Tuve varios problemas para poder abrir mis ojos, me sentía exhausto y con mucho dolor de cabeza.
Tratando de hilar los recuerdos en mi mente me di cuenta de la verdad, fui secuestrado.
¿Cómo?, ¿Cuándo?, ¿Dónde? Y ¿Por qué?, pasaron por mi mente mientras unía los cavos sueltos de mi fragmentada memoria.
“
Bien, mantén la calma Richard, recuerda el entrenamiento, primero trata de moverte un poco”
Desde luego eso fue inútil, mis piernas estaban separadas y sujetas con un par de grilletes unidos por una barra de hierro, mis manos estaban también fijas con grilletes unidos a cadenas que colgaban del techo, ni siquiera podía emitir alguna clase de ruido porque mi boca estaba bloqueada por lo que parecía ser una mordaza.
Pero creo que lo mas humillante de la situación era el hecho de que me hubiesen dejado casi completamente desnudo, por suerte podía sentir que no habían tocado mi ropa interior.
“¡Esto está mal, está mal, está mal, está mal, está muy mal, muy pero que muy mal!”
Me moví desesperadamente tratando de zafarme, pero parecía imposible. En ese momento me detuve por completo, si me seguía moviendo es probable que llamé atención indeseada. No era estúpido y sabia lo que podría significar estar así.
No habían lastimado mi cuerpo por lo que el perpetrador me quería sano y salvo, no me habían despertado por la fuerza lo que indicaba que les preocupaba mi integridad, me habían quitado la ropa clara señal de que estaban interesados por mi cuerpo. Que no sintiera dolor en ninguna parte me indicaba que al menos no iban tras mis órganos, por lo que quedaba una sola opción.
“
¿Trata de personas?, ¿me quieren a mí?, ¿no hay otros por aquí?, eso significa que el sujeto solo me quiere a mí, ¿pero por qué?”
Había oído de la trata de personas, pero no pensé que estaría involucrado con ellos alguna vez, mas importante era el hecho de entender por qué me querían a mí. Soy un dientes de sable, pertenezco a la clase prehistórica, no soy una especie para nada común, pero tampoco soy raro. Especies como águilas de jade o quizás los tan escasos pegasos, tendría más sentido que sean los más buscados en el mundo, esto no tenía ningún sentido.
“
Bien pensemos con calma Richard, soy un felino, un maestro del escape ya pensare en algo lo primero es identificar el lugar…esta muy oscuro, no puedo ver nada”
Si bien tengo una visión nocturna muy superior a los demás, eso no cambia el hecho de que no puedo ver en la absoluta oscuridad. Pero eso me dio la pista que el lugar donde estaba no tenia ventanas u otra fuente de luz natural, no eran buenas noticias en lo absoluto.
También estaba el hecho de que la posición en la que me colocaron cual trozo de carne, me estaba cansado muchísimo. Me temblaban las piernas y mis brazos estaban cansados, por fortuna era una posición que no comprometía mi integridad por completo. Pero no por eso me hacia sentir menos vulnerable y temeroso.
No mentiré estaba aterrado, tanto que enrollé mi cola alrededor de mi pierna.
De pronto escuche el sonido de una puerta que se abría, un poco de luz llego a mí, pero se apagó rápidamente. Entonces pasos, alguien bajaba las escaleras. Estaba a punto de verme cara a cara con quien sea que estuviera detrás de eso.
- Vaya, vaya, vaya, pero si es el honorable oficial Richard DelPrado, parece que te encontré en una posición deliciosa
Era la voz de un hombre, pero no podía distinguirlo por la absoluta oscuridad. Pero al menos saque algo de información, me conocía y tenia algo contra mí. De la nada sentí que me toco la cintura con sus dos brazos y la acaricio un poco. Las señales de alarma se dispararon e intente moverme, pero fue inútil.
- Estas un poco menos marcado pero tu cuerpo sigue siendo…delicioso, no tienes idea de cómo amo ese color avellano que tiene tu bello pelaje – sentí su lengua mientras pasaba detrás de mi espalda, no era bueno, no era nada bueno – Bueno supongo que es tiempo de que sepas donde estas
Escuche como caminaba hasta aun lado y luego escuche el click de un interruptor, cuando la luz envolvió el lugar me quede horrorizado.
- ¿Te gusta mi sala de juegos?, lo reuní todo especialmente para ti
No puedo empezar a describir todo lo que había en ese lugar, una cruz de madera, una cama negra de cuero elegante, un montón de artículos sexuales colgando en repisas, látigos, cadenas, arneses de cuero, una jaula y eso solo para nombrarlo todo en general. Caí en la cuenta de que es lo que era esa situación, el era un acosador y yo era su presa. No tengo que decir que mi expresión era de absoluto horror ante la absoluta posibilidad de que fuera sodomizado por ese mal nacido.
- ¿Y bien?, ¿Te gusta?, espero que sí, elegí cada cosa pensando en ti, no repare en gastos para tener solo lo mejor de lo mejor – realmente ese sujeto ya me estaba aterrando, mas aun si es que todavía no lo veía
Pero mientras mas hablaba, mas me parecía reconocer su voz.
Finalmente, el camino hasta que pudimos hacer contacto visual, no era lo que me esperaba. Lo admito era muy atractivo, pensé que era un sujeto de horrible apariencia ya que suelen ser ellos los que comenten esta clase de actos.
Era un oso, alto, un poco mas que yo, su color de pelaje era marrón claro, pero no tanto, es decir que estaba en la delgada línea del marrón oscuro sin llegar a serlo por completo. Entre las tantas especies de oso, el era un oso grizzli, un oso muy grande. No tenia panza abultada y en vez de eso mostraba orgulloso unos buenos abdominales, pecho ancho y brazos bien torneados, sus ojos eran azules y lucían especialmente perversos mientras me miraban de arriba abajo. Usaba unas chaparreras de cuero color negro, botas negras, un arnés ajustado en forma de X, unas muñequeras color negro y una gorra de policía de cuero también color negro. Era un sujeto verdaderamente intimidante. Su mirada en mí solo daba a entender que me estaba saboreando.
Entonces se acerco a mí y toco mi pecho con sus manos, intenté moverme para apartarme, pero en respuesta recibí un fuerte puñetazo en el estómago.
- No sabes todo lo que pase para tenerte así, si sigues moviéndote el siguiente será aun mas fuerte
Paso su mano derecha por mi abdomen y pareció sonreír de manera graciosa.
- Y pensar que esto solía ser un magnifico lavadero, pero así esta mejor para mí – el se rio mientras ponía sus manos en mi cintura y deslizaba cuidadosamente estas hasta llegar a mi ropa interior – Ya no necesitaras más esta porquería
De un solo estirón me desgarro por completo y la arrojo a un lado mientras sonreía.
- Me saque el premio mayor, buena dotación – rio fuerte mientras que tocaba mi intimidad con delicadeza, obviamente intente resistirme, pero él cumplió su promesa y me dio otro puñetazo haciendo que me detenga – Te lo dije, ahora eres mío – el volvió a colocar sus manos en mi cintura y me obligo a acercarme a él, me di cuenta en ese momento que su pelaje era inusualmente mullido – Además creo que no has entendido tu situación – llevo sus manos hasta la base de mi cola y la estiro fuertemente – Si quisiera ya te habría violado sin piedad, pero no me gusta la idea de que forzarte a hacerlo, no, hare que ruegues porque yo te haga sentir bien, tenemos mucho tiempo para eso – lentamente paso su lengua por mi cuello, no me agradaba esa sensación – Te conozco como la palma de mi pata, se todo de ti, tus gustos, tus sueños, todo, se que es lo que harás apenas te quite esto – puso delicadamente sus mano en lo que sea que tenia en la boca – Elegí esa bola mordaza porque es la mas dura del mercado, ¿crees que no te conozco lo suficiente para saber que empezaras a gritar apenas le libres de eso?, je, pero sabes algo – entonces llevo su hocico hasta mi oreja y me empezó a susurrar – He tomado medidas sobre eso, todo el lugar está aislado – su muy humea lengua paso por mi delicada oreja y hasta metió un poco de ella en su interior, entonces se apartó – De hecho quiero escucharte
Entonces me soltó, llevo sus manos hasta la cosa que me mantenía la boca cerrada y me libero.
- ¡Maldito bastardo enfermo hijo de puta! – digamos que eso fue lo mas amable que grite apenas ese sujeto me libero, pero lejos de molestarse no podía parar de sonreír mientras gritaba y derramaba los peores insultos imaginables
Llego un punto que el dejo de prestarme atención y comenzó a bostezar. De pronto se giró y fue hasta una pared y me dio la espalda. Que me ignorara solo me hacía enojar más.
- ¡¿Me estas escuchando maldito?, será mejor que me sueltes maldito bastardo, juro que pondré un arma en tu culo y vaciare el cargador y cuando te mate iré a tu tumba, te desenterrare y me orinare en tus huesos maldito degenerado!
- Si, si, no lo dudo – el no me presto mucha atención y cambio estaba seleccionando algo cuidadosamente – Estoy seguro que lo arias – entonces se volteó, lo que traía en su mano me asusto – O eso dices, pero te conozco y se que eres un tierno gatito en realidad
Básicamente era un remo corto de madera con algunas pequeñas tachuelas de caucho en él, ese oso parecía bastante feliz al sostenerlo. Su sonrisa solo aumento mas mientras que se acercaba a mí.
- Y como eres un gatito malo, bueno es hora del castigo
- ¡Maldito desgraciado será mejor que… ¡Ahhhh! – el desgraciado me dio un fuerte golpe en el trasero con esa cosa
- ¿Qué?, perdón no te oí, ¿quieres repetirlo por favor?
- ¡Estúpido hijo de pu… ¡Ahhh!
- Parece que vas comprendiendo, jeje, ¿seguimos gatito?
- ¡Desgracia… ¡Ahhh!
- Eso creí – y luego otro golpe, y otro, y otro, cada vez mas fuerte
- ¡Ahhrgg!
- Levanta tu cola – no pensaba obedecerlo, así que solo gruñí con fuerza – Gatito desobediente – su respuesta fue aumentar la potencia de los golpes y su velocidad, era muy doloroso y mis gruñidos por intentar ahogar mis gritos finalmente se rompieron y volví a gritar – Levanta tu cola, ¿o quieres más?
- Umm… - no quería obedecerlo y solo recibí in golpe aun mas fuerte que antes
- Puedo seguir toda la noche, ¿y tú? – repitió ese golpe al menos diez veces mas hasta que por el dolor me rendí y levanté la cola entre lamentos – ¿Lo ves?, no es tan difícil
- Mal..mal…maldito – por los gritos estaba cansado, pero él no y me respondió con otro fuerte golpe
- Sigues siendo tan terco, ¿aprendiste tu lección? – se río un poco y se volvió a alejar, yo me quedé jadeando por los gritos y por el dolor que mi parte posterior estaba experimentando en aquel momento, no pensé que esto fuera a peor, pero en ese momento el regreso con otro remo en sus manos, esta vez tenia brillantes tachuelas de metal en forma de pequeñas pirámides – ¿Quieres probar con este?, te aseguro que este es más intenso – se rio un poco mientras miraba mi expresión de miedo, pero entonces solo lo desecho – Tampoco soy tan malo, pero es momento de otro pido de diversión – en ese momento me dio un pequeño golpe con una crop(fusta) en la cara – Sabes una cosa, por mucho tiempo llegue a detestarte como no tienes idea, no, te odiaba, no quería ni verte, ni volver a saber de ti, pero eso solo fue por poco tiempo, yo en verdad que estoy loco por ti, pero tú, ¡Tú decidiste casaste con ella! – entonces me dio un fuerte golpe en mi abdomen con lo que traía en la mano, fue un golpe doloroso – ¡La elegiste a ella en vez de a mí! – rápidamente empezó a darme golpes continuos por todo el cuerpo mientras que yo volvía a gritar – ¡Por mucho tiempo te odie Richard, quería golpearte, quería hacerte sufrir lo mismo que yo sufrí, y tú no te dabas cuenta de eso! – en ese momento se detuvo tiro esa cosa al piso y con sus dos manos sostuvo mi rostro, después de tanto gritar estaba exhausto y no tenia fuerza para defenderme o morderlo – Y ahora te tengo aquí y juro que no te dejare ir nunca mas de mi lado, ódiame todo lo que quieras, pero tú eres mío te guste o no
En ese momento presiono mi hocico haciendo que lo habrá en contra de mi voluntad, rápidamente me coloco otra especie de mordaza, pero esta era mas grande que la otra y era cilíndrica. No pude verlo cuando se alejó de mí, pero al volver me mostro una botella de vidrio pequeña con algo blanco en ella.
- ¿Sabes que es esto? – se río un poco – Bueno los gatitos necesitan leche, además es hora de la cena – el destapo esa botella y entonces la coloco en mi boca con ayuda de esa mordaza, el sabor definitivamente era de leche tibia, pero no quería tragármela, sin embargo, el oso tenía su mano en mi cuello y me obligo a tragarme todo eso – ¿Te gusto?
El río mientras traía otra botella y repetía el proceso, la segunda vez decidí tragármela más rápido para que se apartara de mí mas rápidamente, pero el parecido disfrutar eso mucho más.
- ¿Estaba deliciosa verdad?, jeje, cincuenta por ciento de leche de primera calidad – entonces se acerco a mi oreja otra vez – Y cincuenta por ciento de leche de oso ordeñada con mucho amor
La humillación, el dolor en mi parte trasera y sobre todo la risa de ese oso, provocó que llegara a mi limite y me desmallara.
Desgraciadamente no tuve ningún sueño, mi mente se quedo en blanco y siguió así hasta que mi cabeza volvió a funcionar.
Lentamente abrí mis ojos, deseando que todo lo de ayer hubiese sido una mala pesadilla salida de lo mas profundo del abismo. Desgraciadamente eso no fue así.
De golpe abrí los ojos solo para darme cuenta que seguía en el mismo cuarto de antes, solo que esta vez estaba iluminado con tonalidades rojizas y no había esa molesta luz blanca. Mi posición había cambiado, ya no estaba parado y sujetado. No, estaba recostado en aquella cama que había visto.
Era muy firme y tersa, estaba hecha de alguna especie de material sintético que no podía identificar en lo absoluto, solo sabia que era completamente negro. Inclusive las almohadas en las cuales mi cabeza estaba recostada eran cómodas y olían limpio, estas estaban vestidas con unas fundas de tela negra brillante, eran de seda, la misma seda de la cual estaba hecha la ligera manta que me cubría.
No perdí el tiempo pensando en la calidad de esas cosas y rápidamente me incorporé, o mejor dicho traté de hacerlo ya era mi oportunidad de escapar. Pero eso fue vilmente negado al sentir un algo que me aprisionaba el pie.
En mi pie izquierdo tenia un grillete unido a una gruesa cadena que estaba anclada al piso. Mis manos también estaban esposadas por la cabecera de la cama que mas bien eran barrotes de hierro puro. Básicamente estaba a la completa merced de ese loco sin poder defenderme, lo peor es que me dejo boca arriba mirando un espejo en el techo, solo pude ver mi patético reflejo mientras seguía amordazado con una esfera roja.
“
Primero mi esposa me deja y ahora esto, ¿Qué hice para merecer semejante castigo?”
Quería llorar, realmente quería llorar. Pero no dejaría que ese desgraciado viera mis lágrimas, no importa que es lo que hiciera conmigo, podía golpearme todo lo que quisiera, podía hacerme cuando quisiera y humillarse hasta que se hartara, no mostraría mis lagrimas a nadie que no fueran las personas que llamaba amigos. Ellos eran los que me salvarían, de seguro ellos me estaban buscando en ese preciso momento, pronto todo esto pasaría y todo seria nada mas que un mal y horrible sueño.
Esa era la tranquilidad de mi espíritu que nadie podría robarme. Era a tal punto que puse una sonrisa confiada solo por un momento, cosa que borre ya que escuche la misma puerta de ayer se abría y los pasos empezaban a llegar.
Fruncí el ceño apenas lo vi llegar con una sonrisa de oreja a oreja, lucia terriblemente feliz de verme.
- ¿Dormiste bien?, no tienes que responder se que dormiste como un bebe, jeje – el idiota se río mientras se quitaba las gafas de sol que traía puestas – Buenos días gatito, te estañe
El muy degenerado bestia igualmente un atuendo de cuero, este era un arnés diferente en forma de X con una gruesa argolla de metal plateado traía una correa de cuero que le llegaba hasta las partes mas intimas, en las cuales usaba una gruesa ropa interior de cuero con adornos de metal, seguía usando la misma gorra que ayer, pero sus muñequeras eran más cortas y además usaba unos guantes de látex negro.
El desgraciado no perdió el tiempo y se me abalanzo, quedo arriba de mi con sus manos en mis pectorales, ya estando arriba se quito su gorra y la arrojo a un lado.
- ¿Sabes una cosa? – se río mientras se acercaba a mí – Anoche, después de que te pusiera algo de crema en tu bellísimo trasero y te lleve a la cama – en ese momento me di cuenta de que efectivamente no tenía dolor allí – Fui a dormir y tuve hermosos sueños contigo
“
¡Maldito desgraciado enfermo, si solo fuera un dragón te quemaría hasta dejarte como croqueta de ceniza!”
- De seguro ahora piensan en algo como “Te quiero quemar o desgraciado”
- “ ¡Maldito, solo espera que me suelte para borrarte esa sonrisa!”
- Y ahora piensas en “Te borrare esa sonrisa”, ¿verdad? – lo mire de la peor manera posible pero el solo se puso a reír – Esa linda mirada tuya me da la razón jeje – no tengo que decir que estaba hirviendo de ira en ese momento pero eso solo parecía divertirlo, en ese momento me lamio la mejilla con su sucia lengua – No sabes cuanto autocontrol estoy teniendo ahora mismo, después de nuestro pequeño juego de ayer estuve tan duro que me costó mucho enfriarme, pero eso solo significa mas leche tibia para ti – si mi piel pudiera cambiar de color ahora estaría verde, quería olvidar ese hecho de ayer – Pero ahora es tiempo de un nuevo juego
Hasta ahora me encontraba cubierto por la manta de seda, manta que el saco rápidamente para revelar lo que me puso mientras dormía, ¿Cómo no me había dado cuenta de lo que traía puesto?
Estaba usando un horrible atuendo similar al suyo solo que, de color rojo, caía en la cuenta que por el terror no me había fijado que esa cosa me apretaba el cuerpo muy fuerte. Entonces el me dio la vuelta y quede boca abajo.
- ¿Sabes como se llama este juego? – pregunto mientras me quitaba la mordaza de la boca
- ¡Maldito hijo de perra, cuando me suelte voy a..Ahrrr!
- Se llama, ¿Quién es tu dueño? – otra vez me empezó a azotar el trasero con un remo, creo que era uno aun mas duro que el de ayer – Es similar al juego de ayer, solo que esto termina cuando respondas, ¿Quién es tu dueño? – y entonces empezó a darme fuertes golpes en la retaguardia otra vez
Al principio mordí las almohadas con fuerza para que no tuviera la dicha de escucharme gritar, pero eso al poco tiempo fue inútil porque aumento la fuerza de sus golpes de manera brutal y sin compasión alguna. Creo que mientras mas fuerte gritaba el mas fuerte me golpeaba.
- Ya conoces las reglas, solo tienes que responder esa simple pregunta – aumento la velocidad y fuerza de los golpes de un momento a otro, a tal punto que ya era imposible contener por completo mi dolor – Vamos, ¿Quién es tu dueño?
- Grr… ¡Ahhgrr!
- ¿Quién es tu dueño? – solo repetía eso mientras seguía con su asqueroso juego poder, trate de resistirlo de todas las formas me no me daba tregua y solo aumentaba la velocidad con la que me golpeaba
Llego un punto en que se dio cuenta de que no estaba funcionado y se alejo de mí, yo aproveche eso para recuperar el aliento. Por todo los gritos y el dolor me encontraba demasiado cansado y lleno de sudor, temblaba mucho porque no sabia si podría seguir resistiendo en esa posición.
Entonces sentí como algo con puntas duras, frías y afiladas pasaba por mi trasero. Entre en pánico.
- Me sorprende que llegaras a resistirlo, muy bien, subiremos la intensidad, jeje, quería usar este con puntas de metal para una ocasión como esta – paso delicadamente esa cosa como si fuera un peine mientras que yo temblaba
- ¡No, no, por favor no lo hag.. Ahhhgrrr!
- ¿Quién es tu dueño? – el muy miserable uso esa cosa con mucha fuerza, tanto que pensé que se meterían en mi carne – Puedo seguir así por mucho tiempo, no tengo prisa – y entonces lo volvió a hacer, no era rápido esta vez, sino que fuerte y constante
Era algo mucho más doloroso que la ultima vez y no mostraba signos de ceder, ya no podía seguir con esto me rendí, ya no soportaba el dolor.
- ¡Esta bien, esta bien, tú, ¿ya estas feliz?
- ¿Yo que? – el solo me golpeo otra vez y dejo el remo pegado a mi trasero – Vamos, dilo, no tengo problemas en seguir así todo el día
- ¡Esta bien, tu, tu eres mi dueño, solo detente de una vez!...duele mucho
- Buen chico – escuché como algo caía al piso mientras jadeaba, me ardía muchísimo mi trasero y el dolor no paraba, entonces algo frio allí – Esto te hará sentir mejor – sentí una crema espesa que recorría toda el área donde me había golpeado, en un instante el dolor se remplazó por una sensación de entumecimiento y frescor – ¿Ves que no fue tan difícil?
Entonces me dio la vuelta de nuevo y pego su nariz por mi mejilla, entonces procedió a lamerme la cara. Sentir su cuerpo por el mío, mas bien, sentir que de hecho estaba duro no era una sensación agradable, tarde o temprano me violaría y eso me hacia querer vomitar. Lo peor es que ni siquiera podía reconocer a este hombre.
Algo en él se me hacía poderosamente conocido, pero no podría unir los cavos sueltos, mis pensamientos se detuvieron cuando llego a mi oreja y me la mordió un poco.
- Quiero comerte entero, quiero tenerte ahora mismo, todo tu cuerpo, todo esto es mío
- ¿Por…porque haces esto?...¿que te hice? – su respuesta solo fue lamerle el área cerca del ojo muy lentamente
- No es que me hayas hecho algo, es solo que tu misma existencia me lleva a volverme loco
Se pego mucho más a mí mientras llevaba sus manos hasta mi abdomen y me abrazaba para pegarme a él. Estaba tan cansado que no podía hacer nada para defenderme, mas bien temía que si me defendía el aplicaría un método de tortura aun mas fuerte que el anterior.
Era una situación que no podía llegar a comprender en lo absoluto.
- No tienes que volver a preocuparte por nada en el mundo, te lo daré todo, te hare sentir muy bien Richt
Esa palabra provoco que abriera los ojos como platos.
Solo había una persona en todo el planeta al que permití llamarse así y de hecho era la única que así me llamaba. Por fin uní las piezas.
Oso + pelaje de peluche + ojos azules + idiota de caso terminal, es igual a
- ¡Maldita sea, ¿Daniel?! – en ese momento se separo de mí y me miro asustado – ¡¿Eres tú?!