SnowFeline13
Remaining corrupt as I wish for paradise
Ciudad Cuprum 8:30 AM (aprox.)
Ireul terminó de leer el diario y suspiró un poco ahora estando al tanto de los eventos más recientes, sin embargo, no encontró información referente al extraño juego de luces en la torre del reloj, supuso que ya habrían chismes o mitos al respecto... Pero al parecer los ciudadanos o parecían haberse percatado. Mientras el felino comía su desayuno y compartía un poco con su fiel amigo, no pudo evitar escuchar la breve conversación del otro comensal y la joven camarera, al no haber más personas dentro del lugar, era difícil el no escuchar la platica, esta giró en torno a un par de aretes que a los ojos del felino parecían un costoso regalo a una linda chica. Cuando esta se retiró a rellenar el café de Ireul, los pudo ver mejor, sin lugar a dudas eran un digno obsequio para pretender a la linda chica, cuando la hiena se retiró de regreso a la cocina para traer lo faltante para su mesa, el felino aprovechó para aclarar su garganta un poco y hacer que la cebra lo mirara tras dejar su bebida.
-Son unas buenas piezas, pero al ser un regalo de corazón, los hacen únicos en su tipo, lo felicito por eso.- Dijo Ireul con una leve sonrisa y una inclinación de cabeza dirigida a otro comensal, decidiendo no permanecer en la incertidumbre dudó unos segundos y aplanó un poco sus orejas antes de volver a hablar.
-Perdone la molestia, pero me gustaría saber... ¿Acaso usted logró ver el... extraño juego de luces que hubo en la torre del reloj durante la madrugada? No soy propio de la ciudad y un espectáculo así llamó poderosamente mi atención y despertó mi curiosidad. Si usted sabe algo al respecto, me encantaría saber a que se ha debido.- Al terminar de hablar Ireul llevó su taza con café a sus labios y bebió un sorbo antes de escuchar un leve susurro a su derecha, donde Shade se encontraba tratando de llamar su atención.
-Y te jactas de tener modales... ¡Ni siquiera le dijiste tu nombre!- Murmuró Shade ocultando su cara con el mantel y hablando en apenas un murmullo para no llamar la atención del otro en la mesa.
-¡Oh! Malos modales… Mi nombre es Ireul Vaalar.- Se disculpó el leopardo y sonrió apenado por haber omitido su código de modales al saludar sin haber dicho su nombre primero mientras miraba con interés a la cebra frente a el.
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Lian~ Listo, ahora a esperar más interacciones :3
Ireul terminó de leer el diario y suspiró un poco ahora estando al tanto de los eventos más recientes, sin embargo, no encontró información referente al extraño juego de luces en la torre del reloj, supuso que ya habrían chismes o mitos al respecto... Pero al parecer los ciudadanos o parecían haberse percatado. Mientras el felino comía su desayuno y compartía un poco con su fiel amigo, no pudo evitar escuchar la breve conversación del otro comensal y la joven camarera, al no haber más personas dentro del lugar, era difícil el no escuchar la platica, esta giró en torno a un par de aretes que a los ojos del felino parecían un costoso regalo a una linda chica. Cuando esta se retiró a rellenar el café de Ireul, los pudo ver mejor, sin lugar a dudas eran un digno obsequio para pretender a la linda chica, cuando la hiena se retiró de regreso a la cocina para traer lo faltante para su mesa, el felino aprovechó para aclarar su garganta un poco y hacer que la cebra lo mirara tras dejar su bebida.
-Son unas buenas piezas, pero al ser un regalo de corazón, los hacen únicos en su tipo, lo felicito por eso.- Dijo Ireul con una leve sonrisa y una inclinación de cabeza dirigida a otro comensal, decidiendo no permanecer en la incertidumbre dudó unos segundos y aplanó un poco sus orejas antes de volver a hablar.
-Perdone la molestia, pero me gustaría saber... ¿Acaso usted logró ver el... extraño juego de luces que hubo en la torre del reloj durante la madrugada? No soy propio de la ciudad y un espectáculo así llamó poderosamente mi atención y despertó mi curiosidad. Si usted sabe algo al respecto, me encantaría saber a que se ha debido.- Al terminar de hablar Ireul llevó su taza con café a sus labios y bebió un sorbo antes de escuchar un leve susurro a su derecha, donde Shade se encontraba tratando de llamar su atención.
-Y te jactas de tener modales... ¡Ni siquiera le dijiste tu nombre!- Murmuró Shade ocultando su cara con el mantel y hablando en apenas un murmullo para no llamar la atención del otro en la mesa.
-¡Oh! Malos modales… Mi nombre es Ireul Vaalar.- Se disculpó el leopardo y sonrió apenado por haber omitido su código de modales al saludar sin haber dicho su nombre primero mientras miraba con interés a la cebra frente a el.
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