El Puas Espejel
Obseso del Post
Este es un tema que me gustaría manejar con asertividad y cautela. A fin de prevenir temas de odio a futuro.
Comenzaré con una pequeña descripción de un personaje literario, después hablaré de su simbolismo, luego contaré una anécdota, hasta donde quiero llegar, unas confesiones y unas conclusiones.
Siguiendo: ¿Alguien recuerda a la reina de corazones de <<Alicia en el país de las maravillas>>? Esa señora solemne, controladora, narcisista y que quiere resolver las ordenando deginlar la cabeza de su opositor.
Pues tras una releída, descubrí que este personaje representa la parte más oscura de un intelectual: la intolerancia. ¿Cuántos de nosotros no hemos conocido un cerebrito que siente asco, repulsión o esa misma intolerancia a lo diferente (o en el caso de los intelectuales, intolerancia a la incultura)? De hecho he de confesar que mi papá no es una persona culta. Pero lo aguanto porque ha madurado su forma de ser con los años.
De hecho crecí sin cuestionar esa conducta radical de los intelectuales. Creí que era algo común entre ellos. Siempre me imaginé que el intelectualismo y la estupidez eran dos polos opuestos que se repelen entre sí o que se atraen en medio de una espiral de odio supremacía.
Si alguien ha visto Naruto, mi caso es como el de Neji Hyuga. Admirada tanto a su padre, Hizashi, que hasta adaptaba esa parte arrogante. Por fortuna, naruto y su tío Hyashi le abrieron los ojos. Y a mí me los abrió <<Alicia en el país de las maravillas>>.
Y esto es lo que aprendí: ser intelectual no te hace superior a nadie. Igualmente, ser ignorante no te hace menos que nadie. Todos sabemos algo y todos ignoramos algo. Y el hecho de que un intelectual se vanaglorie de serlo termina igual o peor que el ignorante a quien insulta.
Sin duda, en su obra, Lewis Carroll demuestra uno de tantos perfiles psicológicos de los intelectuales que hasta la fecha siguen vigentes. Pero además, propone pistas de como sobrevivir a ese mundo. Y por eso me encantaría cambiar es conducta maladaptativa.
En fin, comunidad, cuéntanos si has vivido un caso de intolerancia a la estupidez.
Saludos
Comenzaré con una pequeña descripción de un personaje literario, después hablaré de su simbolismo, luego contaré una anécdota, hasta donde quiero llegar, unas confesiones y unas conclusiones.
Siguiendo: ¿Alguien recuerda a la reina de corazones de <<Alicia en el país de las maravillas>>? Esa señora solemne, controladora, narcisista y que quiere resolver las ordenando deginlar la cabeza de su opositor.
Pues tras una releída, descubrí que este personaje representa la parte más oscura de un intelectual: la intolerancia. ¿Cuántos de nosotros no hemos conocido un cerebrito que siente asco, repulsión o esa misma intolerancia a lo diferente (o en el caso de los intelectuales, intolerancia a la incultura)? De hecho he de confesar que mi papá no es una persona culta. Pero lo aguanto porque ha madurado su forma de ser con los años.
De hecho crecí sin cuestionar esa conducta radical de los intelectuales. Creí que era algo común entre ellos. Siempre me imaginé que el intelectualismo y la estupidez eran dos polos opuestos que se repelen entre sí o que se atraen en medio de una espiral de odio supremacía.
Si alguien ha visto Naruto, mi caso es como el de Neji Hyuga. Admirada tanto a su padre, Hizashi, que hasta adaptaba esa parte arrogante. Por fortuna, naruto y su tío Hyashi le abrieron los ojos. Y a mí me los abrió <<Alicia en el país de las maravillas>>.
Y esto es lo que aprendí: ser intelectual no te hace superior a nadie. Igualmente, ser ignorante no te hace menos que nadie. Todos sabemos algo y todos ignoramos algo. Y el hecho de que un intelectual se vanaglorie de serlo termina igual o peor que el ignorante a quien insulta.
Sin duda, en su obra, Lewis Carroll demuestra uno de tantos perfiles psicológicos de los intelectuales que hasta la fecha siguen vigentes. Pero además, propone pistas de como sobrevivir a ese mundo. Y por eso me encantaría cambiar es conducta maladaptativa.
En fin, comunidad, cuéntanos si has vivido un caso de intolerancia a la estupidez.
Saludos