Red
(...)
Les traigo un drabble antiguo, pero que encontré y me pareció interesante compartirlo. Aquí va:
Nieve
El cielo está gris. Las nubes se acumulan en un cielo que al amanecer vi muy despejado, pero que ya no lo está. Es un día pálido, de aquellos donde se anuncia tormenta, donde los árboles se mueven con violencia, donde el cielo amenaza con llorar. Veo que empieza a nevar, gradualmente. Llega la neblina de a poco, acariciándome y limitando mi vista hacia unos pocos metros.
Estoy solo, y me siento por dentro como este preciso día, nublado, nuboso y nevoso. Me hago muchísimas preguntas, me hundo en la emocionalidad del momento y de las circunstancias. Interrogo al aire, pero no me da ninguna respuesta, así que me desvanezco en recuerdos, uno más triste que el anterior. De pronto, mi mente se aturde y mis ojos despiertan. Terminó de desgarrar el suelo con mis manos húmedas, dañadas, frías y sucias con el tono marrón de la tierra fértil que ha combinado su color con el eterno blanco de la nieve, que va cayendo de a poco, junto a mis lágrimas.
Dentro de aquel pequeño agujero de tierra, pongo uno de los mayores amores que sentí en mi vida, aquello que me dio tanto pidiendo tan poco, y que sorprendió a mi alma con su repentina ida. Ahí, dentro de aquel ataúd de tierra y nieve, están mis sueños, mi felicidad, mi meta y mi corazón.
Adiós Pikachu, te extrañaré mucho amigo mio.
Estoy solo, y me siento por dentro como este preciso día, nublado, nuboso y nevoso. Me hago muchísimas preguntas, me hundo en la emocionalidad del momento y de las circunstancias. Interrogo al aire, pero no me da ninguna respuesta, así que me desvanezco en recuerdos, uno más triste que el anterior. De pronto, mi mente se aturde y mis ojos despiertan. Terminó de desgarrar el suelo con mis manos húmedas, dañadas, frías y sucias con el tono marrón de la tierra fértil que ha combinado su color con el eterno blanco de la nieve, que va cayendo de a poco, junto a mis lágrimas.
Dentro de aquel pequeño agujero de tierra, pongo uno de los mayores amores que sentí en mi vida, aquello que me dio tanto pidiendo tan poco, y que sorprendió a mi alma con su repentina ida. Ahí, dentro de aquel ataúd de tierra y nieve, están mis sueños, mi felicidad, mi meta y mi corazón.
Adiós Pikachu, te extrañaré mucho amigo mio.