Migu
Obseso del Post
Prólogo: De tal palo tal astilla
Drex se encontraba en Hauoli, nueve meses después del mundial pokémon. Era de noche y le iba a dar de comer a un muk la basura, lo cual se consideraba más beneficioso para el medio ambiente que tirarla aun contenedor o a un vertedero. La forma regional se relamía al ver la basura y raichu le pasó la bolsa al chico, para dársela, pero antes, alguien se chocó con él. Era una mujer pelirroja con una cola de caballo hecha en la coronilla totalmente despeinada y termina con un chongo sostenido con una liga de pelo. Tenía un vestido rojo y botas de tacón blancas. Detrás suya, un tipo calvo, con antifaz, barbudo y traje de franjas rojas y blancas le perseguía.
-¡Deme ya el pase de la armadura, señora!- Dijo con voz ronca y sacó un poochyena.
-¡Que alguien me ayude!- Exclamó la mujer y Drex decidió ayudarla sacando a su loudred, quién fue mordido por el lobo, pero le confundió, le mordió, poochyena rugió, haciendo retroceder al pokémon rosado, pero dio su propio rugido, más fuerte y pisó al pokémon siniestro, quién huyó junto con su dueño.
-Muchas gracias, por haberme salvado- Dijo la señora suspirando de alivio.
-De nada ¿Que querían robarle?-Preguntó Drex con curiosidad.
-Un ticket que lleva a la Isla De La Armadura, lugar donde se encuentra el dojo maestro, un lugar que te hace el mejor entrenando-Reveló ella-Iba a dárselo a mi hijo que es entrenador como tú, pero como el mundo es tan peligroso hoy día, mejor te la doy a ti- Tras recibir el pase, Drex volvió a su casa con la idea de ir a ese dojo, pero sabía que su madre no le dejaría ir, ya se lo había dicho un montón de veces...
-¡Drex! ¡La basura!- Su mente llena de pensamientos sobre su nueva aventura, había olvidado tirar la basura y esta cayó al suelo, espantando a las hermanas fabulosas.
-¡Recógelo y tíralo!- Le ordenó y Drex empezó a barrer.
-¿Sabes, mamá? He... Encontrado un pase de la armadura- Le dijo Drex a Misty, mientras limpiaba.
-¿Que es eso?-Preguntó ella.
-Pues es un pase, para ir a dojo donde superarme como entrenador ¿Puedo ir?-
-Pero primero tendrás que apuntarte ¿No?- Razonó ella-¿No pone un teléfono o algo así para contactar con ellos?- Drex lo miró y observó un e- mail, así que se inscribió por alumno por correo electrónico. Una semana después, el hijo de Ash leyó la respuesta.
ESTIMADO SEÑOR, KETCHUM.
POR SUERTE, TENEMOS DOS PLAZAS LIBRES Y UNA ACABA DE SER SUYA. NOS VEMOS EN LA ISLA DE LA ARMADURA Y NO OLVIDE LLEVAR SU PASE ARMADURA.
CORDIALES SALUDOS
IDRÁN.
Cuatro días después de recibir el mensaje, Drex se fue en avión a Galar, Pueblo Par y de ahí a la estación, una sala de ladrillos, con máquinas de billetes. Había mucha gente y no sabía que hacer, asique le preguntó a un hombre de pelo castaño corto, de estatura media y flaco, vestido de maquinista.
-Disculpe ¿Para ir a la Isla Armadura?- Le preguntó.
-¿Tienes el pase armadura?- Le preguntó el ferroviario y Drex se lo enseñó, para luego viajar en un tren, y volar en un aerotaxi. Una vez que salió vio que estaba en todo un amplio mundo de vegetación, pero por mucho que caminaba no encontraba el dojo. Lo que sí encontró fue al hombre barbudo y de pelo negro de Galar.
-¿Disculpe, donde está el dojo maestro? ¡Un momento ¡Tú estuviste en el Pokémon World Tournament- Se dio cuenta Ketchum y el hombre le miró de forma siniestra.
-Tú también lo buscas, ¿no? ¡Me ha costado mucho llegar aquí, no permitiré que me quites la oportunidad!- Exclamó el sujeto y sacó a un cinderace, mientras que Drex aceptó el desafío y sacó su mudsdale, el cual le pegó una coz, que el conejo bloqueó con su rodilla y le pateó la cara con la otra pierna. Tras eso retrocedieron.
-¡Terremoto, mudsdale!-Eligió Drex.
-¡Salta y balón ígneo!- Ordenó el señor a su pokémon y el balonazo derrotó al caballo.
-¡No! ¡No puede ser! ¡Mudsdale!- Drex lo devolvió a su pokéball y volvió a la estación, pero ya no había aerotaxis. Lo peor para el es que, el poco dinero que había cogido lo había perdido junto con aquél combate.
-¡Es obvio que el maestro no te va a escoger, me quedo más tranquilo! ¡Hasta más ver, chaval!- Dijo entre risas el hombre y se largó montado en otro caballo de Alola. Drex empezó a explorar la isla y llegó a la playa donde le atacó un kingler, pero Raichu lo venció con impactrueno.
Continuará...
Drex se encontraba en Hauoli, nueve meses después del mundial pokémon. Era de noche y le iba a dar de comer a un muk la basura, lo cual se consideraba más beneficioso para el medio ambiente que tirarla aun contenedor o a un vertedero. La forma regional se relamía al ver la basura y raichu le pasó la bolsa al chico, para dársela, pero antes, alguien se chocó con él. Era una mujer pelirroja con una cola de caballo hecha en la coronilla totalmente despeinada y termina con un chongo sostenido con una liga de pelo. Tenía un vestido rojo y botas de tacón blancas. Detrás suya, un tipo calvo, con antifaz, barbudo y traje de franjas rojas y blancas le perseguía.
-¡Deme ya el pase de la armadura, señora!- Dijo con voz ronca y sacó un poochyena.
-¡Que alguien me ayude!- Exclamó la mujer y Drex decidió ayudarla sacando a su loudred, quién fue mordido por el lobo, pero le confundió, le mordió, poochyena rugió, haciendo retroceder al pokémon rosado, pero dio su propio rugido, más fuerte y pisó al pokémon siniestro, quién huyó junto con su dueño.
-Muchas gracias, por haberme salvado- Dijo la señora suspirando de alivio.
-De nada ¿Que querían robarle?-Preguntó Drex con curiosidad.
-Un ticket que lleva a la Isla De La Armadura, lugar donde se encuentra el dojo maestro, un lugar que te hace el mejor entrenando-Reveló ella-Iba a dárselo a mi hijo que es entrenador como tú, pero como el mundo es tan peligroso hoy día, mejor te la doy a ti- Tras recibir el pase, Drex volvió a su casa con la idea de ir a ese dojo, pero sabía que su madre no le dejaría ir, ya se lo había dicho un montón de veces...
-¡Drex! ¡La basura!- Su mente llena de pensamientos sobre su nueva aventura, había olvidado tirar la basura y esta cayó al suelo, espantando a las hermanas fabulosas.
-¡Recógelo y tíralo!- Le ordenó y Drex empezó a barrer.
-¿Sabes, mamá? He... Encontrado un pase de la armadura- Le dijo Drex a Misty, mientras limpiaba.
-¿Que es eso?-Preguntó ella.
-Pues es un pase, para ir a dojo donde superarme como entrenador ¿Puedo ir?-
-Pero primero tendrás que apuntarte ¿No?- Razonó ella-¿No pone un teléfono o algo así para contactar con ellos?- Drex lo miró y observó un e- mail, así que se inscribió por alumno por correo electrónico. Una semana después, el hijo de Ash leyó la respuesta.
ESTIMADO SEÑOR, KETCHUM.
POR SUERTE, TENEMOS DOS PLAZAS LIBRES Y UNA ACABA DE SER SUYA. NOS VEMOS EN LA ISLA DE LA ARMADURA Y NO OLVIDE LLEVAR SU PASE ARMADURA.
CORDIALES SALUDOS
IDRÁN.
Cuatro días después de recibir el mensaje, Drex se fue en avión a Galar, Pueblo Par y de ahí a la estación, una sala de ladrillos, con máquinas de billetes. Había mucha gente y no sabía que hacer, asique le preguntó a un hombre de pelo castaño corto, de estatura media y flaco, vestido de maquinista.
-Disculpe ¿Para ir a la Isla Armadura?- Le preguntó.
-¿Tienes el pase armadura?- Le preguntó el ferroviario y Drex se lo enseñó, para luego viajar en un tren, y volar en un aerotaxi. Una vez que salió vio que estaba en todo un amplio mundo de vegetación, pero por mucho que caminaba no encontraba el dojo. Lo que sí encontró fue al hombre barbudo y de pelo negro de Galar.
-¿Disculpe, donde está el dojo maestro? ¡Un momento ¡Tú estuviste en el Pokémon World Tournament- Se dio cuenta Ketchum y el hombre le miró de forma siniestra.
-Tú también lo buscas, ¿no? ¡Me ha costado mucho llegar aquí, no permitiré que me quites la oportunidad!- Exclamó el sujeto y sacó a un cinderace, mientras que Drex aceptó el desafío y sacó su mudsdale, el cual le pegó una coz, que el conejo bloqueó con su rodilla y le pateó la cara con la otra pierna. Tras eso retrocedieron.
-¡Terremoto, mudsdale!-Eligió Drex.
-¡Salta y balón ígneo!- Ordenó el señor a su pokémon y el balonazo derrotó al caballo.
-¡No! ¡No puede ser! ¡Mudsdale!- Drex lo devolvió a su pokéball y volvió a la estación, pero ya no había aerotaxis. Lo peor para el es que, el poco dinero que había cogido lo había perdido junto con aquél combate.
-¡Es obvio que el maestro no te va a escoger, me quedo más tranquilo! ¡Hasta más ver, chaval!- Dijo entre risas el hombre y se largó montado en otro caballo de Alola. Drex empezó a explorar la isla y llegó a la playa donde le atacó un kingler, pero Raichu lo venció con impactrueno.
Continuará...
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