Darknesswolf88
Dios Rey lobo
Relación Maestro y Alumno
Kouga Yagami, un joven lobo gris estaba bastante cansado esta tarde, había estado despierto desde el amanecer entrenando arduamente. Mientras caminaba de regreso al dojo, se encontró con una vista interesante en la ladera al lado de la carretera; un ratón viejo sosteniendo un bastón de madera, estaba recostado contra un árbol. Junto a él yacía un yugo, con dos cubos sellados en cada extremo que parecían bastante pesados. Al principio, el lupino no pensó en el anciano, pero cuando se dio la vuelta para alejarse, las palabras de su Sensei resonaron en su cabeza, detuvo sus pasos y miró al viejo, y luego al cielo de la tarde. Con sus tareas del día terminadas, seguramente el Sensei Khan no le reprocharía llegar un poco tarde por hacer una buena acción. Entonces, con una leve sonrisa en su rostro, caminó de regreso y se acercó al viejo roedor y le ofreció una pata para ayudarle a ponerse de pie.
“Buenas tardes señor, me llamó Kouga. Parece que necesitas ayuda, ¿podría yo servirle de algo?" preguntó el joven lobo
"Sí, mi muchacho, parece que estoy en un aprieto... Necesito llevar este arroz a casa antes del anochecer, pero parece que estos viejos huesos no son tan ágiles como antes” dijo el anciano sonriendo al lupino más alto “¿Podrías tal vez llevarlo por mí? No está muy lejos, justo pasando el arroyo que estás por esté camino”
"Sería deshonroso de mi parte negarme, así que por favor..." dijo Kouga agachándose y colocando el yugo sobre sus hombros “Adelante”
El viejo ratón condujo al lupino por el camino del bosque en relativo silencio, hasta que llegaron al arroyo. El único modo que había para cruzarlo era un simple tronco cubierto de musgo, y la orilla del arroyo era más alta en el lado opuesto que el lado en el que estaban.
"Esta es la parte difícil” dijo el viejo roedor, pero sin ningún esfuerzo cruzó el tronco y se quedó esperando al joven lobo del otro lado
Kouga intentó subir por el tronco de la misma manera, sin embargo, el arroz le hizo perder el equilibrio y, aunque luchó valientemente durante uno o dos minutos, al final sus rodillas empezaron a doblarse por el esfuerzo. El joven lobo sintió que resbalaba, pero antes de que pudiera hacer mucho al respecto, el musgo resbaladizo, el peso del yugo, y la pura mala suerte conspiraron contra el pobre muchacho, y el tronco chocó contra su indefensa entrepierna, haciendo que el lupino con todo y carga cayera boca abajo en el suelo.
"Por los dioses, muchacho, ¿estás bien?" preguntó el viejo ratón
“S-sí” respondió Kouga gruñendo débilmente y con sus patas sujetando sus partes adoloridas por un momento antes de ponerse de pie “¨Parece que no podré cruzar el tronco cargando el arroz”
"Bueno, entonces tendrás que cruzar el arroyo caminando a través de él” dijo el ratón con total naturalidad
El joven lobo se desnudó hasta quedar únicamente con su fundoshi, recogió el yugo nuevamente, sosteniéndolo por encima de su cabeza con los brazos extendidos, y se adentró en el arroyo. El agua helada que le llegaba hasta la cintura le minaba las fuerzas pero su entrenamiento le sirvió bien, y en poco tiempo llegó a la otra orilla con la parte baja de su cuerpo completamente empapada..
"No temas muchacho, si deseas continuar como estás hasta que estés seco, no diré nada al respecto" dijo el viejo ratón
“Gracias señor” dijo Kouga poniéndose de nueva cuenta su camisa y colocando sus pantalones sobre su hombro para luego volver a cargar el yugo
Al cabo de quince minutos más, estaban llegando al borde de un claro, que según el viejo ratón estaba muy cerca de su destino. Hicieron una nueva pausa, para que el lupino se volviera a poner los pantalones y se sacudiera mientras miraba a su alrededor. Este claro era agradable, muy zen, pero después de volver a cargar el yugo y darse la vuelta, su belleza natural se perdió cuando un objeto pequeño y contundente se incrustó en la suave sección media del lobo. Los ojos de Kouga se abrieron de par en par cuando el aire fue forzado a salir de su cuerpo, miró hacia abajo para ver el extremo inferior del bastón del viejo ratón alejándose de su estómago. El dolor y la repentina falta de aliento, combinados con el peso del yugo, hicieron que el joven lobo se pusiera de rodillas, agarrándose el vientre y levantando los costados para intentar forzar el ingreso de aire a su cuerpo. Tosió, luchando por dejar el yugo a un lado, el lugar donde había sido golpeado le dolía demasiado, y gimió patéticamente, ahogándose mientras luchaba por recuperarse.
“¿P-por qué?" preguntó Kouga mientras el ratón caminaba tranquilamente hacia el claro
Antes de que el joven lobo pudiera hacer cualquier cosa para detenerlo, el viejo roedor había deslizado la punta de su bastón debajo de él, entre sus piernas y contra donde sus patas sujetaban su adolorido abdomen y sin previo aviso, el lupino estaba en el aire, aterrizando sin gracia en la hierba a pocos metros de distancia sobre su espalda.
"¡Defiéndete!" exclamó el viejo ratón poniéndose en guardia, sosteniendo el bastón detrás de él
Kouga estaba asustado al principio, el anciano le había engañado, obviamente era más fuerte de lo que aparentaba y resultaba que también era un experto artista marcial. Sin embargo, el instinto y su entrenamiento le sirvieron de nuevo al lobo, y se volvió a poner de pie, poniéndose en guardia. Los dos se lanzaron uno contra el otro, el lupino se esforzó para mantenerse en la ofensiva como su Sensei le había enseñado, de repente, la punta bastón del ratón atrapó la camisa de Kouga, manteniendo al lobo paralizado y entonces el roedor le dio un rodillazo en el costado derecho, lo que hizo soltar un gruñido bajo, pero luego siguió con una patada a la sección media que hizo que la visión de Kouga se volviera blanca por un momento mientras su aliento era forzado a salir nuevamente. Farfulló un poco, la saliva salió volando de sus labios por el impacto, pero aún así su agresor continuó, lanzando otra patada, lo que devolvió al lobo a la realidad. Antes de que la segunda patada en su estómago impactará, Kouga levantó el brazo y se quitó la camisa para alejarse del roedor, cayendo sobre una rodilla y jadeando con la lengua de fuera mientras su aliento entraba y salía dolorosamente de él. Por alguna razón, el viejo ratón simplemente tomó la camisa de Kouga de su bastón arrojándola al suelo y se volvió a poner en guardia.
“¿Qué sucede muchacho? ¿Soy demasiado para ti?” preguntó el anciano con tono burlón
Las palabras del viejo roedor enfadaron al lupino, pero no dejó que este lo notara. Se movió para atacar de nuevo, a pesar de que quizás era mala idea usar su ira como arma. Su repentino estallido de ferocidad casi parecía ser demasiado para el viejo ratón, ya que logró asestar varios golpes, pero eso no duró por mucho tiempo ya que el anciano clavó su bastón en el piso y se concentró más en el combate. Al instante siguiente la palma izquierda del viejo ratón se plantó firmemente contra el plexo solar de Kouga, lanzando por los aires al lupino , aterrizando boca abajo con las patas en su vientre. Tosió mientras saliva escurría de su hocico, el dolor recorría su cuerpo ,mientras luchaba por obligarse a respirar. Se le cruzó por la mente que el anciano no le atacaba mientras se encontraba en el suelo, lo cual agradeció, pero igual le levantaba sospechas.. Kouga se arrodilló con una pata frotando su estómago adolorido, respirando pesadamente, limpiándose la boca y escupiendo a un lado para tratar de alejar la sensación del dolor.
"¿Estás listo, muchacho, o me obligarás a esperarte más?" preguntó el viejo roedor
"Tú... estás loco, viejo..." respondió Kouga escupiendo en dirección al anciano "Esto no tiene sentido... No te ayudaré más, ni voy a seguir con esta pelea”
Con eso, el joven lobo se puso de pie, considerando su camisa una pérdida menor, se dio la vuelta, alejándose del roedor Estaba decidido a irse, caminando lentamente hacia el borde del claro... cuando sintió una nueva oleada de agonizante dolor. Los ojos de Kouga lentamente recorrieron su cuerpo hasta la fuente, vio justo entre sus piernas sobresalía la punta del bastón. Un quejido de dolor salió de la garganta del lupino, y cuando el anciano retiró su bastón, sujeto con sus patas sus adoloridas bolas mientras caía de rodillas.
"¿Te atreves a insultar a tu oponente dándole la espalda, chico?! ¿No tienes sentido del respeto?!" exclamó molesto el anciano y obligando al lobo a acostarse sobre su espalda y, con poco tacto, plantó un pie sobre el estómago de Kouga, seguido del otro
El joven lobo gimió de dolor, tanto por el dolor en su saco, como por la repentina y desagradable presión en su zona media. Mientras se encontraba sobre el vientre del lupino, el anciano se puso sobre los dedos de los pies, presionándolos con fuerza en el vientre del lobo, aumentando el volumen y el tono de sus quejidos un poco. Kouga estaba en el infierno, , tratando de respirar con todas sus fuerzas a pesar del dolor en su saco y el peso del viejo roedor sobre su estómago, luchando para hacer que su abdomen se eleve contra el peso, con la lengua de fuera por el esfuerzo. Después de algunas respiraciones exhaustivas como esta, las patas del lobo se alejaron de sus adoloridas bolas y agarraron débilmente los tobillos del ratón, tirando con todas sus fuerzas para mover al macho aparentemente más pequeño de su sección media.
"¿Quieres que me aparte de ti, muchacho? ¡Tendrás más suerte moviendo un árbol!” dijo el anciano
Con esto, el ratón levantó un pie, haciendo que el otro pie se hundiera más profundamente, aplanando la zona media del lobo hasta un grado irreal. Saliva escurría por el hocico de Kouga, mientras luchaba en vano, tanto para respirar como para apartar al anciano de su abdomen. El joven lobo se retorció, presa del pánico, pero justo cuando las cosas parecían sombrías y sintió que estaba a punto de desmayarse, el peso se levantó y recuperó el aliento. Jadeó rápidamente, frotándose el estómago y la garganta, mientras el aire entraba de nuevo a su cuerpo, rodando rápidamente hasta sus rodillas para respirar más profundamente.
"Espero que eso te enseñe a respetar siempre a tu oponente, muchacho. Me das la espalda otra vez, y no saldrás de este claro intacto, te lo prometo” amenazó el anciano observando como el lupino adolescente se ponía de pie
"¿Por qué... por qué... me haces esto?" preguntó Kouga, sintiendo como la mayor parte de su fuerza se había mermado por los constantes ataques del viejo roedor
"¡Aprenderás por qué chico, si puedes durar lo suficiente para averiguarlo!" respondió el anciano
Con eso, el viejo corrió hacia él esta vez, forzando al lobo a ponerse a la defensiva, pero con todo el castigo que había sufrido, era aún menos rival para el ratón. Para su crédito, Kouga dio mas pelea que lo que la mayoría habría dado después de tal paliza, pero el viejo ratón rápidamente lo tenía apoyado contra un árbol, y como las manos de Kouga cayeron sin vida a sus lados, el ratón clavó un puñetazo en el vientre del lupino, Kouga inmovilizó a Kip contra el árbol. El puño se hundió profundamente, presionando las entrañas de Kouga una contra la otra, y sintió como si todo su cuerpo estuviera siendo aplastado contra su columna, inundando la mente del lobo con nuevos niveles de agonía. El hocico del lupino se abrió cuando la saliva, así como todo el aliento que tenía fueron forzados a salir de su cuerpo.
"¿Cuál es el problema, chico? ¿En verdad soy demasiado para ti?” preguntó el anciano, al no conseguir una respuesta con su otra pata le dio una palmada en su saco, pero el lobo siguió sin reaccionar "Hmm, quizás sobreestimé tu resistencia después de todo”
El ratón retiró su puño, dejando que Kouga recuperara el aliento, luego inmovilizó al lobo contra el árbol con una pata y con una velocidad irreal empezó a golpear a Kouga en distintas partes usando solamente dos dedos. Kouga, mientras tanto, estaba en otra nueva clase de infierno, su estómago le ardía como si se hubiera tragado el sol, y todo su cuerpo le dolía como si estuviera agonizando, especialmente su vientre y saco. Ahora el viejo ratón le estaba haciendo más daño... ¿o no? De repente, sintió que su fuerza regresaba poco a poco, mientras el anciano lo golpeaba aquí y allá.
"¿Qué... qué estás haciendo... viejo?" preguntó el joven lobo
"Estoy golpeando puntos vitales de chakra en tu cuerpo, para ayudarte a sanar más rápido” respondió el roedor mientras golpeaba de nueva cuenta “Ahora guarda silencio”
Mientras decía esto, Kouga se sintió un poco mejor que antes de conocer al viejo ratón. En ese momento, una extraña sensación se apoderó de la mente del lobo, la sensación de que algo no estaba del todo bien. Cuando el anciano terminó lo que estaba haciendo y dio un paso atrás, el lupino decidió ceder a su curiosidad y poner a prueba sus sospechas.
"Se lo agradezco, supongo... Ahora, ¿desea continuar nuestro combate?” preguntó Kouga
“Si crees que puedes…” dijo el anciano siendo interrumpido por el lobo atacando a una gran velocidad con sus dedos extendidos y sus garras a escasos centímetros de su cuello “Vaya el Jinetsuken”
“Solo los miembros de mi Dojo conocen este movimiento y muy pocos son lo bastantes rápidos para frenarlo” dijo Kouga alejándose del roedor “¿Quien eres tú, anciano?”
“¡No pensé que dominaras esa técnica, muchacho! Después de todo, ¡eres casi tan rápido como yo!". dijo el viejo roedor quitándose la capa y empezando a gruñir
El gruñido se convirtió en un rugido, y con un destello y un suave sonido, el disfraz del viejo y débil ratón dio paso a la cara del verdadero oponente de Kouga. Era media cabeza más alto que el lobo, cubierto de escamas negras y rojas, con cuernos y pelo gris suelto. Cogió la capa de nuevo, la cual no era una capa en lo absoluto, y se la puso, encajando más de cerca ahora como la parte superior de un Gi. Miró sonriendo al lobo mientras se ataba el cinturón alrededor de la cintura, cerrando su Gi y flexionando un poco.
“Me has impresionado chico. ¡Ahora ven, muéstrale a tu Sensei qué más has aprendido realmente!" dijo el dragón
“¡¿S-sensei Khan?! "Con ese último movimiento... yo... ¡Podría haberte MATADO, Sensei!" exclamó Kouga y se colocó en posición de Dogeza "Por favor, no sabía a quién me enfrentaba…perdoname Sensei”
"¡No hay nada que perdonar, tonto! ¡No sabías a quién te enfrentabas por una razón! Estaba probando tus instintos de supervivencia, ¡y me sorprendiste tratando de matar a alguien que te había curado!" dijo el Sensei Khan haciendo un gesto para que el lobo volviera a atacar "Ven, muchacho. Ahora que conoces a tu verdadero enemigo, ¡muéstrame que mis enseñanzas no se han perdido en tu mente sin sentido!"
Kouga se puso de pie rápidamente y se lanzó al ataque, esta vez sin contenerse, seguro de sí mismo más y seguro también de la resistencia del dragón mayor a cualquier castigo. Luchó ferozmente lanzando ataques en cada abertura posible que podía encontrar, mientras hacía todo lo posible para defenderse también. Khan permaneció estoico durante un tiempo, sin embargo el dragón se cansó de contenerse, y sin previo aviso, estrelló una palma abierta contra la desprevenida sección media de Kouga a velocidades inhumanas.
Los ojos de Kouga se abrieron de par en par cuando sintió la mano de su Sensei aplastar todo su vientre hacia adentro, sus ojos se cruzaron un poco cuando el impacto lo elevó hacia el cielo. Sintió toda la mano del reptil como si estuviera dentro de él, ,sacando el aire de sus pulmones de nuevo y haciendo salir su lengua de su hocico, Luego, justo cuando el lobo sintió que iba a doblarse por la mitad por el impacto, fue enviado tambaleándose, dando vueltas por un momento antes de aterrizar sobre sus manos y rodillas. Un brazo agarró su vientre mientras el otro lo sostenía, tosiendo y farfullando por otro golpe despiadado en su estómago, su garganta seca por todas las agitaciones que su estado sin aliento estaba provocando en su pecho. No importaba con qué frecuencia sucediera, nunca parecía poder prepararse adecuadamente para esos golpes al cuerpo, ni parecían perder efectividad. Su Sensei, sabio como era, permitió al lupino tiempo suficiente para ponerse de pie, y recuperar el aliento, antes de volver a reanudar el combate
Kouga sabía que su Sensei no iba a contenerse con él, nunca lo hacía. así que se esforzó mucho en mantener el ritmo del dragón lo mejor que podía, Algunos golpes se cruzaron entre ellos, nada serio al principio. Entonces, sin embargo, el joven lobo tuvo suerte y le dio una rápida patada al costado de la rodilla de su Sensei haciendo caer al gran dragón al suelo sobre dicha rodilla. Kouga sonrió y saltó, con la pierna extendida para darle una patada voladora dirigida a la cabeza de su Sensei. Nunca podría haber predicho que el reptil reaccionaría casi de inmediato con un puñetazo hacia atrás. Un pie se encontró con la cara y un puño con la ingle, lo que provocó que ambos machos gruñeran de dolor y cayeran al suelo. Kouga, por supuesto, se convirtió en una bola dolorida y gimiendo alrededor de sus partes adoloridas. Khan se limpió la mejilla, comprobando si su nariz sangraba por el impacto. Estaba muy impresionado, Kouga le había dado un golpe que posiblemente le hubiera dejado inconsciente.
"Bueno, sin duda fue una experiencia de aprendizaje, ¿verdad?" preguntó el dragón. Cuando el lupino no respondió de inmediato, Khan se giró para mirarlo con severidad, solo para ver a su pupilo acurrucado a unos metros de distancia.”Kouga, levántate, no podría haberte golpeado tan fuerte”
El reptil se acercó e hizo rodar al lobo hacia el otro lado, entrecerrando los ojos cuando vio al lupino acurrucado con la cola y las manos cuidando su entrepierna y gimiendo en silencio.
"Ah, ya veo . Así que nuestro intercambio final no resultó como pensaba” dijo Khan arrodillándose ante su pupilo e intentó alejar los brazos y la cola del lobo, aunque persistieron tercamente en proteger su dolorida ingle por un tiempo. Gruñó molesto y golpeó la espalda de Kouga "Deja de retorcerte, tonto, estoy tratando de asegurarme de que no te dañe permanentemente . Necesito ver si sigues entero o no”
Kouga apartó sus patas a regañadientes temiendo en silencio que su sensei le golpeara las bolas de nuevo,y gimió ruidosamente mientras el dragón le desataba y le quitaba la parte inferior del gi y su fundoshi, Cuando el dragón expuso la funda y las pelotas hinchadas del lobo al aire fresco del claro, los olores familiares de esfuerzo y excitación llegaron a las narices de ambos. Kouga no pudo evitar sonrojarse...hasta que su Sensei agarró su saco con una pata, momento en el que gritó fuerte y se retorció de dolor, gimiendo patéticamente mientras el dragón, lenta pero firmemente, hacía rodar ambas bolas entre sus manos. pulgar e índice, apretando quizás con un poco más de firmeza de lo que le hubiera gustado.
"S-sensei por favor..." Kouga se quejó como un cachorro herido mientras el dragón revisaba su saco peludo en busca de daños. "Me duelen mucho las pelotas..."
"Estoy seguro de que sí, han recibido casi tanto castigo como está parte de aquí" dijo el dragón dándole un golpe en el estómago a su pupilo "Yo diría que ya has tenido suficiente, ¿no, muchacho?"
"¡Yo diría que sí Sensei!” exclamó Kouga
El grito del lobo inició como uno de dolor, pero rápidamente se convirtió en uno de placer cuando sintió las manos del dragón frotar suavemente sus músculos abdominales adoloridos. No podía evitarlo, a pesar del castigo irreal que su vientre había recibido, el ligero y suave toque se sentía bastante bien. Se quedó acostado sobre el suave césped del claro, dejando que el toque experto de su Sensei deshiciera algo del daño que previamente le había hecho. Las manos del Sensei Khan se movieron en cada centímetro del adolorido vientre de su pupilo incluso en los costados y más arriba en su pecho. Kouga hizo todo lo posible para no sonreír todo el tiempo, pero no pudo evitar los gemidos suaves que salían de su hocico y que su cola se agitara. El dragón se rió un poco, le agradaba la naturaleza infantil de su pupilo, cuando no le hacía enfadar hasta el punto de querer expulsarlo del Dojo. Sin embargo, una cosa por la que envidiaba un poco era su libido aparentemente insaciable, que se hacía evidente en este momento por el ligero toque de rojo que se veía en la funda del lupino.
“Parece que estás disfrutando mucho del masaje” dijo el dragón sonriendo
El joven lobo se sonrojó ante el comentario de su Sensei, pero no se atrevió a negar lo evidente. El dragón decidió ser gentil con el joven lobo, lo había hecho bien, y ciertamente había aguantado un poco de abuso antes de rendirse, sentía que un final ligeramente feliz a un día de otra manera duro no era mucho pedir. Así que, sin decir una palabra, comenzó a acariciar con una mano la funda de su pupilo, mientras con la otra frotaba su saco. Kouga gimió de forma lujuriosa, y su miembro empezó a salir de su funda y en cuestión de minutos estaba completamente fuera y palpitando por atención.
“Al menos a pesar del castigo que recibiste no tienes problemas para tener una erección” dijo el Sensei Khan mirando el falo rojizo y palpitante de su pupilo
El dragón con una mano comenzó a acariciar toda la longitud del falo del lupino adolescente, centrándose en la punta. Kouga se estremeció sintiendo el placer recorrer cada fibra de su cuerpo, su nudo comenzó a formarse y preseminal fluía sobre su longitud y caía sobre su vientre. El Sensei Khan se acomodó entre las rodillas del lobo y acercó su hocico lamiendo el falo de su pupilo, justo en la punta. Kouga soltó un fuerte gemido al sentir la lengua de su sensei tocar su palpitante erección, el dragón no se detuvo allí, le dio una segunda, una tercera y una cuarta lamida haciendo que el adolescente gimiera con cada una. El reptil agarró la base de la polla de Kouga, envolviendo su nudo y abrió sus fauces engullendo el falo de su pupilo.
Kouga cerró los ojos y soltó un fuerte gemido al sentir el calor de hocico de su sensei y como la lengua del dragón lamía la parte inferior de su verga..El dragón empezó a mover su cabeza en un vaivén saboreando el preseminal que caía en su lengua y disfrutando de los gemidos que salían del hocico de su alumno. El lobo estaba jadeando con la lengua de fuera sintiendo como se iba acercando poco a poco al clímax y justo cuando pensó que iba a eyacular… el dragón se retiró.
“No, no voy a dejar que sea tan fácil cachorrito” dijo el Sensei Khan mientras recorría con un dedo el pene de su pupilo
El dragón se acomodó al lado izquierdo de su pupilo apoyándose con un codo, y con una mano empezó a bombear el falo necesitado de Kouga lentamente, demasiado lento para el gusto del lobo, pero al menos estaba recibiendo atención. El lupino adolescente gemía suavemente con los ojos cerrados sintiendo de nueva cuenta el placer recorrer su cuerpo,jadeando con la lengua de fuera, sintiendo su orgasmo acercándose a pesar de lo frustrantemente lento que el reptil bombeaba su pene y justo cuando estaba por eyacular el dragón apartó su pata de nueva cuenta. Soltó un gruñido llenó de frustración y abrió los ojos para mirar a su sensei. El dragón estaba dejando que se enfriara, Kouga sabía bien que esto era normal entre ellos, pero no quería esto, quería que su sensei continuará. Necesito toda su fuerza de voluntad para no tomar su polla que estaba justo ahí, palpitando con una necesidad desesperada, y terminar las cosas por sí mismo.
"Por favor” dijo el joven lobo
"¿Por favor qué?" preguntó el dragón
“Por favor acaricia mi polla Sensei” respondió Kouga
Khan sonrió y volvió a tomar el pene de su pupilo empezando a masturbarlo haciendo que un gemido placentero escapara de su hocico. El aliento del lobo se volvió irregular, inestable. Sus dedos se curvaron, su cola se meneó y, lo más importante, su polla palpitaba con cada bombeada de parte del dragón. Su nudo estaba completamente hinchado y preseminal salía casi constantemente de su punta cónica. Podía sentir sus bolas apretándose, apretó los dientes, gruñendo en pura lujuria sintiendo de nueva cuenta su orgasmo acercarse. Y entonces Khan se detuvo de nuevo, Kouga abrió los ojos gruñendo llenó de frustración y miró al dragón quien le sonreía.
"¡Por favor!" exclamó el joven lobo “Por favor sensei, déjame acabar”
“Yo nunca dije que te iba a dejar eyacular” dijo Khan
Durante los siguientes minutos largos, el dragón acercó al lupino al clímax deteniéndose justo en el preciso momento para recordarle a su pupilo quien mandaba. Finalmente decidió que su joven pupilo había sido torturado lo suficiente, por lo que empezó a frotar el palpitante pene del lobo rápidamente. Kouga sintió como el placer aumentaba cada vez más y entonces sintió como su sensei apretaba su nudo hinchado haciendo que su visión se nubló mientras llegaba a un dichoso orgasmo. La semilla del joven lobo se disparó hacia arriba y sobre él, algunos chorros aterrizando en el suelo junto a su cabeza, algunos en su pecho y vientre, y el resto sobre su entrepierna. Khan se limpió la mano en la hierba, mirando hacia el cielo oscuro y suspirando mientras ayudaba a su pupilo a ponerse en pie.
"Coge el arroz, chico, nos vamos a casa." Dijo el dragón, tomando su bastón de nuevo
"¿Qué pasa con mi ropa, Sensei?" El lobo desnudo, algo sucio preguntó tentativamente, recogiendo el arroz como se le dijo de todos modos
"Considera esto tu castigo por perder, muchacho" dijo el dragón con una sonrisa, extendiendo la mano y golpeando al lobo en el vientre, y luego en las pelotas, con su bastón "¡Y sabes dónde caerá mi bastón si escucho alguna queja! ¡Ahora vámonos!"