Torikami Hinokawa
Aquella estúpida y repentina reunión echó al traste todos mis planes con Tsubaki para incitarla a generar desastre mientras sembrara el caos discretamente a su alrededor. Seguramente ahora mismo estaría buscándome hecha una furia para apalizarme sin mediar palabra. En ese estado mis planes se han arruinado totalmente. Es por ello que detesto el trabajo en equipo y solo lo tolero si es bajo mi mando y siguiendo mis planes y directrices. En fin la situación ya no tenía remedio, y lo más sensato sería tratar de esquivar a Tsubaki durante el resto del día. No solo eso, siendo esa gorila miembro del comité de disciplina, lo sucedido puede haberlos puesto en guardia por lo que la vigilancia sería extrema.
── Maldita sea… adiós a mi plan de crear un poco de “diversión caótica” ── expresé con cierto tono de rabia mientras caminaba discretamente por lugares apartados y cubiertos de la vista del resto de personas, mientras esbozaba una media sonrisa maquiavélica── Apenas hay gente por aquí creo que no debería tener… ¡Mm! ── repentinamente mis sentidos de ofidio detectaron unas vibraciones en el terreno de alguien que se acercaba── Será mejor que me asegure… ── comencé a desplegar mi lengua rastreando el terreno── Essssh ella… y no está ssssshola… sssserá mejor que me oculte… ──rápidamente comencé a reptar para ocultarme en los arbustos de la zona ajardinada y no tardaron en llegar.
── Oye, llevamos ya un buen rato buscando y no hay ningún maldito rastro de ese bichejo asqueroso ──una voz masculina con tono quejoso y desafiante con desagrado, me asomé levemente y vi que se trataba de Ryo, un sujeto bastante problemático, me resultó raro que estuviera ayudando a Tsubaki, sin duda esa gorila le habrá obligado usando su fuerza como amenaza.
── ¿Quieres dejar de quejarte? Busca como es debido, seguro que ese reptil vil y traicionero está por algún lugar… ──se la veía bastante enojada, está claro que no le gustó el modo en que sucedieron las cosas anteriormente, pero por otro lado ver que algo como eso le produjo no solo esa rabia sino también ese gesto de disgusto y problemas para otro como Ryo, no pude evitar esbozar una sonrisa de maquiavélica satisfacción.
──Supongo que no todo fue tan malo o desastroso por culpa de esa reunión jujuju…── susurraba mientras esbozaba la sonrisa en mis labios y me relamía con mi lengua alargada.
── ¿Cómo no me voy a quejar cavernícola? Podría estar haciendo cosas más interesantes que no buscar una maldita serpiente ──ambos se pusieron a discutir mientras yo simplemente esperaba a que se fueran para poder seguir ocultándome con tranquilidad, entonces me di cuenta de una útil sorpresa, una pequeña culebra rondando entre los arbustos.
── Hola pequeña amiga voy a tener que pedirte un pequeño favor ──agarré a la culebra y me la acerqué mientras pude comprobar como al fin esos dos se alejaban del lugar── Ya era hora… Bueno pequeña ¿ves a esos dos? ──pregunté mientras aún oculto los señalaba con sigilo y cuidado── Pues necesito que… ¿Eh? ──de repente me siseó diciéndole algo── ¿Cómo? Que eres un macho y no llame pequeña… Bueno eso ahora es irrelevante ──volvió a sisear nuevamente── Grrr… que insolente para ser una culebra común… está bien disculpa amigo ──respondí amablemente recobrando la compostura y mi careta amable── Como te iba diciendo, eres pequeño y podrás seguir a esos dos… infórmame en el momento en el que la rubia se vaya… ¿De acuerdo? El otro tipo… es insignificante y no merece la pena ──de nuevo volvió a sisear── ¿Cómo? ¿Quieres algo a cambio? Jujuju… eres un poco retorcido… me gusta… está bien, si cumples tu misión te llevaré a mi casa, tengo bastantes insectos para dar de comer a serpientes pequeñas como tu ¿de acuerdo? ──si siseo al fin fue afirmativo así que la deposité en el suelo y observe como iba en la misma dirección que Tsubaki y Ryo para vigilarlos── Creo que con esto no debería preocuparme por esos dos ──salí de mi escondite finalmente mientras me rascaba el cuello levemente── ¿Uhm? Tch… un trozo de mi última muda… mi cuerpo está falto de agua… creo que sería buena idea ir a la piscina.
Comencé a desplazarme hasta la zona deportiva por caminos secundarios y pocos transitados, seguramente Tsubaki pensaría que aunque esté ocultándome si quiero generar caos deberé estar en un lugar donde haya gente así que de este modo no corría peligro de encontrarla, no es cuestión de tener una confrontación innecesaria, además, no me importaría pelear uno con uno con Tsubaki pero el acompañante que tenía era una incógnita que si se uniera podría resultar en algo desastroso por mi desventaja en el número. Por no hablar de que la trifulca acabaría atrayendo a más miembro de ese dichoso Comité de disciplina, realmente fastidiosos, pero bueno, no tendría ninguna gracia si el juego fuera sencillo. Mientras reflexionaba no podía evitar reír de modo retorcido y sonreír sibilinamente, haciendo que los pocos y escasos viandantes se apartaran con preocupación. Finalmente llegué a la zona deportiva a la piscina cubierta.
── Bien está totalmente vacío, toda esa morralla estará enfocada en su festival y puestos… Jujuju así será más cómodo, detesto a la gente cuando quiero relajarme, bueno lo primero es ir a los vestuarios y cambiarme──me encaminé hacia los vestuarios de chicos y todo estaba completamente vacío, esto solo ya resultaba bastante relajante, fui a mi taquilla y me quité mi ropa para ponerme el bañador── Listo…
Salí de los vestuarios y regresé a la piscina sentándome en el borde e introduciendo mis piernas en el agua, mientras tanto reflexionaba, las cosas no habían salido en absoluto como lo tenía planeado. Quizás tratar de crear caos en solitario sea demasiado complejo, más aun tomando en consideración a esos malditos entrometidos del club de disciplina y moral, tal vez si contara con algo de ayuda sería más sencillo. Pero el trabajo en equipo no es lo mío, no, compañeros, tratar de igual a igual, resultaría demasiado problemático, contraste de impresiones y opiniones, estupideces. Cuando el objetivo es claro, con una mano fuerte que dirija todo de modo jerárquico y con puño de hierro basta.
── Me pregunto si… debería crear un grupo que utilizara para cumplir mis objetivos… jujuju ──esbocé una tétrica sonrisa acompañada de una risa retorcida── Jujuju… tonterías, yo no necesito un equipo, serían más útiles seguidores que cumplieran mis órdenes sin cuestionar, pero eso lamentablemente es difícil de encontrar, pero bueno… no es momento de preocuparse por eso ──terminé de introducirme en el agua y comencé a nadar algunos largos pero no mediante nado normal sino haciendo que mi cuerpo serpenteara imitando el movimiento de estos animales, poco a poco notaba como los últimos trozos de piel de mi última muda se desprendían de mi cuerpo, seguí así durante un rato hasta que me detuve y coloqué boca arriba dejándome flotar en el agua, cerrando los ojos y abstrayéndome de mi mismo por un rato── Mmmm… ──tras un rato abrí lentamente mis ojos── Creo que ya he estado por aquí el tiempo suficiente… y esa culebra no vuelve… Tsubaki debe seguir por la Academia buscándome… esa chica es realmente persistente y cabezota, supongo que iré a otro lugar, quedarse en el mismo lugar no es inteligente, conforme se le vayan acabando los lugares donde buscarme irá estrechando más el cerco si me quedo inmóvil y fijo en un lugar… ──nadé hasta el borde y salí reptando de la piscina, me incorporé de pie y volví hacia los vestuarios.
Tomé una toalla, me desnudé y me metí en las duchas, giré el grifo y dejé que el agua caliente cayera sobre mí recorriendo mi cuerpo, notando como este poco a poco se relajaba y mi mente se evadía, comenzando casi de un modo automático a jabonarme y lavarme el cabello. Al rato comencé a aclararme cerré la llave del agua y salí con el agua aun goteando por mi cuerpo y con la toalla alrededor de mi cintura. Caminé hacia mi taquilla dejando un rastro de gotas de agua a mi paso, frente a mi taquilla me retiré la toalla y comencé a secarme, el cuerpo para seguir con mi cabello y mientras estaba secándolo noté una sensación extraña.
── ¿Uh? Es curioso… es la misma intuición que siento cuando alguien se acerca pero… a la vez no noto nada… que raro… ──comencé a observar a mis alrededores y no parecía haber nada ni nadie cuando de repente me fijé en el enchufe que algunos usaban a veces para cargar sus móviles mientras se duchaban y de el brotaron algunas chispas y apareció de repente una figura femenina, de tez morena familiar.
── Ups… creo que me confundí de cable debí tomar el de la izquierda ¿Dónde he ido a parar? ──era Kisami quedó de cara a la pared y aún no se percató de mi presencia.
── Kisami… ¿Qué haces aquí? ──pregunté con tono relajado e indiferente a la chica que pareció reaccionar a mi llamado.
── ¿Uh? Pues bueno… ──se giró repentinamente y se quedó en una primera reacción de shock al verme pues me encontraba totalmente desnudo, ya que la toalla se encontraba sobre mi cabeza secando mi pelo── ¡Kyaaaaaaaa! ──soltó un grito sorprendido y alterado al tiempo que se ponía evidentemente sonrojada── ¡Hi-Hinokawa… p-p-pero que haces y que haces desnudo! ──continuaba alterada y por algún motivo no dejó de mirarme por unos segundos hasta que al fin pareció reaccionar y puso sus manos sobre sus ojos tapándoselos.
── Este es el vestuario masculino de la piscina… Jujuju… Kisami, no esperaba que tuvieras esas tendencias… “pervertidas” jujuju ──comenté tranquilo con tono burlón y altivo── Y en ese caso ¿Por qué te tapas los ojos? ¿Acaso no viniste a mirar?
── N-no te burles de mi Hinokawa ──replicó con un tono quejoso pero aún apurada e hiperactiva── ¡Fue un error! Simplemente tomé el cable equivocado y… ──se quitó las manos de los ojos solo para verme nuevamente desnudo pues yo aún no me había vestido── ¡Kyaaa! ──volvió a tapárselos nuevamente── ¿Por qué no te has vestido aún? Creí que ya lo habrías hecho, no sabes comportarte con una señorita! ──sus protestas eran enérgicas y su reacción divertida, en especial con el contraste del momento relajado que tuve y me pregunté hasta que punto podría “jugar” con ella.
── ¿Que hay de malo en mi desnudez? Jujuju… Es lo normal en un vestuario, en todo caso eres tu quien está infringiendo las reglas, esto es para hombre… Mmm… tal vez… ¿Debería avisar al Comité de disciplina para que te castigue? Jujuju ──continuaba disfrutando de burlarme de mi pequeña e inesperada víctima, todo depredador gusta de jugar un poco con ellas.
── ¡H-Hinokawa! Deja de burlarte de mi, eres un poco retorcido pero ¿no harías eso verdad? ──protestaba enérgica sin dejar de tapar sus ojos── Además estás mojado deja de reírte de mi o te daré una descarga que te hará mucho daño
── Jujuju… pero si la pequeña anguila tiene espíritu de lucha, que divertido jujuju ──no podía negar que estaba disfrutando de la situación, de su incomodidad y su apuro.
── ¿A-anguila? ¿Por qué? Eso no me gusta nada ──seguía protestando cubriendo sus ojos e inflando sus mofletes.
── JAJAJAJAJA ──comencé a reír de modo más maníaco pues no podía contenerme más── Tranquila, creo que ya me divertí bastante, además, alguien del Comité está ahora mismo rastreándome como un perro de presa, no iba a dar ningún aviso ──sonreí con satisfacción mientras terminé de secarme y me vestí rápidamente── Ya estoy vestido, puedes dejar de hacer el tonto Kisami ──dije mientras terminaba de colocarme la camiseta.
── Mmmm… ──no parecía fiarse mucho pero poco a poco fue apartando las manos de sus ojos y al verme vestido soltó un suspiro aliviado── Sabes ¡Has sido un poco idiota! ──seguía protestando por mis burlas, pero solo sonreí y procedí a salir del vestuario── ¡Eh, espera! Se supone que te estoy hablando ──comenzó a seguirme de repente── Antes has mencionado que te buscaban los del comité…
── Mmmm… ──miré a la chica de reojo que caminaba a mi lado, mientras esbocé una retorcida sonrisa── ¿Por qué tanto interés? Lo cierto es que fue por la reunión en cierto modo… el modo en que nuestra Presidenta mandó buscarme me metió en problemas con Tsubaki y lo que es peor es que arruinó mis planes para conseguir que fuera ella quien provocara el caos que normalmente el Comité de Disciplina trata de combatir jujujuju…
── Eso suena un poco retorcido y complicado ──comentó pensativa.
── Lo es pequeña anguila, hubiera sembrado caos y desorden y el comité no hubiera podido actuar contra mi porque técnicamente no sería el responsable jujuju ──comencé a reír de modo retorcido.
── ¡Otra vez! ¡Que no me llames Anguila! ──volvió a protestar de modo enérgico y casi cómico.
── ¿Hmm? ¿Por qué no? Esos seres son escurridizos, inquietos, y algunas especies son eléctricas, a mis ojos te describe bastante bien jujuju… ──continuaba disfrutando burlándome un poco de ella, puede que me mis planes se torcieran pero con este inesperado encuentro tengo una pequeña “victima” con la que divertirme.
── Mmmm… ──simplemente infló sus mofletes en señal de protesta── Bueno es igual… ¿Y que vas a hacer ahora? Si te ven los del comité te meterás en problemas ──comentó ahora más relajada.
── Seguir ocultándome jujuju… no tengo otro remedio, por lo menos hasta que mi pequeño espía venga a informarme…
── ¿Uh? Pequeño… ¿espía? ¿A qué te refieres? ──preguntó con curiosidad ladeando su cabeza y entonces para ver si conseguía que parase su incesante curiosidad le expliqué sobre la culebra y la capacidad que me da mi habilidad para poder comunicarme también con los ofidios── Vaya… eso suena bastante interesante…
── Aunque tratar con serpientes no es sencillo juju… Bueno si me disculpas debo desaparecer hasta que sea seguro salir del recinto de la Academia ──me giré y me dispuse a seguir mi camino.
── Espera, tengo una idea… ¿y si te ocultas en mi habitación? Los del Comité vigilan lugares comunes, pero no zonas privadas como las habitaciones personales… además… ahora que me has contado lo de la serpiente, tengo curiosidad por saber más sobre tu habilidad, por lo general no hablas mucho, solo te sientas y miras y te ríes de forma siniestra como si siempre maquinaras algo… eres un tipo rarito ──la opción propuesta por la morena no sonaba descabellada, además las zonas de alojamiento del campus no estaban lejos.
── Jujuju… ten cuidado pequeña, confiar así en una serpiente sería como dejar a un lobo hambriento cuidar de una oveja jujuju… ──fijé mi mirada mientras esbozaba una siniestra sonrisa buscando provocar una reacción en la chica que me divirtiera.
── Pero mira que te gusta ser creepy y rarito ──comentó con un tono susurrante.
Sin más dilación seguimos el camino hasta la zona de apartamentos con la inesperada “cómplice” que me había salido en mi evasión de la cacería de Tsubaki. Kisami se ofreció a “transportarme” con su habilidad, pero me negué, no me hacía demasiada gracia la idea de moverme por la corriente eléctrica. En su lugar le pedí simplemente que me señalara cual era la ventana de su habitación y me colaría en ella reptando mientras Kisame llegaba a su cuarto. Cuando la chica se fue yo procedía alargar mi cuerpo y comenzar a reptar por el tronco de un árbol cercano y sus ramas para aproximarme a la ventana, abrirla e introducirme dentro, Kisami ya estaba dentro, no era de extrañar dada la velocidad a la que se mueve la electriciad. Al entrar miré un poco a mis alrededores, algunos posters, un portátil, la típica habitación de una estudiante.
── Bienvenido a mi habitación no es muy grande pero espero que estés cómodo ¿Qué te parece? ──expresó sonriente con energía y amabilidad, mientras yo seguía analizando.
── Un poco vulgar… ──comenté de modo escueto.
── ¡Ugh! ──se llevó un pequeño shock inicial── ¿Es que no sabes ser amable? Encima que te doy refugio ──comentó con un ligero tono protestón── Habría que ver donde vives tú… ──reprochó.
── Jujuju… soy de buena familia, tengo un buen apartamento en el centro de esta ciudad morenita ──expresé con sonrisa orgullosa y altiva ante un ligero gesto de sorpresa de la joven── Por cierto… tu habilidad… es interesante, muy interesante… con esa capacidad… podrías colarte en el sistema eléctrico de la Academia y hacer que colapsara, los programas informáticos, los sistemas de luces y vigilancia… podría traernos un dulce y entretenido caos jujujuju… ──comencé a autodeleitarme con esa visión caótica.
── Jeje… ¿e-es que tú solo piensas en como crear caos Hinokawa? ──su expresión mostraba una sonrisa nerviosa de circunstancias y una pequeña gota recorría su cabeza.
── Solo piénsalo… últimamente me ha estado rondando la cabeza la idea de buscar subordinados, y creo que tienes potencial pequeña anguila… Jujuju ──observaba a la chica esta vez con una sonrisa más suave y amable, aunque falsa, tratando de llevarla a mi terreno.
── G-gracias, pero creo que declinaré la oferta jeje… ──replicó rápidamente apurada── Bueno Hinokawa… cambiemos de tema… Mmmm… ──se puso pensativa presionando sus sienes con sus dedos── ¿Por qué no me cuentas algo de ti? A pesar de estar en la misma clase apenas nadie sabe nada de ti, no te relaciones mucho con los demás… o ya sé… también tengo curiosidad… Tu habilidad… podrías por ejemplo ¿Comerte una pelota? ──dijo de modo inesperado sacando un balón.
── ¿Por qué demonios iba a querer tragarme una pelota? ──repliqué algo atónito pero tranquilo ante la repentina e inesperada pregunta.
── Aaah… vaya… o sea ¿Qué no puedes? ──comentó con tono de decepción.
── Claro que puedo, pero no pienso hacer tal cosa ──volví a replicar tranquilo aunque algo molesto ante la duda de mis capacidades
── Eeeeeeh… mmm… no sé yo… sino lo veo no lo creo──
── Ahoras verás…. ──susurré mientras sonreía de modo orgulloso y comencé a regurgitar y algo comenzaba a moverse desde mis entrañas a mi boca── Bbbggguah… gggyaaah…
── ¡Aah! ¿¡Q-que te pasa!? ¿¡Vas a vomitar!? ¿¡Estás enfermo!? ──de repente se puso alterada y confuso por la confusión de la situación y aquello que estaba regurgitando llegó a la altura de mi esófago ensanchando mi cuello y mandíbula para que pudieran salir y de mi boca salieron dos objetos envueltos de modo que no produjeran daño en mi interior── Uh… q-que es eso… ──preguntó ya más calmada.
── Jujuju… eso pequeña ──los tomé y quité el envoltorio protector revelando un par de dagas── Son dagas, dos preciosas dagas… que introduzco en mi cuerpo para llevar encima por si… las necesitara… Jujuju ──las desenvainé para mostrar su afilado filo── Están en excelentes condiciones, solo los miembros de ese estúpido comité pueden portar armas… ¿no es injusto? Pero yo siempre llevo estas dos preciosidades ──sostenía la daga frente a mi viendo mi reflejo en su hoja── Bien pequeña anguila ¿Te ha dejado satisfecha la demostración de mi capacidad? Jujuju ──fijé mi vista en ella mientras esbozaba una perversa sonrisa.
── Jeje… ──sonreía un poco apurada── Eres muy rarito pero debo reconocer que también bastante interesante e impresionante.
La chica siguió preguntando durante el resto del tiempo sobre mis habilidades, no cesaba era como esos anuncios de pilas que nunca se agotan, excesivamente enérgica y en ocasiones resultaba agotador, mi refugio casi parecía una tortura por momentos, no estaba acostumbrado a charlas, o mejor dicho intentos de charlas, pues ella llevó la iniciativa en todo momentos, tan extensas. Y yo no podía dejar de preguntarme cuando aparecería esa maldita culebra que tenía que darme el aviso, incluso comenzaba a pensar que dejó de cumplir el cometido que le encargué. El tiempo pasó y eran ya las últimas horas de luz del día cuando entonces vi la pequeña cabeza de la serpiente asomar por la ventana.
── Al fin… ──me levanté y fui a abrir la ventana.
── ¿Que sucede? ──preguntó curiosa ante mi repentino movimiento.
── Que parece que al fin es mi hora de irme ──abrí la ventana y tomé a la culebra en mi mano── Dime ¿Tsubaki ya salió del recinto? ──la serpiente siseó afirmativamente── Perfecto… adiós Kisami ha sido una tarde… interesante jujuju… ──me despedí mientras me disponía a salir reptando por la ventana.
── Si, ha sido bastante agradable poder conocerte un poco mejor Hinokawa, nos vemos mañana en clases ──se despidió amablemente, aunque a mí me parece que es excesivamente ingenua, soy una serpiente traicionera al fin y al cabo.
Reptando por el árbol cercano bajé hasta el suelo, tomé a la pequeña culebra y la introduje en mi bolsillo y comencé a caminar con la calma de que la partida de caza se había dispersado, aún mi día no había acabado pues debía de dar de comer a mis serpientes en cuanto llegara a mi apartamento. Los últimos rayos de sol caían y el cielo estaba anarajando y oscureciéndose poco a poco, para cuando abandoné el recinto de la academia este ya se encontraba cubierto el manto de la noche.
── Supongo que un pequeño paseo nocturno de vuelta a casa tiene su encanto──continué caminando pero no tardé mucho en encontrar una sombra conocida── Vaya… no esperaba que aún me persiguieras jujuju… ──alcé mi vista y vi a Tsubaki apenas un par de calles más allá desde que salí de la academia── Porque deduzco que esto no es casual…
── Claro que no… acaso creíste que no acabaría dándome cuenta de tu “espía” por pequeña que sea llevo tanto tiempo conociéndote que se todos tus trucos… y reconocer el rastro de cualquier tipo de serpiente── replicó con una mirada seria.
── Pero tu jornada terminó Tsubaki querida… ya no tienes jurisdicción, y por mucho que te moleste… no hice nada de lo que me puedas acusar jujuju ──sonreí malévolamente mientras reía de forma lenta y retorcida.
── Puede que sí, pero está bien que sepas que te tengo vigilado idiota ──replicó molesta.
── Jujuju… eso me resulta tremendamente halagador… permíteme que te acompañe hasta tu apartamento, a fin de cuentas tampoco vivimos tan lejos el uno del otro ──me ofrecí amablemente aunque sin abandonar mi aura retorcida.
── Aaah… ──suspiró── Supongo que no pasará nada por compartir camino un rato, y no es necesario que me acompañes a la puerta ──su mirada se agudizó, la tensión parecía haberse rebajado.
── Bueno ¿cómo ha ido el día? ¿O acaso solo lo has dedicado a perseguirme? Jujuju ──pregunté con cierta curiosidad por si me había perdido algo reseñable.
── Geniaaaaal… ──comentó con un tono molesto e irónico── No se decidirme por cual ha sido la mejor parte, la de pasarme el día buscándote, la de que para ello reclutara como ayudante a un tipo aún más idiota e imbécil que tú ──debía de referirse a Ryo── Y para colmo a mitad del día me ha dejado tirada, dos chicas han intentado distraerme de mi objetivo de buscarte y estuve a punto de mandarlas al infierno, y por si fuera poco dos sujetos empezaron a comportarse de modo estúpido, y tuve que investigarlo al parecer habían bebido algo adulterado, por suerte pude detectar la fuente de la intoxicación y no se extendió… Y sí… ya sé lo que vas a decir “Jujuju… Tsubaki que aguafiestas, seguro que habrían sucedido cosas caóticas divertidas” y bla, bla, bla… ──estaba aprovechando para desahogarse del día── Por no hablar del maldito papeleo y partes de incidencias a rellenar para llevar el control en el Comité
── Jujuju… me encanta que me conozcas tanto… creo… jujuju… ──continuamos caminando hasta que nuestros caminos se separaron en direcciones contrarias, nos despedimos y yo seguí hacia mi apartamento, al llegar di de comer a mis serpientes y le di los insectos prometidos a la culebra por el trabajo de espionaje.
En la mañana siguiente
── Bueno… esperemos que este segundo día sea mejor que el de ayer jujuju… ──me encontraba frente al espejo terminando de vestirme y abotonarme la camisa── Aún es temprano… pero siempre viene bien llegar con tiempo ──tomé todo lo necesario y salí en camino a la Academia, fue un camino tranquilo y no me encontré con nadie, tardé un rato pero al fin llegué a la Academia y no tardé en encontrarme con el primer rostro conocido.
── ¡Buenos días Hinokawa! ──escuché una voz enérgica y animada frente a mí, dirigí mi vista y era Kisami── No parece que tengas marcas de puñetazos o golpes así que supongo que Tsubaki no te encontró jaja ──demasiada energía desde primera hora de la mañana.
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mención master
Lian~
ahí lo llevas, si tienes alguna duda de que hacer o lo que sea, solo pregunta y hablamos