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+18 [ORIGINAL] Odisea [80/80]

Laoz_2741

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CAPITULO 57

Dos aventureros de Tabae se separan momentáneamente del campamento para tener un momento de intimidad que ofrecía la noche y el follaje de la entrada a las zonas montañosas de Alpia. La liebre y el conejo se besan apasionadamente mientras se quitaban prenda por prenda, hasta estar los dos en total desnudez. Sus falos se frotan entre sí, mientras la liebre manosea las nalgas de su compañero, llevando uno de sus dedos dentro del ano.

—Mmm… no pierdes el toque incluso cuando lo hacemos en un sitio apartado -Le elogio el conejo.

—¿No te parece excitante hacerlo en la naturaleza bajo el manto de la oscuridad? -Fue la pregunta candente de la liebre mientras daba mordiscos suaves en el cuello.

—Seria un mentiroso si me quejara de ello.

La liebre no podía resistirlo más, saco su dedo y dio vuelta a su compañero quien se pone contra un árbol, el conejo gime placenteramente al sentir esa dureza carnosa entrar en su interior. Mientras su ano era penetrado, el Sapien sentía su respiración caliente sobre su cuello acompañado de lamidas.

Con una de sus manos pellizca uno de sus pezones, mientras la otra jugaba con su verga que palpitaba de goce, sus voces resonaban lascivamente a todo volumen, no aparentaban ser nada silenciosos ya que estaban a una distancia lo suficiente lejos para que alguien en el campamento los oyera.

Pero eran ignorantes del acecho de una criatura, quien los observaba oculto entre los arbustos, sus ojos rojos estaban clavados en ese par de dúo de aventureros calenturientos. La criatura emitía una silenciosa respiración que expresaba excitación, de su hocico abre su boca enseñando una dentadura deforme pero filosa, de su lengua escurría un diluvio de baba.

—¡Estoy cerca!, ¡Aaaaaah!...

La liebre dispara su carga, aquel conejo a su vez también eyacula la suya, siente la caliente semilla de ese compañero en su interior, le pedía que no sacara su verga porque disfrutaba la sensación de aquella húmeda esencia permanecer dentro suyo. Pero ese momento de complacencia carnal pronto es interrumpido salvajemente.

La liebre recibe un golpe en la cabeza con una fuerza desmedida que arranca su cabeza y restos óseos con sangre manchan el follaje y a su compañero aventurero, el conejo con pavor voltea para encontrarse con el responsable de tal barbárico acto.

Una criatura cornuda de dos metros de altura estaba a solo centímetros de él, un monstruo con la apariencia de un macho cabrío bípedo de notoria musculatura, su pelaje oscuro era desaliñado y sucio, con uñas cortas pestilentes, pero la parte suya que más resaltaba era en su entrepierna. Allí se acumulaba un grueso manto de pelaje, del cual se manifestó una gorda verga roja que palpitaba y la punta chorreaba un fluido de un olor repulsivo.

La mirada diabólica de aquel ser y su mandíbula abierta con el notar de sus fauces envueltas en una cantidad de baba, eran más que suficiente para que el aventurero sintiera el pavor en carne propia, la muerte de su compañero solo hizo que ese miedo se intensificara aún más.

—(Ha muerto… ¡ha muerto!... y yo soy el siguiente…).

Observo el cuerpo sin vida de la liebre, entre lagrimas de miedo y frustración, sentía en el fondo que no tenia oportunidad de escapar de aquel monstruo, cualquier resistencia culminaría en su muerte. Pero sabía que antes de sucumbir a esa inminente muerte, debía advertir al resto, avisarles de aquel ser que estaba en frente suyo.

—(¿¡Como es posible que un Sátiro oscuro se encuentre aquí!?) .

Tal criatura solo podía hallarse en la profundidad de las zonas montañosas de Alpia, pero sin embargo uno de ellos se acerco a los limites del área, tal fenómeno solo era posible a causa del general orco. Los sátiros oscuros son criatura de intelecto salvaje, al igual que los orcos, se guían únicamente de sus instintos de supervivencia animal, pero poseen la capacidad de usar herramientas como armas.

Estos seres son temidos por poseer una fuerza extraordinaria, capaz de arrancar fácilmente miembros o incluso la cabeza con solo una de sus manos, por lo que sus armas favoritas a empuñar son por lo general armas pesadas o de a dos manos, el cual pueden sostener con solo una.

—(Debo advertirle al campamento… ¡debo gritar con todo lo que pueda!).

Confiaba en que quizás su mejor grito, alcanzaría el oído de algún experimentado aventurero con una audición sobredesarrollado, cuando el conejo se armó del valor suficiente para resistirse y elevar su voz para gritar y advertirles al resto, su cuello es agarrado por una de las manos del sátiro oscuro.

—(Mi cuello… me aprieta… con mucha fuerza…)

La criatura agarraba su cuello aplicando la fuerza necesaria para no cortarle su respiración, permitiéndole respirar lo suficiente, pero impidiéndole hablar o en este caso gritar. El aventurero era incapaz de emitir voz alguna, al aire que fluía le bastaba para mantener su respiración, pero no para producir habla alguno, aquel ser de manera lista impidió todo intento por alertar al resto.

—(¿Me romperá el cuello?... sin embargo… no ha usado toda su fuerza o si no, ya estaría con mi cuello destrozado).

La actitud del monstruo era sospechosa, y el conejo no tardo en descubrir la razón por la que el sátiro oscuro no le había asesinado aun, mientras una de sus manos seguía en su cuello, con la restante voltea al conejo y lo pone contra el árbol, replicando aquellas mismas acciones de su compañero muerto. La punta de aquella gorda verga empezó a entrar en su interior, utilizando el semen que aun quedaba dentro suyo como un lubricante.

—(¡Es grande!... ¡es aun más grande que la suya!... ¡me va a partir!).

El monstruo consigue meter la mitad de su verga dentro del aventurero, y procede a mover su cintura para empujar y deleitarse carnalmente con el Sapien sometido a sus deseos perversos.

—(¡Duele!... ¡duele mucho!)…

Aquel duro falo monstruoso no solo era más grande sino también grueso, los golpes que sentía en su interior no le daban placer alguno, su pene el cual se mantenía flácido era prueba de ello, solo experimentaba dolor. La criatura se aferra con una de sus manos en el vientre del aventurero, clavando sus uñas sucias en su piel, haciendo de aquella experiencia aún más tortuosa.

El sátiro oscuro empujo con mas vigor su miembro, algunos centímetros más se metían en la profundidad del conejo, quien reacciona entre dolencia, la criatura coloca su hocico encima de la cabeza del Sapien y su baba cae chorreando sobre la cara y más abajo del aventurero.

Las respiraciones del monstruo se hacen más fuertes y sus sacudidas más violentas, y entonces alcanza el clímax, cantidades masivas de semen son expulsados de esa verga monstruosa, tal era el volumen de esa corrupta semilla que se desbordaba del culo del conejo, incluso aun con la verga aun metida.

Cuando la criatura retira su pene, ese semen acumulado sale chorreando como un manantial, el conejo se sintió en parte aliviado, pensó que la pesadilla habría terminado, pero lejos de la realidad, la incertidumbre le invade cuando siente aquel falo de monstruo aun duro, el cual frotaba contra su espalda.

—(¿Aun puede seguir?, ¿¡aun después de haber eyaculado esa cantidad!?).

La criatura toma asiento, y voltea al conejo teniendo contacto visual cara a cara con él, la sola mirada de aquel cabrío con sus ojos rojos, intimidaba enormemente al aventurero, y mientras una de sus manos se mantenía en el cuello de este, con la otra forzó al Sapien a tomar asiento sobre esa dureza que pedía por más.

—(¡No hay forma de que pueda entrar en esa posición!)

Cuando el ano del Sapien sintió la verga del monstruo en tal posición, más centímetros empezaron a hundirse en su interior, la criatura le tomo de su espalda con una mano y empezó a moverse metiendo poco a poco el resto de su masculinidad.

—¡DUELE!... ¡DUELE DEMASIADO!... ¡DUELEEEE!...)

Sus empujes eran más bruscos, la brutalidad con la que forzaba al culo del Sapien a aceptar su falo, hacía sentir una agonía infernal al propio aventurero, entre tanto forcejeo, llevo toda su fuerza en una empujada y toda su verga consiguió meterse dentro de ese ano de lagomorfo. Ese fluido maloliente resaltaba de la verga, como también algo de sangre.

Tal era el dolor del aventurero, que no pudo contener las lágrimas, mientras ese monstruo seguía violando su desgarrado culo, llega eventualmente a su segundo orgasmo, expulsando más de su voluminosa esencia apestosa. Cuando retiro su verga del recto del conejo, entre la cantidad de semen que chorreaba se distinguía la presencia de sangre.

Toda aquella experiencia fue un trauma físico y psicológico para ese conejo, el olor nauseabundo de la semilla de ese monstruo llevaba sus fosas nasales, haciendo que respirar le costara incluso. El pene del sátiro oscuro disminuye de tamaño hasta ocultarse entre su abundante pelaje de la entrepierna, su libido finalmente había sido saciado.

Pero estos seres tienen otra fama aparte de su gran fuerza, un apetito voraz por la carne de los Sapien, la criatura abrió su boca y sus fauces se hicieron más grandes y filosas, arrancando como bestia famélica la carne de ese conejo violado, sangre salpicaba por doquier mientras disfrutaba de su festín.

Cuando sacio su apetito, entonces el sátiro oscuro miro fijamente con sus ojos rojos aquel campamento montado por los aventureros, emitió un gruñido no tan fuerte para ser oído por el campamento, pero si para llamar a otros seres. A espaldas del monstruo aparecen orcos y goblins, armados con lanzas y arcos, primeros eran unos 7, luego una docena y el numero aumentaba.

Todos ellos miraban hacia el campamento de aventureros emitiendo gruñidos, el sátiro oscuro levanta su brazo derecho y señala con el dedo índice hacia el campamento, emitiendo palabras.

—Aventureros… morir… orden… general… orco…

Continuara…
 

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CAPITULO 58

Ya eran pasado de la medianoche, los aventureros del campamento se encontraban durmiendo, pues el ataque contra la guarida del general orco iniciaría con la salida del sol. Pero esto dos grupos de diferentes ciudades no eran descuidados, una guardia con 5 aventureros vigilaban los alrededores en caso de posibles ataques nocturnos por bandidos o monstruos.

Las guardias eran rotativos, durante una hora le tocaba un grupo, y en otra hora otro grupo de 5 tomaba su lugar, en un grupo lo conformaban aventureros de Arquion y en el siguiente de Tabae, de esa manera se turnaban para mantener la seguridad del campamento. Dos campanas sobre soportes de madera estaban colocadas cerca de ellos, en caso de ataque alguna de las dos debía ser golpeada y el ruido alertaría a todo el campamento de inmediato.

—Me siento mal por ese chico…

Numerosas tiendas fueron montadas y suministradas por el gremio de cada ciudad para sus aventureros, Galaz el maestro del gremio de Arquion, le proveo al humano una tienda personal que aunque era más pequeña que el resto, en su interior permitía a un máximo de 3 personas dormir en su interior. La razón de ello, se debía a que no muchos aparte de Kailo, estaban dispuesto aun a dormir cerca del humano, forzar un grupo a compartir con Isaac la misma tienda no estaba en los principios de Galaz, por lo que se anticipito y preparo una tienda personal para el muchacho y su compañero felino.

—¿Sigues pensando en el chico pantera? -El lince pregunto.

El humano pensó en aquel joven Sapien pantera del gremio de Tabae el cual revelaba poseer una mala relación con su grupo de aventureros, cuyas razones siguen desconocidas, recuerda el momento en le invito a comer junto a él y su fiel amigo lince. Acepto la invitación de Isaac, mientras disfrutaban de la comida brindada por el campamento, una conversación se dio entre ellos, las presentaciones se dieron, y conocieron el nombre de aquel felino de apariencia femenina.

—Mi nombre es… Raheer-gab… pero con Raheer es suficiente… si no es mucha molestia…

Incluso presentándose se mostraba nervioso y con un habla tranquilo, según Raheer los Sapien como él son oriunda del oeste de Athias, en una tierra de una pequeña nación llamada Angorak, aquel dicho país esta conformada mayormente por zonas áridas como desiertos y montes. La razón del porque se encontraba muy lejos de su hogar natal, se debe a que fue capturado de niño por bandidos y esclavizado años por ellos, hasta que por azares de la vida, consiguió su libertad y termino en Athias.

El humano realmente se sentía apenado por los horribles sucesos del cual le apartaron de su tierra natal, después de cenar, le invito para dormir en la misma tienda junto a su compañero lince. Isaac era consiente de que, si ese chico pantera era despreciado por sus compañeros de gremio, no habría tienda en el cual fuera invitado, estaría durmiendo al aire libre.

Pero Raheer declina la oferta con el bajar de sus orejas y un incómodo silencio, se retira con un rostro cargado de tristeza, prefirió dormir fuera de la comodidad de una tienda con el único saco de dormir que disponía. Los recuerdos llegan hasta allí, situándose nuevamente con el dúo durmiendo en el interior de su tienda en sus propios sacos de dormir.

—Si, es difícil no pensar en ello -Declaro el humano.

—Quizás le incomode dormir con gente y prefiera estar solo.

—No… esa tristeza en su rostro, no es de alguien quien esta acostumbrado a la soledad y la acepta como tal.

La triste soledad del joven pantera, la relación negativa que tenía con los aventureros de su gremio y un pasado marcado por la esclavitud desde su niñez, el humano sentía intriga por conocerle a fondo, porque sentía que ese felino de piel oscura, necesitaba un amigo de verdad.

[—————]​

Eran alrededor de las 5 de la mañana, una nueva guardia le tocaba hacer turno para vigilar la siguiente ronda, en este caso le toco el turno a un grupo de cinco aventureros de Tabae, quienes se mantenían juntos alrededor de una hoguera. Sus integrantes de esta guardia nocturna eran dos canes, un gato, una ardilla y un oso.

El dúo de perros del grupo se especializaba en el arco, el felino era un luchador rápido de una espada de una mano, la ardilla portaba un bastón con una piedra preciosa en la punta de color rojizo que revelaba poseer dotes de magia y el oso portaba un escudo de bronce pesado de casi un metro en conjunto con una maza hecho del mismo metal.

—Diablos, con lo bien rico que dormía… -Se quejo el gatuno aventurero.

—Estuviste durmiendo todo este tiempo en la tienda de ese lascivo zorro rojo… del gremio de Arquion -La ardilla hablo.

—Creo que ese zorro estuvo durmiendo con varios aventureros tanto de Tabae como de su gremio -Comento uno de los canes arqueros.

—Ya me imagino porque fue “rico”, aparte de lo cierto bullicioso que fueron en esas media hora -Opino la ardilla burlándose entre risas.

—¡Oye!, como yo decida gastar mis Divitys es cosa mía, ¡y si me gusta dormir después de una buena chupada!, es que bueno… me gusta, ¡jajajaja!.

Sus demás compañeros mostraban cierta vergüenza por la sinceridad de su compañero gato ante sus anécdotas sexuales, los cinco eran conocidos, llevaban un buen tiempo juntos haciendo varios trabajos en el gremio, el haber aceptado un encargo tan grande como la subyugación del general orco, era una oportunidad única para ellos para hacer buena cantidad de dinero y alzar a la fama su grupo de aventuras.

—No te preocupes, podrás volver a tu “rico” sueño una vez hayamos concluido la hora de nuestra guardia -El oso hablo —Muchachos… este trabajo es el más difícil que estamos haciendo, temo morir… o perderlos a ustedes.

—¡Cálmate mi oso!, superamos demasiados obstáculos todos juntos para caer en este encargo -El gato expreso con relativa confianza —¡No vamos a morir aquí!, ¡acabaremos con ese general orco de mierda y volveremos al gremio para beber una ronda a fondo de refrescante ale!, ¡ya veras como al final terminaremos…!

Un final fulminante de un silencio fugaz con el causar de una flecha, la cabeza del gatuno aventurero es golpeada por un proyectil de madera, el oso con sentidos agudos había sentido el peligro 2 segundos antes y eso le permitió tomar su escudo a tiempo para repeler dos flechas que iban directo hacia él.

—¡Nos están atacando desde esa dire…!

Flechas provienen de una dirección contraria a las primeras, dos ensartan en la espalda de uno de los canes arqueros derribándole y dejándole al borde de la muerte.

—¿¡Una emboscada!?, ¿¡bandidos aquí!? -La ardilla exclamo.

La Sapien levanta su bastón e invoca dos bolas de fuego hacia la dirección de donde provinieron las primeras flechas, los proyectiles ígneos impactan quemando a un grupo de tres goblins arqueros. Tanto la ardilla como el resto se sorprenden de que los responsables de tal ataque eran monstruos, no tardaron en descubrir que más goblins atacaban desde otra dirección.

—(¡Es imposible que estos monstruos posean la inteligencia necesaria para idear esta emboscada!) -Pensó el oso con angustia.

El arquero perruno respondió de inmediato con su arco de madera a los goblins que emboscaban a la dirección contraria, su rapidez y puntería le permitió eliminar a los dos goblins que estaban posicionado en dicha dirección, pero más monstruos se aproximaban.

—¡Orcos y goblins se están acercando!, son demasiados… -Alerto el arquero can.

—¡Hay que dar la alarma!.

Por si las bolas de fuego no hubieran despertado a todos, la maga ardilla corre hacia la campana más cercana, estaba a solo 1 metro de distancia de llegar, hasta que es aplastada con el aterrizarle encima un monstruo bípedo de 2 metros de altura con la forma de un macho cabrío, en su mano derecha empuñaba un grueso garrote de madera de descomunal tamaño de 13 metros con púas encima.

—Un… sátiro oscuro… -El arquero perro identifico a aquella monstruosidad.

El oso enfurecido por la muerte de su compañera, carga contra el monstruo cornudo, quien le responde rápidamente con un garrotazo, el úrsido se cubre con su escudo y recibe el golpe con la fuerza desmedida del monstruo, es mandado a retroceder por el impacto de aquel ataque, se encontraba bien, aunque le frustraba no haberle podido alcanzar con su maza. El arquero le dispara dos flechas apuntando a los ojos y pecho, pero el sátiro oscuro usa su garrote como protección y bloquea los proyectiles sin complicación alguna.

—Ese maldito monstruo es demasiado fuerte y su arma muy larga para llegar hasta él… diablos… si fuera más rápido -Maldijo el oso su debilidad.

El sátiro oscuro tenia la ventaja de la fuerza bruta y un arma descomunal de buen rango, pero su velocidad era mediocre, un guerrero rápido podría tomar ventaja de esa debilidad y causarle varios daños antes de que pudiera dar el siguiente golpe. Por desgracia, el oso no tenía el factor de la velocidad de su parte y las flechas del arquero no le harían mucho daño, además de que el monstruo protege muy bien sus puntos vitales con su arma y sumándole que más monstruos se aproximaban.

—(A este paso nos van a rodear y…)

El sátiro oscuro de pronto voltea hacia su izquierda, mirando detenidamente a alguien salir de su tienda, el arquero y el oso guerrero reconocen quien era ese inusual aventurero que había acudido en un momento clave.

—Oye monstruo, haces bastante ruido y después del desastre que has hecho, no saldrás aquí con vida.

Fueron las declaraciones del aventurero que desafiaban al sátiro oscuro, Isaac el humano se presenta con su espada de bronce de hoja roja para enfrentar a la monstruosidad.

Continuara…
 

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CAPITULO 59

Monstruos interrumpen en el campamento a la noche, una emboscada es perpetrada por mestos seres y acaban con la vida de tres de los cincos aventureros que le tocaron hacer guardia nocturna. Un sátiro oscuro se manifiesta y en sus manos empuñaba un descomunal grueso garrote de madera de 13 metros con púas a su alrededor.

—Oye monstruo, haces bastante ruido y después del desastre que has hecho, no saldrás aquí con vida.

El humano pronto sale de su tienda, blandiendo su espada de bronce de hoja roja y desafía a la monstruosidad cabrío bípedo, el arquero canino que aun quedaba del grupo que vigilaba, observando el arma del humano, se percata enseguida de su naturaleza.

—(No es una hoja ordinaria, despide una cierta cantidad de energía mágica, es una espada mágica).

Los magos nos era los únicos capaces de sentir la magia, existen individuos que no dominan la magia, pero poseen una percepción desarrollada para percibir emanaciones mágicas en los alrededores. Algunos sienten la magia en el ambiente en medidas diferentes, hay quienes poseen una percepción fuerte de dicha energía y otros en una escala menor.

A estos individuos no magos capaces de sentir la magia son denominados bajo el título de “sensor mágico”, tal talento es apreciado dado a que potenciales peligros ocultos con naturaleza mágicas.

—(Ese humano… por más que empuñe una espada mágica, su oponente es un sátiro oscuro, la fuerza de ese engendro es formidable, ¡es imposible que lo derrote él solo!).

Pero el problema no solo era el monstruo cabrío, orcos y goblins se acercaban al campamento y en cualquier momento tendrían rodeado a los aventureros, hasta que…

—¡La campana!...

Una de las campanas instaladas para dar la alarma es hecha sonar, el responsable de lograrlo era una pantera de cabello albino e inusuales ojos violeta, con sigilo se escabullo para hacer sonar el mecanismo. Entonces todos los aventureros que oyeron la alarma, se despiertan en el acto.

—¡Nos atacan!, ¡a las armas! -Uno de los aventureros recién despertado da el aviso al grupo de su tienda.

El humano ataca al macho cabrío y su espada choca contra el garrote descomunal del monstruo, un intercambio de miradas se da entre los dos.

—Su plan de ponernos a dormir para siempre en esta noche fue frustrado -El humano le dijo —¡Ahora es tiempo de pagar por las vidas que tomaste monstruo!.

El humano suelta el arma del monstruo, este responde de inmediato con un garrotazo, pero Isaac fue más veloz y fácilmente le evadió, contraatacaba dándole una cortada en su hombro izquierdo, luego Isaac toma distancia y retrocede varios metros.

—¡Oigan!, ¡miren!, ¡hay un maldito sátiro oscuro!.

—¡Este es mío!, ¡encárguense de los orcos y goblins de los alrededores! -Aconsejo el humano.

Al ver como numerosas monstruosidades de piel verde que se acercaban más al campamento, los aventureros entonces aceptaron la recomendación del humano, Isaac tenia al sátiro oscuro para el solo.

—(Dicen que el general orco es un oponente poderoso, si este monstruo es fuerte, entonces será una buena práctica antes de enfrentarme a él).

El humano le enseño el dorso de la palma al sátiro oscuro y levanto únicamente el dedo medio de forma vertical, con el resto de los dedos cerrados en puño, era un gesto de provocación que dedico a la criatura.

—¡Ver por mi monstruo!, ¡aquí te espero!, ¡perra!.

El macho cabrío bípedo exhala su aliento, rechina sus dientes y venas hicieron sobresalir alrededor de su frente, la ira emergió en su ser, un enojo que uso de estímulo y motivación para atacar al humano, cargando contra Isaac con las intenciones de dar un golpe con su garrote con todas sus fuerzas.

—(No me jodas… ¡se enojo bastante!, ¿¡entonces quiere decir que entendió mi gesto!?, ¿acaso en este mundo el “dedo medio” es conocido?).

El monstruo cesa su paso al tener a Isaac en el rango de su arma y procede a atacar sujetando el garrote con ambas manos, dándose ese impulso extra para cargar con más fuerza. Realiza un garrotazo horizontal para abarcar toda el área del suelo, pero con astucia el humano reacciona hallando la solución rápida para tal movimiento de su oponente.

Isaac usa la séptima magia, la bendición de Hercúleo para potenciar sus piernas, permitiéndole realizar un salto de 3 metros de altura, y mientras descendía, con su espada en mano y la posición adecuada, aterrizo causándole un corte en el pecho a la monstruosidad. Pero no se detuvo allí, mientras el macho cabrío humanoide se cubría con una mano la herida para calmar el dolor y el sangrado moderado de dicha lesión, el humano tomando de aquella fuerza sobrehumana, le propina rápidamente un puñetazo con su izquierda al hocico de la criatura.

El sonido del puñetazo en el hocico es acompañado con huesos de la nariz crujiendo, el monstruo retrocede con sus orificios nasales sangrándole bastante, intenta contener el sangrado con el cubrirse de su brazo.

—(¡Ahora es mi oportunidad!, ¡debo atacarle con todo a su pecho mientras este distraído con sus heridas!).

Pero inesperadamente un proyectil se aproxima hacia Isaac, el humano con agudos sentido lo percibe y usa su espada para bloquearlo a tiempo, evitando ser herido, aquello que le arrojaron era una piedra del tamaño de un puño. Su atacante era un orco que empuñaba una honda con su mano izquierda y en su derecha sostenía un grueso escudo de madera.

La criatura apoyaba al sátiro oscuro desde una distancia de 150 metros, era un hábil monstruo adiestrado en el uso de la honda y con un cuerpo tonificado tenia la ventaja de empuñar un escudo pesado de madera sin la penalizarse en entorpecer en el uso de su arma a distancia. La criatura se cubría con su escudo mientras giraba su honda y se preparaba para dar otro ataque hacia Isaac.

—(Tsk… maldita sea, tengo que lidiar con ese orco o me complicara las cosas contra la cabra, por el grosor de su escudo, tendré que usar bastante de mi fuerza para atravesarlo si se cubre).

El humano quien empezó a entrenar su magia única, era consciente de que la séptima magia no era todopoderosa, tenia sus limites y debilidades, gozar de aumentos de aptitudes físicas a niveles extraordinario era algo del que no debía abusar. Desconocía la cantidad de energía mágica que poseía en el uso de dicha magia, ni Kailo lo sabía, pero este poder conllevaba ciertos riesgos.

Cuanto más de su magia se utilizará, más eran las posibilidades de que los músculos se “sobrecalentaran”, los músculos que son sobre exigidos por este don pueden llegar a tensarse temporalmente, todo depende del grado de fortalecimiento que es aplicado en dicha zona y su tiempo de duración. Isaac entreno cuanto pudiese su magia para aumentar los límites de su uso, dicho poder tenía el potencial para desarrollarse y solo el tiempo indicaría su auténtico poderío.

Cuanto el humano estaba por atacar al orco hondero, de repente un proyectil es disparado hacia la criatura, aquello no era una flecha como las que usaban los arqueros, lo que se dirigía hacia el orco… ¡era un perno de ballesta!. Kailo con su arma predilecta en manos, apoya a su mejor amigo y pareja, con una mirada seria se dispuso a llevar a cabo su ataque contra el hostil verde de la honda.

El perno atraviesa la gruesa defensa de madera del orco, penetra al monstruo desde el cuello y la fuerza de impacto lo hace caer al suelo, su lanzamiento con la honda es interrumpida abruptamente forzando a soltar su arma como el proyectil lejos de su mano. La criatura fue entonces abatida en el acto, el humano estaba asombrado por la hábil puntería de su felino compañero, en momentos de auténtico peligro sus entrenamientos rindieron frutos.

—(Bien hecho Kailo) -Fueron los pensamientos del humano junto a una sonrisa.

Entonces Isaac volvió a centrarse en aquel macho cabrío, para su sorpresa observo que las heridas del pecho y la nariz del monstruo ya no sangraban, no las cubría con nada, simplemente dejaron de expulsar su esencia vital.

—Así que esta cosa posee algo de regeneración, la suficiente para detener el sangrado de las heridas recientes -Supuso Isaac —Entonces no tiene sentido que le haga tantas heridas menores, ¡habrá que ir con todo en el siguiente movimiento!.

De no ser por la interferencia del orco, habría podido darle un golpe con la suficiente fuerza para abatirlo en aquel momento, pero ahora el macho cabrío humanoide tenia parte de sus lesiones curadas, su furia aumento en torno hacia Isaac. La criatura también estaba decidido a dar otro golpe con todas sus fuerzas.

El humano emano su magia única en sus piernas y brazos, cara a cara los dos se miraron fijamente por segundos, y entonces los dos al mismo tiempo se lanzaron entre sí, para darlo todo en ese ataque. ¿Conseguirá la fuerza extraordinaria del humano vencer con su espada?, ¿o el sátiro oscuro dominará con su garrote descomunal en aquella confrontación decisiva?.

Continuara…
 

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CAPITULO 60

El humano y el sátiro oscuro se lanzaron con todo en su siguiente confrontación cara a cara, la séptima magia emana con considerable cantidad en las piernas y brazos del humano. El monstruo cabrío humanoide toma con ambas manos su garrote descomunal de 13 metros con púas, atacando al humano con un garrotazo vertical.

—¡Vamos magia dame tu fuerza! -Exclamo Isaac.

El humano empuño su espada con ambas manos también, pese a ser hecha como un arma de solo una, la razón era para un manejo más eficaz de su fuerza y luego procedió a llevar a cabo su ataque. Pero en lugar de apuntar al sátiro oscuro, fue en cambio por su arma.

Su hoja roja y el garrote grueso largo chocan entre sí, le presión entre el bronce mágico y el arma pesada del monstruo se noto en el ambiente con un aire presionando con pesadez, y en un giro de los acontecimientos, un arma es partido en dos y dándole la victoria entonces a uno de los contendientes.

—¡No puede ser!...

—¡Increíble!...

—¿¡Esto es real!?...

Los Sapien que atestiguaron ese momento exacto estaba boquiabiertos, y la razón de su asombro no era para menos, el arma partida en dos resulto ser la del monstruo, su descomunal garrote fue atravesado por la hoja roja del humano, incluso el propio monstruo se mostraba perplejo de ello.

—El humano… ¿supero la fuerza bruta del sátiro oscuro? -El arquero canino estaba abrumado.

Los sátiros oscuros son conocidos por tener una fuerza desmedida capaz de arrancar cabezas y extremidades de un tirón, Isaac confronto en un asalto directo a la criatura y destruyo su arma pesada en ese choque de fuerzas entre los dos. Tal gesto en si era una hazaña digna de mención y para otros quizás una locura que ni el más desquiciado se lo pensaría en plantear, pero el humano supero un reto considerado casi imposible.

El garrote pesado del monstruo paso de 13 metros a medir ahora tan solo 4 y medio, el humano consiguió partirla dos y arrebatarle la mayor parte de esta en ese golpe decisivo, pero el monstruo no estaba decidido a darse por vencido. Con ese garrote reducido, pensó en darle un golpe lo suficiente fuerte en la cabeza para acabar con él, al ser su arma más pequeña, ahora podía moverla con más rapidez que antes.

—No te dejare hacerlo.

Pero el humano sabia lo que la criatura tenia en mente, realizando su siguiente ataque con rapidez, blandiendo su espada con la derecha, propina un corte que alcanza al sátiro oscuro, los dedos del monstruo con el que agarraba el garrote son cortados, una de sus manos quedo inutilizable al carecer de dedo alguno.

La criatura ruge expresando dolor e ira, con su mano restante se dispone a recoger su arma, pero enseguida la misma espada alcanza dicha mano, y todos los dedos son rebanados en un tajo. El humano había conseguido cortarle todos sus dedos, prácticamente ya no podía agarrar a nadie con sus manos o sostener arma alguna, la criatura perdió la capacidad para blandir objetos.

La furia de la criatura aumento, si no podía atacar con el garrote o dar puñetazos decentes, entonces usaría sus largos cuernos para propinarle todo su poder bruto, pero el humano vuelve a responder más rápido que él, en su siguiente ataque le arrebata ambos cuernos y en un segundo le corta uno de sus brazos.

—Es hora de terminar con esto.

El humano vuelve a empuñar su espada con ambas manos, y mientras la herida criatura trataba de recuperarse del daño su cuernos y miembro perdido, Isaac ataca y con fuerza sobrehumana apuñala el cuello del sátiro oscuro, con su hoja atravesando aquella carne monstruosa, mueve la espada girándola a un ritmo veloz y acto seguido parte el cuello del monstruo decapitándole en el proceso.

Su cabeza sale disparada por los aires hasta aterrizar cerca de un grupo de aventureros de Tabae, estaban sin palabras, porque ese joven que no era un Sapien, por su cuenta logro derrotar por si solo a un sátiro oscuro, un monstruo que le tomaría a los aventureros como ellos vencer con el apoyo de más de dos de los suyos.

—¡Sigan atacando!, ¡los estamos venciendo!.

Los goblins y orcos perdían más terreno, los aventureros respondían con más agresividad y eficacia, la muerte del sátiro oscuro fue el impacto que bajo la moral de combate de las pieles verdes. Una retirada es llevada a cabo por los numerosos monstruos que quedaban hacia las zonas montañosas de Alpia, algunos son eliminados por flechas y proyectiles de hondas en su huida.

La defensa del campamento culmino con la victoria de los aventureros del campamento, un grito eufórico de triunfo se proclama entre la mayoría de los guerreros, por supuesto, tal victoria trajo consigo ciertas bajas. Las reparaciones a tiendas dañadas, la atención a heridos y apilar los cuerpos de los caídos en combate se llevaron a cabo, pero también era necesario juntar los cadáveres de los monstruos y quemarlos, ya que de no hacerlo podría atraer en la noche a ciertos depredadores con tal fuerte hedor de putrefacción.

Entonces los líderes de ambos gremios, el lobo blanco Wolfra y el león albino Galaz observaron el panorama con gran seriedad, uno de los aventureros sobrevivientes responsable del turno de vigilar el campamento, le comento una anécdota curiosa.

—Fue una emboscada planificada -Dijo Wolfra

—Me lo temía, los monstruos no son listos, esto solo es obra de alguien en concreto… -Supuso el león.

—El general orco.

—Dotar a otros monstruos menos listos de la capacidad de unificarse para realizar ataques estratégicos, realmente lidiamos con una amenaza considerable.

—Dejarle desarrollarse le saldrá caro a este país, ese monstruo variante debe ser eliminado cuanto antes.

Mientras tanto, uno de los aventureros de Tabae que combatió contra los orcos y goblins, estaba en un momento acorralado por un orco de arma pesada, pero eventualmente fue salvado por una pantera de ojos violeta, en lugar de sentir agradecimiento por tal acto, mostro desprecio.

—Ser salvado por un engendro como él… que humillante…

El Sapien se aleja de la pantera, maldiciendo internamente tanto al felino de cabellera albina como a si mismo por su debilidad al permitir que tal “individuo” le salvara.

—(No dejes que te afecte, sabes que esto ya es natural para ti) -Se dijo Raheer a si mismo suprimiendo aquella aflicción de tristeza.

—Cielos, ese tipo si que es un idiota, salvas su vida y mira cómo te agradece, todo un idiota con honores.

Esa voz reconocible que criticaba al Sapien por despreciar a quien salvo su vida, la pantera le reconocía, una cierta calidez inundo su interior, volteo para encontrarse nuevamente con el humano.

—Hola Raheer, pasaba para saber como estaba -El humano expreso su alegría y ese tono amistoso de siempre —Hacer sonar la campana fue un movimiento esplendido, ¡nada mal colega!.

—Si, hacer sonar la alarma para alertar a todo el campamento fue sin duda un acto inteligente, bien hecho Raheer, salvaste muchas vidas -Kailo también le elogio.

Tales muestras de agradecimiento, en el pasado algunos lanzaban oraciones amistosas, pero escondían una artimaña letal entre manos, la pantera ante tales experiencias desagradables, desarrollo una capacidad para sentir esa malicia de hostilidad de intenciones malévolas, pensó que quizás esos dos tenían algo que ocultar, que tanta amabilidad había quizás una desagradable sorpresa esperándole, pero entonces se dio cuenta de algo.

—(No siento malicia… no siento un rastro de hostilidad oculta en él o su compañero…)

La pantera estaba perpleja, ese humano que tanto le hablaba amablemente, realmente lo hacia con amigables intenciones, no podía sentir la malicia tras su sonrisa, menos en el lince a su lado.

—(¿Por qué es tan amable conmigo?, un momento… por supuesto… el no lo sabe, no… no lo ha visto aun…)

Las inquietudes del Sapien de piel oscura estaban centrado en algo que escondía, algo que para su temor, creía que cuando el humano o el lince lo vieran, entonces cambiarían su forma de verle o pensar sobre él, que entonces mostrarían ese recelo y desprecio hacia su persona, porque aquello era la verdadera causa que fuese odiado y rechazado por todos.

—¿Raheer?, ¿qué sucede? -El humano noto enseguida el pensativo silencio de la pantera envuelto en preocupación —Algo te intranquiliza, ¿esos tontos aventureros de tu grupo se han vuelto a meter contigo?, cielos que imbéciles, debería darles sus pataditas para que recapaciten.

—No es eso… yo solo… perdón… tengo que irme…

La pantera se marchó sin poder explicar la razón de su inquietud, el humano podía ver con simple facilidad que algo le afectaba nocivamente, no era algo físico, sino psicológico o emocional, Raheer era incapaz de abrirse a otros, Isaac sabia que había una razón detrás de ello, pero forzarlo a decir lo que era sin que fuera a voluntad suya, solo iría a peor.

—Pobre felino, más me doy cuenta que el paso por experiencias bastante terrible por su manera de no poder relacionarse con otros -Opino Isaac.

—¿Cómo puedes relacionarte con otros cuando esos otros te odian? -Dijo el lince por su parte.

—Buen punto.

Da igual cuanto ayudara o las buenas intenciones que mostrara ante otros, Raheer estaba marcado como una especie de “paria” para los aventureros de su grupo, e incluso los de Arquion trataban de evitarle también. Pero el humano no tiraría la toalla, descubrirá tarde o temprano la razón de ello, y entonces, podría entender a esa pantera, como también ser su amigo.

[—————]​

Los goblins y orcos que se retiraron a las zonas montañosas de Alpia, se dirigieron todos a un punto en concreto, sobre una roca elevada los esperaba allí un orco de piel grisácea de dos metros que difería del resto, el general orco. Ante su presencia ellos se arrodillaron, hablando en su lengua de monstruo e implorando perdón por haber fracaso en el plan de eliminar a los aventureros.

—No hay necesidad de pedir disculpas, este “ataque” ha sido solo para medir las fuerzas de nuestros enemigos -Afirmo el general orco —Quien venció al sátiro oscuro, interesante… un elemento único en su tipo, solo queda esperar a que la autentica batalla empiece, estaremos preparados y venceremos a esos aventureros, una vez hecho, proseguiré a extender mi dominio más allá de esta zona, hasta cubrirlo TODO.

Continuara…
 

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CAPITULO 61

Tras una noche complicada, los rayos del sol anuncian el amanecer, para entonces todos los aventureros habían despertado, otros no podían dormir por la aflicción de perder a sus amigos preciados de grupo durante la emboscada de los monstruos. Fue tanto el dolor de estos últimos, que con el permiso del maestro del gremio pudieron retirarse sin ninguna consecuencia o castigo.

—(Pobres muchachos) -Wolfra expresó sus condolencias —(Perder a sus amigos los ha desmoralizado totalmente, no tiene sentido obligarlos a formar parte de esta campaña de subyugación).

El lobo blanco observo a un oso y can retirarse del campamento, volvían de regreso a Tabae y para el lupino en el fondo supuso, que ellos jamás volverían a ejercer su oficio como aventureros, de un grupo de amigos de 5 miembros, solo ellos dos quedaron solamente.

—(A pesar de que uno de los arqueros de su grupo aún seguía vivo tras repeler la emboscada, sus heridas fueron demasiadas para ser tratadas y murió).

Los aventuraron preparaban sus armas y armaduras, otros hacían el desayuno para alimentar esos estómagos y ser más eficiente en batalla, las gachas de avena eran el menú principal, era liviano, nutritivo y fácil de hacer. En cuanto al humano y su fiel compañero lince, ambos también se encontraban preparándose, Isaac limpiando su espada y el felino ordenando los pernos de la ballesta.

—He de agradecer al señor Torke Almaforga por brindarme estos pernos extras -Dijo el lince contento.

Contaba con un total de 15 pernos, dichos proyectiles eran almacenados en una serie de dos bolsillos incorporados en un cinturón de cuero que utilizaba el Sapien, anteriormente solo contaba con 10 pernos, hasta que el herrero le entrego cinco extras más antes de partir a la campaña de subyugación.

Sin embargo, Kailo no podía darse el lujo de perderlos, al utilizar algún perno, debía recuperarlos si o si, dado a que no había forma de reemplazar los perdidos en batalla o por descuidos, su diseño es algo que el mismo Torke los hizo para él, ningún otro herrero conocía sobre la existencia de dicha arma que manejaba o su tipo de munición.

—Usaste cinco pernos contra los monstruos -Dijo Isaac.

—Si, por fortuna pude recuperarlos a todos, tratar de quitarse del cadáver de ese orco fue difícil, estaba fuertemente incrustado en el ojo.

—¡Que buena puntería!, ¡jajaja!, al menos pudiste sacar el perno por cuenta propia y sin mi ayuda, eso demuestra lo mucho que valoras tus cosas.

Mientras los dos estaban enfocados en sus asuntos y mantenían una charla, un Sapien gatuno de atuendos ligeros de pieles y llevaba enfundando un arco a sus espaldas, miraba con curiosidad el arma del lince, pero no era el único, varios aventureros tanto del gremio de Arquion como también de Tabae tenían sus ojos puestos en la ballesta con la misma curiosidad.

—Esa cosa es un arma que dispara de forma similar a un arco.

—Pero es más fuerte que uno, ¿vieron cómo fácilmente atravesó el escudo de ese orco?.

—Ese escudo era de madera, pero era demasiado grueso y pesado, a un arco le tomaría varias flechas conseguir penetrarla.

—Y esa arma extraña tan solo le tomo un disparo.

Pero no era el único tema en bocas de todos…

—Ese tal “humano”…

—Venció por su cuenta a un Sátiro oscuro, ¡qué fuerte es!.

—¿Acaso los llamados “humanos” poseen ese abrumante poder?.

La ballesta de Kailo y la fuerza extraordinaria de Isaac eran el tema central de la conversación, incluso cuando la emboscada concluyo y los aventureros fueron a dormir las horas restantes que quedaba de la noche, la charla sobre ellos prosiguió, hasta aun en el amanecer sigue persistiendo. Aquel gato arquero de pieles ligeras se acercó al dúo y armado de valor, sacio su curiosidad gatuna.

—Disculpen, siento interrumpir, ¿cómo se llama esa arma que utilizas? -Señalo el gato la ballesta de Kailo —La forma en que dispara no es diferente de un arco, pero… no parece que necesites tensar las cuerdas con las manos.

—Este… claro, el nombre de esta arma es “ballesta”.

Cuando el lince revelo su nombre, tanto el gato como los aventureros cercanos que lo oyeron, jamás habían oído hablar de un arma con ese nombre y menos con tales características, incluso para los más veteranos del grupo aquel instrumento era la primera vez que veían uno en persona.

—Ciertamente es un arma llamativa -Galaz el león blanco se acercó al dúo.

El maestro del gremio de aventurero de Arquion mostro incluso interés en conocer aquella arma utilizada por el lince, el felino albino había observado atentamente desde la distancia la práctica de Kailo con la ballesta, prestándole la atención a los detalles del mecanismo de esta.

—(Las cuerdas son tensadas por algún mecanismo y se mantiene hasta pulsar ese extraño interruptor, entonces es ahí cuando el proyectil es impulsado y disparado, un arma realmente ingeniosa) -Pensó Galaz —(De hecho, parece más fácil de utilizar que un arco, tal mecanismo hace casi todo el trabajo de preparar el proyectil para ser disparado, su tirador solo debe colocar el proyectil, apuntar y jalar de ese interruptor).

Para un veterano como Galaz, tales características tras analizarlo detalladamente en su mente y compararlo con las armas a distancia que conoció, llego a una conclusión en torno a la ballesta.

—(Es más que novedoso… ¡es absolutamente revolucionario!, si es capaz de prepararse para disparar con relativa facilidad, seria acertado decir que tomaría menos tiempo adiestrar a alguien en el uso de esta “ballesta”, y como se ha observado en batalla, potencia no le falta, de hecho… sus proyectiles son más poderosos que las flechas de los arcos ordinarios o las arrojadas por una honda) -Pensó detenidamente Galaz.

Pero también había otro detalle en cuestión, y ese era su alcance.

—(Aquel orco del escudo pesado de madera, según aventureros adiestrados en el arco, calcularon que se encontraba a casi 80 metros de distancia de la posición del aventurero lince cuando le ataco con su “ballesta”, incluso su rango es… más allá de lo sobresaliente).

Ciertamente tales cualidades en un arma a distancia eran demasiado llamativas, el león albino pensó “¿Cómo es que nunca llego a conocer sobre tal arma?”, fue un aventurero por décadas, pero jamás había oído mencionar o haber visto en toda esa vida de aventurero aquella arma llamada ballesta.

—Disculpa mi curiosidad, ¿quién es el creador de tal interesante arma? -Pregunto el león albino.

El dúo se mira fijamente unos segundos, el humano estaba por hablar por los dos, cuando iba a abrir su boca, escucho el llamado de los cocineros a cargo de preparar las gachas de avena, comunicaban que la comida estaba lista y que vinieran a buscarla antes de que se enfrié.

—Justo a tiempo, me entro el apetito -Dijo el humano.

—Jejeje… igualmente, hablaremos en otro momento -Expreso Galaz retirándose para tomar un plato.

El humano miro a su alrededor, estaba buscando a la pantera, dado a su pésima relación con su grupo de aventurero, intuye que estaría solo, pero no logra encontrarle a la vista.

—¿Dónde estará Raheer?.

—Ahora que lo dices…

Kailo había despertado primero de la tienda, y al ser el primero en salir, observo a la pantera irse en solitario hacia las zonas montañosas de Alpia, lo cual era extraño.

—¿¡Se ha ido solo!?, ¡pero los monstruos del general orco podrían atacarle!.

El humano no lo pensó dos veces, con su arma en mano y siguiendo la indicación dada por su compañero felino, partió hacia allí, Kailo también le acompaño, llevando su ballesta consigo, los dos se adentraron a las zonas montañosas de Alpia tratando de encontrar a la pantera.

—Esto es mala idea Isaac, separarlos del campamento y meternos de lleno al territorio donde se encuentra merodeando los lacayos monstruosos del general orco.

—Kailo, no era necesario que vinieras, Raheer probablemente fue por una razón específica, le buscare rápido y regresare al campamento.

—No pienso dejarte ir por tu cuenta, somos un equipo los dos.

El humano estaba agradecido por la lealtad de su compañero felino, los dos prosiguieron su camino por la zona hasta oír un ruido que captó la atención del dúo, en esta parte la vegetación de árboles, plantas y arbustos era más abundante.

—Ese ruido viene de por aquí, estate atento Kailo.

—Lo sé, ten cuidado tú también Isaac.

El humano empuñaba el arma con su mano diestro y el lince sujeta su ballesta cargada para realizar su disparo, cruzaron la vegetación para dar con un bello escenario natural donde había un pequeño lago, allí encontraron ropa cerca del agua y dentro de ese mismo lago, yacía la pantera totalmente desnudo y bañando su cuerpo.

—(Oh, solo fue a lavarse, eso lo explica todo) -Se sintió aliviado el humano.

Pero el lince se mostró asustado, atemorizado, con su dedo señalo a la pantera, quien estaba de espalda ante ellos, Isaac mirando detenidamente la espalda de Raheer, nota que tenía algo grabado en su piel.

—(¿Qué es eso?, ¿alguna clase de tatuaje?).

Era una marca roja con la apariencia de un círculo pentagrama, al centro de esta tenía grabado un tétrico ojo con una pupila en forma de una garra, aquel ojo estaba dibujado con un par de cuernos.

—(De ser un tatuaje, sí que se ve siniestro).

Pero la reacción de Kailo mezclaba estupefacción e intensa intranquilidad, se hecho a caer al suelo de espalda, las orejas de la pantera se levantaron tras oír ese ruido y se da vuelta, notando la presencia de los dos.

—¿Isaac?, ¿Kailo?, oh no… -Las orejas del felino de pelaje oscuro se echan para abajo.

Isaac estaba confundido, tanto por la manera de reacción del lince y la tristeza repentina manifestada en el rostro de Raheer.

—Kailo, ¿qué está ocurriendo?, ¿por qué te comportas de esa manera tan alterada?.

—La marca de su espalda… la marca…

—Hablas de la marca que tiene Raheer en su espalda, ¿qué pasa con esa marca?.

—Es… es… ¡es la marca de los “adoradores de demonios”! -Revela Kailo.

Continuara…
 

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CAPITULO 62


—Es… es… ¡es la marca de los “adoradores de demonios”! -Kailo revela.



—¿”Demonios”? -Cita el humano en confusión.



Incluso ante revelación de Kailo, el humano no comprendía el significa de aquella declaración, salvo la parte de “demonios”, dado a que era otro mundo, la existencia de seres demoniacos en Gaia era verídica.



—Es… cierto… esta marca lo prueba… yo pertenezco… a los “adoradores de demonios” -Raheer confiesa.



—No lo entiendo del todo… Kailo, ¿podrías explicármelo?.



—Isaac, ¿recuerdas la historia del “Rey de la desesperación”?.



—Ah, es sobre ese poderoso demonio de hace 4 siglos que trato de conquistarlo todo, ¿no es así?.



—Si… ¿recuerdas que te mencione que existían Sapien que colaboraron con el “Rey de la desesperación”?.



Todos los aliados Sapien del “Rey de la desesperación” llevaban la marca del poderoso demonio, eran conocidos como los “adoradores de demonios”, a cambio de servirle y jurarle lealtad, los Sapien eran recompensados con el don de la magia.



Incluso tras siglos de la derrota del “Rey de la desesperación”, los adoradores de demonios aún siguen existiendo en la actualidad, en su piel llevan una marca que es heredara a sus descendientes, aquella marca era prueba del pacto que sus antepasados sellaron con el poderoso demonio.



—Todos los que lleven esa marca son descendientes de los Sapien que juraron lealtad al “Rey de la desesperación”, sus descendientes están repartidos en toda Gaia, viven hoy en día entre nosotros, ocultándose y ocultando aquello que los une al pasado de tus antepasados -Relata Kailo —Hay quienes dicen que al no desaparecer la marca en ellos, es una señal de augurio de cual se cree que algún día el “Rey de la desesperación” resucitara y llamara a sus sirvientes Sapien a su lado.



Entonces el humano comenzó a comprenderlo, ¿por qué razón Raheer era menospreciado por los integrantes de su mismo gremio?, todos lo odiaban profundamente, aquella pantera era tratado como un paria en todo su esplendor, incluso si salva la vida de uno de ellos, en lugar de agradecimiento, recibía insultos.



—El poder dotar a otros Sapien con el don de la magia es algo único, nadie aparte del “Rey de la desesperación” ha sido capaz de realizarlo, la sola idea de su retorno es algo que preocuparía a toda Gaia -Expreso el lince.



Ciertamente ese poderoso demonio era la pesadilla de toda nación, rey o monarca de este mundo, la guerra contra su ejército de monstruos fue quizás la batalla más larga y sangrienta que haya habido en la historia de Gaia, además de ser la primera que unió a varios países para dejar a un lado sus diferencias y luchar en conjunto para lograr su supervivencia.



—Podemos hablar de esto con más calma, Kailo ponte de pie y Raheer vístete, es mejor que tengamos una charla cpm más comodidad -Aconsejo el humano.



[—————]​



La pantera se vistió y el lince se calmó, los tres estaban cerca y sentados en el suelo, Raheer se mostraba depresivo, Kailo aunque trataba de ocultarlo estaba algo nervioso y el humano estaba a su onda.



—Así que para resumirlo eres el descendiente de uno de esos Sapien que adoraba y servía a ese poderoso demonio que casi conquista al mundo hace 400 años, ¿no? -Fue la interrogante de Isaac.



—S-si… pero no es todo -Confeso la pantera —Recuerda que te dije que bandidos me habían secuestrado, en realidad… no eran bandidos, eran esclavistas.



Muchos pensaran que bandidos y esclavistas son de la misma calaña, pero es necesario comprender que en Gaia la esclavitud es legal y es una forma de comercio vital en la economía de muchas naciones de estos tiempos. Mientras los bandidos son criminales que buscan lucrar ilegítimamente en lo que sea, los esclavistas en cambio actúan bajo el marco de la ley de los respectivos países en donde se encuentran, incluso poseen su propio gremio autorizado por la autoridad máxima de su país.



Los esclavistas como tal no pueden actuar como según se les antoje, no pueden esclavizar a alguien porque simplemente lo quieren y es valioso para ellos como producto, es necesario que ciertas pautas sean cumplidas para que alguien sea marcado como un esclavo. De hecho, terminar convertido en un esclavo es demasiado sencillo, desde no pagar deudas, ser un sobreviviente de un bando perdedor en una guerra, ser un criminal buscado que es capturado vivo, pero también…



—Como portador de la marca de “adoradores de demonios”, los esclavistas tienen vía libre para capturarnos y esclavizarnos.



Algunos esclavistas actúan de forma bastarda, aun si un “adoradores de demonios” es un Sapien que nunca ha cometido crímenes, posea deudas o tenga en si algún requisito mencionado para ser marcado como esclavo, su sola ascendencia, despreciaba por incontables en el mundo, dan suficiente razón para que las autoridades miren hacia otra parte, y permitir la captura de estos “individuos” para ser ofrecidos al mejor postor como productos.



Es más, los esclavos “adoradores de demonios” se venden a precios elevados, existen muchas personas de la nobleza que son descendientes de héroes que lucharon en la guerra contra el Rey de la desesperación. Tal es su odio hacia los descendientes de los adoradores de demonios, que están dispuesto a pagar grandes sumas, por hacerse con uno hecho esclavo.



Solo para terminar desembocando en las más horridas torturas, para sacar a flote su sadismo y depravación, no es un secreto que muchos nobles en secreto realizan actos brutales con esclavos comprados por ellos mismos, para saciar su morbo y sadismo interno, pero un esclavo perteneciente a los “adoradores de demonios”, es una forma satisfactoria, placentera y depravada, de llevar esa crueldad a niveles perturbadores y sentirse que le ha hecho al mundo un “favor por eliminar a una escoria menos en Gaia”.



—(Cielos… podrán ser descendientes de grandes héroes del pasado, pero esos nobles tienen la mentalidad de psicópatas) -Pensó el humano —Oye Raheer, si la marca es el problema, ¿por qué no simplemente eliminarla?, sé que debe ser doloroso intentarlo, pero eso te ahorraría una vida de marginación, sin marca, no hay prueba de que seas uno de esos “adoradores de demonios”.



—Eso… es imposible… -La pantera afirmo.



El felino de pelaje oscuro de quito su prenda superior para dejar su torso en desnudez, se da vuelta para enseñar su espalda y aquella marca siniestra.



—Isaac, apuñala la marca con tu espada -Le pidió el felino.



—¿Qué?.



—Hazlo, aunque sea solo un corte leve, veras entonces a que me refiero cuando digo que es imposible remover esta marca.



El humano trago saliva con nervios, con su espada en mano, dudaba en querer hacer algo como lo que pedía la pantera, pero si debía hacerlo, trataría de que sea un corte leve, se armó de suficiente valor y propino un corte no tan profundo a la marca de Raheer, perdía sangre, pero era un sangrado insignificante.



—Lo hice, pero sigo sin entender a qué te refie…



El humano calla sus palabras cuando observa como la marca que había recibido aquel corte, empieza a brillar con intensidad, la herida dejada sana al instante, la marca volvía a estar intacto, como si nunca hubiera recibido corte alguno.



—Se ha… sanado completamente… -Kailo se mostró perplejo.



—Ya sea que lo corte, lo desgarre o lo queme, la marca simplemente sanará y seguirá en mi piel -La pantera afirmo con tristeza —Es su “maldición”, no puede ser removido, es parte de “nosotros” los “adoradores de demonios”, nacimos con esta marca… y la llevaremos a nuestra tumba.



Isaac estaba sorprendido, ahora podía comprender mejor el sufrimiento de ese felino oscuro, la marginación de ser un paria por solo haber nacido en el seno de una familia marcada por un pasado oscuro, y para peor es que era imposible de solucionar por medios ordinarios, la marca que arruina la vida de la pantera, no podía ser eliminado, ni siquiera por magos, Raheer estaba destinado a portarla por el resto de su vida.



—Oh, parece que tienen una conversación interesante, ¿puedo unirme a ustedes?.



Una voz hace eco a los oídos de los tres, asumiendo una posición de guardia, voltean a la vez hacia la dirección de su procedencia, se encontraron a unos cuantos metros a un orco de piel grisácea de dos metros de altura, portaba una armadura pesada de bronce, así también protecciones en torno a la cintura y piernas del mismo tipo de metal.



—¿Un orco parlante? -Isaac pregunto.



—No… no es un orco ordinario… -Raheer se dio cuenta.



—Ese es… ¡el general orco! -Afirma Kailo.



El monstruo variante y objetivo principal de esta campaña de subyugación, hace acto de presencia ante los tres, ¿en qué desembocara esta situación?.



Continuara…
 
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CAPITULO 63



—Oh, parece que tienen una conversación interesante, ¿puedo unirme a ustedes?.



El orco General inesperadamente aparece ante los tres, tanto el humano como los dos Sapien se ponen de pie, totalmente en guardias y con sus armas a mano.



—Así que tú, al que llaman “general orco” -El humano señalo.



—Eso es correcto, soy por quien todos ustedes aventureros han venido hasta aquí -Fue la conclusión del monstruo variante.



El humano sintió el momento como la oportunidad perfecta, el monstruo catalogado como una potencial amenaza y enemigo principal de la campaña de subyugación estaba a tan solo unos cuantos metros de él, solo debía usar su poder, luchar con todas sus fuerzas contra aquella criatura y confiaba en que vencería a tal engendro.



—Puedo leer sus intenciones, no he venido a luchar, les aseguro con sinceridad, que no he venido ante ustedes con necesidad de derramar sangre -Afirmo el general orco.



—¿Por qué deberíamos creerte? -Pregunto la pantera.



—Si combatir hubiera sido mi intención inicial, habría tomado por sorpresa a uno de los tres y en este momento no estaría respirando -Contesto el monstruo —Hablo con seriedad cuando digo que no he venido ante ustedes para luchar, pero me defenderé y seré defendido de cualquier agresión que intente alguno contra mí.



Raheer entonces se dio cuenta de que el general orco no estaba solo, escondido entre los follajes de arbustos y árboles, habían goblins y orcos, todos ellos estaban armados con arcos, la pantera logro avistar con su hábil vista la presencia de uno de ellos escondido tras un árbol, pero el resto se mantenían lo bastante ocultos para no dejarse ver fácilmente y su posición solo se delataría una vez que atacasen.



—Hay numerosos arqueros, desconozco cuantos son en total y no puedo decir con exactitud donde se encuentra la mayoría… -Advirtió Raheer —(Me distraje demasiado con la conversación, que bajé la guardia y estos monstruos aprovecharon para acercársenos).



Con tal advertencia dada hacia el humano y el lince, Isaac es consciente de que una lucha es arriesgada, con un numero desconocido de tiradores en las proximidades y bien ocultos, el riesgo de que pudiesen herir a su compañero o a Raheer eran altas, su seguridad no era el problema principal, sino que la vida de sus preciados compañeros corriese demasiado peligro por intentar tentar tal suerte si optaba por combatir contra el general orco allí mismo.



—Muy bien… no lucharemos -El humano eligió no combatirle —Entonces, ¿a qué has venido?.



El monstruo variante tras oír la decisión del humano, toma asiento y les pide a los tres hacer lo mismo, el trio hizo caso al consejo del general orco, aun habiendo tomado asiento, los nervios y la guardia en alto seguían presente en cada uno, mantenían sus armas en mano.



—Realmente no vine a luchar, pero si desean tener sus armas por comodidad, no tengo problema con ello -El monstruo hace una pausa y aclara su garganta —La razón para estar aquí, es que he venido a conversar.



—¿Conversar? -Replica Isaac en confusión.



—Si, en especial contigo, quien derroto al sátiro oscuro.



Que el monstruo variante fuese consciente de ello, le confirmaba al humano que dicha emboscada nocturna fue planeado por aquella criatura inteligente, y todo lo que sucedió allí, cada hecho de aquella lucha, haya sido descrita hacia el orco general por sus esbirros monstruosos.



—No eres un Sapien, eres algo más, es la primera vez que oigo y tengo un encuentro con alguien como tú, ¿qué eres? -Pregunta con curiosidad el monstruo.



—Soy un ser humano, un habitante de otro mundo.



—¿Otro mundo?, vaya… sonaría difícil de creer, de no ser que lo que he visto, lo hace tan verídico.



Los detalles narrados por uno de sus monstruos, la formidable fuerza del humano que supero con hazaña al del sátiro oscuro, el general orco se encontraba ante un ser único en Gaia, tenía tantas curiosidades en torno a Isaac.



—Dime humano, ¿qué se siente vivir entre los Sapien? -Pregunto el general orco.



—Mi primer encuentro con ellos fue impactante, ya que no existen Sapien en mi mundo de origen -Confeso Isaac —Pero gracias a cierto lince, pude conocerlos mejor y hacerme su amigo, por supuesto que no todos confían en mí, pero mis acciones harán que a futuro cambien de parecer sobre mi persona.



Kailo se sentía agradecido con las palabras de su compañero y amante, aquel primero encuentro estaba grabado en la mente del lince como uno de los mejores sucesos en su vida, francamente sin la llegada del humano, el Sapien podría haber muerto con toda probabilidad.



—¿No sientes deseos de volver a tu mundo?.



—Quizás lo sienta, pero eso no signifique no aprecie a la buena gente que he conocido en Gaia -Fue la respuesta del humano —General orco, responde mi cuestión ahora por favor, en lugar de ser un enemigo de los Sapien, ¿por qué no coexistes con ellos?.



—Eso es imposible, humano.



—¿Imposible?, ¿por qué lo seria?, a diferencia de los monstruos ordinarios, tu posees una inteligencia racional al mismo nivel que los Sapien, no solo veo que puedes pensar, también puedes sentir emociones, ¿o me equivoco?.



El general orco se ríe ante el planteamiento del humano, mira sus manos y cierra sus puños, recordando los actos perpetrados cuando era un orco ordinario, las victimas asesinadas, devoradas y violadas por su anterior yo.



—Ciertamente, puedo sentir la ira, la felicidad o la frustración, de maneras diferentes a cuando era un orco común y corriente -Relata el general orco —Pero también… siento otra cosa.



—¿Qué es esa “otra cosa” que sientes? -El humano le pregunto.



—Cuanto me convertí en un general orco, intenté vivir una vida alejándome de los Sapien, evitar todo contacto con ellos, pero… luego mi cuerpo empezó a sentir un dolor insoportable que estaba acompañado de una sensación… de unas “ansias” desconocida incontrolable.



El monstruo variante cuenta como aquel dolor lo acompañaba en aquellas noches, aquella “ansia” le impedía conciliar el sueño, la comida obtenida de animales salvajes no bastaba para salvar su hambre.



—Luego… me encontré con esos dos Sapien… -El general orco relata aquella experiencia.



[—————]​



Tal dolencia y “ansia” le hacían difícil pensar con la claridad racional que poseía, si no estaba cazando o buscando suministros, se pasaba su tiempo en su cueva, recostado en posición fetal, con el cuerpo temblándole como si sintiera frio.



Dos Sapiens aventureros, un perro y un gato, se adentraron a su cueva, encontrando con al orco en el suelo en tal posición, mirando y notando parecía estar “sufriendo”, los dos se echan a reír, pensando que era un orco del montón, el aventurero perro desenfunda su arma para acércale y tomar su vida.



—No te preocupes repulsivo monstruo, te sacare de la miseria de tu existencia -Fueron las palabras de ese aventurero perruno.



—¿Por qué mi existencia debería considerarse una “miseria”? -Le hablo el orco.



—¿Qué?... ¿un orco que habla?, es absurdo…



Ambos Sapien estaba sorprendidos, el felino pensó que era un hallazgo tan fabuloso que seria vendido a un buen precio si lo llevaran vivo al gremio de aventurero, no se plantearon la identidad del orco como un variante, solo velaron por las ganancias que obtendrían al ver al monstruo como un objeto de inmenso valor.



—¡Buena idea!, solo debo herir sus piernas lo suficiente para dejárselas inservible, de esa forma evitaremos que huya -Aseguro el perruno Sapien.



Con una sádica planeación, el aventurero se disponía a herir las extremidades inferiores del orco mientras se encontraba en su estado “sufriente”, el orco al ver las intenciones del aventurero y aquella repulsiva sonrisa de codicia malévolo, sintió algo en su interior.



—(Estas criaturas… me dan asco… ¡me dan rabia!... quiero… que sufran…)



El orco sonríe con malevolencia, luego se hecha a reír lo que inquieta a los dos aventureros, el Sapien perruno con el arma en la mano se apresura y al estar a la distancia necesaria, ataca con su espada a las piernas del monstruo, pero es detenido por el mismo orco que le agarra de su brazo.



—Dañar mis piernas, llevarme a la fuerza y venderme a los suyos… -El orco se puso de pie y miro cara a cara al Sapien agresor —¡Como si fuera a permitir que tales inmundos seres hicieran conmigo lo que quisieran!.



Su rostro fue poseído con la furia, una colera que se sintió con el manifestarse de venas que sobresalían en brazos, pecho y cabeza, gruñidos resonaban en la boca del monstruo y abre su boca emitiendo un rugido de bestia.



Continuara…
 

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CAPITULO 64


Los aventureros estaban abrumados, aquel monstruo al que tanto se burlaban y creían una fuente para enriquecer sus vidas con Divitys, ahora transmitía ante ellos un aura que atemorizaba desde lo más profundo de su ser.



—Oye… ¿qué demonios ocurre con este orco? -El nervioso Sapien gato pregunto con el temblar de sus piernas.



—¡No pienso dejar que un monstruo se burle de mí! -Fueron las declaraciones del perruno aventurero.



El orco sostenía su brazo con el que empuñaba su arma, una espada corta, el aventurero intentaba entre forcejeo para que le soltase, pero el variante no solo no le soltó su extremidad, se la quebró fácilmente de un movimiento.



—¡MI BRAZO!... ¡MI MALDITO BRAZO ME LO HA ROTO!...



El arma cae de su mano, pero antes de tocar suelo es agarrado por una mano del orco, quien al sujetarlo en ese preciso segundo, apuñala el pecho del aventurero perro, una y otra y otra y otra vez, hasta que un rojo sale de su pecho, para luego caer, sin respirar y rodeándose de su esencia vital.



—No… ¡esto no puede estar pasando!... ¡esto es una pesadilla!...



El aventurero gatuno ante la muerte de su compañero desenfunda su arma que consistía en una honda, tomando una piedra para comenzar a hacer girarla, pero el tiempo en que le tomo hacer todo eso, aquel orco se encontraba a escasos centímetros suyo, en su mano portaba la espada corta del perruno Sapien asesinado y con ella le ataco.



Pero el orco no le asesino con el arma, con la espada su objetivo real fue la honda y corto las cuerdas dejando inservible el arma a distancia, el gato entonces toma un pequeño cuchillo de su cintura que tenía como segunda arma, pero el monstruo le da un puñetazo en el rostro.



Mientras su rostro toca el suelo, su cuchillo termina en manos del orco quien la arroja lejos del aventurero, ahora ese felino estaba completamente desarmado, miro al monstruo variante con temor.



—¿V-vas a matarme?...



Aquel gato estaba atemorizado, su voluntad de combatiente destruida, a merced de las manos del monstruo variante, pero ese orco tenia mejores planes que apuñalarle hasta matarle.



—Tu codiciabas mi existencia para satisfacer tu cochina deseo de enriquecerte con mi sufrimiento y humillación, ahora… tu saciaras mis más oscuros deseos.



Luego de declarar sus intenciones, el orco procedió a arrancar cada prenda que vestía el aventurero felino, tanto su túnica y aquella tela que cubría su entrepierna como ropa interior, el gato quedo en total desnudez, en vano era que cubriera sus partes íntimas, pues el orco le tomo de la cintura y le coloco en posición de cuatro patas.



—No… por favor… piedad… se lo suplico…



—¿Piedad?, esa palabra… ¿existía para ustedes cuando invadieron mi morada y pensaban hacer de las suyas conmigo?.



El gato tan solo seguía suplicando por esa piedad, fue su error ignorar la pregunta del orco, pues este con su miembro erecto, sujeto al felino de la cadera y hundió su monstruosidad en el interior de ese aventurero, este sollozaba y gemía de dolor mientras aquel variante satisfacía sus deseos oscuros.



Sangre brotaba de la profanada retaguardia del aventurero, pequeñas gotas descendían entre sus piernas y otras caían al suelo, el monstruo en lugar de mostrar misericordia, golpeo con más fuerza y con un rugido lleno de un blanco espeso a aquel Sapien a quien torturaba sin piedad.



Blanco y rojo se entremezclaban mientras el orco recuperaba su aliento, cuando el gatuno aventurero creyó que lo peor había acabado, sintió nuevamente como el variante volvió a mover sus caderas y ese monstruo erecto seguía golpeando su interior lastimado y violado.



El orco se aferro a su pecho mientras acercaba su mentón a la nuca del gato, golpeando con más velocidad y brusquedad el interior del Sapien, su lengua saboreaba al felino desde su nuca, mientras sus dedos pellizcaban sus tetillas sin delicadeza, a pesar de las reacciones dolorosas del aventurero, este siguió pellizcando hasta terminar arrancando ambos pezones de un brusco tirón.



El felino se pone a llorar, pero aquello fue solo el principio, porque el orco abrió su boca y de una mordida arranco un trozo del cuello del aventurero, mientras mascaba y devoraba su carne, procedió a arrancar otro trozo y mientras lo hacía, su pene seguía golpeando ese interior íntimo.



Inútiles fueron los intentos del herido aventurero en liberarse, su lucha solo alentó la perversión del orco de continuar, cuando eyaculo su segunda carga de semen, más abundante en cantidad que la anterior, aquel felino ya había exhalado su ultimo aliento, pero el orco no se detuvo y siguió devorando su cadáver mientras iba por una tercera ronda para disparar su siguiente volumen de blanca semilla.



[—————]​



—El dolor que al principio sentía cuando intente aislarme de los Sapien, desapareció ese día, esas “ansias” que tanto buscaba solo era una cosa… -El general orco se pone de pie y extienda sus brazos —¡Mi existencia exige que haga sufrir a los Sapien!.



Isaac, Kailo y Raheer, los tres quienes habían oído la historia del general orco, estaban desconcertados, el humano en especial tenia algo para opinar al respeto.



—Entonces… ¿así será?, ¿simplemente mataras a todo Sapien que se te cruce? -Fue la interrogante de un enojado Isaac.



—Solo de esa forma puedo saciar mis “ansias”, ese dolor… mi odio hacia los Sapien, es inevitable -Concluye el general orco.



—No me jodas… ¿¡es todo lo que quieres acaso!?.



—¡Es TODO a lo que puedo aspirar!, humano… tu no puedes entenderlo, dime, ¿quién te creo?, ¿cómo es tu dios?, los Sapien confían su existencia de seis dioses, pero los monstruos… ¿tenemos un dios acaso?.



El humano estaba sin palabras, dado a que en Gaia la existencia de deidades era más profundad y compleja que su mundo de origen, la existencia de la magia era prueba de que los dioses y el pensamiento divido en temas de religión, eran pilares fundamentales en la sociedad de los Sapien. Isaac desconocía en su totalidad, los ámbitos de tales temas a debatir.



—¿Un dios nos hizo a los monstruos de esta manera?, si ese fuera el caso, ¿por qué entonces debemos luchar contra nuestra manera de ser?, ¿por qué ir contra el propósito que se nos ha impartido desde nuestra creación? -Fueron las palabras de ese orco variante —¡Soy el general orco!, ¡el destino que yace dentro de mi ser exige que extienda mis dominios y acabe con todos aquellos que se crucen en mi camino!.



El monstruo exclamo el destino al que estaba decidido llevar a cabo y lo hizo de rodillas con el dar de un poderoso puñetazo al suelo que dejo su marca, jurando que cumpliría con su deber o moriría en el intento, miro fijamente al humano, un choque de hostilidad se dio entre sus miradas.



—¿Entiendes ahora porque no puedo coexistir con ellos?, porque no es posible, porque es mi NATURALEZA el acabar con todos ELLOS, ¡es… mi DESTINO! -Aclamo el general orco.



—Entonces, que así sea, general orco -Le contesto el humano poniéndose de pie.



Los dos yacían parados, mirándose entre ellos a la distancia, el ambiente se tornaba tenso, todo parecía apuntar a que una pelea se daría en cualquier momento. Hasta que el general orco se da media vuelta y se marcha, alejándose del trio, evitando convertir ese encuentro en un derrame de sangre.



—Esta conversación ha concluido, la próxima vez que nos veamos, será en el campo de batalla -Afirmo el general orco desapareciendo entre el follaje.



La pantera Raheer aseguro que ya no sentía presencias hostiles cerca de ellos, los arqueros monstruos del general orco se marcharon con su líder, el peligro había pasado, pero este encuentro dejo en claro la determinación del humano.



—Nos veremos la próxima general orco, ¡y luchare contra ti hasta acabar con tu existencia! -Aseguro el humano con el apretar de sus puños.



Continuara…
 

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CAPITULO 65


Los tres volvieron al campamento montado de los dos grupos de aventureros, dirigiéndose a la campaña donde se encontraban los dos maestros de los gremios respectivamente.



—Tuvimos un encuentro con el general orco -Revela el humano.



Tanto el lobo blanco como el león albino estaban sorprendidos con tal revelación, los dos maestros de gremio habían terminado su desayuno y en compañía otros aventureros, llevaban a cabo la organización de la subyugación que se llevaría en solo unas horas.



—No han desayunado aun, ¿verdad? -Galaz les pregunto —Mandare que traigan un tazón para cada uno, mientras tanto, explicarnos por favor, que ha sido de este “encuentro” con el general orco.



Un aventurero mandado por Galaz trajo tazones llenos para los tres, Isaac se encargo de hablar por Kailo y Raheer, los maestros de gremio Galaz y Wolfra, estaban totalmente atento a cada palabra que salía de la boca del humano.



Isaac fue sincero en lo que respecta a lo ocurrido en aquel encuentro, pensó que sería una confrontación directa contra el monstruo variante, pero este se mostro carente de la necesidad de una exhibición de violencia, los maestros estaban atónitos cuando supieron que aquella monstruosidad solo quería hablar en lugar de luchar contra el humano.



Isaac les conto que trato de convencer al general orco de desistir de su idea de matar y conquistar a los Sapiens, que en lugar de recurrir a la violencia, intentar coexistir junto a ellos, solo para descubrirse que el general orco pese a poseer la inteligencia y razonamiento de un Sapien, dentro de lo más recóndito de su ser, existe una naturaleza que le obliga a ser y actuar por lo que es, un monstruo.



El general orco está decidido a luchar contra los Sapien, ya sea una subyugación o una guerra, aquel monstruo variante no se detendría, su naturaleza proclama las “ansias” de expandir su dominio con el derramamiento salvaje de sangre, por lo que cualquier intento de dialogo es completamente inútil, siempre lo fue desde el principio.



Galaz y Wolfra estaban sorprendidos tras oír el relato del encuentro con el monstruo variante, aunque les parecía muy difícil de creer, que tres personas pudieran dar testimonio de ello y dado a que el humano era quien lo relataba, los dos maestros de gremio no dudaban de la veracidad de aquellas palabras.



—Han tenido un encuentro contra nuestro objetivo principal… y este, tuvo una conversación con ustedes tres -Wolfra dijo.



—Solo estaba interesado en charlar con Isaac, nosotros dos solo éramos oyentes en tal conversación -Aclaro Raheer.



—Y, aun así, lograron lo que nadie ha hecho antes, tener una conversación con un monstruo variante.



Nunca en el gremio de aventureros o ajeno a ello, se ha registrado que alguien haya podido sostener una conversación con un monstruo, dado a que los variantes tienen la posibilidad de adquirir una inteligencia semejante a los Sapien, hasta la fecha nunca se ha llegado a oídos de otros, un encuentro como el de Isaac, quizás no sea el primero en ocurrir, pero si el de difundirse a otras personas.



Si la subyugación es un éxito y consiguen sobrevivir, sin duda los dos maestros de gremio guardarían un registro sobre dicho encuentro del humano y los dos Sapien con el general orco, detallando sobre aquella conversación que se dio en el momento, revelando que los monstruos variantes por más inteligentes que sean, su naturaleza es violento y peligrosa para la civilización Sapiens.



Los dos maestros no se mostraban decepcionados ni reprocharon al humano por no usar aquella oportunidad para atacar e intentar vencer al general orco, se les fue explicado que el variante no estaba solo, y que Isaac no quería arriesgar a sus amigos de tal manera, pero sabían que él estaba decidido para el próximo encuentro, luchar y acabar con la amenaza principal de esta vital misión de los dos gremios.



—Se acerca el momento de llevar a cabo la subyugación -Afirma el león albino.



El maestro de gremio de Arquion les explica que los aventureros se dividirán en varios grupos para atacar diversos lados en un intento de evitar ser sorprendidos por los monstruos, reducir en lo más posible el número de las filas del ejercito del general orco y de esa manera confrontar al objetivo principal con más facilidad.



Actualmente hay un total de 112 aventureros reunidos, 47 pertenecen a Arquion y 65 eran de Tabae, incluyendo al humano y los dos Sapien a su lado, se les dijo al trio que se unieran a un grupo y luego preparasen, luego a cada grupo se la asignaría atacar un lado respetivamente.



[—————]​



Luego de haber desayuno y una vez fuera de la tienda, observan como los aventureros han comenzado a organizarse para conformar varios grupos, algunos se componían de 12 miembros y otros de 8. Pero mantenían un equilibrio para conformar a diversos roles en su respetivo grupo, desde los que luchaban en retaguardia, aquellos que atacaban a distancia, los que destacaban con pasos agiles, los que poseían mayor fuerza, desde el luchador más pesado al más liviano, los que usaban magia y de acuerdo a su elemento.



Cada grupo conformaba su formación y estrategia de lucha para lidiar contra los monstruos, casi todos ya estaban conformando el suyo, los tres que quedaban eran el humano, Kailo y la pantera. Algunos grupos observaron a Isaac y Kailo, luego de ser testigo de las capacidades de lucha del humano y el poder del arma del lince, varios los querían con ellos.



Sin embargo, estos grupos que anhelaban tener la formidable fuerza del humano y el tiro letal del arma del lince, no querían a la pantera consigo, la razón ya había sido revelada, Raheer llevaba en su espalda la marca de los “adoradores de demonios”, era un descendiente de quienes se unieron en el pasado a la antagónica figura reconocido en los anales de la historia de Gaia como el “Rey de la desesperación”.



A pesar de que no era responsable de las acciones de sus antepasados, nadie confiaba en la pantera, despreciaban y marginaban a quienes llevaran esa marca sin importar que no hayan hecho nada, para los Sapien en su mayoría los “adoradores de demonios” les eran “traidores de su raza”, y con ello justificaban su razón para menospreciarles y desdeñarlos.



Isaac y Kailo tenían invitación para varios grupos, pero el humano al ver que la pantera era hecho a un lado, estaba molesto, quería enfurecerse y golpear a los aventureros que discriminaban a Raheer, pero era consciente de que recurrir a la violencia no llevaría a nada, quizás solo empeoraría las relaciones con los gremios y en torno al Sapien varón de apariencia femenina.



—Lo siento, pero ya tengo un grupo -Afirmo el humano.



—¿Lo tenemos? -Kailo pregunta en voz baja en el oído de Isaac.



—Claro que sí, lo tenemos…



El humano afirmo su punto nuevamente poniendo una mano en el hombro de su compañero y amante, y la restante en la pantera, luego los abraza a los dos tomándolo desde la nuca y acercando su rostro mutuamente.



—¡Nuestro grupo!, ¡siiiii! -Exclamo el humano con sincera hermandad.



Los demás grupos al ver que se apegaba al adorador de demonios e incluso estaban en el mismo grupo, rápidamente perdieron interés en el humano y el lince, se alejaron de ellos sin decir alguna palabra.



—(Estaba preparado para estar por mi cuenta en el resto de este encargo… pero él… rechazo a los demás con tal de formar un grupo conmigo…).



Desde su primer encuentro con esa enigmática persona denominada humano, la pantera empezó a sentirse más a gusto con su presencia, junto a su compañero Kailo, los dos eran sinceros y toleraban su presencia. Pese a que el lince conoció a la perfección lo que eran los “adoradores de demonios”, puede que al principio se haya mostrado abrumado de tal revelación, pero aun así, se comportaba de manera amistosa y tolerante como Isaac.



—Ellos te despreciaran… si formas un grupo conmigo -Raheer le dice con tristeza y manos temblorosas —Ellos… te empezaran a ver de la misma forma que a mi… ¡si te quedas conmigo!... ellos… ¡te margina…!



El humano callo la boca de la pantera para interrumpir sus palabras y mirándolo directo a los ojos, este le respondió.



—¡A la mierda con ellos!, prefiero atesorar una amista de verdad.



—Jejeje… verdad que si -Kailo reafirma el punto de su compañero.



La tristeza de la pantera se disipo, sus manos dejaron de temblar, la calidez de las palabras del humano era como una medicina para su pena y soledad, tanto Isaac y Kailo aceptaban al descendiente de adoradores de demonios, tal fue el punto de su sincera amistad hacia él, que conformaron el grupo más pequeño del campamento, con solo tres integrantes.



—Bueno, hay que hacerlo oficial entonces -El humano se aclara su garganta —Raheer, ¿te unirías a nosotros para conformar un grupo? -Pregunta a la vez que extiende su mano.



Cuando el humano le hizo aquella pregunta para oficializar la unión de la pantera con ellos dos y conformar el grupo, la pantera mostro una sonrisa sincera y extendiendo su mano, realiza aquel apretón con Isaac.



—Si, quiero unirme a ustedes -Fue la respuesta de Raheer.



Los 112 aventureros entonces habían confirmado todos los grupos, el más pequeño de ellos, tenia en sus filas al humano, a un lince con un arma única y al descendiente de los adoradores de demonios, este trio destacaba en el campamento con solo su presencia y pronto destacarían en batalla.



Desde la distancia, un zorro rojo peliblanco, con túnica verde y un arpa en manos, miraba al humano discretamente, aquel vulpino formaba parte de un grupo de 9 aventureros en el cual se encontraban integrantes de ambos gremios.



—Oye zorro, si te sientes aburrido en el camino, no dudes en pedirme ayuda para tener algo de “entretenimiento” -Uno de los aventureros le susurro al oído mientras tenia una de sus manos manoseando su culo.



—Oh, eso suena excitante, sin duda lo considerare mi estimado compañero de grupo -El zorro le respondió haciendo un toque suave y rápido a la entrepierna del aventurero.



El aventurero se retira con cierta satisfacción, y el zorro vuelve a tener sus ojos observando con discreción al humano.



—(Isaac el humano, este mero zorro rojo, Renart, anhela el momento de ver de lo que eres capaz en el campo de batalla, jejeje… realmente ansió la ocasión para ser testigo de ello).



Continuara…
 

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CAPITULO 66


112 aventureros conformaron un total de 15 grupos, aquel grupo que conformaba la menor cantidad de integrantes tenían a solo 3 miembros, aquel correspondería al de Isaac el humano, Kailo el lince y Raheer el joven pantera de apariencia femenina.



Los grupos tomarían distancia para abarcar más terrenos, avanzarían para ir eliminando a los monstruos en su camino, reduciendo el número de las fuerzas del general Orco, la idea principal de este plan consistía en debilitar los refuerzos del monstruo variante, haciéndolo más fácil de encarar cuando llegara el momento de confrontarle.



Los maestros de gremio, Galaz y Wolfra, estarían apoyando en la retaguardia a un grupo en concreto, se mantendrían al margen dado a que su papel consistía en supervisar a los aventureros, pero si llegara a darse la situación, intervendrían y tomarían armas en el asunto.



[—————]​



Renart el zorro rojo formo parte de un grupo de 9 aventureros, apenas avistaron a los primeros orcos y goblins, estos eran erradicados por sus guerreros y tiradores que actuaban en perfecta sincronía.



—¡Jajaja!... esto es muy fácil.



—Si, llegaremos a ese general orco más rápido que el resto.



—Y cuanto lo matemos, ¡tomaremos la mayor parte de la recompensa junto a toda la gloria!.



—Cuando hayamos terminados con esto y caiga la noche, ya tengo en mente como celebrarlo.



Uno de los aventureros mira el culo de Renart, el zorro lo nota enseguida y hace un movimiento con su cola zorruna a la vez que le guiña un ojo, esto hace al aventurero excitarse y tener su confianza en alto.



El grupo marchaba con toda su moral de combatiente en alto, los monstruos que se le cruzaron eran simples orcos y goblins, estos se presentaban en pequeños números de 3 y 4, el resto con tantas victorias seguidas tenia plena confianza en sus habilidades, pero Renart sospechaba que algo no cuadraba en estos encuentros.



—(Esto es bastante raro y sospechoso, el general orco es alguien listo, lo demostró con aquella emboscada nocturna al campamento, ¿entonces porque enviaría a varios de sus monstruos en pequeños grupos contra grupos más numerosos de los nuestros?) -Planteo el zorro aquella cuestión en sus pensamientos.



La forma simple y fácil con la que eran derrotados esos monstruos, hacia ver que el general orco gestionaba mal sus tropas, el grupo ya se había topado con 5 encuentros de pequeñas números de orcos y goblins que no pasaban de cuatro, acabándolos con todos ellos facilmente, tales victorias hacían sentir a los aventureros rebosante de confianza.



—(Consiguen vencer a pequeños grupos de monstruos, se sienten confiados y seguros de que pondrán con el general orco… ellos… ahora están… confiados… y despreocupados…)



Cuando Renart llego a una conclusión del porque el general orco envió a tan pocos monstruos a morir fácilmente a las manos de su grupo, varias flechas son disparadas sorpresivamente y asestan sobre un aventurero guerrero y 2 de los 3 tiradores del grupo, tales proyectiles asestan en puntos críticos del cuerpo abatiéndoles, el grupo perdió a 3 integrantes, con la mayoría de sus tiradores muertos.



—¡Nos atacan!.



Aquel animo rebosante de hace un momento se ve hecho trizas cuando orcos y goblins rodean al grupo, esta vez el numero de las monstruosidades llegaba a 9, le superaban en numero y para empeorar, sus tiradores estaban escondidos en árboles y follaje de arbustos como otras plantas.



—(Por supuesto, alimentan la confianza de nuestro grupo sacrificando a pequeños grupos de los suyos y luego pueden tomarlos desprevenidos con más facilidad) -Fue la conclusión que relució el zorro rojo.



Los guerreros Sapien reaccionan cargando contra los orcos y goblins que tenían cerca, consiguen eliminar a un buen puñado, hasta que tres flechas son disparadas hacia ellos, uno consigue salir ileso gracias al escudo que llevaba consigo, otro es herido al recibir el proyectil en su hombro y uno muere con un impacto mortal en la cabeza.



De 9 aventureros inicialmente, ahora quedan tan solo 5 de ellos y uno herido, el único tirador que quedaba era un arquero que logro encontrar a los tres tiradores monstruos, eliminándolos a cada uno, con el problema de enemigos que atacaban a distancia resuelto, pensarían que la tendrían más fácil ahora, pero más equivocados no podrían estar.



Una bola de fuego golpea al arquero restante, las llamas le envuelven y el Sapien grita de intenso dolor mientras era devorado por el fuego, nada podían hacer sus compañeros más que observar con inquietud como poco a poco dejaba de moverse, de gritar y finalmente de respirar.



Ante ellos se muestra un mago orco, su túnica marrón y bastón de madera declaraban que dicho monstruo estaba instruido en el arte de la magia de fuego, aquel bastón que llevaba irradiaba pequeñas chispas sin siquiera quemarse, cuando los aventureros recobraron valor para vengar a su compañero quemado, aquel valor es aplastado con la llegada de refuerzos enemigos.



Dos monstruos bípedos con pinta de macho cabrío con una altura de 2 metros hacen acto de presencia, eran sátiros oscuros, terribles criaturas de inmensa fuerza bruta, las dos criaturas blandían el mismo tipo de armas pesadas hecha de bronce, una maza hecha para dos manos pero que ambos solo la empuñaban fácilmente con solo una.



—¡Dos sátiros oscuros!, ¡estamos jodidos!.



—¡Vienen más monstruos con ellos!.



Más goblins y orcos llegan a escena, su número ascendía a 10, cuatro de los goblins eran arqueros, el resto estaba armado con lanzas, espadas y escudo o hachas, todas sus armas eran de bronce.



—Sus armas son de metal… ¡están mejor armado que los monstruos anteriores que eliminamos!.



Los pequeños grupos de monstruos con los que se habían topado, solo llevaban consigo armas de madera, además de que todos eran armas cuerpo a cuerpos, ninguno de esos encuentros confrontados había un monstruo arquero u hondero.



—(Han mostrado sus auténticos dientes, guardaron a sus mejores soldados mejor armados en el momento más conveniente para ellos, lo sabía… ese general orco sabe como usar a sus subordinados, incluso estos monstruos están decididos a sacrificarse en los planes de su líder) -Pensó Renart.



Era algo de que temer, un ejercito que no temía sacrificarse por su general, incluso si las estrategias consistían en una muerte asegurada para ellos, los subordinados del monstruo variante, no temían o dudaban en sacrificarse, ¿pero era su voluntad la del general orco la que actuaba?. Daba igual la respuesta, estos monstruos que seguían las ordenes e inteligentes estrategia de un variante que no dudaba en usarlos como peones de sacrificios, quizás porque orcos y goblins les sobraban en sus filas o quizás porque eran decisiones que más le convenian desde su percepción para alcanzar su victoria.



—No tenemos posibilidad de ganar… ¡retirada!.



Uno de los aventureros da la orden a sus compañeros de retirarse, mientras llevaban a cabo su retirada, los goblins arqueros aprovechan y disparan, todas sus flechas asestan en la espalda de uno de los Sapien que huía, sucumbiendo a sus heridas y muriendo. Todos los aventureros de aquel grupo habían huido con excepción de uno.



—Vaya, tan animado que estaba por mirar mi culo y al final ha terminado huyendo con la cola entre las piernas -Comento el aventurero que quedaba.



Renart el zorro rojo mantuvo su posición, no huyo y ni se planteo retirarse, los monstruos pronto le tenían rodeado, los cuatro arqueros habían tensado sus arcos, tenían al vulpino en la mira de sus flechas, el mago orco se preparaba para lanzarle una bola de fuego y los dos sátiros oscuros anhelaban aplastarle sin piedad.



—Vaya situación en la que he terminado, me ha tocado un grupo de luchadores patéticos y cobardes -Dijo el zorro en voz alta suspirando de decepción pero totalmente calmado —Sabia desde el principio tendría que haberme unido al grupo de ese apuesto… humano -remale sus labios de solo pronunciarle.



A pesar de estar rodeado de orcos y goblins armados, ser superados ampliamente en número, tener a un monstruo mago de fuego y la presencia de dos sátiros oscuros, ese zorro se mostraba tranquilo y apacible, tocaba su arpa expresando una actitud calmada ante el peligro que le rodeaba.



—Lo siento mis queridos monstruos, pero no planeo quedarme mucho tiempo con ustedes, ¿podemos acabar con esto lo más rápido posible?, jejeje…



Uno de los sátiros oscuros gruñe y carga contra el zorro rojo, acercando su maza pesada de bronce hacia el Sapien vulpino, Renart miraba con plena calma y sonriente al monstruo aproximarse con su arma.



[—————]​



El humano, lince y la pantera blandían sus armas, orcos y goblins hicieron acto de presencia rodeando a los tres, había un total de 12 de ellos, todos armados con armas hechas de bronce, todos destacaban en el uso de armamento cuerpo a cuerpo.



—Sus armas no están hecho de madera como el resto con los que confrontamos, estos monstruos deben ser parte de los mejores guerreros del general orco, no los habría armado mejor de no ser por un motivo claro -Fue la intuición de Kailo.



—Entonces el general orco esta decidido a dar lo mejor de su ejercito para vencernos y también al resto de los aventureros -Opino Raheer.



Fuertes pisados se oyen aproximarse hacia los tres, un sátiro oscuro se acercaba blandiendo una pesada espada de bronce de dos manos, pero aquel monstruo fácilmente la empuñaba con solo una, se coloca a la retaguardia de los goblins y orcos, esperando su momento para actuar, su siniestra sonrisa delataba sus ansias por rebanar carne con su hoja.



—Así que estos son los mejores guerreros del general orco, ¿no?, en ese caso, ¡demos lo mejor de nosotros y acabemos con estos monstruos! -Exclamo el humano animando a sus compañeros.



La subyugación esta en marcha, los aventureros combaten contra las numerosas filas de monstruos del general orco, ¿quién llegara primero ante el líder variante?.



Continuara…
 

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CAPITULO 67


Orcos y goblins rodeaban al trio de aventureros, para sumar a los problemas, un sátiro oscuro apareció también, todos los monstruos llevaban armas hecha de bronce, el sátiro en especial una pesada espada de bronce de dos manos. 12 se contaban entre los orcos y goblins, se sumaría en total 13 con el monstruo cabrío, para el lince las primeras amenazas en lidiar serian aquellos que ataquen a distancia.



—(Dos arqueros goblins) -El felino alzo su vista en torno a ellos.



Solo había dos tiradores monstruos, ambos empuñaban arcos no hecho de maderas sino de bronce, lo cual era raro, la mayoría de los tiradores por defectos aprovechan el utilizar arcos hechos con maderas resistente, pocos son los tiradores que eligen llevar arcos hecho de metal, de hecho, era bastante caro conseguir comprar o fabricarse un arco de bronce.



No por ello signifique que un arco de bronce será más fuerte que uno hecho de madera, el dominio de su portador en el arte de la arquería puede trasformar hasta el arco más endeble en un arma mortífera. La iniciativa fue tomada por el trio de aventureros, con el lince apuntando al instante y dando el primer ataque, su virote asesta en el pecho de uno de los goblins tiradores.



El monstruo arquero restante, se enfurece y tensa su arco apuntando al felino responsable de abatir a su compañero, este dispara su flecha, pero es interceptado por el humano quien le bloquea con su espada de hoja roja. Dos orcos se lanzan contra Isaac, pero la pantera andrógino blandiendo sus dagas gemelas se interpone en su camino.



Una de las criaturas blandía una lanza y el segundo un hacha, el lancero toma el primer ataque, pero el Sapien de piel oscura fácilmente le evade haciendo a un lado y con su daga apuñala varias veces a una sublime velocidad el pecho del monstruo dejándole en al borde de la muerta.



El monstruo restante del hacha aprovecha y ataca por la retaguardia del Sapien, apuntando a decapitarle de un golpe, pero Raheer se agacha esquivándole y se levante rápidamente asestando una de sus dagas en lo profundo del cuello del monstruo, luego arroja su segunda daga hacia un goblin que planeaba arrojar su lanza hacia él, la cuchilla asesta en la frente del pequeño monstruo.



Otro goblin armado con una espada corta se le acerca por uno de sus costados, con una de sus dagas enterradas en el cuello del orco y otra arrojada, la pantera hasta retirar el arma incrustada dentro del monstruo, yacía indefenso, a lo que el goblin veía tal situación con una sonrisa malévola, aprovechando para correr hacia su posición y apuntando su hoja contra el Sapien.



Pero ese fue el plan del felino de pelaje oscuro, con su mano libre, abre su palma y manifiesta una energía oscura, esta reacciona con la daga que arrojo al goblin, de pronto el arma se envuelve en dichas energías oscuras y desaparece, para volver a reaparecer en la mano de Raheer.



El ataque del goblin que se le acerca corriendo es detenido con la daga que recupero sobrenaturalmente, luego saca el arma restante del cuello del orco y con ambas en manos, fácilmente desarma al monstruo que tenia en frente y lo elimina de varias puñaladas letales.



El arquero goblin restante que quedaba apunta con su arco a la pantera, lo veía como una amenaza mayor, mientras tensaba su arma, uno de sus ojos pierde su visión totalmente, la razón detrás era que había recibido un virote justo allí, la dolencia de la herida se incrementa y percibe el daño mortal en su cerebro provocado por el proyectil que penetro a su cabeza.



—Increíble… ¿eso fue magia? -El humano pregunto fascinado por lo atestiguado —Una de las dagas que arrojaste, volvió de nuevo a tu mano.



Isaac quedo impresionado por el poder manifestado por Raheer, al ser capaz de invocar una de sus armas arrojadas de vuelta a su mano.



—¿Es la primera vez que presencias magia de oscuridad? -Pregunta la pantera.



—Con eso es magia de oscuridad -Dijo fascinado el humano —Ciertamente es la primera vez, ¿tu poder te permite traer armas de nuevo a tu mano?.



—Eso solo una de sus habilidades, pero no con todas las armas, solo las que estén

“enlazados” conmigo.



El humano no comprendía muy bien el tema de las armas que estaban “enlazados” a Raheer, y tampoco era el momento para dar explicaciones, de los 13 enemigos del principio, ya solo quedaban 7. Los monstruos ya no contaban con más tiradores, solo restaban 3 orcos, 3 goblins y el sátiro oscuro.



El monstruo bípedo cabrío emite un fuerte gruñido, golpeando su espada pesada en el suelo y levantándola para señalar al humano con ella, ya no deseaba esperar más, no quería seguir en la retaguardia. Con la mitad de los monstruos derrotados, el sátiro quería participar de una vez en el combate, ya había elegido a su oponente de lucha.



—Ya capté el mensaje, monstruo -Le dijo Isaac aceptando el desafío —Kailo, Raheer, les encargo a los demás monstruos.



—Nos encararemos de ellos sin problema, suerte Isaac -Dijo Raheer.



—Ten cuidado Isaac, y buena suerte -Le deseo el lince.



Isaac se distancio unos metros de su grupo para luchar con más comodidad contra el sátiro oscuro y evitar que sus ataques llegaran a alcanzar a sus compañeros de manera accidental. Los demás monstruos evitaban al humano incluso en la mirada, ellos entendían que atacarle, significaba desafiar al más fuerte de los suyos, al sátiro, por ellos solo centraron su atención en los dos Sapien restantes.



—¿Quieres comenzar primero o prefieres que de el primer golpe? -Pregunto cortésmente el humano.



El sátiro oscuro sujeta con ambas manos la espada y lo levante para asestar un ataque con todas sus fuerzas, Isaac con actitudes físicas sobrehumanas retrocede esquivándole y observa la demoledora fuerza del monstruo al impactar en el suelo.



—(Con ese ataque, de haberme dado me habría roto casi todos los huesos del cuerpo… además de partirme en dos).



Los sátiros oscuros son conocidos por tener una fuerza formidable capaz de arrancar cabezas o extremidades con relativa facilidad, empuñar un arma pesada con una mano era cosa simple, empuñarla con ambas era significado de que luchaba con todas esas fuerzas que poseía y totalmente en serio.



El monstruo considera al humano como un adversario digno, por eso le eligió, sentía instintivamente que Isaac era alguien a considerar como oponente de batalla, y razón le sobraba. El humano fácilmente leía sus movimientos, por más destructivos que eran sus espadazos, su velocidad era mediocre, dándole bastante tiempo a su adversario de reaccionar a sus ataques.



—(No debería prolongar esto más de la cuenta, debo ahorrar mis fuerzas para el general orco).



El humano entonces contraataco, lo hizo después de que el sátiro oscuro diera otro de sus movimientos de fuerza bruta y fallara, el humano con ágil paso y certero ataque, corta la mano izquierda del monstruo. Este retrocede al ver la herida que le fue infligido, pero no se rinde o merma su moral de lucha, anhela seguir batallando, bastándole únicamente su mano derecha.



—(Eso entorpecerá su capacidad de lucha, debería entonces acabarlo en el…)



Pero en medio de la lucha, un proyectil asesta en la frente del sátiro oscuro, tal fue el impacto en el monstruo, que termina derribándolo y ser abatido en el proceso, el responsable era un virote y solo había un arma presente responsable de ello.



—Kailo, acabas de matar el ambiente de una buena batalla -Isaac se quejó.



—Perdón Isaac, es que pensaba que seria mejor terminarlo de esta manera y ahorrarte esfuerzos innecesario -Fue la excusa de un Kailo apenado.



—De hecho… Kailo tiene bastante razón -La pantera apoyo al Sapien en su argumento.



Los dos felinos habían eliminados a los orcos y goblins restantes, Kailo se puso de inmediato a recuperar todos los virotes que había utilizado, el grupo había tenido una gran victoria. El humano silbaba una melodía en torno al triunfo que había sacado de un videojuego de fantasía de su mundo natal, el cual solo podía oírlo cuando se derrotaba justamente a monstruos o enemigos.



—¿Alguien esta cansado? -Pregunto un Isaac animado.



—No, apenas use algo de mis fuerzas en este combate -La pantera afirmo.



—¿Qué hay de ti Kailo?.



El lince estaba más ocupado tratando de sacar el virote fuertemente incrustado en la cabeza del sátiro oscuro, cuando finalmente lo consiguió, se alegro por ello, luego de limpiar la sangre y guardarlo junto al resto.



—Perdón, no escuche bien, ¿me decían algo?.



—Ah… lo tomare como un “si”.



Con los monstruos derrotados, el grupo tenia vía libre para seguir avanzando, enfundaron sus armas y prosiguieron su camino, esperando el momento de encontrarse cara a cara con el líder de los monstruos y el objetivo principal de esta campaña de subyugación, el general orco.



[—————]​



—¡Es por aquí!.



Aquellos aventureros que habían conseguido huir dejándolo a Renart solo, habían regresado por el zorro rojo con refuerzos, otro grupo conformado por 12 aventureros le seguían, estaban mejor organizados y ya habían luchado contra sátiros oscuros, tenían toda la experiencia y preparación para lidiar contra dos o incluso tres de ellos a la vez.



Cuando llegaron con sus armas en manos y se prepararon para dar batalla, estos inmediatamente cesaron sus pasos y quedaron boquiabiertos de la impresión ante los que veían. Todos los monstruos que habían vencido al grupo anterior, los orcos y goblins, tanto arqueros, como el mago orco y los dos sátiros oscuros, todos estaban muertos.



Uno de los sátiros oscuro estaba partido en cuatro partes, el segundo en dos desde la cintura con todas las extremidades arrancadas, los arqueros tenían las cuencas de los ojos vacíos, los demás orcos estaban sin alguna extremidad y otros sin cabeza. En cuanto al mago orco de fuego, se encontraba en el suelo totalmente carbonizado de pie a cabeza.



Sentado sobre una roca, aquel Sapien de túnica verde tocaba con actitud serena y tranquila su arpa, era el zorro rojo Renart, mientras todo el paisaje estaba bañado de cadáveres y sangre, ese zorro no tenia ni una sola mancha de aquel rojo en su vestimenta o pelaje.



La escena de ese Sapien tocando su arpa felizmente con numerosos cuerpos de monstruos a su alrededor en el suelo del cual se cuentan dos sátiros oscuros, era algo que abrumo a los aventureros, en especial, a aquel que formaba parte del grupo de Renart, antes veía al vulpino con lujuria, pero ahora lo miraba con temor.



—Oh, han regresado, ¿seguimos entonces nuestro camino? -Pregunto Renart tranquilamente y sonriendo mientras seguía tocando su arpa.



Continuara…
 
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