TSUBAKI TAKEDA
Un nuevo día empezaba y tras los incidentes relacionados con la serpiente solo esperaba que el día de hoy fuera más tranquilo, pero nada más llegar a la Academia me crucé con un magullado Ryo, lo cual me hacía presagiar que no tendría tranquilidad hoy tampoco, además estaba el hecho de la petición de entrenamiento en artes marciales de Otto. Pero lo primero era lo primero si Ryo estaba magullado seguro que se había metido en algún lío y habría habido alguna consecuencia, así que como miembro del Comité de disciplina me tocaba actuar. Por tanto me acerqué a hablar con Ryo el cual se mostraba tan arrogante, irritante y estúpido como siempre.
Ante sus palabras se me despertó un sentimiento de ofensa y una vena se marcó en mi frente de modo que alargué mi mano y lo agarré y tironee de su oreja hacia mi── ¡Auch! ¡Auch! ¿¡Pero que!? ¡Pedazo de bruta me haces daño! ──empezó a quejarse── ¡Con tu fuerza bruta vas a acabar arrancándome la oreja a este paso!
── ¡IDIOTAAAAAA! ──le grité fuertemente al oído lo que le sorprendió y dejó aturdido momentáneamente── ¿¡Te crees que soy tan alcohólica y borracha como para sentirme tentada para beber tan temprano en la mañana!? ──retorcí un poco mi mano para apretar el agarre de su oreja.
── ¡Auch, auch, auch! ──continuó quejándose y por sus magulladuras no podía oponer apenas resistencia── No me grites me vas a dejar sordo gorila ──ante su insolencia retorcí un poco más── ¡AUCH, AUCH! Está bien, está bien… Gorila-senpai ¿así mejor? ──aún sin estar en disposición de desafiarme seguía siendo igual de insolente y desafiante.
── Bueno ahora vas a decirme como acabaste así y donde están el resto de los heridos ¿de acuerdo? ──dije soltando su oreja y cambiando mi tono a uno más tranquilo y neutro.
── Y si no me da la gana ¿Qué harás? ──replicó con un tono altivo e insolente nuevamente a lo que yo esbocé una sonrisa amable falsa y solté una pequeña risa── E-e-esa risa no me gusta nada… ──miró hacia mi algo preocupado con una gota de sudor recorriendo su frente.
── Bueno sino me lo quieres decir… ──mantuve la falsa sonrisa hasta que cambié mi gesto radicalmente y en un segundo ya lo había reducido en el suelo y lo tenía atrapado en una llave de sumisión que lo tenía inmovilizado── Si no me lo dices por las buenas te lo sacaré por las malas ──repliqué con un tono molesto pero algo sonreído.
── ¡Aaaaaagh! ¡Estás loca! ¡Hace un momento querías llevarme a la enfermería y ahora parece que quieras matarme! ──se quejaba como podía.
── Esto no hubiera acabado así si hubieras colaborado desde el principio ¡delincuente de poca monta! ──seguía con mi agarre sin soltarle.
── Está bien, está bien… el club de kendo allí están los demás ──en cuanto me dijo lo que quería saber lo solté y me levanté mientras él aún seguía débil y tendido en el suelo── Ugh… maldita gorila bruta… así nunca encontrarás un hombre que te soporte ──comentó adolorido sin poder moverse mientras yo me ponía de cuclillas frente a él con una sonrisa amable── Ugh… ──tragó saliva── O-otra vez esa sonrisa… p-pero si ya te he dicho lo que querías… ──entonces alargué mi mano y comencé a darle palmaditas en la cabeza.
── ¿Ves? ¿A que no era tan difícil Ryo-chan? ──dije con una sonrisa mientras de repente a él pareció recorrerle un escalofrío── ¿Uh?
── N-no hagas eso… no te pega nada… y en ti queda demasiado siniestro… ──que insolente encima que intentaba ser amable para suavizar todo lo que había sucedido── Además no soy un maldito crío ni un chucho sarnoso ¿Quién te crees que eres para darme palmadas en la cabeza de esa manera? Estás loca o eres bipolar… Pasaste de querer llevarme a la enfermería a querer matarme y de ahí a comportarte de modo amable ──seguía manteniendo una sonrisa pero un tic comenzó a darme por el rostro, las palabras de Ryo me estaban empezando a tocar las narices hasta que finalmente mi paciencia colmó pero sin dejar la sonrisa a un lado solté un puñetazo al suelo provocando y agujero y que se agrietara todo a su alrededor haciendo que Ryo se callara── Ugh…
── Bueno ahora nos pasaremos por el club de kendo, recogeremos a los heridos y os llevaré a todos a la enfermería con Otto ──dije con una sonrisa y tono neutro── Y le pediré a Otto que te infecte con un virus que te de diarrea maldito delincuente insolente ──esto lo dije susurrando para mí misma con un tono más vengativo.
Sin más me dirigí hacia el club de Kendo a recoger a los heridos, como el idiota de Ryo no estaba en condiciones de moverse por sí mismo después de mis “suaves métodos de interrogación” no me quedó más remedio que cargarlo en mi hombro como un saco de patatas y llevarlo encima, pero como todo buen imbécil no podía estarse quieto y rápidamente hizo otra estupidez, y no tardé en notar una desagradable sensación pues sus dos manos se posaron en mi trasero.
── ¿¡Qué haces imbécil, además de delincuente también pervertido!? ──grité furiosa al notarlo.
── Oye fue un accidente en esta postura en la que me cargas era difícil que esto no acabara sucediendo ──comentó con tono chulesco y una media sonrisa en sus labios.
── Si fuera un accidente no seguirías teniendo tus manos ahí puestas… ──comenté con molestia mientras una vena comenzaba a hincharse en mi frente.
Sin más decidí un fuerte golpe en la cabeza para darle una lección y un chichón creció en su cabeza, para asegurarme de que eso no volviera a suceder tomé unas cuerdas y lo até bien atado y en lugar de cargarlo comencé a llevarlo arrastrado desde un extremo de la soga.
── ¡Auch! Está loca, esta no es manera de tratar a una persona ¡Cavernícola! Este trato es más propio de la edad de las cavernas ──no para de retorcerse y quejarse, mientras todos a nuestro alrededor nos miraban como si estuvieran viendo un espectáculo de circo, algunos se quedaban en shock, otros se reían a carcajadas y otros simplemente murmuraban, a mí me daba igual, y Ryo parecía más pendiente de quejarse que de lo que opinaran nuestros espectadores.
Finalmente acabamos llegando al club de kendo── Aaaaah… ──suspiré al ver la escena── ¿Pero has visto este estropicio? Tú eres imbécil, pero estos aún más por dejarse caer en tus burdas e infantiles provocaciones ──recriminé en voz alta aunque en sus estados ni Ryo ni los del club de kendo debían de reparar mucho en mis palabras── Grrr… ayer cargaba tipos heridos, hoy cargo más tipos heridos… ¿Acaso soy una mula de carga? ──mi tono era exasperado y solté un suspira.
── Aaaaah… ──parecía que Ryo iba a tomar aire para hablar pero antes de que pudiera decir nada giré mi cabeza hacia él mirándole con rostro amenazante.
── Ahorraté lo que sea que vayas a decir porque seguro que es una estupidez… ──el delicuente tragó saliva y simplemente se cayó.
Ahora ya si con todos los heridos localizados y cargados y tirando de la soga que atrapaba y de la cual arrastraba a Ryo fui camino a la enfermería, y nuevamente solté un suspiro de exasperación al pensar que como el día anterior por culpa de todos estos idiotas tendría que subir las escaleras hasta el piso de la enfermería y no poder usar mi privilegio de miembro de uno de los comités para usar el ascensor. Quizás podría “encestarlos” desde fuera del edificio apuntando a la ventana de la enfermería, pero sería como matar moscas a cañonazos así que mejor dejaba de pensar en ello. Antes de darme cuenta llegué hasta el edificio de los comités y recordé un hecho del día anterior.
── Cierto ahora que lo pienso Otto me pidió entrenamiento en Artes Marciales… por culpa de estos idiotas se me había ido totalmente de la cabeza… ──empecé a pensar sobre posibles rutinas de entrenamiento── Bien creo que empezaré hoy con su entrenamiento, y seré muy estricta, la disciplina es fundamental en la artes marciales, así que no aceptaré un no por respuesta… y creo que ya tengo en mente la rutina perfecta para esta semana…
── ¿Uh? Al parecer me enteré de algo interesante… así que Gorila-senpai entrenará a la infección andante… jeje… eso puede ser divertido, ver a ese estúpido doctor presuntuoso recibir golpizas… ──susurraba algo sin que yo me llegara a enterar.
── ¿Uh? ¿Qué demonios murmuras Ryo? ¿Y porque te ríes? ──pregunté extrañada.
── Solo digo que como puedes ser tan bruta, ¿acaso no te das cuenta que me estoy destrozando la espalda porque me llevas a rastras por las escaleras? ──dijo el atado delincuente con tono desafiante y quejoso.
── Irrelevante, aunque te magulles más Otto ahora te tratará además… ──di un tirón de la soga provocando que se diera un golpe con el último escalon── Con esa actitud no conseguirán nada positivo ──comenté con una sonrisa falsa e inquietante con una vena marcada en mi frente── Ryo-chan…
── ¡!NO ME LLAMES ASÍ!! ──replicó rápido y molesto, tal como deduje no le haría gracia que me refiriera a él como “-chan”.
Ya frente a la enfermería llamé a la puerta pero no obtuve respuesta así que o no estaban, lo cual siendo la hora que era sería extraño, o bien estaban en la oficina o tratando a alguien más, así que no me quedaba más remedio que abrir la puerta de una patada, preparé y cargué mi pierna cuando de repente escuché unos pasos corriendo tras la puerta y al fin se abrió esta.
── Uff… ──era Niut la cual suspiró aliviada al abrir la puerta── Estaba en la oficina menos mal que nada más salir escuché tu voz y pude llegar a tiempo de abrir antes de que dieras un portazo… ──comentó recuperando el aliento── Pero bueno lo importante… primero, otra vez traes muchos heridos, y segundo, no puedes abrir así las puertas, ya hemos tenido que repararla en alguna ocasión por esos métodos bruscos tuyos ──comentó con un poco de reproche.
── Bueno, bueno tampoco exageremos jeje… ──reí nerviosa tratando de calmar el ambiente── Además, esta vez los heridos no los he provocado yo si no este idiota delincuente ──dí un tirón de la soga e introduje en la enfermería a Ryo el cual se golpeó la cabeza con la pata de una camilla.
── ¡Auch! ¡Ten más cuidado burra! ──gritó protestando.
── Para alguien herido y magullado sigue siendo muy maleducado y enérgico ──comenté tranquila sin darle importancia e ignorándolo prácticamente.
── Enseguida aviso a Otto ──Niut salió de la zona de enfermería y camillas y se fue a la oficina de personal para avisar al enmascarado doctor.
── Aaaah… Tsubaki ¿otra vez? Eres una de los miembros del comité de disciplina que más trabajo me trae ──el doctor salió de la oficina con su aire calmado y soltó un leve suspiro.
── ¿Otra vez? ¡Que esta vez no he tenido nada que ver! Primero, cuando uso mi fuerza como correctivo es siempre con una razón buena, y segundo, el culpable es ese idiota de ahí ──señalé al magullado y atado Ryo.
── ¿Y el cómo ha acabado así Tsubaki? ──preguntó al ver las magulladuras de Ryo.
Buena parte de las heridas ya estaban pues se peleó con los del club de kendo… es resto, físicamente son hechas por mí, pero fueron provocadas por su estupidez, sus faltas de respeto, su negativa a informarme del paradero de los heridos por la buenas y…. ──mi mirada se tornó siniestra al mirar a Ryo── Por tener la osadía de tocarme el trasero ──comenté amenazante.
── Meh, tampoco es para tanto, no mereció la pena tocarlo y sigo diciendo que fue un accidente──replicó chulesco lo cual dibujó una vena en mi frente.
── Mejor ignoro a ese imbécil… ──susurré para mi molesta aprentando mi puño y me centré en Otto ahora── Además… ──me acerqué a Otto con mi mirad aguda── ¿Qué es eso de Tsubaki? A partir de ahí comenzaremos el entrenamiento que me pediste, puesto nuestra nueva relación sería más adecuado que te refirieras a mi como… Mmmm… ──me puse pensativa── Algo más adecuado como Tsubaki sensei, o Tsubaki Shishou… ya sabes, debes mostrar respeto por tu maestro… Respeto, disciplina, serenidad, valores básicos de las artes marciales
── Tch… si claaaaaro porque tu eres el ejemplo vivo de la calma y la serenidad ──Ryo replicó con ironía y tono burlón.
── ¡CÁLLATE! ──salté con velocidad y molestia a su réplica.
── Creo que ya me hago una idea de la situación ──Otto miró a Niut── Niut ve preparando las camas para los pacientes les trataré enseguida
── ¡A la orden doctor! ──replicó con un tono bastante animado, parecía bastante animada algo bueno debió de pasarle.
── Bueno yo ya he cumplido, ahora por favor Otto, trátalos como corresponda pero date prisa por favor, después de estar tanto rato con ese idiota ──señalé a Ryo sin girarme a mirarlo── ¡NECESITO PERDERLO DE VISTA LO ANTES POSIBLE! ──elevé mi tono deliberadamente para que se enterase.
── Mmm… estoy de acuerdo que merecería una lección, porque está claro que a pesar de tus golpes sigue mostrando un comportamiento muy mejorable… creo que tengo una idea ──arquee la ceja extrañada ante las palabras de Otto── Bueno voy a tratar a los pacientes tengo trabajo… y por favor… eeeeh ¿Tsubaki… Shishou? ──dijo algo dubitativo── Por favor no grites, esto es una enfermería y los pacientes necesitan descansar y tranquilidad
── Aaaah… ──suspiré── Tienes razón, lo siento, me he dejado exasperar por la actitud de ese idiota…
Otto comenzó a aplicar los tratamientos correspondientes y aunque pensé que todos serían similares el administrado a Ryo fue algo distinto a al menos eso me pareció al administrado a los demás. Solo pude ver a Niut sonreír de forma que algo le hubiera hecho gracia, no terminaba de entender el porqué, quizás fuera alguna broma interna que tenían en el comité de salud o algo similar. El caso es que ya había terminado de administrar los tratamientos y por tanto había llegado mi momento de actuar.
── Bueno pues si ya todo está listo ──me acerqué a Otto por atrás y lo agarré del cuello de la camiseta y comencé a tirar y arrastras de él hacia la puerto── Vamos Otto, ahora mismo comienza tu entrenamiento
── Ugh… ──parecía algo sorprendido── E-espera un momento, sé que has dicho que hoy empezábamos pero no esperaba que fuera algo tan inmediato…
── Cuanto antes mejor, no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy o ahora mismo ──seguí caminando firme hacia la puerta.
── Pero tengo cosas que hacer y deberes que atender ──intentó zafarse levemente.
── Fuiste tu quien quiso esto y como mi padre conmigo seré inflexible con tu entrenamiento, además no te preocupes, tienes un buen equipo de enfermeras seguro que pueden encargarse de todo, y si hay algún asunto que te requiera si o si, que Niut me avise y te concederé permiso para regresar ──dije con tono amable pero sin soltar a Otto.
── ¿Permiso? Sabes que soy Presidente del Comité ¿no? ──comentó algo sorprendido y con tono mable sonreído.
── Tch, tch, tch… ──negué con mi cabeza mientras negaba igual con mi dedo── Otto, Otto, Otto, mi querido y estimado Otto, desde ayer nuestra relación cambió, y trasciende más allá del ámbito académico ahora soy tu Shishou ¿entendido?
── Estoy empezando a preguntarme si tomé una buena decisión ──susurró mientras una gota de sudor recorría su cabeza y yo terminaba de sacarlo de la enfermería.
── Bueno hasta luego Niut, te lo robo durante un rato, no te preocupes volverá sano y… bueno volverá en buen estad… bueno no puedo prometer devolverlo de una pieza, dependerá de como se le el entrenamiento, pero vivo te garantizo que volverá ¡Aaadiós! ──me despedí arrastrando a Otto con un tono amable y cerré la puerta tras de mi.
── Solo espero que esté en condiciones para nuestra cita…
• • master
Keizer implicado 1
Fatman implicado 2 e implicado NPC (Niut)
Un nuevo día empezaba y tras los incidentes relacionados con la serpiente solo esperaba que el día de hoy fuera más tranquilo, pero nada más llegar a la Academia me crucé con un magullado Ryo, lo cual me hacía presagiar que no tendría tranquilidad hoy tampoco, además estaba el hecho de la petición de entrenamiento en artes marciales de Otto. Pero lo primero era lo primero si Ryo estaba magullado seguro que se había metido en algún lío y habría habido alguna consecuencia, así que como miembro del Comité de disciplina me tocaba actuar. Por tanto me acerqué a hablar con Ryo el cual se mostraba tan arrogante, irritante y estúpido como siempre.
Ante sus palabras se me despertó un sentimiento de ofensa y una vena se marcó en mi frente de modo que alargué mi mano y lo agarré y tironee de su oreja hacia mi── ¡Auch! ¡Auch! ¿¡Pero que!? ¡Pedazo de bruta me haces daño! ──empezó a quejarse── ¡Con tu fuerza bruta vas a acabar arrancándome la oreja a este paso!
── ¡IDIOTAAAAAA! ──le grité fuertemente al oído lo que le sorprendió y dejó aturdido momentáneamente── ¿¡Te crees que soy tan alcohólica y borracha como para sentirme tentada para beber tan temprano en la mañana!? ──retorcí un poco mi mano para apretar el agarre de su oreja.
── ¡Auch, auch, auch! ──continuó quejándose y por sus magulladuras no podía oponer apenas resistencia── No me grites me vas a dejar sordo gorila ──ante su insolencia retorcí un poco más── ¡AUCH, AUCH! Está bien, está bien… Gorila-senpai ¿así mejor? ──aún sin estar en disposición de desafiarme seguía siendo igual de insolente y desafiante.
── Bueno ahora vas a decirme como acabaste así y donde están el resto de los heridos ¿de acuerdo? ──dije soltando su oreja y cambiando mi tono a uno más tranquilo y neutro.
── Y si no me da la gana ¿Qué harás? ──replicó con un tono altivo e insolente nuevamente a lo que yo esbocé una sonrisa amable falsa y solté una pequeña risa── E-e-esa risa no me gusta nada… ──miró hacia mi algo preocupado con una gota de sudor recorriendo su frente.
── Bueno sino me lo quieres decir… ──mantuve la falsa sonrisa hasta que cambié mi gesto radicalmente y en un segundo ya lo había reducido en el suelo y lo tenía atrapado en una llave de sumisión que lo tenía inmovilizado── Si no me lo dices por las buenas te lo sacaré por las malas ──repliqué con un tono molesto pero algo sonreído.
── ¡Aaaaaagh! ¡Estás loca! ¡Hace un momento querías llevarme a la enfermería y ahora parece que quieras matarme! ──se quejaba como podía.
── Esto no hubiera acabado así si hubieras colaborado desde el principio ¡delincuente de poca monta! ──seguía con mi agarre sin soltarle.
── Está bien, está bien… el club de kendo allí están los demás ──en cuanto me dijo lo que quería saber lo solté y me levanté mientras él aún seguía débil y tendido en el suelo── Ugh… maldita gorila bruta… así nunca encontrarás un hombre que te soporte ──comentó adolorido sin poder moverse mientras yo me ponía de cuclillas frente a él con una sonrisa amable── Ugh… ──tragó saliva── O-otra vez esa sonrisa… p-pero si ya te he dicho lo que querías… ──entonces alargué mi mano y comencé a darle palmaditas en la cabeza.
── ¿Ves? ¿A que no era tan difícil Ryo-chan? ──dije con una sonrisa mientras de repente a él pareció recorrerle un escalofrío── ¿Uh?
── N-no hagas eso… no te pega nada… y en ti queda demasiado siniestro… ──que insolente encima que intentaba ser amable para suavizar todo lo que había sucedido── Además no soy un maldito crío ni un chucho sarnoso ¿Quién te crees que eres para darme palmadas en la cabeza de esa manera? Estás loca o eres bipolar… Pasaste de querer llevarme a la enfermería a querer matarme y de ahí a comportarte de modo amable ──seguía manteniendo una sonrisa pero un tic comenzó a darme por el rostro, las palabras de Ryo me estaban empezando a tocar las narices hasta que finalmente mi paciencia colmó pero sin dejar la sonrisa a un lado solté un puñetazo al suelo provocando y agujero y que se agrietara todo a su alrededor haciendo que Ryo se callara── Ugh…
── Bueno ahora nos pasaremos por el club de kendo, recogeremos a los heridos y os llevaré a todos a la enfermería con Otto ──dije con una sonrisa y tono neutro── Y le pediré a Otto que te infecte con un virus que te de diarrea maldito delincuente insolente ──esto lo dije susurrando para mí misma con un tono más vengativo.
Sin más me dirigí hacia el club de Kendo a recoger a los heridos, como el idiota de Ryo no estaba en condiciones de moverse por sí mismo después de mis “suaves métodos de interrogación” no me quedó más remedio que cargarlo en mi hombro como un saco de patatas y llevarlo encima, pero como todo buen imbécil no podía estarse quieto y rápidamente hizo otra estupidez, y no tardé en notar una desagradable sensación pues sus dos manos se posaron en mi trasero.
── ¿¡Qué haces imbécil, además de delincuente también pervertido!? ──grité furiosa al notarlo.
── Oye fue un accidente en esta postura en la que me cargas era difícil que esto no acabara sucediendo ──comentó con tono chulesco y una media sonrisa en sus labios.
── Si fuera un accidente no seguirías teniendo tus manos ahí puestas… ──comenté con molestia mientras una vena comenzaba a hincharse en mi frente.
Sin más decidí un fuerte golpe en la cabeza para darle una lección y un chichón creció en su cabeza, para asegurarme de que eso no volviera a suceder tomé unas cuerdas y lo até bien atado y en lugar de cargarlo comencé a llevarlo arrastrado desde un extremo de la soga.
── ¡Auch! Está loca, esta no es manera de tratar a una persona ¡Cavernícola! Este trato es más propio de la edad de las cavernas ──no para de retorcerse y quejarse, mientras todos a nuestro alrededor nos miraban como si estuvieran viendo un espectáculo de circo, algunos se quedaban en shock, otros se reían a carcajadas y otros simplemente murmuraban, a mí me daba igual, y Ryo parecía más pendiente de quejarse que de lo que opinaran nuestros espectadores.
Finalmente acabamos llegando al club de kendo── Aaaaah… ──suspiré al ver la escena── ¿Pero has visto este estropicio? Tú eres imbécil, pero estos aún más por dejarse caer en tus burdas e infantiles provocaciones ──recriminé en voz alta aunque en sus estados ni Ryo ni los del club de kendo debían de reparar mucho en mis palabras── Grrr… ayer cargaba tipos heridos, hoy cargo más tipos heridos… ¿Acaso soy una mula de carga? ──mi tono era exasperado y solté un suspira.
── Aaaaah… ──parecía que Ryo iba a tomar aire para hablar pero antes de que pudiera decir nada giré mi cabeza hacia él mirándole con rostro amenazante.
── Ahorraté lo que sea que vayas a decir porque seguro que es una estupidez… ──el delicuente tragó saliva y simplemente se cayó.
Ahora ya si con todos los heridos localizados y cargados y tirando de la soga que atrapaba y de la cual arrastraba a Ryo fui camino a la enfermería, y nuevamente solté un suspiro de exasperación al pensar que como el día anterior por culpa de todos estos idiotas tendría que subir las escaleras hasta el piso de la enfermería y no poder usar mi privilegio de miembro de uno de los comités para usar el ascensor. Quizás podría “encestarlos” desde fuera del edificio apuntando a la ventana de la enfermería, pero sería como matar moscas a cañonazos así que mejor dejaba de pensar en ello. Antes de darme cuenta llegué hasta el edificio de los comités y recordé un hecho del día anterior.
── Cierto ahora que lo pienso Otto me pidió entrenamiento en Artes Marciales… por culpa de estos idiotas se me había ido totalmente de la cabeza… ──empecé a pensar sobre posibles rutinas de entrenamiento── Bien creo que empezaré hoy con su entrenamiento, y seré muy estricta, la disciplina es fundamental en la artes marciales, así que no aceptaré un no por respuesta… y creo que ya tengo en mente la rutina perfecta para esta semana…
── ¿Uh? Al parecer me enteré de algo interesante… así que Gorila-senpai entrenará a la infección andante… jeje… eso puede ser divertido, ver a ese estúpido doctor presuntuoso recibir golpizas… ──susurraba algo sin que yo me llegara a enterar.
── ¿Uh? ¿Qué demonios murmuras Ryo? ¿Y porque te ríes? ──pregunté extrañada.
── Solo digo que como puedes ser tan bruta, ¿acaso no te das cuenta que me estoy destrozando la espalda porque me llevas a rastras por las escaleras? ──dijo el atado delincuente con tono desafiante y quejoso.
── Irrelevante, aunque te magulles más Otto ahora te tratará además… ──di un tirón de la soga provocando que se diera un golpe con el último escalon── Con esa actitud no conseguirán nada positivo ──comenté con una sonrisa falsa e inquietante con una vena marcada en mi frente── Ryo-chan…
── ¡!NO ME LLAMES ASÍ!! ──replicó rápido y molesto, tal como deduje no le haría gracia que me refiriera a él como “-chan”.
Ya frente a la enfermería llamé a la puerta pero no obtuve respuesta así que o no estaban, lo cual siendo la hora que era sería extraño, o bien estaban en la oficina o tratando a alguien más, así que no me quedaba más remedio que abrir la puerta de una patada, preparé y cargué mi pierna cuando de repente escuché unos pasos corriendo tras la puerta y al fin se abrió esta.
── Uff… ──era Niut la cual suspiró aliviada al abrir la puerta── Estaba en la oficina menos mal que nada más salir escuché tu voz y pude llegar a tiempo de abrir antes de que dieras un portazo… ──comentó recuperando el aliento── Pero bueno lo importante… primero, otra vez traes muchos heridos, y segundo, no puedes abrir así las puertas, ya hemos tenido que repararla en alguna ocasión por esos métodos bruscos tuyos ──comentó con un poco de reproche.
── Bueno, bueno tampoco exageremos jeje… ──reí nerviosa tratando de calmar el ambiente── Además, esta vez los heridos no los he provocado yo si no este idiota delincuente ──dí un tirón de la soga e introduje en la enfermería a Ryo el cual se golpeó la cabeza con la pata de una camilla.
── ¡Auch! ¡Ten más cuidado burra! ──gritó protestando.
── Para alguien herido y magullado sigue siendo muy maleducado y enérgico ──comenté tranquila sin darle importancia e ignorándolo prácticamente.
── Enseguida aviso a Otto ──Niut salió de la zona de enfermería y camillas y se fue a la oficina de personal para avisar al enmascarado doctor.
── Aaaah… Tsubaki ¿otra vez? Eres una de los miembros del comité de disciplina que más trabajo me trae ──el doctor salió de la oficina con su aire calmado y soltó un leve suspiro.
── ¿Otra vez? ¡Que esta vez no he tenido nada que ver! Primero, cuando uso mi fuerza como correctivo es siempre con una razón buena, y segundo, el culpable es ese idiota de ahí ──señalé al magullado y atado Ryo.
── ¿Y el cómo ha acabado así Tsubaki? ──preguntó al ver las magulladuras de Ryo.
Buena parte de las heridas ya estaban pues se peleó con los del club de kendo… es resto, físicamente son hechas por mí, pero fueron provocadas por su estupidez, sus faltas de respeto, su negativa a informarme del paradero de los heridos por la buenas y…. ──mi mirada se tornó siniestra al mirar a Ryo── Por tener la osadía de tocarme el trasero ──comenté amenazante.
── Meh, tampoco es para tanto, no mereció la pena tocarlo y sigo diciendo que fue un accidente──replicó chulesco lo cual dibujó una vena en mi frente.
── Mejor ignoro a ese imbécil… ──susurré para mi molesta aprentando mi puño y me centré en Otto ahora── Además… ──me acerqué a Otto con mi mirad aguda── ¿Qué es eso de Tsubaki? A partir de ahí comenzaremos el entrenamiento que me pediste, puesto nuestra nueva relación sería más adecuado que te refirieras a mi como… Mmmm… ──me puse pensativa── Algo más adecuado como Tsubaki sensei, o Tsubaki Shishou… ya sabes, debes mostrar respeto por tu maestro… Respeto, disciplina, serenidad, valores básicos de las artes marciales
── Tch… si claaaaaro porque tu eres el ejemplo vivo de la calma y la serenidad ──Ryo replicó con ironía y tono burlón.
── ¡CÁLLATE! ──salté con velocidad y molestia a su réplica.
── Creo que ya me hago una idea de la situación ──Otto miró a Niut── Niut ve preparando las camas para los pacientes les trataré enseguida
── ¡A la orden doctor! ──replicó con un tono bastante animado, parecía bastante animada algo bueno debió de pasarle.
── Bueno yo ya he cumplido, ahora por favor Otto, trátalos como corresponda pero date prisa por favor, después de estar tanto rato con ese idiota ──señalé a Ryo sin girarme a mirarlo── ¡NECESITO PERDERLO DE VISTA LO ANTES POSIBLE! ──elevé mi tono deliberadamente para que se enterase.
── Mmm… estoy de acuerdo que merecería una lección, porque está claro que a pesar de tus golpes sigue mostrando un comportamiento muy mejorable… creo que tengo una idea ──arquee la ceja extrañada ante las palabras de Otto── Bueno voy a tratar a los pacientes tengo trabajo… y por favor… eeeeh ¿Tsubaki… Shishou? ──dijo algo dubitativo── Por favor no grites, esto es una enfermería y los pacientes necesitan descansar y tranquilidad
── Aaaah… ──suspiré── Tienes razón, lo siento, me he dejado exasperar por la actitud de ese idiota…
Otto comenzó a aplicar los tratamientos correspondientes y aunque pensé que todos serían similares el administrado a Ryo fue algo distinto a al menos eso me pareció al administrado a los demás. Solo pude ver a Niut sonreír de forma que algo le hubiera hecho gracia, no terminaba de entender el porqué, quizás fuera alguna broma interna que tenían en el comité de salud o algo similar. El caso es que ya había terminado de administrar los tratamientos y por tanto había llegado mi momento de actuar.
── Bueno pues si ya todo está listo ──me acerqué a Otto por atrás y lo agarré del cuello de la camiseta y comencé a tirar y arrastras de él hacia la puerto── Vamos Otto, ahora mismo comienza tu entrenamiento
── Ugh… ──parecía algo sorprendido── E-espera un momento, sé que has dicho que hoy empezábamos pero no esperaba que fuera algo tan inmediato…
── Cuanto antes mejor, no dejes para mañana lo que puedas hacer hoy o ahora mismo ──seguí caminando firme hacia la puerta.
── Pero tengo cosas que hacer y deberes que atender ──intentó zafarse levemente.
── Fuiste tu quien quiso esto y como mi padre conmigo seré inflexible con tu entrenamiento, además no te preocupes, tienes un buen equipo de enfermeras seguro que pueden encargarse de todo, y si hay algún asunto que te requiera si o si, que Niut me avise y te concederé permiso para regresar ──dije con tono amable pero sin soltar a Otto.
── ¿Permiso? Sabes que soy Presidente del Comité ¿no? ──comentó algo sorprendido y con tono mable sonreído.
── Tch, tch, tch… ──negué con mi cabeza mientras negaba igual con mi dedo── Otto, Otto, Otto, mi querido y estimado Otto, desde ayer nuestra relación cambió, y trasciende más allá del ámbito académico ahora soy tu Shishou ¿entendido?
── Estoy empezando a preguntarme si tomé una buena decisión ──susurró mientras una gota de sudor recorría su cabeza y yo terminaba de sacarlo de la enfermería.
── Bueno hasta luego Niut, te lo robo durante un rato, no te preocupes volverá sano y… bueno volverá en buen estad… bueno no puedo prometer devolverlo de una pieza, dependerá de como se le el entrenamiento, pero vivo te garantizo que volverá ¡Aaadiós! ──me despedí arrastrando a Otto con un tono amable y cerré la puerta tras de mi.
── Solo espero que esté en condiciones para nuestra cita…
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Keizer implicado 1
Fatman implicado 2 e implicado NPC (Niut)