Vega0313
Amateur
Hola, queridos visitantes de Date a Live Fans Resurrection. El día de hoy les traigo un fanfic un poco inusual en cuanto a la forma de escribir se refiere, siendo este uno en formato teatro o guión como algunos suelen llamarle, sobre la pareja de Itsuka Shidou y Ellen Mira Mathers. Sin más que decir, comencemos.
Shidou y Ellen habían cometido un error, uno que ninguno de ellos sabría hasta pasado un tiempo.
El mundo de ambos, estaba a punto de cambiar.
Unos nueve meses después.
Shidou: Kotori, iré por Kinako Pan
Kotori: ¡Trae paletas!
Shidou: Solo sí haces la tarea.
Kotori: ¡Malo!
Shidou entonces abre la puerta, pero una no muy agradable sorpresa apareció.
Shidou: ¡Ellen!
Ellen: Itsuka Shidou—murmuró ella, roja por alguna razón y con un bulto entre brazos—. No grites o despertarás a tu hija.
Shidou: Oh, así que eres madre.
Ellen: ¿Acaso eres idiota?
Solo hasta ese momento Shidou proceso las palabras que Ellen le dijo.
Shidou: ¡¿Qué?! —gritó él, siendo callado por Ellen.
Ellen: Te he dicho que no grites o despertarás a tu hija—le recordó ella, mientras mostraba a una hermosa bebé—. Lo que me hiciste hace nueve meses no tiene perdón.
Shidou: Estoy muerto.
Ellen: No pienso matarte.
Shidou: ¿Eh? No me refería a ti, ya que te vencí la vez pasada.
Ellen: Y me diste una niña.
Shidou: Okay, eso sonó mal—Ellen estaba cansada y eso no pasó desapercibido por él—, me refiero a las chicas. Sí se enteran, tú y yo estaremos muertos.
Ellen: Ese es el problema.
Shidou: ¿Por?
Ellen: Nightmare ya lo sabe y está intentando matarme.
Shidou: Esa Kurumi... —mira en lo alto de un casa como sobresalía el peinado de ella— «Parece ser que cuando se pone celosa, no puede esconderse»
Ellen: ¿Puedo pasar?
Shidou: ¿Prometes no hacer locuras?
Ellen: Lo prometo—dijo ella con seriedad.
Shidou: Estás cruzando los dedos—señaló él.
Ellen: Al menos di que lo estoy intentando.
Shidou se limitó a soltar un suspiro. Era evidente que entre ellos dos seguía esa enemistad, producto de sus dos organizaciones.
Shidou: Bueno, adelante.
Ellen: Gracias.
Estar dentro del hogar de los espíritus era algo que Ellen y DEM siempre trataban, pero nada se concluía en sus incursiones.
Shidou: ¿Es mi hija?
Ellen: En efecto.
Shidou: ¿No mientes?
Ellen: ¿Cuándo te he mentido?
Shidou: ¿Quieres que responda?
Ellen: ¿Cuántas veces te he mentido con respecto a algo que no sea una misión?
Shidou: ¿Cómo se que no es una misión?
Ellen: ¿Quieres preguntarle a Nightmare?
Shidou: Oh, cierto—él había olvidado ese detalle, por lo que le puso seguro a la puerta.
Ellen: Eso no la detendrá.
Shidou: ¡No se me ocurre nada! —exclamó él, sintiendo entonces los celos crecientes de Kurumi—. «Me va a matar... O a violar... Me va a violar y después me va a matar»
De pronto, un llanto lo sacó de sus pensamientos.
Ellen: Ya tiene hambre.
Shidou: ¿Qué le vas a dar?
Ellen: Eres un tonto, Itsuka Shidou—le recordó ella, haciendo que el pobre casi se cayera por la respuesta—. Obviamente le daré leche. No tiene mucho de nacida.
Shidou: Ya veo.
Él no pudo apartar su mirada de Ellen, ya que estaba curioso de ver a la pequeña.
Justo en ese momento, Ellen destapó su saco y desabrochó su camisa dejando ver uno de sus pechos, provocando entonces que el pobre de Shidou se sonrojara, apartando su vista de ella.
Ellen: ¿Qué sucede?
Shidou: No pensé que hicieras eso.
Ellen: Es una bebé, no le puedo dar aún leche procesada.
Shidou: Entiendo.
Ella no pudo evitar suspirar. También estaba en las mismas condiciones. Sus nervios estaban a flor de piel, puesto que era la primera ocasión que veía al padre en mucho tiempo y este, la vería amamantar a su hija.
Ellen: Deberías de verla—sugirió ella, mirando por el rabillo del ojo al chico que le cambió su mundo.
Shidou entendía que esto era algo natural. En algún momento de su vida debía presenciarlo, por lo que se calmó, tomando así la sugerencia de Ellen.
Lo que veía no tenía precio.
Shidou: Te ves hermosa—murmuró, haciendo sonrojar a la miembro de DEM.
Ellen: No digas estupideces.
Para Shidou no era una estupidez. El verla alimentar a su niña producía una serie de sentimientos nuevos en él. Se podía decir, que incluso Ellen se veía más hermosa, incluso parecía frágil a la hora que le daba de comer a su pequeña, pero también fuerte, como si estuviera lista para defender a su retoño sin importar de quién se tratase.
Shidou: Eres una buena madre.
Ellen: Es tu culpa que lo sea—respondió con un ligero rubor en sus mejillas.
Una sonrisa adornó el rostro de Shidou. No podía reclamarle eso último, ya que él era el único culpable de la escena que presenciaba.
Kotori: Onii-chan, ¿Todavía no te vas?... Ellen
Shidou: ¡Kotori!
Lamentablemente, aquella aura de paz entre ambos se vio quebrantada tras escuchar la llegada de la hermanastra del chico.
En un abrir y cerrar de ojos, la menor tomó sus cintas negras, por lo que la comandante entraría en escena.
Kotori: ¿Qué sucede aquí?
Shidou estaba a punto de responder, hasta que Ellen tomó la palabra.
Ellen: ¿No lo ves? Estoy alimentando a mi hija... Quien por cierto, es hija de tu hermano.
Kotori: ¿Eh?
Shidou: Sí tener a Kurumi enojada era un peligro, ahora has hecho que mi hermana desee tu cabeza.
Ellen: ¿No estaría feliz?
Kotori: ¡SHIDOU!
Shidou: No lo creo...
Kotori se encontraba molesta, bueno, decir que estaba molesta era poco. Su ira era tan grande que sus poderes comenzaron a desbordarse, obligando a Shidou a tranquilizarla con un abrazo y explicarle la situación.
Kotori: ¿Por qué de todas las personas fue ella? —preguntó, dolida por saber que esa niña era su sobrina.
Shidou: Fue cuando nuevamente perdí el control sobre mis poderes.
Kotori: ¿Qué tienes que decir al respecto, Mathers? —su ira apenas se encontraba estable.
Ellen: Fue algo que sucedió, yo... —la pena le venció y no pudo evitar recordar con deseo esa tarde de hace nueve meses—. Sé que nunca nos llevaremos bien, pero tampoco creí correcto esconderla de su padre.
Shidou: Ellen...
Ellen: No lo amo, pero él debe saber de ella—continuó, no sin antes ver a su niña—, me alegra que él haya sido el padre.
La comandante de Ratatoskr no sabía que decir. Estaba molesta, dolida, traicionada por las acciones de su preciado Onii-chan, pero también encontraba celos en el camino, unos que chocaban con la mínima felicidad de ver a su pequeña sobrina.
No podía pedirle que se fuera, ya que al final ella había llegado tan lejos como para darle una noticia así a su hermano.
Ellen: Vine también para ver si podía quedarme un tiempo.
Kotori: ¿Por qué?
Ellen: Además de Kurumi, Westcott es la otra persona que me preocupa.
Kotori: ¿A qué te refieres? —ahora Ellen había llamado su atención, soltando así a su preciado Onii-chan.
Ellen: Una niña nacida de la maga más poderosa y del chico cuya habilidad de usar los poderes de los espíritus es algo, como decirlo... Único, que merece ser estudiado.
Shidou: ¿Ella posee poderes?
Ellen: No lo sé... Y eso es lo que me preocupa.
Kotori: Tu jefe debe estar ansioso por hacer pruebas con ella.
Ellen: Él no lo sabe.
Tanto Shidou como Kotori abrieron más los ojos por la impresión de dicha noticia.
Entendían que Ellen era su subordinado más confiable, pero que ella no le haya dicho así, o que incluso fuera capaz de haber ocultado su embarazo, era difícil de creer.
Ellen: Tuve que poner muchas excusas y mentir en otras cosas para que AST y las Nibecol se encargaran de mis deberes.
Shidou: ¿No se dio cuenta de que pasaba algo?
Ellen: No puedo hablar de eso de momento—respondió con un todo seco, pero triste.
Kotori: Bueno, dejando de lado el problema de tu jefe. ¿Qué le hiciste a Nightmare?
Ellen: Me burlé de ella en una pelea al decirle que fui la primera en... —ella no pudo seguir ya que la pena la venció esta ocasión.
Shidou y Kotori creyeron saber lo que iba a decir, ganándose más desprecio de parte de la niña, haciendo que esta le diera un golpe a Shidou en el estómago.
Shidou: ¿Eso por qué fue?
Kotori: Yo quería ser la primera.
Shidou: Lo siento.
Kotori: En la noche lo hablamos... Hermano.
Shidou sabía que ya no había vuelta atrás con su hermana. Solo rezaba que algo cambiara la situación para bien.
¿?: Ara, ara; mi pobre Shidou-san esta siendo maltratado por mi dulce hermanita.
Shidou: Rayos...
Kotori: Kurumi...
Una mancha oscura se formó detrás de Shidou de donde salió una hermosa joven de tez blanca que no dudo de abrazar al chico.
Kurumi: Estoy de regreso, Shidou-san.
Ellen: Nightmare.
Kurumi: Ahora atenderé este asunto contigo—ella no dudó en usar a Zafkiel frente a Kotori, quien no se movió ante esto—. No dejaré que le hagas daño a Shidou-san.
Ellen: ¿Podrás hacerle daño a su hija?
Kurumi: Ella no lo es...
Ellen: Lo es, Nightmare—Ellen terminó de darle de comer a su hija, dejando entonces su rostro expuesto donde una niña con ligeros cabellos azules y ojos amatistas les miraba con curiosidad—. Es su hija y nada podrá cambiar eso.
Esperen el siguiente capítulo 7u7.
Mi Hija
(Shidou and Ellen)
Capítulo 1
Es tu hija, Itsuka Shidou
(Shidou and Ellen)
Capítulo 1
Es tu hija, Itsuka Shidou
Shidou y Ellen habían cometido un error, uno que ninguno de ellos sabría hasta pasado un tiempo.
El mundo de ambos, estaba a punto de cambiar.
Unos nueve meses después.
Shidou: Kotori, iré por Kinako Pan
Kotori: ¡Trae paletas!
Shidou: Solo sí haces la tarea.
Kotori: ¡Malo!
Shidou entonces abre la puerta, pero una no muy agradable sorpresa apareció.
Shidou: ¡Ellen!
Ellen: Itsuka Shidou—murmuró ella, roja por alguna razón y con un bulto entre brazos—. No grites o despertarás a tu hija.
Shidou: Oh, así que eres madre.
Ellen: ¿Acaso eres idiota?
Solo hasta ese momento Shidou proceso las palabras que Ellen le dijo.
Shidou: ¡¿Qué?! —gritó él, siendo callado por Ellen.
Ellen: Te he dicho que no grites o despertarás a tu hija—le recordó ella, mientras mostraba a una hermosa bebé—. Lo que me hiciste hace nueve meses no tiene perdón.
Shidou: Estoy muerto.
Ellen: No pienso matarte.
Shidou: ¿Eh? No me refería a ti, ya que te vencí la vez pasada.
Ellen: Y me diste una niña.
Shidou: Okay, eso sonó mal—Ellen estaba cansada y eso no pasó desapercibido por él—, me refiero a las chicas. Sí se enteran, tú y yo estaremos muertos.
Ellen: Ese es el problema.
Shidou: ¿Por?
Ellen: Nightmare ya lo sabe y está intentando matarme.
Shidou: Esa Kurumi... —mira en lo alto de un casa como sobresalía el peinado de ella— «Parece ser que cuando se pone celosa, no puede esconderse»
Ellen: ¿Puedo pasar?
Shidou: ¿Prometes no hacer locuras?
Ellen: Lo prometo—dijo ella con seriedad.
Shidou: Estás cruzando los dedos—señaló él.
Ellen: Al menos di que lo estoy intentando.
Shidou se limitó a soltar un suspiro. Era evidente que entre ellos dos seguía esa enemistad, producto de sus dos organizaciones.
Shidou: Bueno, adelante.
Ellen: Gracias.
Estar dentro del hogar de los espíritus era algo que Ellen y DEM siempre trataban, pero nada se concluía en sus incursiones.
Shidou: ¿Es mi hija?
Ellen: En efecto.
Shidou: ¿No mientes?
Ellen: ¿Cuándo te he mentido?
Shidou: ¿Quieres que responda?
Ellen: ¿Cuántas veces te he mentido con respecto a algo que no sea una misión?
Shidou: ¿Cómo se que no es una misión?
Ellen: ¿Quieres preguntarle a Nightmare?
Shidou: Oh, cierto—él había olvidado ese detalle, por lo que le puso seguro a la puerta.
Ellen: Eso no la detendrá.
Shidou: ¡No se me ocurre nada! —exclamó él, sintiendo entonces los celos crecientes de Kurumi—. «Me va a matar... O a violar... Me va a violar y después me va a matar»
De pronto, un llanto lo sacó de sus pensamientos.
Ellen: Ya tiene hambre.
Shidou: ¿Qué le vas a dar?
Ellen: Eres un tonto, Itsuka Shidou—le recordó ella, haciendo que el pobre casi se cayera por la respuesta—. Obviamente le daré leche. No tiene mucho de nacida.
Shidou: Ya veo.
Él no pudo apartar su mirada de Ellen, ya que estaba curioso de ver a la pequeña.
Justo en ese momento, Ellen destapó su saco y desabrochó su camisa dejando ver uno de sus pechos, provocando entonces que el pobre de Shidou se sonrojara, apartando su vista de ella.
Ellen: ¿Qué sucede?
Shidou: No pensé que hicieras eso.
Ellen: Es una bebé, no le puedo dar aún leche procesada.
Shidou: Entiendo.
Ella no pudo evitar suspirar. También estaba en las mismas condiciones. Sus nervios estaban a flor de piel, puesto que era la primera ocasión que veía al padre en mucho tiempo y este, la vería amamantar a su hija.
Ellen: Deberías de verla—sugirió ella, mirando por el rabillo del ojo al chico que le cambió su mundo.
Shidou entendía que esto era algo natural. En algún momento de su vida debía presenciarlo, por lo que se calmó, tomando así la sugerencia de Ellen.
Lo que veía no tenía precio.
Shidou: Te ves hermosa—murmuró, haciendo sonrojar a la miembro de DEM.
Ellen: No digas estupideces.
Para Shidou no era una estupidez. El verla alimentar a su niña producía una serie de sentimientos nuevos en él. Se podía decir, que incluso Ellen se veía más hermosa, incluso parecía frágil a la hora que le daba de comer a su pequeña, pero también fuerte, como si estuviera lista para defender a su retoño sin importar de quién se tratase.
Shidou: Eres una buena madre.
Ellen: Es tu culpa que lo sea—respondió con un ligero rubor en sus mejillas.
Una sonrisa adornó el rostro de Shidou. No podía reclamarle eso último, ya que él era el único culpable de la escena que presenciaba.
Kotori: Onii-chan, ¿Todavía no te vas?... Ellen
Shidou: ¡Kotori!
Lamentablemente, aquella aura de paz entre ambos se vio quebrantada tras escuchar la llegada de la hermanastra del chico.
En un abrir y cerrar de ojos, la menor tomó sus cintas negras, por lo que la comandante entraría en escena.
Kotori: ¿Qué sucede aquí?
Shidou estaba a punto de responder, hasta que Ellen tomó la palabra.
Ellen: ¿No lo ves? Estoy alimentando a mi hija... Quien por cierto, es hija de tu hermano.
Kotori: ¿Eh?
Shidou: Sí tener a Kurumi enojada era un peligro, ahora has hecho que mi hermana desee tu cabeza.
Ellen: ¿No estaría feliz?
Kotori: ¡SHIDOU!
Shidou: No lo creo...
Kotori se encontraba molesta, bueno, decir que estaba molesta era poco. Su ira era tan grande que sus poderes comenzaron a desbordarse, obligando a Shidou a tranquilizarla con un abrazo y explicarle la situación.
Kotori: ¿Por qué de todas las personas fue ella? —preguntó, dolida por saber que esa niña era su sobrina.
Shidou: Fue cuando nuevamente perdí el control sobre mis poderes.
Kotori: ¿Qué tienes que decir al respecto, Mathers? —su ira apenas se encontraba estable.
Ellen: Fue algo que sucedió, yo... —la pena le venció y no pudo evitar recordar con deseo esa tarde de hace nueve meses—. Sé que nunca nos llevaremos bien, pero tampoco creí correcto esconderla de su padre.
Shidou: Ellen...
Ellen: No lo amo, pero él debe saber de ella—continuó, no sin antes ver a su niña—, me alegra que él haya sido el padre.
La comandante de Ratatoskr no sabía que decir. Estaba molesta, dolida, traicionada por las acciones de su preciado Onii-chan, pero también encontraba celos en el camino, unos que chocaban con la mínima felicidad de ver a su pequeña sobrina.
No podía pedirle que se fuera, ya que al final ella había llegado tan lejos como para darle una noticia así a su hermano.
Ellen: Vine también para ver si podía quedarme un tiempo.
Kotori: ¿Por qué?
Ellen: Además de Kurumi, Westcott es la otra persona que me preocupa.
Kotori: ¿A qué te refieres? —ahora Ellen había llamado su atención, soltando así a su preciado Onii-chan.
Ellen: Una niña nacida de la maga más poderosa y del chico cuya habilidad de usar los poderes de los espíritus es algo, como decirlo... Único, que merece ser estudiado.
Shidou: ¿Ella posee poderes?
Ellen: No lo sé... Y eso es lo que me preocupa.
Kotori: Tu jefe debe estar ansioso por hacer pruebas con ella.
Ellen: Él no lo sabe.
Tanto Shidou como Kotori abrieron más los ojos por la impresión de dicha noticia.
Entendían que Ellen era su subordinado más confiable, pero que ella no le haya dicho así, o que incluso fuera capaz de haber ocultado su embarazo, era difícil de creer.
Ellen: Tuve que poner muchas excusas y mentir en otras cosas para que AST y las Nibecol se encargaran de mis deberes.
Shidou: ¿No se dio cuenta de que pasaba algo?
Ellen: No puedo hablar de eso de momento—respondió con un todo seco, pero triste.
Kotori: Bueno, dejando de lado el problema de tu jefe. ¿Qué le hiciste a Nightmare?
Ellen: Me burlé de ella en una pelea al decirle que fui la primera en... —ella no pudo seguir ya que la pena la venció esta ocasión.
Shidou y Kotori creyeron saber lo que iba a decir, ganándose más desprecio de parte de la niña, haciendo que esta le diera un golpe a Shidou en el estómago.
Shidou: ¿Eso por qué fue?
Kotori: Yo quería ser la primera.
Shidou: Lo siento.
Kotori: En la noche lo hablamos... Hermano.
Shidou sabía que ya no había vuelta atrás con su hermana. Solo rezaba que algo cambiara la situación para bien.
¿?: Ara, ara; mi pobre Shidou-san esta siendo maltratado por mi dulce hermanita.
Shidou: Rayos...
Kotori: Kurumi...
Una mancha oscura se formó detrás de Shidou de donde salió una hermosa joven de tez blanca que no dudo de abrazar al chico.
Kurumi: Estoy de regreso, Shidou-san.
Ellen: Nightmare.
Kurumi: Ahora atenderé este asunto contigo—ella no dudó en usar a Zafkiel frente a Kotori, quien no se movió ante esto—. No dejaré que le hagas daño a Shidou-san.
Ellen: ¿Podrás hacerle daño a su hija?
Kurumi: Ella no lo es...
Ellen: Lo es, Nightmare—Ellen terminó de darle de comer a su hija, dejando entonces su rostro expuesto donde una niña con ligeros cabellos azules y ojos amatistas les miraba con curiosidad—. Es su hija y nada podrá cambiar eso.
Esperen el siguiente capítulo 7u7.