—¿¡Tío Biasti!?, ¿¡que estas haciendo!? -Un alarmado Torke pregunto.
Su tío se lanzo agresivamente contra él, tomándole de la cintura y arrojándolo a la cama, este miraba con depravación tanto las piernas y trasero de su sobrino, el cual estimulaba su libido.
—Querido sobrino, te ves tan lindo desnudo… ¿cómo pude no haberme dado cuenta de tal preciosidad? -Dijo con el relamerse de sus labios.
Un asustado Torke observo a su babeante tío acercársele poco a poco, noto como su miembro estaba erecto, el muchacho era consciente de lo que se avecinaba, trataba entonces de hacerle entrar en razón.
—¡T-tío por favor, vuelve en sí!, ¡estas ebrio!, ¡por favor basta!.
—Eres muy ruidoso… -Fue su respuesta.
Biasti llega a la cama poniéndose encima del chico, tomando sus brazos y llevando su boca sin impunidad a la suya, un repulsivo beso era perpetrado violando oralmente a su sobrino, una lengua de fuerte hedor a alcohol era el sabor que el joven úrsido tenia que soportar. Cuando finalmente dejo de besarle, fue que Torke aprovecho para pedirle una vez que se detuviera.
—Por favor tío… ya detente…
—¡Cállate! -Replico él con el tomarle de la cintura.
Le dio vuelta para tener un vistazo del trasero del chico, llevo su hocico a esas nalgas oliendo con sumo regocijo, sentía el aroma de un ano recién bañado, algo que a Biasti le gustaba mucho. Saco su lengua y empezó a lamerlo, Torke quien sentía la babeante lengua de su tío, se enrojecía de la vergüenza, seguía suplicándole que se detuviera, pero él hacía de oídos sordos.
—Que culo tan rico, es incluso más rico que la de esas putas del burdel…
El fetiche de aquel panzón Sapien era los culos, amaba todo lo relacionado con aquel sexual tema, en el burdel siempre pedía a las mujeres con los culos más grande y voluminosos. Torke aunque joven, era de contextura corporal robusta, sus glúteos tenían un tamaño que su tío encontraba como excitantes.
—Este agujerito está listo…
—¿Listo? -Torke replico y luego con temor comprendió a que se refería —No… detente… ¡por favor no!... ¡no lo hagas!...
Ignoro toda suplica y ruego, el Sapien adulto se comportaba como una criatura que había cedido a sus impulsos primarios, su boca chorreaba babas a montón, mantuvo inmovilizado al muchacho dejándole boca abajo. Su miembro empezó por rozar esas nalgas, liquido preseminal salía de la punta, eran sus deseos ansiosos de ser saciados.
—No más espera… aquí voy…
—¡POR FAVOR DETENTE TÍO, TE LO SUPLICO!, ¡TE LO… AAAAAAH!
Sus ruegos son callados cuando aquel vulgar falo de carne, profana la intimidad anal del joven, Torke nunca tuvo experiencia sexual previa alguna, esta era su primera vez. Siempre imagino que la primera vez seria especial, con alguien a quien apreciaría en el fondo.
Pero nunca espero que ese día llegara, que su primera experiencia fuera un momento traumático, aquel borracho familiar, aquel tío que debía cuidarle, se había convertido contra toda su voluntad, en su primera vez. Los llantos del joven úrsido resonaban en toda la habitación, pese a que Biasti le exigía que se callara, era imposible para él hacer obediencia de tal orden.
Ser violado a tal temprana edad de la adolescencia por un adulto, un miembro de su misma sangre, era una experiencia dolorosa, no solo físicamente, sino emocional también. Que Biasti callara el lloriqueo de Torke con forzados besos de lengua no hacían sino empeorar la experiencia.
No solo debía soportar sentir como su culo era golpeado internamente con brutalidad por ese hombre, sino encima de saborear su apestoso olor a alcohol en su boca, tal combinación era un mar de pesadillas para él.
—¡Mierda aquí viene…!
Biasti llega al clímax y con gran volumen manifiesta su orgasmo, jadea complacido levantándose de la cama, caminando desnudo con pasos torpes hasta su propia habitación, sacudiendo su miembro que volvía a la flacidez. Sobre la cama quedo un joven úrsido tiritando y sollozando con una mirada teñida de miseria.
De su ano se desbordaba semen y un poco de sangre, al ser aquello su primera vez, tal miembro era imposible que entrara en su totalidad, pero sin importarle la salud de su sobrino, el sinvergüenza adulto empujo y empujo deseoso de satisfacer su lujuria. Torke padecía un ligero desgarro en su ano por la dilatación repentina de este, por fortuna no era grave o algo que pusiera su vida en peligro, seria algo que sanaría por cuenta propia. Aunque también existen ungüentos para sanar tales lesiones en dicha región del cuerpo, pero de ninguna manera quería exponerse para pedir tal medicina para si mismo, pues él era conocido por el curandero que lo vendía.
—Papa… te extraño tanto…
Poniéndose en posición fetal el oso llora desconsoladamente, odiaba la vida que llevaba con su tío, de entre todos los abusos que había recibido de él, este era sin duda alguna el peor habría probado en carne propia. Sentía que vivía un infierno como tal, de no ser por la promesa hacia su padre de ser un gran herrero, habría huido o quizás quitado la vida por el peso de la angustia.
—Pero yo… no voy a rendirme, yo… lo lograre, ¡por ti papa!.
Las fuerzas obtenidas de la promesa restauraban su motivación, la moral que le permitía soportar aquel averno dirigido por su propio tío, rendirse no era una opción, con el puño en alto, juro prevalecer al final.
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En los siguientes días todo volvió a su rutina habitual, Torke seguía trabajando en la herrería mientras su tío salía a emborracharse, el muchacho con esmero y dedicación blandía sus herramientas de herrero para trabajar diligentemente con todo pedido que tuviera. Cuando el día acababa, iba por un baño, luego cenaba algo y finalmente a dormir.
Cuanto llego a su habitación, alguien se le acerco por detrás y le tomo de la cintura con una fuerza considerable, una vulgar y apestosa lengua con hedor a alcohol lamia su cuello con perverso deseos.
—Aun recuerdo esa noche -Dijo su tío Biasti, la persona que se encontraba tomándole de las cinturas —Sin importar que tan bebido estaba, aun puedo recuerdo esa hermosa noche, una dulce experiencia como jamás había sentido en mi vida.
Una de sus manos empezó a manosear el trasero de Torke, el joven herrero sintió un temor manifestarse en su pelaje, por aquella horrible experiencia estaba cerca de volver a repetirse.
—Tío por favor… detente, no hagas esto, por favor…
—¿Vas a negarle a tu preciado tío el anhelo de tener un momento con su único sobrino? -Pregunto con tal descaro depravación —Mmm… desde esa noche, no he vuelto a pensar en el burdel, porque ninguna de esas putas puede igualar a ese hermoso culo tuyo, mi lindo sobrino.
—No tío… ya es suficiente -Trato Torke de quitar las manos del hombre de su cintura.
—¿No vas a complacer la humilde petición de tu tío?, vaya que sobrino tan descarado eres -Expreso el adulto con molestia —Eso me frustra bastante, me hace odiar este lugar, si tengo un mal humor, terminare por vender la herrería, ¿quieres que eso pase acaso?.
Una mordaz amenaza, Torke estaba en un callejón sin salida, desde el punto de vista de la realidad, solo tenia dos opciones, rechazar que aquella pesadilla vuelva a ocurrir, corriendo el riesgo de enfurecer a su tío, el actual dueño legal de la herrería y esta termine por venderlo. O… cumplir con sus angustiantes demandas.
—Si has entendido el mensaje, entonces ponte en cuatro patas sobre la cama y repite las siguientes palabras -El oso adulto le susurro lo que debía decir.
Torke estaba intranquilo, porque se avecinaba aquel mal momento traumatizante de la vez anterior, solo que ahora, ya no habría pretexto de alcohol de por medio, su tío estaba sobrio exigiendo satisfacer su libido de manera inmoral con su propio sobrino.
—¿Qué sucede?, ¿acaso piensas negarte? -Una mirada maliciosa se hace menester en el rostro del depravado oso.
Torke temblaba, la inquietud del momento era bastante para él, pero tomo las fuerzas para cumplir las horribles demandas de esa cruel y despiadada persona, camino hacia la cama y se puso en cuatro patas.
—“Por favor tío… te necesito dentro… de mi” -Fueron las palabras pronunciadas de Torke contra su voluntad.
—Que sobrino tan pervertido, pero como soy un tío generoso, cumpliré tu deseo -Sonrió con lasciva inmundicia.
Aquello noche volvió a repetirse, la pesadilla regreso, la lujuria del monstruo violo la inocencia de ese chico una vez más, la habitación era testigos de las voces y sonidos obscenos. Cuando su tío disparo su primera carga, este no había acabado aun, estando sobrio aquella lujuria suya era aun mayor, y otra exigencia fue demanda por este.
—Chúpalo, quiero que limpies toda mi verga del semen que queda, esto apenas es el principio, la noche es joven, jejeje…
Desde este punto, los días venideros se hicieron más sombríos y angustiosos, aquel maltrato que comenzó con insultos y golpizas, se convirtió a diario en un tormento sexual, la depravación de su tío llevo a hacerlo a diario con su sobrino. Incluso en horas de trabajo, ese pene siempre estaba ansioso por estar dentro del joven herrero, aquello fue el infierno de Torke.
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—¡AAAAAAAAAH!...
El fuerte exclamar en toda la sala era el de un tigre en posición del misionero, inundando de su semilla el interior del oso, el retorno al presente nos deleitaba con el jefe de los bandidos, Khenya, llegando al clímax nuevamente. Mientras Torke tenia esa mirada perdida, atrapado en pesadillas del pasado.
—Revivir aquellos oscuros días con ese asqueante pariente tuyo, siento tanta pena por ti, Torke…
El tigre acaricia la mejilla del herrero y le consola con un beso de lengua, cuanto todo parecía apuntar que este momento candente iba a continuar, uno de los chicos de Khenya llega alterado al sitio dando un aviso importante.
—¡jefe siento mucho interrumpir!, ¡pero tenemos problemas! -Notifico el subordinado bandido a su líder —¡Intrusos!, ¡nos han invadido tres intrusos!.
—¿Intrusos?, ¿es que ustedes no pueden hacerse cargo de ellos?, tsk… en serio me molestan por estupideces, solo son tres, ¿qué tanto problemas pueden darles?.
—¡Pero uno de ellos es increíblemente fuerte!, y por si fuera poco, ¡no es un Sapien!.
—Oh, ¿cómo has dicho? -Pregunta el tigre despertando su interés tras oír aquello ultimo.
Invasores de la guarida de los bandidos, ¿podrían ser…?
Continuara…