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Fanfic Yu-Gi-Oh!: El Tercero

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Tras una semana de descanso, vuelve el Tercero.



Capítulo 40

Cuentas pendientes. El poder de Kaius








Ante la expectante mirada de Fuyiko, Yigen, Goyomon, Frila y Yao, el rey Kaius se levantó de su trono y avanzó unos pasos hacía Yuzét. La Gran Espíritu no se dejó intimidar.

-Está bien, Yuzét-dijo el hombre moreno-. Hablemos.

Rogull estaba inconsciente al lado de Yigen y Yuzét. Eso llamó mucho la atención de Frila.

-Esperad un momento. ¿Habéis sido vosotros los que le habéis hecho esto a Rogull?

-Los espíritus son muy imprudentes-se encogió de hombros Yigen.

-Entonces, el ataque que ha habido en el laboratorio…

-Sí, debe haber sido obra de Yuzét-dijo Kaius-. Y cuando Rogull llegó allí, fue atacado por ti, ¿verdad?

-Bueno, ese podría ser un buen resumen-afirmó la espíritu.

-¿Yuzét ha vencido a Rogull? Entonces debe de ser muy poderosa-pensó Yao.

-¿Por qué, Yuzét? ¿Por qué has puesto en peligro mi alianza con Yuzird?-preguntó el rey de Rasugaria, aunque ya imaginaba la respuesta.

-Es cierto que en Rasugaria la mayoría de espíritus pueden vivir en libertad, pero aun así experimentáis con algunos para fabricar vuestra tecnología. Puede que sean pocos, pero aun así no pienso consentirlo-respondió Yuzét, que aguantaba le aguantaba la mirada a Kaius.

-Demasiado sentimentalismo por parte de Yuzét-comentó Fuyiko.

-Así que lo has hecho para proteger a los espíritus.

-Así es.

-¿Y si yo te dijera que todas nuestras investigaciones se basan en proteger a los humanos? ¿No sería mi punto de vista igual de bueno que el tuyo?

Yuzét frunció el ceño.

-Cómo te dije la otra vez, no hago esto por los espíritus, sino por los humanos. Los espíritus han vuelto débiles a los humanos, los han vuelto dependientes de ellos. ¿Qué es capaz de hacer un humano sin un espíritu fuera de Rasugaria? Necesitan la energía de los espíritus para muchos aspectos de su vida. Pero aquí no. Gracias a nuestras investigaciones, podemos revelar nuestro verdadero potencial. Y de paso, a la larga beneficia a los espíritus.

-Tu premisa es buena, Kaius. Pero tiene un fallo-le interrumpió Yuzét.

-¿Cuál?

-Incluso tú sigues dependiendo de los espíritus. Vuestro plan os sigue haciendo dependientes de los espíritus, ¡porqué tenéis que investigarnos para crear vuestra tecnología! ¡Seguís sin ser fuertes por vosotros mismos!

Kaius entrecerró los ojos, mirando fijamente a Yuzét. En ese momento hubo unos momentos de silencio. La tensión se palpaba en el ambiente.

-Esas palabras deben haber sido duras para Kaius. Si esto sigue así, va a estallar una gran disputa no muy amistosa-comentó Goyomon en voz baja a Fuyiko, llevándose una mano a la Zantetsuken.

-¿Se supone que tenemos que apoyar a Yuzét?-preguntó Fuyiko.

Yigen también estaba preparado por si tenía que intervenir en algún momento, al igual que Yao y Frila. Si Yuzét y Kaius se enzarzaban en una pelea, intervendrían para proteger a aquel al que apoyaban. En ese momento, el ruido de la puerta de la sala del trono rompió el silencio, junto a una voz amistosa.

-¡Ey, ya estoy aquí!

Instintivamente, todos centraron su atención hacia la persona que había dicho eso. Se trataba nada más y nada menso del ladrón favorito de todos.

-¿Vengo en mal momento? Todos parecías muy tensos-comentó Yuzird sonriendo-. Pues deberías alegraros, porque he escapado de la prisión y he cumplido mi misión.

-¡Yuzird!-se alegró Yuzét.

-Ya le tenemos aquí-sonrió Goyomon.

-Bueno, es Yuzird, solo era cuestión de tiempo-comentó Fuyiko cruzándose de brazos.

-Yuzird…-pensó Frila, recordando su relación con él. Era la primera vez que le veía desde que se marchó.

-Je, has llegado justo en el momento justo, jefe-le dijo Yigen, adoptando ya una pose más calmada.

-Ja, ja, ja, si lo llego a saber me quedo en la cárcel-bromeaba el ladrón.

-Yuzird-dijo Kaius, con toda su atención centrada ahora en él.

-Hola, Kaius-le saludó-. Cuanto tiempo sin verte. ¿Alguien me explica lo que ha pasado aquí?

Justo en esos momentos, Rogull acababa de recuperar la consciencia.

-Rogull-dijo Yao.

-¿Que qué pasa, Yuzird?-preguntó mientras se levantaba con dificultades-. Pasa que esa espíritu, Yuzét, está loca. Ha atacado el laboratorio, e incluso ha dejado libre a aquel Humíritu tan peligroso.

-¿Eh? ¿Has liberado a Pierce después de tantos problemas que nos ha causado?-se sorprendió Yuzird-. Bueno, supongo que tendrías tus razones.

-Es que experimentaban con espíritus-respondió con un tono de voz algo más aniñado, volando hacía él para colocarse a su lado-. Y ya sabes que no puedo tolerar esas cosas. Y como me dejaste al mando…

-Bueno, supongo que las personalidades fuertes siempre acaban chocando-dijo Yuzird quitándole hierro al asunto-. A todo esto, ¿le has dejado en este estado en un duelo?

-Ajá, los espíritus también podemos ser duelistas, ¿sabes?

-Tiene sentido, las cartas se fabrican a través de artes con espíritus. Y debes de ser bastante fuerte si has vencido a Rogull.

-Por supuesto-sonrió.

-Yuzird-le llamó la atención Frila-. Deberías tomarte esto más en serio. Lo que ha hecho Yuzét es grave.

-No es que no me lo tome en serio, pero esta pequeña alianza nunca irá a buen puerto si nos enfadamos por cualquier diferencia que tengamos. Lo que debemos hacer es aceptar nuestras diferencias. ¿No crees, Frila? Por cierto, ¿me has echado de menos?

-¿Eh? Pues… esto…-la pregunta la descolocó. Se puso roja y se sintió vulnerable. Ahora no era el momento para esa pregunta.

-¡Yuuuzird!-se lanzó encima de él Fuyiko para abrazarlo-. Yo sí te he echado de menos. ¿Y tú a mí?

-¡Por supuesto, Fuyiko-chan!-le respondió Yuzird, al que instintivamente se le iba a mirada hacia los grandes pechos de la mujer.

-¿Y me has traído algún regalo para compensarme de tu ausencia?-le dijo mientras le ponía la mano en la cara de forma muy seductora y le levantaba la cara para que la mirase-. Ya sabes, algo bonito, como algún collar, alguna joya…

-Pues verás…

-Será zorra-pensó Frila con rabia.

-Je, je, ¿ves? Así se hace-pensó Fuyiko mirando a Frila.

-Parece que la situación se ha calmado-comentó Goyomon.

-Sí, Yuzird tiene un don para estas cosas-dijo Yigen colocándose al lado del samurái.

-Yuzird-habló Kaius, lo que provocó que todos le escucharan-. Tienes razón en que si nos dejamos llevar por nuestras diferencias, no conseguiremos nuestros objetivos. Pero Frila también la tiene cuando dice que hay que tomarse esto en serio, así que… ¿Cuál ha sido el resultado de tu misión?

-Ah, sí. Últimamente recibís ataques de gente desconocida que intenta robar la gran Joya de la Tierra que hay a tus espaldas, pero nunca conseguíais información sobre quienes les enviaban porque se quitaban la vida. Todos salvo uno, que enviaron a la prisión de Fenneir, pero que se negó a deciros nada por miedo a represalias a su familia-resumió Yuzird la situación-. Un tal Drigo.

-Eso es. ¿Has obtenido alguna información útil de él? Recuerda que esto también es importante para ti, ya que al poseer la Joya del Viento, probablemente te conviertas en un objetivo. Y además, puede que estén relacionados con la persona que asesinó a tu hermano.

-Lo sé. Y pienso descubrir quién lo mató, por lo que seguiré colaborando contigo, Kaius. Bueno, Drigo no me contó mucho, pero ha accedido a contártelo él mismo a cambio de unas pequeñas condiciones. Puedes entrar, Drigo.

Entonces, Drigo entró en la sala del trono. Esto era raro para él. La última vez que estuvo ahí fue para intentar robar la Joya de la Tierra, y terminó en fracaso, de camino a la cárcel.

-¿Esta vez sí vas darnos información?-le preguntó Rogull.

-¿Qué ha cambiado respecto a la última vez?

-El Tercero ha simulado mi muerte, así que en principio ya no pueden tomar represalias contra mi familia. Pero aun así, tengo unas condiciones para contarte lo que sé-expresó Drigo.

-Habla.

-Quiero que saques a mi familia de Ralia y los lleves aquí, a Rasugaria. También, mi hija está enferma y necesita operarse, pero el coste es alto, por eso acepté el trabajo de robar la Joya de la Tierra.

-Es decir, que quieres que tratemos la enfermedad de tu hija.

-Así es.

-Está bien, traeremos a tu familia a Rasugaria para intentar mantenerla a salvo, y trataremos a tu hija. Como compensación, tú nos contarás quien fue quien te contrató. ¿Tenemos trato?

-Sí, señor.

-Frila, acompaña a Drigo a un lugar seguro, y prepáralo todo para traer a su familia aquí. Mañana nos contará quien fue el que le contrató.

-Está bien…-la mujer aceptó, pero habría preferido quedarse allí y ponerse al día con Yuzird.

Frila le indicó el camino a Drigo y salieron de la sala del trono.

-Así que mañana sabremos quién es la persona que intenta hacerse con la Joya de la Tierra-comentó Goyomon.

-O al menos una pista importante para descubrir la identidad de nuestro enemigo-dijo Yao.

Pocos segundos después, Idia entró en la sala del trono, acompañada de Ere. No quería dejarla sola tanto tiempo, así que había ido a recogerla. Su intención era la de contarle a Kaius lo que había pasado. Habían dejado a Blaria inconsciente, pero cuando se despertase, ella lo contaría todo, así que no tenía sentido ocultarlo.

-Esto… Tengo algo que decirle al rey Kaius-dijo al entrar. En ese momento se dio cuenta de que Yuzird estaba allí-. ¡Ah…!

-¡Tío Yuzird!-se alegró Ere al verle, lanzándose hacia él para abrazarle-. ¡Ya has vuelto!

-Por supuesto. Tener un plan para escapar de la cárcel es básico para un ladrón de mi calibre. ¿Cómo has estado?

-Bueno… La espera ha sido soportable porque Idia y Yuzét han estado conmigo.

-Ya veo. Gracias por cuidar de Ere como siempre, Idia.

-Y-ya sabes que no es nada, Yuzird-dijo Idia poniéndose roja.

-¿Pasa algo?

-Ah, no, nada. Esta es la primera vez que nos vemos desde que le dije que en el enfrentamiento contra Pierce estaba enamorada de él –pensó Idia desconcertada- No sé cómo comportarme, y ni si él querrá decirme algo o no

-¿Y Blaria?-cortó sus pensamientos Kaius.

-Esto, pues…

-Idia la habrá vencido-contestó Yuzét en su lugar-. Me ayudó a liberar a los espíritus, al fin y al cabo.

-¡Ah, pero no me delates! Aunque había venido aquí a decirlo…

-¿Ha vencido a Blaria?-se sorprendió Yao-. Aun es joven y algo inexperta, pero tiene un gran potencial.

-¿El Humíritu ha escapado? Tch, esto no puede quedar impune-dijo Rogull, que le sabía más mal haber perdido al Humíritu que al resto de espíritus.

-Yuzird y sus amigos son poderosos-pensó Kaius-. Goyomon consiguió vencer a Yao, aunque fuese por poco. E Idia y Yuzét a Rogull y Blaria.

-Bueno, hay que aprender a convivir con nuestras diferencias si queremos que esto siga adelante-dijo Yuzird-. Supongo que de paso, esto habrá servido para comprobar que somos tan capaces como tus mejores hombres, Kaius. Este asunto probablemente se volverá peligroso, así que cuanto más aliados poderosos tengamos mejor, ¿no? Por cierto, ¿dónde está Estela? Aunque te hayas convertido en rey, creía que ella seguiría estando por aquí. Ya sabes, es muy responsable y tal.

Kaius frunció el ceño al escuchar a Yuzird.

-Te reto a un duelo, Yuzird Tercero.

-¡¿Qué?!-se sorprendieron los demás.

-Si es por lo del laboratorio, ya he dicho que no deberíamos tomárnoslo tan a pecho, hombre. Ahora mismo es más importante centrarnos en los que intentan robar la Joya de la Tierra.

-No es por lo del laboratorio. Pero quiero enfrentarme a ti igualmente.

En un principio Yuzird se quedó callado. No esperaba que Kaius le desafiara a un duelo así porque sí, y no parecía que fuese por el tema de laboratorio. Aun así...

-Está bien-sonrió Yuzird-, acepto. Hace bastante tiempo que nos vemos, así que será divertido.

-¿Yuzird y Kaius van a enfrentarse?-dijo Goyomon.

-Este duelo puede ser bastante interesante-se ajustó el sombrero el pistolero, sonriendo.

-A mí me parece una pérdida de tiempo-comentó Fuyiko-. Aunque nos servirá para comprobar el nivel de Kaius.

-Seguro que el tío Yuzird ganará-dijo Ere.

-Yo no estaría tan seguro-le comentó Noar, que estaba en su forma de gato, a los pies de la niña-. Ese Kaius… No sé lo que es, pero siento algo especial en él.

-¡¿Eh?!

-Yuzird y Kaius, parece como si tuvieran asuntos sin resolver en el pasado-dijo Idia.

-Así es, ellos se conocieron hace tiempo-le confirmó Yao.

Los presentes dejaron espacio para que se realizara el duelo. Yuzird estaba preparando su duel-disk, al igual que Kaius. Ambos eran duel-disk que no dependían para nada de la energía de los espíritus. Yuzét se acercó al Tercero.

-Yuzird, si esto es por lo de que he liberado a los espíritus del laboratorio, no tienes por qué luchar por mí. Puedo enfrentarme yo a él.

-Tranquila, diría que no quiere enfrentarse a mí por eso. Ya nos conocíamos de antes, así que…

-Vas a luchar tú. Está bien, pero deja de que te proporciones más monstruos Dominantes. En el tiempo que has estado fuera, he creado más-dijo alzando la mano hacia el duel-disk de Yuzird. Algunas cartas se introdujeron de ella al Extra deck de Yuzird-. Ya está.

-Bien, gracias, Yuzét.

-¿Estás listo?-le preguntó Kaius. Su semblante le hacía parecer bastante peligroso.

-Siempre estoy listo.

-¡¡Duelo!!

Yuzird 4000 lp
Kaius 4000 lp
-Ya empieza…-comentó Idia.

-Yo inicio el duelo. Invoco al Hombre Pájaro de la Hoja (1600/1200). Pongo una carta boca abajo y termino mi turno.

-Te advierto que no pienso contenerme, Yuzird.

-Ni yo espero que lo hagas.

-Bien, entonces invoco de modo normal a Dragonic Samurai (1600/1000). Al invocarse de modo normal, puedo mandar un monstruo de Tierra de mi deck al cementerio para invocar un Token (0/0). Y activo el efecto del monstruo que he mandado al cementerio, el Tanque de Cobre. Si controlo un Token, puede invocarse de modo especial desde el el cementerio (500/1200).

-Tienes tres monstros en el campo-comentó Idia.

-Yuzird, te informo de que el Tanque de Cobre es un monstruo Constructor.

-¿Qué? No me digas que tú…

-¡Tanque de Cobre, crea que tu dominio junto a Dragonic Samurai y el Token! ¡Invocación Dominante de Tamaño 3! ¡Dragonic Master of Magic Blade (2800/2400)!

-¡Ha invocado un monstruo de Tamaño 3 gastando sola una carta de su mano!-se sorprendió Ere.

-Kaius es bueno… Y antes no tenía esas cartas-mencionó Goyomon.

-Si has invocado un monstruo Dominante, significa eso que te apoya un espíritu, ¿Kaius?-le preguntó Yuzird.

-Pero él dice que no quiere depender de los espíritus.

-¿No quiere depender de los espíritus? Algo habrá pasado desde la última vez que me fui-pensó el ladrón, sorprendiendole esa revelación.

-No me apoya ningún espíritu ni estoy vinculado con ninguno-respondió Kaius-. Pero gracias a nuestra tecnología, hemos conseguido descifrar la energía espiritual que contiene la información de las cartas. Simplemente extraemos esa información y fabricamos las cartas.

-Es decir, que decodifican la información espiritual…

-Y entonces creas las cartas sin necesidad de usar ningún espíritu.

-Así es.

-Al descifrar la energía espiritual, habrá extraído la información de los monstruos dominantes, por lo que puede tenerlos incluso sin un espíritu que se los otorgue-concluyó Noar.

-Nuestros decks han sido creados directamente de información obtenida de la Joya de la Tierra-mencionó Yao.

-Pero solo Kaius se atrevió a centrarse en los monstruos Dominantes-continuo explicando Rogull-. Nosotros preferimos centrarnos en métodos de invocación que conocíamos o se nos daban mejor.

-Kaius ha decidido especializarse en los monstruos Dominantes… Es como si dijera que puede lograr lo mismo que los espíritus por sí solo. Es algo pretencioso-sonrió Fuyiko-. ¿Es esa la evolución de la humanidad que quiere demostrar?

-En cualquier caso, ahora Yuzird se enfrenta a un monstruo con 2800…-dijo Yigen.

-Aún no he terminado de invocar monstruos. Activo la carta mágica continua Bendición de la Tierra. Hago una invocación normal adicional de un monstruo de Tierra. Invoco a Territory Defender (1000/1000). Esta carta gana 500 de ataque por el Tamaño total de los monstruos en el campo.

-¡¿Qué?!

-Tengo un Tamaño 3, de modo que su ataque aumenta hasta los 2500. ¡Paso a la batalla! ¡Territory Defender, ataca al Hombre Pájaro de la Hoja!

El monstruo de Yuzird fue destruido.

Yuzird 3100 lp
-¡Pero ahora activo el efecto este monstruo! ¡Cómo has destruido a un monstruo Bestia Alada, puedo invocar de modo especial al Fénix Guardian desde mi mano, en defensa (0/2100)! Y el Hombre pájaro de la Joya niega el efecto del monstruo contra el que batalla. Tu monstruo se volverá a quedar con 1000 de ataque.

-La Bendición de la Tierra previene que mis monstruos de Tierra vean sus efectos negados.

-¿Cómo?

-¡Dragonic Master of Magic Blade, ataca al Fénix Guardian!-el monstruo de Kaius acabó con el fénix de Yuzird, lo cual disparó su efecto-. ¡Cuando mi monstruo destruye un monstruo en batalla, puedo invocar de modo especial desde mi deck un monstruo de Tierra cuyo nivel sea igual o menor al del monstruo destruido! ¡Invoco a Prime Material Raptor (1900/1300)! ¡Ataca a Yuzird directamente!

-¡Activo mi trampa! ¡Reunion de las Aves! ¡Invoco un monstruo Bestia Alada de nivel 4 o menor del deck, pero será destruido al final del próximo turno! ¡Ven, Espíritu de la Arpía (100/1000)!

-Lo destruyo con el Prime Material Raptor. Con eso termino mi turno.

-Kaius ha atacado con todo, pero Yuzird ha conseguido protegerse de todos los ataques-comentó Yigen.

-Aun así, Kaius parece muy bueno-dijo Idia.

-Por supuesto, es más poderoso que las Bestias de Rasugaria-expresó Yao-. Por eso es el rey.

-Pero el tío conseguirá sobreponerse, ya lo veréis.

-Buf, ha sido un asalto potente, pero ahora me toca a mí. Robo carta. Yo también invoco monstruos Dominantes, Kaius.

-Lo sé.

-Bien, porque te lo voy a mostrar. Invoco a la Arpía Ingeniera (1400/1300). Al invocarla de modo normal, se activa el efecto del Espíritu de la Arpía, que regresa a la mano. Y ahora activo el efecto de Arpía Ingeniera, que me permite invocar de modo especial al Espíritu de la Arpía (100/1000).

-Ambos son monstruos Constructores-informó Yuzét.

-¡Realizo una invocación Dominante con mis dos monstruos! ¡Ven, Cíber Arpía del Cielo Nocturno (1800/1500)! Y activo su efecto. Cambio el tipo de todos los monstruos en el campo a Bestias Aladas. Y los monstruos afectados verán sus efectos negados, y ella ganará 300 de ataque por cada uno de ellos.

-Desafortunadamente para ti, la Bendición de la Tierra impide que niegues los efectos de mis monstruos, por lo que el ataque de mi Territory Defender no solo se mantendrá, sino que aumenta en 1000 porque tienes un dominante de Tamaño 2 (3500).También impide que actives cartas en respuesta a sus invocaciones.

-Aun así, cómo han cambiado el tipo de 3 monstruos, ella gana 900 de ataque (2700).

-Aun es más débil que mi Dragonic Master of Magic Blade. Y Prime Material raptor no puede ser atacado si controlo otro monstruo de Tierra.

-Lo sé, pero por eso activo la Caza Aérea. Si un monstruo Bestia Alada batalla contra un monstruo de menor nivel que el suyo este turno, gana 1000 puntos de ataque y robo una carta si destruye a ese monstruo. Al menos destruiré a Territory Defender. ¡Cíber Arpía Nocturna, ataca! ¡Durante el cálculo de daño de esta batalla tiene 3700! ¡Vuelo Grácil!

Kaius 3800 lp
-El ataque de mi monstruo ahora vuelve a la normalidad, pero por el efecto de mi Caza Aérea robo una carta. Pongo dos cartas tapadas y termino mi turno.

-De momento, como era de esperar, Kaius lleva ventaja-afirmó Rogull.

-Me toca. Invoco a Command Sniper (1700/1000), y activo su efecto. Tu Cíber Arpía pierde 300 de ataque por cada monstruo de Tierra que controle. ¡Esos son 900 puntos menos para tu monstruo!

-Entonces vuelve a estar como al principio (1800)…

-¡Adelante, Prime Material Raptor, ataca a la Cíber arpía del Cielo Nocturno!

-Si destruye a la Arpía del Cielo Nocturno, a Kaius aún le quedarán dos monstruos con los que atacar-mencionó Goyomon.

-Oh, no, ¿el tío va a perder?-se sorprendió Ere.

-¡No tan rápido, Kaius! ¡Activo mi trampa, Block and Summon! Esta carta niega el ataque y me permite realizar una invocación normal. Así que sacrifico a la Cíber Arpía del Cielo Nocturno e invoco a mi monstruo favorito. ¡Freedom Falcon (2500/1500)!

Solamente por un instante, Kaius esbozó una leve sonrisa.

-Sí, eres escurridizo. Siempre lo has sido.

-Soy un ladrón, no tengo más remedio que serlo-sonrió Yuzird.

-Ese monstruo me recuerda a cuando viniste a Rasugaria por primera vez-empezó a recordar Kaius.



-Esta guerra con los eterienses se está alargando ya demasiado-comentaba Rogull, que iba armado con armas que funcionaban con energía espiritual.

Con quien hablaba Rogull era con Kaius. Ambos regresaban de un combate, junto a más hombres.

-Atacan sin compasión, pero no te preocupes, Rogull, protegeremos a Estela y a la Joya de la Tierra-dijo Kaius.

De vuelta al castillo principal, Kaius accedió a la sala del trono para dar informe de la situación a la joven reina Estela. Sin embargo, lo que encontró no fue lo esperado. Allí vio a un hombre que observaba con detenimiento la Joya de la Tierra. Estela, una joven de cabello corto y rosa, vestida de blanco, estaba en el trono aparentemente inconsciente.

-Así que esta es la Joya de la Tierra. Je, je, mi hermano solo ha conseguido hacerse con la Joya del Agua. Aunque mi intención solo era ver que tesoros habían aquí, ya verás que cara pone cuando se entere de que yo me he hecho con una, cuando se supone que es su objetivo.

-¡¿Quien anda ahí?!-exclamó entonces Kaius-. ¡¿Y qué le has hecho a Estela?!

-Vaya, ¿me han pillado?-dijo dándose la vuelta- Soy el Tercero.





El Capítulo 41 será: El grito de la tierra: Life Howl Dragon
 

Jake Xtorm

El Duelista Errante
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Ok, 1 de Diciembre, vamos a por la review que tenemos muchos comeback.

Bueno, pues tras el doble duelo de Yuzet y el Brosman, volvemos con el grupo para enterarnos un poco de qué va la cosa con Rogull y cia.
s cierto que en Rasugaria la mayoría de espíritus pueden vivir en libertad, pero aun así experimentáis con algunos para fabricar vuestra tecnología. Puede que sean pocos, pero aun así no pienso consentirlo-respondió Yuzét, que aguantaba le aguantaba la mirada a Kaius.

-Demasiado sentimentalismo por parte de Yuzét-comentó Fuyiko.

-Así que lo has hecho para proteger a los espíritus.

-Así es.

-¿Y si yo te dijera que todas nuestras investigaciones se basan en proteger a los humanos? ¿No sería mi punto de vista igual de bueno que el tuyo?
ok ok, ya estoy viendo como va a acabar la cosa, mientras el plan de Rogull no sea el del presidente Rose y no libere a una especie de titán durmiente imparable, todo estará bien.
La cosa iría a mas....
-¡Ey, ya estoy aquí!

Instintivamente, todos centraron su atención hacia la persona que había dicho eso. Se trataba nada más y nada menso del ladrón favorito de todos.
Si no fuera porque Yuzird tenía ganas de aparecer XD
¡Yuuuzird!-se lanzó encima de él Fuyiko para abrazarlo-. Yo sí te he echado de menos. ¿Y tú a mí?

-¡Por supuesto, Fuyiko-chan!-le respondió Yuzird, al que instintivamente se le iba a mirada hacia los grandes pechos de la mujer.
Planchabragas.
De todos modos, con una rápida negociación de términos, los dos bandos se ponen de acuerdo para iniciar su operación.
Kaius frunció el ceño al escuchar a Yuzird.

-Te reto a un duelo, Yuzird Tercero.
Solo que alguien tenía que lanzar el reto por qué... pues porque no sería un Yugioh XD
-No me apoya ningún espíritu ni estoy vinculado con ninguno-respondió Kaius-. Pero gracias a nuestra tecnología, hemos conseguido descifrar la energía espiritual que contiene la información de las cartas. Simplemente extraemos esa información y fabricamos las cartas.
En resumidas cuentas: es una copia artificial y ya sabemos que suele suceder con las copias y los originales.
-¡¿Quien anda ahí?!-exclamó entonces Kaius-. ¡¿Y qué le has hecho a Estela?!

-Vaya, ¿me han pillado?-dijo dándose la vuelta- Soy el Tercero.
Eh, ¿Tenemos un lío de faldas por aquí? XD
 

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Capítulo 41

El grito de la tierra: Life Howl Dragon








Kaius había descubierto al Tercero intentando robar la Joya de la Tierra. Furioso por pensar que le había hecho daño a la princesa de Rasugaria, Estela, inició un duelo para detenerlo.

-Sacrifico al Hombre Pájaro de la Hoja e invoco a Freedom Falcon. ¡Adelante, ataca a su monstruo!

-¡Activo mi trampa, Negar Ataques!-bloqueó el ataque Kaius.

-Vaya, eres bueno.

-Tú también, pero pagarás por lo que le has hecho a Estela-expresó furioso.

En ese momento, la joven recuperó el conocimiento.

-Ah, ¿qué ha pasado?-preguntó algo confusa.

-¡Estela!-exclamó Kaius al darse cuenta de que había recobrado el sentido-. ¿Te encuentras bien? ¿Te ha hecho daño ese ladrón?

-¿Eh? ¿El ladrón? Ah, es verdad, vi que alguien entraba y me desmayé del susto-dijo algo apenada-. Se supone que habías rechazado a las fuerzas Eterienses.

-¿Te desmayaste? ¿Entonces no te ha atacado?

-Por supuesto que no-respondió Yuzird haciéndose el ofendido-. Soy un caballero al final y al cabo.

-Pero aun así intentabas robar la Joya de la Tierra. ¿Te envían los Eterienses?-le preguntó Kaius, aun dispuesto a combatir.

-Es verdad, ¿quién eres tú exactamente?

-Yuzird el Tercero. Voy a convertirme en el mejor ladrón del mundo.

-¿Un ladrón? ¿Y has conseguido entrar hasta aquí tú solo?

-Bueno, tengo algunos compañeros que me ayudan.

-Kaius, baja el duel-disk, tengo algo que proponerle a este hombre.

-¿Qué?

-Yuzird el Tercero, ¿nos ayudarías en nuestra guerra contra Eteria?




Yuzird 3100 lp
Kaius 3800 lp
-¡Puedes que hayas invocado a Freedom Falcon (2500), Yuzird, pero es más débil que mi Dragonic Master of Magic Blade (2800)! ¡Atácale!-le ordenó Kaius a su monstruo- ¡Magic Dragon Slash!

-¡Activo mi otra trampa, las Plumas Plateadas! ¡Esto protege a Freedom Falcon de ser destruido dos veces por turno!

-Pero aun así recibes daño.

Yuzird 2800 lp
-Yuzird ha conseguido mantener a salvo a Freedom Falcon-dijo Goyomon.

-Y los otros monstruos de Kaius, Prime Material Raptor (1900) ya ha atacado y Command Sniper no tiene ataque suficiente como para causarle daño a Freedom Falcon-resaltó Yigen.

-Pero el rey Kaius es quien domina el duelo de momento-comentó Yao.

-Quizá no por mucho tiempo. Yuzird tiene a Freedom Falcon en juego-mencionó Fuyiko sonriendo.

-Sí, se podría decir que de momento el duelo está igualado-dijo Idia.

-Pero seguro que el tío Yuzird gana.

-Yo no estaría tan seguro-dijo Noar-. Noto algo extraño en Kaius.

-Está bien, Yuzird, has conseguido sobrevivir a este turno. Te aplastaré en el siguiente-dijo el rey con un tono de resentimiento. Termino mi turno.

-Vaya, pareces enfadado. No sé qué es aquello tan malo que te hice. Que yo recuerde, os ayudé.

-La razón por la que Kaius siente resentimiento hacia Yuzird es…-pensaba Rogull.

-Vamos, Yuzird, ahora es tu turno-le dijo Yuzét.

-Lo sé. ¡Robo carta! He robado a Black Jet Crowman, así que por el efecto de Freedom Falcon robo una carta más. ¡Y cuando robo cartas, tus monstruos pierden 400 de ataque por cada una de ellas! ¡Pierden 800 puntos! ¡Freedom Tornado!

El ataque de Dragonic Master of Magic Blade (2000); Prime Material Raptor (1100); Command Sniper (900).

-Invoco de modo normal a Black Jet Crowman (1600/1200). ¡Adelante, Freedom Falcon, ataca a Dragonic Master of Magic Blade! ¡Freedom Claw!

-¡Por el efecto de Command Sniper, puede destruirse en lugar de un monstruo de Tierra! ¡Ugh!

Kaius 3300 lp
-¿Ha protegido a su monstruo Dominante? Entonces quizá planee invocar otro el siguiente turno para activar un efecto que depende los Dominios-indicó Yuzét.

-Entonces no se lo permitiré. ¡Black Jet Crowman, ataca directamente por tu efecto! El daño que causa de este modo se reduce a la mitad.

-¡Tch...!

Kaius 2500 lp
-¡Y por el segundo efecto de Black Jet Crowman, al infligir daño me permite robar una carta, y si es un monstruo Bestia Alada, puedo sacrificarlo para invocarlo! Es la Arpía de la Aurora. ¡Encadeno el efecto de Freedom Falcon, si robo una monstruo Bestia alada, robo una carta más! ¡Ahora tus monstruos pierden 800 puntos más de ataque!

Dragonic Master of Magic Blade (1200); Prime Material Raptor (300)

-¡Y sacrifico a Black Jet Crowman para invocar a la Arpía de la Aurora (2200/1600)! ¡Ataca a Dragonic Master of Magic Blade! ¡Aurora Storm!

-¡Argh!

Kaius 1500 lp
-La Aurora de la Arpía se equipa al monstruo destruido, y gana 600 puntos de ataque (2800). Ahora da igual para que planearas hacer sobrevivir a tu monstruo, lo tengo yo equipado. Pongo una carta tapada y termino mi turno.

-Me toca-robó carta Kaius- Activo el Terremoto Desastroso. Remuevo un monstruo de Tierra en mi cementerio y cambio la posición de batalla de un monstruo que controles. Si lo hago, ese monstruo pierde ataque y defensa iguales al del monstruo que remuevo del juego. Removeré del juego a Command Sniper.

-En ese caso activo el efecto de la Arpía de la Aurora. Si es seleccionada como objetivo de una carta, mando al cementerio al monstruo equipado (2200), niego ese efecto y te ocasiono 600 puntos de daño.

Kaius 900 lp
-Ha conseguido que mandemos al cementerio a su Dragonic Master.

-Pero al menos hemos reducido bastante su vida.

-Si controlo un monstruo de Tierra, puedo invocar de modo especial a Giant Boar (1300/1300). Es un monstruo Constructor, así que lo uso para realizar una invocación Dominante junto a Prime Material Raptor. ¡Aparece, León de Guerra Desatado (2300/2100)! Y por el efecto de Prime Material Raptor, si es usado como monstruo material de Dominio para un monstruo Dominante de Tierra, puedo revivir un monstruo de Tierra de mi cementerio. ¡Regresa, Dragonic Master of Magic Blade (2800/2400)!

-Lo ha conseguido…-frunció el ceño Yuzét-. Ha conseguido reunir dos monstruos Dominantes.

-Por supuesto, es Kaius de quien estamos hablando, al fin y al cabo-sonrió Yuzird.

-Activo la carta mágica continua, Nutrición Terrestre-prosiguió Kaius con su jugada-. Una vez por turno, gano 200 puntos de vida por cada monstruo de Tierra que controle…

Kaius 1300 lp
-Y luego, todos mis monstruos ganan ataque igual a la vida que he ganado.

-Es decir, todos sus monstruos ganarán 400 puntos de ataque-dijo Goyomon.

-¡Eso deja el ataque de Dragonic Master en 3200 y el del León de Guerra Desatado en 2700!

-Ambos monstruos superan a los dos de Yuzird…-dijo Idia.

-Pero Freedom Falcon puede sobrevivir debido a que tiene equipado las Plumas Plateadas. Luego, por su efecto, reducirá el ataque de los monstruos de Kaius, ¿no?-preguntó Ere.

-Si tengo 2 o más Dominio, el León de Guerra puede atacar dos veces por turno-reveló Kaius.

-Eso quiere decir que Freedom Falcon terminará por ser destruido-mencionó Rogull.

-¡Ataca tu primero, Dragonic Master! ¡Magic Dragon Slash!

-En tal caso me veo obligado a activar mi carta tapada, ¡el Tornado Catastrófico! ¡Descarto un monstruo Bestia Alada y devuelvo todos los monstruos que controles a la mano!

-¡Bien, con eso Yuzird ganará el siguiente turno!-exclamó Idia.

-Si tengo 3 o más Dominios, Dragon Master impide que mis monstruos de Tierra sean afectados por efectos de cartas que no los designen como objetivo-explicó Kaius.

-¡¿Cómo?!-se sorprendió Yuzird.

-Eso incluso lo protege del efecto de Freedom Falcon…-mencionó Yuzét, también impresionada.

-¡Mis monstruos pasan a través de tu tornado! ¡Magic Dragon Slash!

-¡Ugh!

Yuzird 1800 lp
-Tu Plumas Plateadas protegen a tu monstruo de ser destruido dos veces por turno. ¡León de Guerra Desatado, atácale tú ahora!

-¡Ugh!

Yuzird 1600 lp
-¡Y ahora gasta tu segundo ataque! ¡Zarpazo Brutal!

Finalmente, Freedom Falcon terminó siendo destruido.

-¡Agh!

Yuzird 1400 lp
-Si el León de Guerra Desatado destruye un monstruo en batalla, gano vida igual a su ataque-dijo Kaius.

Kaius 3800 lp
-¡Yuzird!-gritaron Ere e Idia preocupadas.

-Tch, Kaius le ha dado la vuelta al duelo-dijo Yuzét.-¿Por casualidad no será más mejor que tú, Yuzird?

-A decir verdad, ninguno de mis enfrentamientos con Kaius tuvo conclusión en el pasado, así que no sabría decirte. Y ahora también usa monstruos Dominantes, así que es aún más fuerte. Pero justo eso es lo que hace que este duelo sea divertido. Nadie sabe quién puede ganar.

-¡Oye, Yuzird!-le llamó la atención Yigen-. ¿Vas a dejar que Kaius te gane? Yo creía que tú eras el maestro de los monstruos Dominantes.

-No, en realidad Kaius empezó a usarlos antes que Yuzird. Está más experimentado-dijo Rogull.

-Pero para nosotros ha sido Yuzird quien nos los ha mostrado-dijo Idia.

-Sí, el tío Yuzird es el verdadero maestro de los monstruos Dominantes. ¡Vamos, tío! ¡Realiza una invocación Dominante y gana a Kaius!

-Parece que reclaman que invoques un monstruo Dominante-sonrió Yuzét-. ¿Por qué no invocas uno de los nuevos que te he dado antes de iniciar el duelo?

-Sí, ¿por qué no? Así me iré familiarizando con ellos. ¿Lo has oído, Kaius? Voy a invocar a un nuevo monstruo Dominante.Al destruir a un monstruo Bestia alada, el Fénix Guardian revive (0/2100).

-Bien, entonces ven, Yuzird.

-¡Mi turno, pues! ¡Robo carta! Activo el Santuario de las Aves, y luego activo el Nido de Joyas, por lo que mando al Fénix para robar 2 cartas. Ahora invoco a Griffin Aini, la Llama de la Esperanza (1200/800). Al invocarse de modo normal, me permite revivir un monstruo bestia alada, que verá sus efectos negados y no podrá atacar. Revive, Arpía del Amanecer(1000/1000).

-Debe de ser el monstruo que descartó con el Tornado Catastrófico-dedujo Yao.

-¡Griffin Aini, construye tu dominio junto al Hombre Pájaro de la Hoja y la Arpía de la Aurora! ¡Invocación Dominante de Tamaño 3! ¡Garuda, Caballero Dorado del Cielo (2700/2300)!

-¡Ah, es un nuevo monstruo Dominante de Tamaño 3!-esbozó una sonrisa Ere.

-No es más fuerte que ninguno de mis monstruos…

-Aún-dijo entonces Yuzird-. Como he usado a la Arpía del Amanecer como material de Dominio, disminuyo el ataque del León de la Guerra Desatado en 500 puntos (2200). Como este efecto selecciona, le afecta. Y tambien activo el efecto de Garuda, el Caballero Dorado del Cielo. Selecciono un monstruo en tu campo y lo cambio a posición de defensa. Esta vez elijo a Dragonic Master (2400).

-Ahora Garuda puede destruir a cualquier de sus monstruos-sonrió Fuyiko-. Además, Yuzird ha cambiado a usar efectos que seleccionen, porque los otros no funcionaban.

-Mi Santuario de las Aves ha acumulado 3 contadores, puesto que he invocado 3 monstruos. ¡Gasto los 3 para que mi monstruo pueda atacar a todos los tuyos durante este turno!

-¡Bien! ¡Yuzird podrá destruir a ambos monstruos!-se alegró Idia.

Kaius solamente miraba fijamente a Yuzird sin decir nada.

-¡Adelante, Garuda! ¡Primero ataca a Dragonic Master! Si Garuda ataca a un monstruo en defensa, te inflige doble daño de penetración. ¡Golden Spear!

-¡Ugh!

Kaius 3200 lp
-Y ahora, ataca a de nuevo, esta vez al León de la Guerra Desatado.

El león de Kaius fue atravesado por la lanza de Garuda, y finalmente fue destruido.

Kaius 2700 lp
-Termino mi turno-sonrió Yuzird.

-Reconozco que lo has hecho bien, Yuzird. Has conseguido destruir a mis dos monstruos Dominantes.

-Ju, ju, por supuesto. ¿Quién es el verdadero maestro de los monstruos Dominantes ahora? Garuda se ha quedado con tres de tus zonas al destruir a tus monstruos Dominantes.

-Je, y todo gracias a mi instrucción durante este tiempo-añadió Yuzét.

-Te informo que al principio de mi turno, Garuda gana 100 de ataque por cada Dominio que tenga.

-Veo que no seré capaz de derrotarte sin usar a mi mejor monstruo.

-¿Aun tiene un monstruo más poderoso?

-Prepárate, Yuzird. Sentirás mi resentimiento.

-Como imaginaba, Kaius está enfadado conmigo-pensó Yuzird-. Aunque desconozco el motivo. En el pasado luchemos juntos.

-¡Es mi turno, robo carta! ¡Primero de todo activo la Reconquista! Esta carta me permite volver a usar las zonas que me has conquistado, por lo que tu monstruo pierde 3 Dominios. Luego, puedo aumentar el ataque de un monstruo en 500, más otros 500 por cada Dominio que hayas perdido.

-Sin embargo, como el rey no tiene ningún monstruo, no aplicará ese efecto-dijo Yao.

-¡Activo la carta mágica Legado del Rey! Removiendo un monstruo Dominante del cementerio, invoco tantos tokens como Tamaño tenga. Destierro a Dragonic Master of Magic Blade, de Tamaño 3, por lo que tres Tokens aparecen en mi campo (0/0). Luego, como tengo un token en el campo, puedo incoar de modo especial desde mi cementerio al Tanque de Cobre (500/1200).

-Ya viene-mencionó Rogull, con gesto serio-. El monstruo más poderoso de Kaius. Sé que le guarda resentimiento a Yuzird, pero no pensé que llegaría a usarlo.

-Kaius tiene 4 monstruos, y uno de ellos es un monstruo Constructor-le comentaba Yuzird a Yuzét-. ¿Estás pensando lo mismo que yo, Yuzét?

-Me temó que sí… Va a realizar una invocación Dominante de Tamaño 4-respondió con cierto temor.

-¡¿Qué?! ¿De tamaño 4?-se sorprendió Yigen-. Aún no hemos visto a ningún Dominante que alcance ese Tamaño.

-Si es verdad, debe de ser un monstruo muy poderoso-frunció el ceño Goyomon.

En ese momento, la Joya de la Tierra empezó a brillar y un aura amarilla rodeó a Kaius.

-¡Ya lo entiendo!-exclamó entonces Noar.

-¿Eh? ¿Qué pasa, Noar?-le preguntó Ere.

-Aquello extraño que sentía en Kaius... ¡Es que tiene bajo su control al gran espíritu de la Joya de la Tierra!

-¡¿Quieres decir que el monstruo Dominante es la reencarnación del espíritu de la Joya de la Tierra?!-le preguntó Yuzét.

-Eso me temo…

-Por eso el monstruo Dominante que va a invocar es de Tamaño 4-comprendió Yuzét-. Porqué representa el poder de la Joya de la Tierra… ¿Pero cómo es posible que Kaius puede contener un poder así? Incluso Pierce, un Humíritu, se volvía loco tras absorber una porción del poder de la Joya del Viento. Además, Kaius, creía que dijiste que no usabas no extraías los poderes de los espíritus para tu propio bien.

-Y no lo hago-contestó el rey de Rasugaria-. Pero esta carta me aceptó a mí.

-¿La carta te aceptó?

-¡Tanque de Cobre, construye el dominio supremo con los tres tokens! ¡Que tu estruendoso rugido ensordezca el poder de tus enemigos! ¡Surge de las profundidades terrestres y prestame tu fuerza! ¡Invocación Dominante de Tamaño 4! ¡Haz temblar la tierra, Life Howl Dragon!

Todos los presentes vieron como si el terreno cambiase, como si se hubiera activado una carta de campo. De repente estaban en una zona extensa y rocosa. A través de las piedras, emergió del suelo un gran dragón amarillo, que no hubiera cabido en la sala del trono (3000/2500).

-¿Dónde estamos?-preguntó Fuyiko.

-Es como si se hubiera activado una carta de campo-dijo Idia.

-Con su poder, Life Howl Dragon nos ha transportado subconscientemente a su territorio-dijo Kaius-. En realidad esto solo está en nuestras mentes, pero lo vemos porque es lo que representa para nosotros. Es el rey de la tierra.

-Tamaño 4 y 3000 puntos de ataque-lo observaba el Tercero emocionado-. Probablemente tenga efectos poderosos.

-Sí, su ataque no dista demasiado de algunos Dominantes de Tamaño 3, así que sin duda sus mayores puntos fuertes serán sus efectos-se mostró de acuerdo Yuzét.

-Además, al ser Tamaño 4, solo puedes usar una zona de monstruos más. Probablemente su efecto le ayude a superar esa debilidad-intuyó Noar.

-Tengo Bat Kuriboh en la mano. Podré detener su ataque-pensó el ladrón.

-¡Life Howl Dragon activa su efecto al ser invocado! ¡Me permite revivir a un monstruo del cementerio, excepto a un monstruo Constructor!-explicó Kaius.

-¿Cómo? ¿A cualquiera?-se sorprendió Yuzird.

-¡Aullido de la Vida!-exclamó Kaius a la vez que su dragón empezaba a rugir.

De toda la zona rocosa empezó a salir vegetación a medida que le alcanzaba las vibraciones del grito del dragón. Estaba creando vida.

-Es hermoso…-dijo Ere, quedándose boquiabierta ante lo que estaba viendo.

-¡Renaceré a Territory Defender (1000/1000)!-salió de una flor que había emergido del frito de Life Howl Dragon.

-Justo ese monstruo no…-se alarmó Yuzét.

-Veo que recordáis su efecto. Gana 500 puntos de ataque por los tamaños totales de los monstruos en el campo.

-¡Es un monstruo que va perfecto con un Dominante de Tamaño 4!-expresó Noar- Además, Life Howl Dragon, lo revive al instante.

-Y por si fuera poco, Yuzird tiene ahora mismo a Garuda, el Caballero Dorado de los Cielos, un monstruo Dominante de Tamaño 3-indicó Yigen.

-¡El ataque de Territory Defender aumenta en 3500 puntos (4500)! Y por el efecto de Nutrición Terrestre, gano 200 de vida por cada monstruo de Tierra que controle.

Kaius 3100 lp
-Y mis monstruos ganan ataque igual a la cantidad de vida ganada. ¡Aumentad vuestra fuerza, Life Howl Dragon (3400) y Territory Defender (4900)!

-¡Ahora Yuzird está en grave peligro!-exclamó Idia.

-Ha sido invocar a Life Howl Dragon y Kaius ha recuperado toda la ventaja-asintió orgulloso Rogull.

-¡Adelante, Territory Defender! ¡Acaba con Garuda y con el duelo!

-¡Yuzird, si ese ataque te da perderás!-le avisó Yuzét.

-¡Lo sé! ¡Activo el efecto de Bat Kuriboh desde mi mano! ¡Lo invoco en defensa y cancelo el ataque (300/200)!

-¡Kurii!

-Bien, el tío se ha salvado del ataque-suspiró Ere.

-Pero a Kaius aún le queda el ataque de Life Howl Dragon-indicó Noar.

-¡Life Howl Dragon, es tu turno, ataca a Garuda! ¡Sonic Roar Stream!

Life Howl Dragon emitió un potente rugido, cuyas ondas de sonido destrozaban todo a su paso, aunque fueran montañas. Los espectadores tuvieron que taparse los oídos. Una de las potentes ondas sónicas alcanzó a Garuda y lo destruyó.

-¡Agh!

Yuzird 700 lp
-Yuzird, ¿estás bien?-Yuzét le hizo la pregunta varias veces. Hasta que no pasaron unos segundos, nadie era capaz de escuchar nada, ni siquiera lo que ellos decían.

-Esto… Sí…En realidad Kaius se está conteniendo. Pese a que esos duel disk tienen una solid vision más avanzada, Kaius ha decidido no materializar ningún ataque contra mí hasta ahora.

-Yuzird podría haber usado el efecto de Bat Kuriboh para realizar una invocación Dominante en el turno, pero no la ha hecho-mencionó Fuyiko.

-Eso quiere decir que Yuzird apuesta por buscar una invocación dominante de Tamaño 3-dijo Goyomon.

-¡Ya lo entiendo! ¡Las Conquistadoras Aladas!-exclamó entonces Ere-. Con ellas pudo vencer hasta a Pierce.

-Life Howl Dragon se apodera de los Dominios de Garuda, dejándote solo 3 zonas disponibles con las que invocar monstruos-indicó Kaius.

-Con tres tengo suficientes-sonrió Yuzird, emocionado de hacer frente a la encarnación del espíritu de la Joya de la Tierra-. Como has destruido a un monstruo bestia alada, El Fénix Guardián revive (0/2100).

-Hum… Al desaparecer Garuda, Territory Defender pierde 1500 puntos de ataque (3400). Pongo una carta tapada-Kaius finalizó su turno colocando la última carta de su mano-. Veamos que puedes hacer frente a Life Howl Dragon, Yuzird.

-Je, superar a ese dragón es un tesoro que el Tercero no dejará que se le escape.

-¡Vamos, Yuzird!-le alentó Yuzét.

-¡Robo carta! ¡Invoco al Karateka Alado (1700/300)! ¡Bat Kuriboh, mi monstruo Cnsctructo, construye el territorio con el Fénix Guardian y el Karateka Alado! ¡Invocación Dominante de Tamaño 3! ¡Conquistadora Alada Empyrea (2500/2000)!-la grifa oscura apareció en el campo de Yuzird para hacer frente a Kaius y su dragón.

-¡Bien, con ese monstruo venció a Pierce e incluso destruyó al Volcanosaurio de Kenigata!-exclamó Idia.

-¡Activo el efecto de Empyrea! ¡Al ser invocada mediante una invocación Dominante, selecciono 2 de tus monstruos, les niego el efecto y los destruyo!-explicó Yuzird.

-La Bendición de la Tierra previene que los efectos de mis monstruos de Tierra sean negados.

-Aun así serán destruidos-sonrió Yuzird.

-No lo entiendes. ¡A lo que me refiero es a que puedo usar el otro efecto de Life Howl Dragon!-extendió la mano Kaius-. ¡Si fuera a ser destruido, puedo destruir a otro monstruo que controle en su lugar! ¡Destruiré a Territory Defender!

-¡¿Qué?!

-Y eso no es todo. Si un monstruo de mi posesión es destruido, selecciono un monstruo que controles, y pierde ataque igual al del monstruo destruido. ¡En el campo, Territory Defender tenía 3400, así que el ataque de tu monstruo cae a cero!-explicaba Kaius- ¡Aullido Intimidatorio!

-Empyrea (0)…-dijo Yuzét viendo como la grifa se encogía.

-¡En ese caso activo el efecto del Santuario de las Aves! ¡Kuriboh, el Fénix Guardian, el Karateka Alada y Empyrea! Ha acumulado 4 contadores, y gasto dos de ellos (2) para realizar otra invocación normal. Invoco al Pájaro de la Paz (0/0), un monstruo Constructor. ¡Y ahora realizo otra invocación Dominante de Tamaño 3 usando a mis dos monstruos!

-¿Una invocación Dominante de Tamaño 3 usando solo dos monstruos?-se sorprendió ligeramente Kaius.

-Sí, por el efecto de Empyrea, puede tratarse como dos monstruos para invocar a Ramia-explicó Yuzird, a la vez que el color de Empyrea iba cambiando a un plumaje blanco-. ¡Adelante, Conquistadora Alada Ramia (2500/2000)!

-Ramia…

-¡Al ser invocada mediante una invocación Dominante, selecciono y destruyo 2 cartas mágicas y trampa bocarriba! ¡Tu Bendición de la Tierra y Nutrición Terrestre son mis objetivos! ¡Vendaval Místico! ¡Y como he destruido cartas por efectos, puedo remover del cementerio al Karateka Alado para darle a Ramia 1000 puntos de ataque (3500)!

-¡Ha superado a Life Howl Dragon, aunque solo sea por 100 puntos de ataque!-se alegró Idia.

-¡Adelante, Ramia, ataca a Life Howl Dragon! ¡Conqueror Wind!

-¡No lo permitiré! ¡No dejaré que nadie destruya a Life Howl Dragon!-exclamó entonces Kaius-. ¡Activo mi trampa continua, Rey Intimidatorio! Si controlo un monstruo Dominante de Tierra, tus monstruos no pueden atacar durante el turno en que son invocados.

-¡¿Cómo?!-se sorprendió Yuzird a la vez que Ramia se detenía.

-No nos quedan más cartas en la mano-dijo Yuzét-.No podemos hacer nada más este turno…

-Kaius tampoco tiene cartas en la mano, y Ramia en estos momentos es más fuerte, pero…-analizaba la situación Yigen.

-Sí, si Kaius roba un monstruo, podrá autodestruirlo frente a Ramia, y usar el efecto de Life Howl Dragon para disminuir el ataque de Ramia-explicó Yao.

-Todo depende de si Kaius roba un monstruo o no-resumió Rogull.

-Yuzird, no permitiré que nadie dañe el legado de Estela.

-¿El legado de Estela?-se sorprendió entonces Yuzird.

-¡Mi turno, robo carta!

-¡Espera, Kaius!-le pidió Yuzird-. ¿Qué quieres decir con que Life Howl Dragon es el legado de Estela? ¿Acaso ella…?

Rogull y Yao agacharon la mirada.

-Sí, Yuzird. Estela murió-se lo confirmó Kaius-. Y todo porque nos abandonaste.

-¿Qué?

-Como imaginaba-pensó Yigen-. El no verla aquí despues tantos dias y que Kaius ahora sea el rey era algo que me lo hacía sospechar, aunque Estela siempre quiso que Kaius ostentara el trono

-No puede ser…

-Así que es por eso que Kaius está resentido con Yuzird-comprendió Fuyiko.

-¡Un momento! ¡No entiendo nada!-exclamó Ere.

-Es verdad, ¿podrías explicarnos de una vez que es lo que ocurrió en el pasado?-les pidió Idia.

Kaius miró la carta que había robado, y luego tomó su decisión.

-Está bien… Cancelemos este duelo. Voy a explicar que sucedió en el pasado-dijo Kaius mientras sostenía en su mano la carta que acababa de robar. Una carta de monstruo.






El capítulo 42 será: La guerra de Rasugaria y Eteria.
 

Jake Xtorm

El Duelista Errante
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Y otro domingo mas del Tersero.
Tras el fallido intento de robo de la joya, a Yuzird le toca pelearse con un tío que se ve que no es de muchas luces pues se cree que él ha agredido a la princesa del reino y, "como buen cabashero" Inserte voz de Layton para leer este sarcasmo se lanza a defender a la "dama".
El caso que la cosa se reduce a un toma y daca por algo de que lo Yuzird no se acuerda hasta que al genio se le prende el foco con el Howl Dragon y corta el duelo.
Y ya veremos que pasa en el próximo cap y de qué va este lío, fijo que al final Yuzird no tiene nada que ver con lo que aqueje al señorito.
 

Universal

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Bueno, aquí va el capítulo 42, que aviso que es bastante largo (quizá es como 2 caps juntos). Con este capítulo finaliza la primera parte de la parte de prologo de esta temporada para poner en conocimiento las motivacions de Kaius y los demás, y presentar la guerra contra Eteria. Los siguientes caps ya serán de ver quien es quien ahora quiere hacerse con la Joya de la Tierra, pero como con este cap termina la primera parte de esta temporada, creo que estaré 2 semanas o 3 sin poner capítulos. Además, como el cap es más largo de lo normal, puede ser conveniente.



Capítulo 42

La guerra de Rasugaria y Eteria







Tal y como habían acordado, el duelo entre el Tercero y Kaius se detuvo. El rey de Rasugaria empezó a contar la historia, a partir del día en que tanto él como estela conocieron a Yuzird. Todos se adentraron en la historia que estaba contando:

Kaius y Estela le explicaban la situación al ladrón.

-Así que estáis en guerra con Eteria, el país vecino-mencionó Yuzird-. La verdad es que ya me había informado sobre ello. Según tengo entendido no es la primera vez.

-Sí, desde hace décadas que los dos países han tenido varias guerras por un motivo u otro-dijo Kaius.

-Pero ahora hacía años que estábamos en paz-añadió Estela, la princesa de Rasugaria, y en estos momentos, su líder-. Pero todo cambió cuando hace unos meses, Breiv, el líder de Eteria, vino a hacernos una visita. Se reunió con mi padre.

-Y parece que esa reunión no acabó bien, ¿no?

-No, desencadenó esta nueva guerra-contestó Kaius.

-Aparentemente, Breiv quería pedirle un favor a mi padre, que era el rey de Rasugaria por aquel entonces. Quería nuestra Joya de la Tierra.

-Vaya, no quería poco-comentó Yuzird.

-Pero mi padre no cedió. Además, varias personas seguían guardando odio a Eteria por las guerras pasadas, incluido mi padre. Parece ser que mi padre no solo no cedió, sino que se enzarzó con una discusión con Breiv.

-Pero Breiv no estaba dispuesto a renunciar a la Joya de la Tierra.

-Como consecuencia, una nueva guerra entre Rasugaria y Eteria estalló ese día, llevándosela vida de mi padre por delante.

-Y así fue como te convertiste en la líder de Rasugaria-comprendió Yuzird.

-No es algo por lo que me sienta cómoda-agachó la mirada Estela-. En realidad no he hecho nada para merecerlo.

-¿Pero qué dices, Estela? El pueblo te adora-le dijo Kaius.

-Pero no soy una líder. Te preferirían a ti. Alguien que ya ha luchado y haya dado la vida por ellos. Alguien que realmente los conoce mejor que yo. Yo solo me quedo esperando en el trono sin poder hacer nada.

-Pero yo solo soy un soldado…

-Bueno, ahora tengo una idea mejor de lo que pasa aquí-habló Yuzird-. Y decías que quieres que te ayude, ¿no?

-Sí-le pidió Estela-. Serás un ladrón, pero tienes unas cualidades increíbles. Colarte aquí sin que nadie te viera en estos tiempos de guerra donde la vigilancia es aún mayor… Para finalizar esta guerra te necesitamos.

-Yo no estoy muy convencido de si deberíamos confiar en ti, pero si Estela lo hace, lo aceptaré…

-Ya estamos en una situación límite en ambos ejércitos. De una forma u otra, la guerra terminará pronto. A ambos ejércitos les quedan pocos soldados, armas y víveres. En una situación así, reclutarte a ti y a tus amigos podría ser clave para nosotros.

-Ya veo… ¿Pero por qué debería aceptar? ¿Qué gano yo con todo esto? Soy un ladrón al fin y al cabo.

-¿Eh? Pues… Cuando la guerra acabe podrás llevarte algún tesoro real-le propuso Estela-. Aunque no podrá ser la Joya de la Tierra. Ha sido la razón por la que ha empezado la guerra, si la perdemos, todo habrá sido en vano. Además, últimamente, cuando me quedo aquí con ella, siento algo extraño, como si tuviéramos una conexión especial…

-Pero entonces no estaría robando nada, solamente me lo estarías dando.

-¿Qué? Entonces no se me ocurre que ofrecerte…-dijo dubitativa.

El Tercero observó detenidamente a Estela. Su cabellocorto y rosa, su vestido blanco. Era preciosa, pero lo que más le cautivaba era su personalidad. Parecía preocuparse mucho por el bienestar de su pueblo, tanto que no se consideraba digna del puesto, y estaba dispuesta a sacrificar tesoros reales.

-Ya lo he decidido, pues. Te robaré a ti, Estela.

-¡¿Cómo?!-se puso alerta Kaius.

-¿A-a mí?-se sorprendió Estela.

-Sí, me has gustado-dijo Yuzird provocando que la princesa se sonrojara-. Durante el tiempo en que os ayude, intentaré robarte el corazón.

-Este tío…-pensó Kaius, mirándole con cierta furia. Él también se sentía atraído por Estela. Pero sabía que en el fondo no era nadie para estar con ella.

-¿Qué me dices?

Entonces Estela no pudo evitar reír.

-Ah, lo siento, no he podido evitarlo. No me esperaba con que me saldrías con eso. Está bien, si es lo que quieres, puedes intentarlo-aceptó Estela.

-Perfecto-sonrió Yuzird.

-¡Pero Estela…!

-Tranquilo, Kaius. Pero puede que seducirme no sea tan fácil como te crees, Tercero. Quizá mi corazón ya le corresponda a otra persona.

-Entonces simplemente tendré que hacerte cambiar de opinión-respondió Yuzird, mirando a Kaius de reojo.



Varios días después, Yuzird estaba con el ejército de Rasugaria, junto a Yigen y Goyomon, que iban con él. Dentro de poco tendría lugar na batalla contra el ejército eteriense.

-¿Se puede saber qué hacemos aquí exactamente?-preguntó Goyomon-. Se supone que tenías que ayudarme a encontrar la Zantetsuken.

-Sí, pero no vamos a encontrarla de un día para otro. Además, así puedes poner a prueba tus habilidades para demostrar que eres digno de ella y esas cosas.

-Lo que pasa es que te ha gustado la chica, ¿verdad?-acertó Yigen.

-¿Por qué dices eso, Yigen?-le preguntó Yuzird intentando ocultarlo.

-Vamos, después de que una mujer como Fuyiko, superficial a la que solo le interesa el dinero, te dejase, estaba claro que en la siguiente que te ibas a fijar iba a ser en una mujer que se preocupa por los demás-dijo Yigen, sacando del bolsillo su Magnum, para comprobar si estaba totalmente cargada. En realidad ya lo sabía, pero era un hábito suyo. Luego sonrió- Que ya nos conocemos, Yuzird.

-Ja, ja, ja, me habéis pillado. ¿Y bien? Me ayudareis, ¿no?

-Hum, solo por qué tú prometiste ayudarme con la Zantetsuken.

-La verdad es que no me apetece involucrarme en otra guerra, pero supongo que aceptaré por nuestra amistad.

-Gracias, chicos, con vosotros seguro que ganamos.

-¿Eso es una pistola que no emplea para nada la energía de los espíritus?-preguntó una voz grave.

El grupo se giró hacia dónde provenía la voz. Eran Kaius, y un hombre corpulento, con bigote y el cabello algo largo, peinado hacia atrás, que era quien había hablado.

-Creo que primero es mejor que me presente. Soy Rogull, el primo de Estela. Aunque soy varios años mayor que ella.

-Ah, encantado-dijo Yuzird teniéndole la mano-. Soy Yuzird, el Tercero.

-Yo soy Yigen-hizo lo mismo Yigen-. Respecto a tu pregunta, sí, no usa para nada la energía de los espíritus. Mi Magnum simplemente dispara balas de verdad.

-Y mi Walther también. Son más útiles de lo que parecen. Para empezar, las balas son más rápidas que la energía que liberan los blasters.

-Lo cierto es que yo estaba llevando a cabo una investigación sobre fabricar artefactos que no dependan de la energía de los espíritus. Pero cuando empezó la guerra, tuve que parar. También tenemos armas así, pero no sabemos sí serían tan eficaces como las que usan energía espiritual o no.

-Así que no nos arriesgaremos y emplearemos la energía de los espíritus como siempre se ha hecho-dijo Kaius sacando la empuñadura de una espada, cuyo hoja se materializó a través de energía.

-Veo que eres de los que prefieren luchar a distancias cortas-habló Goyomon-. Eres más de mi estilo.

-Ah, él es Goyomon le presentó Yuzird-. Es un samurái superclásico y esas cosas, pero es buen tipo y super fuerte. Podéis confiar en él.

-¿Y tú katana?-le preguntó Kaius, al darse cuenta de que iba sin.

-Ahora mismo no llevo ninguna. Es una larga historia.

-Qué extraño. Podemos prestarte una, si quieres-dijo Rogull.

-Gracias- aceptó Goyomon-. Si no es mucha molestia, preferiría que no tuviese una hoja espiritual.

-Así con nosotros tres podréis probar si las armas que no usan energía espiritual sirven de verdad en el campo de batalla o no-dijo Yuzird.

-Está bien-accedió Rogull.

-Por cierto, ¿cómo está Estela? Hoy aun no la he visto. Lo mío aquí es un trabajo diario, ja, ja, ja.

-Ella está bien, concentrada en la batalla que está por venir-dijo Kaius, dando a entender que él sí la había visto hoy-. La batalla empezará pronto, ya no podemos ir a verla.

-Entonces parece que hoy me has ganado tú la batalla, Kaius. Pero ya veremos cómo continúa.

-Más te vale estar preparado, Yuzird. Pronto, cuando empiece la batalla, comprobaremos si merecías que te diéramos esta oportunidad en vez de atraparte-dijo Kaius colocándose a su lado.

-Je, sí, pronto te darás cuenta de que habría conseguido escaparme en caso de que fuera necesario.

-Por el bien de Rasugaria, eso espero.

Kaius siguió avanzando, hasta colocarse delante de todo el ejército. Rogull asintió. Él estaba más entrelazado con la familia real, puesto que era el sobrino del fallecido rey, pero Kaius se había ganado más la confianza de su gente que él.

-¡Preparaos para la batalla! ¡Esta es una batalla clave! ¡No permitiremos que los eterienses nos roben lo que es nuestro, incluyendo nuestras vidas! ¡Protegeremos la Joya de la Tierra, a la princesa Estela, y saldremos victoriosos! ¡Por Rasugaria!-exclamó alzando su espada espiritual.

-¡Por Rasugaria!-exclamaron los soldados.



Poco después empezó el combate contra los soldados eterienses. Ambos ejércitos luchaban con ferocidad por su país. Yuzird, Yigen y Goyomon estaban demostrando lo capaces que eran. Rogull se quedó impresionado.

-Increíble-dijo observando como Yuzird y Yigen abatían a sus enemigos con sus revólveres-. Parece que es cierto lo que dijeron que las armas que no usan energía espiritual pueden ser tan o más útiles que las sí que emplean.

-Je, ya os lo habíamos dicho-comentó Yigen.

-Y además, la mayoría de la gente no espera cosas como esta-dijo Yuzird lanzando una bomba de luz que cegó a sus enemigos-. Te toca, Goyomon.

Goyomon aprovechó que sus enemigos estaban desarmados para atacar, haciendo uso de gran técnica con la espada.

-¡Kyagh!-gritaban sus enemigos.

-Creo que cuando acabemos con esto, propondré que desarrollemos más armas que no usen energía espiritual.

-Eso será si ganamos la guerra y sobrevivimos-apareció Kaius a su lado-. Aunque debo admitir que el Tercero es bueno. ¿Te has entrado, Rogull? Dicen que el mismísimo Breiv está comandando su ejército. Esta victoria será clave.

-Sí, lo más importante ahora es salir victoriosos de esta guerra.

Varios enemigos más se acercaban.

-¿Vamos?-preguntó Kaius.

-¡Sí, vamos allá!

Kaius y Rogull se abalanzaron contra sus enemigos, uno atacando con su katana espiritual y otro con un Blaster.



La batalla estaba alargándose. Ya llevaban varios días. En estos instantes, Kaius se encontraba rodeado de enemigos.

-Son bastantes-pensó observando a su alrededor.

-¡A por él!-exclamaron sus enemigos descargando la energía de sus blasters.

Hábilmente, Kaius esquivó varios disparos de energía espiritual a la vez que desviaba otros con su espada. Consiguió acercarse o suficiente a uno de los grupos de enemigos.

-Con mi espada espiritual, tengo ventaja sobre las blasters a corta distancia-pensó mientras asestaba unos mandobles a sus enemigos.

-¡Argh!

-Increíble, ese tipo es muy fuerte-se asombraron otros de los que lo apuntaban con sus armas.

-¿No lo sabes? Creo que él es Kaius, uno de los generales más famosos de Rasugaria. Dicen que incluso le veneran más que a su líder, aquella mujer.

-¡Entonces si le vencemos seremos héroes!

-Hay algunos asustados, y otros a los que les parezco una buena oportunidad para ganar prestigió. El problema es que son demasiados-pensaba Kaius observándoles con detenimiento-. Creo que incluso para mí es complicada esta situación.

Entonces, el grito de los enemigos llamó la atención de Kaius. Un par de ellos había caído abatidos.

-Oye, Kaius, ¿necesitas ayuda?-le preguntó Yuzird, apareciendo en su ayuda.

-¡Yuzird!-dijo Kaius al verlo.

-¡¿Quién es ese?!-se sorprendió los soldados.

-¡No lo sé, pero es un enemigos! ¡A por él!

Yuzird corrió esquivando los ataques de sus enemigos, hasta que finalmente llegó a colocarse al lado de Kaius.

-¿Qué haces aquí? ¿No ves que es peligroso?

-Bueno, me gusta el riesgo-sonrió Yuzird-. Además, seguro que Estela se pondría triste si te pasa algo. Todo esto forma parte de mi plan para conquistarla.

-Deja las tonterías para después, ahora estamos rodeados. Incluso aunque hayas aparecido, ellos son bastantes más.

-Yo me considero un genio. Si llegas a mi nivel, tal vez tengamos posibilidades de sobrevivir-tras eso, Yuzird recargó de bañas su Walther.

-¿Quieres ponerme a prueba?-frunció el ceño Kaius, aunque luego dejó escapar una leve sonrisa-. Está bien. Verás toda mi habilidad.

-Habíais mucho, pero incluso aunque logréis derrotarnos, luego tendrías que enfrentaros al general Zamusa ya nuestro líder Breiv-dijo uno de los soldados enemigos.

-Como soy escurridizos, materializaremos la energía espiritual para invocar monstruos.

Algunos de los soldados activaron sus duel-disk, y cambiaron el cable conector de energía espiritual del Esprictor de sus blasters a al duel-disk. Luego colocaron cartas de monstruos en él, y consumiendo la energía espiritual los invocaron.

-¡Es justo lo que esperaba que hicieran!-exclamó Yuzird disparando contra los duel-disk de los enemigos.

-¡¿Cómo?!-se sorprendieron los soldados al ver sus duel-disk destruidos. Los monstruos invocados desaparecieron como consecuencia.

-Je, los duel-disk son más grandes que vuestras blasters y el núcleo del Espirctor, por lo que es mucho más fácil dar en el blanco-dijo Yuzird.

-Además, deberíais tener en cuenta que materializar un monstruo consume mucha energía del Espirctor, por lo que aunque el Espirctor no haya sido destruido, ya no os queda energía para proporcionar a vuestras armas-explicó Kaius, aprovechando la sorpresa de los enemigos para abalanzarse sobre ellos y atacar. ¡Haaa!

-¡Argh!

-¡A tu espalda, Kaius!-le avisó entonces Yuzird.

-¡Ya lo sé!-se dio la vuelta Kaius, bloqueando una disparó enemigo y haciéndolo rebotar contra él.

-¡Ugh!

-Bien, vamos allá-decia Yuzird atacando.

Después de unos angustiosos minutos, finalmente lo lograron. Yuzird y Kaius habían conseguido derrotar a todos los enemigos que los rodeaban. Ahora ambos se encontraban sentados en el suelo, agotados.

-Buf, lo hemos conseguido. Y todo gracias a mi ayuda-comentó el ladrón.

-No te des tantos aires de grandeza. Al final yo he abatido a varios más que tú.

-Bueno, es que se me han acabado las balas, ja, ja.

-Sí, entonces me h tocado salvarte.

-Pero aun así yo conseguía distraerles. Lo hemos conseguido juntos, luchando en equipo. Sé que no te caigo muy bien. Podrías haber dejado que me mataran y te quitabas un rival de encima. Ya sabes, un rival en el amor. Sé que a ti también te gusta ella.

-Es cierto. Pero nos estás ayudando. Estás ayudando a Rasugaria. Nunca haría algo que fuese en contra de mi país. Además, al final has resultado ser bastante bueno. Mientras estés aquí, más posibilidades tiene Rasugaria de salir victorioso.

-Sí, bueno, aunque ahora se me han acabado las balas. Ya no podré ser de tanta ayuda. Y probablemente lo mismo pase con Yigen dentro de poco.

-Sobre lo de Estela, es verdad que me molesta que coquetees con ella, pero al final, es ella la que tiene que decidir. Y tomo la decisión que tome, tendré que respetarla. Al final, dependerá de ella. Dicho de otra forma, aunque seas un ladrón, te respeto, Yuzird.

-Sí, igualmente, Kaius. Podemos ser rivales en algunos aspectos, pero creo que podría considerarte un amigo-dijo Yuzird levantándose y tendiéndole la mano.

-Lo mismo digo, Yuzird-se levantó también Kaius, estrechándole la mano.

-Ya los ha oído antes. Dentro de poco nos cruzaremos con Breiv. Y su general Zamusa.

-Yo me ocuparé de Breiv.

-Bien, entonces supongo que Goyomon se hará cargo de Zamusa.



Al día siguiente, la recta final de la batalla estaba teniendo lugar. Ya no les quedaban muchos soldados a ninguno de los dos bandos. La lluvia caía esa noche, y dos grandes combates estaban teniendo lugar. El primero enfrentaba a Goyomon contra Zamusa. Zamusa era un samurái, como Goyomon. Tenía el cabello negro y algo largo. Vestía con ropa tradicional oscura. Era amigo de Breiv desde la infancia. El segundo combate enfrentaba a Kaius con Breiv. El líder de Eteria era una persona alta, de algo más de dos metros de altura, corpulento, de cabello rubio y largo. Cubría su cuerpo con una coraza plateada, y portaba una gran espada y escudo.

-Nosotros ya no podemos ayudar de mucho-dijo Yigen mirando su Magnum, a la cual ya no le quedaban balas.

-¿No te quedan blasters, Rogull?-le preguntó Yuzird.

-No, y a nuestros Espirctores tampoco les queda energía. Prácticamente todos estamos igual.

Rogull se refería también a los eterienses. La mayoría de ellos mantenían su posición, pero apenas tenían tampoco energía para atacar. Todos se mantenían expectantes a que hubiera algún cambio en algunas de las batallas, o a si alguien intentaba interferir para detenerlos.

-¿Y si vamos a apoyarles aunque sea luchando físicamente?-propuso Yuzird.

-No creo que sirva de mucho. Tanto Breiv como Zamusa son muy habilidosos. Prácticamente nosotros ya estamos desarmados. Podrían acabar con nosotros de un golpe y no habríamos aportado nada.

-Además, varios de sus hombres, están preparados por si nosotros hacemos algo. Si nos acercamos, arremeterán contra nosotros-dijo Yigen.

-Sí, y a la vez nosotros estamos preparados para hacer lo mismo.

En ese momento, oyeron pisadas que se acercaban desde atrás. Al darse la cuenta, se dieron cuenta de que eran soldados eterienses, cuyos Espirctores aún le quedaba energía.

-¡¿Cómo?!-se sorprendió Rogull.

-¡¿Acaso sabiendo que les quedaba poca energía, han hecho dar a alguien un rodeo para que ataquen a nuestras espaldas y dominar ambos francos de esta zona?!-dedujo Yigen-. ¡Nos han pillado desprevenidos, y a esta distancia es improbable que fallen!

Los soldados apuntaron a Yuzird, Yigen, Rogull, y los otros soldados de Rasugaria presentes. Pero cuando iban a disparar, fueron abatidos por otros blasters.

-¿Eh?-se sorprendió Yuzird.

Entonces vieron a un combatiente de Rasugaria. Se acercó al grupo mientras se quitaba el casco.

-¿Estáis bien?-preguntó dejando caer su ya en mal estado casco, dejando entrever un cabello castaño oscuro largo. Era una mujer.

-Nos has salvado-se alegró el Tercero.

-¿Pero cómo?-le preguntó Rogull- Se supone que no nos queda energía espiritual.

-Sabía que era poco probable que nos llegaran nuevos Espirctores en esta situación en un corto espacio de tiempo, señor, pero por eso le extraje los Espirctores a algunos fallecidos en combate. A algunos les quedan energía-respondió la chica-. Me guardaba este para ayudar al general Kaius, pero cuando os he llegado os he visto en peligro y… Me he dejado llevar, no sé si ha sido la mejor decisión. Ahora al Espirctor que llevaba tampoco le queda energía.

-¡Claro que sí!-le dijo Yuzird- Salvar vidas nunca es una mala decisión, ¿verdad?

Aunque no lo expresara, la mujer se sintió bastante halagada por las palabras del ladrón.

-Además, ahora podemos usar los Espirctores de estos eterienses para usarlos nosotros-dijo Yigen.

-¡Sí, bien pensado, soldado!-exclamó Rogull-. Vamos, extraigámosles sus Espirctores. No eran muchos y no les debe quedar tampoco demasiada energía, pero puede ser vital para vencer a Breiv y salvar a Kaius.

-¡Vamos, pues!-exclamó Yuzird, a la vez que la mujer asentía.

Los soldados eterienses se dieron cuenta de lo que planeaban Rogull y los demás y mandaron un escuadrón a detenerlos. Tenían que detenerlos con sus propias manos antes de que atacasen a su líder Breiv.

-¡No os dejaremos!

Rápidamente llegaron y empezaron a golpear a los soldados de Rasugaria, intentando impedir se hicieran con los Espirctores.

-¡Mierda!-gritó la chica devolviéndole el golpe a un enemigo-. Con tanta gente bloqueándonos el camino, nos será difícil apuntar.

-Dejale eso a Yigen-dijo Yuzird, que fue el más rápido en extraer el Espirctor de la armadura de uno de los soldados eterienses abatidos- Él lo hará.

-¿Estás seguro?

-Sí, confió en él. ¡Yigen!

La chica la lanzó el Blaster y Yuzird el Espirctor.

-Yo me encargó-sonrió Yigen.

Concentrados en su pelea, y ajenos a lo que ocurría a su alrededor, Goyomon y Kaius se enfrentaban a sus enemigos. El oponente de Goyomon, Zamusa usaba una espada espiritual, como la de Kaius, pero más corta que la de éste. A las Katanas espirituales no se les consumía la energía, ya que la energía se solidificaba de forma estable. Los dos conseguían bloquear los ataques que lanzaba el otro.

-Eres bueno-admitió Zamusa-. Nunca creí que aquí encontraría a un samurái tan habilidoso.

-Lo mismo digo.

-Tu estilo de lucha me recuerda al del clan Ishikawa de Towwan. ¿Eres de allí?

-Sí. ¿Has estado allí alguna vez?-preguntó Goyomon deteniendo el mandoble de su adversario y retrocediendo unos pasos.

-No, aunque he leído sobre sus estilos de lucha. Es un honor luchar contra alguien del clan Ishikawa. Me habría gustado que no fuéramos enemigos, pero tenemos que conseguir hacernos con la Joya de la Tierra.

-Yo tampoco me dejaré vencer. ¡Si pierdo, no seré digno de recuperar la Zantetsuken!-exclamó Goyomon atacando.

Kaius estaba teniendo más problemas con Breiv que los que tenía Goyomon con Zamusa. Con su gran escudo, el líder eteriense podía bloquear todos sus, y los golpes de su gran espada le hacían retroceder.

-¡Ugh!-fue lanzado haca atrás Kaius tras bloquear el ataque del espadón enemigo con su katana.

-Ríndete, general de Rasugaria-dijo Breiv con serenidad-. No es necesario que haya más bajas de las que ya ha habido. Solo quiero la Joya de la Tierra.

-Mataste al antiguo rey. Y ahora vais hacia donde está Estela. No voy a permitirlo.

-Hemos llegado a un punto en que conversar es inútil, soy consciente de ello. Al final parece que nuestros países siempre están destinados a enfrentarse. ¡Bien, Kaius, general de Rasugaria! ¡Intenta impedir que consiga mi objetivo! ¡Porqué yo no piensos renunciar a él! ¡Hay demasiado en juego!

La situación para Kaius era más difícil de lo que parecía. Aparte de la superioridad física de Breiv, su espadón y escudo desprendían un calor que poco a poco iban agotando aún más a Kaius.

-Esas armas deben de ser especiales-pensó Kaius.

-¡Muere!-gritó Breiv abalanzándose contra Kaius.

En ese instante, Yigen encontró el ángulo y disparó con el Blaster contra Breiv. El líder eteriense logró darse cuenta e intentó moverse para esquivarlo. Sin embargo, el disparó de energía impactó en su hombro.

-¡Oagh!-gritó de dolor. Gracias a que su armadura absorbió gran parte del impacto, la energía no llegó atravesar toda su piel.

-¡Bien, le has dado, Yigen!-le felicitó el Tercero.

-¡Ahora el general Kaius tiene una oportunidad!-dijo la chica.

-¡Ve, Kaius!-exclamó Rogull.

Zamusa su dio cuenta de lo ocurrido, e instintivamente desvió su atención hacía él.

-¡Breiv!-gritó preocupado.

-No deberías desviar tu atención del campo de batalla-le avisó Goyomon asestando un mandoble.

Cuando Zamusa se quiso dar cuenta, ya tenía la katana de Goyomon frente a él. El tajo horizontal del samurái se produjo de extremo a extremo de su cara, pasando por sus dos ojos, dejándolo gravemente herido y fuera de combate.

-Has sido un oponente digno-dijo Goyomon envainando la katana.

Mientras, Kaius iba a aprovechar la oportunidad que le había proporcionado Yigen y se abalanzó contra Breiv.

-¡No me subestimes!-exclamó Breiv sacando fuerza de donde no sabía que tenía, blandiendo su espada al aire, creando una corriente de aire ardiente que se expandió a su alrededor.

-¡Ese espadón es especial!-dijo Yuzird-. ¡Debe de estar fabricada de la energía de un espíritu superior!

La corriente de aire ardiente les alcanzó a todos. Tanto a Kaius, como Goyomon, Yuzird, Yigen, Rogull, la mujer, y los soldados eterienses que intentaban que los de Rasugaria no atacasen a Breiv.

-¡Agh!-gritaron todos cayendo al suelo doloridos.

-Arf, no caeré hasta que consiga la Joya de la Tierra-se reincorporó Breiv.

De una patada, alejó la katana de Kaius de él. Luego levantó su espadón dispuesto a cumplir con su deber.

-Cae ante mí, general de Rasugaria.

Justo en ese momento, alguien le dio en empujón a Breiv, provocando que fallara su mandoble. Alguien que había sido capaz aguantar sin caer la corriente ardiente, una persona grande y corpulenta, calva y con barba.

-¡No matarás al general Kaius!

-¿Quién eres tú?

En ese momento, desde el suelo Goyomon aprovechó para lanzarle su katana a Kaius.

-¡Ten, Kaius!

-¡Mia!-la interceptó el general de Rasugaria.

-¡Ahora, general Kaius!-le alentó el hombre que le había salvado.

Kaius se levantó rápidamente, y sin que Breiv tuviera tiempo de reacción, le apuñaló en un costado.

-¡Argh!

Breiv empezó a retroceder.

-¡M-mierda…!

Los soldados empezaban a reincorporarse, colocándose delante de Breiv.

-¡El líder está herido! ¡Debemos retirarnos!

-Maldición… ¡Re-retirada!-ordenó Breiv-. ¡Recoged a Zamusa y retirada!

-¡Sí, señor!

Así, el ejército de Rasugaria se hizo con la vitoria ante el eteriense. Habían conquistado una zona clave para la defensa. Con las bajas que había tenido ya la guerra, era prácticamente imposible que Eteria pudiese pasar de ese punto, por lo que su objetivo de arrebatarles la Joya de la Tierra era ya prácticamente imposible.



Victoriosos, regresaron al castillo de Rasugaria. Habían montado una gran fiesta para celebrar la victoria.

-Habéis contribuido mucho en esta gran victoria, Frila, Yao-les decía Rogull a la chica y al hombre grande que habían salvado a Kaius ese último día de guerra.

-Gracias, general Rogull-dijo la chica.

-Era nuestro deber al fin y al cabo-dijo Yao.

-Aun así, vuestras hazañas no quedarán en nada. Yo personalmente se aseguraré de ello-dijo Rogull-. Bueno, voy a buscar también a Yigen y Goyomon para agradecérselo también.

Frila entonces miró a Kaius, que estaba reunido con Yuzird y Estela.

-Kaius…-pensó.

-Vosotros habéis sido os de los grandes héroes de esta guerra-les decía Estela-. Sin embargo mucha gente habla como si la “Princesa Estela hubiera dirigido la batalla”-dijo esa parte intentando imitar una voz de hombre, lo que provocó las risas de los demás.

-También luchamos por ti, al fin y al cabo-le dijo Kaius.

-Sí, no seas tan modesta-añadió Yuzird.

-No, es a vosotros a quien la gente de Rasugaria debería dar las gracias. Yo no sabía si sería capaz de proteger la Joya de la Tierra cuando murió mi padre. Soy muy inexperta, pero gracias a los consejos de la gente cercana a mí hemos podido salir adelante. La guerra prácticamente ha acabado. Gracias, chicos.

-Estela-la cortó entonces Kaius-. Queremos pedirte que elijas.

-¿Eh?

-Tanto a Yuzird como a mí nos gustas, pero debes elegir a uno.

-Ey, Kaius, eso no se dice así-le recriminó Yuzird-. Hay que hacerlo de un modo más caballeresco y sin forzarla a decidir rápido.

-Ah, sobre eso… ¿Y quién os ha dicho que a mí en realidad me gusta alguno de vosotros de dos?

-¡¿Qué?!-se sorprendió Yuzird.

-Je, es broma. Después de esta victoria, la gente ya habla de mi coronación como reina. Pero si tengo que hacerlo, quiero que Rasugaria tenga un rey también. Y ese sería… Serias tú, Kaius-dijo con algo de vergüenza.

-Entonces…

-Sí, te elijo a ti, Kaius.

-¡¡Noooo!!-exclamó Yuzird- ¡Pero si yo soy mucho más divertido que él!

-Lo siento, Yuzird. Sé que accediste a participar en esta guerra por mí, pero no sería justo con Kaius si te eligiera a ti. Me caes bien y tal, pero sé que lo que siente Kaius es más real, y le conozco de más tiempo… Si alguien me ha conquistado durante todos este tiempo por sus actos ha sido él. Además, no creo que a ti te gustase ser rey.

-Buff, al final Kaius me ha ganado… Pero tratala bien, ¿eh, Kaius?-le sonrió Yuzird

-Yuzird…-le miró Kaius mientras se alejaba de ellos.

-Dejémosle solo, Kaius-dijo estela cogiéndole del brazo-, supongo que tendrá que asimilarlo.

Mientras Yuzird se alejaba, vio sentada en una silla a la chica que les había ayudado a ganar el último día de la guerra, sola con una copa en la mano. Parecía algo cabizbaja. Al reconocerla, Yuzird decidió sentarse a su lado.

-Pareces algo triste para la gran victoria que acabamos de conseguir. Esto…

-Frila, me llamo Frila. Sí, bueno, tú ahora tampoco pareces muy contento-le contestó la chica.

-Sí, resulta que Kaius me ha derrotado en lo que más importa.

-Yo esperaba que “ganaras” tú.

-¿Oh? ¿Tú te sentías atraída por Kaius?

-Sí, aunque él a mí no me conoce mucho…-admitió Frila.

-¿Sabes? Dicen que cuando una puerta se cierra, otra se abre.

-¿Acaso estás insinuando que tú y yo…?

-Sí, ¿Por qué no?-le propuso Yuzird.

-¿Por qué iba a querer estar contigo? Apenas te conozco. Y dicen que eres un ladrón.

-Sí, pero uno bueno, apuesto, divertido, caballeroso-decia Yuzird haciendo una pose diferente para cada característica que daba. Eso provocó que Frila dejara escapar una pequeña sonrisa-. Oh, te has reído.

-No creas que con eso será suficiente.

-¿Seguro? Al final lo más importante es hacer sonreír a la otra persona.

-No sabes mucho sobre mí-le dijo Frila-. ¿No te has dado cuenta de que nadie se ha intentado acercarse a mí en esta celebración? Quizá no resulte ser el tipo de chica que te guste.

-Dejame pensar… Debes intimidarles por ser una chica que se ha dedicado a la guerra. Eso te habrá vuelto muy disciplinada y además te habrás vista a adoptar un carácter fuerte en varios aspectos, siendo al final más habilidosa que la mayoría. Sí, creo que a muchos hombres del montón les intimidaría eso. Gente algo retrasada, ya sabes. Pero a mí, en cambio, eso me gusta-sonrió Yuzird.

Aunque se sintió halagada, la chica intentó no expresarlo.

-Está bien, te daré una oportunidad, Yuzird. Si la superas, podremos vernos mañana también, si quieres…

-¡Eso está hecho!



Los días pasaban. En Eteria, Breiv caminaba por unos calabozos junto a uno de sus consejeros. Aún estaba herido y no podía volver a la batalla, pero se negaba a renunciar a la Joya de la Tierra. La necesitaba.

-¿Cómo está Zamusa?-le preguntó al consejero.

-Me temo que ha perdido la vista para siempre, señor.

-Entiendo…-dijo Breiv apenado por su compañero, tras lo cual se quedó en silencio durante gran parte del trayecto hasta el fondo de los calabozos.

-¿Por qué vamos a los calabozos, señor?

-Hemos fracasado, pero puede que haya una persona que aun tenga opción de conseguir la Joya de la Tierra. Fue mi enemigo durante mucho tiempo, hasta que finalmente logramos apresarlo.

-¿No se referirá a…?

-Sí-dijo cuando llegaron a la última celda-. A Kotaro.

Era la prisión más profunda. Había un hombre de piel prácticamente blanca, con cabello largo y pelirrojo. Su mirada fría pero a la vez perversa intimidaba a cualquiera.

-Vaya, vaya, Tienes que estar desesperado si vienes a verme, Breiv…-esbozó una sonrisa maliciosa al verle.

-Necesito tu ayuda, Kotaro. Necesito que te hagas con la Joya de la Tierra, en Rasugaria.

-Así que has fracasado. ¿Pero qué obtengo a cambio si lo hago?

-La libertad-le prometió Breiv.

-Suena tentador. Además, el que tengas que rebajarte a eso, me provoca satisfacción. Está bien-aceptó Kotaro-, pero si lo hago será a mi manera. Es decir, habrá muertos. Si no, no es divertido.

A Breiv no le gustaba que hubiese más víctimas innecesarias, pero tenía que hacerse con la Joya de la Tierra.

-Está bien… Mientras te hagas con la Joya de la Tierra.

Ante esa respuesta, Kotaro esbozó una sonrisa perversa.



Ya habían pasado varias semanas desde que Rasugaria consiguió la victoria clave sobre Eteria, pero Yuzird y sus amigos aún seguían allí. Goyomon parecía algo molesto.

-¿Por qué estamos todavía aquí?-preguntó- Tenemos que seguir buscándola Zantetsuken.

-Bueno, parece que Yuzird ahora es la pareja de aquella chica-sonrió Yigen-. Quien sabe cuánto más estaremos aquí. Parece que no ha sido Estela, pero en fin, seguro que no es tan problemática como Fuyiko.

Un guardia de Rasugaria entonces se acercó a ellos.

-La princesa Estela y el general Kaius reclaman vuestra presencia.

-¿Eh? ¿Ha pasado algo?

-Eso parece…



¿Cómo? ¿Qué Eteria planea otro ataque?-preguntó Yuzird.

Estela los había reunido en la sala del trono. Allí estaban también Kaius, Rogull y Frila.

-Eso parece.

-Hemos avistado como un grupo de soldados de Eteria se acercan-dijo Kaius.

-Aunque no son muchos hombres. Es prácticamente imposible que logren superar nuestras defensas.

-Sí, la zona que conquistamos en la última batalla nos da demasiada ventaja-comentó Rogull-. Ambos ejércitos estamos escasos de soldados después del último combate. Con ese número de efectivos no podrán lograr nada.

-¿Entonces es que están desesperados por conseguir la Joya de la Tierra?-preguntó Yigen.

-Podría ser, aunque no sé porque tengo un mal presentimiento-opinó Frila.

-Sí, yo también-dijo Kaius.

-Es por eso, Yuzird, que Kaius y yo hemos decidido que tú y tus amigos podrías ir allí a investigar si planean algo raro-le pidió Estela.

-Si traman alguna artimaña, creemos que tú eres el adecuado para descubrirla. Al fin y al cabo las artimañas son tu especialidad, ¿no?

-Sí, en eso tienes razón. Supongo que podría ir y…-entonces el sonido del teléfono móvil se Yuzird empezó a sonar-. Oh, perdonad. Puede que sea importante. ¿Sí, diga? Ah, eres tú papá. ¿Qué ocurre?

-Qué extraño, Yuzird normalmente no suele recibir llamadas-dijo Goyomon.

-Sí, y es la primera vez que veo que su padre le llama-añadió Yigen.

-¿Habrá pasado algo?-se preguntó Frila.

En ese momento la cara de Yuzird se desencajó.

-¿C-cómo? ¿Qué Shaga ha…? ¿Qué Shaga ha muerto?

Los presentes no sabían quién era Shaga, pero por la cara de que puso el Tercero, intuyeron que era alguien importante para él.

-Lo siento, chicos, pero tengo que regresar-les dijo una vez finalizó la llamada.

Yuzird les contó lo que había sucedido. Su hermano, el Segundo, había muerto. Alguien había acabado con su vida y la de su mujer, dejando huérfana su hija. Además, se habían llevado una de las Joyas Elementales que Shaga había conseguido robar hace tiempo. Ahora no tenía más remedio que regresar.

-Entiendo cómo te sientes, Yuzird, pero te necesitamos aquí-le dijo Kaius.

-Y en un momento como este, allí también, Kaius. Mi sobrina ha perdido a sus padres…

-Sí, puedes irte. Es importante. Yo también lo pasé mal cuando Breiv acabó con mi padre.

-Estela…

-¿Y vosotros?-les preguntó Rogull a Yigen y Goyomon.

-Iremos con Yuzird.

-Sí, además, tengo que seguir buscando a quien me robó la Zantetsuken.

-Pero Yuzird, ¿qué pasará con nosotros?-le preguntó Frila, afligida.

-Puedes venir conmigo si lo deseas, Frila-le tendió la mano Yuzird.

Frila estuvo a punto de coger la mano de su pareja, pero al final desistió.

-No, no puedo Yuzird. Mi hogar es Rasugaria. Y parece que la guerra contra Eteria aún no ha terminado del todo. Tengo que quedarme y cumplir mi deber-decidió con pesar-. Si la situación hubiese sido otra…

-Tranquila, lo entiendo-dijo Yuzird con una cara triste-. Bien, Yigen, Goyomon, nos vamos. Kaius, mantén todos a salvo, ¿eh?

-Yuzird…

Kaius y los demás presenciaron como el Tercero y sus amigos se marchaban. Cuando el Tercero regresó a Fenneir se hizo cargo de Ere. Dados los problemas con el viento que había allí, investigando también se dio cuenta de que la Joya del Viento se encontraría allí. Creía que podría guardar relación con quien acabó con la vida de su hermano, y terminó descubriendo que quien poseía la Joya del Viento era Duver, quien también había robado la Zantetsuken.



Pero Kaius y Estela tenían que ocuparse del problema que tenían delante. Un grupo de soldados eterienses se acercaba. En principio no serían suficientes para superar sus defensas, pero habían movilizado a gran parte de los hombres que tenían disponibles hacia la frontera donde tuvo lugar la última batalla.

-Hemos nombrado como nuevos generales a Yao y Frila-informaba Rogull a Kaius y Estela en el castillo-. Ellos comandarán a nuestros soldados allí en la frontera.

-Quizá debería haber ido yo en persona-dijo Kaius.

-En principio no hará falta. Dudo que logren superar nuestras defensas, ya que la ventaja del terreno es clave. Y aun así hemos enviado bastantes hombres.

-Sí, Rogull tiene razón. Creo que es una buena oportunidad además para que Frila y Yao tengan su primera victoria como generales de Rasugaria-añadió Estela.

-Eso espero-dijo Kaius, que tenía un mal presentimiento.

Mientras, una madre y una hija de aproximadamente 13 o 14 años iban a visitar a su padre soldado en la ciudad. Era de los que se habían quedado en la capital.

-Debe de estar descansando en con los otros soldados-les informó un compañero.

Cuando la familia accedió a donde les habían indicado, rápidamente fueron interceptados, tapándoles la boca con las manos para que no gritaran. Eran una especie de hombres sombríos, vestidos de negro. Con sus imprevisibles movimientos, estaban acabando con la vida del grupo de soldados de esos barracones. Los lideraba un hombre de piel blanca y cabello rojo: Kotaro.

-Je, ¿tenemos visita? Pero si solo son una mujer y una niña.

-¡No, Blaria!-exclamó un soldado que una quedaba con vida al ver a su hija.

-Que divertido. Esas deben ser tu hija y tu mujer-dijo cogiendo por la cabeza al soldado-. Traedme también a la mujer.

-No, por favor, no lo hagas-suplicaba el hombre.

-Mira atentamente lo que va a pasar, niña.

Cruelmente, Kotaro acabó con la vida de los padres de la chica delante de ella. Ni siquiera puedo gritar de rabia porque le estaban tapando la boca. Las lágrimas salían de sus ojos sin parar. La sangre de sus padres le había salpicado.

-Ja, ja, ja, es bonito, ¿verdad? El color rojo de la sangre. ¿Sabes? Creo que te favorece-dijo mirando las manchas de sangre en su vestido blanco. Pero bueno, ahora es tu turno.

Con el brazalete con garras que llevaba, iba a acabar tambien con la vida de la chica, pero entonces uno de sus hombres les avisó de que ya habían cumplido parte del plan.

-Señor Kotaro, hemos destruido las principales válvulas de energía espiritual, inutilizado así varias armas y dispositivos de seguridad.

-Ya veo, bien hecho. Bien, vayamos al castillo y cumplamos nuestra misión. Ellos ni siquiera saben aún que está pasando.

Lanzaron a la chica contra la pared, provocándole una herida sangrante en la cabeza. Blaria cayó semi inconsciente, delante de los cuerpos sin vida de sus padres y otros soldados, mientras el grupo sombrío abandonaba el lugar.



Al poco rato, el castillo fue atacado. Con sistemas de seguridad desactivados, les pillaron desprevenido. Los que no llevaran ya un Esprictor consigo estaban totalmente indefensos, ya que además el grupo de ninjas había destruido otras fuentes de energía del lugar.

-¡¿Qué está pasando?!-preguntó Rogull alarmado.

-No lo sé, pero parece que el enemigo ha conseguido entrar en el castillo-dijo Kaius.

-Y nuestras fuentes de reserva de energía parece que están destruidas-dijo Estela asustada.

-Buscan la Joya de la Tierra. Estela, debes protegerla. Nosotros te protegeremos a ti.

-Sí…-tomando la Joya de la Tierra.

-Si no disponemos de la energía acumulada en Esprictores, intentaremos canalizarla directamente de los espíritus, como se hacía antiguamente-propuso Kaius.

-Sí, no nos queda más remedio-se mostró de acuerdo Rogull.

Pese a lo habilidosos que eran ese grupo de ninjas liderados por Kotaro, al usar la energía de espíritus mediante la canalización puso la situación más equilibrada. Sin embargo, la gente ya no estaba muy acostumbrada a canalizar la energía espiritual. No todos lo lograban hacer con los resultados que esperaban, y la larga empezaba a sentirse agotados.

Finalmente, Kotaro y algunos de sus hombres llegaron a la sala del trono, donde se encontraban Kaius, Rogull, Estela, y algunos soldados más.

-¡Roca!-consiguió materializar un pedrusco Rogull canalizando la energía de los espíritus.

La roca aplastó a uno de los ninjas, pero el resto la esquivaron e inmovilizaron a Rogull.

-¡Rogull!-exclamó Kaius preocupado.

-¡No te distraigas!-le gritó Kotaro, que era con quien estaba combatiendo.

Las garras ígneas de Kotaro chocaron con la katana espiritual de Kaius.

-Je, pareces habilidoso. Eres listo al usar un arma con energía espiritual solidificaba como una espada-le halagó Kotaro-. Esas armas, aunque sean espirituales conservan siempre su energía, por lo que no se vuelven un estorbo si se acaba la reserva de energía o si se destruye donde está almacenada. Como mis garras nuevas-se las miró con orgullo-. Aunque no mucha gente se ha preparado para luchar cuerpo a cuerpo y prefiera los blasters.

-¿Eso es lo que habéis hecho? ¿Habéis destruido nuestras válvulas de reserva de energía?

-Sí, nos hemos infiltrado en el país. Usando nuestras habilidades y sigilo, nos hemos compenetrado para destruir vuestras reservas de energía. Entonces no tendrías que con que combatir-sonrió Kotaro-. Toda vuestra atención estaba puesta en el grupo que enviamos a frontera, así que además muchos de vuestros Esprictores estaban allí.

-¡¿El grupo que habéis enviado a la frontera era un señuelo?!-se sorprendió Kaius.

-Exacto, solamente queríamos desviar vuestra atención. Aunque supierais que era prácticamente imposible que superáramos vuestras defensas, sentisteis la necesidad de reforzar vuestro ejército y seguridad allí, dejando con menos vigilancia otras zonas.

-Así fue como entrasteis…-comprendió Estela.

-Quizá si Yuzird hubiese estado aquí podría haberlo previsto. cosas como los trucos y la infiltración eran sus especialidades-pensó Kaius lamentándose-. Y con él y sus amigos aquí, podríamos habernos defendido mejor, ya que sus armas no usan energía espiritual.

-¡Kyaah!-gritó entonces Estela, que también fue inmovilizada por un ninja.

-¡Estela!-gritó Kaius preocupado.

-¡Ja, ja, ja! ¡Ahora tira el arma, general Kaius!-le ordenó Kotaro-. Si no, ya sabes lo que el pasará a la princesa.

-No le hagas caso, Kaius. No te preocupes por mí y continúa luchando-le pidió Estela.

-No puedo hacerlo…-dijo Kaius soltando su espada.

-Je, eso es…-sonreía Kotaro presenciando como caía.

En el momento en la katana tocó el suelo, que instintivamente acaparaba la atención del resto, Kaius aprovechó para intentar canalizar energía y arrojar una bola de fuego contra el hombre que tenía inmovilizada a Estela.

-¡Ahora!

Sin embargo, nada pasó.

-¿Cómo? ¿Por qué no ha funcionado?-se le desencajó la cara a Kaius.

-¡Jua, ja, ja, ja!-carcajeó Kotaro-. ¡Ya sabía que podrías planear algo así! Pero no hay muchos espíritus por aquí cerca. ¿Qué pasaría si muriese?

Entonces Rogull se dio cuenta de que algunos de los ninjas llevaban una especie de visor en los ojos.

-No puede ser… ¿Con ese artefacto habéis localizado donde estaba aunque se mantuviese en su forma invisible?

-Exacto, y uno de mis hombres se lo acaba de cargar-dijo Kotaro señalando a uno de sus compañeros, que tenía su espada alzada, pero aparentemente sin que hubiese atravesado nada. Momentáneamente vieron al espíritu, pero luego desapareció al quedar sin vida.

-Nos hemos quedado sin nada…-dijo Kaius.

-¡Sí, eso es! Los humanos dependemos mucho de los espíritus. Si se los quitamos, somos débiles. He aprovechado que nos hemos vuelto demasiado dependientes de ellos para vencer.

-¿Somos demasiado dependientes de los espíritus? ¿Ellos nos vuelven débiles?-pensó Kaius abatido.

-No, aún nos queda un espíritu-dijo entonces Estela.

-¿Qué?-la miró Kotaro.

-La Joya de la Tierra que porto-dijo con gesto serio-. Marcharos o la usaré.

Todos miraron la joya que tenía colgando del cuello.

-Je, es un farol. No puedes canalizar energía de la Joya de la Tierra. Si no se usa un Esprictor, mata a quien lo intenta. Contiene demasiado poder.

-No miento. Suelta a Kaius, a Rogull, a los demás y marchate. O si no…

-¿Si no qué? ¿Sabes? ¡Creo que voy a cargarme al tal Kaius!-exclamó abalanzándose sobre él.

-¡¡Nooo!!-exclamó Estela canalizando como pudo el poder de la Joya de la Tierra.

En ese instante se oyó un gran rugido que causó un gran temblor. Los ojos de estela desprendían un destelló amarillento. De la joya emergió un gran dragón: Life Howl Dragon.

-¡¿Qué?!-se sorprendió Kotaro.

Temiendo por su vida, Kotaro abandonó el lugar. Life Howl Dragon rugió, provocando que las ondas de sonido desintegraran a los enemigos, a la vez que sanaba las heridas de Kaius, Rogull y otros soldados de Rasugaria. El ninja pelirrojo corría por su vida. Cuando las potentes ondas de sonido estuvieron a punto de alcanzarle, estas desaparecieron.

-¿Qué? ¿Estoy vivo?

Kaius y Rogull enseguida se dieron cuenta de que Estela había caído al suelo.

-¡Estela!-gritó Kaius corriendo hacia ella para comprobar su estado.

-¡¿Cómo está?!-le preguntó Rogull, preocupado.

-N-no… No respira…

-No puede ser…

-¡¡Estela!!-exclamó Kaius abrazando el cuerpo sin vida de la mujer que amaba.

-Tch, me he quedado solo. No puedo con todos. Más vale que me largue de aquí. Aunque a Breiv no le gustará que haya fracasado en mi misión-pensó Kotaro abandonando el lugar.

Entonces, tanto Kaius como Rogull vieron una carta flotando en el aire. Era el dragón que les había salvado hace unos instantes. El último aliento de vida de Estela.

-Esa carta es…-dijo Rogull entre lágrimas.

-El legado de Estela-dijo Kaius tomando con una carta la carta naranja-. Life Soul Dragon.

Tras tenerla en sus manos, rompió en lágrimas como sus compañeros.



De vuelta al presente, Kaius terminó de contar la historia.

-Después de ese día, no hubo más incidentes. Efectivamente, Eteria no tenía fuerza para superar nuestras defensas, y conseguimos acabar con todos los ninjas a excepción de Kotaro, que escapó.

-Pero perdimos a alguien muy valioso-cerró los ojos Rogull.

-A Estela-dijo Yuzird conmocionado-. No sabía que ella había muerto. Que ahora fueras el rey creía que era porque ya había tenido lugar la coronación. Lo siento, Kaius.

-Al no ver a estela durante todo el tiempo que llevamos aquí, lo empecé a sospechar-mencionó Yigen, poniendo su sombrero sobre su cuerpo como señal de respeto.

-Espero que descanse en paz-añadió Goyomon.

-Esta carta, Life Howl Dragon representa a Estela. Ella dio su vida por nosotros y por impedir que robasen la Joya de la Tierra. Por eso yo haré lo mismo.

-Así que eso fue lo que pasó. Y estás resentido con Yuzird, porque quizá las cosas habrían sido diferentes si él se hubiese quedado-dijo Fuyiko.

-Por una parte sí. Pero por otra entiendo que tuviese que volver si había perdido a un familiar. Yo me sentí igual al perder a Estela. Sí, puede que con Yuzird aquí las cosas hubiesen sido diferentes, pero por eso, con quien realmente estaba resentido, es conmigo mismo. Podría decirse que si en aquel entonces yo hubiese sido tan ingenioso como Yuzird, quizá yo podría haberlo evitado-expresó Kaius-. Por eso necesitaba este duelo. Debía comprobar si soy superior a él para impedir que algo similar vuelva a ocurrir.

-¿Y bien? ¿A qué conclusión has llegado?-le preguntó Yuzét.

-Es verdad, el duelo no ha llegado a terminar-dijo Yao-. No sabemos cuál habría sido el resultado.

-Solo Kaius que ha llegado a robar la carta lo sabe-indicó Noar.

-Es verdad-dijo Ere.

-No es necesario que lo sepáis. Pero ya he obtenido mi respuesta.

-Mi país, Eteria, provocó mucho daño a Rasugaria-pensó Idia apenada-. Ya lo sabía, pero al ver a las personas que lo han sufrido es duro…

-Fue a partir de ese día cuando comprendí que los humanos dependemos mucho de los espíritus-dijo Rogull.

-Por eso decidimos dejar de depender de ellos, y empezar forjar nuestro propio destino. Los humanos dependerá de si mismos, ya no de la energía de los espíritus-dijo el rey de Rasugaria-. Esa es la evolución de los humanos.

-Aunque primero es necesario estudiar a los espíritus.

-Sigo estando en desacuerdo a que experimentéis con ellos-expresó Yuzét.

-Ahora soy el rey de Rasugaria. Y siguiendo el legado de Estela, protegeré a mi país. Para ello de momento es necesario que estemos aliados. Está bien, gran espíritu Yuzét. Dejaremos de experimentar con espíritus.

-¿De verdad?-le sorprendió la respuesta a Yuzét.

-Por Kaius…-le dio Rogull.

-Como tenemos que estudiarlos, aun dependemos algo de los espíritus. Pero como bien ha dicho Yuzét, nuestra tecnología ya es lo suficientemente buena como para poder crecer y evolucionar por si sola-concluyó Kaius-. Ahora podemos prescindir totalmente de ellos. Este es un nuevo paso de la humanidad.

-Gracias por entenderlo, Kaius-le agradeció Yuzét.

-Puede que tenga sentido respecto a los espíritus-pensó Rogull-. Pero el Humíritu es un campo de estudio totalmente nuevo. Ese sí debo analizarlo.

-¿Estás bien, tío?-le preguntó entonces Ere, al verle algo decaído.

-Sí, solo algo triste por lo de Estela.

-¡Podéis retiraros!-dio permiso el rey-. ¡Cuando Drigo nos proporcione la información que necesitamos, decidiré cual será el próximo paso a seguir!

Todos fueron abandonando la sala poco a poco.

-Kaius, esta vez prometo quedarme hasta el final-le dijo Yuzird-. En honor a Estela.




El capítulo 43 será: La investigación.
 

Jake Xtorm

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vale, doble cap en uno, a esto le llamo yo especial de navidad por adelantado
-Ya lo he decidido, pues. Te robaré a ti, Estela.

-¡¿Cómo?!-se puso alerta Kaius.

-¿A-a mí?-se sorprendió Estela.

-Sí, me has gustado-dijo Yuzird provocando que la princesa se sonrojara-. Durante el tiempo en que os ayude, intentaré robarte el corazón.
Bueno, ahora entiendo el por qué le tiene tantas ganas a Yuzird, porque este se cepilló a la princesa XD
Se nos cuenta la relación que Yuzird y su banda tuvieron con la princesa y sus coleguitas, los problemas que hubo con la guerra de facciones, que hacían los de Rasugaria con los espíritus y el como le robaron la Zantetsuken a Goyomon.
Al final vemos como Estela muere y deja al Life Howl Dragon a cargo del mandamás, bastante trágico y triste.
Yuzird le jura a Kaius quedarse hasta el final y cliffhanger
 

Universal

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Bueno, ahora entiendo el por qué le tiene tantas ganas a Yuzird, porque este se cepilló a la princesa XD
No se la cepilló, perot anñia intención (?) Una de las cosas que noto en de este fic, es Yuzird centraliza a casi todas las chicas hacia él. Casi todos los ships que puedes hacer son con Yuzird, tiene su harem XD He is a sexy man XD

Bueno, la semana que viene probablemente ya retome el fic. Mientras, dejaré algunas imagenes de los personajes en quienes están basados los personajes del fic (y algunos son más o menos así en diseño). Más o menos los he puesto por orden de aparición. He incluido tambien eprsonajes que slaiane ene ste flashback, ay que más adelante volverán a salir.


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Bueno, ya regresa el Tercero. Se estrena nuevo dos también:




Capítulo 43

La investigación





El Tercero, su compañero Yigen, y la gran espíritu habían regresado a Fenneir. Ocultos en unos arbustos del jardín y por la luz de la noche, observaban una gran casa.

-Así que es aquí-comentó Yigen-. Aquí es donde se encuentra ese tal Llass.

-Sí, eso lo que nos han comunicado-sonrió Yuzird.



Después de aclarar al asunto con Kaius, trasladaron a la familia de Drigo de Fenneir a Rasugaria. Con su familia ya fuera de todo peligro, Drigo accedió a contarles lo que sabía. Tanto el rey, como las Bestias de Rasugaria, así como Yuzird y su banda escuchaban lo que tenía que decir. Idia y Ere estaban en su habitación.

-Primero de todo, quería agradeceros por poner a mi familia fuera de peligro. Además habéis accedido a pagar el tratamiento de mi hija.

-No tienes por qué darlas. Al fin y al cabo la información que nos proporciones puede ser vital-le comunicó Kaius-. Sigue, por favor.

-Sí, dijiste que alguien te contrató-dijo Yuzird-. ¿Quién fue?

-Un hombre llamado Llass. Aparentemente estaba contratando gente para diversos trabajos.

-¿Llass?-preguntó Goyomon. No sabía quién era.

-Buscaré información sobre él-dijo Frila sacando un artefacto tecnológico. Era como un tablet. El rostro del mencionado apareció en la pantalla-. Aquí está. Llass es un criminal de Fenneir.

-A ver…-se asomó Yuzird para verlo.

-¿Entonces estos ataques no están relacionados con Eteria?-preguntó Yao.

-¡No me lo creo!-exclamó Blaria furiosa por la rabia que le tenía a los eterienses, aún más sobretodo después de haber perdido contra Idia-. ¡Seguro que de un modo u otro los eterienses están detrás de estos ataques!

-Tranquilizate, Blaria-le pidió Rogull.

-Llass, me suena un poco, pero que yo sepa no es nadie con una influencia tan grande-mencionó Yigen.

-¿Quieres decir que es extraño que alguien como él esté detrás de los intentos de robo de la Joya de la Tierra?-preguntó Frila.

-Sí.

-Quizá los verdaderos interesados en la Joya de la Tierra contrataron los servicios de ese tal Llass- habló Fuyiko.

-Es posible-dijo Yuzird.

-En cualquier caso hay que investigarlo-mencionó Kaius-. ¿Sabes dónde se encuentra Drigo?

-Sí, en una gran casa de Fenneir.

-Bien, danos la dirección. ¿Quién se ofrece a ir para conseguir la información?

-Si no conseguimos dinero, yo paso-se negó Fuyiko.

-Vale, iré yo. Ya sea dinero, joyas o información, robar es robar. Conseguiré la información que necesitamos-se ofreció el Tercero- ¿Qué me dices, Yigen? ¿Te vienes conmigo? Sé que no robaremos dinero, pero puede ser divertido.

-Qué remedio. Está bien, te acompañaré, Yuzird.

-Yo también quiero ir-levantó la mano Yuzét, adoptando su forma visible, sonriendo con ilusión.




-¿Entonces cuando entramos?-preguntó Yuzét emocionada.

-Puede que sea más difícil de lo que pensábamos. Parece haber muchos hombres allí dentro-dijo Yigen-. Me sorprende que Llass tenga tantos hombres bajo su mando. Yo siempre pensé que era un criminal de más baja categoría.

-Por cierto, Yuzét, ¿cómo es que has querido venir?-le preguntó Yuzird-. Ja, ja, ¿ahora te has aficionado a los robos?

-Es normal que haya querido venir, hacía tiempo que no estabas y te echaba de menos. Me dejaste sola, así que esta era una buena oportunidad para volver a estar juntos…

-¿Acaso quieres que nos vinculemos otra vez? A mí no me importa, pero entonces ya sabes que tendrás que mantenerte cerca de mí.

-Yuzird, no digas esas cosas-le recriminó llevándose las manos a la cara, avergonzada-. Ya sabes que es algo muy íntimo para mí. No me malinterpretes, no es que no quiera, pero es que Yigen está cerca y…

-La otra vez Pierce estaba cerca.

-Pero era una situación de vida o muerte.

-¿De qué estáis hablando?-les preguntó Yigen, que no entendía muy a bien a lo que se refería Yuzét- Yuzird, ¿Acaso le has hecho algo raro al espíritu?

-Ja, ja, ja, bueno, es extraño de explicar.

-También hay otra razón por la que quería venir. Era para agradecerte que me apoyarás en la disputa con Rogull y Kaius, Yigen.

-Bueno, Yuzird te nombró su representante, así que no tenía otra opción. Además, supongo que ahora más o menos formas parte de la banda, por lo que no podía abandonarte. Si hasta una mujer tan caprichosa como Fuyiko forma parte de la banda, no veo porque tú no.

-Vamos, Yigen, no hables mal de Fuyiko-le pidió Yuzird.

-Pero si sabes que solo te utiliza para lograr lo que quiere, que no es otra cosa que dinero y lujo.

-Ah, mirad-les avisó Yuzét.

El trio miró entonces a la puerta de la casa. Vieron como salían unos 5 hombres, siendo uno de ellos Llass. Era un hombre de alrededor de 30 años, con el pelo a lo afro.

-Es Llass.

-Y parece que se marcha-dijo Yuzird, viéndolo como se montaba en un coche, junto a los otros 4, siendo uno el chofer y los otros tres guardaespaldas.

-Bueno, cinco menos de los que preocuparnos, ¿no?-preguntó Yuzét.

-Siguen siendo muchos-dijo Yigen preparando su Magnum-. Parece que nos tocará emplearnos a fondo, Yuzird.

-Espera, Yigen, se me acaba de ocurrir un plan. ¿Sabes? Es de buena costumbre que la familia Arsene avise de cuándo va a robar algo-dijo esbozando una sonrisa enigmática.



Había pasado ya varios minutos desde que su jefe, Llass, se había marchado. Más de 20 hombres aguardaban a su llegada.

-¿A dónde ha ido el jefe?-preguntó uno.

-Debe de haber ido a reunirse con aquellos que nos han contratado últimamente-dijo un hombre llamado Fagol, con traje y coleta. Era el hombre de confianza de Llass-. Parece que están teniendo problemas en conseguir lo que quieren por ellos mismos, por eso ahora han empezado a contratar gente capacitada.

-Sí, y eso demuestra lo que valemos. ¡Ellos solos no pueden hacer nada!-dijo otro.

-Más bien es que creo que no quieren que se sepa quién es quién está detrás de esto-dijo Fagol-. Aunque la verdad es que mí tanto me da. Gracias a eso, nuestra banda ha crecido un montón. ¡Con la caída de Duver, esta podría ser nuestra oportunidad para convertirnos en los nuevos señores del crimen de Fenneir!

-Así que eso es lo que se propone el jefe Llass, ¿no, Fagol? No suena mal, la verdad.

En ese momento, oyeron la puerta abrirse.

-¿Eh? ¿Esperábamos a alguien?

-No-frunció el ceño Fagol-. ¡Preparaos por si es un ataque!

Liderados por Fagol, varios hombres salieron al pasillo para comprobar quien era. Se sorprendieron al ver que se trataban de Llass.

-¿Jefe? ¿Qué hace aquí? ¿No se había ido a reunirse con…?

-¡El Tercero me ha amenazado!-exclamó furioso, dejando con fuerza contra un mueble del pasillo una carta del Tercero que anunciaba que iba a robarles.

-¡¿Cómo?!

Fagol cogió la carta y la leyó.

-“A las 22:00 me llevaré aquello que busco, Llass. El Tercero”.

-Tch, se ha escapado de prisión hace poco, y no sé porque parece estar interesado en mí. Ni siquiera pone que es lo que se llevará.

-Un momento, según las noticias, el Tercero se cargó a Drigo, aquel que contratamos hace tiempo-cayó en la cuenta Fagol.

-¿Insinúas que ya estaba detrás de nosotros?-preguntó mientras accedió al interior de la casa.

-Es posible.

-En ese caso puede que busque información sobre con quien trabajo… ¡Se lo tenemos que impedir! ¡Reúnelos a todos!

-¡Sí, jefe! ¡Todos! ¡Venid todos al despacho del jefe!

Minutos más tarde, Llass, Fagol, y todos sus hombres se habían reunido en el despacho. Llass estaba sentado delante de su escritorio.

-¿No sería mejor dejar a alguien vigilando en las entradas, jefe?-le preguntó uno de sus hombres.

-No, se dice que el Tercero siempre consigue entrar. Creo que es mejor que nos quedemos todos juntos para evitar su robo.

-Ya no falta mucho para las 10 de la noche-dijo Fagol mirando el reloj, poniéndose algo nervioso.

-No se oye nada. ¿Acaso será un farol?-preguntaba otro.

-No creo, pero sí es extraño… ¡Un momento!-cayó entonces en la cuenta Llass-. ¡Dicen que el Tercero es un maestro del disfraz! ¿Y si…? ¡¿Y si el Tercero estuviera disfrazado de uno de nosotros?!

-¡¿Cómo?!-se sorprendieron los demás.

-¿Es eso posible?

-Antes de reunirnos, estábamos dispersos por varias zonas de la casa. El Tercero podría haber aprovechado para abatir a alguien que estuviera solo y suplantarlo. Mantened los ojos bien abiertos.

Los nervios se empezaban a acumular entre sus hombres tras escuchar eso. Se miraban los unos a los otros, sin saber con certeza si la persona que habría a su lado sería el Tercero disfrazado.

-¿No sería mejor entonces dar una vuelta por la casa para ver si encontramos a alguno de los nuestros? Si lo encontramos, podríamos saber a quién ha suplantado-sugirió uno-. Iré a mirar. ¿Quién me acompaña?

-Yo mismo-se ofreció otro.

En ese momento, Fagol disparó su Blaster contra el que propuso esa idea, acabando así con su vida.

-¡¿Pero qué haces?!-se sorprendieron los demás.

-Ya lo he entendido. Como hemos descubierto que te has disfrazado de uno de los nuestros, pretendías hacer como que ibas a comprobar si encontrabas a alguien para huir-decia Fagol acercándose al cuerpo-. ¡¿Verdad, Tercero?!-exclamó intentando quitarle la máscara- Sin embargo, no llevaba ninguna máscara-. ¿Qué? Tch.

-No era él…

-¡Entonces serás tú, el que se ha ofrecido para ir con él! ¡Al separarnos y ser menos, tendrías más maniobra de acción!-disparó entonces contra el otro.

-¡Agh!

-¡¿Pero qué haces, tío?!-apuntó entonces otro hombre a Fagol.

-¡Tú me apuntas! ¡Tú debes ser el Tercero!-disparó Fagol contra él, poniéndose cada vez más nervioso.

La desconfianza había reinado. Creyendo que el Tercero podría ser cualquiera de ellos, los hombres de Llass empezaron a matarse los unos a los otros sin que nadie pudiera hacer nada para evitarlo.

-¡Tú tienes que ser el Tercero, solo quedas tú!-gritó acabando con el último de los presentes, a excepción de Llass.

-¡Oagh!

Fagol rápidamente comprobó si llevaba máscara. Para su desconcierto, tampoco era el Tercero.

-¡¿Cómo es posible?!-se sorprendió Fagol-. ¡Él tampoco era el Tercero! ¡Pero Llass, entonces…!

-Es lo que pasa cuando se tienen demasiados hombres que los unos no confían en los otros-dijo Llass. Luego sonrió-. Qué cruel… Al final los has matado a todos, así que nos has ahorrado trabajo.

-Tu plan ha salido a la perfección, Tercero-sonó entonces la voz de Yuzét.

-¿T-tercero? ¡No puede ser! ¡¿Acaso…?!

-Sí, habéis caído en mi trampa-se quitó una máscara Llass, revelando su verdadero rostro, el de Yuzird Tercero.

-¡Imposible!

Fagol se dispuso a apuntar al Tercero, pero éste rápidamente desenfundó su Walther y lo desarmó con un disparo.

-¡Ugh, mierda!

-Ja, ja, ja, el Tercero siempre gana-se mofaba Yuzird mientras posaba sus pies encima del escritorio-. Yo no tienes oportunidad contra mí.

-¿Dónde está el verdadero Llass?

-Ni idea, vi que se marchaba, así que aproveché para suplantarlo. Sabía que si generaba una duda, sospecharías entre vosotros, pero no de vuestro jefe. Deberías marcharte de aquí si no quieres morir. No tienes oportunidad contra mí.

-Tal vez la tenga si uso la nueva energía espiritual que nos ha proporcionado-sonrió Fagol, pulsando un botón de su duel-disk.

Yuzird y Yuzét vieron como si un aura espiritual se expandiera a través del duel-disk de Fagol.

-¿Qué ha hecho?-preguntó Yuzét.

-Gracias a nuestros aliados, nos han otorgado duel-disk con Esprictores especiales. Generan un campo de energía espiritual que neutraliza todo aquello que no sean las armas del duelo de monstruos. Intenta disparar.

-Es verdad, no sale la bala-digo Yuzird apuntando al cielo-. Qué extraño.

-Y los Blasters tampoco-dijo Fagol recogiendo una del suelo para demostrárselo.

-Resumiendo, que quieres un duelo-se levantó Yuzird, activando su duel-disk.

-Eso es-activó Fagol el suyo.

-Está bien. Cuando te venza, buscaré la información que quiero con tranquilidad

-Un campo de energía espiritual capaz de lograr que todo se rija por las reglas del duelo de monstruos…-pensó Yuzét con gesto serio- Deben de estar extrayendo energía de un espíritu muy poderoso. ¿Es posible que sus aliados tengan en su poder una Joya Elemental?

-¡Duelo!

Yuzird 4000 lp
Fagol 4000 lp
¡Yo empiezo el duelo!-exclamó Fagol-. Descarto 2 monstruos tipo máquina, incluido a Machina Fortress, y lo invoco a sí mismo desde el cementerio (2500/1600).

-Vaya, un monstruo fuerte-comentó el Tercero.

-¿Sí? Pues no estará solo, porqué descarto otros dos monstruos tipo máquina, incluyendo otra vez a un Machina Fortress, para invocarlo de modo especial desde el cementerio (2500/1600). ¿Crees que puedes hacer algo contra dos monstruos con 2500 puntos de ataque que pueden revivir? ¡Termino mi turno, Tercero!

-Bueno, seguro que se me ocurre algo-inició Yuzird su turno sin preocuparse demasiado-. Robo carta. Invoco al Pájaro Rescatador (300/100). Y activo su efecto. Lo sacrifico para invocar de modo especial dos monstruos tipo bestia alada de mi deck de nivel 3 o menor, siendo uno constructor y otro no-explicó-. ¡Invoco al Kid Horus (1400/500) y a Baby Frost Bird (400/400)! Kid Horus es un monstruo Constructor, así lo uso junto a Frost Bird para realizar una invocación Dominante de Tamaño 2. ¡Aparece, Firewing Anivia (2200/1600)! Este monstruo requiere que se use al menos un monstruo de fuego para invocarse.

-¿Invocación Dominante?-se sorprendió un poco se enemigo, aunque rápidamente recuperó la serenidad- Últimamente he oído hablar algo de ellas. ¡Sin embargo, no es rival para ninguno de mis Machina Fortress!

-Activo el efecto de Firewing Anivia. Te ocasiona 400 de daño por cada Dominio bajo mi control. Ahora tengo uno, por lo que recibes 400 puntos de daño.

-¡Ugh! ¡Quema!

Fagol 3600 lp
-Vaya, es verdad que estos duel-disk de Rogull mejoran bastante la consistencia real del golpe-sonrió Yuzird mirando su nuevo disco de duelo-. ¡Ahora activo mi carta mágica de juego rápido, el Tornado Catastrófico! ¡Descarto un monstruo Bestia Alada, y devuelvo todos tus monstruos a la mano!

-¡¿Qué?!

Impotente, Fagol presenció como todos sus monstruos regresaban a la mano.

-¡Ahora, Firewing Anivia! ¡Ataca a Fagol directamente! ¡Tormenta de fuego!

-¡Oagh!

Fagol 1400 lp
-Pongo una carta bocabajo y termino mi turno.

-No ha estado mal, Tercero, pero mis Machina Fortress son re-invocables. ¡Robo carta! ¡Descarto 2 Machina Fortress para invocar uno de ellos del cementerio (2500/1600)! Ahora descarto a un Motor Demoniaco Omega, de nivel 8, y revivo al otro del cementerio (2500/1600).

-Así que has conseguido traer a los dos de vuelta.

-No, esta vez serán tres-sonrió Fagol-. ¡Descarto otro Motor Demoniaco Omega para invocar a mi último Machina Fortress (2500/1600)!

-¿Tres monstruos con 2500 puntos de ataque’-frunció el ceño Yuzird. Luego sonrió-. Vaya, al final resulta que eres mejor de lo que pensaba.

-Por supuesto. He servido a Llass durante varios años, y justo ahora que tenemos la oportunidad de aumentar nuestra influencia en el mundo del crimen, no pienso permitir que alguien como tú lo arruine todo. ¡Allá voy! ¡Machina Fortress, ataca a Firewing Anivia!

-¡Ugh!

Yuzird 3700 lp
-¡Ahora, mi segundo Machina Fortress, ataca al Tercero directamente!

-No tan deprisa, Fagol. Si destruyes a un monstruo Constructor, puedo revivir a Kid Horus. Lo traigo de vuelta en defensa (1400/500).

-¡En ese caso lo destruyo!-Kid Horus cayó destruido presa de los láseres de Machina Fortress- ¡Y ahora mi último Machina Fortress, ataca directamente!

-¡Agh!

Yuzird 1200 lp
-¡¿Qué te ha parecido, Tercero?!

-Vaya, no esperaba que lograras causarme tanto daño-dijo mientras se recomponía del ataque-. Veo que tendré que tomarme este duelo más en serio. ¡Cuando Firewing Anivia es destruido, me permite recuperar un monstruo Bestia Alada de mi cementerio! Así que añado a mi mano a Baby Frost Bird.

-Ahora que ya has gastado tu Tornado Catastrófico, dudo que tengas algo más para hacer frente a mis monstruos, pero por si acaso, seré precavido. Activo el efecto del Reciclador de Máquinas de mi cementerio. Remuevo dos monstruos Máquina con el mismo nombre-dijo excluyendo a los dos Motor Demoniaco Omega- para devolverlo al deck y robar una carta. Bien-sonrió al ver la carta que había robado-. ¡Activo la carta mágica continua Supremacía de la Máquina! Con esta carta, los monstruos tipo máquina que controle no son afectados por efectos de monstruos del oponente cuyo ataque sean menores al suyo. ¡Termino mi turno! ¡Vamos, Tercero! ¡Haz tu turno para que pueda eliminarte en el siguiente!

-Como quieras… ¡Robo carta! Creo que ha llegado la hora de vencerte, Fagol. No sé cuánto tardará en volver Llass, pero tengo que buscar información que me sea útil sobre con quien os habéis aliado. ¡Así que activo el efecto de Skull Phoenix! Durante la Standby Phase, si no controlo monstruos y todos los de mi cementerio son Bestias Aladas, revive (1000/1000).

-¿Ese es el monstruo que descartaste con el Tornado Catastrófico?-preguntó Fagol, irritado.

-Y ahora invoco de nuevo a Baby Frost Bird (400/400). También es un monstruo Constructor.

-Y vuelves a tener dos monstruos…

-¡Exacto! ¡Por lo que lo uso para construir el territorio junto a Skull Phoenix! ¡Invocación Dominante de Tamaño 2! ¡Blizzard Anivia (2200/1600)!-esta vez apareció una gran ave helada-. Además activo el Renacer del Ave para revivir a un monstruo Bestia Alada. Elijo a Firewing Anivia (2200/1600).

El pájaro ardiente se colocó al lado del de hielo. Cada uno a uno de sus extremos tenía un Dominio, uno era un pilar ígneo, y el otro un pilar de hielo.

-¡Los monstruos Dominantes que controlen se alían y comparten sus Dominios! Uso de nuevo el efecto de Firewing Anivia. ¡Como ahora tengo dos Dominios, recibes 800 de daño!

-¡Ugh!

Fagol 600 lp
-Pero ninguno de tus monstruos es rival para mis Machina Fortress-jadeaba Fagol.

-Te equivocas. Por el efecto de Blizzard Anivia, todos tus monstruos pierden 400 de ataque por cada dominio que tenga. ¡Tus tres Machina Fortress perderán 800 puntos de ataque!-exclamó Yuzird mientras su ave helada creada una ventisca con el aleteo de sus alas.

-Idiota, ¿acaso has olvidado que la Supremacía de la Máquina me protege de eso?-Sin embargo, Fagol presenció cómo sus monstruos se debilitaban (1700)- ¡¿Cómo?!

-Baby Frost Bird niega el efecto de una carta mágica o trampa bocarriba del oponente al ser mandado al cementerio como monstruo material de Dominio-explicó Yuzird con una sonrisa-. ¡Ahora, Blizzard Anivia, ataca a uno de sus Machina Fortress! ¡Ventisca Invernal!

-¡Oagh!

Fagol 100 lp
-Y ahora Firewing Anivia acabará con otro de tus Machina Fortress y ganaré.

-¡No! ¡Si Machina Fortress es destruido en batalla, puedo destruir una de tus cartas! ¡Destruiré a Blizzard Anivia para que mis monstruos recuperen su ataque!

-Me temo que no puedo permitirlo. ¡Activo mi trampa, Drenaje de los Señores Alados! ¡Si activas el efecto de un monstruo con 2000 de ataque o más mientras controle un monstruo tipo Bestia Alada, niego ese efecto!

-¡No es posible!

-¡Adelante, Firewing Anivia! ¡Ataca a Machina Fortress! ¡Tormenta de Fuego!

-¡Argh!-gritó Fagol antes de caer fuera de combate.

Fagol 0 lp
-¿Qué te ha parecido, Yuzird?-le preguntó entonces Yuzét-. ¿Te han gustado estos nuevos monstruos Dominantes?

-Sí, Yuzét. Gracias a ti, tengo nuevas estrategias.

-¿Y ahora qué vas a hacer?

-¡Ahora a buscar todo tipo de información sobre Llass que pueda sernos útil!-exclamó Yuzird poniéndose a buscar en su escritorio y estanterías, sin perder tiempo.



Pasaron alrededor de media hora, y Yigen decidió entrar en el edificio. Abrió la puerta de la habitación donde estaba Yuzird.

-Vaya, parece que plan ha salido bien, Yuzird-dijo apartando alguno de los cuerpos-. En fin, ese tal Llass parece que no volverá pronto. Como me aburría de vigilar, he venido a ver cómo iba todo. ¿Has encontrado algo?

-Creemos que sí-le dijo Yuzét.

-Sprictor Corp-respondió Yuzird golpeado la mesa con unos documentos-. Creo que esos son los que buscamos. En los últimos tiempos ha habido varios contactos entre ambos. También hay datos sobre envíos de gente a Rasugaria.

-Sprictor Corp… No me gusta nada como suena ese nombre.

-Es una de las empresas más importantes sobre la fabricación de Esprictores, tanto aquí en Ralia como a nivel mundial-le contó Yigen a la espíritu.

-Y yo odio los Esprictores, así que…

-Bien, contactemos con Kaius.



Al día siguiente, Kaius recibió una llamada del Tercero.

-¿Sprictor Corp, dices?

-Sí, he mandado a Yigen a que te entregue todos los documentos que hemos encontrado-le contaba el Tercero.

-¿Solo a Yigen? ¿Dónde estás tú, entonces?

-Bueno, he ido a echar un vistazo a la sede de Sprictor Corp-dijo Yuzird alzando la vista, contemplando el gran edifico que tenía en frente.

-¿Dices que estás enfrente de Sprictor Corp? Regresa, Yuzird, podría ser peligroso acercarse sin un plan-le ordenó Kaius desde la otra línea.

Entonces una mujer que trabajaba allí chocó con Yuzird. Iba ajetreada por el trabajo y no le había visto. Su café se derramó. Lo primero que se le pasó por la cabeza a la mujer fue soltar una maldición, pero guardó la compostura y se disculpó.

-Lo siento. Estaba mirando unos documentos y no miraba por donde iba.

Yuzird miró entonces a la mujer, y quedó prendado de ella.

-¿Qué ha sido ese ruido, Yuzird?-le preguntaba Kaius desde el teléfono.

-Ah, nada, ya te diré algo, Kaius. Adiós.

-Esper---se cortó la llamada en ese momento.

-Tranquila, no te preocupes, yo tampoco estaba muy atento, ja, ja, ja.

-¿Te he manchado de café, o te he quemado?-se preocupó la mujer.

-Ah, creo que no, no te preocupes. Pero tu café se ha echado a perder. ¿Qué te parece si te invito yo a uno?

-Eres muy amable, pero hoy tengo mucho trabajo. No tengo mucho tiempo para…

-Sí, pareces muy ocupada y estresada. Pero justo por eso es muy importante tomarse un rato para descansar, despejar la mente y charlar, ¿no crees?

-Puede que tengas razón. Pero como te he dicho ahora no tengo tiempo-dijo pasando por el lado de Yuzird.

-Vaya, no ha habido suerte-pensó Yuzird.

Sin embargo, la mujer se detuvo, meditó unos instantes y giró la cabeza.

-Pero acabo a las 19:00. Quizá después de un largo de día de trabajo tenga ganas de tomar algo.



-¿Qué ocurre, Kaius?-le preguntó Rogull después de haber visto como atendía a la llamada de Yuzird.

-Nada. Solamente esperemos que Yuzird no se meta en líos.




El capítulo 44 será: Sprictor Corp
 

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Continuamos con un cap más:




Capítulo 44


Sprictor Corp







-Así que Sprictor Corp-dijo Rogull cruzándose de brazos.

Yuzird, Yigen, Fuyiko, Blaria, Rogull y Frila estaban reunidos en la habitación de un hotel, en Fenneir. Se habían trasladado para debatir el tema con Yuzird cara a cara.

-¿Entonces los que buscan la Joya de la Tierra no es la escoria Eteriense como antes?-preguntó Blaria- La verdad, habría preferido que fueran ellos para vengarnos de lo que nos hicieron.

-Sí, Estela murió aquella vez…-dijo Yuzird con gesto serio, pero en ese momento sonó su teléfono móvil y se le dibujó una sonrisa en la cara-. Oh, perdonad.

-Yuzird, estamos hablando de algo serio, ¿no deberías haber dejado el móvil en silencio?-le recriminó Frila, aunque en el fondo le gustaba esa actitud despreocupada del ladrón.

-Perdonad, perdonad, pero tengo que cogerlo.

-Puede que vosotros le tengáis rabia a los eterienses-habló entonces Yuzét-, pero si realmente Sprictor Corp es una empresa que se especializa en la venta de Esprictores, es como si fuera enemigo de los espíritus. Nos obligan a hacer lo que ellos quieren.

-¿Quién es el dueño de la empresa, Frila?-le preguntó Rogull.

-Espera que lo compruebe-dijo la mujer buscando en su tablet-. Parece ser que su nombre es Soncen Gado. Sin embargo, apenas hay datos sobre él, ni foto, ni dirección… Hace bastante tiempo que la empresa se fundó. Sin embargo, parece que ha sido en estos últimos tiempos cuando han sacado al mercado Esprictores que permiten extraer mucha más energía de los espíritus, haciéndolos más eficientes y dándole a los humanos una vida más cómoda.

-Fue más o menos cuando sucedió la tragedia de la muerte de Estela. La verdad es que desde entonces nos hemos centrado en desarrollar nuestra tecnología sin depender de la energía de los espíritus, por lo que no estuvimos atentos al mercado de los Esprictores-comentó Rogull.

-Esprictores aún más potentes…-frunció el ceño Yuzét.

-Se dice que Duver compró Esprictores de Sprictor Corp-mencionó Frila, que seguía buscando información.

-Puede que sea por eso que la tecnología y sistemas de seguridad espiritual de Duver fuesen tan buenos-añadió Yigen-. Hablando de seguridad. ¿Es buena idea que tantos nos hayamos reunido aquí?

-¿Crees que hemos dejado Rasugaria desprotegida?-le preguntó Rogull-. Bueno, es cierto que 3 de las 4 Bestias de Rasugaria estamos aquí, pero allí siguen estando Yao y Kaius. Y vuestro amigo Goyomon. Y la joven Idia parece dispuesta a ayudar en caso de ser necesario. Pero puede que tengas razón. Aun no conocemos del todo a nuestro enemigo, así que puede que toda precaución sea poca.

-Si quieres puedo ir a yo a Rasugaria por si acaso.

-Y yo-se ofreció también Yuzét-. Quiero que la Joya de la Tierra esté a salvo.

-¿Tú que quieres hacer, Fuyiko?

Fuyiko estaba algo pensativa. A la empresa Sprictor Corp ya la conocía.

-Creo que la mujer a la que intenté venderle la Joya del viento falsa que le robé a Yuzird podría pertenecer a Sprictor Corp-pensó-. No es que se identificara como tal, pero la tenía ese contacto anotado como una gran empresa que se dedicaba a los Esprictores, y justamente les interesaba la Joya del Viento. No es de extrañar por tanto que también busquen la Joya de la Tierra.

-Tch, no me escucha, siempre va a la suya-se quejó Yigen.

-Un momento, creo que mencionó que ya tenían la Joya del Agua y del Fuego en su poder. En ese caso está claro que nuestro enemigo busca reunir las Cuatro Joyas Elementales, y nos lleva bastante ventaja.

-Fuyiko…-se acercó a ella Frila.

-¿Qué pasa?

-¿En qué piensas? ¿Hay algo que debas contarnos?

-No, nada-decidió mentir la mujer-. Si de verdad me hubiese importando todo este asunto, supongo que habría atado cabos mucho antes, en Rasugaria. En cualquier caso, poseo información valiosa. Seguro que a Yuzird le gustará.

-Ja, ja, ja, me parece bien-se oyó entonces a Yuzird hablar por teléfono.

-¿Hum? ¿Aún está con esa llamada?-se sorprendió Fuyiko.

-¿Con quién estará hablando?-preguntó Frila.

-Esa risa tonta… ¿No será…?

-Sí-les dijo Yigen acomodándose en el sofá-. Hace unos días, cuando conseguimos la información sobre Sprictor Corp, Yuzird conoció a una chica que trabajaba allí. Parece que se llevan bastante bien.

-No puede ser… ¿Son pareja?

-Bueno, tampoco es que vaya a espiar que hacen cuando quedan, pero eso parece.

-Yuzird y yo habíamos vuelto a encontrarnos después de tanto tiempo, pero ahora…-pensó Frila apenada, aunque sin mostrarlo.

Fuyiko se cruzó de brazos, enfadada.

-Pues ahora me guardo esa información para mí-pensó.

-Sí, sí, quedamos así. ¡Adiós!-terminaba Yuzird la llamada.



Mientras, en uno de los despachos de Sprictor Corp, una reunión importante estaba teniendo lugar.

-¡Ese maldito Tercero!-exclamó Llass furioso-. ¡Cuando llegué a mi casa hace unos días, todos estaban muertos! ¡Y quien sabe lo que buscaba! ¡No permitiré que esto quede así!

-Tranquilizate, Llass-entró en la sala una mujer de alrededor de 26 años, guardándose su teléfono móvil en el bolso. Su cabello era negro y le llegaba hasta el cuello. Llevaba un vestido largo, del mismo color que su pelo. Su mirada era algo fría, pero era muy bella. Iba acompañada de un hombre alto y de cabello largo, vestido como un ninja.

-Sí, comportante delante de la señorita Diussa. No olvides que es la hija del gran Jester.

-Gracias, Inobi, pero no hace falta que hables por mí-le dijo Diussa.

En realidad ella era adoptada. Esté par, junto al ya fallecido Fajus, eran los que se reunieron con Fuyiko cuando ésta les ofreció la falsa Joya del Viento.

-Habéis llegado pronto, Llass, Viason.

El otro hombre al que se refirió Diussa era un hombre calvo, que llevaba una gran gabardina marrón.

-Sí, y ya sabéis que Llass, nuestro socio más reciente, se exalta rápido.

-¡Es que esto no puede quedar así! ¡Tenemos que hacer algo con el Tercero!

-Sí, eso es cierto-se mostró de acuerdo la mujer-. Aparentemente el Tercero acabó con la vida de uno de tus hombres en la cárcel. Y luego asaltó tu casa, Llass. Realmente buscaba información. Y todo esto está relacionado en nuestra cruzada para conseguir la Joya de la Tierra.

-¿Entonces él lo sabe?-preguntó Viason.

-Eso parece, se está convirtiendo en un estorbo. Aparte de lo mencionado, estos días ha estado estorbando algunas de nuestras operaciones.

-¿Qué quieres decir?

-Íbamos a movilizar a hombres que Inobi ha entrenado para realizar otro ataque a Rasugaria, pero se ve que el Tercero apareció y todo se fue al traste. Creo que está claro que sabe que vamos tras la Joya de la Tierra. Con nuestro sistema de seguridad espiritual es imposible que haya podido acceder a dentro de las instalaciones sin autorización, pero…

-Es posible que haya extraído información de algún trabajador fuera de la empresa.

-El caso es que nos está estorbando. Debemos hacer algo al respecto.

La puerta de la sala se volvió a abrir. Se trataba de un hombre y de una mujer. Todos se giraron para recibirles.

-Por supuesto que es un estorbo. Esa familia… La familia Arsene siempre se ha entrometido en mi camino. El Tercero no es distinto de su padre, Drayden el Primero. Si no tocan los cojones no se quedan contentos. Pero esta vez el Jester triunfará.

-Bienvenido, padre-le saludó Diussa.

Soncen Gado. Aunque ese nombre decía poco más de él aparte de ser el dueño de la empresa. La gente conocía más el nombre Jester, un famoso ladrón que hace años rivalizaba con el Primero. Dada su edad, cerca de los 60, su cabello era blanco. Su cabello largo estaba recogido por una coleta. Vestía con un traje blanco elegante y llevaba una especie de bastón. Se apoyaba en él para caminar a veces, ya que iba algo cojo, aunque no era un bastón de apoyo.

-El Primero y yo éramos rivales. Lamentablemente, él me derrotó y superó en su día-dijo recordandolo con rabia-. Me hirió en las piernas y me tuve que retirar. La recuperación era larga. Para cuando estuve listo otra vez, su nombre ya había eclipsado al mío. Yo no estaba en condiciones, y me retiré, fundando esta empresa-luego sonrió-. Pero el destino quiso que esta mujer apareciera ante nosotros.

-Ju, ju, ju, como eres, Soncen-dijo la mujer que lo acompañaba, que estaba cogida de su brazo.

-Bienvenida tú también, Rieki.

-Ya sabes que yo solo os he dado un empujoncito.

Lo cierto es que Diussa no tenía en muy alta estima a Rieki. Más o menos tendría su edad, pero era la pareja de su padre adoptivo. No sabía si era solo por eso o por su actitud. Tenía el cabello verde, con las puntas del pelo que le caía en rulos. Iba vestida con un traje de empresaria ocre. Era muy atractiva y casi siempre sonreía. Pero esa sonrisa… Ella tenía la sensación de que manipulaba a su padre, pero también era cierto que tenían en su poder la Joya del Agua y del Fuego gracias a ella.

-El Tercero no tendría que preocuparte, querido. Si se interpone, correrá la misma suerte que el Segundo. Esta solo es una oportunidad más para demostrar quién es realmente quien es mejor ladrón, si el Jester o los Arsene.

-Sí, es cierto. Esta es mi era-sonrió Soncen-. Puede que mi modus operandi sea diferente a la de hace años, pero el Primero no logró conseguir ninguna de las Joyas Elementales, que era nuestro sueño, los mayores tesoros de la humanidad. Sin embargo, ahora nosotros tenemos dos.

-Puede que la reaparición del Tercero sea hasta beneficiosa-mencionó Rieki-. El robó la Joya del Viento. Era uno de nuestros objetivos, pero no pudimos localizarlo y terminó siendo encarcelado. Quizá ahora la podamos conseguir.

-Cuando arrestaron al Tercero hace semanas, no se mencionó en ningún lado que las autoridades hubiesen recuperado la Joya del Viento-indicó Diussa.

-¿Quieres decir que ya no está en su poder?-preguntó Llass.

-No lo sabemos a ciencia cierta, pero es una posibilidad.

-Más bien parece como si la hubiese guardado en algún lugar especial-dijo Soncen-. Es el Tercero, así que no creo que sea estúpido.

-En cualquier caso, ¿qué vamos a hacer con él?

-Está siendo un estorbo para nuestros planes. Así que siempre podemos eliminarlo-sugirió Rieki-. Tal y como hicimos con el Segundo, ¿no es así, Soncen?

-Je, si es necesario, lo haremos. Pero sería aburrido solamente acabar con él. Primero debemos darle un aviso. Que sepa con quien se enfrenta. Que sepa que su oponente es Jester, el rival del Primero.

-Oh, cómo te gusta el drama, cariño, ju, ju, ju, ju. “Jester y la familia Arsene enfrentados de nuevo”. Está bien, pero no olvides que nuestro proyecto debe seguir adelante, Soncen. Yo te devolví la ambición. Acabé con el Segundo. Y te ofrecí la Joya del Agua. Para lograr el mayor robo de la historia, el robo de la naturaleza, necesitamos las 4 Joyas Elementales. Ya tenemos listo el Cañón de Alphard, y solo nos faltan dos Joyas. No me gustaría tener que esperar mucho más. ¿Vale?-acabó Rieki esbozando una alegre sonrisa.

-Tranquila, Rieki. Lo lograremos.

-Ju, ju, ju, así me gusta, Soncen.

-Está será mi victoria suprema contra el Primero. Si manipulo las 4 Joyas Elementales, sería como poseer el toda la naturaleza. Podríamos condicionar al mundo entero si quisiéramos. Robaríamos el poder para hacer lo que quisiéremos. Tendremos el control total sobre los espíritus.

-Entonces, si le mandamos un mensaje al Tercero, acudirá-dijo Viason, el hombre calvo.

-Sí, ese es el estilo de la familia Arsene: no rehuir nunca de ningún desafío.

-¿Y quién se encargará de hacerlo?

-¿Por qué no lo haces tú, Diussa? Eres la hija de Jester, y él del Primero. ¿Sería muy emblemático, no crees?

-Sí, ¿por qué no? Confió en ti, hija. Nunca te he entrenado como una ladrona, pero sí para dirigir esta empresa. Te he ensañado a gobernar, y cuando consigamos nuestro objetivo, tendremos el mundo a nuestros pies. Debes empezar a implicarte más en esto. De esa forma, sentirás el triunfo como tuyo.

-Está bien, padre. No te defraudaré-aceptó Diussa.

-Y que sea mañana, no perdamos tiempo-presionó Rieki.

-¿Ya mañana?

-Sí, ¿qué pasa? ¿Has hecho planes? ¿Estás ocupada? ¿Acaso te has echado un noviete? ¿O tal vez dos a la vez? Ju, ju, ju, que moderna. O si es una novia tampoco pasa nada.

-No es asunto tuyo, Rieki. Pero como quieras, lo prepararé todo para mañana. ¡Inobi, Llass, venid conmigo!

-Sí, señorita Diussa.

-Ese Tercero se arrepentirá-farfullaba Llass siguiéndola, saliendo así de la sala.



Esa misma noche, un grupo de trabajadores de Sprictor Corp se dirigían a un coche que estaba aparcado en el exterior de la empresa.

-¿Adónde os dirigís?-les preguntó el chófer.

-A Rasugaria.

-Entonces quizá podáis responderme a algunas preguntas-miró hacia atrás el conductor, quitándose una máscara para revelar su verdadero rostro y apuntarles con una Walther.

-¡Ah! ¡¿N-no serás ese Tercero?!-se asustaron los trabajadores.

-Así es. He intentado acceder a la empresa varias veces, pero hay un campo de energía espiritual que impide que entre. Podrías decirme como se desactiva.

-N-no lo sé.

-Yo tampoco. Creo que lo controlan desde arriba.

-No sabemos que tienes contra nosotros, pero la jefa nos había avisado de que si nos asaltaba el Tercero, que fueras mañana a las 18:00 al muelle de la ciudad-contó otro.

-Oh, vosotros parecéis trabajadores honrados que no tenéis mucha idea de lo que está pasando-se dio cuenta Yuzird-. Ya veo, supongo que ya he captado mucho su atención estorbándoles estos días como he podido y han decidido reunirse conmigo. Veamos que podemos sacar de esa reunión.

-Dijeron que podías llevar hasta dos personas más contigo.

-Tendría que haberlo previsto. Esta información sobre que iba a haber traslado de trabajadores de la empresa a Rasugaria se ha filtrado muy rápido ha sido muy fácil de obtener. Bien, pues…-dijo Yuzird bajando el arma y saliendo del coche-. Mañana, ¿eh?



Al día siguiente, a la tarde, Diussa, Inobi y Llass estaban en el muelle esperando a que llegara el Tercero. A esas horas no había otra gente allí. Por si acaso, Diussa llevaba una identificación en su pecho que el Tercero la reconociera como jefa de Sprictor Corp.

-Ya casi es la hora-dijo Llass mirando el reloj.

-Según mi padre, vendrá justo a la hora exacta.

-Ya es-dijo entonces Inobi.

En ese momento, se oyeron unos pasos que provenían de detrás de ellos. Se dieron la vuelta para mirarlos. Uno de ellos vestía de oscuro y con un sombrero que hacía que prácticamente no les vieran los ojos. Su barba le caracterizaba: era Yigen. El otro era un hombre, que para esta ocasión se había vestido con un esmoquin rosa: El Tercero.

-Así que vosotros sois de Sprictor Corp-dijo el ladrón-. Parece que tienen una jefa muy guapa, ¿no crees, Yigen?

-Supongo…

-¡¿Tú eres el Tercero?!-le señaló Llass furioso-. ¡Acabaste con casi todos mis hombres!

-Estrictamente hablando, se mataron entre ellos-se encogió de hombros Yuzird-. Deberías haberse enseñado a ese tal Fagol a no ser tan impaciente.

-Grrr…

-Tranquilizate, Llaas. ¿Solo sois dos?-arqueó una ceja Inobi-. Podíais llevara uno más.

-Según el mensaje que recibí de vuestros trabajadores, esta solo es una reunión para hablar, ¿no? Entonces con Yigen y yo somos más que suficientes. ¿Tú qué opinas, Diussa?

Diussa se había quedado levemente desconcertada cuando había visto al Tercero.

-¿Diussa?-pensó Inobi al notar algo extraña su actitud- Es como si se hubiera conmocionado al ver al Tercero.

-Exacto, esta reunión es para poner las cartas sobre la mesa-la mujer recuperó la compostura enseguida.

-¿Y bien? ¿Qué queréis decirnos?-le preguntó Yuzird.

-Por supuesto, puesto que hemos sido nosotros quienes os han citado, empezaremos nosotros. Somos de Sprictor Corp, como supongo que ya sabréis. Y últimamente, tú, Tercero-dijo con un gesto muy serio-, te has estado interponiendo en nuestros negocios. Y eso no nos conviene.

-Sí, pero yo tenía entendido que vuestra empresa se dedicaba a construir Esprictores de gran calidad, no a robar Joyas con una gran energía espiritual. El que roba se supone que soy yo.

-Sin duda sabe que vamos tras la Joya de la Tierra, en Rasugaria-pensó Diussa-. La tecnología más potente está hecha para complementarse con el combustible más potente, ¿no crees?

-Bueno, tengo una amiga que no estaría de acuerdo con eso-mencionó Yuzird haciendo referencia a Yuzét.

-Y hablando de Joyas… Tú robaste la Joya del Viento. Era perfecto cuando la tenía el presidente, la teníamos totalmente ubicada. Cuando fuera el momento indicado, nos haríamos con ella. Pero tú te la llevaste y eso fue un inconveniente. Sin embargo, cuando la policía te atrapó, no dieron con ella. ¿Dónde está?

-La tiene la amiga que te he mencionado. Y no creo que esté interesada en compartirla para esos fines. Es muy cabezota.

-En cualquier caso, la pregunta es… ¿Por qué os oponéis a nosotros? Podéis acabar muy mal parados si lo hacéis.

-Bueno, hay varias razones… Me lo ha pedido un viejo amigo, mi amiga no quiere que explotéis a los espíritus, conseguir las Joyas Elementales es uno de los objetivos de mi familia durante años, por lo que no puedo permitir que lo hagan otros para mantener el nombre de la familia Arsene y… Quizá pueda obtener información sobre quien asesinó a mi hermano. Son unas cuantas razones, ¿no te parece?-le preguntó Yuzird.

-La familia Arsene… Por supuesto, ahora esto es una guerra entre familia de ladrones.

-¿Qué quiere decir?-se sorprendió Yigen.

-Podría ser que…

-Mi nombre completo es Diussa Gado, hija de Soncen Gado. Su nombre real no dice mucho, pero su verdadera identidad es el Jester-reveló Diussa.

-¡¿El Jester?!

-Sí, tú eres el Tercero, hijo del Primero, rival del Jester hace muchos años. Yo soy su hija. Ahora el destino nos ha vuelto a juntar a ambas familias. Que haya un nuevo enfrentamiento entre ambas familias de nuevo dependerá de ti.

-Bueno, no olvides que el Primero salió victorioso frente al Jester.

-Eso era antes, Tercero. Después de muchos años de inactividad en ese campo, la ambición del Jester ha regresado. He dicho que íbamos a poner las cartas sobre la mesa. Que sepas que el Segundo pereció ante la ambición del Jester por cumplir su objetivo: reunir las 4 Joyas Elementales.

-¡¿Cómo?!-se conmocionó Yuzird ante la noticia- ¿Quieres decir que…?

-Sí, fuimos nosotros quienes acabemos con la vida de tu hermano. El Jester odia a tu familia. Si te interpones, no tendrá piedad. El ladrón que finalmente logre reunir las 4 Joyas será mi padre.

Tras la revelación de la muerte del Segundo, Yigen se llevó la mano al cinturón, donde guardaba se revolver, por si debía usarlo. Inobi hizo lo mismo, preparando unos Kunais. Llass también se preparó. Deseaba que la situación se desmadrase para acabar con el Tercero y vengarse de él. Por si acaso, también todos llevaban sus duel-disk.

-Supongo que se ha acabado-pensó Diussa.

La cara del ladrón expresaba rabia, pero desapareció con un suspiro.

-Bueno, las reglas de hoy era reunirnos solo para hablar. Así que nada de enfrentamientos, ¿vale?-dijo recuperando aparentemente la tranquilidad.

-¿Cómo?-pensó, sorprendida de la reacción del ladrón.

-Hay que poner las cartas sobre la mesa, ¿no? Que sepáis que ahora que sé eso, no pienso permitir que os salgáis con la vuestra. No pienso retirarme. Os detendré. Guarda el arma, Yigen. Nos vamos.

-¿Estás seguro, Tercero? Al fin has encontrado a los responsables de la muerte de tu hermano.

-Sí, tranquilo. Además, eso no quiere decir que hayan sido específicamente ellos-dijo dándose la vuelta para marcharse-. La información que nos han dado es muy importante para mí, me conformo con eso. Además, hoy he quedado para cenar. Si nos liamos a tiros ahora, puede que llegue tarde. Y no quiero dejar plantada a esa chica.

-¿Qué has quedado para cenar?-se sorprendió Diussa, haciendo un gesto para indicar a Inobi y Llass que no atacasen.

-Sí, ¿y tú? ¿No tienes planes?

-Sí, la verdad es que sí-agachó levemente la mirada-. Yo también tenía planes para hoy…



Un par de horas más tarde, Yuzird esperaba en un restaurante a que llegase la chica con la que había quedado. Sostenía una rosa en la boca, que pensaba entregarle. Al poco rato, vio entrar a la mujer que esperaba. Parecía algo afligida.

-Perdona por llegar algo tarde, Yuzird…

-Tranquila, tiene pinta de que el trabajo ha sido un quebradero de cabeza hoy, ¿verdad, Diussa? Ya he pedido el vino.

La mujer que Yuzird había conocido hace unos días atrás en Sprictor Corp no era otra que la mismísima Diussa, hija de Soncen Gado, el Jester, quien resultaba estar detrás de la muerte de su hermano. Cogió y olió la rosa que Yuzird había traído para ella. Luego la dejó en la mesa.

-No sabía si venir…-dijo quitándose el abrigo. Para la cena se había puesto un vestido negro sin mangas cuya ajustada falda le llegaba hasta un poco más arriba de las rodillas. No era excesivamente provocador, pero sí muy elegante-. Como has dicho, el trabajo hoy ha sido… complicado, podríamos decir. ¿Y cómo te ha ido a ti hoy en el trabajo?-le preguntó siguiéndole el juego.

-La verdad es que tenía una reunión. Tenía que reunirme con la jefaza de Sprictor Corp. Parecida un poco estirada-bromeó Yuzird-. Super seria y esas cosas.

-¿Así que un poco estirada, eh?-arqueó la ceja Diussa, sonriendo levemente-. Pues con quien yo me he reunido iba de sobradete. Era una reunión importante y ni siquiera se ha dignado a traer al número de trabajadores acordado. Que arrogante. Si las cosas se hubieran torcido, no sé qué habría pasado.

-Sería un hombre muy seguro de sí mismo.

-O muy estúpido.

-¿Por qué no ambas?

-Idiota-se rió Diussa.

-Eso es, sonríe. Hemos venido a aquí a pasárnoslo bien. A despejar la mente de tanto trabajo, ¿recuerdas?

-¿A despejar la mente? ¿Después de esto?-dijo apoyando la cabeza sobre su mano-. Ahora no sé ni siquiera si voy a poder dormir tranquila. Resulta que el hombre con el que había empezado a salir no es otro que el Tercero. Vaya suerte la mía. No tenía ni idea. Casi se me para el corazón cuando te he visto aparecer en el muelle. ¿Cómo es posible? Te das un aire a las fotos que he visto de él, pero a la vez eres distinto.

-Ah, es porque me pongo una crema que refleja parte de las imágenes que se captan con fotografías que usan la energía espiritual, por lo que, aunque parecido, mi cara siempre sale algo distinta a la original.

-Vaya-luego se puso seria- ¿Tú lo sabias?

-¿Uh?

-Que yo era la hija de Jester. ¿Te acercaste a mí porque era alguien importante?

-La verdad es que no-admitió Yuzird-. Simplemente me llamaste la atención. En realidad yo también me llevé una sorpresa al verte en el puerto. De hecho en ningún sitio se mencionaba que Soncen tuviese una hija. Y tampoco sabía que el Jester se llamase realmente Soncen. También es culpa tuya por no rechazarme, ja, ja, ja.

-La verdad es que soy adoptaba. Aun no me han otorgado el apellido Gado oficialmente. “Te lo tienes que ganar”, y esas gilipolleces-dijo tomando un sorbo de su copa.

-Ahora me toca preguntar a mí. ¿Tuviste algo que ver con la muerte de mi hermano?

-Vas al grano, ¿eh? La verdad es que no. No sé si es la respuesta que esperabas.

-Lo cierto que es la que deseaba. Sería un poco raro si salgo con una mujer que está involucrada con la muerte de mi hermano.

-Lo cierto es que para mí, Sprictor Corp era solo una empresa que se dedicaba a los Esprictores. Sí supe que mi padre había sido ladrón, pero había dejado todo esto atrás. Pero esos últimos años apareció una mujer y entonces...

-¿Un mujer? ¿Quién?

-No olvides que somos enemigos. No puedo contártelo. Bueno, lo cierto es que da igual, no la tengo en muy alta estima, y además no hay ningún registro sobre ella en ningún lado… Se llama Rieki. Contactó con mi padre hará cosa de un año, y desde entonces, mi padre se obsesionó de nuevo con conseguir las Joyas Elementales y el Proyecto Alphard.

-¿Proyecto Alphard?

-No te lo voy a contar todo, guapo. En cualquier caso, diría que Rieki está muy involucrada con la muerte del Segundo.

-Rieki…

-Bueno, vamos a cenar. Esto era para despejarme. Nada de hablar más de trabajo.

-Vale, veamos que hay en la carta…



Un par de horas más tarde, Yuzird acompañaba a Diussa a su casa.

-¿Estás segura de que quieres que te acompañe? Ya sabes, somos enemigos y esas cosas.

-Sí, con mi “enemigo” me siento más libre que en la empresa. Ah, ya hemos llegado.

-Bonita casa.

Diussa abrió la puerta y le ofreció entrar.

-¿Quieres pasar? A tomar un último café.

Yuzird asintió, pero fue repelido por un campo de fuerza espiritual.

-¡Ay!

-Espera un momento, es el sistema de seguridad. Ahora más que nunca debo estar protegida.

Diussa creó con un Esprictor un panel de energía mientras el ladrón observaba con curiosidad. Manipulando la energía como si fuese el teclado de un ordenador, anuló la seguridad.

-Ya puedes.

-Gracias.

Nada más entrar, Diussa le abrazó.

-Diussa…

-¿Qué vamos a hacer, Yuzird? Si esto continua así, tarde o temprano tendremos que matarnos el uno al otro. Desde que llegó Rieki, he pasado de ser una trabajadora a ser la heredera del Jester. Cada día me presionan más. Y no voy a abandonar a mi padre, no puedo… Él me sacó de un mundo de pobreza. Y tampoco me fio de esa mujer, Rieki. Debo estar ahí por lo que esa mujer pueda hacerle a mi padre... Somos los hijos de dos ladrones que se enfrentaron muchas veces en el pasado. El Tercero y la hija de Jester… Y mi padre está relacionado con la muerte de tu hermano. ¿Qué futuro hay?

-Bueno, puede que la hija de Jester y el Tercero sean enemigos, pero Yuzird y Diussa podrían ser amantes.

-Eres idiota, ¿cómo puedes tomártelo así? Pero me gusta tu idea…-dijo acercando sus labios a los de Yuzird-. Ven aquí.

La puerta de la casa de Diussa se cerró mientras ambos se fundían en un beso.





El capítulo 45 será: La proposición de Fuyiko
 

Jake Xtorm

El Duelista Errante
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Bueno, hora de una doble review ya que la semana pasada tuve la oposicion de correos y que al final me dió pereza hacerla XD.

Capítulo 43 La investigación
Aiba no se encuentren con una legión de drojadictos XD
-¿Entonces cuando entramos?-preguntó Yuzét emocionada.
Alguien está muyyy interesada en este proyecto, ¿eh? ;)

-Por cierto, Yuzét, ¿cómo es que has querido venir?-le preguntó Yuzird-. Ja, ja, ¿ahora te has aficionado a los robos?

-Es normal que haya querido venir, hacía tiempo que no estabas y te echaba de menos. Me dejaste sola, así que esta era una buena oportunidad para volver a estar juntos…
Aja, pero ¿Donde? ¿Dando un golpe o.... en una cama matrimonial? XD
Yuzird, ¿Acaso le has hecho algo raro al espíritu?
Si, darle salame jajajajajaja

-Tch, se ha escapado de prisión hace poco, y no sé porque parece estar interesado en mí. Ni siquiera pone que es lo que se llevará.
Tío, ¿Tal vez la joya de la tierra? ¿Eh?
-Resumiendo, que quieres un duelo-se levantó Yuzird, activando su duel-disk.

-Eso es-activó Fagol el suyo.
Este va de seguro, sería una pena que al final solo fuera un relleno mas de los muchos que salen en los fics.
-¡Ahora, mi segundo Machina Fortress, ataca al Tercero directamente!
Machinas? que interesante, al final resultará que volveremos a ver a este tío.
-¡No! ¡Si Machina Fortress es destruido en batalla, puedo destruir una de tus cartas! ¡Destruiré a Blizzard Anivia para que mis monstruos recuperen su ataque!

-Me temo que no puedo permitirlo. ¡Activo mi trampa, Drenaje de los Señores Alados! ¡Si activas el efecto de un monstruo con 2000 de ataque o más mientras controle un monstruo tipo Bestia Alada, niego ese efecto!
Skill Drain versión pájaros, a 39.99 Euros en Fnac XD
-¿Qué te ha parecido, Yuzird?-le preguntó entonces Yuzét-. ¿Te han gustado estos nuevos monstruos Dominantes?

-Sí, Yuzét. Gracias a ti, tengo nuevas estrategias.
Ojo al menos recompénsala como se debe, con una cita romática y luego un buen fol....!!
-¿Sprictor Corp, dices?
Y tenemos nuevo objetivo, siguiente.

Capítulo 44 Sprictor Corp
Puff, eso suena a una tienda de aspiradoras XD
-¿Entonces los que buscan la Joya de la Tierra no es la escoria Eteriense como antes?-preguntó Blaria- La verdad, habría preferido que fueran ellos para vengarnos de lo que nos hicieron.
No, son otros, tu venganza va a tener que esperar.
-Creo que la mujer a la que intenté venderle la Joya del viento falsa que le robé a Yuzird podría pertenecer a Sprictor Corp-pensó-. No es que se identificara como tal, pero la tenía ese contacto anotado como una gran empresa que se dedicaba a los Esprictores, y justamente les interesaba la Joya del Viento. No es de extrañar por tanto que también busquen la Joya de la Tierra.
Uy Fuyiko, se vienen los fantasmas del pasado jaja.
-¡Ah! ¡¿N-no serás ese Tercero?!-se asustaron los trabajadores.

-Así es. He intentado acceder a la empresa varias veces, pero hay un campo de energía espiritual que impide que entre. Podrías decirme como se desactiva.

-N-no lo sé.

-Yo tampoco. Creo que lo controlan desde arriba.

-No sabemos que tienes contra nosotros, pero la jefa nos había avisado de que si nos asaltaba el Tercero, que fueras mañana a las 18:00 al muelle de la ciudad-contó otro.
Suena a trampa o... a que quiere un polvete la jefa XD
-No olvides que somos enemigos. No puedo contártelo. Bueno, lo cierto es que da igual, no la tengo en muy alta estima, y además no hay ningún registro sobre ella en ningún lado… Se llama Rieki. Contactó con mi padre hará cosa de un año, y desde entonces, mi padre se obsesionó de nuevo con conseguir las Joyas Elementales y el Proyecto Alphard.

-¿Proyecto Alphard?

-No te lo voy a contar todo, guapo. En cualquier caso, diría que Rieki está muy involucrada con la muerte del Segundo.

-Rieki…

-Bueno, vamos a cenar. Esto era para despejarme. Nada de hablar más de trabajo.

-Vale, veamos que hay en la carta…
Eso es revelador y seguro que va a ser de peso para la trama.
-Bueno, puede que la hija de Jester y el Tercero sean enemigos, pero Yuzird y Diussa podrían ser amantes.
Otra que cae al redil del 3ro, ¿Seguro que no es un Harem fic? XD
 

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Machinas? que interesante, al final resultará que volveremos a ver a este tío.
De normal se aplica el que si usa cartas que existen, es que tiene altas posibilidades de ser de relleno porque no tiene cartas que "vender"(?)

Suena a trampa o... a que quiere un polvete la jefa XD
Al final era un poco las dos cosas XD

Eso es revelador y seguro que va a ser de peso para la trama.
De lo que dije en discord de que en este temporada tenía varios candidatos sobre a quien poner de final boss de temporada, en gran parte es por Rieki XD

Otra que cae al redil del 3ro, ¿Seguro que no es un Harem fic? XD
Descubriste el secreto, es un fic harem XD Nah, ya despues dediussa creo que ya no saldrá ninguno a la que le guste Yuzird.

Allá va el nuevo cap.




Capítulo 45


La proposición de Fuyiko








-¿Diussa?

Los rayos de sol traspasaban los cristales, provocando que Yuzird se despertara. Estaba en la cama de Diussa, pero ella ya no estaba allí.

-¿Dónde estará?

A los pocos segundos, la mujer entró en la habitación, ya totalmente vestida para trabajar. También llevaba una bandeja con el desayuno.

-Oh, ¿me traes el desayuno?-sonrió Yuzird-. Qué romántico. Aunque creo que eso debería haberlo hecho yo, ja, ja.

-En realidad no tiene nada de romántico. Lo hago para echarte de casa.

-¿Eh?

-No todos tenemos el día libre, ¿sabes? Algunos tenemos que trabajar, así que tienes que irte.

-Oh, ¿así que temes que el Tercero pueda robar algo de tu casa?

-No creo que haya nada comprometido en mi casa, pero aun así, tampoco hace tanto que nos conocemos. Sería inapropiado dejarte solo en mi casa, ¿no crees? Pero no te preocupes, estás invitado para venir otro día-sonrió tras decir esto último-. Desayuna, vístete y nos vamos.

-Como órdenes.

Cinco minutos más tarde, los dos abandonaban la casa. Diussa volvió a activar el sistema de seguridad espiritual.

-Tengo el coche por allí, ¿me acompañas?

-Claro.

De camino al coche, a la mujer se le ocurrió hablar sobre un tema de conversación bastante popular estos últimos días.

-Por cierto, tú eres un duelista, y además el Tercero, por lo que quería preguntarte una cosa.

-¿Tú no lo eres?-se sorprendió Yuzird ante la pregunta.

-Conozco las reglas, pero no tengo aun una baraja. Las cartas se usan tanto como herramienta de entretenimiento y hasta pueden usarse también como lucha. Lo cierto es que nunca he tenido mucho tiempo para entretenerme, y hasta que llegó esa mujer, Rieki, solo éramos una empresa que nos dedicábamos a los Esprictores, por lo que no teníamos ningún enemigo que requiriese ese tipo de enfrentamientos. A partir de ahí, sí me adiestraron en otro tipo de armas-dijo sacando un pequeño blaster de su bolso.

-Ya veo. ¿Y que querías preguntar?

-Últimamente se habla mucho de los llamados monstruos Dominantes. Pero hasta hace poco no había oído hablar de ellos. Dicen que tú, el Tercero, los usa, así como ese inspector, ese Kenigata.

-Ah, sí, es verdad, los usamos. Puede que no hayas oído hablar mucho de ellos porque requiere que un espíritu te los otorgue de alguna forma. Aunque conozco a una persona que los ha adquirido de una forma distinta-le contó, haciendo referencia a Kaius.

-Básicamente, el secreto está en los espíritus-comprendió Diussa.

-Sí, eso parece.

-Si desciframos el código espiritual de los espíritus, puede que con los Esprictores podamos crear también monstruos Dominantes, al igual que hacemos con el resto de cartas-pensó Diussa-. Eso podría hacer crecer aún más a la empresa.

-Oh, ahí está mi coche-interrumpió Yuzird los pensamientos de su pareja.

Cuando Diussa vio el coche que le había señalado Yuzird, no pudo evitar reír a carcajadas.

-Ja, ja, ja ¿en serio, ese trasto?-expresó observando el coche, un clásico Fiat 500 amarillo, un modelo muy viejo-. Esperaba algo con más clase para el gran Tercero.

-Pues a mí me gusta-se ofendió Yuzird.

-Bueno, yo tengo el coche aparcado algo más lejos-dijo Diussa dándole un beso de despedida-. Te llamo cuando acabe de trabajar. Seguro que sale el tema de “cómo acabar con el Tercero”. Adiós.

-Adiós.



Más tarde, Yuzird fue al hotel donde estaban hospedados sus compañeros, Yigen, Fuyiko, Yuzét, Blaria, Rogull y Frila.

-¡¿Cómo?! ¿Qué la chica con la que estabas saliendo es justamente la jefa de Sprictor Corp, la mujer que vimos en el puerto?-se sorprendió Yigen.

-Sí, ja, ja, ¿tiene gracia, no?

-No tiene nada de gracia-dijo Rogull tomándose el asunto muy en serio.

-Está claro que no podemos confiar en este tío. Si yo fuera Kaius, lo echaría, no le necesitamos-expresó Blaria.

-¿Y qué vas a hacer ahora?-le preguntó Yuzét.

-¿Que qué voy a hacer?-se sorprendió el ladrón.

-Sí, ¿vas a cortar con ella?-le sugirió Fuyiko sin tapujos-. Es el enemigo al fin y al cabo.

-Es cierto, e incluso nos has contado que ha Sprictor Corp estuvo relacionada con la muerte de tu hermano-añadió Frila-. No puedes estar con alguien así.

-Bueno, en realidad ella no está directamente involucrada con ese asunto.

-Pero has dicho que es la hija del Jester, que fue un gran rival de tu padre. ¿No es algo raro salir con ella?-preguntó ahora Yigen.

-Puede que un poco, pero soy el Tercero, por naturaleza ya me junto siempre con gente rara.

-Aunque si estás con ella, puede que podamos usarla para conseguir más información sobre Sprictor Corp-expresó Rogull.

-No, hemos acordado separar el trabajo de nuestra vida personal. Es decir, yo como Tercero, intentaré evitar que el Jester y sus hombres reúnan las 4 Joyas Elementales, y ella como hija del Jester, intentará dejarme fuera de juego. Pero Yuzird y Diussa serán ajenos a eso.

-Sprictor Corp, empresa que se dedica al desarrollo de potentes Esprictores que extraen la energía de los espíritus, quiere reunir las 4 Joyas Elementales, y además tienen entre manos ese “Proyecto Alphard”. Seguro que no es nada beneficioso para los espíritus-dijo Yuzét-. ¿Y aun así vas a ser seguir viendo a esa persona?

-Sí.

-¿Aunque su familia esté relacionada con la muerte de tu hermano, el padre de Ere? Esa fue la razón por la que tú y yo tuvimos que separarnos…-mencionó Frila.

-Sí.

-¿Sabes, Yuzird? Creo que los hombres que me perseguían y que nos atacaron en la mansión de Duver, debían ser hombres de Sprictor Corp. ¡Intentaron matarme!-exclamó Fuyiko-. ¿De verdad no vas a romper con ella?

-No.

-Y tampoco quieres aprovechar vuestra relación para conseguir más información-se cruzó de brazos Rogull.

-Exacto.

-No esperaba esto de ti, Yuzird. Estar con una persona que de alguna forma está relacionada con la muerte de tu hermano, con causó nuestra separación…-dijo Frila dándose la vuelta para salir de la habitación-. Me has decepcionado.

-A mí también. Los de Sprictor Corp intentaron matarme. ¡Me voy!-salió Fuyiko de la habitación dando un portazo en la puerta.

-Chicas, esperad-las intentó detener Yuzird. Entonces Yuzét se posó delante de él.

-Después de todo lo que hemos vivido, incluso de haber estado vinculados… ¡No puedo creer que estén con alguien que fabrica Esprictores! ¡No sabía que eras ese tipo de persona!-se marchó Yuzét volando como si nadara en el agua, traspasando la puerta y desapareciendo así de la vista de Yuzird.

-Espera, Yuzét…-la intentó detener sin éxito. Luego Yuzird miró a la única chica que quedaba en la habitación, Blaria.

-¡A mí también me caes mal, aunque no tenga nada que ver con todo lo que nos has contado!-le gritó la joven-. ¡Me voy también!

-Vaya, que difícil es ser popular-comentó Yuzird llevándose a mano a la cabeza.

Normalmente Yigen no era de las personas que solían gastar bromas, pero esta vez vio una oportunidad única y no la dejó escapar.

-Veamos qué opina de esto la joven Idia-sonrió mientras realizaba una llamada.

-¿Eh? ¿Idia?

-Idia, soy yo, Yigen. No tranquila, no ha pasado nada. Solo quería decirte que Yuzird se ha echado una novia mientras tú te has quedado en Rasugaria.

-¡¡ ¿Quéeeeeeeeeeee?!!-se oyó el grito de la joven.

-Genial, ahora me odian todas.



En Sprictor Corp, aparte de la información que Diussa les contó a su padre y los demás lo ocurrido en la reunión en el puerto, habló sobre los monstruos Dominantes.

-¿Esos monstruos de los que se ha hablado últimamente?-preguntó Viason.

-Sí, creo que si dedicamos más tiempo a analizar el código espiritual de los espíritus, podríamos crear nuestros propios monstruos Dominantes.

-¿Pero merece la pena?-comentó Llass.

-Sí, algunos de nosotros ya tenemos nuestra baraja construida.

-¿Insinúas que la idea de la señorita Diussa no es buena?-frunció el ceño Inobi-. Qué descarados. No te preocupes, cariño, yo creo que es una buena idea.

-Esto no es solo para nosotros, sino que es por el bien de la empresa. Algo así creo que nos haría crecer aún más.

-Estoy de acuerdo con mi hija-entró entonces Soncen, acompañado de Rieki-. Algunos se creen que el Tercero es especial por tener monstruos Dominantes. Si conseguimos crearlos, haríamos ver al Tercero que podemos usar sus mismos trucos. Hasta es probable que ellos no se lo esperen. Podrían ser una buena adición a mi deck-mencionó sacándolo del bolsillo de su chaqueta-. El Primero en su día me venció por poco. Si añado monstruos Dominantes a mi deck, seré más poderoso que él.

-A mí también me parece una buena idea, aunque en mi caso creo que prefiero quedarme con el deck que adquirí aquella vez. Bien pensado, Diussa-dijo la mujer de cabello verde acercándose para darle un beso en la mejilla, lo cual la incomodó-. ¿Pero cómo se te ha ocurrido? Aparte de al Tercero y a ese inspector de policía, no se han visto muchos más monstruos Dominantes.

Las palabras de Rieki provocaron que todos centraron su atención en Diussa.

-Las otras cartas se crean también a través de la energía de los espíritus. Así que no hay razón para pensar que los Dominantes sean diferentes, solo hay que descifrar como crearlos. Además, según textos de la antigüedad, los monstruos Dominantes datan de la época de cuando los humanos y espíritus solían vincularse. Por lo que he llegado a la conclusión de que el secreto está en los espíritus-contestó Diussa, obviando que se le había ocurrido tras hablar con Yuzird-. Con nuestros potentes Esprictores, deberíamos ser capaces de descubrir su secreto y crearlos.

-Oh, vaya…

-Así de lista es mi hija. Bien, asignaremos un equipo de investigación a ello. Volver nuestros decks más poderosos puede ser de gran utilidad ahora que estamos en guerra con el Tercero. Y Diussa, creo que ha llegado el momento de que tú también te hagas con tu propio deck.

-Claro, padre.

-El deck de la hija del Jester-sonrió Soncen.

-En ese caso, usad la energía de una de las Joyas Elementales-propuso Rieki-. Un deck construido con su energía será aún más poderoso.

-Perdonad la interrupción-se disculpó Viason-. Pero dijiste que junto al Tercero había un hombre con sombrero, barba, cabello oscuro, que aparentemente era un pistolero…

-Así es-le corroboró Diussa.

-Yigen…-sonrió entonces.



Tal y como habían acordado el día anterior, Yuzét y Yigen viajaron de nuevo a Rasugaria, por si acaso su presencia era necesaria. Yuzird se encontraba solo en la habitación del hotel, sentado en el sofá. Entonces la puerta se abrió y entró Fuyiko.

-Oh, Fuyiko, has vuelto. ¿Ya se te ha pasado el enfado?

-Bueno, eso dependerá de ti-sonrió Fuyiko de forma enigmática.

Enseguida el Tercero se dio cuenta de que había cambiado algo en ella.

-¿Has ido a la peluquería?

-Sí, me he cortado el pelo un poco, y me he aplicado un tinte más oscuro-dijo Fuyiko tocándose el cabello con la mano derecha. Éste seguía siendo largo, pero no tanto como antes. Su tono de castaño era ahora más oscuro también-. ¿Te gusta?

-Sí, te queda muy bien.

-Bueno-dijo sentándose en la rodilla de Yuzird-, yo creo que no necesitas nada de esa mujer que yo no pueda ofrecerte, Yuzird.

-¿Qué dices, Fuyiko?-se puso rojo Yuzird.

-Tienes que ser solo mío y de nadie más, Yuzird. Te contaré un secreto sobre Sprictor Corp como muestra de buena voluntad.

-¿Un secreto?

-Sprictor Corp ya tiene en su poder 2 de las 4 Joyas Elementales. La del Agua y la del Fuego. Si consigues robárselas, luego ya solo tendrías que hacerte con l Joya de la Tierra. Seguro que Kaius se enfadaría, ¿pero qué importa? Habrías cumplido el objetivo que ni tu padre ni tu hermano lograron-dijo llevando sus manos a la cara de Yuzird-. Juntos podremos hacerlo.

-Ah, sobre eso… Sí, ya imaginaba que Sprictor Corp tenía en su poder al menos una de las otras dos Joyas Elementales.

-¿Qué?

-Piénsalo, si quieren reunir las 4 Joyas Elementales y atacaron a Shaga, que también quería reunirlas, lo más probable es que fuera porque Shaga ya había reunido al menos una de las Joyas Elementales.

-Bueno, visto así… De todas formas, ¿Qué dices de mi oferta? Nos vengaremos de lo que le ocurrió a tu hermano y…-preguntó acercando sus labios a los del Tercero.

-Ah, tengo que irme-se levantó de golpe Yuzird, provocando que Fuyiko cayera sobre el sofá-. He quedado con Diussa, lo siento. Además, tú me dejaste hace tiempo, ¿recuerdas? ¡Hasta luego!

El Tercero se marcó rápidamente para no llegar tarde, dejando sola a una malhumorada Fuyiko, que soltó una maldición.

-¡Yuzird…! Grrr, esto no puede quedar así. Veo que no tengo que más remedio que recurrir a esto…-dijo Fuyiko sacando su teléfono móvil.



Esa tarde, Yuzird y Diussa lo pasaban bien tomando un café en un bar. El teléfono de la mujer empezó a sonar, interrumpiendo la dulce velada de la que estaban disfrutando.

-Perdona, parece importante, tengo que cogerlo-se disculpó Diussa.

-¿Trabajo ahora? Parece que estáis muy ocupados intentando pensar un plan contra el Tercero, ja, ja, ja.

-Bueno, no pienso darte pistas-le sonrió mientras se alejaba para atender la llamada-.Aunque este número, si no recuerdo mal

Cuando estuvo lo suficientemente lejos de Yuzird, contestó.

-¿Qué quieres? No me fio de ti. Aunque después de lo que ocurrió la última vez, admito que tienes muchas agallas para volver a llamarme, Fuyiko Mine…

-Sí, bueno, la cosa es que tengo una nueva oferta para ti. Me gustaría reunirme contigo de nuevo-se oyó la voz de Fuyiko desde el teléfono.

Tras pensarlo unos segundos, Diussa tomó una decisión.

-Mañana a las 10:00 en el muelle de la ciudad. Si tienes valor, claro…



Al día siguiente, Diussa esperaba junto a Inobi a que llegara Fuyiko. No la hizo esperar mucho. A las 10:00 vieron llegar a una mujer en D-Wheel. Se quitó el casco revelando así su identidad.

-Aquí estás, Fuyiko Mine-dijo Diussa con un gesto impasible.

-Dije que vendría, ¿no? No había ninguna razón para desconfiar.

-Dado lo que ocurrió la última vez, no estoy de acuerdo.

-Aquello fue un malentendido. El Tercero me la jugó.

Aunque Diussa mantenía la compostura, Inobi sí se mostraba extremadamente furioso.

-Ah, hola de nuevo-le saludó Fuyiko, provocando que éste estallara de ira.

-¡Tú mataste a Fajus, zorra!

-Ah, sí, aquel tal Fajus… No tenía más remedio. Quería matarme-se encogió de hombros la mujer-. ¿Qué habrías hecho vosotros en mi lugar? Fuisteis vosotros mismos los que lo enviasteis a por mí. Si lo que quieres es una disculpa, siento haberte dejado sin amante.

Las disculpas de Fuyiko no sonaban para nada sinceras, lo cual enfureció más a Inobi.

-¡Esto no quedará así! ¡¿De verdad vamos a negociar con esta mujer traicionera, señorita Diussa?!

-Lo cierto que yo tampoco me fio de ti, Fuyiko. Y no creas que Fajus solo era importante para Inobi. También lo era para mí-frunció el ceño Diussa, expresando su enfado-. Tanto Inobi como Fajus me han apoyado durante mucho tiempo. Que mataras a Fajus no puede quedar indemne. Y tampoco puedo estar segura de que esto no sea otra de tus tretas, así que…

-¿Acaso eres de las que deja que las emociones reine sobre sus acciones? Creía que eras alguien con más autocontrol.

-Provocarme no te va a salvar. Esto es lo que vamos a hacer. Solo he venido acompañada de Inobi, el cual quiere matarte. Yo no se lo pienso impedir, ya que al fin y al cabo también estoy resentida contigo por haber matado a Fajus. Si quieres que te escuche, si quieres que hagamos negocios, muestra tu fuerza. Vence a Inobi, y entonces hablaremos-le propuso a Fuyiko-. Si tienes el valor de haber venido hasta aquí sola, debes de confiar bastante en tus habilidades, ¿no es así?

-Eres muy radical, pero está bien, lo haré-aceptó Fuyiko bajándose de la D-Wheel, a la vez que acoplaba el duel-disk insertado en este a su brazo izquierdo-. ¿Estás listo, ninjita?

-Pronto lo comprobarás, querida-preparó su duel-disk, sonriendo ante la oportunidad que su señor le había dado de vengarse.

Había otra razón por a la que a Diussa le venía bien deshacerse de Fuyiko. Había investigado sobre ella y descubierto que una vez fue pareja del Tercero. De vez en cuando, trabajaban juntos también. Aunque no fuera su estilo, pensaba aprovechar la oportunidad que se le presentaba de quitar de en medio a alguien que podría interponerse entre su relación con Yuzird.

-Acaba con ella, Inobi.

-Claro, señorita Diussa.

-¿Empezamos? ¡Duelo!

Fuyiko 4000 lp
Inobi 4000 lp
-Yo empiezo el duelo-tomó Inobi el primer turno debido a su ímpetu de acabar con su oponente-. Invoco a esta preciosidad, Youkai Ninja Shadow Master (1900/1500). Pongo dos cartas bocabajo y termino mi turno.

-¿Otro con ninjas?

-Los míos son diferentes a los de Fajus, ya lo verás.

-Entonces me toca. Veamos, primero activo mi carta de campo, Paraíso del Engaño, e invoco a la Dama del Engaño-Ángel Helada (1400/1000). Por su efecto, te cedo su control.

-¿Me das el control de ese monstruo?

-Al hacerlo, todos los monstruos que controles pierden 300 puntos de ataque por cada monstruo Dama del Engaño que controles. En este momento tienes a la Ángel Helado, así que tanto ella como Shadow Master pierden 300 de ataque.

La Ángel Helada se quedó con 1100 puntos de ataque, y Shadow Master con 1600.

-Por el efecto de mi carta de campo, robo una carta. A continuación activo la carta mágica continua Reunión de las Damas del Engaño. Si controlas un monstruo Dama del Engaño, puedo invocar un monstruo Dama del Engaño desde el deck en el campo de cualquier jugador, pero si lo invoco en el mío debe ser de nivel 4 o menor-explicó Fuyiko-. ¡Invoco a mi campo a la Dama del Engaño-Segadora Carmesí (1700/300)! Y como controlo una Dama del Engaño, puedo invocar de modo especial a Dama del Engaño-Gata Escarlata en el campo de cualquier jugador. La invoco en el mío (1300/1300). Y activo la carta mágica continua Conjuro Helado de la Dama del Engaño. Cuando ataque con una Dama del Engaño, todos tus monstruos pierden 300 puntos de ataque por cada Dama del Engaño que controles.

-Ya entiendo el estilo de juego de Fuyiko-pensó Diussa.

-Infiltras monstruos en mi campo para perjudicarme-comprendió Inobi-. Ya veremos si te sirve de algo, querida, o si mis Youkai te aniquilan antes.

-Exacto, ya lo veremos. ¡Paso a la batalla! ¡Segadora Carmesí, ataca a Youkai Ninja Shadow Master! ¡Tu monstruo pierde 300 de ataque (1300)!

-¡Pero por su efecto, una vez por turno, no es destruido en batalla!

-Aun así recibirás daño-sonrió Fuyiko.

-¡Ugh!

Inobi 3600 lp
-Ahora se activa el efecto de Shadow Master. ¡Después de batallar, puede invocar un monstruo Youkai de modo especial desde mi mano! Aparece, querida, Youkai Ninja de Ojos Anómalos (1500/1500)-una mujer ninja con un ojo de cada color, y armada con una daga y kunais apareció desde el cielo-. Al ser invocada en presencia de otro monstruo Youkai Ninja, me permite añadir una carta Youkai del deck a la mano.

-Pero mi Gata Escarlata también tiene un efecto. Si añades una carta a tu mano mientras controles un monstruo Dama del Engaño, excepto en la Draw Phase, yo añado una carta Dama del Engaño de mi deck a la mano.

-Ju, no importa. Ya prácticamente te tengo donde quería.

-¿Ah, sí? ¡Pues ataco con la Gata Escarlata a Shadow Master! Vuelve a perder 300 puntos de ataque (1000), y esta vez sí que será destruido en batalla.

-Me temo que no. ¡Activo mi trampa, Youkai Art-Inmobilizer String! Si controlo dos o más monstruos Youkai Ninja, una vez por turno, puedo negar el efecto de un monstruo en el campo hasta el final del turno.

-Y ahora Inobi controla dos Youkai Ninja-sonrió Diussa.

-Niego el efecto de la Ángel Helada, por lo que mi monstruo recupera esos 300 puntos de ataque (1300).

-Entonces nuestros monstruos están empatados y ambos se destruirán.

-No exactamente. ¡Por el efecto de la Youkai Ninja de Ojos Anómalos, una vez por turno, un monstruo Youkai no es destruido! ¡Solo tu monstruo es destruido!

-¡¿Qué?!-instantes después, la mujer como únicamente su monstruo era destruido-. Mi jugada no ha salido exactamente como planeaba, pero pongo una carta tapada. Te toca.

-Entonces el turno del gran Inobi. Invoco de modo normal al Youkai Ninja Killer (1600/1200).

-Puede que tengas cuatro monstruo, pero todos ellos son más débiles que mi Segadora Carmesí.

-¿Eso crees, querida? Me temo que muy pronto cambiarás de opinión. ¡Paso a la fase de batalla! ¡Shadow Master, ataca a la Segadora Carmesí!

-Mi monstruo es más fuerte. Además, el Conjuro Helado de las Damas del Engaño vuelve a reducir su ataque en 300 cuando atacas (1000).

-Pero una vez por turno, el Shadow Master no es destruido en batalla. ¡Ugh!

Inobi 2900 lp
-Y ahora, por su efecto, este machote me permite invocar un monstruo Youkai desde la mano. ¡Vamos, cariño, Youkai Ninja Death Eye (1650/0)!

-Otro que sigue siendo más débil que mi monstruo. Por mucho que tengas 5 monstruos, ninguno supera al mío.

-Activo de nuevo el efecto de mi carta trampa continua, Youkai Art-Inmobilizer String. Como controlo al menos dos monstruos Youkai Ninja, niego el efecto de un monstruo en el campo. Niego de nuevo el efecto de la Ángel Helada.

-¿Y de que te sirve eso ahora?

-Probablemente Inobi tenga esa carta bocabajo-dedujo Diussa.

-¡Desvelo mi carta tapada, Youkai Shadow Transformation! Con esta carta cambio de sacrificar monstruos en mi campo, puedo invocar monstruos Youkai Ogre desde mi deck. Requerirán sacrificios en función de su nivel, pero no importa.

-Así que por eso le has negado el efecto a la Ángel Helada, ya que no puede ser sacrificada excepto para monstruos Damas del Engaño-comprendió Fuyiko frunciendo el ceño.

-Sacrifico a la Ángel Helada e invoco a Youkai Ogre Gokuw (2350/1400). Sacrifico a Death Eye y Killer para invocar a Youkai Ogre Curse Portal (2650/2200). Y también a Youkai Ninja de Ojos Anómalos y a Shadow Master para invocar a Youkai Ogre Berserker (3000/1000).

-Esos es, Inobi ha invocado a tres nuevos monstruos con los que luchar-sonrió Diussa.

-Y todos ellos superan a la Segadora Carmesí…

-No vamos a escuchar lo que tengas que decir, querida-sonrió Inobi.

-¡Eso es Inobi! ¡Hazle pagar lo que le hizo a Fajus!-le alentó su jefa.

-¡Eso pensaba hacer señorita Diussa! ¡Sentirás mi venganza por habernos arrebatado a Fajus, Fuyiko Mine! Primero de todo, Youkai Ogre Berserker, destruye todas las cartas mágicas y trampas bocarriba que controles. Y gano 400 de vida por cada una de ellas.

La Reunión de las Damas del Engaño, el Conjuro Helado de la Dama del Engaño y el Paraíso del Engaño fueron destruidos.

Inobi 4100 lp
-¿Qué?

-¡Youkai Ogre Curse Portal, ataca a la Segadora Carmesí!

-¡Argh!-gritó Fuyiko al ser destruido su monstruo.

Fuyiko 3050 lp
-Ahora se activa su efecto. Si Curse Portal destruye un monstruo en batalla, revivir un monstruo Youkai en defensa. Le devuelvo la vida a la Youkai Ninja de Ojos Anómalos (1500/1500). Al invocarse en presencia de un monstruo Youkai, añado una carta Youkai del deck a la mano. ¡Prosigo con la batalla! ¡Gokuw, ataca a esa arpía directamente!

-¡Me defiendo con la Dama del Engaño-Clériga del Destello! Si me atacas directamente, puede invocarse de modo especial-apareció en posición defensiva el monstruo de Fuyiko (2200/1800).

-Tch… ¡Destrúyelo, Gokuw!-sacando su bastón, el Youkai Ogre destruyó al monstruo de Fuyiko-. ¡Ahora sí que no tienes monstruos que te defiendan! ¡Youkai Ogre Berserker, ataca directamente! ¡Mad Assault!

-¡Kyaah!-gritó Fuyiko siendo lanzada contra el suelo.

Fuyiko 50 lp
-Eso es, Inobi-pensó Diussa-. Esa mujer mató a Fajus. Y puede ser un estorbo tanto como para nuestra misión de reunir las Joyas Elementales como en mi relación con Yuzird. No es mi estilo, pero lo mejor es que nos deshagamos de ella cuanto antes.

-Mi venganza se pospondrá un turno. Pero antes de pasar, activo el efecto de Gokuw. Lo sacrifico para invocar de modo especial un monstruo Youkai. ¡Aparece, Youkai Ogre Konosuke (2400/1500)! Con este monstruo, descartando un monstruo Youkai Ninja, puedo destruir un monstruo que controles y causarte daño igual a la mitad de su ataque.

-Es decir, que si no revierto la situación en el siguiente turno...-se levantó Fuyiko del suelo, dolorida.

-Morirás-sonrió Inobi, cuya última carta que le quedaba en la mano era un Youkai Ninja-. Termino mi turno.

-Estaba esperando este momento-sonrió entonces Fuyiko-. ¡Activo mi trampa, Reaparición de la Dama del Engaño! Esta carta me permite invocar de modo especial desde el cementerio las mismas Damas del Engaño que hayan sido mandadas al cementerio este turno en el campo de cualquier jugador.

-¡¿Cómo?!-se sorprendió Inobi.

-¡Apareced de nuevo, Ángel Helada (1400/1000), Segadora Carmesí (1700/300) y Clériga del Destello (2200/1800)! La Ángel Helada va a tu parte del campo.

-No piensas rendirte, ¿eh?

-Por supuesto que no-guiño el ojo Fuyiko, robando carta al dar inicio a su turno.

-¡Entonces muéstrame como venciste a mi cariñín! ¡Aplastare esa fuerza y mi venganza será aún más satisfactoria!

-Está bien, tú lo has querido. Activo el Trato con la Dama del Engaño. Si ambos jugadores controlamos monstruos Dama del Engaño, robo dos cartas. E invoco de modo especial a la Dama del Engaño-Cazadora de Almas al haber Damas del Engaño en el campo (800/1600). Por su efecto, si mi oponente controla monstruos Damas del Engaño, puedo recuperar una Dama del Engaño de mi cementerio-explicó Fuyiko-. Recupera a la Gata Escarlata, y por su efecto, la invoco de modo especial (1300/1300).

-Puede que tengas 4 monstruos, pero ninguno de ellos puede hacer frente a mis Youkai Ogre. Y recuera que la Youkai Ninja de Ojos Anómalos impide que un monstruo Youkai sea destruido una vez por turno.

-¿Habías pedido que te mostrará la fuerza con la vencí a tu novio, verdad? ¡Pues aquí la tienes! ¡Sacrifico Damas del Engaño de cualquier parte del campo para invocar a la Dama del Engaño- Nephentes, Reina del Poder!

Las 4 Damas del Engaño del campo de Fuyiko, así como la Ángel Helada del campo de Inobi fueron ofrecidas como sacrificio para la invocación de Nephentes (¿/?)

-¡¿La Reina del Poder?!-se sorprendió Diussa.

-Su ataque y defensa son iguales a la suma de los monstruos sacrificados (7400/6000).

-¡7400 puntos de ataque!-se le desencajó la cara a Inobi.

-Y al haber sacrificado 5 monstruos, todos los monstruos en tu campo ven su ataque reducido a cero-señaló Fuyiko.

-¡¿Qué?!-pero Inobi se recompuso de la sorpresa inicial para inhabilitar la jugada de su oponente-. ¡Olvidas el efecto de mi Youkai Art-Inmobilizer String! Al controlas al menos dos monstruos Youkai, incluyendo un Youkai Ninja, niego el efecto de un monstruo en el campo hasta la End Phase. ¡Niego el efecto de Nephentes!

-Es inútil, si he sacrificado al menos 3 monstruos, niego el primer efecto que actives-indicó Fuyiko-. ¡Niego el efecto de tu trampa!

-¡¿Cómo?!

Con su báculo Nephentes anuló el poder de la trampa de Inobi, y redujo el poder de ataque de sus monstruos a cero (0).

-¡Mis monstruos…!

-¡Acaba con esto, Nephentes! ¡Ataca a Youkai Ogre Berserker! ¡Esfera de Poder!

La Dama del Engaño arrojó una esfera de energía que pulverizó al monstruo de Inobi.

-¡¡Aerghh!!-gritó Inobi, siendo derribado.

Inobi 0 lp
-¿Y bien?-miró entonces a Diussa, sonriendo con total confianza-. He superado tu condición.

Diussa comprobó el estado de su compañero. Solo estaba inconsciente. Se levantó y dijo:

-Está bien, Fuyiko Mine. Hablemos de negocios.





El capítulo 46 será: La treta
 

Jake Xtorm

El Duelista Errante
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Capítulo 45 La proposición de Fuyiko
Ya veo cual es el trato: ella se sube la falda y nosotros le metemos todo el apara...!
-Oh, ¿me traes el desayuno?-sonrió Yuzird-. Qué romántico. Aunque creo que eso debería haberlo hecho yo, ja, ja.

-En realidad no tiene nada de romántico. Lo hago para echarte de casa.
¡OOOOOH! Te jodió Yuzird, esta sabe lo que quiere XD
-Conozco las reglas, pero no tengo aun una baraja. Las cartas se usan tanto como herramienta de entretenimiento y hasta pueden usarse también como lucha. Lo cierto es que nunca he tenido mucho tiempo para entretenerme, y hasta que llegó esa mujer, Rieki, solo éramos una empresa que nos dedicábamos a los Esprictores, por lo que no teníamos ningún enemigo que requiriese ese tipo de enfrentamientos. A partir de ahí, sí me adiestraron en otro tipo de armas-dijo sacando un pequeño blaster de su bolso.
Me recuerda a cierto Cazador de recompensas que nos presentaron que también tenía un blaster y podría haberlo usado... mas a menudo.
-Sprictor Corp, empresa que se dedica al desarrollo de potentes Esprictores que extraen la energía de los espíritus, quiere reunir las 4 Joyas Elementales, y además tienen entre manos ese “Proyecto Alphard”. Seguro que no es nada beneficioso para los espíritus-dijo Yuzét-. ¿Y aun así vas a ser seguir viendo a esa persona?

-Sí.

-¿Aunque su familia esté relacionada con la muerte de tu hermano, el padre de Ere? Esa fue la razón por la que tú y yo tuvimos que separarnos…-mencionó Frila.

-Sí.

-¿Sabes, Yuzird? Creo que los hombres que me perseguían y que nos atacaron en la mansión de Duver, debían ser hombres de Sprictor Corp. ¡Intentaron matarme!-exclamó Fuyiko-. ¿De verdad no vas a romper con ella?

-No.
Fuyiko, ¿Tienes miedo de perder a tu no juguete sexual? XD
-No esperaba esto de ti, Yuzird. Estar con una persona que de alguna forma está relacionada con la muerte de tu hermano, con causó nuestra separación…-dijo Frila dándose la vuelta para salir de la habitación-. Me has decepcionado.
¿Por hacer tratos con los "malos" o porque se la ha tirado? XD
Bueno, pasemos al duelo.

-Yo empiezo el duelo-tomó Inobi el primer turno debido a su ímpetu de acabar con su oponente-. Invoco a esta preciosidad, Youkai Ninja Shadow Master (1900/1500). Pongo dos cartas bocabajo y termino mi turno.
Oh ninjas de nuevo, ya podemos dejarlos como deck estándar de los esbirros.
Inobi: ¡EH!
-¿Me das el control de ese monstruo?
Uy si, control, espera y verás.
-Ahora se activa el efecto de Shadow Master. ¡Después de batallar, puede invocar un monstruo Youkai de modo especial desde mi mano! Aparece, querida, Youkai Ninja de Ojos Anómalos (1500/1500)
Que alguien ponga el tema de Yokai Watch.
Inobi: ¡No! ¡NO pongas esa mierda sobrevalorada! ¡Mis youkai no tienen nada que ver con esos!
-Otro que sigue siendo más débil que mi monstruo. Por mucho que tengas 5 monstruos, ninguno supera al mío.
Fuyiko, Fuyiko, Fuyiko, no has de subestimar a tus rivales.
-Ahora se activa su efecto. Si Curse Portal destruye un monstruo en batalla, revivir un monstruo Youkai en defensa. Le devuelvo la vida a la Youkai Ninja de Ojos Anómalos (1500/1500). Al invocarse en presencia de un monstruo Youkai, añado una carta Youkai del deck a la mano. ¡Prosigo con la batalla! ¡Gokuw, ataca a esa arpía directamente!

-¡Me defiendo con la Dama del Engaño-Clériga del Destello! Si me atacas directamente, puede invocarse de modo especial-apareció en posición defensiva el monstruo de Fuyiko (2200/1800).

-Tch… ¡Destrúyelo, Gokuw!-sacando su bastón, el Youkai Ogre destruyó al monstruo de Fuyiko-. ¡Ahora sí que no tienes monstruos que te defiendan! ¡Youkai Ogre Berserker, ataca directamente! ¡Mad Assault!

-¡Kyaah!-gritó Fuyiko siendo lanzada contra el suelo.
Bonita tanda de ostias que te ha dado.
Fuyiko: Tu espera, esto no ha terminado.
-¡¿La Reina del Poder?!-se sorprendió Diussa.
Oh vale, Girl power y todo eso, hemos vuelto a los 80 por lo que veo XD
-Es inútil, si he sacrificado al menos 3 monstruos, niego el primer efecto que actives-indicó Fuyiko-. ¡Niego el efecto de tu trampa!
Ok, se terminó la fiesta, vamos a hablar de negocios.
-Está bien, Fuyiko Mine. Hablemos de negocios.
No tijeras, ¿eh? XD
 

Universal

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bien bien otro cap mas, que bien gracias
Y hoy toca otro. :D

Fuyiko, ¿Tienes miedo de perder a tu no juguete sexual? XD
Bueno, fuyiko es un personaje complicado, pero eso en parte influye

¿Por hacer tratos con los "malos" o porque se la ha tirado? XD
Bueno, pasemos al duelo.
Un poco ambas cosas XD

Oh ninjas de nuevo, ya podemos dejarlos como deck estándar de los esbirros.
Inobi: ¡EH!
Inobi: ¡Mínimo tendré 2 duelos!
Como comenté por discord, los Youkai Ninja eran un arquetipo de un personaje de mi segundo fic. Para sacarle soprote, preferí darselo a un duelista de los malos que le quedase bien.

No tijeras, ¿eh? XD
Quizá el trato sea un trio con yuzird (?)

Si alguien lee estos comentarios pensará: "¿de que carajos va esete fic? ¿de sexo?" XD

Bueno, allá va el cap de esta semana.



Capítulo 46


La treta








Yuzird había recibido una llamada de Diussa. Quería que se reuniera con ella en un túnel de la ciudad. Le resultó extraño, ya que a esas horas ellas solía estar trabajando y siempre solían quedar por la tarde.

-Quizá haya pasado algo…-pensó accediendo al muelle.

Al poco rato de adentrarse en él, vio a Diussa en una esquina que había para que los vehículos se detuviesen en caso de necesidad. Detrás de ella había una furgoneta. Yuzird estacionó el coche en la esquina que había más cerca de él, que era la contraria a la de Diussa.

-Ey, Diussa, ¿qué haces ahí? Y qué lugar tan extraño para reunirnos.

-No des un paso más, Tercero-le ordenó la mujer.

Yuzird se detuvo y frunció el ceño. Que le llamase así significaba que está reunión tenía que ver con que el fuese el Tercero y las Joyas Elementales, y no por la relación que estaban teniendo. Se lo había imaginado por la hora en que le había llamado, pero ahora estaba seguro. Varios vehículos pasaron delante de ellos. Luego retomaron la conversación.

-¿Y bien? ¿Qué quieres de mí esta vez, hija del Jester?

-Es sencillo, Tercero. Dada la dificultad de franquear al castillo del rey de Rasugaria para hacernos con la Joya de la Tierra, he estado pensando en una solución. Solo podemos introducir unos pocos efectivos al castillo, y al final terminan siendo interceptados. Eso nos supone problemas, más ahora que tú estás aliado con ellos.

-¿Y qué es lo que has pensado? ¿Y por qué querrías contármelo a mí?

-Porqué un ladrón de tu calibre sabría cómo infiltrarse sin ser visto y sin levantar sospechas. Quiero que robes la Joya de la Tierra por nosotros, Tercero-le propuso Diussa.

-¿Cómo? ¿Por qué iba a hacer eso?

-Por supuesto, te daríamos algo a cambio. La libertad de esta mujer-dijo abriendo la puerta de la furgoneta.

Yuzird vio maniatada una mujer, llevandose una desagradable sorpresa.

-¡¿Fuyiko?!

-¡Ayudame, Yuzird!-le pidió ayuda la mujer con una voz temerosa.

-¿Pero cómo…?

-Quería ayudarte a conseguir las Joyas Elementales para que te volvieras a fijar en mí, pero…-intentó excusarse la castaña.

-La capturamos-continuó Diussa-. Entonces pensamos que podíamos usarla obligarte a robar la Joya de la Tierra por nosotros. Antes de que hagas nada, ¿ves es collar que lleva en el cuello?

El ladrón se dio cuenta de que Fuyiko llevaba un collar precioso, con una joya incrustada.

-En realidad es un Esprictor. Con este interruptor-dijo sacando un mando a distancia de su bolso- puedo hacer que se autodestruya. Estando tan concentrada la energía, podría desfigurarle la cara, o incluso matarla, quien sabe. ¿Ves por donde voy, no?

-Sí-frunció el ceño Yuzird-. Si no robo la Joya de la Tierra, matareis a Fuyiko.

-Exacto. Debes pensar que es más importante para ti, si mantener a salvo la Joya de la Tierra o a esta mujer. No tienes por qué responder ahora, te daré unas horas para pensarlo. Pero cuando vuelva a contactar contigo, ya tendrás que tener la decisión tomada. Hasta entonces, Tercero.

Justo en este momento volvieron a pasar por el túnel varios vehículos, impidiendo que Yuzird viera lo que pasaba a la otra esquina. Cuando dejaron de circular vehículos, ya no veía por ninguna parte ni a Diussa ni a la furgoneta.

-Fuyiko…



La furgoneta se dirigía hacia Sprictor Corp. En los asientos traseros estaban las dos mujeres.

-Me pregunto si Yuzird aceptará...

-Por supuesto que sí-dijo Fuyiko quitándose las cuerdas mientras esbozaba una sonrisa-. Se lo ha tragado.

Observando a Fuyiko con cara de pocos amigos, Diussa recordó lo que sucedió después de su enfrentamiento contra Inobi.


-Hablemos de negocios, Fuyiko Mine. ¿Qué es lo que propones?

-Quiero unirme a vosotros.

-¿Qué?

-Si no puedo manipular a Yuzird a mi antojo (por tu culpa, por cierto), entonces no lo necesito. En realidad a mí no me importa quien gane esta “competición” sobre quién reunirá las 4 Joyas Elementales. Lo único que me importa es el poder y el dinero. Y tu empresa tiene ambas. Por supuesto, exijo privilegios por cambiarme de bando. Quiero llevarme un % de los beneficios de la empresa, y también quiero ser parte de los altos cargos.

-¿Por qué iba a aceptar esas condiciones?-le preguntó Diussa- Mataste a Fajus y has herido a Inobi, no creo que seas muy bien recibida.

-Porqué yo también os daré algo a cambio. Si ambas partes no salieran ganando, no estaríamos negociando nada.

-¿Y qué crees que puedes ofrecernos tú?

-La Joya de la Tierra que tanto deseáis.

Diussa frunció el ceño.

-Te escucho…

-He dicho que ahora no podía manipular a Yuzird como siempre he hecho, pero eso no es del todo cierto. Si yo estuviera en peligro, él haría cualquier cosa para salvarme, incluso robarle la Joya de la Tierra a Kaius.

-¿Insinúas que fijamos que te usamos como rehén para obligarle a robar la Joya de la Tierra a sus aliados?

-¡Bingo!-exclamó Fuyiko. Luego le tendió la mano-. ¿Qué me dices? ¿Tenemos trato?

Diussa tenía dudas. Para empezar, no sabía que Yuzird llegaría tan lejos por esa mujer. En el fondo esperaba que no, ya que eso significaría que a Yuzird le importaba mucho esa mujer. Además, seguía sin fiarse de ella. Pero lo que más mal le sabía es que si aceptaba el trato, ella también estaría engañando de alguna forma a Yuzird.

-Vamos, mujer, es una buena oferta. Piensa en tu padre, el Jester. En cómo se sentiría si su hija consigue que el hijo del Primero obedezca sus órdenes.

En eso Fuyiko tenía razón. Ahora que su padre había vuelo a su actividad con el objetivo de conseguir las Joyas Elementales, se esperaba mucho de ella como su heredera. Sufría una gran presión desde entonces. Si conseguía la Joya de la Tierra haría que su padre se sintiera orgulloso.

-Y si Yuzird no cumple, estoy dispuesta a dejar que hagáis lo que queráis conmigo.

-Está bien, Fuyiko Mine-Diussa estrechó su mano con la de Fuyiko-. Tenemos trato.




-¿Pero estás segura que traicionará a sus aliados por ti?—le preguntó Diussa, regresando su mente al presente.

-Si no lo hace, hemos acordado que podréis hacer lo que queráis conmigo, ¿recuerdas? Así que sí, estoy segura de que acudirá en mi ayuda, como siempre ha hecho. Yuzird es así. Yo soy su punto débil.

-¿Su punto débil? Sobre eso, una pregunta… ¿Es cierto que Yuzird y tú fuisteis pareja?

-Sí, hace tiempo-respondió Fuyiko con toda la tranquilidad del mundo-. ¿Por?

-¿Y aun así te parece bien engañarle y utilizarlo de esta forma?

-¿Por qué no? Al final todo esto solo son negocios, ¿no? ¿No acordasteis vosotros separar lo personal del trabajo? Pues no te preocupes, mujer.

-Ya me sabe bastante mal tener que obligar a Yuzird a esto. Si de verdad tuviéramos a Fuyiko de rehén sería una cosa… Pero lo peor de todo es que ella le ha traicionado, solo está jugando con él. Me saca de quicio-pensó Diussa, aparentando calma.

-Además, es culpa de los hombres por ser tan simples, ¿no crees? Deja de pensar en eso. Casi hemos llegado-dijo vislumbrando por la ventana el edificio de Sprictor Corp.



Minutos después llegaron a Sprictor Corp. Antes de entrar en el edifico, se detuvieron detrás de una línea de seguridad.

-Espera un momento a que verifiquen nuestra identidad desde arriba-le avisó Diussa-. Hay una barrera espiritual que impide el paso. Una vez hayan comprobado quienes somos, la desactivarán desde arriba para que podamos pasar.

-Vaya, así que una barrera. Es un sistema de seguridad muy potente. No me extraña que Yuzird haya tenido problemas con vosotros si no puede entrar, ya que supongo que las Joyas del Agua y Fuego que poseéis están aquí.

-Eso no es tu incumbencia.

-Ahora sí, ¿recuerdas? Según nuestro trato, formaré parte de los altos cargos.

-Solo si Yuzird cumple con su parte.

-Tranquila, lo hará. A todo esto, yo también quiero disponer de este sistema de seguridad a partir de ahora para mi casa de Fenneir-propuso Fuyiko como exigencia de formar parte de Sprictor Corp.

-Bueno, ya se hablará.

Una vez la barrera se desactivó, ambas mujeres entraron en el edificio. Tomaron el ascensor y subieron varios pisos. Finalmente, ambas entraron en la sala de reuniones que llevaban todo el asunto sobre las Joyas Elementales. Diussa les había avisado previamente, así que ya estaban todos reunidos.

-Hola, hija, ¿de qué es de lo que querías hablarnos?

-Sí, ¿y quién es esa mujer?-le preguntó también Viason.

-Quizá Diussa sí sea de la otra acera como yo decía, ju, ju, ju-reía Rieki.

-Me suena de algo…-decía Llass observándola detenidamente, quedando además prendado de su atractivo.

-Esta mujer es Fuyiko Mine-la presentó Diussa ante los demás-, y quizá podamos usarla para la Joya de la Tierra.

-¡Fuyiko Mine!-exclamó Llass-. Tiene el cabello algo distinto, pero sí, es ella.

-¿La conoces?-se dirigió a él Viason.

-Bueno, siempre intento estar al tanto de todas las mujeres atractivas con las que podría encontrarme. Y dado a que nos dedicamos, Fuyiko es una de ellas. Aunque solo la había visto en alguna foto.

-De todas formas, no te hagas ilusiones, afro. Estoy muy por encima de tu nivel. Para empezar, soy la clave para que consigáis la Joya de la Tierra.

-Interesante-sonrió Soncen. Esa mujer había despertado su curiosidad-. Hablad.

Tras escuchar sobre el principio de acuerdo al que Diussa y Fuyiko habían llegado, Soncen no pudo hacer otra cosa más que sentirse complacido.

-¡Si esto sale bien, será perfecto!-exclamó-. No solo conseguiríamos la Joya de la Tierra, sino que estaríamos manipulando al Tercero.

-Casi parece que eso último sea lo que más satisfacción te produce, cariño.

-Después de la humillación que sufrí con el Primero, no voy a negar que ver al Tercero cumplir nuestras instrucciones resulta muy satisfactorio.

-Bueno, siempre y cuando no olvides que lo más importante es la Joya de la Tierra…-indicó Rieki-. Reunirlas todas es lo que demostrará finalmente que has sido superior al Primero. Eso, y tampoco olvides quien es quien te “satisface” realmente, ju, ju, ju.

-Sí. Buena trabajo, Diussa-dijo dirigiéndose a ella-. Estoy orgulloso de ti. Muestras ser digna de ser la heredera del Jester encontrando la forma de hacer más daño a la familia Arsene.

-Gracias, padre-aunque pese a los halagos de su padre, Diussa seguía sin sentirse realmente bien consigo misma. Pero debía cumplir sus expectativas-. Como ya habéis oído, Fuyiko tiene sus peticiones: cargo de poder, dinero, barrera espiritual…

-Si el Tercero acepta robar la Joya, no veo ningún inconveniente. Al fin y al cabo, Viason, Llass, y nuestros aliados extranjeros se han incorporado porque podían resultarnos útiles. Si ella prueba su utilidad, no tiene por qué ser menos.

-¿Lo ves?-miró Fuyiko a Diussa-. Ya dije que no habría ningún problema.

-Yo casi prefiero que el Tercero no acepte robarla-dijo Llass mirando de forma lasciva a Fuyiko-. Ya que has dicho que si se negaba, podríamos hacer lo que quisiéramos contigo.

-No corras tanto, chico afro. El Tercero cumplirá-sonrió Fuyiko totalmente convencida.

-Además, creo que he pensado la forma en hacer que la traición del Tercero a Rasugaria sea aún más dolorosa-sonrió perversamente Soncen-. Ya que tenemos la oportunidad, quiero aprovechar para hacer daño a Rasugaria. De paso así aumentaremos las probabilidades de éxito. Avisa a nuestros amigos extranjeros. Es hora de que nos presten sus servicios. Y es posible que algunos de ellos les guarden rencor a Rasugaria.

-Yo también quiero ir, señor Soncen-se ofreció Viason-. Si Yigen está con el Tercero, quiero verle.

-Y quizá sería conveniente también enviar al espíritu-añadió Rieki.

-Sí, me parece bien.



Rato después, Yuzird, que se encontraba dentro de su Fiat 500, recibió una llamada. El número era desconocido, pero sabía que se trataba de Diussa.

-¿Ya has tomado tu decisión?-se oyó la voz de la mujer.

-Sí, robaré la Joya de la Tierra con tal de salvar a Fuyiko.

Tras un leve silencio, Diussa volvió a hablar.

-Perfecto. Ven al sitio que te indicaremos. Allí te reunirás con otras personas.

-¿Otras personas?

-Después iréis a Rasugaria y robaréis la Joya de la Tierra.



Tras indicarle al lugar al que tenía que ir, Diussa colgó la llamada. Ella seguía en Sprictor Corp.

-¿Lo veis? El Tercero hará lo que sea para rescatarme-expresó Fuyiko-. Mala suerte, ¿eh, Llass?

-Je, seguro que encuentro otra oportunidad.

-Por cierto, querida Diussa, no pareces muy contenta que digamos-le llamó la atención Rieki-. No hay nada que no nos hayas contado, ¿verdad?

-Si hay algo que no os he contado, será porque no era importante-la miró Diussa de manera desafiante.

-Ju, ju, ju, que mona estás cuando te enfadas. Pero yo sé que nos ocultas algo. Me juego mucho como para dejar cosas al azar-pensó entonces.

-Bueno, Jester, ¿o prefieres Soncen?, hablemos de los beneficios acordados-le dijo Fuyiko.

-Sí, por supuesto. Has demostrado que puedes ser útil.



-¿Se puede saber qué hacéis vosotras aquí?

Esa pregunta la laznó Pierce, que estaba oculto en una casa abandonada de Rasugaria. Ya habían pasado un par de días desde que Yuzird había aceptado robar la Joya de la Tierra para Sprictor Corp, cosa de lo que aún no sabían nada.

-Idia está algo triste, así que hemos decidido venir a verte-le contó Ere, mirándole sin miedo.

-Y más te vale no acercarte a Ere. ¡Estoy aquí para protegerla!-exclamó Noar, con su aspecto de gato humanoide.

-Te dije que te mantendría vigilado con el rastreador y que vendría a ver que hacías de vez de en cuando, ¿recuerdas? El rastreador puede localizarte por el chip que tienes en la cabeza-dijo Idia mostrando el dispositivo, que marcaba la localización de Pierce.

-¿A quién quieres que haga daño? El puto chip que me han implantado en la cabeza me daña a mí mismo si ataco a algún humano.

-Pero podrías atacara a algún espíritu-mencionó Noar.

-Sí, ¡puede que decida atacarte a ti!-exclamó Pierce mientras su rostro adoptaba su aspecto espeluznante de Humíritu.

Ere no pudo evitar soltar un chillido y se ocultó detrás de Noar. Éste, sin embargo, no se dejó intimidar.

-Así no vas a asustar al gran Gran Maestre de los Duelos-sonrió Noar, desafiante.

-¡E-Eso!-se reincorporó Ere-. ¡Ahora somos muy fuertes!

-¡Pierce, no asustes a Idia!-le dio un golpe en la cabeza Idia-. Es una niña, ¿no te da vergüenza? Agh, no tengo tiempo para tus tonterías-se sentó Idia en una silla suspirando, apoyando su cabeza sobre sus manos, a la vez que sus codos se apoyaban sobre sus piernas.

-Tch, ya veréis cuando logre sacarme este chip de la cabeza…-luego Pierce se fijó de que Idia estaba bastante decaída en comparación con su actitud normal-. ¿A todo esto, que es lo que le pasa?

-A Idia le gusta el tío Yuzird-respondió Ere.

-¡¿Qué?!

-Pero según nos han dicho, el tío se ha echado una novia cuando ha vuelto a Fenneir.

-Ya veo-sonrió Pierce-. Así que se ha puesto triste por eso. Típico de su edad.

-Cállate, ¿quieres?-le dijo Idia.

-Si has venido aquí después de eso, ¿no es porque en realidad querías de hablar de ello? Aunque en parte no me extraña que Yuzird haya empezado a salir con otra chica.

-¿Qué quieres decir?

-Seguro que a Yuzird le gustan las mujeres con más clase y femeninas. Es decir, que tú no estarías dentro de sus opciones.

-¡Grrrh! ¡¿Qué quieres decir con eso?!-Idia se levantó furiosa de la silla, y alzó la mano amenazando golpear a Pierce-. ¡¿Insinúas que no tengo suficientes cualidades?!

-¿Ves? A eso me refiero. Te has sobresaltado y encima has amenazado con golpearme. ¿No has pensado que la gente quizá no quiera estar contigo por eso?

-Ugh… ¡Pues así es como soy!-se cruzó de brazos Idia-¡¿Qué sabrás tú, si eres un monstruo?!

-Sí, es verdad, soy un monstruo, un Humíritu. De una forma u otra, la gente siempre ha tratado de forma distinta por ser diferente. Al igual que acabas de hacer tú ahora.

-Ah-cayó entonces en la cuenta de que había menospreciado su opinión por ser un Humíritu-. C-con monstruo me refería a las cosas malas que has hecho, no porque seas un Humíritu-trató de arreglarlo Idia-. Lo siento, no quería ofenderte…

-Ja, tranquila, no eres la primera que lo hace. A mí todas me rechazaban por tener los lóbulos de maná atrofiados, sólo por eso. En cierta manera puedo entender el no ser tenido en consideración por no formar parte de un estereotipo concreto. De todas formas-retomó el tema inicial Pierce-, ¿cuántos años te saca Yuzird?

-Más de diez-aportó el dato Ere.

-¿Y no has pensado que quizá tu juventud sea una de las razones? Para él aun debes ser más o menos una cría.

-B-bueno, es posible, ¿pero no se supone que la edad no debe ser un impedimento? Aunque ahora que lo dices, tanto Fuyiko como Frila son muy distintas entre sí. No sé si a Yuzird le gusta un tipo concreto de mujer o no…

-Quizá a Yuzird no le gusten las rubias. Ya conoces el dicho: las rubias son tontas. ¿Habrá acertado el dicho contigo?

-¡¿Quieres recibir?!-se enfadó de nuevo Idia.

-Lo que quiero decir es que dejes de pensar en ello. Aun eres joven, seguro que encuentras a alguien que se interese por ti.

-¡T-tampoco es como si estuviera desesperada por tener novio, eh, no te hagas ideas equivocadas! Mi principal motivación es descubrir por mí misma que quiero hacer. Por eso me marché de Eteria. Por cierto, sobre lo de tus lóbulos de maná, ¿tanta importancia le daba la gente a eso? Si hoy en día la mayoría de la gente usa Esprictores.

-Hace tiempo los humanos aún tenían que canalizar la energía de los espíritus y realizar artes. También por eso Frea fue señalada, porque agotaba a los humanos al absorber sus lóbulos de maná.

-¿Pero cuántos años tienes entonces exactamente?-se sorprendió Idia.

-Ya he perdido la cuenta…



En un hospital de Rasugaria, Drigo se encontraba con su familia. En estos momentos, estaban operando a su hija. Tras algunas horas de espera, les dieron la noticia de que la operación había sido un éxito. La vida de su hija ya no corría peligro. Minutos más tarde, el mismísimo rey de Rasugaria entró en la sala donde se encontraban, hasta que le diera el alta a la niña.

-El doctor me ha dicho que todo ha salido bien-dijo Kaius-. Me alegro.

-Rey Kaius-se sorprendió Drigo de verle allí.

-Drigo me ha dicho que ha sido gracias a usted que hemos podido operar a nuestra hija-dijo la mujer de Drigo-. Muchísimas gracias.

-¿Pero qué hace usted aquí?

-Ahora sois unos ciudadanos más de Rasugaria. Es mi deber comprobar vuestro estado. Además, debía comprobar que nuestro acuerdo se llevaba a cabo. Gracias a la información que nos diste, Drigo, hemos descubierto quien es nuestro enemigo.

-No, gracias a ti, rey Kaius. Sin ti nuestra hija…

-No sabemos cómo agradecérselo. Esta tecnología... además es espectacular.

-Dadle las gracias a Rogull y a los otros investigadores. Si bien fui yo el que propuso que buscáramos formas alternativas a la energía de los espíritus, han sido Rogull y otros los que han logrado avances increíbles. Bueno, solo había venido a ver como se encontraba la niña, me voy ya-dijo Kaius dándose la vuelta-. Y no necesitáis darme las gracias, como rey de Rasugaria, es mi deber proteger a mis ciudadanos.



Finalmente, Yuzird llegó a Rasugaria. Pero no lo hizo solo. Venía acompañado de un pequeño grupo de hombres. Uno de ellos era Viason, de Sprictor Corp. Pero los otros eran de otro país. Todos empezaron a bajarse de los vehiculos.

-Vaya, no sabía que en vuestro poder estaba la Joya del Fuego-comentó Yuzird-. Aunque tiene sentido, dado ese espadón y escudo tan grande que tenías que irradiaba tanto calor. No esperaba que estuvieseis aliados con Sprictor Corp, Breiv, líder de Eteria.

-Yo tampoco esperaba verte de nuevo después de aquel día en el campo de batalla, Tercero-dijo Breiv, de largo cabello rubio y más de 2 metros de altura, comandante del ejército de eteria que se enfrentó a Rasugaria en el pasado-. Si nos aliemos con Sprictor Corp y les cedimos la joya del Fuego, fue porque ellos nos dieron algo que necesitábamos. La razón por lo que dio inicio la última Guerra con Rasugaria.

-¿Insinúas que nos buscabas la Joya de la Tierra en sí?

-Eso no es asunto tuyo.

-Supongo que a ti Sprictor Corp también te habrá ofrecido algo-dio un paso al frente Zamusa, el samurái que se enfrentó a Goyomon hace tiempo. Ahora llevaba una cinta en los ojos, dado que perdió la vista aquel día- ¿Qué es?

-Digamos que tengo que salvar a alguien. ¿Y está bien que tú hayas venido? En tu estado no sé si es recomendable-le preguntó Yuzird, haciendo alusión a que había perdido la vista.

-Sí, no te preocupes-contestó Zamusa-. Aunque haya perdido la vista, diría que ahora soy mucho más letal que antes.

-Bueno, basta de cháchara. Tenemos que entrar en el castillo y herirlos tanto como podamos, ¿no?-sonrió Kotaro avanzando- Estaba deseando volver a este lugar y vengarme de Kaius.

-En realidad, tipo tenebroso, el objetivo es robar la Joya de la Tierra.

-No, ese es tu objetivo, ladrón. Pero Jester ha querido que nosotros viniéramos también para atacar a los hombres más poderosos bajo el mando de Rasugaria. Aparte de la Joya de la Tierra, quiere darles un duro golpe por retrasar tanto la consecución de objetivo. Hacer sufrir a Kaius será un placer.

-Así que por eso estáis aquí…

-Aunque puedas entrar sin levantar sospechas, posiblemente tengan vigilada la Joya de la Tierra-dijo Zamusa-. El revuelo que provoquemos llamará su atención. Aprovecha ese descuido para robar la Joya de la Tierra.

-Lamentablemente, parece que Eteria y Rasugaria están destinados a enfrentarse-expresó Breiv con pesar-. ¡Pero cumpliremos el papel que se nos ha encomendado como deuda por lo que Sprictor Corp hizo por nosotros!

-Tercero, indicanos cuál es la mejor de colarnos en el castillo-le pidió Viason.

-Está bien…-accedió Yuzird de no muy buen agrado-. Todo sea por salvar a Fuyiko. Espero que estéis bien preparados para lo que viene, chicos-pensó Yuzird en los compañeros que estaban en Rasugaria en este momento.





El capítulo 47 será: Amistades de la guerra.
 
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