otra el rifle, el pelimorado tiró del menor hacia la puerta, pasando por un lado de Hiroki. —Ah, y por cierto— antes de salir se detuvo para mirar intercaladamente a Hope y Hiroki. —Invitenme a la boda— y dicho esto salió dejando a los del DCI detrás.


...


Sin muchos problemas, ambos miembros del club de teatro alcanzaron la Azotea.

Tras asegurar el lugar, kurogiri junto a dansei tomaron asiento cerca del borde de la azotea. Dejando su mochila de lado, el tirador ocupo la mira de su arma para observar el panorama.

La entrada principal tenía a mínimo 20 alumnos resguardando el bus y habían puesto algunos mueves como cobertura en caso de un ataque frontal. —Hmm...Dansei, dame la radio por favor— apenas se le fue entregada, sintonizó un canal y apretó el botón.
—Jefa, me encuentro en posición, hay cerca de 20 unidades resguardando la entrada principal—

Pasaron unos segundos hasta que la radio sonó con la voz de abby. —Perfecto, estaremos ahí en breves, cubrenos desde el cielo, Cambio y fuera—

Soltando la radio, Kurogiri sacó de su mochila un trípode, el cual procedió a fijar en el arma y apoyar en el suelo, acostandose para tener mejor postura de tiro.
—Dansei, en mi mochila hay dos pistolas de pintura, quiero que hagas dos cosas por mi—

—C-claro sempai, lo que tu digas—

—Quiero que tomes una de ellas y que mientras me encargo de mi papel, tu la uses para protegerme en caso de que... Uh... Uno de los actores de rojo entran por ahí—

—¿y la otra?—

—Que no te alejes de mi, vale?—







__

¡Avemus post!
dies in furry agony

Ahora tienen un tirador cubriendolos desde el cielo.

Evie Fauret Evie Fauret lamento la demora
Karma Karma llama a tu opresor porque no se como diantres mencionarlo aquí XD
También los dejé sólitos en el baño por si quieren un momento a solas 6w6
Fatman Fatman mínimo unas rosas si quieres el Rape (?
Kanra-chan Kanra-chan reviva jefa T.T
The PeaceMaker The PeaceMaker ahí tienes pa tu albino
 

Fatman

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Yuri Volkov
Pasillos de la escuela
Verdadera hermandad
Post Nro. 25


Una vez más nos habíamos separado, nos llegó un indicio de que los pisos superiores estaban siendo atacados así que la capitana zaford y yo nos pusimos en marcha hacia los pisos superiores con el fin de investigar que acontecía

-estan llegando más tropas, tendremos que usar la azotea como refugio, si hay sobrevivientes los llevaremos alla- dijo Maggie mientras ambos subían las escaleras

-entendido capitana- respondió Yuri mientras continuaban subiendo hasta que llegaban al pasillo del último piso -...- con el puño hizo una seña para que se detuviesen en los escalones pues escuchaba los pasos de un soldado de rojo que se acercaba, Yuri miraba rápidamente por el filo de la pared y veía al soldado acercarse, le indicaba a la capitana tras el que era solo uno y cuando esté se acercó lo suficiente a la escalera, Yuri lo tomo de las piernas jalandolo y haciéndolo caer para arrastrarlo a la escalera y acestarle dos golpes directo al rostro dejandolo inconsciente

-hmm...despejado- Maggie subía al pasillo mientras Yuri se encargaba del soldado asegurándose que no viniese nadie

-bien...sigamos entonces- dijo Yuri mientras ambos se ponían en marcha disponiéndose a revisar las aulas de ese piso

-...- ambos se movían rápidamente y agazapados hasta que llegaban a una de las aulas en cuestión, zaford miraba por la ventanilla de la puerta rápidamente y divisaba a 4 soldados y 5 rehenes -cuatro guardias y cuatro rehenes- dijo viendo a Yuri

-entendido...- dijo Yuri mientras agachado se movía a la puerta del otro extremo de el aula, tomaba su pistola reglamentaria y metia sus dedos en la puerta entre abierta en espera de la señal

-3...2...1...ahora!- con pistolas en mano abrían de golpe las puertas y entraban de golpe disparándole a los cuatro guardias que caían al suelo muertos -despejado- dijo Maggie sonriente

-todos se encuentran bien?- pregunto Yuri

-si excepto el, dijeron las 4 chicas rehenes mientras señalaban al quinto que era un chico, se le veía golpeado -nos defendió y pues...-

-hey te encuentras bien?- pregunto viendolo

-querian molestar a las chicas...tocarlas dónde no debían...no los deje...me golpearon hasta que se cansaron...- dijo adolorido -pero al menos las chicas están bien...- sonreía levemente

-hiciste bien niño- dijo Maggie -ustedes señoritas le deben una cita cada una cuando esto termine-

-vamos arriba- Yuri ayudaba a levantarlo -ustedes ayudenlo a caminar, los llevaremos a la azotea allí estarán más seguros

-si- contestaban las chicas mientras auxiliaban al chico

-muevanse y no se detengan al menos que se les indique- dijo Maggie mientras los hacia salir del aula -oye yuri-

-si- capitana?-

-yo también quiero una cita contigo cuando esto acabe- dijo con un guión en el ojo

-si salimos de esta lo pensaré- dijo Yuri mientras comenzaban a caminar hacia la azotea

//En la azotea//

Logramos dar a la azotea, sabía de ante mano que nadie iba a ese lugar así que sería un buen refugió solo había una entrada y una salida así que sería fácil de vigilar...

-Hmm...!- abría la puerta de una patada y apuntaba notando a dos personas en el lugar que rápidamente le apuntaban

-yuri-sempai!- dijo con emoción dansei

-yuri comunista de porquería estás en una pieza- dijo juro sonriendo mientras bajaba el arma

No podía explicarlo...pero sentía una calidez y un alivio al ver a juro en la azotea

-...- sin mediar palabra Yuri se acercó y abrazo a juro con un brazo contra el

-y-yuri?- aquella acción sorprendía a juro

-me alegra ver qué estás bien...- dijo con aquella expresión sería de siempre

-c-claro...- dijo aún sin saber cómo reaccionar

-bien suban y siéntense por aca- dijo Maggie entrando con los alumnos protegidos

-dansei, kurogiri ella es la capitana zaford- dijo Yuri presentándola

-hola chicos espero no se hayan metido en muchos problemas- dijo con una leve sonrisa

-hola me llamo dansei- decía sonriente

-ugh dansei no fraternisamos con el enemigo- dijo kurogiri

-no empieces...- advirtió Yuri mientras se acercaba a la baranda de seguridad -que vez desde aquí-

-veo los autobuses de dónde salen los malditos iba a darles infierno pero llegaron ustedes- dijo cargando su rifle -aun con sus rifles de asalto sus balas no llegarán aquí desde allí abajo, pero las mías si-

-entonces harás de la azotea un objetivo que erradicar- dijo zaford -la necesitamos como un refugio-

-eso se puede arreglar, kurogiri dispara a los que intenten entrar a la escuela, la capitana zaford y yo bajaremos de piso para proteger la azotea y buscar más sobrevivientes- propuso Yuri

-por mi está bien- dijo kuro acercandose a la baranda con el rifle cargado -boom boom boom boom- apuntaba

-vamos abajo capitana tenemos trabajo- dijo Yuri

-andando entonces- asintio Maggie

[Rol off]

Lian~ Lian~
Evie Fauret Evie Fauret
 

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"There is a man on the cross!"
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No era aún el mediodía y Hiroki ya se sentía cansado. Este día, en verdad, quedaría por largo tiempo en su memoria, todo lo vivido era suficiente como para sorprender a un hombre adulto, y Hiroki aún apenas era un adolescente de 17 años, madurado a golpes por la vida, pero madurado al fin y al cabo. Los refuerzos de la escuela parecían no dar abasto, incluso algunos de los criminales que salieron a defender sus territorios habían comenzado a caer o ceder ante la presión, retrocediendo y huyendo de sus puestos una vez que su mercancía había sido evacuada, era claro que no pelearían por la escuela, sino que por su grupo, y estos podían subsistir fuera de esta aunque sea por una temporada. Sin embargo, respiró aliviado al ver que -pese al golpe- Hope estaba bien. Podía ver en sus ojos la adrenalina mezclada con el miedo. Le tocó enfrentar algo de lo que no muchos salen en una pieza, menos si se trataba una chica; claro está, que Hope no era cualquier chica, y el japonés estaba aliviado al ver que el entrenamiento que había tenido con ella en las últimas semanas había dado tan buenos resultados.

¿Estás bien? — le preguntó a Hope, acercándose a ella, llevando su mano derecha al rostro de la rubia, revisando el golpe con cuidado.
Yo… si, estar bien — le respondió, sonriendo apenas un poco, el estirar o mover mucho los músculos de su mejilla le provocaba dolor — solo necesitar hielo.
La enfermería debe estar colapsada, quizás pueda conseguir una lata de gaseosa fría, eso ayudará — le dijo Hiroki, antes de acariciar suavemente su cabello — lo hiciste muy bien, Hope.
Hiroki… — respondió ella, sonrojada y apenada — c-creo que poder haberlo hecho mejor.
Reaccionaste de acuerdo a la situación, y para proteger a Dansei. Cumpliste muy bien tu misión.

Hope solo lo miró en silencio unos segundos antes de darle una leve sonrisa, la que el pelinegro correspondió también antes de tomar su arma y volver a cargarla. Ambos debían volver a salir y seguir defendiendo la escuela. El canal de radio del DCI se abrió, avisaban de que se necesitan refuerzos en la zona del laboratorio de la escuela, ganar tiempo y -si es posible- hacer retroceder a los invasores.

El deber llama — dijo Hiroki, quitándole el seguro a su arma antes de mirar a Hope, quien respiró profundo y afirmó con la cabeza, tomó la radio y anunció que irían ambos a la defensa de la zona de laboratorios, que estaba a una caminata de cinco minutos desde los baños en dónde estaban ahora.

Apenas pudieron abrir la puerta para salir, cuando ésta se movió recibieron los disparos de un francotirador que estaba oculto en la copa de un árbol. Hiroki gruñó molesto al escuchar los impactos de proyectiles cerca de ambos.

Maldita sea… — dijo, comenzando a pensar en qué hacer; una posibilidad era usar una granada de humo para tratar de huir escondidos por el espeso humo blanco que les daría la granada, pero el problema con ese plan era que el camino era demasiado abierto y el humo solo podría cubrirlos por unos cuantos metros.
Hiroki, creo… creo tener idea — dijo Hope, llamando su atención — tirador estar parapetado en árbol, disparar apenas salir nosotros, ser impaciente.
Pues si… ¿pero en qué nos ayuda?
Mi arma, tener mira… si lograr que dispare, yo poder contestar fuego. Cubrirme con la puerta.
Es… es viable — pensó Hiroki, comenzando a sopesar rápidamente las posibilidades — ¿tienes espacio para disparar cómodamente?
Tenderme en suelo, tú asomar casco — le dijo al japonés, comenzando a preparar su arma — solo abrir un poco más… para disparar.
Claro, sólo déjame prepararlo todo.

Hiroki se sacó rápidamente el casco que tenía, dejándolo en el cañón de su arma. Comenzó a abrir lentamente la puerta del baño y dejó que Hope se acostara a sus pies, cargando su arma y comenzando a apuntar.

Bien… a la cuenta de tres… uno… dos… — dijo Hiroki, comenzando a asomar el caso por la puerta.

Y cómo dicen por ahí, los clásicos son clásicos porque siempre funcionan. Apenas se comenzó a asomar el casco, dos proyectiles le impactaron e hicieron caer del cañón del arma. Hope, a través de la mira de su arma, pudo ver los destellos del rifle al disparar, aguantó la respiración y disparó dos ráfagas cortas de su SCAR-SC. Entre las hojas y flores que cayeron por los impactos, un cuerpo también lo hizo. Hiroki salió primero y ambos estudiantes se acercaron rápidamente al cuerpo, alejando además el rifle de su alcance.

Buen tiro, Hope — le dijo el japonés a la rubia, dedicándole una sonrisa — de mientras, vamos, aún necesitan nuestra ayuda en los laboratorios.

Ambos retomaron el camino hacia los laboratorios, pero nuevamente el canal de la radio se abrió para escuchar la voz de Alessandra.

¡Lisowska! — se escuchó, mientras sonaban algunos disparos — ¡necesito que vayas a la zona de detención, y saques de ahí a Kiran!
Alessandra, ¿acaso estás loca? — le contestó el japonés por la radio — está cumpliendo condena.
¡Es el único en quien podemos confiar ahora! — replicó Alessandra, mientras se sentían unos impactos de bala — ¡es una orden, maldita sea!
Y-Yo ir — dijo Hope, tomando firmemente su arma — e-estar segura si Hiroki venir conmigo…
¡Denegado, a él lo necesitamos acá! — respondió Alessandra.
Hooo, ¿acaso me he perdido de alguna noticia? — se escuchó la voz de Ains entre los disparos — voy a querer todos los detalles, mientras más sucios, mejor.
No es momento de tus perversiones, Davies — añadió Irene, quien parecía estar recargando su arma — el camino a las salas de detención está libre, Lisowska no debiese tener problemas.

Hiroki bufó molesto, no quería dejar que fuera sola. Sin embargo, la rubia posó sus manos sobre las de él, haciendo que la mirara a los ojos por un minuto.

Sé que tú estar preocupado… estar bien, cuidarme y mover rápido — le dijo ella, tomando la radio antes de que Hiroki pudiera decir algo — Lisowska al habla, comprender, ir rápido por Kiran.

El japonés no pudo decir nada antes de que la rubia revisara su arma para partir. Un llamado por la radio le ordenó subir hasta los laboratorios, ya que necesitaban fuego de apoyo.

Cuando termines, lleva a Kiran a los laboratorios, estaremos esperando ahí — le dijo Hiroki, ajustando el casco nuevamente — y… cuídate, ¿sí?
Yo hacerlo… tú también.

Hiroki vio como Hope comenzó a alejarse, avanzando con rapidez pero con cuidado. Recordó la orden que tenía y revisando su arma, se internó al edificio de la escuela para comenzar su viaje hasta los laboratorios.

Pero cuando entró, algo en él comenzó a sentirse muy distinto, el chirrido de las luces parpadeando y el sonido de sus pasos adentrándose a la escuela comenzaban a ser muy molestos.

El sudor comenzaba a caerle en forma de gruesas gotas frente a sus ojos, de vez cuando podía sentir el líquido salado causarle un poco de irritación, pues algunas diminutas partículas se colaban a través de las delgadas pestañas.

La errática respiración de Hiroki podía escucharse a través de aquel largo pasillo, nunca había visto aquellas áreas tan desiertas y silenciosas, sobre todo tan desordenadas. Por el suelo había papeles regados, libros y manchas de pintura, lo cual indicaba que el caos de la guerra había pasado justo por ahí. El pasillo lo iluminaba una lámpara no muy funcional, dándole un brillo intermitente al oscuro pasillo, el cual comenzaba a causarle un poco de dolor en sus ya irritados ojos. Aun así, el japonés enfocó un poco su vista hacia arriba, notando que incluso el plástico que protegía aquella luz tenía salpicaduras rojas, al igual que las paredes y parte del suelo, esa pintura parecía haberse secado algunas horas atrás, lo cual le dio la confianza suficiente para continuar avanzando, sin embargo sus manos se aferraron a su arma antes de volver a caminar de manera sigilosa.

El cansancio estaba comenzando a invadir su cuerpo, los músculos de sus piernas apenas podían responder, el peso de las protecciones de su traje comenzaba a parecerle de concreto y la cabeza comenzaba a darle vueltas. Hiroki no estaba seguro de la razón, había tantas posibilidades que simplemente no podía discernir el por qué se sentía de aquella manera. La desesperación por terminar la batalla rápidamente estaba comenzando a consumirlo, intentó cerrar los ojos y respirar, conservar la última pizca de temple que aún le quedaba, pero simplemente fue imposible.

Él había tenido que separarse sus compañeros, despejando el área para que pudieran avanzar y finalmente salir al patio principal. Era algo que había hecho antes un millón de veces, avanzar primero, quitar los obstáculos, pelear si era necesario y obtener la victoria. Pero ese día, las ideas de sus compañeros, siendo capturados, torturados o ejecutados comenzaron a invadir su mente. Hiroki sentía aquellos pensamientos amargos llevándolo a un lugar muy oscuro en su mente, era una línea que no quería cruzar, que no podía darse el lujo de cruzar en esos momentos. Sin embargo a cada paso que daba los oscuros pensamientos de las personas que había dejado atrás comenzaron a invadirlo, la oscuridad del pasillo, la luz intermitente, los gritos a través de las paredes y aquellas manchas rojas comenzaron a volverlo loco.

Estaba preocupado, irritado y cansado.

Pero su sentido del deber había salido victorioso, al menos lo suficiente como para continuar sus pasos. Hiroki cerró sus ojos y parpadeo varias veces disipando lo mejor que pudo aquellos pensamientos que lo mantenían tan absorto.

Pero aquella concentración fue contraproducente. Aquella concentración hizo que el pelinegro fuera capaz de escuchar el sonido de uno de los relojes de algún salón de clases, aquel vacío sonido se colaba en su cabeza... lo percibía tan lejos y tan cerca al mismo tiempo, haciendo eco e invadiendo aquel sombrío pasillo, recordándole que cada paso que daba era crucial, que cada segundo importaba, pero sobre todo, aquel incesante sonido le dejaba claro que aún estaba muy lejos de su destino.

Con cada segundo el sonido del reloj parecía ir aumentando su volumen, el eco del mismo comenzaba a resonar con más fuerza en las paredes de su mente, haciendo que su mirada se perdiera en imágenes y pensamientos más oscuros.

El pelinegro podía ver claramente aquella película que estaba tejiendo en su cabeza: Observaba el cuerpo de Alessandra en el suelo con su arma a lo lejos, completamente inerte, al igual que a su novia, sus compañeros... todos y todas muertos, regados por el suelo como despojos tenebrosos de los que alguna vez fue una escuela llena de vida. Él no había podido hacer nada para ayudarlos, se había quedado completamente con la culpa comiéndoselo desde el interior.

La respiración de Hiroki se volvió errática, parpadeó varias veces obligándose a regresar a la realidad. El calor y el peso del traje comenzaban a asfixiarlo. Con rapidez se quitó el casco, bajó su arma y en un rápido movimiento con su mano desordenó rabiosamente su cabello intentando sacudir aquellos pensamientos, como si fuera una especie de polvo esparcido.

Sin embargo, el reloj cortaba cada vez más y más su cordura.

El pelinegro comenzaba a sentirse cada vez más asfixiado, su pecho subía y bajaba en búsqueda de oxígeno. Intentaba inútilmente estirar un poco su chaleco, el cual comenzaba a pesarle de sobremanera, sintiendo una especie de opresión que le robaba el aire.

Estaba tan desesperado por conseguir regular su respiración que no se dio cuenta cuando su casco cayó de su mano derecha, dejándolo detrás de él mientras seguía avanzando; el chaleco le pesaba, le impedía respirar cómodamente y en un rápido movimiento decidió despojarse la prenda, la cual solo soltó un ruido seco en aquel suelo de concreto.

Logrando regularizar un poco su respiración. Hiroki tomó su arma con mayor firmeza con una de sus manos, logrando que la misma se arrastrará ligeramente contra el piso; sin embargo, una intensa sensación de mareo comenzaba a invadirlo, podía observar como el piso comenzaba a transformarse en pequeños montículos que comenzaban a moverse bajo sus pies, provocando que por su esófago comenzara a subir la bilis.

El pelinegro aclaró la garganta, asqueándose al sentir el sabor del vómito que había logrado reprimir. Sentía escalofríos y, al mismo tiempo, un calor sofocante; se quitó también la chaqueta con camuflaje, solo llevando una camiseta negra y ajustada a su cuerpo. Las náuseas, el calor, el frío, nada se iba.

Y ese maldito reloj continuaba resonando, burlándose de él.

Hiroki gruño con frustración, mientras seguía avanzando. Aquel sonido, estaba comenzando a ser intolerable, cada resonar de las manecillas... era como si conociera sus debilidades, parecía que el sonido estaba marcado sabiendo que jamás alcanzaría su objetivo, y cada tic-tac era solo un eco burlón de una risa cínica que resonaba a través del pasillo, burlándose de sus debilidades.

Carajo... concéntrate, Kimura.

Reprimiéndose a si mismo, continuó sus pasos hasta que finalmente alcanzó a observar un ápice de luz que emanaba de una ventana a lo lejos del pasillo. Estaba llegando por fin al final, lo cual quería decir que podría alcanzar el exterior sin problemas. Suspiró un segundo, intentando relajar sus músculos y su mano derecha se estiró hasta el borde de su cinturón, en donde posaba su radio. Al estirar por completo el brazo, el pelinegro cerró su puño, notando como este temblaba.

Maldiciendo mentalmente, Hiroki retrocedió su mano, no podía hablar con nadie ahora, debía asegurar el área primero... pero en verdad, necesitaba escuchar algo más que el golpeteo de las manecillas de aquel maldito reloj.

El cuerpo del pelinegro se tensó al escuchar pasos provenientes de un pasillo contrario. Hiroki conocía muy bien el sonido de botas de combate estrellándose contra en suelo.

¡Ustedes, vayan por ese pasillo!

La gruesa voz de uno de los soldados de la escuela rival logró hacer eso en su cabeza, entremezclándose con los sonidos de las botas sobre el piso y el reloj.

El sudor frío comenzó a bajar por su cabeza y ahora comenzaba a deslizarse por sus brazos desnudos. Tomó su arma, fuertemente con ambas manos, subiéndola a la altura de su mandíbula. La adrenalina y la desesperación de los sonidos lo llenaron de una terrible ansiedad, ya que a juzgar por el sonido de los pasos sobre el piso, eran más de dos personas las que se avecinan.

Maldiciendo nuevamente, se mordió un poco los labios por dentro, el dolor lo trajo un poco de regreso a la realidad, haciendo que su vista se enfocará hacia adelante. De manera sigilosa, recargó su cuerpo a una de las paredes, para comenzar a avanzar lentamente.

Hiroki nunca había sido alguien descuidado pero al pasar su espalda en una de las paredes el switch de la luz se apagó, atorando en la manga su playera. Aquello llamó la atención de tres de los soldados del final del pasillo.

¡Hay alguien ahí! — uno de los que utilizaban el uniforme rojo apuntó en dirección al pelinegro, haciendo que tres soldados corrieran en su dirección.

El pelinegro tomó su arma y comenzó a disparar en dirección a uno de los soldados dándole justo en la pierna haciéndolo caer al suelo. Esto le dio el tiempo suficiente para comenzar a correr y esconderse en uno de los pilares del final del pasillo.

Respirando de manera entrecortada, el sonido de las balas y las manchas de pintura de sus oponentes comenzaban a ponerlo nervioso, eran demasiados, aproximadamente cinco para el solo... no podía pedir refuerzos, ni arriesgar a sus compañeros. Suspirando de manera resignada, decidió salir y enfrentarlos, con todo lo que tenía.

Comenzó a disparar en dirección a dos de ellos que se habían acercado más a su escondite. Avanzó un par de pasos hasta sacar su cuerpo lo suficiente como para poder continuar con los disparos.

La lluvia de balas y pintura se esparció por todo el lugar creando un eco vacío en los pasillos en conjunto con los quejidos de las seis personas que se enfrentaban ahí. Hiroki tenía su brazo izquierdo completamente rojo, debido a la pintura y las heridas de balas que le habían dado durante el enfrentamiento. Siseando debido al ardor, se colocó detrás del muro de concreto que separaba los pasillos, tenía pocas balas, pero de los cinco soldados, ahora solamente se encontraban tres en pie... podría hacerlo, si se mentalizada lo suficiente.

Con la mano temblorosa, logró colocar más balas dentro de su arma... era extraño, jamás sus manos habían temblado tanto. Jamás sus sentidos habían estado tan a flor de piel que incluso podía aún escuchar el sonido del reloj que había dejado ya muy atrás ¿Era su imaginación? ¿Era su mente trastornada recordándole que no lo lograría? De nuevo comenzó a respirar de manera entrecortada, algunas balas cayeron al piso, pero otras las pudo acomodar dentro del cartucho a pesar del temblor de sus manos.

Llenándose de determinación, el pelinegro volvió a salir. Con su arma en mano, notando como había perdido segundos valiosos pues uno de los soldados se había acercado lo suficiente como para correr en su dirección y golpearlo con su puño justo en la boca del estómago, haciendo al pelinegro retroceder debido al golpe.

Hiroki sintió el mareo apropiarse de su mente y cuerpo, sin poder retener un poco de bilis salió de su boca, provocando que tosiera buscando algo de oxígeno. El soldado de uniforme rojo aprovechó esto para volver a golpearlo, ahora con la culata de su arma justo detrás de la cabeza, haciendo que Hiroki callera el suelo.

¿Es todo lo que tienes? — se burló el chico, colocando un pie sobre su cabeza — diste más pelea de lo que pensé... — retorció su pie sobre su ya punzante cráneo, causándole más dolor.

Johnny, levanta al japonés — ordenó uno de ellos acercándose a la escena con los otros cuatro soldados detrás.

El antes mencionado pisó aún más fuerte la cabeza de Hiroki, antes de levantar su cuerpo del suelo, abrazándolo del cuello para que no huyera. El pelinegro respiraba de manera entrecortada, sin fuerza en sus músculos para luchar, con su estómago y mente enteramente revueltos, con el cansancio consumiéndolo desde dentro... había fallado.

El que parecía ser el líder de los rojos se acercó lo suficiente a Hiroki como para tomarlo del mentón y voltear su cara ahora roja y un tanto herida por la pelea. El estudiante de la escuela contraria se burló antes de escupirle a la cara.

Te he visto antes...— el chico se acercó un poco más a Hiroki hasta su rostro, volteando su cabeza analizando su apariencia — claro... ¡eres un miembro del equipo de supervivencia!

Otros dos de los soldados susurraron algo que él no fue capaz de escuchar ya que sus oídos zumbaban y su cabeza daba vueltas.

¡Déjame este a mí, Johnny! — el chico sonrió perversamente — tengo algo pendiente con este imbécil.
Yo... no te conozco... — Hiroki hablo ente jadeos entrecortados. Aun así, no dejaba de moverse, intentando zafarse de su rival con las pocas fuerzas que le quedaban en el cuerpo.
¡¿Que no me conoces?! — gritó antes de acercarse de manera beligerante al pelinegro, dándole un puñetazo en la mejilla izquierda, provocando que de su boca emanara un fino hilo de sangre debido al labio partido — fui uno de los que dejaron “muerto” en una de las estúpidas redadas en nuestra escuela — el chico de apariencia latina, le hablaba fuertemente muy cerca de su rostro.
No sé... de que estás hablando... — Hiroki volteo su mirada aún lado contrario intentando respirar y mantenerse consciente.

El del uniforme rojo se acercó al pelinegro, tomándolo de su cabello lo obligó a mirarlo directamente a los ojos.

Quizás... debería dejarte algo, para que ahora no me olvides...

Riéndose de una manera sombría, el rival de la escuela contraria sacó una navaja de combate, con el mango de color negro, que guardaba en una de sus botas. Sonrió mostrando dientes, colocando el filo de la misma muy cerca del rostro de Hiroki, bajando la un poco colocando el filo en uno de sus brazos bajándolo muy despacio hasta el dorso de su mano, causando una leve herida marcando su recorrido la cual hizo sisear al pelinegro, moviendo su brazo y parte de su cuerpo para liberarse, haciendo que la navaja del oponente cayera al piso.

¡Ustedes! Tómenlo de los brazos, sujétenlo fuerte — indicó el latino a dos de los esbirros que tenía detrás. Cuando estos sujetaron al pelinegro de los brazos. Él se agachó al suelo para levantar su navaja.

La cercanía de aquellas personas, sujetándolo por el cuello y ahora sus manos hicieron que el torturador del DCI comenzará a respirar de manera agitada sintiéndose prisionero, completamente rodeado y sofocado.

Involuntariamente, su cabeza comenzó a repasar como escenas de una película fragmentada de su pasado. Nuevamente comenzaba a sentirse vulnerable, inútil... débil.

El pecho del pelinegro subía y bajaba de manera errática, el escenario cambiaba de a poco y de nuevo, era aquel muchacho que una vez había sido. Un chico joven, con aspiraciones normales que fue tomado como prisionero y abusado de una manera brutal.

Pondré mi inicial en tu rostro... así nunca te olvidarás de mi... — el latino colocó la navaja muy cerca de la mejilla de Hiroki

El pelinegro seguía inerte ante los recuerdos en los cuales se sumía su mente, siendo traído a la realidad por el frío metal de la navaja.

Nada había cambiado...

Hiroki estaba inerte con sus sentidos todavía demasiado sensibles... claramente podía escuchar el sonido de su respiración resonado en sus oídos, podía inclusive escuchar como la sangre corría por sus venas... los golpes, las burlas y su piel abriéndose antes quienes lo torturaron en el pasado... los gritos de su antiguo yo...

Y ese maldito reloj...

De nuevo sintió una punzada de dolor en la mejilla. El cual comenzó a desatar en él una furia que comenzaba a bullir en su interior. ¿Nada había cambiado en realidad? ¿Debería pasar todo este dolor de nuevo? No... era ahora el torturador del DCI, era miembro del Escuadrón 501.

Era Hiroki Kimura.

Dejando que la furia saliera en forma de un grito, Hiroki utilizó sus pies, para patear a quien lo sostenía del cuello justo en la rodilla, haciéndolo flaquear y caer, dejándolo libre del cuello. Retrocediendo un poco más, se alejó lo suficiente de la navaja y en un rápido movimiento de sus piernas, logró patear a otro soldado que lo sostenía liberando su brazo derecho el cual utilizó para pellizcar con fuerza el brazo del soldado que sujetaba el izquierdo el cual se liberó casi enseguida.

Su respiración se hacía cada vez más acelerada, podía sentir sus brazos calentarse debido a que la sangre se derramaba a una velocidad que casi podía sentirla recorrerla desde su cuello hasta la punta de los dedos de sus pies.

La vista se le nubló mientras que su mente fijaba un solo objetivo: Acabar con esos bastardos.

De alguna manera, Hiroki comenzó a dejar de pensar. En su cabeza podía escuchar sus propios gritos, cuando aún era un crío, mientras arrastrado y torturado, entremezclando las súplicas de misericordia y los aullidos de dolor con el sonido de un reloj lejano.

¡Mierda! ¡Atrápenlo! — gritó el latino mientras se acercaba peligrosamente en su dirección.

Enajenado con la mezcla de aquellos sonidos que retumbaban en su mente, Hiroki sabía muy en el fondo que está vez sería diferente, está vez él lo haría todo por ser él quien quedará de pie. No aceptaría el ser rebajado de nuevo jamás.

Por nada y por nadie.

Soltado un fuerte grito desde el fondo de su garganta, el pelinegro se movió con rapidez, tomando una de las armas que había dejado caer un soldado que lo mantenía prisionero, era un poco más pequeña que la suya, pero en ese momento absolutamente nada más importaba.

Era su turno.

No pasó desapercibido el hecho de que uno de ellos intentó dispararle, pero al tener sus sentidos tan alerta pudo notarlo antes de que comenzará la lluvia de balas. El pelinegro se escondió detrás de una línea de casilleros al final del pasillo, tomó el arma entre sus manos y sin dudarlo un momento más salió para comenzar a disparar salvajemente.

Rápidamente notó como más soldados comenzaron a llegar a la escena, cinco se hicieron ocho muy rápidamente mientras el continuaba con sus disparos, dándole a dos que dejó fuera de combate.

La adrenalina que corría por sus músculos lo hacía ser inclusive más rápido, esa especie de entumecimiento e inconsciencia de su mente lo hacía actuar con una especie de rapidez calculadora casi animal, logrando deducir velozmente la siguiente acción de sus enemigos.

Cuando las balas del arma que cargaba se terminaron, el pelinegro no dudó en ir en dirección de los soldados que quedaban, recibiendo algunas balas las cuales comenzaron a abrir heridas en su piel, pequeños puntos que comenzaban a abrir su carne en la expuesta y vulnerable piel de sus brazos, rostro y hombros. Cada punzada y ardiente herida, entremezclada con el dolor, lo alentaba a continuar.

Alcanzó a tomar a uno de ellos, el chico rubio que lo tenía aprisionado del cuello. Un muchacho bastante alto, que parecía sentirse intimidado por alguna razón. Le tomó al pelinegro un par de segundos darse cuenta de que las balas provenían de él y que estaba a menos de un metro de alcanzarlo y golpearlo con toda la fuerza que tiene.

Hiroki le dio un cabezazo justo en el estómago, haciendo que el rubio perdiera el equilibrio y aflojara sus extremidades, Hiroki se hincó y con sus manos tomó su arma antes de darle una patada que lo arrojó lejos de su alcance, dejándolo inconsciente en el suelo.

El pelinegro continuó con los disparos, mientras los seis soldados restantes lo aprisionaban de cierta manera, Hiroki estaba en medio de un extraño intento de semicírculo, que poco a poco se iba cerrando entre la lluvia de balas. De cierta manera, él agradecía el ardor que las heridas provocaban en su piel, lo mantenían despierto y centrado en acabar definitivamente con sus enemigos.

Mientras disparaba, uno de ellos alcanzó a tomar su cuello, presionándolo entre su brazo y su arma… sin embargo, al tener las manos libres, Hiroki alcanzó a darle un golpe con la culata del rifle en uno de sus costados, provocando que el invasor se moviera un poco hacia atrás, lo suficiente como para que Hiroki le saltará encima, con su puño, comenzando a golpearlo en el rostro.

Sangre comenzó a manchar sus nudillos, pero no se detuvo hasta que sintió un fuerte ardor en la espalda y un poco de humedad. Volteando un poco hacia atrás con la respiración acelerada, se dio cuenta de un enorme manchón de pintura roja, cubriendo la mayor parte de su espalda.

El japonés flectó un poco sus piernas, impulsándose con fuerza para levantarse del suelo con rapidez y soltando un grito furioso y gutural, Hiroki corrió en aquella dirección, ahora solamente le quedaban cuatro. Sin pensarlo demasiado, golpeó a ese chico con la culata de su arma, sintiendo como el ardor de más balas de pintura se estrellaba contra su cuerpo, manchándolo más todavía.

Soltó un gruñido de frustración al ver qué los tres restantes intentaban aprisionarlo, el pelinegro colocó el arma con la que había golpeado al soldado contrario y comenzó a disparar, dejando a uno de ellos fuera de combate.

La batalla que Hiroki y los otros dos soldados infiltrados estaban librando parecía no tener fin, ambos eran muy rápidos rellenando sus municiones haciendo casi imposible para el pelinegro poder cruzar hasta la salida.

Acéptalo de una buena vez, estás acabado. Si, tuviste suerte... ¡pero se te acaba de terminar!

Hiroki mordió su lengua al sentir colando por sus tímpanos el agudo grito que el latino había soltado. Cegado aún por el instinto, el pelinegro escuchó caer una granada muy cerca de él. Aprovechando ese corto tiempo, el pelinegro corrió en dirección de sus enemigos, disparándole a uno varias veces en la cabeza dejándolo completamente inconsciente muy rápidamente. Ya muy detrás de él, la granada explotó, manchando buena parte del suelo y las murallas de la escuela con pintura roja.

Ahora solo quedaba uno.

Dijiste que querías dejarme un recuerdo, ¿verdad? — Hiroki tiró el arma de juguete y de su estuche sacó su propia navaja, mirando el rostro atónito del latino — ΜΟΛΩΝ ΛΑΒΕ… — le dedicó el japonés a su enemigo, colocándose en posición de combate, con su pierna derecha hacía atrás, la manos empuñadas y el filo de su navaja, sostenida por su mano derecha, apuntaba hacia afuera del cuerpo del japonés, mientras su puño y brazo izquierdo protegían su ya herido y manchado rostro, mezcla de sudor, sangre y polvo.

El muchacho de uniforme rojo sonrió muy ligeramente, mirando desafiantemente en dirección a Hiroki, haciendo su arma a un lado y corriendo en su dirección con su propia navaja en mano.

El forcejeo entre ambos era fuerte, sin embargo, el movimiento del pelinegro era casi feroz, rasgando profundamente las extremidades del enemigo en múltiples ocasiones. Sin embargo, tenía una mayor protección y a pesar de sus acercamientos, no lo graba lastimarlo.

En uno de los movimientos el chico moreno logró cortar un poco la piel del cuello de Hiroki, provocando que el pelinegro siseara fuertemente de dolor, haciendo que su mano fuera directo a cubrir su herida, el movimiento involuntario del japonés fue aprovechado por el latino el cual le propinó una patada en el estómago, haciendo que el japonés retrocediera un par de pasos.

No tienes oportunidad… — el chico del uniforme rojo comenzó a reírse viendo como el pelinegro paraba su cuerpo antes de caer al piso — y cuando acabe contigo, iré a por tu hermanita… con lo que me gustan las rubias.

Respirando de manera entrecortada y aún sosteniendo su cuello, Hiroki hizo lo mejor que pudo para enfocar su vista. Observó su reflejo en una de las vitrinas de los trofeos un segundo, estaba cubierto de pintura roja, sangre emanaba de su nariz y de su boca, mientras que en sus extremidades comenzaban a abrirse pequeñas marcas que le habían dejado las balas. Tenía un aspecto horrible y sin embargo... eso solamente pareció alentar aún más a Hiroki... el reflejo, el golpeteo del reloj y los gritos en su cabeza ahora entre mezclados con esa horrible risa y las burlas de aquel invasor... lo volvieron loco.

Lo había logrado: Veía al monstruo que todos los demás veían en él.

Y bendijo el terror que de él emanaba.


Corriendo lo más rápido que le dieron sus piernas, Hiroki tomó al latino de los extremos de su chaleco haciendo que su cuerpo se estrellara contra la vitrina en la que se había reflejado, rompiendo el vidrio. Sin soltarlo, lo arrojó hacia al frente, haciendo caer al moreno al suelo y sin perder el tiempo se abalanzó sobre él, apoyando una de sus rodillas en la espalda de aquel soldado, llevó su mano izquierda a sus cabellos, jalándolos hacia arriba, obligándole a que levantara la vista. Hiroki colocó el filo de su navaja en el cuello de aquel muchacho. Sabía que podía hacerle daño, mucho daño; con unos movimientos de su mano, sería capaz de separar la cabeza del resto de su cuerpo.

Pero su mano parecía no querer responder. Una parte de su mente lo empujaba a hacerlo, pero sentía como si una fuerza superior se lo impedía. Hiroki lo reconoció, era su sed de sangre.

Aquello le asustó.

¡Para! ¡M-maldita sea! ¡P-por favor!

Hiroki bajó su mirada, notaba a aquel chico luchando por su vida. Y de cierta forma, se reconoció en él.

Si, creo que tienes razón… no es divertido cuando dejan de pelear — Hiroki alejó la navaja del cuello de aquel invasor, pero el dolor le recordó la herida que él había dejado en su brazo — sin embargo… te devolveré el gesto — con un movimiento rápido de su mano derecha, hizo que el filo de su arma comenzará a rozar el rostro del latino, dejando una larga herida en este.

El latino gritó con fuerza sintiendo como el filo de la navaja comenzaba a enterrarse en la piel de su mejilla, el miedo lo hizo temblar hasta que luego de un par de segundos simplemente se desmayó.

Hiroki notó como aquel chico dejaba de moverse y gritar mientras que un ligero hilo de sangre comenzaba a salir de dónde había encajado el filo de su navaja.

Respirando de manera entrecortada, casi soltando pequeños gruñidos para atraer el oxígeno a sus pulmones, el pelinegro se dio cuenta que ahora todo se encontraba en un extraño silencio. No había más sonido de balas, no había más gritos, no había más recuerdo; pero lo que le hizo soltar el aliento retenido....

Fue el hecho de que había logrado detener el reloj...

Respiró profundamente antes de limpiar la sangre de su navaja con sus dedos, agitando su mano para desechar aquellas gotas de color rojo carmesí en el suelo. Apreció la escena de destrucción que había quedado, y en un reflejo de las ventanas, observó su reflejo: Herido, golpeado, cansado. “Yare yare…” pensó él, levantándose del suelo para comenzar a caminar en búsqueda de lo que había dejado en el camino; no tomó la blusa del uniforme hasta que encontró su chaleco táctico. Se sentó en el suelo y apoyó su espalda contra la muralla, buscando entre los distintos compartimentos, sacó un vendaje de color blanco y comenzó a envolver su brazo herido con la tela, tratando de detener el sangrado. Cuando estuvo satisfecho, se levantó y se volvió a colocar su equipo, el casco regresó a su lugar y la Minimi volvió a sus manos.

Suspiró una última vez antes de retomar su camino, esquivando cuerpos y pisando vidrios rotos con sus botas de combate. Sintió algo correr por su rostro, pensó que de seguro era sangre y que podría limpiarse en un baño cercano.

¿Hiroki?

Escuchó una voz detrás de él, se volteó y pudo ver a Hope junto con Kiran y Misha, ambos armados con el equipo antimotines del Personal de Detención.

¿Qué pasar acá?
… solo… solo una emboscada — dijo Hiroki, luchando por sacar su voz de su propia garganta.
¿H-Hiroki?... ¿tú estar llorando? — le dijo la rubia, acercándose a él, antes de acercar lentamente su mano derecha al rostro del japonés, sin importarle si se manchaba con sangre.
¿Qué? No, no, no estoy… — Hiroki trató de desviar las dudas y la preocupación de su novia, pero el gentil tacto de la mano de ella sobre su rostro, sumado a la mirada de preocupación de ella… fueron demasiado — yo… yo…
Mejor vamos, Misha — dijo Kiran a su compañero, quien solo asintió en silencio y comenzaron a trotar rápidamente hacia la zona de los laboratorios.

Nuevamente el pasillo quedó en silencio, los pasos de Misha y Kiran se fueron alejando hasta que ya no se escucharon más. Hiroki seguía luchando para sacar su voz de su garganta, se sentía vulnerable con Hope, no de una forma física, sino más bien psicológica. Sentía que ella lo podía leer como un libro abierto en su idioma natal.

Yo hice esto… — dijo Hiroki, logrando sacar un hilo de su voz — esto… esto es mi culpa… yo… y-yo…
Hiroki, Hiroki, mirarme — le dijo Hope, tomando su rostro y clavando su mirada sobre la de él — hacer nada malo… sobrevivir… estar herido. Descansar.
M-Mi hermana… dijeron… dijeron que iban a por ella — contestó Hiroki, respirando de forma agitada, quería comenzar a correr a dónde estaba, pero las piernas no le daban — le van a hacer daño, necesito verla…
Hiroki, ella bien, a salvo.
No, no, le van a hacer algo, me lo dijeron. No le puedo fallar, no otra vez…

El pelinegro se dió la vuelta para comenzar un trote rápido hacia la zona de los laboratorios, pero sus piernas, cansadas ya de tanto correr, saltar y pelear, no respondieron. Cayó de bruces, respiraba con dificultad, sentía nuevamente aquella oscuridad invadir sus pensamientos. La voz de Hope se escuchaba muy lejana, los pasos de ella acercándose a ver como estaba; pero los vidrios, las piedrillas del piso, todo eso se sentía tan cercano y lo lastimaba tan profundamente.

¿Por qué?” pensaba, mientras se arrastraba por el suelo usando sus manos, “¿por qué no puedo ser más fuerte?”.

Hiroki sentía como si fuese a perder el conocimiento, pero el latido de un corazón ajeno lo trajo de regreso a la realidad. Al darse cuenta, Hope estaba arrodillada a su lado, abrazando con fuerza su cabeza mientras sollozaba un poco al verlo así.

Descansa — le decía, entre sollozos, mientras apretaba más la cabeza de Hiroki contra su pecho — por favor… ya estar bien, estar todo bien.

Yare yare” pensó, mientras sentía como si se durmiera, “hice llorar a mi novia el primer día de noviazgo... en verdad, soy lo peor”.
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Karma Karma todo listo babe 😘💖💞
Evie Fauret Evie Fauret mención a la master​
 
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Sin cuartel
Post Nro. 26



No había otra forma de describir lo que sucedía en la escuela mas que una guerra sin cuartel soldados de ambos bandos combatientes hasta el final...sin embargó aún no entiendo cual era su objetivo en esta invasión, sería estúpido pensar que está invasión tenía como objetivo solo saciar un apetito por la destrucción por parte de la otra escuela...habia algo mas, pero estaba seguro que la respuesta a esa pregunta no llegaria en este momento sino cuando todo acabara asique la unica manera de saber que sucederia era simplemente seguir combatiendo y presionando...sin embargo nuestro trabajo en estos momentos era mantener la posición

-Empuja...!- zaford y yuri empujaban un escritorio para formar una barrera que cubria los pasillos que daban contra la escalera hacia la azotea, el cual era el punto que los invasores tratarían de llegar para quitarse de encima el francotirador de la azotea -bien traeremos un par de pupitres y los colocaremos de este lado- dijo señalando el lugar

-ok ok...- dijo mientras se acercaba a un aula vecina y tomaba las mesas y sillas en cuestión para seguir fortificando la estructura indicada

armamos un fuerte con el fin de crear una barricada para que nadie pudiese entrar hacia la azotea, si lográbamos mantener a kuro presionando y mermando las fuerzas de los atacantes antes de que entraran a la escuela puede que decidieran retirarse o al menos olvidar los últimos pisos, asi podríamos limpiar de arriba a abajo la escuela

-se estan acercando...- decia maggie mientras se podian escuchar los gritos de los invasores y los pasos de su marcha por las escaleras hasta el piso superior

-rapido cubrete...!- ambos se lanzaban tras la barricada

podia sentir mi corazon latir a millon sabia que esta seria una batalla dificil...eramos solo dos contra quien sabe cuantos...

-...- ambos en silencio preparaban sus armas hasta que yuri decidio hablar

-maggie...- dijo llamando la atencion de la chica

-h-huh?- la chica lo veia al escuchar que la habia llamado por su nombre ambos se encontraban sentados recostados de espaldas a la barricada abrazados a sus rifles de asalto y las ultimas cargas de proyectiles que les quedaban

-toma mi mano...- dijo acercandole su mano a lo que la chica la tomaba -recuerda, no estas sola...estamos juntos en esto- dijo yuri -cuida mi espalda y yo cuido la tuya...camina conmigo en el infierno...y todo ira bien- le sostenia firme la mano

-a-ahh...- la chica se sonrojaba sin habla al escucharlo decir tales palabras de apoyo

-eres la mejor capitana de escuadron que he tenido...- dijo escuchando como los pasos se acercaban

-ehehehe no es como si hubieses tenido muchas- decia con una risilla sonriendole al chico de porte serio

-lo se...pero igual- dijo mientras cargaba el rifle -acabemos con ellos-

-si salimos de esta quiero mas que una cita- dijo la chica

-entendido...- ambos se colocaron tras la barricada y apuntaban hacia el pasillo de la escalera esperando que subieran

la calma antes de la tormenta...

-Fuego!!- grito maggie al ver a mas de 6 soldados rojos que subian las escaleras al pasillo y ambos comenzaban a disparar a todo dar dandole a los objetivos mientras los que iban llegando buscaban como contrarrestar el fuego y ponerse a cubierta

-Hmm...!- yuri apuntaba y seguia disparando mpara luego agacharse tras la cobertura mientras los rojos disparaban -fuera de mi escuela malditos!- volvia a apuntar y comenzaba a disparar nuevamente, las balas de pintura volaban de aqui a alla sin parar en aquel pasillo donde se encontraban atrincherados

aqui es donde plantamos pie, damos batalla y no los dejamos pasar...

[rol off]

Lian~ Lian~
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Esto solo es el. Comienzo



Alessandra corría por lo que eran los pasillos rumbo a la entrada su objetivo era dispararle al capitán, pero… algo andaba mal, la táctica enemiga era diferente no buscaban llegar a algún punto clave para tomar, no, ellos estaban de teniéndolos, la rubia freno su avance y sus acompañantes lo hicieron para verla.

—¿pasa algo? —pregunto Irene

—cambio de planes vamos a la oficina del profesor fukushima —comento alessandra

—¿el maestro de química? ¿Pará qué? —pregunto ainsley

—noten el patrón del ejército enemigo no buscan tomar las cosas se limitaron a tomar control del primer y segundo piso donde aparte del gimnasio no hay nada más de valor —comentó ella corriendo

—¿entonces que querrían con el profesor de química? —cuestionó La de género indefinido

—es conficendial pero, hace unas semanas capture a un alumno de suma importancia Antón Germain, alumno de intercambio francés, el maestro había quitado sus a puntos de una bomba olorosa de gran magnitud y según el expediente de yuri envió Germain puede ser uno de los hombres de Kim—comentó ella mientras al. Girar dispararon a soldados enemigos

—entonces crees que monto todo esto para que nos mantuvieran atrapados y conseguir planos de una bomba apestosa? Esas cosas se las compran incluso en la esquina de mi casa —comentó ainsley

—no lo entiendes esta bomba tiene la suficiente potencia para cubrir toda la escuela y una cuadra alrededor —comento subiendo ahora las escaleras al segundo piso

—eso es malo —comentó Irene

—¿tu que crees? —cuestiono

Llegaron a la zona donde los profesores tienen sus oficinas privadas caminamos lento por el lugar para no llamar la atención hasta que llegamos la puerta del. Profesor fukushima estaba abierta al. Asomar la cabeza vi a un soldado enemigo buscar entre papeles y demás.

—¡alto! —grite entrando y apuntando mi arma el frente y lentamente levantó las manos

—si que has crecido ale —aquella voz descarada me hizo dar cuenta de quien era

—kim—comente volviendo a apuntarle

—vamos, no te da gusto verme? Luego de tanto tiempo —comentó el

—al suelo ahora –ordene

—no lo creo—comentó el

En eso sentí un brazo sobre mi arma pude ver a una chica tenía parte de la cara tapada y solo se le veían los ojos traía un traje táctico

—te presento a tu remplazo alessandra ella es Miyuki, Miyuki alessandra —comentó el

—¡deja a la presidenta! —escuche disparos y eran de Irene quien entró disparando

Aquella chica era hábil como para evitar. Los disparos y acercarse a Kim quien la sujeto de la cintura

—espero vernos. Pronto querida —dijo el antes de saltar por la ventana fui hacia haya y vimos un auto negro irse
“aquí el escuadron tres del club de supervivencia el enemigo se retira, repito el enemigo se está retirando “

—entendido —comentó ella

—¿ahora que? —cuestionó ainsley

—ahora vamos al laboratorio a encontrarnos con los demás —ordene a lo que ambas a sintieron y nos fuimos al laboratorio

Al llegar estaba todo desordenado pero no había rastros de pelea ni nada lo cual era raro en verdad

—¿Por qué está todo así? —cuestionó Irene

—parece que estaban buscando algo —respondió alessandra

—sea lo que sea lo encontraron —comentó ainsley

En eso sentimos la puerta abrirse y apuntamos solo para ver a kiran y misha detrás de ellos. Estaban hiroki y hope el primero se veía muy mal

—hiroki ¿Qué te pasó? —pregunte viendolo

—una batalla, demasiado cruda¿a ti? —cuestionó

—me encontré con Kim, estaba en la oficina del profesor de química, creo saber porque fue el ataque —comente seria los cuatros que llegaron al último me. Miraron incrédulos

Off
Corto pero fue lo mejor que se me había ocurrido

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Yuri Volkov
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la calma despues de la tormenta
Post Nro. 27


las balas volaban de aqui a alla, chocaban contra la barricada que habíamos armado, habíamos logrado derribar a muchos de ellos entre la capitana zaford y yo pero como siempre las grandes hazañas no son para siempre, seguían llegando soldados rojos y comenzábamos a quedarnos sin munición, teníamos que pensar en algo y rapido...pero las opciones al igual que las balas estaban escasas, solo nos quedaba una opción y era seguir combatiendo y presionando hacia adelante hasta que alguno de los dos bandos cayera...

-Hm...!- salia de la cobertura y disparaba con una pistola en cada mano

-Coman plomo malditos!- dijo maggie mientras salia de la cobertura tambien disparando con su SMG ambos derribaban a varios soldados pero seguian llegando de las escaleras y disparando

-carajo...!- decia yuri mientras se cubria con la barricada -estoy seco- dijo mientras tiraba ambas pistolas a un lado

-a mi me quedan 2 cargadores nada mas- dijo recargando uno de dichos cargadores

-hmm...- el joven se asomaba agazapado por la cobertura y veia cerca una escopeta cargada de uno de los soldados caidos -creo que tengo una idea...- dijo el joven mientras se cubria nuevamente y veia a la chica

-espero sea buena...- dijo maggie viendolo

-yo diria...alocada mas que buena- dijo el joven -voy a necesitar fuego de cobertura-

-pues lo tienes...por ambos lados- dijo empuñando su SMG

-bien...a la cuenta de tres- dijo mientras se preparaba para saltar la cobertura -uno...dos...tres!-

-aqui vamos...!- dijo maggie mientras se levantaba y comenzaba a disparar obligando a los soldados a cubrirse

-Hm!- yuri saltaba la cobertura y corría para lanzarse deslizandose por el suelo y tomando la escopeta para luego lanzarse tras una puerta cubriendose de las balas


-...?- veia que la escopeta estuviese cargada -Hmmm...- respiraba hondo -me gustaria tener una mejor idea que esta...- dijo mientras empuñaba la escopeta -Hm...!- salia de la puerta que lo cubria y le apuntaba al primer soldado que veia disparando

-Guohh!- el soldado era elvantado por la fuerza del disparo cayendo al suelo con una mancha gigante en el pecho

-...!- pajeaba la escopeta y apuntaba de nuevo disparandole a otro soldado

-Ahhg- el soldado chocaba contra una pared empujado por el disparo y caia al suelo

-Hm...!- pajeaba la escopeta mientras se desplazaba hacia adelante y le daba un uppercut con la culata a un soldado -Atras..!- lo pateaba luego en el pecho haciendolo retroceder para dispararle en el pecho -Uh...!- recibia un tiro en la pierna que lo hacia trastabillar -tch!- se tiraba y rodaba por el piso mientras pajeaba la escopeta y le disparaba al soldado que le habia dado -Kgh...!- cojeando se tiraba tras una cobertura

-Yuri!- gritaba maggie mientras disparaba cubriendolo

-estoy bien!- grito yuri -sigue disparando...!- dijo mientras revisaba y notaba que la escopeta estaba seca tambien -ni modo...hasta aqui me trajo el rio...- dijo mientras empuñaba la escopeta por el cañon -...- veia a los soldados recargando

es ahora o nunca...

-Heahhh!- yuri salia de la cobertura cojeando mientras corria hacia los dos soldados sosteniendo la escopeta como un garrote mas que cualquier otra cosa -Ha!!- Abanicaba con la escopeta volteandole el rostro a uno de los soldados mientras volteaba para atacar al otro golpeandolo en la pierna haciendolo caer -Maldito!- le daba con un golpe seco en el rostro al del piso dejandolo fuera del combate -Huh!?- volteaba para atacar al otro nuevamente pero recibia un proyectil en el brazo obligandolo a soltar la escopeta -Ahhg- sin embargo se iba hacia adelante embistiendo al soldado y lanzandose al suelo con el -hijo! de! Perra!- lo golpeaba tres veces en el rostro hasta dejarlo inconsciente -A-Ahhh...- se desplomaba en el suelo a un lado de los soldados caidos

-Yuri!- la chica corria en su auxilio al pelirojo -te encuentras bien...!?- dijo arrodillandose a su lado

-s-si...estoy bien-

-dios yuri eres increible hehehe!- la chica lo abrazaba estrujandolo

-au au au au...!- se quejaba el joven

-oops lo siento-

-Adelante zaford responda, aqui el HQ del equipo de supervivencia...- se escuchaba del comunicador

-Aqui la capitana zaford- dijo maggie respondiendo al llamado

-Los soldados enemigos han iniciado la retirada cuela es su estatus?- preguntaba el comunicador

-estoy bien pero mi compañero, esta herido y un estudiante tambien necesito un equipo medico en el tercer piso-

-copiado capitana zaford los enviaremos de inmediato...- dijo mientras se cerraba la comunicacion

-ok yuri ya estan en camino-

-Hey!!- kurogiri y dansei se acercaban corriendo -se encuentran bien?- decia llegando -yuri, estas bien hermano?-

-si...no te preocupes, solo necesito un descanso y algo de blanqueador- dijo mientras se recostaba a la pared -aunque el de la pierna si me dolio-

-no puedo creer que lograran enfrentarse a todos ellos- decia dansei viendo a todos los soldados tirados en el suelo

-las ventajas de tener una buena trinchera...y un confiable compañero- dijo maggie

-los autobuses se retiraron de la entrada parece que esto ya acabo- dijo kurogiri

-pues que bien...dia de mierda el de hoy, ya quiero regresar a casa- dijo yuri con cierta molestia

-no te preocupes amigo unos gyozas reparadores de mama te dejaran como nuevo- dio dandole una palmada en el hombro

-Ahhg eso duele!- se quejaba yuri

-whoops...-

[Rol off]

Lian~ Lian~
Evie Fauret Evie Fauret
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Por supuesto, después de todo has de ser mi esposa
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Los cartuchos de las balas caían mientras Arthur mantenía a racha a los de la otra escuela aunque cuando iba a seguir disparando noto como aquellos tipos habían recibido un llamado por sus comunicadores para después irse dejando extrañado al pelinegro a lo que soltó un suspiro y miro a Agnes a su lado a quien le dio una sonrisa.

Minutos antes

Se podría ver como Arthur corría por los pasillos de la escuela con el arma prestada con dirección al club de magia, cuando llego se llevo la sorpresa al notar como varios alumnos enemigos estaban pegados a la pared o entre ellos dificultando que se movieran haciendo que el chico se hiciera una idea, pasando entre ellos llego a la puerta del club la cual golpeo.

-Váyanse o sentirán nuestro poder mágico- se escucho del otro lado de la puerta

-Soy yo Arthur Fujimoto- anuncio el chico

El silencio estuvo presente hasta que se escucho como corrieron algo del otro lado de la puerta para abrirse levemente dejando que Arthur notara a uno de los chicos del club quien cerro la puerta para después abrirla dejando entrar al chico que fue recibido por un abrazo de Agnes para despues la chica separarse.

-Parece que se supieron defender bien- dijo impresionado

-No íbamos a dejar que nos roben nuestros objetos mágicos así de fácil- comento Agnes sonriendo a lo que Arthur asintió -necesitas algún objeto de apoyo?-

-En si vine a ver si estaban bien pero parece que no eran necesario- comento yendo a la puerta

-Te puedo acompañar Arthur?- escucho el chico preguntar a Agnes por lo que giro para verla

-Adelante, pero trae algunos objetos para dar apoyo- dijo sonriendo para Agnes regresarsela

Después de que salieron y que Agnes les dijiera a los integrantes del club que evitaran que los invasores se acercaran empezaron a andar por los pasillos.

Actualmente

-Se están yendo?- pregunto Agnes espiando también

-Así parece, por lo menos ya termino esto- contesto Arthur suspirando

Despues de recibir un llamado por el comunicador confirmando que se estaban yendo lo de la escuela rival la calma pudo regresar aunque se tenia que limpiar como era costumbre despues de la "guerra" en la escuela

-Entonces Alessandra cree saber porque fue este ataque?- pregunto Agnes apoyada en un trapeador

-Al parecer si, despues hablare con ella para ver cuales eran sus sospechas- contesto Arthur terminando de limpiar una pared manchada con un trapo -te gustaria ir a comer a casa?-

-Es una cita?- pregunto divertida la maga

-Puede ser- rio el chico

-A la salida te digo asi Abby ya sabe para que le avise a nuestra mama- contesto la de pelo verde agua

-Perfecto- finalizo el chico para ambos jovenes seguir limpiando

==========================================
Aun vivo carajo :elmo:

Evie Fauret Evie Fauret algun error dime y corrijo
 

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Hope sintió como su corazón se rompía y las lágrimas comenzaron a escocer en sus ojos observando como Hiroki caía al piso. Su cuerpo parecía haber perdido toda su fuerza, pues al parecer el japonés no podía ponerse, intentaba hacer lo mejor por gatear en el piso pero al parecer sus brazos tampoco le respondían.

Cerrando los ojos, Hope inhaló un poco de aire intentando mantener la calma, sin embargo podía sentía sentir como sus lágrimas comenzaban a provocar un ardor punzante en su ojo herido... Pero nada podría dolerle más que está escena.

Hiroki, en el suelo. Él jadeaba de dolor, podía ver cómo sus hombros y su espalda subían debido a su desesperada respiración. Arrastraba sus piernas y pies, solamente usaba sus manos y podía ver con claridad varios puntos rojizos que demostraban que en verdad lo habían lastimado, algunos moretones de golpes comenzaban a formarse y eso solamente en su espalda.

Pasaron un par de segundos antes de que la rubia se armara de valor para verlo de frente, ella sabía que lo que encontraría; sin embargo, no pudo evitar sorprenderse de sobre manera, así como también comenzar a dejar caer sus lágrimas retenidas. A pesar de haber logrado derrotar a más de cuatro personas, Hiroki se veía derrotado... sobre todo, herido en el alma. Su rostro tenía dibujada una nueva de dolor que surcaba parte de su boca, arrugando sus comisuras notoriamente, su rostro estaba un poco sucio, notándolo solo por las lágrimas que marcaban el rastro que dejaban con el polvillo en las mejillas.

A pesar de su acelerada respiración, siseaba como si su dolor físico pasara a segundo plano. Ella sabía que posiblemente el dolor de su cabeza era todavía mayor

Hope se acercó a el arrodillándose en el suelo antes de limpiar sus lágrimas. Se estiró lo suficiente como para tomar la cabeza de Hiroki del suelo, recostándole en su regazo mientras ella lo abrazaba con suavidad, intentando evaluar sus heridas como también darle un poco de consuelo.

— Descansa — le decía, entre sollozos retenidos, mientras acariciaba suavemente su cabello — por favor… ya estar bien, estar todo bien.

Una larga exhalación hizo eco a través de los solitarios pasillos y su respiración, aún que algo acelerada, se volvió regular. La rubia no estuvo segura en el momento exacto en el que Hiroki se durmió, pero el aire que rosaba su cuello y los pocos movimientos de su cuerpo eran un índice claro.

Sin poder evitarlo, algunas lágrimas salieron del rostro de la rubia al ver a Hiroki tan destruido, si ella hubiera sido un poco más rápida, seguramente habría podido llegar y ayudarle, si hubiera insistido seguramente él no habría tenido que ir solo, si solo hubiera sido valiente él no estaría así...

A poco tiempo de ponerse a llorar Hope cortó los sollozos debido a los erráticos movimientos del cuerpo del japonés, parecía estar contrayendo y soltando su cuerpo, y levemente podía escucharlo sollozar.

Ella lo abrazó con más fuerza, ahora sin importarle sus lágrimas, se acercó a él todo lo que pudo, apartando su cabello de la frente un tanto perlada por el sudor para depositarle un beso ligero sobre ella, deseando con todas sus fuerzas alguna manera de aliviar su dolor. Cerrando los ojos, deseaba fervientemente tener el poder suficiente como para traspasar toda esa pena, todo ese dolor a ella misma, solo para que Hiroki pudiera descansar al menos un par de minutos.

Pero estaba segura de que no podría hacer demasiado de momento.

El reloj al fondo del pasillo marcaba los largos minutos mientras Hope abrazaba a Hiroki, simplemente esperando que se sintiera tranquilo y recobrará un poco de fuerza. Observando más de sus heridas, ahora que lo tenía más cerca, ella de percató de la cantidad de moretones, aruñones, heridas de bala y alguna que otra herida abierta por su cuello, hombros y parte de su rostro, al igual que en su torso y brazos.

Gruesas lágrimas salieron de sus ojos, sin poder detenerlas, estaba claro que Hiroki no podría quedarse de esta manera, necesitaba ayuda cuanto antes.

—Hiroki...— susurró ella muy cerca de su oído mientras le acariciaba el cabello con suavidad— Enfermería cerca... s-solo apoyarte en mi...

Al principio, la rubia no obtuvo respuesta, solo podía escuchar su respiración y leves sollozos que escapaban de vez en cuando de sus labios, Hope lo meció con suavidad contra su cuerpo, intentando levantar un poco más su cabeza. Fue en ese movimiento que Hiroki pareció despertar, sus ojos oscuros se abrieron para mirarla de manera fija unos instantes.

Las miradas de ambos quedaron trabajas unos segundos y en ese corto tiempo, Hope fue capaz de ver sus ojos estaban vidriosos, entrecerrados levemente debido al cansancio, pero fue la clara agonía esculpida en su alma, lo que hizo que Hope parpadeara, dejando salir más lágrimas.

Hope colocó la mano de Hiroki alrededor de su hombro y él con su poca fuerza se apoyó lo mejor que pudo en ella para comenzar a dar leves pasos a través del pasillo principal, el cual los llevaría directamente hasta la enfermería.

—V-vamos, no estar lejos...

Hiroki se levantó con dificultad, intentando erguir su cuerpo. Sin embargo, el japonés paró un segundo siseando debido a que sintió por completo el peso de su cuerpo. Sus piernas cansadas temblaban un poco al intentar moverlas, sus brazos ardían de manera punzante en cada herida dibujada en ellos, su cabeza daba vueltas haciendo que su mirada se desenfocara... sentía como si su ser completo se fuese a desarmar, como si fuese un simple muñeco.

Parpadeando un par de veces, el pelinegro se percató de que la única sensación cálida que podía sentir... era la del cuerpo de Hope a su lado, sus hombros sosteniéndole con firmeza mientras con su brazo lo rodeaba por su cintura, ayudándolo a mantenerse erguido y caminando.

El japonés bufó con cansancio, debido a que sentía sus pies pesados, como si estuviera calzando unas botas de concreto. Entre los leves pasos que daban, ambos adolescentes iban pisando restos de balas y vidrios rotos, de vez en cuando la madera de algún lápiz que quedó abandonado durante la huida, o algún trozo de papel de algún examen a medio terminar.

Al ver todo el desastre provocado por toda aquella situación, comenzó a sentir un poco de pánico. La guerra sin dudas había sido dura y difícil, no solo para él, sino también para Alessandra. Hiroki detuvo sus pasos sorprendiendo a la rubia, quien amablemente intentó seguir avanzando.

—¿P-pasa algo malo? — preguntó Hope con un hilo de voz suave mientras su mirada se enfocaba en la suya.

— Mi hermana... necesito verla— le dijo Hiroki, deteniéndose antes de salir de aquel pasillo camino a la enfermería.

— Hiroki...

— Es... es solo para estar seguros... destrozaron mi radio...

Él se percató el cómo Hope simplemente lo miraba en silencio, intentando encontrar en su rostro un 'algo' que el no pudo descifrar, mantuvo su mirada lo más firme que pudo, hasta que la rubia suspiró antes de asentir despacio con la cabeza.

Hiroki sabía muy en el fondo que ella estaba preocupada y muy probablemente ahora estaría carcomiéndola unas inmensas ganas de querer arrastrarlo hasta la enfermería, sabía que probablemente le estaba pidiendo demasiado, pero en verdad necesitaba ver a Alessandra.

— Está bien... ir... ver como estar, y luego enfermería — dijo la rubia con un hilo de voz antes de colocarse el brazo de el con más firmeza en sus hombros.

— Si, m-me parece justo...

Hope mordió un poco sus labios, ahogando la necesidad que tenía de exigirle volver al pasillo y así guiarlo a la enfermería, sabía que necesitaba atención con urgencia. Con solo verlo, Hope pudo sentir el dolor de cada una de sus heridas, la piel desnuda que alcanzaba a tocar se sentía caliente y algo punzante, lo que hacía estremecer de manera involuntaria debido al ardor y el dolor.

Los pasillos parecían comenzar a llenarse, al parecer finalmente los autobuses de los invasores dieron retirada, dejando la escuela en un estado caótico. Había gente comenzando a correr por los pasillos, heridos o con compañeros a los hombros, intentando hacer lo mejor por buscar ayuda, otros pocos se encontraban tirados en el suelo aparentemente fuera de combate. La suciedad y el caos parecían comenzar a grabarse en el piso y las paredes mientras que los gritos de desesperación y los golpeteos de puertas se hacían cada vez más fuertes.

— Tomemos el otro pasillo…

La débil voz de Hiroki la sacó de sus pensamientos un instante, lo cual ella considero algo positivo. Hope nunca antes había presenciado tal caos y la impresión del momento le había robado el habla unos instantes, antes de tomar su mano con más firmeza para estabilizarlo y girar su cuerpo.

Los pasos de ambos eran un poco lentos, mientras comenzaban a tomar el pasillo izquierdo, el cual iba en dirección contraria al principal, teniendo más probabilidades de no tener problemas de llegar hasta donde seguramente estaba Alessandra.

Minutos eternos pasaron, ambos en silencio el cual solamente era cortado con los siseos de Hiroki... Caminar realmente le estaba costando algo de trabajo. Ella mordía su lengua un poco intentando el no recriminarle el hecho de que necesitaba atención.

Caminando por un pasillo y atravesando la puerta del Área, ambos se dirigieron hasta los laboratorios de la escuela, encontrando por fin a la rubia, quien parecía estar guardando algunas cosas en unos cajones. Al ver el caos que los agentes tenían por aquella área, parecía ahora bastante obvio el hecho de que la invasión había terminado.

— Alessandra...— llamó Hope con un poco de nervios, colocando a Hiroki lo más cerca posible de ella.

La presidenta del Comité Disciplinario estaba reunida con varios soldados, los cuales se habían despojado de sus armas, para poder tomar un breve descanso luego de aquella intensa batalla.

Al escuchar la voz de la rubia haciendo eco en la habitación, todos los presentes se giraron en dirección a la puerta, tomando sus armas con rapidez apuntado hasta donde la rubia se encontraba como acto reflejo por parte de los presentes. Hope sintió la mirada de todos, analizando la situación, lo que hizo que poco a poco todos comenzarán a bajar sus armas, haciendo que ella simplemente suspirara de alivio.

Alessandra abrió sus ojos con sorpresa, acercándose lo más rápido que pudo hasta donde se encontraba su hermano. Lentamente, la rubia pudo estabilizar al japonés lo suficiente para que pudiera hablar con su hermana, la presidenta del Comité le ofreció una mirada extraña, como si estuviera buscando una explicación, sin embargo no se dirigió a ella al hablar.

— Hiroki...— comentó la presidenta del Comité, acercándose al pelinegro — ¿qué te pasó?

— Una batalla demasiado cruda — le respondió, con una media sonrisa — ¿y a ti?

Alessandra bajó un poco la mirada, sacudiendo parte de su uniforme, el cual se encontraba sucio debido a la tierra y pintura entremezclada sobre la tela.

— Me encontré con Kim, estaba en la oficina del profesor de química... creo saber porque fue el ataque.

Hope observó a Alessandra con una mirada confundida, ciertamente ella no conocía a muchos de los más buscados por los distintos departamentos del Comité, volteando un poco su mirada ella observó a Hiroki, quien miraba a su hermana de manera expectante, intentando obtener respuestas de ella. Y no eran las únicas miradas, los otros cinco soldados que se encontraban dentro de la habitación observaron fijamente a la líder del Comité, esperando una respuesta clara ante toda esta situación.

— Es una historia muy larga — suspiró la rubia dedicándole una última mirada a su hermano — Hope, lleva a Hiroki a la enfermería.

— A-A la orden— habló la ojiazul, colocando el brazo del japonés alrededor de su hombro para ayudarle un poco más al caminar.

— Y tú — dijo la italiana, mirando a Hiroki de manera fija, apuntándolo brevemente con el dedo — regresas al salón cuando hayan atendido esas heridas...

Hiroki no dijo nada ante las palabras demandantes de la rubia, como era su costumbre simplemente emitió un gruñido un tanto grave y un poco bajo, apreciado solo por aquellos a los que tenía cerca de si, dejando clara su decepción y el hecho de que no estaba muy conforme con el asunto, sin embargo no emitió palabra alguna. Simplemente dejó que Hope nuevamente le ayudará con sus pasos equilibrándolo un poco durante el camino a la enfermería.

Hope observó alrededor de los pasillos de la escuela, los cuales estaban llenos de personas, corriendo por todas partes. Algunos buscaban a sus amigos, otros buscaban cosas ya sea mochilas o cuadernillos, algunos heridos eran levantados por sus amigos, mientras que los “muertos” estaban siendo lamentamos por sus compañeros.

Intentando pasar de largo aquellas escenas, Hope tomó la mano de Hiroki, la cual descansaba sobre sus hombros y apresuró el paso.

— ¿No estoy muy pesado para ti? — preguntó el pelinegro con una voz ligera que le hizo eco en la cabeza.

— No engañarme... sé que no poner todo tu peso en mi — Hope río un poco observando como Hiroki le sonreía de vuelta.

— Estarías en el piso si lo hiciera.

— No lo creo — ella río un poco más antes de controlar su risa y mirarlo fijamente — solo querer ayudar...

— Se ve peor de lo que se siente, tranquila — el pelinegro le sonrió ligeramente, lo que hizo que Hope apretara un poco más su mano en él.

—Aun así... deber tratar tus heridas.

Hope no quería parecer tan autoritaria con él al momento de hablar, después de todo, su relación apenas llevaba unas pocas horas, pero ella jamás permitiría que Hiroki volviera a descuidarse de alguna manera.

Ambos continuaron caminando por los pasillos, guiados por los incesantes gemidos a coro que indicaban el lugar donde seguramente estarían tratando a los heridos.

Encontrando rápidamente el lugar, en el cual se encontraban varios alumnos de distintos años regados por el piso cubiertos de pintura y moretones, algunos estaban llorando debido al dolor mientras que otros se quejaban del mismo. En el lugar también había varios miembros del Club de Enfermería, sin embargo debido al movimiento y cantidad de los heridos, ellos parecían no darse abasto.

Aquellos alumnos, que llevaban consigo en sus cascos protectores y petos el símbolo de la cruz roja, estaban solos. Era extraño, siempre actuaban bajo la supervisión de la enfermera de la escuela; pero al parecer esa tarde había sido demasiado difícil y con mucho trabajo para todos ellos, incluida la enfermera oficial.

Hope buscó con la mirada algún miembro del club que estuviera un poco libre para poder tratar a Hiroki, pero cada vez que su mirada se encontraba con la de alguno de ellos, claramente la rubia podía ver en sus ojos la desesperación en que comenzaban a caer.

Era claro que ninguno de ellos antes había enfrentado un desafío de ese calibre y seriedad. Era claro el hecho de que tendrían que hacer no solo sacrificios, sino que también hacer lo mejor posible por quintuplicar sus esfuerzos para atender a todos los heridos, sin distinción.

— E-esperar aquí...

Hope colocó a Hiroki con cuidado cerca de la pared para que se apoyará en ella, él parecía estar un poco más relajado, había recuperado el aliento y aún que parecía estar aún adolorido en sus ojos podía verse la lucidez, claramente un tanto más relajado.

La rubia se acercó corriendo rápidamente a dónde varios miembros del club atendían a los heridos, intentó llamar la atención de alguno pero claramente ninguno parecía responder. El trabajo en ese momento para ellos estaba siendo excesivo y cada vez las personas traían a más estudiantes heridos de gravedad.

Hope suspiró un poco con cansancio intentando acercarse una vez más a una chica castaña que estaba atendiendo las heridas de un estudiante de primer año, no parecía tan grave, así que optó por correr hacia ella.

—¿T-tener espacio para alguien más? — preguntó la rubia tratando de llamar la atención de la chica.

—Estamos llenos.

—Ser emergencia...

— Claro, disculpa. Aquí tenemos un picnic — la chica soltó un comentario mordaz sin siquiera darle a Hope el tiempo de responder algo más.

— Yo no querer decir...

— Escucha, no te vez tan mal como todos ellos — la chica rápidamente buscó entre sus cosas dándole una botella, unas vendas y algo de algodón — sea lo que sea, trátalo tú.

— P-pero no ser para mí...— dijo la rubia con algo de nerviosismo.

— Niña, hay más de veinte personas dentro, más toda esta fila de afuera. Si está de pie, no es grave. Ahora sí me disculpas debo hacer un esfuerzo por reducir los heridos.

La integrante del equipo de enfermería terminó por volver el alcohol en el brazo del estudiante, para después venderlo rápidamente. Le dio una última mirada a Hope, para simplemente voltear su cuerpo para atender al siguiente en la fila.

Hope simplemente la miró, el ruido de los quejidos de todos los estudiantes entremezclando con los gritos de quienes los atendían, fue suficiente como para hacerla caminar hacia atrás.

Suspiró con cansancio, pues aunque ella sabía solamente lo básico para poder tratar heridas superficiales sentía que quizás Hiroki necesitaba un poco más de atención, la cual Hope no estaba muy segura de poder brindarle. Sin embargo, tomó la botella de alcohol y otras cosas con fuerza, para correr en dirección a Hiroki.

Llegando al fugar dónde lo había dejado, la rubia se dio cuenta que al menos había recuperado su postura, parecía que podría sostenerse él solo un poco mejor, el intentaba de alguna manera permanecer firme ante sus heridas, pero la constante mueca de dolor dibujada en su rostro era la clara muestra de que aún sentía dolor.

Se acercó a él despacio para volver a poner su brazo alrededor de su espalda y continuar avanzando, no quería arriesgarse a qué Hiroki sufriera alguna especie de caída. No estaba segura cuánto tiempo le tomaría encontrar algún lugar despejado, pero optó por caminar por los pasillos.

— Debió haber más personas heridas... ¿cierto?

Las palabras de Hiroki llamaron la atención de Hope quien simplemente miro hacia arriba ofreciéndole una sonrisa un poco forzada.

— Si... darme algunas cosas para ayudarte, pero necesitar un lugar donde poder revisar mejor. Al menos... encontrar aula con luz buena.

— Creo recordar que... al final de este pasillo hay un aula, podríamos revisarla.

Hope le sonrió un tanto más abiertamente mientras ambos continuaban su camino a lo largo del pasillo, Hope intentaba hacer lo mejor que podía por estabilizarlo y caminar a su ritmo, estaba un tanto más aliviada de qué Hiroki pudiera caminar un poco mejor ahora, pero ella quería estar segura de no causarle más dolor.

Finalmente llegaron al final del gran pasillo y justo como el pelinegro recordaba había una fila de tres salones con las puertas abiertas, sin contemplaciones la rubia abrió la primera puerta y encendió la luz, la cual los cegó por momento.

— Entrar aquí ¿Estar bien? — Hope colocó a Hiroki cerca del escritorio del maestro, donde el pelinegro se sentó —... yo curar heridas.

— Está bien... — La voz de Hiroki se sentía un poco ronca y lejana, parecía que la estabilidad de la mesa sumado al movimiento anterior lo había dejado un poco mareado.

— Tranquilo, prometo que no doler mucho...

La rubia no perdió mucho tiempo, ayudo a acomodar un poco mejor a Hiroki sobre la mesa, para comenzar a despojarlo de su chaleco con rapidez. Intento no prestarle mucha atención al salón de clases, el cual se encontraba completamente revuelto, destrozado, con algunos pupitres volteados.

Ella cerró los ojos, hasta que Hiroki estuvo libre del agarre del chaleco, comenzó a poner un poco de alcohol sobre sus heridas haciendo que siseara de dolor, pues su piel estaba abierta en algunas zonas marcadas por pequeños puntos. Al menos podría desinfectar además de quitar la pintura esparcida.

— ¿Dónde dolerte más? — le preguntó la ucraniana, mientras se colocaba unos guantes quirúrgicos.

— Mi brazo derecho... es el peor...

Hope comenzó a subir la tela de su camisa, antes de despojarla con un poco de rapidez y observó con angustia lo que el japonés escondía debajo del camuflaje. En él, ella encontró un vendaje mal echo el cual dejaba rastros de piel lastimada libre y las partes cubiertas dejaban una gran y clara mancha roja.

La rubia parpadeó un par de veces tratando de ocultar su preocupación, cerró con fuerza sus ojos azules sorbiendo un poco sus lágrimas para que Hiroki no se preocupara. Sin embargo, no pido evitar sentir su estómago contraerse mientras sus manos temblaban. Ella observó a Hiroki de reojo, el permanecía sentado, respirando con pesadez mientras en su cara se dibujaba una mueca de dolor.

— Tengo sed...

La ronca voz de Hiroki le sacó de sus pensamientos, haciéndola reaccionar rápidamente buscando con la mirada a través de aquella aula. Además de todo el desorden, no parecía haber algún garrafón o botella de agua cerca, sin embargo su mirada se centró en un enorme armario de madera, situado a un lado del escritorio, el cual estaba cerrado.

Ella se acercó al mueble, con la esperanza de encontrar alguna botella de cualquier líquido bebible, esperando que al menos el profesor hubiera olvidado ahí algún termo de café o alguna lata de gaseosa.

Sus manos se juntaron en las perillas del mueble y empujando con fuerza las abrió de par en par. Sin embargo, su mirada se enfocó hacía en frente escuchando un sonido ahora muy familiar para ella y observó con impresión de lo que era: El cañón de un arma apuntándola directamente al rostro.

Ella no pudo evitar sorprenderse y la impresión la había dejado estática, parpadeó un par de veces notando con claridad quien estaba dentro del armario, detrás del arma.

— ¿K-Keiko?

Hope miró con sus ojos muy abiertos a la chica de la biblioteca, Keiko estaba temblorosa, claramente asustada, en una posición fetal para estar más cómoda dentro del armario. Su rostro estaba golpeado, casi tanto como el de Hiroki, su uniforme se encontraba sucio, lleno de manchas de tierra y lodo, sin embargo fueron sus ojos lo que más sorprendió a Hope.

En su mirada Hope no podía observar absolutamente nada, sus ojos parecían perdidos y su mirada dispersa mientras le apuntaba con su arma, su mano temblaba y en sus labios solo estaba dibujada una línea, de pura determinación.

— K-Keiko... ser yo... Hope ¿Recordar?

La chica pareció fruncir un poco más el ceño, mientras tomaba la pistola ahora con ambas manos con más firmeza y una amenaza entre líneas.

— ¡No te acerques! — gritó con todas sus fuerzas, de una manera aguda muy parecida a un chillido, mientras seguía apuntando en su dirección.

— S-soy parte del DCI...

—¡Sé quién eres!

— Entonces bajar el arma...

Hope bajó las manos de las perillas, estirando su mano lentamente en dirección a Keiko, con la esperanza de tocarla. Deteniéndose de manera abrupta debido a que Keiko disparó. Los ojos de la rubia se abrieron de sobremanera, sintiendo la bala pasar muy cerca de su rostro dejando una mancha carmesí en el suelo.

— Y-yo querer ayudar... por favor, tranquila...

— ¿Ayudar? ¡¿Sabes cuánto tiempo llevo aquí?! ¡¿Dónde estaban cuando en verdad los necesité?! Antes... de que...



La pelinegro se soltó a llorar bajando el arma hasta que el sonido del plástico hizo eco en el suelo. Keiko cubrió sus ojos comenzando a sollozar de manera descontrolada cada vez más y más fuerte, hasta que se convirtió en un inconsolable llanto.

Lentamente la rubia se acercó a ella y estuvo lo suficientemente cerca suyo como para abrazarla muy lentamente hasta que ella le respondió con suavidad el abrazo.

— Todo estar bien... ahora estar a salvo...

Hope sacó lentamente a Keiko del armario, aún sin romper el abrazo mientras ella lloraba sobre su hombro entre fuertes sollozos e indescifrables lamentos. La rubia no pudo hacer más, simplemente acarició su espalda de arriba abajo, despacio, intentando hacer lo mejor para calmarla.

— Tranquila, todo estar mejor ahora. Tranquila...

Mientras ella le brindaba palabras amables a la alterada chica, Hope pudo ver el como una sombra se acercaba rápidamente hasta ella, aunque le tomó un poco de trabajo descifrarlo, notó rápidamente que era Hiroki, quién tomó el arma que Keiko había dejado caer y se colocó justo detrás de ella.

El japonés hizo un gesto con la cabeza y volvió a alejarse, terminando de tratar unas pocas heridas alcanzables para él, ahora con el arma en su custodia.

Hope volvió a enfocar su vista en Keiko, quien estaba por completo destrozada, llorando desconsolada, apretando la ropa del chaleco táctico que usaba la rubia.

—... calma, estar bien ahora todo... — Hope hablaba despacio intentando consolarla mientras acariciaba su cabello negro y desordenado — estar bien, todo acabar...

— ¡N-No! no se ha acabado... — dijo ella entre sollozos, llamando la atención de ambos detectives — ellos... ellos...



Keiko respiró profundamente mientras se separaba un poco de Hope, tratando de contener el llanto que la embargaba. Bajó un poco su blusa y sacó el cabello que cubría su nuca, dejando ver una marca sobre su piel, escrita en katakana 涼しい, "fresca".

— Bastardos... — dijo Hiroki, al ver la marca.

— ¿Q-Qué pasar? ¿qué significar esa marca?

— ... se dedican a la trata de blancas.



Hope contuvo el aliento mientras hacía lo mejor por tranquilizar a Keiko. Los llantos se convirtieron en sollozos luego de un par de minutos. La rubia se alejó lentamente de ella, permitiéndole recuperar el aliento.

— E-estuve tan asustada...— dijo la pelinegra aún con lágrimas en los ojos — en verdad creí que no sería capaz de escapar...

— Estar buscándote por días... — Hope tomó su mano con la suya para acariciarla despacio— hermana y amiga preocupadas por ti...

— Esos malditos me atraparon al entrar a mi turno... me llevaron a la fuerza— Keiko continuó sollozando, enseñando nuevamente su marca — ellos me marcaron... no pude quitarlo... la marca aún está ahí— Keiko sollozaba nuevamente hablando entre sollozos y lágrimas — ellos querían tratarme como ganado... hay más chicas... ¡chicas de primer año!



— Tranquila... estar aquí ahora — Hope acarició su mano antes de mirar en dirección a Hiroki — nosotros hacer todo lo posible para encontrarlos y hacerlos recibir castigo.

Keiko respiró con fuerza sollozando un poco antes de respirar y exhalar, buscando algún modo de tranquilizarse.

— Hope.

La voz ronca de Hiroki llamó la atención de la rubia, quien lo miró unos minutos. Él estaba de pie nuevamente, ahora sus piernas parecían sostenerlo con normalidad, cuando Hope enfocó su vista en él, había terminado de ponerse la camisa y el chaleco... en su rostro Hope no podía ver mueca alguna de dolor, pues en su cara estaba nuevamente puesta aquella máscara sin expresión, que al parecer era común que usará durante sus misiones.

— Revisa que no esté herida, si lo está, atiende sus heridas.

— P-Pero... t-tú estar-

— Estoy bien — comentó el pelinegro, mientras descargaba el arma que había tomado Keiko — veré si encuentro a alguien del DCI o del Comité... buscaré alguna manera de avisar a su hermana.



Hope iba a decir algo, pero Hiroki simplemente salió del salón, dejando a ambas chicas a solas.

Hope simplemente apretó la mandíbula, ladeándola un poco apretando sus dientes debido a la frustración. No comprendía el cómo Hiroki estaba de pie, ¿por qué ahora lucía tan bien, como si nada hubiera pasado?

Un sollozo de Keiko la trajo de vuelta a la verdadera cuestión, no es que la salud de Hiroki no fuera importante, pero ahora debía enfocarse en resolver ese crimen. Mirando a Keiko sintió una pena inmensa recorrer su pecho, se veía tan asustada, vulnerable y desarmada completamente.

Ella tomó a Keiko con cuidado, llevándola a sentarse en el escritorio del profesor para comenzar a tratar las heridas abiertas que tenía por el cuerpo. Y, mientras la rubia comenzaba a impregnar el algodón con el alcohol... pensó en las acciones del pelinegro, sintiendo una inmensa oleada de respeto por él.

“Es eso... es el deber de proteger a alguien más”.

Ella miró a la puerta, sintiendo su pecho oprimirse nuevamente por él. Pero sabía que debía enfocarse en Keiko. La rubia siguió colocando gasas o curitas, pasando el alcohol para desinfectar y desmanchar su piel, hasta que quedó limpia de su espalda y brazos.

Observó con pena la marca, intentando borrarla con alcohol y aunque desapareció parte de la tinta haciendo la marca más tenue, esta no despareció por completo. Hope imaginó que necesitaría más días para borrarse, así que pensó que lo mejor sería el que Keiko no la viera, al menos hasta que el susto pasará.

La rubia enfocó su vista hasta la puerta nuevamente, observando que Hiroki aún no regresaba. Solamente esperaba que toda aquella pretensión no le haya jugado en contra, que le permitiera llegar hasta donde el necesitara, pero sobre todo el que regresara con bien.

Él era una persona llena de sorpresas, era un chico lleno de fortaleza y estaba segura de que estaba más que acostumbrado a utilizarla, toda esa fuerza y esa voluntad por el bien de los demás. Sin embargo, ella no podía olvidar su mirada, al encontrarlo esa tarde... herido y lastimado... tan asustado.

— Con esto terminar...— Hope colocó una venda alrededor de una de sus piernas haciendo un poquito de presión en una herida horizontal de su pierna — segura ahora poder sentirse mejor...

— Duele un poco... pero el ardor me ha traído a la realidad — la chica bajó la mirada, antes de observar a Hope — tengo miedo...

— Nosotros proteger, te lo dije... buscar culpables.

— Y ¿si es un cartel entero?

— Aun así... tener DCI de tu lado, no te dejar desprotegida.

— G-gracias... lamento haber gritado...

— Descuida tu asustada...— Hope le sonrió levemente haciendo lo mejor para no dejar salir su preocupación hasta que observó la venda en el cuello de la pelinegra — eso... intentar borrarla, caerse poco tinta... cubrirla.

— Gracias...— la pelinegra tomó saliva de manera ruidosa, tocando la venda que la rubia le había puesto en el cuello, antes de enfocar su mirada en Hope — lo primero que intenté al escapar fue borrarla... pero es tinta permanente... por ahora deberé llevarla... al menos hasta que llegue a casa y no sé si saldrá de una vez— nuevas lágrimas comenzaron a salir por los ojos oscuros de Keiko, abrochándose todos sus botones hasta cubrir su cuello.

— Yo prometer... hacer todo para atraparlos...

— No podrán... aún si lo hicieran, ¿cuánto tiempo les tomaría?

— Kei-

— No... encontrarme fue casualidad — interrumpió la japonesa cubriendo sus ojos, mientras las lágrimas comenzaron a salir a de sus ojos nuevamente — no soy tonta.

—¡Estuvimos buscándote!

—¡Y no me encontraron!

Hope se calmó un poco al notar que ambas comenzaban a gritarse, era claro que estaban exhaustas, por motivos diferentes, claro, pero aun así agotada. Hope respiro un poco u se pellizco el puente de la nariz exhalando con pesadez antes de observar a Keiko.

— Nosotros esforzarnos, siempre. Cierto, no dimos contigo, pero hacer todo en manos para poder salvarte... nadie hubiera podido hacerlo. De no haber podido escapar, aún estar tu aún encerrada... Nosotros buscarte hubiéramos, hasta encontrarte — la rubia suspiró con fuerza, pasando sus manos por su rostro un poco sucio, en un gesto de frustración, llevando la tierra y sangre entremezclando hacia arriba, sobre su frente.

Ambas se quedaron en silencio un par de segundos, mientras a través de la puerta el sonar de unos secos pasos cortaron el silencio de la habitación, ese inconfundible sonido era el que producía Hiroki al caminar con sus pesadas botas de combate.

Hope volteó su mirada hacia la puerta, siendo seguida por Keiko y observaron al pelinegro parado frente al umbral. Hope intentó sonreírle e intentar aliviar un poco el ambiente, pero el japonés aún tenía dibujado en su rostro aquella característica mueca estoica, la cual parecía estar marcada a fuego en su rostro durante su trabajo. Ella mantuvo su mirada sobre él, parpadeando con rapidez para disipar las lágrimas acumuladas en sus ojos al observar su estado.

Tenía sangre por todos lados. Leves manchas rojas en forma de círculos mal trazados manchaban la venda que ella le había colocado antes y aún que estos no eran demasiado grandes, indicaban que seguramente la herida había sido profunda al emanar la suficiente cantidad como para ser visible en el vendaje.

El pelinegro cruzó sus brazos y Hope notó como por este comenzaba a deslizarse de manera perezosa una gota gruesa de sangre, manchando su piel.

Aun así, él sostuvo aquella fija mirada. Sin una mueca de dolor o preocupación alguna.

— Creo que encontré a alguien que quiere verte.

Finalmente Hiroki había optado por hablar, su voz había sonado un poco ronca, algo baja, sin perder su tono un tanto autorizo. Caminó un par de centímetros, retirándose del marco de la puerta despejando la entrada.

— ¡Keiko!

Una voz aguda hizo reaccionar a Keiko, haciéndola levantarse del escritorio para comenzar a buscar con la mirada. Alguien entró corriendo con rapidez al salón. Acercándose a la japonesa para abrazarla con fuerza, entre sollozos fuertes. Era la hermana menor de Keiko, quien parecía no querer soltar a la mayor.

—¡Estaba tan preocupada! — lloriqueó con fuerza antes de tomar a su hermana por las mejillas para comenzar a revisarla— ¡estás herida!

— Estoy bien... mejor ahora que te veo íntegra — Keiko suspiró, acariciando los hombros de su hermana para apartar los brazos de la menor de su rostro — solo quiero ir a casa y descansar.

— ¿Será lo correcto ir a casa ahora? Podríamos esperar y ver la enfermería.

— Ya han tratado mis heridas, los 'agentes' me han cuidado bien.

— Estoy tan feliz de verte— la pelinegra se limpió un poco las lágrimas de sus ojos.

Hope sonrió al ver la escena, parecía ser una pareja de hermanas que se querían y se preocupaban bastante la una por la otra. Lo cual la llevo a recordar vagamente a su tiempo en Ucrania siendo una niña corriendo por las calles de la ciudad, no recordaba mucho de la apariencia física de su hermano, pero a veces podía recordar un poco su voz cantándole en las frías noches de invierno.

La rubia parpadeó nuevamente, sintiendo las lágrimas escocerle en los ojos. Suspiró con suavidad e inconscientemente volteó hacia donde Hiroki se encontraba, el pelinegro observaba la escena, aún con los brazos cruzados recargado en el marco de la puerta, a pesar de lo que estaba viendo su mirada aún parecía dura. Permanecía sin decir una sola palabra... sin embargo ella casi podía notar como si su mirada escondiera algo... pero nunca podría el estar complementar de que era lo que la obscura mirada de Hiroki ocultaba. Su mente era un oscuro mar de secretos y sabía que ella no podría meterse de lleno al mismo.

— Lo mejor será que vayan a casa ahora chicas, ha sido un día difícil.

Hiroki cortó el silencio con su voz nuevamente, aún sin apartar la mirada de ambas hermanas, las cuales se separaron para comenzar a caminar hacia la salida donde dos agentes del DCI esperaban afuera.

— Ellos las van a escoltar hasta la salida, ya que aún tenemos mucho trabajo que hacer acá.

— Gracias por encontrar a mi hermana con bien — la hermana menor le sonrió a Hiroki directamente, dándole a ambos una leve reverencia.

— Gracias, por habernos confiado la información — respondió el pelinegro — haremos lo posible para atrapar a los responsables.

— Vamos hermana — habló Keiko con una voz ronca y un poco seca — quiero ir a casa.

La pequeña pelinegra solo miro a la mayor con condición agradeciendo de nuevo el haberla traído a salvo para finalmente dejarse guiar por ambos agentes hasta la salida.

Finalmente Hiroki soltó una fuerte exhalación, comenzando a caminar hacia el pasillo principal.

Hope reaccionó al verlo salir del aula y lo alcanzó con rapidez tomando su brazo izquierdo ligeramente para llamar su atención. Sin embargo, ella lo soltó al escuchar un quejido de dolor por parte del pelinegro.

— ¿A dónde ir? Ser tu turno ahora... deber curarte — Hope intentó hablar lo más claramente posible, mirando a Hiroki hacia arriba haciendo que ambas miradas se trabaran.

— Estoy bien, aún deben haber alumnos atrap-

— Hiroki — la rubia se colocó frente a él impidiéndole el paso para seguir avanzando — brazo, ahora... por favor...

La mirada de Hiroki pareció tensarse un poco, mirándola fijamente unos instantes mientras ella hacia lo mejor por sostener su mirada, sin embargo la mirada de Hiroki era tan... Pesada, que a Hope le costó trabajo continuar aquel pequeño duelo implícito entre ambos. Finalmente y para alivio de la rubia, el japonés exhaló en un fuerte suspiró y entró al salón de clases nuevamente.

Hope dejó salir el aire retenido en sus pulmones como un gesto de alivio por haber tenido su primera pequeña 'victoria' en esa pequeña batalla. Sabía que ser compañera y novia de Hiroki sería un constante reto donde la razón y el deber lucharía siempre con la preocupación y el cariño. Si, quizás estaban perdiendo mi otros 'valiosos' dentro la investigación, pero ella no podía dejarlo ir así... tan herido.

Hope se acercó a él, revisando sus heridas, la sangre y la profundidad de estas. Su piel estaba manchada, con polvillo, pintura y sangre, extendida a través de sus brazos entremezclando por el sudor.

— Tratar de ser rápida... doler — anunció Hope, mientras poco a poco comenzaba a quitar el vendaje sucio del brazo de Hiroki, provocando que escurriera un poco más de sangre — esto verse un poco mal… — Hope suspiró un poco retirando el resto del vendaje observando como la tela estaba húmeda debido a la sangre — herida larga y algo profunda… — retiró por completo el vendaje mientras comenzaban a verter un poco de líquido en algodón para pasarla a través de la herida.

— Va a estar bien... — habló él pelinegro con simpleza, intentando enfocar su vista en un punto para mantenerse tranquilo ante el dolor.

— Va a sanar... yo no saber que tan “bien” estar tú — Hope le miró un poco parpadeando para esconder algunas lágrimas — estar preocupada por ti...

— No hay tiempo para eso... ahora que las cosas en la escuela están alteradas debemos aprovechar para buscar a quienes dañaron Keiko.

— Hiroki... por favor... descansar solo un poco.

— Pero si yo estoy bien, Hope.

— ¡Ya basta!

Hope grito un poco fuerte ante la frustración que la actitud de Hiroki le generaba, ella estaba preocupado por su estado, por todo lo que había pasado durante su batalla anterior... No podía dejarlo así.

— Basta... por favor — Hope lo abrazó suavemente, escondiendo su cabeza en el hueco de su cuello para apartar su mirada de la suya.

— Hope...

— Yo saber... verte tan mal... arrastrarte por suelo, asustado... necesitar ayuda, Hiroki, por favor...

La rubia sintió como el cuerpo de Hiroki se tensaba, era posiblemente una señal que indicaba que el pelinegro comenzaba a recordar aquella escena posiblemente con algo de pena y pesar. Sin poder retener más sus lágrimas Hope finalmente sollozó, por él y todo ese dolor con el que cargaba... haría lo que fuera por quitarle todo ese pesar de sus hombros, toda esa angustia y tristeza.

Ella se aferró un poco más a él dejándose llevar por el llanto, hasta que pudo sentir como Hiroki, comenzaba a rodearla con su brazo libre por la cintura acercándolo un poco más hacia a él en un abrazo.

— ... lamento que hayas visto eso, Hope.

—No — sollozo ella aún contra su cuello abrazándolo mientras le acariciaba su espalda suavemente — no pedir disculpas por eso... y no querer que tú pasar por tanto dolor...

— Hope...

— Y-yo querer que tú estar bien, mejorar... saber que necesitar ayuda... p-pero si no querer buscarla poder pasarte algo peor.

— No es la primera vez que me ocurre algo como esto.

— Yo saber... tú acostumbrado... pero ahora yo estar contigo y duele no poder ayudar... yo no poder verte así... — Hope despegó su cabeza de su hombro para mirarle a los ojos mientras le acariciaba la mejilla con el pulgar suavemente — solo querer que tú estar bien.

Ella miró a Hiroki a los ojos, de una forma diferente que antes, más dulce y cariñosa mientras acariciaba sus mejillas con suavidad. Hope notó como sus ojos oscuros comenzaron a suavizarse, muy ligeramente, haciéndolo parpadear un par de veces, hasta que finalmente los cerró por completo antes de exhalar ligeramente.

— Sabes que será difícil, ¿verdad? — le dijo a la rubia, mientras mantenía los ojos cerrados — el único lugar donde me atendían cerró, y no puedo pagar consultas particulares...

— Yo ayudar... alguna forma, pero hacerlo — ella recargó su frente contra la suya, mientras pasaba sus dedos por su cabello desordenado — no estar solo... yo ayudar — ella le sonrió ligeramente antes de darle un beso ligero sobre la punta de su nariz con suavidad — y hoy necesitarlo...

La rubia se alejó de él poco a poco, limpiando sus lágrimas cuando se colocó detrás de él, para reanudar la limpieza y el trato de sus heridas. Afortunadamente y a pesar de todo lo que parecía ser sus heridas más graves, era solamente de longitud, ya que no tenía tanta profundidad como ella pensaba. Exhalando de alivio, Hope comenzó a vendarla con suavidad, hasta apretarla un poco.

— Lo siento si doler — dijo con pesar antes de terminar de vendarla — deberá resistir resto del camino a casa...

— ¿Camino a casa? — preguntó el pelinegro mirando a Hope directamente a los ojos.

— Si, “camino a casa” — Hope habló con un japonés un poco más marcado antes de terminar con las heridas de su espalda — ir a casa por hoy... descansar. No poder ver médico... pero necesitar descanso.

— No podremos irnos ahora estando tan fresco el haber encontrado a Keiko.

— Hiroki...

— Es suficiente, estoy bien — Hiroki se levantó de la mesa colocándose con cuidado su chaqueta. — mis heridas están cubiertas.

— Hiroki por favor...

— Hay demasiado en riesgo como para retirarnos ahora Hope.

Ella solo se quedó de pie observando como el pelinegro caminaba hasta la salida, apresurando el paso a la puerta, pero la mirada de Hope lo detuvo justo antes de salir. Él se giró para verla, cruzando su mirada con la de ella.

Hope estaba realmente preocupada por él, ya que sabía que parte de él fingía el estar “bien” para poder convencerla de continuar siendo que necesitaba un descanso de todo, no podía ceder ante eso.

Ella observó como el pelinegro suspiró mientras se acercaba a ella con un paso ligero y decidido, ella simplemente sostuvo si matada hasta que sintió sus dedos sobre su rostro ligeramente acariciar sus mejillas hasta que atrajo su rostro al suyo para fundir sus labios en un beso suave, delicado. Hope sintió sus piernas flaquear un poco ante ese beso dulce, coloco sus manos en sus hombros para tenerlo un poco más cerca.

Ella sentía que podría besarlo por siempre.

Ella ladeó un poco más su cabeza, disfrutando de la sensación y sabor de Hiroki por unos segundos que parecieron durar una eternidad. Hasta que finalmente se separaron. Él la miró y aún que aún su mirada era oscura, podría jurar que sus ojos lucían más brillantes.

— Solo una vuelta rápida por la escuela, luego regresamos a casa, ¿está bien?

Hope parpadeó un par de veces, después de ese beso... ¿podría alguien decirle que no alguna vez?

Ella sabía que había caído por completo, se había dejado llevar por el beso y los encantos de Hiroki haciéndola olvidar todo lo negativo del día. Ella simplemente sonrió con suavidad, suspirando pues aún sentía preocupación por él. Sin embargo, la rubia no pudo hacer más que simplemente asentir con la cabeza mirándolo de manera afirmativa.

— ¿Prometer que no hacer nada loco? ¿No pelear solo, simplemente buscar pistas?

— Prometo que luego de una búsqueda rápida iremos a casa... pero si algo ocurre y debo pelear, lo haré junto a ti.

Hope sonrió con un poco más de tranquilidad, antes de volver a besar sus labios con un poco más se suavidad tu rapidez, acariciándole las mejillas lentamente por última vez, antes de separarse de él.

— Buscar entonces...

Hiroki sonrió ligeramente antes de levantarse del escritorio con cuidado y comenzar a caminar hacia la salida del aula siendo alcanzado por la rubia.

------------------------------------------------------
Luego de mil años volví.
Resumiendo: Hope lleva a Hiroki a buscar un espacio donde puedan tratarle sus heridas, pero debido a la cantidad de gente herida, ella debe atenderlo. Ambos encuentran a keiko oculta en una de las aulas y ella les explica un poco la situación que vivo con quienes la tenían secuestrada, así es como Hope y Hiroki deciden comenzar la búsqueda de este cartel.

Ектения Ектения gracias por tu ayuda 😘
Evie Fauret Evie Fauret terminada la continuación ✨
 

Fatman

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Yuri Volkov
Cuartel del club de supervivencia
tiempo de lamerse las heridas
Post Nro. 28


la batalla habia acabado y ahora era el momento de reagruparse y ver que era lo que estaba sucediendo y porque se dio este ataque a la escuela y mas aun ver quienes cayeron y reparar todo este desastre...

-y bien...?- decia yuri sentado en una silla en la oficina del HQ mientras el equipo medico le vendaba el brazo izquierdo y la pierna derecha donde habia sufrido los impactos de las balas de pintura a corta distancia -tuvo que haber una razon para este ataque, no sacrificarian tantos hombres y recursos solo para intentar asustarnos- dijo yuri

-creemos que la razon de este ataque es porque los perpetradores estaban buscando algo- dijo Alessandra

-pues ese algo tiene que ser grande, arriesgaron mucho como para ser una pequeñes- dijo maggie con los brazos cruzados mientras veia a alessandra

-esto va mas alla de los negocios con los carteles de dulce y el contrabando con la otra escuela...- dijo abby

-y que fue lo que vinieron a buscar??- pregunto kurogiri

-bueno...no es informacion que deberiamos divulgar con la mafia de la escuela...pero viendo la magnitud del problema creo que necesitaremos la mayor cantidad de ayuda posible- dijo Alessandra

-ahorrate la jerga de policia y agente del bien, dilo sin rodeos estamos jodidos o no?- dijo abby cruzandose de brazos

-pues...yo diria que bastante- dijo Alessandra -creemos que este ataque fue una simple distraccion para poder entrar a la escuela y a uno de los salones, especificamente el salon de quimica- dijo alessandra

-dudo que quisieran intentar crear un afrodisiaco no es asi?- decia Ainsley mientras todos volteaban a mirarlo -que? nunca lo han intentado?- decia con una leve sonrisa

-ignoren el comentario del depravado y continua por favor...- dijo abby viendo a alessandra

-Hace una semanas capture a un estudiante de intercambio frances, Anton Germain,el maestro de quimica el señor Fukushima le confisco los planos y formula para una bomba apestosa de gran magnitud- dijo alessandra

-creo que ya se por donde van los tiros...- dijo kurogiri rascandose la cabeza

-Segun el expediente que yuri armo al interrogar a rojas, hay 3 alumnos que estan conectados directamente con Kim, rojas no nos dio nombres, pero si especifico las nacionalidades de estos alumnos- dijo Alessandra

-Un frances...Anton Germain trabaja para Kim- dijo yuri uniendo las piezas

-eso es lo que pensamos- dijo alessandra -de ser asi la escuela corre peligro de ser apestada en su totalidad- dijo la rubia con preocupacion notoria en su rostro

-en su totalidad? que tan grande es esta bomba?- preguntaba maggie

-segun tenemos entendido el radio de la explosion podria cubrir la escuela entera y sus alrededores, tomaria semanas para poder recuperar el plantel con un ataque de esa magnitud-

-Bueno...aun tenemos chance de reaccionar, al igual que nosotros esos imbeciles tienen que reagruparse y volver a retomar sus fuerzas para poder crear la bomba y plantarla en la escuela- dijo yuri -lo primero que debemos hacer es buscar a Germain, hacerlo cantar sobre la bomba para saber como desactivarla en caso de que logren plantarla, tambien sobre su conexión con Kim-

-Podriamos enviar una incursion con kurogiri y...- alessandra hablaba solo para ser interrumpida por abby esta vez

-Disculpa?- dijo abby viendo a la rubia -el club de teatro ya no tiene nada que ver en este asunto- dijo Abby -la unica razon por la cual decidi apoyarlos en este desastre fuer para poner a salvo a mi hermana y al depravado que ven aqui- señalaba a ainsley -fuera de eso el club de teatro no tiene nada mas que ver con el club de supervivencia- dijo abby

-no seas asi, si no nos unimos...- Abby volvio a interrumpirla

-El club de teatro tiene mucho trabajo pendiente con el baile escolar que esta por venir, asi que no podremos ayudarlos, si el club de supervivencia no puede encargarse de la seguridad de la escuela pues entonces no es mas que una muestra de la incompetetencia de el mismo...- dijo abby con gran severidad

-Que dijiste...!?- dijo molesta alessandra mientras que abby se llevaba las miradas de molestia de maggie tambien, yuri por su parte solo se cruzaba de brazos pues no le sorprendia que su ex jefa fuese asi

-Ella tiene razon...- dijo Yuri encogiendose de hombros

-oye y tu de que maldito lado estas!?- dijo maggi viendo a yuri

-si el mismo club de supervivencia no puede asegurar el control de la escuela por si mismo entonces no se para que existe en primer lugar- dijo yuri dando a entender el punto de Abby lo que silenciaba a alessandra y a maggie

-correcto, ahora tenemos mucho que hacer y ya las clases acabaron por hoy, kurogiri andando- dijo abby dirigiendose a la salida -ademas me da asco estar aqui-

-Si jefa- dijo mientras se acercaba a yuri -vamos yuri tu vienes conmigo- dijo kurogiri

-y yo porque?- preguntaba yuri mientras kurogiri lo ayudaba a levantarse

-porque ya hiciste demasiado hoy y es hora de que descanses y vayamos a casa- dijo kurogiri

-si sabes que soy mayor de edad y me cuido solo verdad?- decia yuri

-el tiene razon yuri- dijo alessandra -ya hiciste mucho por hoy, ademas estas herido, es mejor que vayas a casa y descanses- dijo alessandra

-si, ya me daras lo que me prometiste luego- dijo maggie con un guiño de su ojo

-uhhhh...bien- dijo yuri levantandose y caminando con leve cojera hacia la salida junto a kurogiri cuando salian del club la primera en recibirlos era Akane quien se tiraba sobre ellos a abrazarlos

-chicos no puedo creerlo estan bien!- decia feliz mientras los abrazaba a ambos

-quien eres y que hiciste con akane?- decia kurogiri

-au au au con cuidado, yo si estoy herido- decia yuri

-l-lo siento, cuando lleguemos a casa descansaras como se debe, te dare uno de mis famosos masajes de hombros- dijo con un aire de orgullo

-terminaras con calambres creeme- dijo kurogiri

-c-cierra la boca kuro!- dijo molesta la chica

-mhmhmhmhm...- yuri reia con un murmullo mientras los tres hermanos salian de aquella desastrosa escuela de vuelta a casa

[Rol off]

Lian~ Lian~ quiero mi escena rape hardcore, ahora ya! >:v
Evie Fauret Evie Fauret una pequeña ayuda de lo que tenemos que hacer ahora, ademas de que sigas peleando por el kokoro de yuri ;v
Kanra-chan Kanra-chan si vuelves, pelea tambien por el kokoro de yuri ;v
 

Lian~

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KUROGIRI FUJIOKA

Paz interior...



Akane, Yuri y Kurogiri caminaron devuelta a casa. El mafioso ya había resguardado su arma, asegurado que dansei y la jefa estuvieran bien y dado las órdenes pertinentes así que solo le quedaba descansar el resto del día. En el camino, el trío se puso a compartir anécdotas de las vivencias de cada uno en este caótico suceso, riendo y compadeciendo en su mayoría al Ruso que era el que peor lo había pasado.

Para cuándo llegaron a casa, el sol ya empezaba a desaparecer por el horizonte. —Papá y Mamá no están— Dijo Akane. —Tuvieron que ir a ver un problema de stock en una tienda al otro lado de la ciudad así que pasarán la noche en un hotel de la zona—

—Bien, no tengo energías para explicarles el estado actual de todos— Kurogiri fue el primero en entrar seguido por el comunista y la karateka. —Quiero descansar todo lo que queda de día—

—Y que lo digas, iré a fumar algo— Sin que lo pudieran detener, Yuri volkov fue directamente hacia el patio trasero para hacer su tan común actividad,no sin antes revolver los cabellos de ambos hermanos.

Akane lo siguió con la mirada hasta que desapareció tras la puerta de cristal. —¿Soy yo o está muy agradable últimamente?—

—¿Tu crees? Para mi sigue siendo un idiota— Un golpe en su hombro y una risita de su hermana fue su respuesta. —¿Tu que harás?—

—Las chicas del dojo me invitaron a salir e ir a una pijamada en la noche, así que...— Miró a su familiar con ojos de cachorro.

—Sigh... Quieres quedarte fuera y que no le diga a mamá o papá, verdad?—

—Eres lo mejor— La chica de cabellos negros rápidamente le dio un beso en la mejilla a su hermano y subió corriendo las escaleras para alistar sus cosas para la tan dichosa pijamada.

Así, Fujioka hijo se quedó solo en la entrada de la casa.
Como no tenía muchas ganas de hacer algo, solamente se limitó a subir también las escaleras y dejarse caer en su cama al llegar a su cuarto. —Uhg... Menudo día...— Justo cuando empezaba a relajarse, a su nariz llegó un aroma un tanto desagradable. Incorporándose, olfateo varias veces hasta que dio con la causa de aquello. —... Apesto— Gruñendo por tener que levantarse, el pelimorado de ojos bicolor se levantó de la cama y fue en dirección al baño.
En el camino se topó con Akane quien ya estaba vestida con otra ropa y llevaba una mochila en su espalda. Dándole un beso en la mejilla, 5 indicaciones y advertencias, esta salió echa una bala en dirección a el punto de encuentro con sus amigas.

El cuarto de baño fue su siguiente paradero. Ahí Fujioka se despojó de cuanta prenda tuviera puesta y dio el agua caliente. Mientras esperaba, no pudo evitar volverse a ver en el espejo. Su complexión delgada, su piel pálida, su cabello morado y ojos distintos, su cintura mas ancha que lo común para los varones y trasero más destacable aún. La verdad era que viese por donde se viese, Kurogiri era un caos de pies a cabeza. —...— Cuando ya no se pudo ver más en el espejo a causa del vapor, el pelimorado entró bajo el chorro de agua caliente, soltando un suspiro de alivio cuando el cálido líquido empapo su piel. —Ahhh por fin, paz interior...— Estaba por comenzar a enjabonarse cuando escuchó como la puerta del baño se abría...


___

Evie Fauret Evie Fauret - le pica un ojo -

Fatman Fatman lo prometido es deuda. Hablame al discord para que veamos bien esto B)
The PeaceMaker The PeaceMaker muevelo (?
Kanra-chan Kanra-chan usted vive siquiera?
 
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