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Fanfic El rey del juegos SOS - FINALIZADO

Axel

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El camino al club escolar




Esa noche, el siempre ruidoso dormitorio de Kurumu, ya fuera por el ruido de la TV o de música muy alta, estaba inusualmente en silencio.

La habitante de la habitación acababa de salirse de bañar, pero el agua caliente no había bastado para hacer que sus pensamientos fueran más llevaderos.

En ese momento estaba recostada en la mesa de su escritorio, con el cabello todavía mojado cayendo sobre su cuello y hombros, no llevando nada más que una pequeña blusa y un pequeño short.

Varios recuerdos pasaban por su cabeza, recuerdos de una era más sencilla, haría unos seis años…



En una playa de su natal Aqua, varios niños se habían reunido alrededor de dos que estaban disputando el duelo. Una Kurumu de diez años estaba detrás de un chico castaño, y era su turno:

—¡Alza el vuelo! —dijo el niño castaño con una gran sonrisa —¡Stardust Dragon!



Más tarde, después del duelo. Los dos niños estaban en la playa bajo el cielo estrellado.



—¡Oye! ¡Invoca a Stardust Dragon! —le pidió ella al niño.

—¡¿Eh?! ¿Por qué? —preguntó el niño confundido.

—Porque quiero ver una estrella fugaz —respondió la niña —. Y tu dragón es lo más cercano que tengo.

—Mmm… bueno —accedió el niño. Activó su disco de duelo y colocó la carta de Stardust Dragon sobre ella, en el acto, el dragón de la carta fue materializado con el solid vision y voló sobre los niños.

—¡Qué bonito! —exclamó la pequeña Kurumu embelesada por el espectáculo que era ver a ese dragón en el cielo nocturno.

—¿Por qué querías ver una estrella fugaz? —preguntó el niño.

—¿Sabías que si le pides un deseo a una estrella fugaz, este se cumplirá?

—Algo había oído —respondió el niño —¿Tienes un deseo?

Kurumu vio al niño con una sonrisa pícara y dijo.

—Deseo que estemos juntos siempre.

La cara del niño se puso toda roja y Kurumu sólo rió.



Sin embargo, esos días felices no durarían para siempre…



—¡¿Qué?! ¡¿Te vas?! —preguntó Kurumu con lágrimas en los ojos.

—Lo siento… —respondió el niño —Pero el verano ya casi termina y papá dice que debemos regresar para prepararme para regresar a la escuela.

—No es justo… —se quejó Kurumu.

El niño rió un poco divertido y dijo.

—Descuida, te escribiré cuando pueda… ¡y me portaré bien en la escuela para convencer a papá de que volvamos de vacaciones aquí el próximo año!

Las palabras del niño no convencieron a la pequeña Kurumu quien respondió:

—¿Y si me cambio de casa? ¿Y si las cartas se pierden? ¿Y si tu papá ya no quiere traerte otra vez?

El niño bajó la cabeza sin ya saber qué decir. Kurumu lo vio y con una cara muy seria dijo:

—Hagamos una promesa.

—¿Promesa? —preguntó el niño.

—Mira… ¡Me gustas mucho! —confesó Kurumu con la cara toda roja y pronto la del niño se puso tan roja como la de ella. Kurumu continuó antes de que la vergüenza le hiciera perder su determinación —Si tú quieres… cuando seamos mayores… ¡Vayamos juntos a la academia elemental! Ahí podremos volver a vernos, estar juntos y si quieres… tal vez… tal vez…

Sus fuerzas la abandonaron. El niño sonrió con ternura, la tomó de las manos y dijo.

—Sí, sí quiero. Te veré en la academia elemental.

Y la beso en la mejilla.

Kurumu volvió a llorar, pero esta vez de felicidad.

—¡No olvides! —dijo ella —¡La Academia Elemental! ¡Ahí nos veremos!



Kurumu se levantó y miró por la ventana el cielo nocturno de Atrum. En ese momento, una estrella fugaz cruzó el cielo.

«Tsukune definitivamente debe ser el niño de mi infancia —pensó Kurumu con algo de dolor —, ¿pero por qué se comporta como si esta fuera la primera vez que nos vemos? ¿Será acaso que en efecto es sólo es un chico que se parece a él y yo trato de aferrarme a una promesa de niños? Tengo que investigar más, no puedo confrontar a Tsukune hasta que esté segura de que él es el Tsukune con el que hice la promesa de venir aquí»



***​



—¿Kurumu? —escuchó de pronto.

—¡¿Eh?! —exclamó la muchacha saliendo de un trance.

—Pregunté que si estabas bien —dijo Mayumi a su lado.

En ese momento Kurumu estaba caminando por el pasillo en compañía de Tsukune. Mayumi también iba con ellos pues desde el incidente de Rictor se había unido a su grupo de amigos y Kazuki… que no tenía nada mejor qué hacer.

—Eh… ¡sí, estoy bien! —mintió Kurumu.

—Bueno, es que últimamente te hemos visto muy distraída —comentó Tsukune.

—Más de lo normal —se burló Kazuki.

Kurumu iba a contestarle con un impropio a Kazuki, pero estaba tan cansada por tener tantas cosas en qué pensar, que prefirió salir con una mentira para librarse rápido del asunto.

—No es nada… es sólo… creo que ya es “ese” momento del mes.

Mayumi rió, Tsukune puso una cara de asco y Kazuki exclamó con un tono asqueado:

—¡Mucha información!

Mayumi estaba por decir que eso no tenía nada de asqueroso porque era un proceso natural de la vida cuando algo la detuvo: el tablero de anuncios al lado de la puerta a la cafetería estaba abarrotado de alumnos.

—¿Qué pasa? —preguntó Mayumi intentando ver qué era lo que todos veían.

En ese momento se acercó a ellos (o mejor dicho a Kazuki) Chiemi.

—Lo que sucede es que se acaba de abrir la temporada de clubes —explicó al muchacha —. Este sábado que viene en el patio se hará una exposición sobre los clubes disponibles en la escuela y como unirse por lo menos a uno es obligatorio, pues supongo que todos están emocionados.

—Nosotros ya jugamos juegos de cartas todo el día —dijo Kazuki dando a entender que no estaba emocionado por la perspectiva de un club —¿No puede contar eso como actividad extracurricular?

Chiemi rió el comentario.

—Me temo que no. Habrá que elegir uno. ¡Vamos Kazuki! Será divertido.

Mientras Chiemi intentaba convencer a Kazuki de las bondades de los clubes escolares, Mayumi dijo.

—¡Será divertido! Hay que ir a ver los clubes juntos y ver si entramos todos al mismo.

Tsukune sonrió y dijo.

—Creo que podría ser bueno.

—Sí, ¿por qué no? —respondió Kurumu. Tal vez un club escolar le ayudaría a olvidarse por un momento del acertijo que era descubrir si Tsukune era o no el chico de sus recuerdos.



***


Llegó el sábado y los muchachos desde muy temprano partieron hacia el patio principal del castillo para ver los clubes. Mientras Kazuki, Mayumi y Chiemi iban a la delantera especulando sobre los tipos de clubes que podrían encontrar, Tsukune y Kurumu iban un poco atrás.

—Por cierto Tsukune, quería preguntarte algo —comenzó la peli azul. Tsukune la miró y preguntó.

—¿Qué cosa?

—En tu duelo contra Rictor —comenzó Kurumu —, ¿por qué llamaste a Stardust Dragon un “dragón débil”? A mí me parece fuerte y su efecto es increíble.

Tsukune torció la boca antes de comenzar a explicarse:

—Si bien voy a admitir que Stardust Dragon es una carta buena, si has visto mi baraja debes saber que no va con mi estilo. A mí me gusta terminar a mis oponentes con jugadas rápidas y aplastantes. Con mi estilo de juego preferiría sacar a Crimson Blader antes que a Stardust Dragon.

—¿Y si eso piensas de él por qué lo tienes en tu baraja? —preguntó Kurumu. Tsukune miró al cielo y respondió:

—Sólo sentí que debía tenerlo.

Esta vez fue Kurumu la que torció la boca.

—¿Puedo ver la carta? —preguntó ella.

Tsukune vio rara la propuesta, pero no se negó. Sacó su baraja del deck box que colgaba de su cinturón y tomó la carta de Stardust Dragon y se la pasó a Kurumu. La muchacha evaluó la carta, pero justo cuando estaba por pensar que no habría forma de saber si esa era la misma carta del Tsukune de sus recuerdos, notó algo:

—Está doblada —dijo la muchacha y era verdad: un feo doblez cruzaba la carta de Stardust Dragon de manera horizontal justo a la mitad.

—Sí lo sé —dijo Tsukune sin darle mucha importancia —. Bajó mucho su valor de coleccionista…

—No me refiero a eso —le interrumpió Kurumu —. Lo que quiero saber es, ¿por qué está doblada?

Tsukune volvió a torcer la boca y respondió.

—La verdad no sé, Desde que recuerdo la carta estaba así.

—Ya veo —respondió Kurumu y le regresó la carta a Tsukune. El Stardust Dragon del Tsukune de sus recuerdos estaba en perfectas condiciones. Si este Tsukune decía que la carta siempre había estado así… eran muchos puntos menos a su teoría de que el Tsukune de sus recuerdos y ese eran la misma persona.

El grupo de amigos llegó al patio principal del castillo. Había muchos puestos ahí y ya había varios alumnos revisando los puestos.

Comenzaron a pasearse entre las pequeñas calles improvisadas a ver los clubes. Tsukune y Kazuki bromearon en unirse al club de natación al ver a las chicas en traje de baño promocionando el club, Mayumi acarició la idea de entrar al club de danza, Chiemi le hizo el feo a las porristas de la escuela cuando vio que Mikae era parte del club, Kurumu casi tuvo que rogar por la ayuda de Tsukune cuando el club de fotografía intentó convencerla de entrar sólo para que les sirviera de modelo…

—Esto no está saliendo muy bien —se lamentó Kurumu respirando aliviada luego de ser salvada del perverso club de fotografía.

—Qué bueno que decidimos venir con los muchachos —le sonrió Mayumi mientras veía como Tsukune, Kazuki y Chiemi se acercaban al club de lectura.

—¿Así que están buscando un club? —les preguntó alguien. Las dos chicas se giraron y vieron un puesto algo solitario, siendo atendido por una única persona: una muchacha de cabello castaño a modo de hongo —¡Pues el club de periodismo es el mejor!

Mayumi miró el puesto solitario y dijo.

—Pues… no parece —rió.

A la castaña no pareció molestarle el comentario y dijo.

—¡Eso es porque no todos tiene lo que se necesita para el periodismo! Se necesitan agallas, entrega, ¡pasión! Y estar inscritos en la academia —rió la muchacha —, después de todos los demás miembros ya se graduaron y de momento soy la única. Mi nombre es Nabiki Shimazaki, por cierto.

—¿Y qué nos ofrece el club de periodismo? —preguntó Kurumu.

—¡Qué no ofrece! —exclamó Nabiki —Tú eres la voz de todos y puedes detener las injusticias cometidas por los maestros… con buena protesta claro.

Nabiki pareció leerle la cara a Kurumu, sonrió con malicia y dijo

—¿Te gusta alguien? No hay problema, en el periódico sabes todos los chismes y podrás enterarte de si está libre o no.

Si bien básicamente Nabiki le había dicho chismosa, la idea le pareció atractiva a Kurumu.



***​



Una vez que vieron toda la oferta de clubes, los muchachos caminaban por uno de los parques reflexionando lo que vieron.

—Pues… no hay nada interesante —comentó Kazuki aburrido.

—¡Vamos Kazu! —le regañó Chiemi —Algo debiste ver que te llamara la atención.

Kazuki torció la boca en respuesta, aunque Tsukune no atinó a adivinar si lo hacía por el tema de los clubes o porque Chiemi le había llamado Kazu: un día a Tsukune se le salió decirle así y al día siguiente desayunó pimientos encebollados.

—Pues yo ya sé cuál será nuestro club —exclamó Kurumu con una gran sonrisa —¡El club del periódico escolar!

—No —se quejó Tsukune antes de que los demás pudieran externar su opinión.

Kurumu se quedó como piedra.

—¿Eh? ¿¡Por qué no?! —preguntó la peli azul sin salir de su asombro.

—No sirvo para eso y suena como mucho trabajo —respondió Tsukune con pereza —. Yo quiero entrar al club de lectura: sólo hay que leer libros y comentarlos.

Kazuki rió burlón.

—¡Y luego que por qué te digo borrego, borrego! —exclamó.

—¡No, eso sí es aburrido! —se quejó Kurumu —¡Yo quiero algo con emoción!

—¡Pues entra tú al club del periódico y yo entró al de lectura! —respondió Tsukune.

—¡Pero dijimos que todos entraríamos al mismo club! —respondió Kurumu.

—¡A mí no me metan! —gruñó Kazuki, pero sólo Chiemi le hizo caso.

—Mira, no peleemos —dijo Kurumu de pronto —: arreglemos esto de forma civilizada: un juego. El resto se mete al club del ganador.

—¿Un duelo? ¡Claro! —aceptó Tsukune animado.

—Dije juego, no duelo —aclaró Kurumu —: Ni loca voy a pelear con el tipo que derrotó a Lazar. Te reto a algo en lo que tenga oportunidad de vencerte.

—Está bien, lo que sea sé que puedo ganar —respondió Tsukune seguro de sus habilidades.

Kurumu sonrió con triunfo.

El grupo de muchachos bajaron hasta la ciudad de Vert y se detuvieron en un restaurante llamado Sweet Valerian. Por lo que Tsukune pudo ver, ahí preparaban comida típica de Aqua y pronto recordó que Kurumu de vez en cuando bajaba ya fuera a comer o a cenar a Vert, tal vez era ahí donde entraba.

Entraron al restaurant y fueron recibidos por una decoración con tema playero, eligieron una mesa donde cupieran los cinco y pronto se les acercó una mesera.

—Para mí y él quiero un plato de ramén Very Berry por favor —se adelantó Kurumu para ella y Tsukune.

La mesera tomó el resto de los pedidos y después se fue.

—¿Very Berry? —preguntó Tsukune burlón —No suena tan malo.

—Oh… lo será —se burló Kazuki que como chef, de seguro conocía los secretos del platillo.

Unos minutos más tarde la mesera llegó con los platillos de Kazuki, Chiemi y Mayumi para después regresar a la cocina y volver con los platillos tanto de Tsukune como de Kurumu y dejarlos enfrente de cada uno de sus dueños.

Tsukune miró su plato. No se veía diferente a otro plato de ramen: el mismo color del caldillo y la misma pasta flotando por ahí. La única diferente palpable era que había uvas y vallas nadando entre la pasta.

Kurumu comenzó a comer su plato. Debía haber un truco… pero no fue capaz de discernir cual era, así que tomó los palillos que le habían dejado al lado, tomó un poco del platillo y…

—¡Puag! —escupió Tsukune.

—¡¿Qué pasa?! —preguntó Mayumi preocupada por el chico.

—¡Esto está horrible! —exclamó Tsukune —¡¿Qué rayos es?!

Kazuki se carcajeó y comenzó a explicar.

—El ramén está preparado con varias especias de Aqua para darle un sabor muy salado. Las uvas y las vallas son para contrastar el sabor. Es como la cerveza: Te toma un rato acostumbrarte el sabor pero cuando al fin lo logras, el platillo sabe bastante bien.

—Oh, veo que usted es un hombre de cultura también —le felicitó Kurumu al ver que Kazuki sabía los secretos del platillo de su natal Aqua para después continuar comiendo.

Tsukune apretó los dientes: sabía que había un truco: pero no iba a rendirse. Volvió a tomar los palillos y comenzó a comer a gran velocidad. Tal vez si comía rápido podría lograr evadir el sabor.

—Cuidado borrego —advirtió Kazuki —: si lo comes así de rápido sólo será peor.

Tsukune lo ignoró. Engulló una vez, dos veces, tres veces… su barriga hizo un sonido extraño, dejó caer los palillos y se torció de dolor.

—Me rindo… —gimió Tsukune —Me uniré al estúpido club del periódico.

—¡Yahoo! —celebró Kurumu —Y ahora, el platillo de la victoria. ¡Mesera! ¡Otro Very Berry por favor!



***​



El lunes llegó, las clases por ese día terminaron y era la hora de que los alumnos se incorporaran en sus clubes. Sin embargo, había un alumno que no lo hacía. Era Zane, quien en lugar de dirigirse a algún club o a su dormitorio, fue a la biblioteca y tomó una novela, luego fue a una mesa y se sentó ahí a leer.

A Zane le encantaba leer, pero no tanto como para convivir con otras personas, por lo que no había entrado al club de lectura y se encontraba ahí realizando a solas su actividad favorita aparte de los duelos.

Se encontraba leyendo una novela acerca de una reina que abandonaba su país para buscar la fuerza para vencer a una criatura que lo había invadido, cuando alguien interrumpió su lectura.

—Buenas tardes Zane —le saludó Lazar al otro lado de la mesa —. ¿Disfrutando de tu lectura?

—Hasta hace cinco segundos sí —exclamó el emperador caído un tanto molesto —. ¿Por qué?

Lazar rió con su molesto “Ji, ji, ji” y respondió:

—No pude evitar notar que eres el único alumno en el campus que no eligió un club.

—Los clubes son para idiotas sin nada mejor qué hacer —respondió Zane tratando de continuar con su lectura.

—Tal vez… pero también es obligatorio estar al menos en uno y cuenta para la calificación —respondió burlón el payaso.

Zane rechinó los dientes, cerró el libro de golpe y se puso de pie.

—Está bien: buscaré un estúpido club y me inscribiré —rezongó.

—Una lástima que el único club que quede sea el del periódico escolar —se burló Lazar.

—¡¿Qué?! —exclamó Zane llamando la atención de la bibliotecaria —¡Ese es el club al que Tsukune y Kazuki van a ir!

—Perfecto: Tendrá compañía — respondió Lazar.

—¡Oh vamos! ¡Usted es el vice director! ¿No puede usar su influencia para ayudarme a entrar a otro club?

Lazar se llevó la mano al mentón y dijo.

—Podría… pero si lo hago será al club que yo quiera y ahora mismo estoy pensando en el club de ballet. ¡Apuesto que a tus fans les encantaría verte con mallas apretadas! ¡Ji, ji, ji!

—Me largo al club del periódico escolar —terminó Zane huyendo de ahí.



***


—¡Bienvenidos al club de periódico! —exclamaba Nabiki a los nuevos miembros del club que resultaron ser todos los del grupo de Tsukune —¡Soy Nabiki Shimazaki, su presidenta!

Mientras Nabiki continuaba con su presentación, Tsukune sufría.

—Todavía me duele la panza —se quejaba el castaño con la cabeza apoyada en la mesa del pequeño salón que alojaba al club del periódico escolar.

—Te dije que no intentaras tragarte esa cosa tan rápido —dijo Kazuki a su lado con los brazos cruzados y una seriedad inusual en él.

Tsukune miró a su compañero de cuarto y preguntó.

—¿Y tú qué haces aquí? Pensé que habías dicho que no te meterías a este club.

Kazuki suspiró y respondió:

—Mira, no soy bueno en los deportes porque me dan pereza. En las artes manuales… sólo digamos que en la clase de carpintería en la secundaria salía con las manos llenas de clavos. ¿El club de cocina? Esos principiantes sólo me atrasarían. Creo que este es el único club donde apreciarían a alguien con mis talentos.

—Supongo que eso explica qué hace ella aquí —se burló Tsukune apuntando con la mirada a Chiemi al otro lado de la mesa quien estaba sentada entre Kurumu y Mayumi.

Por toda respuesta, Kazuki sólo gruñó.

—Parece que no te agrada la idea —notó Tsukune —. A ella le gustas, ¿qué tiene eso de malo?

Kazuki resopló y luego respondió:

—Eres muy joven para entenderlo.

—¡A ver ustedes dos! —exclamó Nabiki notando que los dos muchachos no le estaban prestando atención a su diatriba —Si tanto quieren hablar, preséntense y digan porqué entraron al club.

—Kazuki Hitotose —comenzó Kazuki —. Entré porque creo que este es el único club donde puedo triunfar.

—Tsukune Aono —continuó el castaño —. Perdí una apuesta y me obligaron a entrar.

Tsukune miró a Kurumu y esta le sacó la lengua de forma burlona.

—Muy bien —elogió Nabiki —. ¿Y ustedes tres?

—Kurumu Kuruno. Me gusta escribir y quiero saber más cosas de la escuela —respondió la peli azul.

—Mayumi Kamijo. Lo mismo —respondió la rubia.

—Chiemi Fujimoto. Entré porque me gusta… ¡el club! ¡el club! —respondió con la cara colorada.

—¿El club? —preguntó Tsukune en voz baja con burla —¿No será…?

Pero antes de que pudiera terminar, Kazuki le dio un golpe rápido en el estómago que lo hizo doblarse de dolor.

—Muy bien —continuó Nabiki una vez terminaron las presentaciones —. La verdad es que esperaba tener por lo menos un miembro más… ¡pero no importa! Con nosotros será más que suficiente para llevar los por menores de lo que ocurre en la academia elemental a nuestros compañeros. Ahora, el momento de repartir las tareas…

Pero Nabiki no pudo terminar porque la puerta del salón se abrió de golpe y en la puerta estaba…

—¡Zane! —exclamó Tsukune al ver a su otro compañero de cuarto.

Ignorando a Tsukune, Zane avanzó hasta Nabiki.

—Soy Zane Truesdale, Lazar me ordenó que me uniera a este club porque era el último con cupos disponibles.

Tsukune estaba seguro que con la altura y porte de Zane cualquier otro en la situación de Nabiki se hubiera sentido intimidado… pero Nabiki no era cualquier otro.

—¡Perfecto! —exclamó la jefa emocionada —¡Toma asiento Zane! Bienvenido al club.

—¡Genial! —exclamó Kazuki recuperando un poco del humor que había perdido desde que entró al salón —¡Con Zane aquí ahora sí nuestro roster está completo! Tendremos secciones que hablen de enfermedades de la tercera edad, consejos para limpiar tu dentadura antes de dormir… ¡y no olvidemos tips para cuando ya no se te pare!

—¡Ka-Ka-Kazu! ¡No lo moleste! —le advirtió Chiemi a Kazuki con algo de miedo por el emperador caído.

—¡Oh por favor! —continuó de burlón el chef —¿Qué va a hacerme? ¿Darme de bastonazos?

—A ver, basta —llamó Nabiki al orden y para sorpresa de Tsukune, Kazuki acató —. Ya que llegó nuestro último miembro, vamos a repartir las tareas.

—Jefa, si me lo permite —dijo Kazuki poniéndose de pie —, conozco mejor que usted a toda esta panda de inútiles y tengo algunas sugerencias sobre las tareas que podrían ir mejor con cada uno de ellos.

«¿Inútiles?», pensaron los demás al unísono ligeramente molestos.

—A ver, te escucho —asintió Nabiki.

—Verá jefa… ¡un periódico es bueno por los artículos, las primicias y las editoriales! A Tsukune, Mayumi y Kurumu les encanta hablar, ¡así que supongo que también serán buenos para escribir!

—¡Oye! —se quejaron los mencionados.

—Ahora —continuó Kazuki ignorando a sus compañeros —, así como un buen platillo necesita algo de condimento, nuestro periódico necesita el suyo propio y este vendría en forma de chismes… ¡y nomino a Zane para que sea él quien nos busque los más jugosos!

—¡¿Qué?! —bramó el emperador caído apretando los puños.

—Véalo así señor Truesdale —dijo Kazuki con burla —, ¿quién sospecharía del callado emperador caído es el que ventila sus más sucios trapos sucios? ¡Hasta podrías escribir con seudónimo! Un nombre estúpido como no sé… ¿qué te parece “Ryo Marufuji”?

Zane sólo apretó los dientes. Kazuki continuó:

—Y ya con todo esto, que sea la jefa quien edite e imprima todo esto y al final seré yo, el valiente Kazuki Hitotose y su leal Barbaros, seremos los que viajaremos por el campus repartiendo los periódicos. Gracias, muchas gracias.

Todos se quedaron en silencio tras las palabras de Kazuki, aunque un único pensamiento pasaba por la mente de los mencionados anteriormente salvo Nabiki:

«Yo lo mato»

—¿Y yo Kazu? —preguntó Chiemi —¿Te olvidaste de mí?

—Claro que no se olvidó de ti —respondió Zane sonriendo con burla —. Él quiere que tú le ayudes a repartir los periódicos.

Kazuki se quedó como piedra ante la sugerencia de Zane.

—¡¿Yo?! —exclamó Chiemi tan emocionada como colorada —¡¿Trabajando con Kazu?!

Kazuki estaba por protestar, pero Tsukune se adelantó.

—¡Yo apoyo la moción!

—¡Y yo también! —apoyaron también Kurumu y Mayumi.

—Suena bien —dijo al final Nabiki para pesar de Kazuki —. Muy bien: así lo haremos y si no va funcionando iremos rolando puestos.

Entonces Nabiki levantó su puño al cielo y dijo.

—¡El club del periódico escolar inicial formalmente sus funciones!

Nabiki no notó que de los presentes, ella era la más emocionada.



+++++++



El autor habla:



Y llegamos a un capítulo sin duelos… ¡señal del fin del mundo señores!

Aquí el club del periódico es formado, un plot importante para esta temporada y la causa de algunos eventos que me gustan.

Diferencias de este capítulo con el original me parece que hay dos dignas de mención: la batalla de comida se llevaba a cabo en una feria cercana en lugar de ir directamente a un simple restaurante. ¿La razón para el cambio? Pues hay dos: salir rápido este episodio (pues me dio flojera transcribir el paseo por la feria, aunque tenía secciones algo interesantes) y que en este capítulo en el original había foreshadowing de la trama que Haou planeaba para el futuro, donde según tengo entendido Tsukune terminaría dirigiendo una revolución pero como mi historia no va para allá (principalmente porqué no tengo muchos datos de cómo iba a proceder esto), pues decidí ir directo al grano para este capítulo.

El otro cambio fue la eliminación de otro personaje. La bibliotecaria que mencioné en el original tiene nombre, Remi, y un rol más importante: era el interés amoroso de Zane. Así como otros cortes, quité a Remi porque la verdad no sentí que fuera a agregar algo a la trama. Lo siento Zane, deberás seguir en una relación romántica perfectamente normal con los duelos XD

Siendo eso todo lo que quería decir, vamos ya a responder comentarios:

Rictor volvio a perder, sigue la senda de Manjoume.
Por algo le di Armed Dragon XD

Tal vez no sería mala idea ponerle VWXYZ u Ojamas ya que ando XD

Quiero ver cuantas más sorpresas nos tienes preparadas
Pues espero que te haya latido la insinuación de Zane en mallas =w=
 

Haydenwolf

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Jajajjajajjajajjajajaja Zane en mallas jajjajajajajajajajajajajajajajaja y que cosa con el chiste del nombre original japonés de Zane Truesdale o sea Ryu Marufuji para que lo use de seudónimo jajajajaja que risa que risa, que risa

Y también me da curiosidad la conexión de Kurumu y ese niño de sus recuerdos que ella cree que es Tsukune, pero yo creo que ese niño de verdad sí es Tsukune
 

E_HeroGlasiar

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Se encontraba leyendo una novela acerca de una reina que abandonaba su país para buscar la fuerza para vencer a una criatura que lo había invadido, cuando alguien interrumpió su lectura.
¿De casualidad no se titula "La Paz del Zmeu"?
—Podría… pero si lo hago será al club que yo quiera y ahora mismo estoy pensando en el club de ballet. ¡Apuesto que a tus fans les encantaría verte con mallas apretadas! ¡Ji, ji, ji!
Pues Zane tuvo la oportunidad de aplicar la de Tom Holland y estar en ballet solo para estar rodeado de chicas en mallas.
—¡Yo apoyo la moción!
¡Con toda violencia!
El otro cambio fue la eliminación de otro personaje. La bibliotecaria que mencioné en el original tiene nombre, Remi, y un rol más importante: era el interés amoroso de Zane. Así como otros cortes, quité a Remi porque la verdad no sentí que fuera a agregar algo a la trama.
¡Maldito, mataste mi OTP!
Tal vez no sería mala idea ponerle VWXYZ u Ojamas ya que ando XD
O de una vez le das alguno de los decks de Sawatari, para que sea aun más perdedor XD
 

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Leído el capítulo 5. como Rictor esta teniendo bastantes duelos, y decia que habia conseguido carats nuevas, crei que ganaría esta vez, pero igualmente perdió xD y tiene a Stardust. Luego, tenemos a Mayumi, que parece ser que será una nueva integrante del grupo. Que se ponga Red Eyes insight y su deck mejorará xD En el duel links esa carta hace de todo XD En su duelo contra Tsukune, al no jugar más cartas pensaba que tendría a Gorz.
 

Axel

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¡Aparece un rival!




—A ver… un artículo… —pensaba Tsukune en voz alta frente a la computadora en el salón del club del periódico al lado de Kurumu y Mayumi.

—¿Por qué no escribes sobre la invocación synchro? —sugirió Mayumi.

—No… me parece algo muy común —respondió Tsukune todavía pensativo.

Buscando apoyo de Kurumu para darle ideas al muchacho, Mayumi se dirigió con Kurumu, pero la vio revisando los logs de todos los duelos que habían ocurrido durante el año escolar.

—¿Revisando logs de duelos? —preguntó Mayumi mirando sobre el hombro de la peli azul —¿Y sólo de los chicos? ¿Estás buscando novio o escribiendo un artículo?

Kurumu enrojeció y respondió:

—¡Nada de eso! Es sólo que… estoy revisando los logs para ver si puedo hacer un ranking de los estudiantes hasta el momento.

Mayumi miró a su amiga incrédula.

—Ay aja… —dijo y regresó a su computadora a seguir trabajando en su propio artículo.

Un poco más tranquila, Kurumu regresó a su pantalla y siguió mirando los logs.

«Ya revisé los logs tres veces —pensó Kurumu un poco frustrada—y hasta ahora en lo que va del año escolar Tsukune es el único que ha jugado a Stardust Dragon»



***​



Mientras tanto en un café cercano a la academia, Zane y Lazar disfrutaban de una bebida, sin embargo, el vice director payaso reía como si hubiera escuchado un buen chiste.

—Entonces deja ver si entendí —comenzó Lazar —: ¿te pusieron a cargo de la sección de chismes del periódico?

—Así es —respondió Zane con malas pulgas mientras intentaba beber de su café.

Lazar volvió a reír.

—Vaya, quién diría que de todos los miembros sería al gran emperador caído al que pondrían de chismoso.

—¡No es gracioso! —se quejó el emperador —¡Usted me metió en esto! Tiene que ayudarme.

—¡Claro! —exclamó animado el vice director —¡Puedo ser tu informante! De hecho, tengo un chisme excelente.

Lazar le hizo un gesto a Zane para que se acercara, este así lo hizo y Lazar comenzó a susurrarle al oído.

—He escuchado que el vice director duerme con un peluche de Winged Kuriboh.

Zane giró la cabeza y esta vez fue su turno de hablar al oído de Lazar.

—Wey… tú eres el vice director.

Volvieron a cambiar lugares.

—Lo sé —respondió Lazar.

Regresaron a sus posiciones iníciales.

—¿Es… es en serio? —preguntó Zane un poco asqueado y respuesta, Lazar rió y sacó la lengua.

Zane sólo pudo ver con asco a Lazar.



***​



Kazuki y Chiemi estaban en el patio de la escuela. Ya tenían con ellos las copias del primer número del periódico Duelo Diario y ahora tenían que comenzar a venderlo.

—¿Estás listo Kazu? —preguntó Chiemi animada.

—Eh… sí —dijo el muchacho sin mucha emoción —Este… duelo diario aquí… primicias de la academia, pásele, pásele.

—¡Así no Kazu! —le regañó Chiemi —¡Tiene que sonreír más y ser más animado!

Chiemi tomó aire y tras poner su mejor sonrisa dijo.

—¡Duelo Diario! ¡Primicias de la academia elemental!

La belleza y carisma de Chiemi bastó para que en un rato, todas las copias del periódico volaran de sus manos.



***​



Pasaron los días y gracias a los artículos de Tsukune, los consejos de moda de Mayumi, recomendaciones culinarias de Kurumu, los chismes que Zane se las arreglaba para conseguir, las estrategias de venta de Chiemi y Kazuki y a la supervisión de Nabiki, Duelo Diario pasó de ser sólo una curiosidad a ser toda una sensación ya no sólo dentro de la escuela sino también se habían ganado lectores en las colonias aledañas al castillo.

Pero no sólo para el periódico las cosas iban bien, pues aunque algunos de sus miembros no quisieran admitirlo, trabajar en esas cuatro paredes en esos pedazos de papel había contribuido a que sus lazos poco a poco se fueran estrechando. Y esos lazos pronto serían puestos a prueba.

Sucedió una tarde mientras Chiemi y Kazuki terminaban de vender sus últimas ediciones del periódico, de lejos dos personas nada gratas para ellos los miraban con no muy buenas intenciones.

—Vaya, vaya —dijo Rictor con una sonrisa burlona —. ¿Quién diría que las personas que más nos han fastidiado este año se juntarían en un solo lugar?

—Oh… —dijo Mikae también con burla —¿Estás pensando lo mismo que yo?

—Desafortunadamente creo que por ahora no puedo vencer en duelo a Aono y a Hitotose —se lamentó Rictor —. Pero si puedo destruir algo que a ellos les importa y de paso vengarme de las traidoras de Chiemi y Mayumi así como de Kurumu, será una victoria de todas formas.

Mikae rió.

—Perfecto —dijo la pelirroja —. Y yo sé cómo proceder.



***​



Como de costumbre, Chiemi y Kazuki se dirigían al lugar donde comenzaban con la venta de los ejemplares del duelo diario, pero al llegar se toparon con una sorpresa: Varias de las admiradoras de Rictor se encontraban repartiendo ediciones de periódicos y además, lo hacían llevando trajes sugerentes.

—¡¿Pero qué es esto?! —exclamó Kazuki sin evitar sonrojarse al ver a una de las muchachas en traje de conejita, luego le arrebató un periódico a uno de los tipos que pasaba junto a él y leyó —¡¿Duelo al cuadrado?!

—Así es —dijo alguien tras ellos, se giraron y…

—¡Mikae! —exclamó Chiemi reconociendo a su vieja “amiga”.

—Si ustedes pueden triunfar con un periódico mediocre como ese —comenzó Mikae haciendo un gesto despectivo con la mano —, para nosotros triunfar con un periódico de mayor calidad será pan comido. Tenemos artículos más informativos, consejos de moda de Lucis, fotos de chicas en traje de baño, sección de sociales y no los chismes de vecindad que ustedes publican. ¡Destruiremos su periodicucho en poco tiempo!

—Adivino —comenzó Kazuki —¿Hacen esto porque el borrego y yo humillamos a Rictor y porque Chiemi y Mayumi le pintaron el dedo a su grupo?

Aunque había sido descubierta, Mikae no perdió su sonrisa burlona.

—Sabía que tú eras el listo del grupo —le reconoció al chef.

—¡Mikae…! —intentó decir Chiemi, pero Kazuki la detuvo.

—Déjala Chiemi, no lo vale. Intentemos vender la mayor cantidad de periódicos y después vayamos a informar a la jefa.

—Está bien… —se resignó Chiemi.



***​



—Tenemos un problema —dijo Nabiki en su siguiente reunión cuando se trató el tema del periódico rival —. Conozco a Mikae. Es una niña rica y de seguro usa el dinero de papi para financiar su intento de periódico. En ese caso estaremos en una gran desventaja si sólo contamos con el presupuesto del club y lo que logremos sacar de las ventas.

—Eso es malo —dijo Zane —. La eficacia de nuestro club se mide por las ventas del periódico, si no llegamos a cierto rango nos cancelarán el club.

—Ese era el plan de Mikae y Rictor desde el inicio —observó Kazuki apoyando la cara en su mano —. Forzar el cierre del club para vengarse de algunos de sus miembros.

—Ay no… —se quejó Kurumu —¿Qué haremos jefa?

Nabiki suspiró y dijo:

—Está claro que el objetivo de Mikae es sólo fastidiarnos. Tal vez pueda usar eso para apelar a Lazar a que cierre ese otro periódico.

—Sólo nos queda esperar lo mejor —suspiró Tsukune —. Después de todo… creo que Lazar no es precisamente mi mayor fan tampoco.

Al día siguiente todos los miembros del club se reunieron en su salón, menos la jefa. De seguro se encontraría hablando con Lazar.

Los minutos pasaron y el grupo esperaba en silencio. Incluso Tsukune y Kazuki habían sacado sus barajas para jugar un match sobre la mesa, pero justo cuando iba a decidirse un ganador, la puerta del salón se abrió y en ella vieron a…

—¡Jefa! —exclamaron las muchachas del grupo, expectantes.

Nabiki entró al salón, se veía cansada y la forma en la que se dejó caer en una silla lo denotaba.

—¿Qué pasó? —preguntó Zane curioso.

—Fue toda una batalla —se quejó Nabiki —. No iré a los detalles, pero Lazar me citó a mí y a Mikae para hablar del periódico. Yo tiré todos mis argumentos por los que Duelo al cuadrado no debería existir y Mikae los suyos de porqué sí debería existir… y porque mi sentido de la moda era horrible.

Kazuki se rió, pero Nabiki lo ignoró por esta vez y continuó.

—Lazar se aburrió de escucharnos y gritó que lo arregláramos como lo arreglamos todo en esta escuela.

—Un duelo —inquirió Tsukune.

—Así es —asintió Nabiki —. El sábado al medio día nos vemos en el estadio de la escuela, cada periódico mandará a un representante y el ganador conservará su periódico y el perdedor deberá cerrarlo.

—Si su intención es vengarse por las derrotas de Rictor, muy seguramente van a enviarlo a él a pelear —inquirió Kurumu.

—Lo mismo pensé —respondió Nabiki —. Aunque eso sería muy obvio y personalmente pienso que deberíamos enviar a Zane.

—¿Eh? ¿Por qué a Zane? —exclamó Mayumi.

—Bueno… sin ofender pero me parece que él es el más fuerte de nuestro grupo —explicó Nabiki.

—Olvídalo —respondió Zane —. No me voy a ensuciar el saco por una basura como Lazanti.

—Eso pensé —dijo Nabiki resignada —. Kazuki, Tsukune, quién va.

—Yo también paso —se apuró a decir Kazuki —. Aparte de que también me da flojera enfrentar a Lazanti, el borrego ya lo venció dos veces, las estadísticas están a su favor.

—¿Qué dices Tsukune? —preguntó Nabiki mirando al castaño.

Tsukune miró a Mayumi y a Kurumu, las dos se veían expectantes. Suspiró y dijo.

—Está bien, yo representaré al club.

—¡Ese es el espíritu! —le animó la presidente.

—No lo vayas a arruinar borrego —le amenazó Kazuki.

—Si tan poca confianza me tienes hubieras ido tú —se defendió Tsukune.



***​



El sábado finalmente llegó y todo el staff del Duelo Diario se dirigió hacia el estadio de la academia. El lugar estaba vacío y sólo se encontraban ahí aparte de ellos Lazar y los miembros de Duelo al cuadrado.

—Empezaba a pensar que no vendrían —se burló Mikae.

—Ya quisieras —respondió Nabiki.

Queriendo evitar otra pelea de gatas, Lazar se apuró a hablar.

—A ver señores, estamos aquí para decidir cuál de los dos periódicos va a sobrevivir. Tengamos el duelo y decidamos esto rápido que me gustaría estar haciendo otras cosas en mi tiempo libre que lidiar con problemas de adolecentes.

—Todo un ejemplo a seguir —le dijo Kazuki a Chiemi por lo bajo.

Tsukune mientras tanto dio un paso al frente, miró a Rictor y apuntándole con su disco de duelo dijo:

—Muy bien Lazanti, ¿listo para otra derrota?

Rictor por su parte sonrió, aunque no pudo ocultar su molestia y dijo:

—Por más que me encantaría ser yo el que hoy te derrote Aono, me temo que hay mucho en riesgo y no nos podemos arriesgar.

—¿De qué hablas? —preguntó Tsukune —¿Tú no vas a ser mi oponente?

—Así es —respondió Mikae burlona —. Tu oponente está por allá.

Mikae apuntó a uno de los pasillos que llevaban de los vestidores al área de juego. Unos pasos comenzaron a escucharse y entonces de entre las sombras apareció alguien.

Tenía el pelo castaño largo atado en una cola de caballo, vestía un traje digno de un guerrero de los tiempos antiguos, un samurái, e incluso en su cinturón llevaba una katana.

—¡No puede ser! —exclamó Zane —¡Es Toshio Tetsu!

—¿Quién? —preguntó Tsukune. En respuesta Kazuki le dio un golpe en la cabeza y dijo.

—¡¿No sabes nada?! —le regañó —¡Es un pro duelista! Tal vez no sea de los mejores, pero logró llegar a los dieciséis mejores en la última copa monolito de Ventus, eso ya dice que sus habilidades están tal vez incluso a la par de las de los tres reyes de la escuela.

—¡Oye, eso no es justo! —se quejó Kurumu con Lazar.

—¡Sí! —le respaldó Mayumi —¡No pueden traer a un pro duelista a pelear contra estudiantes! Se supone que esta sería una batalla entre los periódicos.

—Me temo que sí se puede —dijo Lazar revisando un reloj de bolsillo —. Las jefas de los periódicos dijeron que harían pelear a un representante, nunca dijeron que sería un miembro del periódico.

—¡Maldita sea! —gruñó Nabiki.

Mientras tanto, Mikae se rió y dijo:

—¡Esta vez los tenemos Aono! ¿Qué harán? ¿Rendirse y evitarse esta humillante derrota?

—De eso nada —respondió Tsukune —. No todos los días puedo luchar contra un pro.

—¡Ese es el espíritu! —le festejó Kurumu.

—Tsukune —le dijo Nabiki tomándolo por el hombro —Perdón por esta falla de cálculo, pero sólo quiero pedirte que des lo mejor de ti porque recuerda lo que está en juego.

Tsukune levantó el pulgar.

—Sin problemas.

Con eso dicho, los espectadores abandonaron la arena para darles espacio a los dos duelistas.

—Maldita sea —se quejaba Zane —. De haber sabido que iban a traer a un pro, sí me hubiera dignado a participar.

—Por primera vez en mi maldita vida, estoy de acuerdo contigo abuelo —se quejaba Kazuki.

Una vez quedaron solos, Tsukune miró a Toshio.

—Y a todo esto… ¿cómo consiguió Mikae a un profesional como tú?

Toshio suspiró, se pasó la mano por la nuca y dijo.

—Mikae es mi prima y me pidió esto como favor.

—Ah… —exclamó Tsukune.

—No lo tomes personal niño —se disculpó Toshio —, pero ya sabes: familia es familia.

—Sí, supongo —rió Tsukune.

—¡Deja de fraternizar con el enemigo! —le regañó Nabiki.

—¡Ok, ok! —exclamó Tsukune.

Ambos duelistas tomaron sus cinco cartas iníciales y…

—¡Duelo! —gritaron al unísono.



Tsukune PV: 4000

Toshio PV: 4000



—¡Yo comienzo! —declaró Tsukune y tomó la carta de su turno —¡Invoco a Warrior Lady of the Wasteland en modo de defensa!

Frente a Tsukune apareció una guerrera de traje café [1200].

—Y eso será todo —concluyó Tsukune.



Mano de Tsukune: 5



—¡Mi turno! —declaró Toshio y tomó su carta —¡Invoco a Mataza the Zapper en modo de ataque!

Un samurái apareció frente a Toshio [1300].

—¡Mataza, ataca a su guerrera! —ordenó Toshio y con un tajo de su katana, Mataza eliminó a la guerrera de Tsukune.

—¡Efecto de mi guerrera! —declaró Tsukune —Si es destruida por batalla puedo llamar de mi deck al campo a un monstruo guerrero de tierra de 1500 puntos de ataque o menos y a quien yo llamo es a Spell Striker.

Frente a Tsukune apareció su pequeño guerrero [600].

—No tiene oportunidad contra mi Mataza —se burló Toshio.

—Pero Mataza ya atacó —inquirió Kurumu.

—Mataza puede atacar dos veces en la misma fase de batalla —explicó Zane con los brazos cruzados.

Mataza se volvió a lanzar a ataque y destruyó al monstruo de Tsukune.

—¿Pero qué? —preguntó Toshio—. ¿Por qué tus puntos están intactos?

—Efecto de Spell Striker —contestó Tsukune—. Todo daño que yo reciba en una batalla que lo involucre, se vuelve cero.

Toshio torció los labios y dijo:

—Dejo estaba boca abajo y termino con mi turno.



Mano de Toshio: 4



—¡Mi turno! —declaró Tsukune y tomó la carta de su turno —Invoco a Trident Warrior en modo de ataque.

Frente a Tsukune apareció aquel guerrero que portaba un gran tridente [1800].

—¡Ahora jugaré con Monster Reborn para traer de vuelta a Spell Striker! —continuó Tsukune y al lado del guerrero del tridente apareció de nuevo el pequeño guerrero—. ¡Ahora Trident Warrior! ¡Ataca a su monstruo!

—¡Revelo mi trampa! —declaró Toshio —¡Negate Attack! Ahora tu batalla termina.

—Tch —se quejó Tsukune —. Activaré mi carta mágica continua Shard of Greed. Ahora cada vez que robe carta durante mi draw phase, se le colocará un Greed Counter y cuando tenga dos, podré destruir esta carta para robar dos cartas. Con eso termino mi turno.



Mano de Tsukune: 4



—¡Mi turno! —declaró Toshio y tomó su carta —¡Invoco a mi monstruo tuner Jutte Fighter!

Frente a Toshio apareció un pequeño guerrero samurái con lentes [700].

—¡¿Tuner?! —exclamaron Kurumu y Mayumi al unísono.

—Je —exclamó Kazuki —. Ya era hora de que al borrego le tocara enfrentar a otro synchro invocador.

—Veamos cómo le va fuego contra fuego —observó el emperador.

—¡Sintonizo a mi Jutte Fighter con mi Mataza the Zapper para invocar a un synchro de nivel 5! —declaró Toshio —¡Aparece Goyo Chaser!

Frente a Toshio apareció un pequeño guerrero samurái con la cara pintada [1900].

—Se ve débil de entrada, pero eso se arregla con la carta que tengo aquí —anunció Toshio sonriendo—: ¡Equipo a Goyo Chaser con Axe of Dispair!

En las manos de Goyo Chaser, apareció un hacha.



Goyo Chaser ATK 1900 => 2900



—¡2900 puntos de ataque! —se sorprendió Mayumi.

—¡Tsukune no tiene ningún synchro que pueda llegar a esa cantidad! —notó Kurumu.

—¡Goyo Chaser! ¡Ataca a Trident Warrior! —ordenó Toshio y con el hacha, Chaser destrozó al guerrero de Tsukune.

—Ugh —se quejó el agredido.



Tsukune PV: 4000 => 2900



—¡Tsukune! —exclamaron Nabiki, Mayumi y Kurumu al unísono.

—Ese golpe casi le quitó la mitad de la vida —notó Chiemi.

—Y ahora lo que sigue —declaró Toshio —. Cuando Chaser destruye a un monstruo oponente, puedo invocar a ese monstruo en modo de defensa en mi lado del campo, aunque con el ataque a la mitad.

Al decir eso, al lado de Chaser apareció Trident Warrior.



Trident Warrior ATK 1800 => 900



—Dejo dos cartas boca abajo y termino mi turno.



Mano de Toshio: 1



—Su siguiente jugada deberá ser espectacular si quiere recuperarse —notó Zane mientras Tsukune tomaba la carta de su turno.



Shard of Greed: Greed Counters = 1



—¡Invoco al monstruo tuner Torapart! —declaró Tsukune y aquel muñeco feo apareció frente a Tsukune —¡Ahora sintonizo a mis monstruos para llamar a un synchro de nivel 5! ¡Aparece: Scar Warrior!

Frente a Tsukune, apareció un guerrero envuelto en vendas [2100].

—Un nuevo synchro —notó Kurumu.

—¿Pero le ayudará en esta situación? —preguntó Mayumi.

—Tu monstruo no alcanza al mío —observó Toshio —¿Qué pretendes?

—¡Atacar! —declaró Tsukune y a su orden Scar Warrior se lanzó contra Goyo Chaser —¡Ahora desde mi mano activo a Rush Warrior! Si un monstruo synchro con Warrior en su nombre batalla, ¡su ataque se duplica!



Scar Warrior ATK 2100 => 4200



—¡Oh no! —se quejó Toshio mientras con un ataque de su navaja, Scar Warrior partía en dos a Goyo Chaser.



Toshio PV: 4000 => 2700



—¡Casi empató el marcador! —celebró Mayumi.

—¡Vamos Tsukune! ¡Sigue así! —le animó Kurumu.

—Termino mi turno —declaró Tsukune.



Scar Warrior ATK 4200 => 2100

Mano de Tsukune: 2



—¡¿Qué estás haciendo Toshio?! —exclamaba molesta Mikae desde su lado —¡No te dejes apalear por ese inútil!

—¡Hago lo que puedo! —gruñó Toshio y tomó la carta de su turno —Esto no será suficiente, revelo mi carta boca abajo: Reckless Greed. Ahora a cambio de saltar mis siguientes dos fases de robo, puedo robar dos cartas.

Toshio miró las dos cartas que robó y sonrió.

—Perfecto, con estas cartas podré soportar los siguientes dos turnos si no es que ganar directamente… ¡revelo mi carta trampa! ¡Lost Star Descent! Ahora puedo revivir a un monstruo synchro de mi cementerio con su defensa vuelta cero y un nivel menos.

Al lado de Trident Warrior reapareció Goyo Chaser.

—Ahora invoco a otro monstruo tuner: Grappler Angler.

Frente a Toshio apareció un pescador cuya piel era de color azul.

—Si todavía sé sumar —dijo Kurumu —, ahí tiene nueve estrellas.

—¿Qué estará tramando? —se preguntó Nabiki.

—¡Ahora sintonizo a mi Angler y a tu Trident Warrior para invocar a otro Goyo Chaser!

Un segundo Goyo Chaser apareció junto al primero [1900].

—¡¿Otro?! —exclamaron sorprendidas las muchachas del Duelo Diario.

—Sé que no parecen una amenaza —dijo Toshio con confianza —, ¡pero son materiales para mi verdadera arma maestra! ¡Juego Polymerization!

—¡Una fusión! —exclamó Zane.

—¡Fusiono a mis dos monstruos synchro de tierra para traer a mi más poderoso monstruo! ¡Aparece Goyo Emperor!

Los dos monstruos de Toshio se unieron para crear a un elegante joven con la cara pintada de blanco que aguardaba paciente en una silla igual de elegante [3300].

—¡Miren esos puntos de ataque! —exclamó Nabiki sudando frío.

—Tuvo problemas para enfrentar a un monstruo de 2900, ahora este… —se lamentó Mayumi.

—¡Y eso no es todo! —dijo Mikae —Si Goyo Emperor destruye a un monstruo en batalla, lo llama directo al campo y a diferencia de otros Goyo, Emperor lo puede traer en modo de ataque.

—Si ataca y destruye a Scar Warrior lo robará y atacará con él —razonó Chiemi —¡Y como no tiene cartas boca abajo será un ataque directo!

—¡Y en total serían 3300 puntos de daño! —contó Nabiki —¡Perderá!

—¡Goyo Emperor! —declaró Toshio —¡Ataca a Scar Warrior!

Entre sus manos, el emperador juntó poder y lo lanzó contra el guerrero de Tsukune, quien fue rodeado por una nube de polvo.



Tsukune PV: 2900 => 1700



—Quiero a ese Scar Warrior para llevar —se burló Toshio a punto de activar el efecto de Goyo Emperor.

—Me temo que no podré cumplir esa orden —respondió Tsukune y cuando la nube de polvo se disipó, Scar Warrior continuaba en el campo.

—¡¿Pero cómo?! —exclamó Toshio.

—Una vez por turno, Scar Warrior no puede ser destruido en batalla —explicó Tsukune.

—Mierda —se quejó Toshio —. Dejaré estas dos cartas boca bajo y espero que eso me baste para soportar los siguientes turnos.



Mano de Toshio: 0



—Se quedó sin cartas en la mano —notó Zane.

—¡Y no puede robar en los siguientes dos turnos por Reckless Greed! —festejó Kazuki.

—¡Si todo sale bien Tsukune ganará! —festejó Kurumu.

Tsukune mientras tanto robó la carta de su turno.



Shard of Greed: Greed Counters = 2



—¡Comenzaré mi turno activando el efecto de Shard of Greed! —declaró Tsukune—. Ahora que tiene sobre él dos Greed Counters, voy a destruirla para tomar dos cartas de mi deck.

Tsukune cumplió el efecto, miró sus dos nuevas cartas y sonrió.

—Invoco a mi monstruo tuner, Tune Warrior —declaró Tsukune y frente a él apareció su robot rojo.

—8 estrellas —contó Kurumu —¡Podrá llamar a Stardust Dragon!

—Pero incluso ese dragón no puede hacerle frente a Goyo Empereor —notó Mayumi.

—¡Sé que Tsukune tiene algo para superarlo! ¡Lo sé!

Tsukune vio su mano: tenía a Riryoku en ella.



¡Oye! ¡Invoca a Stardust Dragon!



Dijo una voz infantil en su cabeza.

«¡¿Eh?! ¿Por qué?», pensó Tsukune mirando a Riryoku.



Porque quiero ver una estrella fugaz



Respondió la voz en su cabeza.

«¡No! —respondió Tsukune con decisión—, ¡Hay mucho en juego! ¡Tengo que ganar este turno!»

—¡Sintonizo a mis dos monstruos para invocar a un nuevo monstruo! —declaró Tsukune —¡Aparece monstruo de nivel 8: Crimson Blader!

Frente a Tsukune apareció un guerrero enfundando en una armadura roja [2800].

—¡¿Eh?! —exclamó Kurumu —¡Ese no es Stardust Dragon!

—Ahora voy a jugar con la carta mágica ¡Riryoku! Para tomar la mitad de los puntos de ataque de tu monstruo y dárselos al mío —declaró Tsukune.

—¡Ahí va de nuevo ese malnacido! —exclamó Rictor recordando que así lo había vencido Tsukune.



Crimson Blader ATK 2800 => 4450

Goyo Emperor ATK 3300 => 1650



—¡La diferencia son 2800! —notó Nabiki —¡100 más de lo que le queda de vida a Toshio! ¡Ganó!

—¡Por eso no llamó a Stardust Dragon! —notó Mayumi —¡Así le es más fácil ganar!

—Pero Toshio todavía tiene dos cartas boca bajo —notó Kurumu —¡Si una de esas es de destrucción…!

—¡Crimson Blader! —continuó mientras tanto Tsukune —¡Ataca a Goyo Emperor!

Crimson Blader preparó su espada y…

—¡Si ese ataque me da estoy muerto! —exclamó Toshio —¡Revelo mi carta boca abajo! ¡Damage Diet! Ahora todo el daño que reciba se corta a la mitad.

—¡Oh no! —declararon las chicas en el lado de Tsukune. Ahora el muchacho no iba a ganar en este turno.

Crimson Blader concluyó con su ataque y destruyó al emperador.



Toshio PV: 2700 => 1300


—No ganó en este turno —se lamentó Nabiki.

—¡¿Pero qué importa?! —celebró Kazuki —¡Toshio no tiene ni mano, ni monstruos ni draw phase! ¡Se terminó!

Toshio mientras tanto se reincorporó luego de ese golpe.

—Jugar Reckless Greed fue una jugada arriesgada, lo sé —se dijo sin arrepentimientos —¡Pero así son los duelos! Hay que dar el todo por el todo y tomar todos los riesgos si eso nos permite aferrarnos a la victoria y es por eso que en esta situación tan difícil… lo único que me queda es irme con honor llevándote conmigo Tsukune.

—¡¿Qué?! —exclamó Tsukune comenzando a sudar frío.

—¡Revelo mi trampa! —declaró Toshio —¡Chthonian Blast! Ahora que uno de mis monstruos fue destruido, selecciono a uno de los tuyos con menor ataque y lo destruyo y así, ambos recibimos daño igual a la mitad de su ataque.

—¡Y con más de cuatro mil puntos…! —dijo el emperador.

—Es empate —declaró Toshio mientras Crimson Blader explotaba y la explosión los alcanzaba a ambos.



Toshio PV: 1300 => 0

Tsukune PV: 1700 => 0



Ambos periódicos se acercaron a sus respectivos representantes para darles ánimos. Una vez recuperados, Toshio se acercó a Tsukune y le ofreció la mano.

—Buen duelo novato —le felicitó Toshio —. Serás un gran profesional algún día.

Tsukune intentó forzar una sonrisa y darle la mano al pro.

—Sí… gracias —respondió él.

—¡Y para que el mundo sepa que yo fui de los primeros en enfrentar a esta futura leyenda! —dijo emocionado Toshio mientras buscaba una carta en su deck box la cual le pasó a Tsukune—. ¡Toma! Como un recuerdo.

Tsukune tomó la carta: era un Defensor Goyo.

—¡Sí, muy bonito! —le regañó Mikae acercándose con su grupo —¡Pero no te traje aquí para un empate!

—Cierto —declaró Nabiki un poco molesta también acercándose con su grupo —. Ahora que empatamos, ¿qué procede señor Lazar?

Lazar también se acercaba al centro de la arena, rió con burla.

—Bueno, ya que un duelo dejó las cosas igual, supongo que eso significa que ahora tendrán que decidir cuál periódico se queda a la antigua —respondió Lazar.

—¿Eso significa? —preguntó Nabiki.

—El periódico que tenga mejores ventas se queda —concluyó Lazar dándose media vuelta para irse de ahí —. Bien, buena suerte a ambos equipos.

Todos los miembros de los dos periódicos suspiraron molestos. Todo eso para quedar justo donde habían comenzado.



***​



En el dormitorio de los muchachos, Zane salió de bañarse mientras que Kazuki preparaba la cena. El emperador miró a la habitación de Tsukune que tenía la puerta cerrada.

—¿Sigue encerrado en su cuarto? —preguntó Zane secándose el cabello.

—Hay que darle chance —dijo el chef dándole vuelta a unos panqueques —. De seguro está dolido por su empate de hoy.

Zane sonrió burlón y dijo:

—Son cosas que pasan y tendrá que acostumbrarse. Algún día tenía que caer, a todos les pasa… a todos menos a mí.

Kazuki rió con burla.

—Curioso que hables de caer cuando a ti ya no se te para, abuelo.

—¡Maldito enano! —rugió Zane mirando con odio a Kazuki.

Mientras tanto en su habitación, Tsukune estaba tirado boca arriba mirando el techo.

Le dolía su empate y se sentía estúpido: de haber llamado a Stardust Dragon, aunque no ganara, pudo haber evitado el efecto de destrucción de Chthonian Blast y haber ganado al siguiente turno… pero desde hacía rato ya había superado eso. Ahora le preocupaba otra cosa.

Luego de darle muchas vueltas al asunto, se dio cuenta de algo: durante su duelo había escuchado una voz y lo que era peor: él conocía esa voz.

Pero no era una voz de su distante pasado olvidado, no, era una voz que él había escuchado recientemente y tras darle vueltas al asunto, al fin se dio cuenta (o mejor dicho, aceptó) de quién era la voz.

—¡Kurumu! —exclamó Tsukune poniéndose de pie en la cama.

No había duda: si bien la voz que había escuchado en su cabeza era de una niña y no una muchacha, esa había sido la voz de Kurumu.

—Yo… ¿yo conocí alguna vez a Kurumu? —se preguntó el muchacho.

Se puso de pie y fue a la ventana, miró por ella y trató de forzar su memoria. Sabía que era imposible: esos recuerdos se habían ido para siempre y por más que lo intentara nunca iba a recuperarlos. Pero sentía que debía forzar su memoria para recuperar algo, lo que fuera… y pasó:



¡No olvides! ¡La Academia Elemental! ¡Ahí nos veremos!



Escuchó en su cabeza. La promesa que había hecho y que era la responsable de que él estuviera ahí. La había vuelto a recordar pero esta vez, escuchó con claridad la voz de la niña a quien había prometido eso.

—Kurumu… la conocí en mi infancia y fue a ella a quien le prometí venir aquí.

Podría ser su mente jugándole una mala pasada, pero no: él sentía en su corazón que eso era lo que en realidad había pasado.



++++++++



El autor habla:



Este capítulo es uno de los que más cambian el rumbo de la historia. En el original, a partir de este capítulo Haou introducía los ridding duels. Su idea era que Mikae conseguía una D-Wheel para que Toshio repartiera con más efectividad los periódicos y Nabiki decidía hacer lo mismo, lo que llevaba a ambos equipos a tener un ridding duel para ver qué equipo repartiría sus periódicos en D-Wheel mientras que el perdedor lo seguiría haciendo a pie.

¿Por qué eliminé los ridding duel de raíz (o sea, desde este capítulo)? Pues fácil: no quería hacer malabares con las Speed Spell. Ya una vez escribí ridding duels y la verdad es una lata estar buscando la carta con el efecto que necesitas en la wikia (porque por obvias razones las speed spell no salen en la YGO DB), por lo que al querer seguir manteniendo el proyecto simple, decidí irme por lo fácil y eliminarlos de raíz.

Igual sé que alguien me hubiera dicho que podría hacer los ridding duels como se vio en el manga de 5D’s o en Arc-V, o sea, las reglas normales nada más agregando la moto… pero personalmente si de por sí jugar duelos en moto es medio estúpido, jugarlos sin aquello que los hace especiales (Speed Counters y Speed Spells) se me hace todavía más estúpido.

Bueno, esa es la nota de autor de hoy, vamos a responder comentarios:

y que cosa con el chiste del nombre original japonés de Zane Truesdale o sea Ryu Marufuji para que lo use de seudónimo jajajajaja
El cap está orgulloso de ti :')

¿De casualidad no se titula "La Paz del Zmeu"?

¡Maldito, mataste mi OTP!
¡Matar es un monstruo! Digo... ¡Matar es mi negocio y soy un monstruo!

Aunque tal vez todavía haya chance de reciclar a Remi...

O de una vez le das alguno de los decks de Sawatari, para que sea aun más perdedor XD
Pues considerando que en este universo sólo existen los synchros, creo que sólo podría darle el deck de Mobius o TAL VEZ el deck de snipers.

Luego, tenemos a Mayumi, que parece ser que será una nueva integrante del grupo. Que se ponga Red Eyes insight y su deck mejorará xD En el duel links esa carta hace de todo XD En su duelo contra Tsukune, al no jugar más cartas pensaba que tendría a Gorz.
Gorz y Red Eyes Insight... ¡no se me habían ocurrido, en serio! XD
 

Haydenwolf

Ōkami tei-shin
 
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Esto sin duda me dejó impresionado, me gusto el capítulo, y de broma gana sí no es empate pero por favor al fin al fin al fin al fin Tsukune se acordó de su infancia y de que conoció a Kurumu
 

E_HeroGlasiar

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Lazar le hizo un gesto a Zane para que se acercara, este así lo hizo y Lazar comenzó a susurrarle al oído.
¿Soy solo yo o este par es muy cercano, pese a sus grandes diferencias?
—He escuchado que el vice director duerme con un peluche de Winged Kuriboh.
—Wey… tú eres el vice director.
Suena más a algo que tu dirías y no como algo que el Kaiser diría XD.
—¿Hacen esto porque el borrego y yo humillamos a Rictor y porque Chiemi y Mayumi le pintaron el dedo a su grupo?
De nuevo, suena como algo que tu dirías, pero al mismo tiempo suena como algo que Kazuki diría XD.
Tsukune tomó la carta: era un Defensor Goyo.
¿Que no Goyo Defender solo sirve si tienes las 3 copias?
Le dolía su empate y se sentía estúpido: de haber llamado a Stardust Dragon, aunque no ganara, pudo haber evitado el efecto de destrucción de Chthonian Blast y haber ganado al siguiente turno.
Lo siento Tsukune, pero seras pendejo XD.
Aunque tal vez todavía haya chance de reciclar a Remi.
No me des falsas esperanzas...
Pues considerando que en este universo sólo existen los synchros, creo que sólo podría darle el deck de Mobius o TAL VEZ el deck de snipers
Bueno, puedes darle un deck ABC para que siga pareciendo un Manjoume.
 

Axel

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Una noche tenebrosa




La noche ya había caído sobre los terrenos de la academia elemental. En su cuarto en el dormitorio de las chicas, Chiemi se encontraba cepillándose en el cabello para prepararse para irse a la cama, cuando escuchó que tocaron a su puerta. Se puso de pie y abrió la puerta encontrándose con:

—¡Hola! —le saludó Mayumi —¿Te despierto?

—Para nada —respondió Chiemi —, sólo me preparaba para irme a dormir.

—¡Perfecto! —exclamó Mayumi —Voy camino a la tienda y pensé pasar a preguntarte si me acompañabas.

Chiemi se llevó el dedo al mentón. La verdad es que ya se iba a acostar, pero tal vez un bocadillo nocturno no le caería mal.

—Está bien, vamos —aceptó ella tomando sus llaves y cerrando la puerta tras de sí.

Mayumi y Chiemi iban en grados distintos, Mayumi en primer año mientras que Chiemi ya estaba en su segundo año. Cualquiera esperaría que Mayumi le hubiera pedido compañía a Kurumu dado que no se llevaban tan mal… pero para mala suerte de la peli azul a ella le había tocado dormir en un edificio diferente, por lo que no era de extrañar que en ese caso Mayumi y Chiemi fueran un poco más cercanas.

Las dos amigas avanzaron por el pasillo y comenzaron a bajar las escaleras del edificio. Iban conversando sobre las tareas que todavía tenían pendientes para con el periódico, cuando algo las detuvo: Las luces de repente se apagaron.

—¡Kya! —exclamó Chiemi asustada aferrándose al brazo de Mayumi.

—Ay Chie —dijo Mayumi burlona —¿No me digas que te da miedo la oscuridad?

—Bu-bu-bueno sí… —gimió Chiemi.

Mayumi rió.

—Bueno, si quieres podemos regresar.

Chiemi consideró la oferta, pero…

—No, ya vamos a medio camino. Vamos —dijo resignada.

Las dos amigas continuaron bajando por las escaleras hasta que al llegar al descanso que estaba entre el segundo y tercer piso, algo las detuvo: había un enorme bulto a mitad del camino bloqueando el paso.

—¿Qué será eso? —preguntó Chiemi mirando el bulto.

—No tengo idea —respondió Mayumi.

La rubia sacó su teléfono, activó la función de linterna y apuntó hacía el bulto revelando lo que era y al verlo bien, a ambas muchachas sólo les quedó hacer algo.

Gritar aterradas.



***​



Como ya se les había hecho costumbre, Tsukune, Kazuki y Zane caminaban por los andadores del colegio con rumbo al castillo para comenzar otro día de aprendizaje. Sin embargo, esta vez Tsukune estaba metido en sus pensamientos.

Ya había pasado una semana desde su batalla contra Toshio y aunque Mikae de momento no había hecho otro movimiento para afectar negativamente a su periódico, él todavía tenía sus propios problemas. Si bien estaba 99% seguro de que la persona con la que había hecho la promesa de ir a la academia elemental había sido Kurumu, todavía no sabía cómo confirmarlo y más importante, lo que haría una vez que su sospecha fuera correcta.

Sin embargo, Tsukune no pudo continuar pensando en ese problema porque de repente Kazuki lo sacó de sus pensamientos.

—¿Qué pasa? —preguntó el chef.

Zane y Tsukune miraron hacia donde este miraba y ahí en una de las bancas vieron a Mayumi y a Chiemi sentadas, tenían muy mal aspecto, como si no hubieran dormido en toda la noche y a su lado estaba Kurumu tratando de animarlas.

—¿Todo bien? —preguntó Tsukune cuando él y sus compañeros de cuarto se acercaron.

En respuesta, en cuanto Chiemi vio llegar a Kazuki, se lanzó a abrazarlo.

—¡Kazuki! —gimió la muchacha.

—¡Oye! ¡¿Qué pasa?! —exclamó Kazuki tomado por sorpresa, aunque no intentó quitarse de encima a Chiemi.

—Creo que no —respondió Zane con sarcasmo a la pregunta de Tsukune.

—Lo que sucede es que ellas dicen que las espantaron anoche —explicó Kurumu.

—¡¿Espantos?! —exclamó Tsukune.

—¿Ustedes también? —preguntó alguien detrás de ellos. El grupo se giró y vieron a Nabiki.

—¿Qué quieres decir? —preguntó Zane viendo llegar a la jefa.

—He estado escuchando rumores —continuó la jefa —, de que el edificio cuatro del dormitorio de las chicas ha comenzado a mostrar actividad paranormal.

—Es donde estamos Chiemi y yo —respondió Mayumi sudando frío.

—¿Y qué fue lo que viste? —preguntó Tsukune.

Mayumi pasó saliva y respondió:

—Era como una persona, pero muy grande. Estaba calva, con los ojos amarillos, su piel era de color roja y llevaba un garrote sobre el hombro. Cuando lo vimos Chiemi y yo gritamos, corrimos hasta su cuarto y nos encerramos ahí toda la noche.

Tsukune mientras tanto se llevó la mano al mentón.

—Eso suena como un Akaoni.

—¿Akaoni? —preguntó Kurumu mirando al castaño.

—Son criaturas del folklore de Ignis —respondió Tsukune —, se les llama youkais y básicamente son los fantasmas y demonios de aquel país. Hay varios, están por ejemplo Mezuki y Gozuki, guardianes del inframundo, Kasha la carreta endemoniada, Shuten-doji que es un ogro que busca doncellas para matarlas, el Tengu que es un cuervo que come personas…

—Eh… Tsukune —le interrumpió Kazuki sonriendo —¿Y si dejas los cuentos de fantasmas para otro día? Creo que ellas ya tuvieron suficientes espantos por una noche.

Tsukune miró a Chiemi y vio cómo ella se aferraba más al chef con los ojos todavía más vidriados.

—¡Aaaah! —exclamó Tsukune apenado —¡Pero tranquila Chiemi! Es sólo mitología, ninguna de esas criaturas es real.

Pero Chiemi no parecía muy convencida.

—A ver señoritas —dijo de pronto Nabiki —. Sé que la iluminación se presta para contar historias de terror, pero les recuerdo que es día de clase y vamos tarde, así que dejemos esto para después.

—¿Vamos a investigarlo para el periódico? —le preguntó Kurumu.

—No creo —respondió Nabiki —. Nuestro periódico es serio y no un sensacionalista que busca ovnis, a pie grande o conspiraciones del culto blasfemo del dios Glory. Creo que le dejaré esta primicia a Mikae y su periodicucho.

Y arreglado eso, todo el grupo continuó su camino a clases.



***​



La jornada escolar pasó sin novedades más que el ocasional rumor de los espantos en el edificio cuatro del dormitorio de las chicas y al terminar cada uno partió a cumplir sus obligaciones para con el periódico escolar, con Tsukune, Mayumi, Chiemi y Kazuki siendo los únicos que estaban en el cuarto del club.

Tsukune había sugerido hacer una serie de artículos sobre la orden de Feliz y en ese momento se encontraba tecleando la introducción con Mayumi leyendo por sobre su hombro:



Feliz, la división más alta de los caballeros de la esperanza, la armada de Lucius y del Imperio Sagrado Galciano. Muy pocos logran entrar a sus rangos, tiene seis batallones, uno por cada uno de los países de Tybell: “Alma de Fuego”, “Viento preciso”, “Agua Serena”, “Tierra solida”, “Luz de Justicia” y “Oscuridad Calmada”. A su vez, tiene seis tenientes, responsables por asegurar Tybell, los guardias de el mismo Lord Galcian, siendo en la opinión de este humilde reportero, Axel Transroad es el más genial de los seis generales, no sólo siendo uno de los seis geniales y por ende el héroe que salvó a Ignis de una cruda crisis económica, sino también el CEO de su propia compañía de tecnología, Transroad Industries y todo eso sólo con veintiún años de edad.



—¿El más genial de los seis generales? —preguntó Mayumi un poco burlona —¿Mucho fanatismo por el señor Transroad, no?

Tsukune rió un poco avergonzado.

—No puedo evitarlo —respondió el muchacho sonriendo —. Después de todo lo admiro mucho.

«¿Y cómo no hacerlo? —se preguntó Tsukune—, si el señor Transroad me salvó la vida»

En ese momento vino a su mente el primer recuerdo de su vida actual: Él, a sus diez años, se encontraba vagando por las calles de alguna ciudad. Sólo llevaba con él su ropa y una carta maltratada en su mano, Stardust Dragon. No sabía quién era él, no sabía el nombre de alguien a quien pedirle ayuda… no sabía nada.

En eso frente a él se paró un joven. Era alto y de piel blanca, con un largo cabello castaño largo atado en una cola de caballo y con sus ojos cafés enmarcados detrás de unos lentes delgados.

—Niño, ¿estás bien? —preguntó el muchacho.

Ese joven era Axel Transroad antes de convertirse en el CEO de Transroad Industries y el sexto general de la orden de Feliz.

«No sé en dónde estaría ahora si el señor Transroad no me hubiera encontrado y me hubiera ayudado a encontrar a mi tía», pensó Tsukune nostálgico.

Pero el tiempo de los recuerdos terminó cuando a su lado vio a Mayumi bostezar.

—Mejor vete a dormir —pidió él —. Yo puedo terminar con el artículo.

—¡No! —exclamó Mayumi con la cara roja —¡No bostecé por aburrimiento! ¡Es sólo que…!

—Lo sé —le dijo Tsukune —. Pero también sé que tú y Chiemi pasaron en vela toda la noche, así que necesitas dormir.

—Pero el artículo —dijo Mayumi casi con un puchero —, no quiero dejarte todo el trabajo a ti.

Tsukune le sonrió.

—Descuida, no es ningún problema.

La sonrisa del muchacho bastó para convencerla.

—Está bien, me iré a la cama. Hasta mañana —se despidió la rubia poniéndose de pie y saliendo del salón.

Mientras lo hacía, Tsukune miró al otro lado del salón. Ahí se encontraba Kazuki con Chiemi. Al parecer Kazuki también intentaba convencer a la muchacha de que se fuera a dormir.

—¡Pero Kazu! —gimió ella —¿Y si aparece otro youkai?

—¡Youkais mis polainas! —respondió Kazuki —Si ves a uno yo lo destruyo.

—¿En-en serio? —preguntó Chiemi un poco más animada.

—Chiemi —comenzó Kazuki mirando a la muchacha con seriedad —: No dejaré que nada te pase, te lo prometo. Así que ve tranquila.

De inmediato el chef se dio cuenta de lo que acababa decir.

«¡¿Qué diablos me pasa?! —se preguntó asqueado de sí mismo—,¡De seguro me pasé con los panqueques con miel y ahora escupo azúcar!»

Pero Chiemi no lo notó, rió un poco, dijo:

—Muchas gracias Kazu.

Y después se acercó a besarlo en la mejilla para después salir del salón.

—Le gustas —dijo Tsukune burlón una vez se quedaron a solas.

—Vete con Glory —respondió Kazuki con malas pulgas.

Aunque lo habían insultado, Tsukune se lo tomó a chiste y replicó:

—Lo dices como si fuera algo malo.

—Ya te dije, no lo entenderías —respondió Kazuki y se dio la vuelta para continuar trabajando en el artículo que Chiemi había comenzado.

Tsukune sólo rodó los ojos y continuó trabajando en su propio artículo.



***​



—¡Y terminé! —celebró Tsukune poniendo el punto final de su artículo y guardándolo.

El joven se recargó en su silla y miró el salón. Estaba solo pues Kazuki había terminado unos diez minutos atrás y no se molestó en esperarlo.

Suspiró. Eso de escribir aunque era más pesado de lo que parecía, la verdad es que era catártico y hasta relajante, tal vez debería considerar hacerlo un poco más seguido fuera del periódico.

Pero como fuera, era hora de volver a casa y tomar un refrigerio, esperaba que Zane no se hubiera comido ya las sobras del desayuno de esa mañana.

Con ese pensamiento Tsukune le envió su artículo a la jefa para revisión y tras cerrar con llave la puerta tras de sí, se dirigió a su dormitorio.

El salón que le habían asignado al Duelo Diario estaba cerca del área del dormitorio de las chicas y muy cerca del camino que en ese momento Tsukune iba transitando rumbo al suyo propio estaba el edificio cuatro.

Miró al dormitorio e intentó darle más vueltas al caso de la invasión de los youkais a ese edificio, pero pronto su mente divagó hacía su otra preocupación: descubrir si en efecto Kurumu era la chica con la que había hecho la promesa de acudir a la academia elemental.

Sabía que todo eso se solucionaría sólo preguntándole, ¿pero serviría de algo? Tal vez averiguar que Kurumu era la chica de la promesa complicaría las cosas: ella querría saber porqué no le reconocía hasta ahora y él no se sentía de humor para hablar de ese evento tan traumático de su pasado.

Entonces algo pasó que sacó a Tsukune de sus pensamientos: escuchó el sonido de un aleteo. Pero eso era una locura: Para escuchar el aleteo de un ave esta tendría que ser por lo menos del tamaño de una persona.

Levantó la mirada y en la oscuridad de la noche vio una silueta pasar por sobre él y dirigirse al dormitorio cuatro a una gran velocidad y después, escuchó unos gritos femeninos.

Apelando a su instinto de hombre, Tsukune se apuró a ir a ayudar a aquellas chicas en apuros y cuando llegó la situación no parecía muy favorable: dos muchachas estaban en el suelo y frente a ellos se alzaba una criatura emplumada.

—¡Oye! —gritó Tsukune en un intento de llamar la atención de la criatura, esta giró su cabeza hacía el muchacho mostrando su cara de cuervo y sin decir nada más, alzó el vuelo y se perdió en la oscuridad de la noche.

Tsukune se acercó a donde la criatura había estado parada mientras las chicas se ayudaban entre ellas a ponerse de pie, el muchacho se hincó al ver algo y lo tomó: plumas negras.

—¡¿Qué fue esa cosa?! —preguntó una de las muchachas acercándose a Tsukune mientras que otras muchachas del edificio, entre ellas Mayumi y Chiemi, salían a ver qué había ocurrido.

Tsukune se levantó con las plumas en la mano y miró al cielo antes de responder:

—Un tengu…



***​



Al día siguiente en el club, todos los miembros menos Chiemi y Zane estaban reunidos, pero en lugar de dedicarse a sus respectivas tareas, todos se habían reunido a hablar sobre lo que había ocurrido la noche anterior.

—¡Tsukune vio al tengu! —le debatía Kurumu a Nabiki —¡Tienen que ser reales!

—Por favor —respondió la jefa todavía incrédula.

—¡Pero varias chicas más lo vieron! —contraatacó Mayumi —¡Eso tiene que contar!

—Tsukune, ayúdame —pidió Nabiki perdiendo la paciencia —. Tú dijiste que esas cosas no son reales, así que tú debes ser el primero en decir que debe de haber una explicación completamente lógica para esto.

Sin embargo, Tsukune no contestó: estaba perdido en sus propios pensamientos.

—¿Tsukune? —le llamó Kurumu y el muchacho al fin salió de sus pensamientos.

—No, no existen —dijo y volvió a quedarse en silencio.

En eso la puerta del club se abrió de golpe y por ella entró Chiemi.

—¡Tenemos problemas! ¡Un youkai atacó a plena luz del día! —dijo alterada.

La totalidad del club se dirigió al dormitorio donde ya varios alumnos y autoridades de la academia ya estaban reunidos.

Al ser del club del periódico, se les permitió pasar a entrevistar a la afectada y la escena.

—¡Fue un Akaoni! ¡Lo juró! —les explicaba la testigo.

—A ver, dime más —ordenó Nabiki.

Mientras la testigo le contaba a Nabiki cómo el akaoni salía de ningún lado y golpeaba el suelo con su garrote para luego desaparecer, Tsukune examinaba la escena. En efecto, había rastros de cerámica rota en el lugar que la testigo decía, sin embargo…

—¿Ve algo interesante, Aono? —preguntó una voz chillona. Tsukune se levantó y vio acercándose a él a Lazar.

—Tal vez —respondió Tsukune un poco a la defensiva. Lazar lo miró con malicia y dijo.

—Oh… entonces tal vez al joven no le importaría hacerse cargo de una tarea especial. Qué tal si usted monta guardia esta noche e intenta atrapar al culpable de todo esto.

—Estamos muy pedinches —contestó Kazuki con sarcasmo acercándose a ellos—. ¿Seguro que no quiere que dos alumnos hagan el trabajo de la directiva de la academia?

—Ji, ji, ji —rió Lazar mirando a Kazuki —. Para ser sincero señor Hitotose, la directiva del colegio ya ha tomado cartas en el asunto sin embargo todos nuestros intentos por capturar al culpable han sido en vano. Tal vez si dos estudiantes nos ayudan, el culpable baje la guardia y sea más fácil de capturar.

—Espere… —le interrumpió Kazuki un poco nervioso —¿dos estudiantes?

Lazar miró al chef con burla y dijo.

—Ya que le gusta meter su nariz donde no lo llaman Hitotose, usted ayudará al joven Aono a vigilar el dormitorio de las chicas esta noche. Y no es un pedido, es una orden y si no la obedece, dudo que sus buenas notas le ayuden a salir el semestre. Ahora, prepárense porque les espera una noche muy larga y me parece que habrá tormenta.

Los dos muchachos miraron al cielo, era verdad: ya comenzaban a juntarse algunas nubes grisáceas sobre su cabeza.

—Y nada de comportamientos inapropiados —les dijo Lazar mientras se retiraba —. Espero un comportamiento a la altura de nuestra noble institución.

—¿Por qué siempre me arrastras a tus problemas? —le recriminó Kazuki a Tsukune.

—¡¿Qué?! —exclamó el castaño —¡Yo no te dije que vinieras a fastidiar a Lazar cuando él sólo quería fastidiarme a mí!

—A ver señoritas, las dos son bonitas —les interrumpió Nabiki acercándose—. Sí, es algo bajo lo que les ha hecho Lazar, pero hay que tomar la oportunidad ya que tal vez puede que les salga un buen artículo para el periódico, así que pues eso: también es orden mía que monten guardia en el dormitorio cuatro aprovechando que ya tienen el permiso de Lazar.

Los dos muchachos suspiraron y respondieron al unísono:

—Sí jefa.

—No te preocupes Tsukune —le dijo Mayumi dándole una palmada en la espalda —, si necesitan algo estaremos Chiemi y yo para darles una mano.

—Gracias Mayumi —dijo Tsukune, pero de pronto sintió un escalofrío en la espalda, se giró un poco y vio que Kurumu lo miraba con muy malos ojos, se acercó a Kazuki y le susurró —. Eh… Kazuki… ¿alguna idea de por qué Kurumu me mira como si fuera a matarme?

—Porque vas a hacer algo que no se debe —respondió el chef con los brazos cruzados.

—¿Cazar fantasmas?

Kazuki se encogió de hombros y dijo:

—Cómo le has hecho para llegar hasta este momento de tu vida siempre será un misterio para mí.



***​



Nada más merendar y hacer los deberes, los dos muchachos ya estaban plantados en el dormitorio de las chicas. Aunque tenían permiso del mismo Lazar para estar ahí y varias de las ocupantes del edificio cuatro habían visto cuando se les encomendó tan importante misión, esto no salvó a los muchachos de ser vistos con desprecio.

—¡Pervertidos! —les gritó una muchacha.

—¡Este no es lugar para chicos! —les gritó otra.

Tsukune miró la hora en su teléfono. Apenas eran las siete de la tarde. Esa sería una larga noche.

Cuando dieron las nueve de la noche. Los dos muchachos decidieron descansar de su ronda y se sentaron en el pasillo donde estaba la habitación tanto de Mayumi como de Chiemi. De su mochila Kazuki sacó un sándwich y se lo pasó a Tsukune, pero cuando apenas iban a comenzar a comer, escucharon caer gotas de lluvia. Por suerte en la barda donde estaban no les llegaba toda el agua, pero el aire frío y húmedo sería un problema.

—Gran noche —se quejó Tsukune.

—Dime —dijo el chef mordiendo su sándwich —, ¿has descubierto algo?

Tsukune miró perspicaz al chef. Vio las intenciones de este en la forma en la que preguntó y respondió:

—Lo mismo que tú.

Kazuki sonrió complacido y dijo:

—Como es algo tan simple, dejaré que seas tú quien lo explique.

Tsukune sonrió, le dio un mordisco a su sándwich y comenzó:

—La pluma que encontré y que dejó el Tengu, era una pluma de paloma pintada de negro. Y la cerámica en el andador donde supuestamente golpeó el Akaoni, no sólo era de un patrón diferente al del andador, sino que además estaba dispersa en lugar de estar hecha añicos, como si alguien la hubiera dejado caer desde lo alto en lugar de aplastarla.

Kazuki rió y aplaudió para luego decir:

—Y lo descubriste más pronto que los tontos del personal de la academia. Eres más listo de lo que pensaba, borrego.

Tsukune no se tomó a bien ese alago, Kazuki continuó:

—Ahora, sólo nos falta saber quién está detrás de todo esto.

Tsukune se mordió la uña del pulgar y dijo.

—Creo tener una idea de quién es… y tal vez estar tú y yo aquí sea la carnada perfecta que necesitamos para atraparle con las manos en la masa.

Sin embargo, Kazuki ya no pudo indagar en lo que planeaba Tsukune porque una puerta se abrió cerca de ellos y de ella se asomó.

—¿Kazu? —preguntó Chiemi.

—¿Chiemi? ¿Qué pasa? —preguntó el mencionado.

—Está lloviendo —respondió ella —¿No quieres pasar a descansar a mi habitación en lo que pasa la lluvia?

Kazuki apenas iba a preguntar que por qué la invitación sólo le era expedida a él cuando.

—¡Claro que quiere! —respondió Tsukune por él.

—¡¿Qué haces?! —le susurró Kazuki molesto.

—¡Es perfecto! —respondió Tsukune también entre susurros —Estarás seco, tal vez te den algo caliente de cenar y serás una carnada más que perfecta.

—¡¿Qué?! —exclamó Kazuki, pero en respuesta tuvo que Tsukune lo puso de pie a fuerza de empujones lo metió al cuarto de Chiemi.

—Yo tomaré esta guardia, te llamo cuando te toque relevarme —le despidió Tsukune cerrando la puerta frente a él.

—¡Espera hijo de…! —trató de decir Kazuki, pero se contuvo al recordar que estaba junto a una dama —Este… gracias.

Chiemi no pareció notar la incomodidad de Kazuki, pues sonrió y luego dijo.

—Deje voy por una toalla para que te seques y a preparar un poco de té. Ponte cómodo.

—Eh… gracias —respondió Kazuki sentándose en el sillón que estaba al lado de la puerta.

Mientras Chiemi corría al baño por una toalla y luego a la cocina a preparar el té, Kazuki se dio el tiempo de ver la habitación: Era una versión más pequeña del cuarto de los chicos, pero con una única habitación. Pero además se veía que Chiemi le había puesto su propio toque, pues el color rosa imperaba en los adornos de la chica siendo de las pocas cosas que no eran de ese color los peluches que abundaban en gran parte del lugar, pero además, Kazuki pudo ver varios libros en la pequeña mesa. Se veía que Chiemi intentaba no ser sólo una cara bonita.

Pero el cuarto no era bonito, lo era porque su dueña lo era. Y darse cuenta de que pensaba eso lo molestó.

—¿Kazu? —le preguntó ella sacándole de sus pensamientos —Aquí está la toalla.

Kazuki miró la mano de la muchacha, había una toalla. La tomó y comenzó a secarse el pelo húmedo.

—Gracias —dijo él.

Chiemi sonrió y se sentó en el sillón, muy pegado a él lo que de nuevo lo puso incómodo, aunque no lo demostró.

—¿Y cómo van hasta ahora? —preguntó ella.

—Tenemos algunas ideas de lo que está pasando —respondió Kazuki mirando al techo mientras sentía cómo su temperatura subía —. En cuanto deje de llover saldremos a ver si podemos atrapar al que está detrás de esto.

—Me alegro —dijo Chiemi sonriendo.

No dijeron nada más por un rato, hasta que Chiemi dijo.

—Kazu…

—Dime.

—Gracias.

—¿Por qué?

—Por todo. Por defenderme de Mikae y Rictor, por las clases de cocina, por estar ahí para mí, por… decir que me protegerías.

Kazuki pasó saliva incómodo. Se maldijo a sí mismo por decir aquello el otro día.

—Kazu —le volvió a llamar ella.

—Di-dime… —respondió él mirándola y viendo cómo la cara de Chiemi estaba peligrosamente cerca de la suya.

—Me gustaría agradecerte por todo —dijo ella con un tono coqueto.

—Pu-pues puedes hacerme unas galletas —respondió Kazuki tratando de sonar gracioso. Chiemi rió y respondió:

—Tengo en mente algo más dulce.

Y sin dar aviso, se lanzó sobre Kazuki y lo besó en los labios.

El peso de Chiemi hizo que Kazuki cayera de espaldas en el sillón con ella sobre él. La muchacha dejó sus labios y comenzó a besar con dulzura su cuello mientras que el chef no podía responder.

«¡Esto está mal! ¡Esto está mal! ¡Esto está mal! —pensaba Kazuki desesperado, pero cuando se dio cuenta, sus manos ya comenzaban a meterse por debajo del pijama de Chiemi—, maldito seas borrego…»

Y con ese último pensamiento, Kazuki dejó de resistirse.



+++++++



El autor habla:



Antes de pasar a hablar de este capítulo, pues hay que hablar de otra omisión respecto al original.

Antes de este capítulo Haou agregó uno donde un nuevo personaje era introducido: La hermana menor de Kazuki, Reiko. El personaje era la loli que no puede faltar en las historias harem y pues considero que ese era básicamente su papel: engrosar el harem de Tsukune. Creo que Reiko nada más fue metido por este motivo a la historia porque para la segunda temporada el personaje desapareció sin dejar rastro.

El personaje en sí… se me hacía medio meh, no me parecía molesto pero tampoco es que lo viera tan necesario para la trama, así que lo eliminé. De todas formas, no os preocupéis, ya que su legado se mantendrá en forma de su deck para más adelante en la historia y será precisamente Kazuki quien tenga que lidiar con él como guiñó a esta relación.

Ya hablando del capítulo en sí, ya inicia uno de mis mini arcos favoritos de la historia, ya que como me gustan los capítulos que van de terror y más si son en historias que no son de terror, genial (por eso me gusta el capítulo de Chobits donde hablan de una habitación embrujada).

El capítulo se mantiene sustancialmente igual a la versión de Haou con dos diferencias: se le hizo foreshadowing a elementos que serán importantes para después en esta versión de la historia y que cambié lo que ocurre en el cuarto de Chiemi: en el original a Kazuki le preocupaba hacer llorar al niño dios por hacer algo que no se debe hacer antes del matrimonio mientras que aquí… pues ya vieron: cedió ante la tentación. ¿Qué consecuencias tendrá este cambio? ¡Tendrán que esperar para saberlo!

En otras notas, ya saqué cuentas de cuántos capítulos quedarán al final. Si nada pasa que me obligue a aumentar el número de capítulos, calculo que me faltan por escribir unos nueve capítulos para terminar de escribir la historia.

En fin, de mientras ahí va la respuesta a algunos comentarios:

¿Soy solo yo o este par es muy cercano, pese a sus grandes diferencias?
No eres sólo tú. Ya se verá más adelante que se traen entre manos esos dos.

Suena más a algo que tu dirías y no como algo que el Kaiser diría XD.
Lo sé... pero es que no se me ocurrió otra forma en que sonara gracioso.

De nuevo, suena como algo que tu dirías, pero al mismo tiempo suena como algo que Kazuki diría XD.
¡Yo fui Kazuki todo el tiempo! D8

¿Que no Goyo Defender solo sirve si tienes las 3 copias?
Espera a ver cómo lo usará Tsukune.

No me des falsas esperanzas...
Bueno .-. [borra todas las escenas que ya había escrito para incluir a Remi]
 
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Haydenwolf

Ōkami tei-shin
 
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Ya quiero ve lo siguiente que públicas, aunque me extraño el título pero me acabe riendo por el final entre kazuki y Chiemi, ya quiero ver como se resuelve este misterio
 

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arreglemos esto de forma civilizada: un juego. El resto se mete al club del ganador.

—¿Un duelo? ¡Claro! —aceptó Tsukune animado.

—Dije juego, no duelo
Pero... ¿y el honor? xD

¡Hasta podrías escribir con seudónimo! Un nombre estúpido como no sé… ¿qué te parece “Ryo Marufuji”?
XD

Bueno, leido el cap 6 (voy un poco más atrasado de lo que creia), en el que predomina el humor. Se han unido al club de periodismo. De momento no parece ser algo demasiado importante, pero quizá se metan en problemas investigando alguna noticia.
 

Axel

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Flamas tan ardientes como sus ojos




Una vez que cerró la puerta del cuarto de Chiemi, Tsukune se sacudió las manos, luego se las llevó a la cintura y dijo orgulloso.

—Ah, Tsukune Aono: ¿qué harían sin ti?

Luego de su momento de hincharse el ego, Tsukune miró al pasillo. El piso estaba comenzando a mojarse dado que la lluvia estaba arreciando.

—Lo mejor será que busque un lugar más seco donde esperar a que los youkais hagan acto de presencia —se dijo mientras pensaba hacia dónde podría moverse, cuando algo pasó: otra puerta se abrió.

—¿Tsukune? —preguntó la persona que se asomaba por la puerta.

—¿Mayumi? —preguntó Tsukune mirando a la chica. Llevaba una pijama ajustada de color amarillo y su cabello esponjoso suelto, cayendo sobre su espalda dándole un aspecto algo salvaje.

La rubia sacó la cabeza y miró por el pasillo.

—¿Dónde está Kazuki? —preguntó ella.

La espalda de Tsukune se tensó. No podía decirle a la muchacha que lo había metido al cuarto de Chiemi.

—Fue a dar una ronda a los pisos de abajo —se apuró a mentir —. De seguro ahora mismo está resguardándose de la lluvia en algún lado.

—Ya veo… —dijo la muchacha mirando al piso —¿Quieres entrar a mi cuarto en lo que pasa la lluvia?

No parecía posible, pero la espalda de Tsukune se tensó más de lo que ya estaba.

«Maldito karma», pensó Tsukune creyendo que eso era algún castigo divino por parte de Haou por jugársela tan feo a Kazuki. Pero no tenía de otra: la lluvia estaba arreciando y si no se protegía el riesgo de resfriarse era muy alto.

—Por favor —aceptó Tsukune con los hombros caídos. Mayumi sonrió y abrió la puerta para que el muchacho pudiera pasar.

Nada más entrar a la habitación Tsukune tuvo que cerrar los ojos y por un fugaz momento se preguntó si de repente había amanecido en todo Atrum, pues vio demasiada luz, pero poco a poco pudo abrir los ojos y vio porqué: la habitación no sólo rebozaba en adornos de color amarillo, también había muchos focos extras así como espejos.

—Supongo que eres fanática de Lucis —bromeó Tsukune. Mayumi rió y respondió:

—No sé si te había dicho, pero yo soy de aquí, de Atrum. Y pues como que pasar toda tu vida entre tanta oscuridad se hace aburrido.

—Ya veo —dijo Tsukune revisando a más detalle la habitación de la muchacha.

Tsukune se dejó caer en el sillón al lado de la puerta y Mayumi se sentó al lado de él. La lluvia continuaba igual, pero ahora se sumaban relámpagos a la distancia que iluminaban el cielo nocturno.

De repente miró a su compañera y la vio temblando un poco. De inmediato Tsukune entendió qué pasaba y aprovechó para hacer mofa.

—Mayumi… ¿no me digas que te dan miedo los relámpagos?

Esta vez fue la espalda de Mayumi la que se tensó.

—¡No digas tonterías! ¿Por qué le tendría miedo a los relámpagos?

—¿Tal vez porque estás temblando? —continuó Tsukune con su mofa.

—¡Estoy temblando porque hace frío! —respondió ella, pero de inmediato un trueno sonó muy cerca y esto tumbó su mentira —¡Kya!

La muchacha se aferró al pecho de Tsukune. Este la miró con una mezcla de ternura y burla y le pasó la mano por el cuello y la abrazó.

—Te dije que no tengo miedo —se quejó ella.

—Lo sé —respondió Tsukune divertido —. Es para protegerte del frío.

Mayumi abrió los ojos por la sorpresa, pero ya no se movió. Se quedaron así por un rato hasta que Mayumi volvió a hablar.

—Hay algo que tengo que decirte.

—¿Qué es? —preguntó Tsukune mirando por la ventana. La lluvia comenzaba a aminorar.

Mayumi al fin se separó de Tsukune y lo miró directamente.

—Tengo miedo. De todo, de los youkais, de los truenos… incluso creo que tengo más miedo que Chiemi.

—¿En serio? —preguntó Tsukune con burla —No lo parece, siempre actúas…

—Ese es el punto —le interrumpió Mayumi —: actúo. Siendo quien es mi padre… no me puedo dar el lujo de mostrar miedo, por eso siempre trato de mostrarme fuerte pero la verdad es que… siempre tengo miedo.

Mayumi calló y Tsukune sonrió, ya no con burla sino enternecido, y dijo:

—Yo estoy igual.

—¿En serio? —preguntó Mayumi sorprendida.

—Sí. Siempre me pregunto si lo que hago es lo correcto. ¿Pero sabes? No dejo que eso me detenga. Si dejara que el miedo me detuviera me perdería de muchas cosas… como conocerte.

Mayumi se sonrojó con esa declaración. Tsukune continuó:

—Ser valiente no significa no tener miedo, significa continuar pese a que tengas miedos. ¿Y sabes algo? Aceptar que tenías miedo fue algo muy valiente.

Mayumi bajó la cabeza, sonrió y luego volvió a mirar a Tsukune. Ahí el muchacho aprovechó para verla: su cabello rubio indomable como ella, sus ojos carmesí como el fuego de su alma, su piel blanca como de porcelana… pero ahora podía ver algo más. Podía ver a alguien que aparentaba ser fuerte pero al mismo tiempo ocultaba su fragilidad, algo que a él le parecía hermoso dentro de ella y ahí fue cuando comprendió porqué esa muchacha tan orgullosa le había gustado desde el primer momento que la vio.

Estiró su mano hasta alcanzar su suave cabello y pasó un mechón hasta atrás de su oreja, le acarició y la mejilla y el rostro de ambos comenzó a acercarse.

Antes estaba preocupado por si Kurumu era la chica con la que había hecho la promesa de ir a la academia elemental, pero en ese preciso momento eso ya no le importó al muchacho, lo único que le importaba era que estaba frente a Mayumi… o al menos hasta que se le ocurrió abrir los ojos.

Mayumi sintió que Tsukune se había detenido. También abrió sus ojos y lo vio mirando algo detrás de ella.

—Tsukune —le llamó ella —¿Qué…?

Pero Tsukune le interrumpió:

—¡El tengu! —exclamó levantándose del sillón.

Mayumi se apuró a girar la cabeza y a mirar a la ventana tras ella y ahí vio que no sólo la lluvia ya se había detenido… también vio un horrible rostro de pájaro mirándoles.

—¡Kya! —gritó la muchacha alejándose de la ventana.

Tsukune adivinó las intenciones de la criatura: estaba por escapar y debía detenerla, por lo que abrió la puerta de golpe y salió por ella con Mayumi detrás de él.

El muchacho corrió por las escaleras lo más rápido que le permitía la humedad en el mosaico del piso, pero finalmente llegó a la planta baja y vio escapando al tengu por el jardín trasero del edificio.

—¡No escaparás! —declaró Tsukune. Activó su disco de duelo, tomó una carta y la colocó en su disco —¡Dash Warrior! ¡Derriba a ese cuervo!

La criatura de la carta apareció frente a Tsukune y envistió a la criatura, la cual fue destruida como…

—¡Un monstruo de duelo! —notó Mayumi llegando detrás del muchacho —No puede ser… ¡¿Solid Vision?!

Tsukune no dijo nada, pues ahí donde estaba el tengu algo caía al suelo a raíz del impacto. Se apuró a llegar hasta el objeto y cuando lo vieron, se sorprendieron.

—Un dron —notó Mayumi —. Y tiene una cámara integrada.

—Un deck youkai, plumas pintadas de negro, cerámica falsa y ahora un dron espía… —recopiló Tsukune, le dio un pisotón al aparato y dijo molesto —¡Ya todas las piezas se acomodaron! ¡¿Por qué no sales ahora?! ¡Mikae!

—¡¿Mikae?! —se preguntó Mayumi, sintiéndose estúpida por no haber podido unir los puntos por ella misma así como lo había hecho Tsukune.

De detrás de un arbusto se escuchó una risa burlona y luego salió de este Mikae.

—Sí, ya no tiene caso que me oculte ahora que ya logré mi objetivo —respondió ella sonriendo con burla.

—¿Objetivo? —preguntó Mayumi nerviosa. Tsukune apretó los puños y dijo:

—Los ataques de los youkais los planeó ella, consciente de que tarde o temprano nuestro periódico vendría a investigar. Por eso las autoridades escolares no la encontraban: al estar ella entre “las víctimas”, podía desactivar su disco de duelo antes de que aparecieran los guardias.

—¿Pero qué quería lograr con eso? —preguntó Mayumi mirando a Tsukune. En respuesta Mikae rió y respondió:

—Ay pequeña Mayumi, tan inocente como siempre —luego miró a Tsukune y preguntó burlona —¿Le dices tú o le digo yo?

Tsukune sólo apretó los dientes.

—Seré yo —dijo Mikae disfrutando del momento —. Verás niña: sí, quería que los varones de su periodicucho vinieran al dormitorio de mujeres. ¿Por qué? Porque sabía que las hormonas harían lo suyo y no resistirían entrar al dormitorio de alguna de ustedes y dado que eso está prohibido…

—¡Ay no! —exclamó Mayumi nerviosa y luego miró a Tsukune —¿Lo sabías?

Tsukune bajó la cabeza en derrota.

—Sí —aceptó —. Pensé entrar a tu cuarto y atraer su atención… pero perdón: me dejé llevar y parece que obtuvo más de lo que quería.

Mikae rió y mostró una memoria USB.

—No es exactamente lo que quería, pero me sirve —dijo ella en burla —. Estoy segura de que a Lazar no le hará gracia enterarse por nuestro periódico que el tipo al que le encargó la seguridad de sus queridas alumnas tomó la oportunidad para aprovecharse de una de ellas.

Mayumi miró a Tsukune, el muchacho apretaba los puños pero no decía nada. De seguro sabía que habían perdido. No soportó verlo así por lo que dio un paso al frente y dijo:

—¡Mikae! ¡Vamos a arreglar esto con un duelo!

Tsukune se sorprendió y Mikae rió.

—Oh… ¿y qué te hace pensar que tienes algo que pueda mejorar mi victoria sobre ustedes?

Mayumi pasó saliva. Temía que pudiera fallar, pero recordó lo que Tsukune le había dicho: actuar pese al miedo.

—¿Qué tal la posibilidad de duplicar tu victoria? —preguntó. Mikae levantó una ceja, clara señal de que Mayumi tenía su atención. La rubia continuó —Si tú me ganas, no sólo podrás publicar la nota en tu periódico, sino que además cuando salga la nota no sólo corroboraré tu historia sino que diré que fui yo la que sedujo a Tsukune para entrar a mi habitación. Eso me dejará como una facilona y sabes que eso puede destruir la reputación de cualquier mujer de por vida.

—¡Mayumi, no! —le intentó detener Tsukune, pero esta lo ignoró y continuó:

—Pero claro, si yo gano no sólo no publicarás esa nota, sino que guardarás silencio sobre todo lo que pasó aquí y no dirás nada directa o indirectamente a nadie.

Mikae sonrió con malicia.

—Claro, ¿por qué no? Después de todo, no hay forma de que una debilucha como tú me derrote.

—No me subestimes Mikae —respondió Mayumi decidida —. No soy la misma estúpida que tu querido Rictor trataba como su juguete.

Mayumi tomó prestado el disco de duelo de Tsukune y le colocó su propia baraja, después de eso las dos muchachas tomaron distancia y…

—¡Duelo! —declararon ambas tomando las cinco cartas de su mano inicial.



Mayumi PV: 4000

Mikae PV: 4000



—¡Yo inicio! —declaró Mikae y tomó la carta de su turno —Invoco a Ittan-Momen en modo de defensa.

Frente a Mikae apareció una camisa maltrecha [1500].

—Deck youkai —dijo Tsukune por lo bajo.

—Dejo esta boca bajo y termino mi turno —declaró Mikae.



Mano de Mikae: 4



Mayumi miró su deck antes de comenzar.

«Este es el nuevo deck que Tsukune me ayudó a formar —pensó ella con determinación—, Mikae… ¡te mostraré mi nueva fuerza!»

—¡Mi turno! —declaró Mayumi —¡Invoco a Spear Dragon en modo de ataque!

Un dragón que más bien parecía un pterodáctilo apareció frente a Mayumi [1900].

—¡Monstruo, ataca! —declaró la rubia y de la boca de su dragón salió un tornado que destruyó a la camisa.



Mikae PV: 4000 => 3600



—¡¿Qué?! —exclamó la pelirroja al ver sus puntos bajar.

—Spear Dragon hace daño perforante —explicó Mayumi.

—Buena habilidad —aceptó Mikae —¡Ahora te mostraré la mía!

Del cielo cayó Ittan-Momen y se enrolló sobre el pico de Spear Dragon.



Spear Dragon ATK 1900 => 1400



—¡¿Qué pasa?! —exclamó Mayumi.

—Cuando Ittan-Momen es destruido, el monstruo que acabó con él pierde 500 puntos de ataque —explicó Mikae.

—No hay mucho problema, cuando ataca Spear Dragon pasa a modo de defensa [0] y con eso voy a terminar mi turno —declaró Mayumi.



Mano de Mayumi: 5



—Mi turno —declaró Mikae y tomó la carta de su turno —¡Invoco a Gozuki en modo de ataque!

Un ogro con cabeza de buey, blandiendo un enorme mazo, apareció frente a Mikae [1700].

—¡Efecto de Gozuki! —declaró Mikae —Como en la mitología, él guiaba a los muertos al inframundo, así que una vez por turno puedo enviar a un monstruo tipo zombi de mi deck al cementerio.

Mikae cumplió el efecto.

—¡Ahora Gozuki! —ordenó Mikae —¡Destruye a su monstruo!

A la orden de su ama, Gozuki aplastó al dragón de Mayumi con su enorme martillo.

—Ahora, dejo otra carta boca bajo y vas tú, niña —se burló Mikae.



Mano de Mikae: 3



—¡Como gustes, abuela! —declaró Mayumi tomando la carta de su turno.

—Peleas de gatas —dijo Tsukune por lo bajo.

Mayumi mientras tanto veía su mano algo preocupada.

—Creo que estoy extrañando a mis monstruos de ataque alto… —se quejó —¡Invoco a Masked Dragon en modo de defensa, dejaré una carta boca abajo y eso será todo!

Frente a Mayumi apareció aquel dragón rojo con máscara [1100].



Mano de Mayumi: 4



—Ay que tierno, veo que alguien no puede olvidar a Rictor —se burló la pelirroja a lo que Mayumi respondió gruñendo, mientras tanto, tomó la carta de su turno —¡Activo mi carta boca abajo! Jar of Greed, ahora tomo una carta de mi deck.

Mikae miró la carta que había robado y sonrió.

—Perfecto, ¡activo Card Destruction! Ahora las cartas en nuestras manos se van al cementerio y a cambio podemos robar el mismo número de cartas de nuestro deck.

—Bueno… —dijo Mayumi cumpliendo el efecto.

Ambas chicas descartaron su mano y robaron la misma cantidad de cartas.

—Continúa mi turno —declaró Mikae —Activo el efecto del Mezuki que envié al cementerio con Card Destruction. Lo remuevo del juego y a cambio puedo invocar a un zombi de mi cementerio y a quien yo elijo es a Crow Tengu.

Frente a Mikae emergió desde el suelo el mismo Tengu que los había espiado en la habitación [1400].

—¡Efecto de Tengu! —continuó Mikae —Cuando es invocado desde el cementerio, puedo robar una carta más.

Mikae cumplió el efecto.

—Ahora para completar mi fuerza, invoco a Shuten-doji en modo de ataque.

Frente a Mikae apareció un enorme ogro rojo de largo cabello rubio [1500].

—¡Increíble! —aceptó Tsukune —Casi sin gastar mano logró armar una línea nada mala de monstruos.

—Shuten-doji tiene dos efectos —continuó Mikae —. O remuevo dos zombis de mi cementerio para robar una carta o regreso a uno de mis zombis removidos del juego al tope de mi deck y creo que ahora me hace más falta Mezuki en mi juego.

Mikae tomó el Mezuki que había removido del juego y lo colocó en el tope de su baraja.

—Y ahora con todas las preparaciones ya hechas… ¡Tengu, ataca a su dragón!

A la orden de Mikae, el Tengu se lanzó contra el dragón de Mayumi y lo destruyó.

—¡Efecto de Masked Dragon! —declaró Mayumi —Cuando es destruido por batalla, puedo llamar a otro Masked Dragon!

—¡No lo creo mocosa! —declaró Mikae —¡Activo mi trampa! ¡Emma’s Judgment! Cuando invocas a un monstruo de manera especial, lo destruyo.

El segundo Masked Dragon de Mayumi fue destruido.

—¡Ay no! —se quejó la rubia.

—Y eso no es todo —prosiguió Mikae —. Luego de esto si remuevo a cinco zombis en mi cementerio, puedo invocar a un zombi de mi mano o deck de nivel 7 o mayor. Remuevo a Ittan-Momen, Fire Wagon, Nurikabe, Onmoraki y a Rigrass Leever, ¡para invocar desde mi deck a Akaoni!

Frente a Mikae apareció el primer youkai que Mayumi había visto [2800].

—¡2800 puntos de ataque! —exclamó Tsukune sudando frío —¡Ahora Mikae tiene suficiente poder de fuego para derrotar a Mayumi!

—¡Continúo con mi ataque! —declaró Mikae —¡Shuten-doji! ¡Ataque directo!

El ogro desde su boca lanzó una llamarada contra Mayumi.

—¡Ugh! —se quejó la rubia usando sus brazos para protegerse del fuego.



Mayumi PV: 4000 => 2500



—¡Akaoni! ¡Termina con esto con un ataque directo!

A la orden de Mikae, el gran ogro preparó su garrote para atacar y lo lanzó contra Mayumi, pero…

—¡Revelo mi trampa! —declaró Mayumi —¡Defense Draw!

El ataque de Akaoni chocó contra un muro invisible.

—Niego el daño de esta batalla y robo una carta —explicó Mayumi mientras robaba una carta.

—Te salvaste de perder —dijo Mikae molesta —, pero todavía me queda un ataque: ¡Gozuki, vas!

El ogro con cara de buey golpeó a Mayumi con su mazó.

—¡Ugh! —se quejó la agredida.



Mayumi PV: 2500 => 800



—Esto es malo —dijo Tsukune preocupado —Mayumi ya casi perdió toda su vida mientras que Mikae tiene casi toda.

—Dejo una carta boca bajo y con eso terminaré con mi turno —declaró mientras tanto Mikae, molesta porque no derrotó a su enemiga en ese turno.



Mano de Mikae: 3



—Mi turno —declaró Mayumi tomando la carta de su turno —. Invoco a Red Eyes Baby Dragon en modo de ataque.

Frente a Mayumi apareció una versión infante de Red Eyes [1200].

—Ahora juego con la carta de campo Mountain —declaró Mayumi y al acto el escenario se transformó para dar la ilusión de que estaban en lo alto de las montañas —. Con esto, todos los monstruos bestia alada, trueno y en especial los dragones ganan 200 puntos de ataque.



Red Eyes Baby Dragon ATK 1200 => 1400



—¡Gran jugada! —exclamó Tsukune —Ahora puede estampar a Baby Dragon con Gozuki, perderá a algunos puntos de vida, pero con el efecto de Baby Dragon más Mountain en el campo, Mayumi podrá llamar a un Red Eyes de 2900 puntos de ataque, suficientes para derrotar al Akaoni.

—¡Red Eyes Baby Dragon! ¡Ataca a Gozuki! —declaró Mayumi tal y como Tsukune lo había adivinado.

Red Eyes Baby Dragon preparó su ataque contra Gozuki pero…

—¡Revelo mi trampa! —declaró Mikae —¡No Entry! Ahora todos los monstruos en el campo pasan a modo de defensa.

—¡No! —exclamó Mayumi al ver frustrada su ofensiva.

—Je, pude dejar que te estamparas con mi monstruo para bajarte unos puntos más y activarla cuando Red Eyes llegara al campo —se burló Mikae —. Pero ese monstruo no es digno de estar en mi presencia.

En respuesta, Mayumi apretó los dientes.

—Dejo esta carta boca bajo y termina mi turno —declaró.



Mano de Mayumi: 3



—¡No te preocupes Mayumi! —le animó Tsukune mientras Mikae tomaba la carta de su turno —¡En el siguiente turno todavía puedes usar esa jugada como defensa!

—Claro que no —respondió Mikae —Voy a terminar todo esto en este turno… ¡Activo Foolish Burial para enviar a un monstruo de mi deck a mi cementerio! ¡Y ese será Nine Tailed Fox! Ahora uso su habilidad especial: Puedo tributar a dos de mis monstruos para invocarlo desde el cementerio. ¡Sacrifico a Shuten-doji y a Tengu para llamar a Nine Tailed Fox!

Un zorro dorado con nueve colas reemplazó a los dos monstruos de Mikae [2200].

—¿Y sabes qué es lo mejor de mi monstruo niña? —preguntó Mikae —¡Que cuando es invocado desde el cementerio gana la habilidad de hacer daño perforante!

—¡Oh no! —exclamó Tsukune nervioso —¡Baby Dragon tiene 700 puntos de defensa, con Mayumi sólo teniendo 800 puntos de vida, va a perder antes de invocar Red Eyes!

—Pasó a Akaoni y a Gozuki a modo de ataque —continuó Mikae —¡Zorro, termina con este duelo!

El zorro lanzó sus colas contra Red Eyes Baby Dragon pero…

—¡Revelo mi trampa! —declaró Mayumi —¡Hallowed Life Barrier! Descarto una carta de mi mano y ya no hay daño de batalla.

El Baby Dragon fue destruido, pero los puntos de Mayumi se mantuvieron igual.

—¡Maldita sea! —maldijo Mikae.

—Ahora se activa el efecto de Baby Dragon —declaró Mayumi —. Invoco desde mi deck a Red Eyes Black Dragon.

El dragón favorito de Mayumi apareció frente a ella [2400].

—Y gracia a Mountain, llega con un bono de poder —recordó la rubia.



Red Eyes Black Dragon ATK 2400 => 2600



—Y continúa —siguió Mayumi —Red Eyes Baby Dragon regresa del cementerio como equipo a Red Eyes e incrementa su ataque en 300 puntos.



Red Eyes Black Dragon ATK 2600 => 2900



—¡Eso es! —exclamó Tsukune —¡Logró sobrevivir y hacer su combo!

—¿Por qué no te mueres mocosa? —declaró Mikae molesta —Dejo esta carta boca bajo y termino mi turno.



Mano de Mikae: 2



—¡Mi turno! —declaró Mayumi y tomó la carta de su turno.

—¡Y es aquí donde muere tu esperanza! —declaró Mikae —¡Revelo mi trampa! ¡Raigeki Break! Descarto una carta de mi mano, y tu Red Eyes es destruido.

Mikae cumplió el efecto y desde el cielo cayó un rayo que destruyó a Red Eyes.

—¡No! ¡Mi dragón! —exclamó Mayumi. Tal vez no parecería gran cosa… pero para la chica había sido un duro golpe perder a su carta favorita justo cuando al fin la había logrado llamar y estaba más que lista para darle la victoria. Tsukune se dio cuenta de eso y gritó.

—¡Mayumi, no te rindas! ¡Todavía tienes cartas en la mano! ¡Todavía puedes ganar!

Mayumi miró a Tsukune, recuperó el valor que había sentido y miró la carta que había tomado. Se sorprendió.

—Swing of Memories… —dijo por lo bajo.

Esa carta a muchos les parecía inútil. No sólo traía del cementerio a un monstruo normal, sino que lo destruía al final del turno… pero para ella tenía un valor sentimental porque le recordaba aquel día de verano que para alegrarla tras la muerte de su madre, el estoico de su padre le construyó un columpio en el jardín de la casa. Y ese día, esa carta se convertiría en la llave para proteger lo que era más importante para ella.

—¡Juego con la carta mágica Swing of Memories! —declaró Mayumi —¡Para traer desde el cementerio a Red Eyes Black Dragon!

—¡¿Más cartas basura?! —se quejó Mikae. Mientras tanto, Red Eyes reapareció frente a Mayumi [2400 => 2600].

—¡Esta carta basura va a derrotarte! —declaró Mayumi —¡Activo mi carta mágica: Infierno Fire Blast!

—¡Eso es! —exclamó Tsukune.

—Con esta carta —comenzó Mayumi —puedo infligirte daño igual al ataque de Red Eyes… ¡2600 puntos de ataque!

Red Eyes preparó una ráfaga de fuego en su boca y la disparó contra la pelirroja.

—Argh… —se quejó Mikae al recibir el impacto.



Mikae PV: 3600 => 1000



—Gran cosa —se burló Mikae —. Todavía sigo de pie, tu dragón no puede atacar, se irá al final del turno y sólo tienes una carta en tu mano, no puedes hacer más.

—Esta carta es lo único que necesito —declaró Mayumi —¡Porque me ayudará a darle a Red Eyes acceso a un nuevo poder! ¡Sacrifico a Red Eyes Black Dragon para liberar todos sus poderes: Aparece, Red Eyes Darkness Dragon!

Red Eyes brilló con un resplandor rojizo y se transformó en una versión más grande de él mismo [2400 => 2600].

—¡Tiene el mismo ataque antes! ¡Y aunque lo uses para atacar a Gozuki, todavía me quedarán 100 puntos de vida! —declaró Mikae.

—Te equivocas —contestó Mayumi —¡Darkness Dragon ya no es un monstruo normal, ahora ha ganado un efecto: gana 300 puntos de ataque por cada dragón en mi cementerio, y yo cuento ocho, lo que le da 2400 puntos de ataque extras.

—¡Oh no! —exclamó Mikae.



Red Eyes Darkness Dragon ATK 2600 => 5000



—¡Eso sí es poder! —exclamó Tsukune victorioso.

—¡Red Eyes! ¡Destruye a Akaoni! —ordenó Mayumi, a lo que Red Eyes obedeció lanzando una poderosa bola de fuego contra el monstruo de Mikae reduciéndolo a cenizas.

—¡No! —se quejó la pelirroja.



Mikae PV: 1000 => 0



Mikae cayó de rodillas sobre el pasto mojado.

—Se terminó Mikae —dijo Mayumi acercándose a la derrotada —. Nosotros ganamos.

Mikae miró a Mayumi con franco odio… pero no dijo nada. Le arrojó la USB y se puso de pie.

—Soy una mujer de honor y cumpliré mi promesa —dijo molesta —. Pero esto no ha terminado, los destruiré a ustedes y a su periódico.

—Claro bruja, ahora regresa a tu dormitorio —le dijo Mayumi burlona.

Mikae se dio media vuelta y se fue de ahí.

Una vez solos, Mayumi relajó los hombros y mirando a Tsukune dijo:

—Por poco no la cuento.

—Pero fue un gran duelo —le elogio él.

Mayumi sonrió, orgullosa.

Los dos muchachos se fueron a sentar a las escaleras del edifico cuatro. Estaban en silencio hasta que Mayumi habló.

—Bueno, esa fue toda una aventura. Me alegro que ya haya terminado.

—Yo también —dijo Tsukune —. Ahora creo que es buen momento para regresar a mi dormitorio.

—¿Eh? ¿En serio debes regresar? —preguntó Mayumi un poco decepcionada.

—Sí, ya se arregló esto por lo que ya no tengo motivo para estar aquí, ¿verdad?

El tono en el que Tsukune habló, le hizo captar a Mayumi que no quería arriesgarse a que alguien lo volviera a cachar en “la jugada” tal y como había hecho Mikae.

—Comprendo —dijo ella un poco triste —¿Pero qué pasará con Kazuki?

—Es verdad, ¿en dónde se habrá metido? —recordó Tsukune —En fin, le mandaré un mensaje de texto para que se regrese al dormitorio. No tengo ganas de estarlo buscando.

Los dos muchachos se miraron entre ellos en silencio por un rato, hasta que Mayumi habló.

—Tsukune… gracias —dijo ella con una sonrisa.

—De nada —respondió él también sonriendo —. Te veré mañana.

Y así se dio media vuelta y comenzó a marchar a su dormitorio.

«Esto no ha terminado —pensó Tsukune —, de seguro ahora Mikae redoblará esfuerzos para fastidiarnos. Pero no puedo negar que hoy me fastidió mucho… no puedo evitar preguntarme qué hubiera pasado si su Tengu no nos hubiera interrumpido a Mayumi y a mí»



+++++++



El autor habla:



Y así se termina este mini arco. Realmente no hay mucho para decir aquí, el capítulo está bastante igual a como lo concibió el autor original, el único cambio es que Mayumi ganaba con Exploder Wing Dragon, un synchro, pero como ya había establecido a Red Eyes como su carta as, me pareció más apropiado darle la victoria con ella. También pensaba dejarla conservar synchros dragón, pero dado que Red Eyes tiene fusiones muy buenas, creo que voy a dejar a Mayumi como usuaria de fusiones, además creo que le va: más que copiar el estilo de Tsukune al hacer invocación synchro, al usar fusiones parece indicar que va a usar su propia fuerza para salir adelante.



Sin más para añadir, vamos a responder los comentarios:




Pero... ¿y el honor? xD
Sólo hay honor en la victoria >:v 9

Se han unido al club de periodismo. De momento no parece ser algo demasiado importante, pero quizá se metan en problemas investigando alguna noticia.
Taaaaaaal vez.
 

Haydenwolf

Ōkami tei-shin
 
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Vaya duelo, esa bruja que nunca se va a rendir, ojala le den una de las buenas derrotas si llega a fastidiar otra vez pero que remedio ella sera y siempre sera una lamebotas para Rictor
 

Axel

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Turno 10:
Una serie de eventos desafortunados


Movido por la fuerza de la costumbre, Tsukune abrió los ojos antes de que su despertador sonara.
Entornó los ojos y vio que estaba en su habitación. Luego de la loca noche que había pasado la deba gusto ver algo conocido… aunque no significaba que estuviera bien. Había algo diferente en el ambiente y él sabía que era: su habitación no estaba inundada con el aroma de un delicioso desayuno.
Se levantó, salió de su habitación y en la pequeña mesa se encontró a Zane desayunando un plato de cereal.
—Buenos días —saludó Tsukune al emperador.
—¿Qué tienen de buenos? —respondió Zane con malas pulgas.
Tsukune soltó una risa nerviosa y miró hacia la cocina del dormitorio. Estaba vacía.
—¿Y Kazuki? —preguntó el muchacho.
—Ni idea —respondió Zane continuando con su triste desayuno —. O ya se fue o no llegó a dormir. Maldita sea, lo único que hace bien el enano y falla.
Tsukune ignoró la queja de Zane, regresó a su habitación y tomó su teléfono para revisar los mensajes. Marcaba que Kazuki había visto el último que le había mandado… pero no lo había respondido.
—Espero que esté bien —dijo el muchacho recordando que lo había metido al cuarto de Chiemi y preocupado porque de alguna forma él se hubiera metido en el mismo problema en el que casi lo mete Mikae.
Los dos muchachos compartieron el triste desayuno, se cambiaron y partieron en silencio hacia el castillo, se separaron para ir cada quien a su salón y ya ahí… Kazuki siguió sin aparecer y así fue el resto del día. Kazuki perdió todo el día de clases.
Sin embargo un día de clases no le afectaba al muchacho, dado que al final de ese día se hicieron públicas las calificaciones de mitad del curso y…
—¡Hitotose está en primer lugar! —exclamaron algunos de sus compañeros sorprendidos de que Kazuki estuviera en el primer lugar del ranking de los de primer año.
Tsukune no podía evitar preguntarse cómo era que alguien como él sacara notas tan altas, mientras que él por más que se esforzaba, sólo logró colarse dentro del top 10.
—¿Un sesenta? —dijo Kurumu a su lado mirando su calificación genera —¡Oh sí! ¡Pasé!
Mayumi y Tsukune torcieron la boca. Sesenta era la calificación mínima y si bien bastaba para mantenerse en el curso… ellos consideraban que no era algo de lo que valiera la pena alegrarse.
Sin embargo el gusto de la peli azul duró poco cuando una voz chillona detrás de ellos gritó.
—¡Aono, Kurono! ¡A mi oficina, ahora!
Los dos mencionados se giraron y vieron frente a ellos a Lazar… y no se veía muy feliz.
—Oh oh… —exclamó Mayumi nerviosa. ¿Mikae habría faltado a su palabra y los habría delatado? Imposible: en ese caso también la habrían mandado llamar a ella y no a Kurumu.
Los dos amigos acompañaron a Lazar sin decir nada por los pasillos del castillo hasta que se detuvieron frente a una puerta de madera, la oficina del vice director. Entraron a ella y mientras el payaso se dirigía a su escritorio Tsukune se dio el tiempo de verla: había armaduras en las cuatro esquinas, libreros llenos de libros con pasta de piel y varias pinturas antiguas en las paredes. Si quitaban la computadora del escritorio y ponían unas antorchas… de seguro ese lugar podría ser uno de los pocos en toda la escuela que iría acorde con el lugar en el que estaban: un castillo.
—Muy bien —dijo Lazar sentándose en su escritorio y llamando la atención de Tsukune —. Aono: ¿cómo le fue en su misión de anoche?
Tsukune se puso tieso: era verdad, había olvidado reportarle a Lazar lo que había ocurrido. Sin embargo, no podía delatar a Mikae, ella podría faltar a su palabra y vengarse delatándolo a él y a Mayumi. Tenía que jugar a la segura.
—Señor, tal como lo pensé esto era provocado por alguien: los espectros estaban siendo creados con Solid Vision.
—Ya veo —dijo Lazar dubitativo —¿Y supongo que logró ver al causante?
—Lo siento señor —se excusó Tsukune —. Estaba lloviendo y el sujeto llevaba una capa.
Lazar parecía molesto.
—Le encargo una tarea muy simple y ni eso puede hacer —gruñó el payaso —. Ya lidiaré con usted luego.
El payaso miró a Kurumu y dijo.
—Kurono. ¿A caso la escuché bien? ¿Se estaba alegrando por una calificación tan mediocre como esa?
Kurumu se mostró nerviosa, pero contestó.
—Bueno… sé que no es la mejor calificación… pero lo que importa es que pasé, ¿no?
Tsukune pudo ver cómo una vena se hinchaba en la frente de Lazar.
—¡¿Cree que puede venir a esta honorable escuela a hacerse la floja?! —gritó el profesor.
—¡No soy floja! —respondió Kurumu.
—¡¿Cómo que no?! —espetó Lazar —¡No estudió para el examen y lo pasó con suerte!
—¿Suerte? —preguntó Tsukune levantando una ceja.
—La vi durante el examen —contestó Lazar un poco más calmado —Estaba tirando un lápiz con una letra en cada cara y en base a lo que saliera era lo que ponía en el examen.
Tsukune miró a Kurumu y la muchacha desvió la mirada, nerviosa.
—Pero de nuevo… lo importante es que pasé, ¿no? —replicó ella.
Tsukune no podía creer la desfataches de la muchacha. Mientras tanto, Lazar volvió a perder la calma, golpeó la mesa con las palmas de sus manos mientras se ponía de pie.
—¡Claro que no Kurono! —gritó —¡Datos Kurono! ¡Datos! ¡No puede ir por la vida dependiendo de la suerte! ¡Necesita saber cosas y usted no sabe nada!
Kurumu infló las mejillas, parecía que estaba a punto de hacer un berrinche.
—¡Voy a aplicarle un examen práctico de duelo! —sentenció Lazar —¡En tres días y si lo reprueba se larga de aquí!
—¡¿Qué?! —exclamaron los dos muchachos. Lazar entonces vio a Tsukune y continuó:
—¡Y aquí es donde entra usted Aono! Usted la va a entrenar porque en el examen tendrá que hacer por lo menos una vez algo que usted hace muy bien, ¡hacer una invocación synchro! Y más vale que haga un buen trabajo porque si ella reprueba el examen usted también.
—¡¿Qué?! —exclamó Tsukune por lo injusto de la situación.
—Considérelo un castigo por ponerse a jugar en lugar de investigar el incidente del dormitorio de chicas —espetó Lazar y Tsukune se quedó tieso: ¿“Ponerse a jugar”? ¿A caso Lazar sabía…?
—Ahora —continuó Lazar al fin tomando asiento y comenzando a ver unos documentos en su escritorio —¡Largo de mi oficina! Tengo cosas que hacer. Nos vemos en tres días en el estadio.
Y así, a los dos muchachos no les quedó de otra más que salir de ahí.

***​

—Que mala pata… —se quejó Tsukune camino al club del periódico con Kurumu al lado.
—Lo siento —se excusó la muchacha —. Por mi culpa…
—Nah, olvídalo —dijo Tsukune encogiéndose de hombros —. Lazar sólo busca formas creativas de fastidiarme desde que le gané en mi examen de admisión. Esta vez tú fuiste la que tuvo la mala suerte de darle un pretexto para hacerlo. Ahora hay que enfocarnos en resolver el problema: tenemos tres días para prepararte y que no sólo hagas una invocación synchro, sino que también venzas a Lazar.
—¿Crees que pueda ganarle? —preguntó Kurumu con algo de miedo.
—Por supuesto —respondió Tsukune con confianza —. Después de todo, si yo lo vencí tú también podrás.
Kurumu sonrió. La confianza de Tsukune era contagiosa.
Al fin llegaron al salón del club. Ahí nada más estaban Mayumi y Nabiki quienes en cuanto les vieron entrar se acercaron a preguntarles qué había pasado con Lazar. Kurumu comenzó a contarles mientras que Tsukune se daba el tiempo de ver a la otra persona que estaba ahí: Kazuki.
El chef al fin daba señales de vida… pero estaba raro: sentado con la espalda recta, los brazos cruzados y una cara de pocos amigos. Giró la cabeza y vio a Tsukune se puso de pie y se acercó al castaño sin que este pudiera adivinar sus intenciones cuando de repente.
—¡Mi buen amigo Tsukune! —dijo abrazando al muchacho por el cuello mientras sonreía —¿Puedes venir conmigo? Necesito hablar en privado contigo de algo.
Tsukune pasó saliva nervioso, ahora menos sabía que esperar.
Salieron del periódico sin que las chicas dieran señal de querer seguirlos. Caminaron por los terrenos del colegio en silencio con Kazuki buscando algo hasta que lo encontró: uno de los tantos parques que rodeaban el castillo en el que no se veía ni un alma.
—Bueno, creo que querías soledad —dijo Tsukune —¿Puedo saber a qué se debe tanto secretismo?
Kazuki se giró, sonrió y dijo.
—Es que hay algo que quería darte.
Y sin dar ningún aviso, golpeó a Tsukune en la cara con tanta fuerza que lo tiró de espaldas al suelo.
Tsukune se reincorporó un poco, se sujetó la mejilla que comenzaba a hinchársele y gritó.
—¡¿Qué carajos te pasa?!
—¡Si serás imbécil! —gritó Kazuki molesto —¡¿Tienes una maldita idea de lo que provocaste?!
Tsukune gruñó, pero preguntó molesto.
—¡¿Pues qué pasó?!
Kazuki gruñó y aunque se veía que estaban solos, bajó la voz y respondió.
—Chiemi y yo lo hicimos anoche.
—¿Eh? —fue lo único que pudo responder Tsukune. Su molestia pasó a confusión, luego a risa… y luego a temor. Si Kazuki y Chiemi lo hicieron y ahora él estaba molesto… ¿eso significaba que…? —¡¿No me digas que Chiemi está…?!
—¡No te atrevas a decirlo! —le interrumpió Kazuki —Y no, no lo está. Ella tenía protección.
—¿Tenía preservativos en su…? —intentó decir Tsukune, pero prefirió no salirse del tema, se puso de pie y dijo —Entonces no veo el problema. A ella le gustas, a ti gusta, lo hicieron y no la pasaron tan mal como Mayumi y yo casi la pasamos por culpa de Mikae que me vio meterme a su cuarto.
Kazuki lo miró con rencor, se metió las manos en los bolsillos y dijo yéndose de ahí.
—Eres un idiota, no lo entenderías.
—¡¿Entonces si soy un idiota por qué no me lo explicas?! —le gritó Tsukune.
Kazuki se detuvo, miró a Tsukune y dijo.
—Ahora que lo hicimos Chiemi va a pensar que tenemos algo serio. Y yo tengo metas, borrego. Y esas metas me requieren tiempo que no puedo darle a otra persona. No puedo tener una relación sentimental porque mi pareja va a requerirme que le dé un tiempo que no pienso darle si se lo estoy dando a mis metas.
—Oh vamos —dijo Tsukune molesto —. Chiemi es lista. Comprenderá que necesitas tiempo para tus metas.
Kazuki rió burlón.
—¿En serio? —preguntó —Porque te diré que antes de venir aquí tuve una novia allá en casa. Ella me apoyaba y estaba dispuesta a darme mi espacio para que luchara por mis sueños, pero poco a poco comenzó a quejarse de que casi no le prestaba tiempo. ¡Por Haou! ¡Era un maldito fastidio! Finalmente llegó el momento de venir a la academia ¡¿y qué crees?! La pregunta: Son tus metas o soy yo. Y pues aquí estoy, me vine a la academia sin novia, con un cachetadón en la cara pero con todas mis metas. Y todo iba bien… ¡hasta que cierto estúpido me metió al cuarto de una chica sedienta!
Tsukune torció la boca y dijo.
—Bueno, la solución es simple: sólo habla con ella y aclara las cosas.
Kazuki volvió a reír.
—Ah, el buen Tsukune. Tan idiota como siempre.
—¡Oye! —se quejó de nuevo Tsukune.
—Bueno borrego, ya dije lo que quería decir. Me largo de aquí. Adiós.
Y así, Kazuki se fue de ahí, dejando a Tsukune solo, no quedándole de otra más que dejarse caer en el pasto. Se llevó la mano a la mejilla y se la sobó.
—Pega como mula —se quejó. Tenía suerte de que no le hubiera tirado un diente.
—¡¿Tsukune?! —exclamó alguien tras él. El muchacho se giró y vio que Kurumu se acercaba a él.
—Ay… —dijo Tsukune por lo bajo. ¿Cuánto habría escuchado ella?
La muchacha se acercó y lo ayudó a ponerse de pie.
—¿Estás bien? —preguntó ella.
—Sí, no es nada.
—¡¿Cómo que no es nada?! —exclamó Kurumu indignada —¡¿Por qué te golpeó?!
Tsukune respiró un poco más tranquilo.
—Cosas sin importancia —dijo Tsukune sin más. Kurumu infló las mejillas y tomándolo de la muñeca dijo:
—Cómo sea, vamos.
—¿A-A donde? —preguntó Tsukune sudando frío.
—A la enfermería —respondió ella —. No puedes ir por ahí con la cara moreteada.
Tsukune suspiró, se rindió y acompañó a Kurumu a la enfermería. Al llegar, vieron el lugar solo. Al parecer la enfermera tuvo mejores cosas que hacer. No obstante, Kurumu sabía exactamente dónde buscar, encontró un ungüento para los golpes y una gasa.
—Deberías ser enfermera —le dijo Tsukune con tono juguetón mientras ella le ponía el ungüento.
—Oh, cállate —dijo ella preparando la gasa y mientras lo hacía preguntó —. ¿Y vas a decirme qué pasó entre tú y Kazuki?
—Nada —dijo él evadiendo la mirada de ella.
Kurumu lo vio con seriedad y dijo.
—Ayer estaban muy bien, así que algo debió haber pasado durante la guardia que montaron.
Tsukune no dijo nada, pero Kurumu comenzó a atar los puntos.
—A ver. Tú y Kazuki están peleados. Hoy vi a Chiemi y a Mayumi extrañamente felices…
Kurumu era buena… ¡¿Por qué diablos ella no podía aplicar esa misma lógica en sus estudios?
—Ay no... —dijo de pronto ella —¡¿Se metieron a sus cuartos?!
—¡Por la lluvia! —dijo Tsukune y de pronto se tapó la boca dándose cuenta de que había metido la pata.
—¡¿Qué?! —exclamó Kurumu.
—¡Pero ya te dije! —intentó defenderse Tsukune ahora que el gato ya se había salido del saco —¡Fue porque empezó a llover y no fue nuestra idea! ¡Ellas se ofrecieron!
Tsukune tardó dos segundos en reflexionar esa frase y darse cuenta de que había sonado muy feo.
—¡Ah! ¡Y ustedes muy quitados de la pena! ¿Verdad? —le regañó Kurumu.
—¡Era eso o morirnos de frío! —replicó Tsukune.
—¿Y crees que para ellas fue nada más dejar que dos chicos entraran a sus habitaciones? ¡Para mí que hicieron algo más! Como ya dije, ellas dos están de muy buen humor.
—Nosotros… yo… yo no hice… —intentó defenderse Tsukune, pero no pudo: sabía que algo estuvo a punto de pasar entre él y Mayumi.
Kurumu enserió su mirada. Se le veía dolida… pero Tsukune no lo notó.
—Y yo aquí pensando que eras diferente a Rictor —dijo y eso sí ofendió a Tsukune.
—¡Oye! ¡¿Y eso a qué vino?! —exclamó él.
—¡Juegas con los sentimientos de una chica! —Le reclamó Kurumu.
—¡Claro que no!
—¡¿Entonces ya es tu novia?! —preguntó Kurumu con las manos en la cintura.
—Este… claro que no… —exclamó Tsukune sintiendo cómo su cara se ponía roja.
Kurumu torció los labios molesta y dijo.
—Eres un mentiroso…
—¡¿Qué?! ¡Claro que no! —exclamó Tsukune molesto.
—¡Claro que sí! —respondió ella a punto de llorar —¡Lo haces todo el tiempo!
—¿Qué?
—¡Justo ahora! ¡Fingiendo que no me recuerdas! —chilló ella por fin.
Tsukune se sorprendió y dio un paso para atrás. Kurumu notó lo que había dicho y esta vez fue ella la que se tapó la boca.
—¿Qué… qué dijiste? —preguntó Tsukune.
—Nada —dijo ella dándose la vuelta —. Todavía tienes que ayudarme a estudiar para el examen de Lazar. Te veo en la biblioteca a las cinco.
Y se fue de ahí dejando a Tsukune sólo en la enfermería, con la mejilla llena de ungüento y una gasa a medio preparar en la mano.
—Bueno, supongo que eso lo resuelve todo —se dijo con una sonrisa triste —. Kurumu sí es la chica con la que hice esa promesa.

***​

Kurumu llegó a su cuarto y se tumbó en la cama. Ya no lloraba, pero todavía había rastros de lágrimas en sus ojos.
Tenía muchas cosas porqué estar molesta, pero escogió una razón en específico:
—Se lo dije… —se dijo —Básicamente ya le pregunté si era él el Tsukune de mi infancia.
¿Pero servía de algo? Fuera o no fuera Tsukune el mismo niño, de nada serviría, nada cambiaría entre los ellos que eran en el presente.
Kurumu se giró sobre su cama y quedó boca arriba, mirando al techo. ¿Por qué se empecinaba tanto en que Tsukune fuera el niño de su infancia? Ese pasado había quedado seis años atrás, el pasado ya no volvería por más que lo deseara. Entonces, ¿qué quedaba por hacer? Labrarse un futuro.
Se levantó, miró su closet y luego la hora. Había mucho por hacer.

***​

Dado que la junta del club del periódico había terminado ese día temprano, Zane regresó a su dormitorio, tomó un libro y se sentó en la sala mientras en su teléfono sonaban algunas melodías que lo ayudaban a meterse más en la historia. Apenas estaba a punto de llegar al clímax del capítulo, cuando escuchó que la puerta del dormitorio se abrió y por esta entró Tsukune, con aspecto cansado y una gasa mal puesta en la cara.
—¿Día difícil? —preguntó el emperador con burla.
—Como no tienes idea —suspiró Tsukune dejándose caer en el otro sillón frente a Zane —. ¿Ya llegó Kazuki?
—No —respondió el estoico emperador —. Pero más le vale que llegue para la cena.
Tsukune resopló y dejó caer su cabeza en el respaldo. Zane suspiró, dejó de lado su libro y preguntó:
—¿Quieres hablar?
Tsukune volvió a resoplar. Sabía que Zane lo decía sólo por cortesía… pero si estaba la oportunidad de desahogarse.
—Me pelee —comenzó el castaño —. Con Kazuki y Kurumu.
—Oh… —dijo Zane poco interesado —Un problema a la vez. ¿Cuál es el más urgente?
Tsukune reflexionó: no había que abusar de la paciencia de Zane. A ver, con Kazuki enojado lo único que peligraba era la comida gratis, mientras que con Kurumu…
—Kurumu se metió en problemas con Lazar y me arrastró con ella —comenzó Tsukune —. Tiene un examen práctico en tres días y debo ayudarla a que haga por lo menos una invocación synchro y de paso a ver si puede darle pelea a Lazar. Si reprueba el examen a ella la expulsan de la academia y a mí me reprueban.
—¿Y se pelearon por eso? —preguntó Zane casi aburrido.
—No, para nada —respondió Tsukune, aunque no muy seguro de cuanta información debería revelarle a su compañero de cuarto —. Un mal entendido por lo que me pasó ayer en el dormitorio de chicas. Se enojó pero de todas formas me citó para vernos a las cinco de la tarde… va a ser una pesadilla.
Tsukune concluyó su relato. Zane rió en burla y dijo:
—Ya veo, un problema de faldas.
—¿Algún consejo? —preguntó Tsukune sin muchas esperanzas. Zane lo miró y dijo:
—Sí: vas a ir a verla tal y como quedaron… y disculparte.
—¡¿Qué?! —exclamó Tsukune —¡Pero yo no hice nada malo!
Zane negó con la cabeza.
—Tsukune, las mujeres son seres complicados. No tener en cuenta sus sentimientos ya fue lo bastante malo. Sí, sé que no somos adivinos, pero así son ellas. Si realmente te interesa estar bien con ella, tendrás que ceder un poco y jugar su juego.
Tsukune torció la boca. Era verdad, le interesaba estar bien con Kurumu, ¿pero era por salvar su propio cuello o por algo más?
—Adereza el trato con un regalo —continuó Zane —. Personalmente elegiría rosas, pero creo que en este contexto le gustará más una carta.
—¿Eh? —exclamó Tsukune confundido —¿Una carta? ¿Por qué?
—Dijiste que tiene un examen donde debe hacer una invocación synchro, ¿no? —preguntó Zane —Dime, ¿cuántos monstruos synchro tiene?
—Ninguno… —respondió él en derrota.
—Caso cerrado —dijo Zane burlón —. Ahora, ve a la tienda de cartas, le compras un monstruo synchro, regresas y te arreglas.
—¡¿Arreglarme?! —protestó Tsukune —¡No será una cita!
—¿Quieres arreglar las cosas con ella sí o no? —respondió Zane burlón.
Tsukune gruñó, se puso de pie y salió del departamento. Zane rió y tomó su libro para continuar con su lectura.

+++++++

El autor habla:

Pues ahora entramos al mini arco de Kurumu, donde al fin se irán revelando las cosas que pasaron en el pasado de ambos muchachos y veremos a Kurumu teniendo un duelo, para variar.
Antes de pasar a las curiosidades del capítulo, me gustaría comentar algo que olvidé decir en el capítulo anterior: en la versión original de Haou, durante la batalla contra Mikae se introducía a una criatura llamada Ma-kun, que era una especie de duendecillo con poderes mágicos y quien estaba siendo obligado por Mikae a asustar a las chicas del dormitorio con ayuda del solid vision tal y como se vio en esta versión. La razón para eliminar a Ma-kun de esta versión fueron dos: la primera es que el duendecillo tenía varios poderes mágicos que se prestaban para hacer Deus Ex Machina, algo contra lo que estoy totalmente y la segunda fue parecida a la razón de la hermana de Kazuki: como que ni Haou sabía bien qué hacer con el personaje porque si mal no recuerdo, también desapareció en la temporada dos del fic, así que como no le vi un mayor uso para el plot en general de Haou, decidí quitarlo a la de ya.
Ahora bien, sobre este capítulo, está sustancialmente igual a la versión original, sólo que las diferencias son varias: En primer lugar, a todo mundo se le olvidó lo de los ataques al dormitorio de chicas, ya que después ya nadie lo mencionó, ni Lazar, aquí hice que el profesor se acordara de ello y se aprovechara del evento para amarrarlo a Kurumu y su problema. Después había movimientos espacio temporales muy raros: Tsukune despertaba como hasta medio día en el cuarto de Mayumi, luego al parecer la oficina de Lazar estaba fuera del castillo… que confusión. En tercera, Kazuki golpeaba a Tsukune enfrente de todos los miembros del periódico y como con lo de los youkais, aparentemente a nadie le importó. Y la última diferencia sería que ya que eliminé a Ma-kun, fue Zane el que se encargó de darle consejos a Tsukune para hacer las paces con Kurumu. Todo un galán el buen emperador caído XD
Fuera de eso, me parece que el capítulo está bastante igual a como lo escribió Haou originalmente.
En fin, ahora en los comentarios no hay algo que considere que deba responder, así que por hoy es todo. ¡Saludos!
 

Universal

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Leído el cap 7. Dijiste que Stardust no era el as, pero en cierto modo me lo parece. Este duelo lo habría ganado de haberlo invocado, y ademas, hasta el momento es la carta importante del fic. Bueno, parece que al final Tsukune ha recordado que kurumu era la niña.

¿El pro-duelist volverá a salir, o solo era para este cap?
 

Haydenwolf

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jajajajajajajajaja jajajajaja pobre de Tsukune, tuvo dos problemas en sólo un día Jajaja pero lo que sí me interesa es que por fin se aclaró que Kurumu es la niña de su infancia
 

Axel

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Recuerdos a la luz de la luna


Tsukune se encontraba frente a la enorme puerta de madera que llevaba a la biblioteca del castillo.
Como Zane le había dicho, iba bañado, bien peinado y con la ropa limpia y planchada, además de la gasa en su mejilla que tripas corazón Zane se había apiadado de él y le había puesto bien.
Miró su reloj y vio que ya eran las cinco en punto. Kurumu no tardaría en llegar.
—Esta debe ser la peor idea de la vida —se dijo por lo bajo sintiéndose estúpido por haberle hecho caso a Zane, pero ya estaba ahí y tenía que ver cómo terminaba todo.
—¿Tsukune? —le llamó alguien. Se giró y lo que vio lo dejó con la boca abierta:
Ahí estaba Kurumu, pero no como siempre acostumbraba a verla. Su cabello ahora no estaba en su eterna cola de caballo, lo llevaba suelto y bien alaciado, llevaba un vestido verde muy bonito y unas sandalias. Más que parecer estar para una quedada a estudiar, parecía estar lista para una cita.
—Ah… Hola —le saludó Tsukune un poco nervioso.
—Hola —dijo ella bajando la cabeza.
Los dos muchachos guardaron silencio por un momento hasta que…
—¡Oye! —dijeron los dos al unísono. Volvieron a callar hasta que Kurumu dijo:
—Damas primero.
—Está bien —aceptó Tsukune. Kurumu tomó aire y dijo.
—Discúlpame por lo de hace rato —Tsukune se sorprendió —, me exalté mucho y no tenía ningún derecho para ello. Te hice pasar un mal rato y justo cuando ya tenías tus problemas con Kazuki.
Tsukune miró a la muchacha y se rascó la nariz. Zane le había dicho que fuera él quien se disculpara, pero no iba a perder esa oportunidad para no tener que rebajarse.
—Disculpa aceptada —dijo Tsukune — y para que veas que estamos bien, te traje algo.
Tsukune comenzó a buscar en el bolsillo de su camisa y sacó unas cartas.
—Tu propio synchro y unos tuners para que puedas invocarlo.
Los ojos de Kurumu se abrieron al ver las cartas y dijo:
—¡¿En-en serio?! No sé si las merezca luego de…
—En serio, tómalas —dijo Tsukune sonriendo —. Una muestra de que estamos bien.
Kurumu tomó las cartas y dijo:
—Pensaba pedirte a Stardust Dragon para el día del examen… aunque luego de nuestro pleito…
—También te lo prestaré —le interrumpió Tsukune sin dejar de sonreír.
Kurumu entonces también sonrió y al fin miró las cartas.
Black Rose Moonlight Dragon —leyó ella el nombre de su synchro —. Un dragón.
—A las chicas les gustan las rosas y tú tienes una baraja de plantas —dijo el muchacho mirando a otro lado —. Cuando lo vi en la tienda pensé que te gustaría.
—Pues pensaste bien —aseguró Kurumu sonriendo —. Muchas gracias.
Tsukune se sintió sonrojar y dijo.
—¿Vamos? Tenemos mucho por estudiar y practicar.
—¡Vamos! —respondió Kurumu recuperando sus ánimos de siempre.
Los dos muchachos entraron a la biblioteca, eligieron una mesa hasta el fondo de la misma y se pusieron a la tarea. Lo primero que hicieron fue ponerse a reconstruir el deck de Kurumu. El muchacho notó que si bien su baraja no era un completo desastre como la primera versión del deck de Mayumi, sí estaba bastante desbalanceado y lo primero que hicieron fue comenzar a balancearlo. Cuando creyeron que el deck ya estaba arreglado, lo siguiente fue comenzar a hacerle el upgrade para que soportara a monstruos synchros.
El deck de Kurumu quedó listo, ya podría invocar por lo menos a Black Rose y posteriormente a Stardust, pero de momento ahora la chica tenía que comprender las mecánicas detrás del synchro y acostumbrarse a su nuevo deck.
Estuvieron practicando un buen rato hasta que la bibliotecaria tuvo que ir a su mesa a decirles que ya estaba por cerrar.
Ambos salieron, pero la estaban pasando tan bien y todavía no era tan tarde, que decidieron alargar su “cita” un poco más, por lo que bajaron a la ciudad a buscar unos helados y al comprarlos, fueron a sentarse en una banca cercana desde se podía ver el cielo estrellado sobre la ciudad.
—Este día comenzó bastante mal —dijo Kurumu mirando al cielo —. Lazar me amenazó de muerte luego tuvimos nuestro pleito… pero me alegro que al final todo terminó bien. Tsukune, gracias.
—No fue nada —respondió Tsukune —. Es un alivio tener un descanso luego de tanto drama.
Kurumu bajó la cabeza y preguntó:
—¿Crees… crees que seré capaz de ganarle a Lazar?
—Tranquila, lo vencerás —aseguró Tsukune —. No vas a irte de la academia.
—¿Por qué estás tan seguro?
—Sólo lo sé.
—Tsukune… ¿no quieres que me vaya?
—Por supuesto que no.
Kurumu rió y preguntó:
—¿Y por qué?
—Porque… ¿eres mi amiga? ¿No?
Kurumu volvió a reír.
—Sí, supongo. Somos amigos.
Tsukune miró a Kurumu. Tenía que aceptar que era bonita… no era que en un día normal no lo fuera… pero en ese momento, el muchacho pudo ver algo más. Suspiró para armarse de valor, había llegado el momento:
—Kurumu… tengo algo que decirte.
La muchacha levantó la mirada y preguntó:
—¿Qué cosa?
Una vez más Tsukune tomó aire y respondió:
—No recuerdo nada de mis primeros diez años de vida.
A Kurumu se le fue un exhalo de sorpresa.
—¿Có-cómo? —preguntó ella.
—Según lo que me dijeron —comenzó a explicar Tsukune —. Regresaba de un viaje con mis padres a Aqua y… ocurrió alguna clase de accidente. Yo me perdí y no aparecí hasta unos meses después, el señor Axel Transroad me encontró, me llevó a un hospital y me ayudó a encontrarme con mi familiar más cercano, mi tía Kyoko. Perdí todos mis recuerdos previos a ese día pero pese a eso, los doctores estaban asombrados de que retuviera habilidades básicas así como conocimientos académicos. En fin, me fui a vivir con mi tía a Ventus y… inicié una nueva vida.
—Tsukune… lo siento mucho —dijo Kurumu triste.
—Tranquila, está bien —dijo Tsukune sonriendo con debilidad —. Es una de las ventajas de haber perdido la memoria: no duele tanto si no recuerdas aquello que debe doler.
Guardaron silencio por un momento antes de que Tsukune volviera a hablar.
—Desde ese día continué viviendo una nueva vida en Ventum con mi tía, sin poder recuperar un solo recuerdo de mi vida… hasta hace unos meses.
—¿Eh? —exclamó Kurumu. Tsukune continuó:
—Algo comenzó a repetirse muchas veces en mi cabeza. Una frase. Una promesa, algo que yo le había prometido a alguien en mi vida pasada. La promesa era…

¡No olvides! ¡La Academia Elemental! ¡Ahí nos veremos!

Kurumu dejó caer su helado y se tapó la boca con las manos.
—Todavía no recuerdo todos los detalles —continuó Tsukune —, pero estoy seguro: Kurumu… fue a ti a quién le prometí eso, ¿verdad?
Lágrimas bajaron por los ojos de Kurumu y sin poderlo evitar abrazó a Tsukune.
—Sí… era yo… —gimió la muchacha —Hace seis años fuiste de vacaciones a mi pueblo en Aqua, ahí nos conocimos, hicimos buena amistad… y me enamoré de ti.
Tsukune se sorprendió por esa declaración. Kurumu continuó:
—Pero el verano terminó y tú tenías que regresar a casa. Temí que no pudiéramos seguir en contacto o que ya nunca pudiéramos volver a vernos, así que… prometimos vernos aquí de nuevo. Cuando te vi el día del examen de admisión no creía que fueras tú dado que no me reconocías y te mostrabas tan diferente al niño que conocí… intenté averiguar si el Tsukune que conocía se encontraba aquí, pero cada día que pasaba más me convencía que pese a todo, tú eras el Tsukune de mi infancia… ¡¿Pero por qué no me reconocías?! Y ahora sé el porqué.
Tsukune se sintió mal.
—Lo… lo siento —se disculpó al fin.
Kurumu negó con la cabeza y dijo.
—No, no tienes que disculparse. Lo que te ocurrió no fue tu culpa.
Kurumu se levantó de la banca, se alejó unos pasos y dijo.
—El Tsukune que conocí ya no está, eso hay que aceptarlo. Pero… —Kurumu se giró y miró a Tsukune con una gran sonrisa —El Tsukune que eres ahora… ¡también me gusta! Me he enamorado de ti.
Tsukune se sorprendió por esa declaración.
—Pero… —prosiguió Kurumu —Creo que yo no te gusto como yo a ti. ¡Eso no importa! Tsukune Aono: me esforzaré, voy a hacer que te enamores de mi, te lo prometo. Y no voy a perder contra nadie, ni siquiera contra Mayumi.
Esa declaración sumaba uno más a la ya larga lista de problemas de Tsukune, pero el muchacho tenía que aceptar que Kurumu tenía determinación. Sonrió y se puso de pie.
—Acepto el reto —dijo —. Pero primero debes ganarte tu lugar en la escuela.
Kurumu levantó el puño y dijo.
—Ahora sé que voy a vencer a Lazar.

***​

Dos días más de entrenamiento y finalmente el día para enfrentar a Lazar llegó.
Kurumu fue convocada al estadio de la academia en el cual estaba sólo Lazar que le esperaba en la arena y Tsukune, Mayumi y Nabiki que fueron los únicos de sus amigos que fueron a animarle.
—Ji, ji, ji. Aquí viene la futura expulsada de la academia —se burló Lazar.
—No me asusta Lazar —declaró Kurumu entrando a la arena —. Voy a pasar este examen y con honores.
—La inocencia de la juventud, que recuerdos —continuó Lazar con sus mofas.
—¡No te rindas Kurumu! ¡Tú puedes! —le animó Nabiki.
—¿Crees que pueda pasar? —le preguntó Mayumi a Tsukune.
—Le irá bien —aseguró el muchacho —. Yo la entrené y ahora sé de lo que es capaz.
Mientras tanto, los dos oponentes tomaron activaron sus discos de duelo, tomaron sus cinco cartas iníciales y…
—¡Duelo! —exclamaron al unísono.

Kurumu PV: 4000
Lazar PV: 4000

—Yo iniciaré —declaró Lazar tomando la carta de su turno —. Dejaré tres cartas boca bajo y será todo.

Mano de Lazar: 3

—¿Sólo eso? —preguntó Mayumi —¿Habrá empezado con mala mano?
—Lo dudo —respondió Nabiki —. Está demasiado confiado para ello. Tal vez está jugando con su verdadero deck.
—¿Verdadero deck? —preguntó Mayumi nerviosa.
—Sea lo que sea, Kurumu lo vencerá —respondió Tsukune sin ver disminuida su confianza.
—¡Mi turno! —declaró Kurumu tomando una carta —¡No puedo perder la oportunidad de un ataque directo! ¡Invoco a Botanical Lion en modo de ataque!
Frente a Kurumu apareció un león, pero en lugar de melena llevaba pétalos de rosa [1600].
—¡Efecto de mi león! —declaró Kurumu —¡Gana 300 puntos de ataque por cada monstruo tipo planta en mi campo incluyéndolo a él mismo!

Botanical Lion ATK 1600 => 1900

—¡Empezó fuerte! —exclamó Mayumi emocionada.
—¡León! ¡Ataca directo!
El león comenzó a trotar hacia Lazar, pero este sonrió.
—¡Revelo mi trampa! —declaró el payaso —¡Nightmare Wheel!
Una rueda de tortura tomó al león y lo atrapó entre sus cadenas.
—¡¿Qué?! —exclamó Kurumu al ver su ataque detenido.
—Ay Kurono, Kurono, —se burló Lazar —. Parece que si no tiene un dado a la mano no da una. Pero claro, incluso su suerte le será inútil contra mi bajara real: Infernal Trap. No podrá vencerla si no tiene datos, se lo dije, ¿o no?
Kurumu gruñó y dijo.
—Dejaré una carta boca abajo y será todo.

Mano de Kurumu: 4

—Mal comienzo —dijo Nabiki.
—Pero nada de lo que Kurumu no pueda recuperarse —aseguró Tsukune.
Lazar mientras tanto tomó la carta de su turno, la miró y dijo:
—En mi fase de espera se activa el efecto de Nightmare Wheel, dañando en 500 puntos sus puntos de vida.

Kurumu PV: 4000 => 3500

—Y con eso hecho… termina mi turno —declaró el payaso.

Mano de Lazar: 4

—¡¿Qué?! —exclamaron los presentes.
—No me preocupo —aseguró Lazar —. Mis dos cartas boca bajo restantes son todo lo que necesito para acabar con una mediocre como usted.
Kurumu volvió a gruñir, tomó la carta de su turno y dijo.
—¡Vamos a deshacernos de esta trampa molesta! ¡Sacrifico a Botanical Lion para invocar a Gigaplant!
Botanical Lion fue liberado del aparato de tortura el cual desapareció del campo y después, el león fue reemplazado por una enorme planta monstruosa [2400].
—¡Un monstruo gemini! —notó Mayumi animada.
—Si logra mantenerlo en el campo le dará una gran ventaja a Kurumu con su efecto especial —exclamó Tsukune.
—Es es el punto Tsukune —respondió Nabiki nerviosa —. Si sobrevive al siguiente turno.
—¡Gigaplant! ¡Ataque directo! —ordenó mientras tanto Kurumu.
—¡Ay no! ¿Qué haré? —respondió Lazar burlón —¿Qué tal activar mi trampa: Zoma The Spirit?
—¿Un Trap Monster? —preguntó Kurumu al ver cómo la carta pasaba a la zona de monstruos y se convertía en un espíritu [1000].
—Mi monstruo está en modo de defensa —continuó Lazar —. Así que mis puntos estarán a salvo.
—¡Aún así lo destruiré porque el mío tiene más ataque! —declaró Kurumu —¡Gigaplant, ataca!
—¡Kurumu no! —intentó detenerla Tsukune, pero ya era tarde: la planta devoró de un bocado al monstruo de Lazar.
—Así de fácil —celebró Kurumu, pero entonces pasó algo —¡¿Eh?! ¡¿Qué es eso?!
De la boca de Gigaplant, salió un espíritu maligno.
—Efecto de Zoma —explicó Lazar —. Cuando es destruido en batalla, le hace daño a mi oponente igual al ataque del monstruo que lo destruyó.
—¡Oh no! —exclamó Kurumu.
El espíritu maligno voló hasta Kurumu y la rodeó en un miasma oscuro.

Kurumu PV: 3500 => 1100

—¡Kurumu! —exclamó Tsukune preocupado.
—Ji, ji, ji, que divertido —exclamó Lazar —, debería salir del salón de clases más seguido. Lo ve Kurono: datos. Si supiera lo que hacía mi carta, no hubiera caído en esta trampa tan obvia.
Kurumu sólo pudo apretar los dientes y los puños.
—Dejo una carta boca bajo y termino con mi turno —declaró.

Mano de Kurumu: 3

—Mi turno —declaró Lazar y tomó la carta de su turno —. Dejo dos cartas más boca bajo y será todo.

Mano de Lazar: 3

—¿Es que no piensa llamar monstruos? —preguntó Mayumi tan frustrada como Kurumu.
—¡Mi turno! —declaró Kurumu y tomó la carta de su turno —¡Reinvoco a Gigaplant para que active su efecto! Ahora puedo invocar a monstruos planta ya sea de mi mano o cementerio de forma especial y a quien voy a llamar con este efecto será a Botanical Lion.
Junto a Gigaplant, apareció el león.
—Y se activa el efecto de mi león, ganando 300 puntos por cada planta en mi campo —declaró Kurumu.

Botanical Lion ATK 1600 = 2200

—¡Dos monstruos de más de 2000 puntos de ataque! —celebró Mayumi.
—¡Al menos uno tendrá que pasar! —exclamó Tsukune.
—¡Gigaplant, ataque directo! —ordenó Kurumu.
La planta preparó su ataque pero…
—Revelo mi carta trampa —declaró Lazar —Metal Reflect Slime.
Frente a Lazar apareció una enorme masa de metal líquido.
—¡¿Otro trap monster?! —exclamó Kurumu.
—Sí, pero este es un poco más duro —se regodeó Lazar —. Está en modo de defensa… y mire sus puntos.

Metal Reflect Slime DEF 3000

—¡¿3000 puntos de defensa?! —exclamó Kurumu en derrota.
—¡No puede ser! —se quejó Mayumi —¡Tan bien que lo había hecho llamando a dos monstruos de más de 2000 puntos de ataque y ahora… no bastan para alcanzar a Lazar!
—Dejo una carta boca abajo y termino mi turno —concluyó Kurumu.

Mano de Kurumu: 3

—Mi turno —declaró Lazar y tomó la carta de su turno —. Comenzaré este turno activando Card Destruction, ahora descartamos las cartas de nuestra mano y robamos esa misma cantidad.
Ambos duelistas cumplieron el efecto. Lazar miró su nueva mano y dijo sonriendo con crueldad.
—Perfecto… ¡Revelo mi carta boca bajo! ¡Call of the Haunted! Ahora puedo llamar a un monstruo en mi cementerio y ese será el Sangan que envié con Card Destruction.
Al lado del monstruo de metal apareció una bola de pelos con tres ojos [1000].
—Pero no voy a terminar con eso. Activo mi otra carta trampa: Robin Goblin, y me ahorraré la explicación de lo que hace porque no se quedará aquí por mucho tiempo… ¡ya que voy a sacrificarla!
—¡¿Sacrificará una carta trampa?! —preguntó Mayumi confundida.
—¡Oh no! —exclamó Tsukune adivinando lo que iba a pasar.
—¡Aquí viene! —exclamó Nabiki.
Las tres cartas trampa desaparecieron del campo, después tras Lazar apareció una columna de fuego de la que primero aparecieron unas alas rojas y después, un enorme dragón de color rojo con dos bocas se hizo presente.
—¡Sal mi gran bestia! —celebró Lazar —¡Uria, Lord of Searing Flames [0]!
—No se ve muy rudo —declaró Kurumu.
—Ah, pero lo es —declaró Lazar —. Verá Kurono, le explicaré: Uria gana 1000 puntos de ataque por cada trampa continúa en mi cementerio… y yo cuento siete.
—¡Oh no! —exclamó Kurumu.

Uria ATK 0 => 7000

—¡¿7000 puntos de ataque?! —exclamó Mayumi dando unos pasos atrás en terror.
—Nunca pensé que llegaría a ver a un monstruo todavía más poderoso que el Cyberdark Dragon que Zane usó contra mí —exclamó Tsukune sudando frío.
—¡Debo protegerme! —declaró Kurumu —¡A su invocación activo esto! ¡Waboku! Ahora no sufriré daño por batalla.
—Tsk —se quejó Lazar —. De todas formas todavía está presente el efecto de Sangan que regresó a mi cementerio después de retirar Call of the haunted. Muevo a un monstruo con 1500 o menos puntos de ataque de mi bajara a mi mano y yo elijo a Inaba White Rabbit. Y ahora voy a activar el efecto de Uria: una vez por turno puedo destruir una carta de magia o trampa boca bajo… y el oponente no puede activar esa trampa.
—¡Oh no! —exclamó Kurumu.
—¡Selecciono la trampa de la izquierda! —ordenó Lazar y a su orden, Uria lanzó una bola de fuego contra la carta que la redujo a cenizas —dejo una carta boca abajo, y con eso voy a terminar mi turno.

Mano de Lazar: 2

Tsukune miró a Kurumu. Pudo ver que estaba temerosa.
—Mi… mi turno —declaró Kurumu y tomó la carta de su turno —. Esto podría servir. ¡Activo mi carta mágica Soul Taker! Ahora puedo destruir a un monstruo en el campo a cambio de que mi oponente gane 1000 puntos de vida.
—¡Sí! —celebró Mayumi —¡Le dará mil puntos de vida a Lazar, pero es un precio pequeño por deshacerse de una monstruosidad de 7000 puntos de ataque!
Sin embargo, Lazar volvió a mostrar su sonrisa burlona.
—Ay pequeña estudiante —dijo —. ¿Cree que invocaría a un monstruo tan poderoso sin saber cómo defenderlo? ¡Revelo mi trampa! Remote Revenge.
—¡Esa no! —exclamó Tsukune.
—Ahora que un efecto de destrucción le ha hecho target a uno de mis monstruos, puedo redirigirlo a uno de sus monstruos… ¡y ese será Gigaplant!
La planta monstruosa de Kurumu explotó.
—¡No! —gritó la muchacha.
—Y como la carta todavía cumplió su efecto, yo sigo ganando esos 1000 puntos de vida.

Lazar PV: 4000 => 5000

—Cambio a Botanical Lion a modo de defensa, dejo esta carta boca bajo… y es todo —declaró Kurumu derrotada.
—Ay no… —exclamó Tsukune —rompió su espíritu de lucha.

Mano de Kurumu: 2

—Mi turno estudiancilla —dijo Lazar y tomó la carta de su turno —. Primero activo la habilidad especial de Uria para destruir la carta boca bajo que colocó el turno anterior.
Como hiciera antes, con una bola de fuego Uria destruyó la carta de Kurumu.
—Ahora de mi mano invoco a Inaba White Rabbit.
Un conejo montado en un cohete apareció al lado de Uria.
—¡Inaba, muestra tu habilidad! —declaró Lazar —¡Ataque directo!
—¡¿Qué?! —exclamó Kurumu mientras el conejo activaba su cohete y este pasaba por sobre el león para estrellarse en la espalda de Kurumu —¡Ah!
—¡Kurumu! —gritaron Tsukune y Mayumi al unísono.

Kurumu PV: 1100 => 400

—¡Y ahora Uria! ¡Desaparece a esa fea flor de este jardín! —ordenó Lazar y a su orden el dragón lanzó una llamarada contra el león que lo redujo a polvo —. Con eso voy a terminar mi turno y así se activa el efecto de Inaba, el cual regresará a mi mano.

Mano de Lazar: 3

—Ay no —exclamó Mayumi sabiendo lo que se venía en el siguiente turno.
—Su deck… —dijo Nabiki —De verdad es aterrador.
Kurumu mientras tanto cayó de rodillas.
«Se terminó —pensó derrotada mientras unas lágrimas bajaban por sus mejillas —, No hay forma en que venza a un monstruo con 7000 puntos de ataque, no puedo dejar cartas boca abajo porque él las destruirá sin que yo pueda activarlas y aunque logre quitarme de enfrente a Uria y hacer un contra ataque, Lazar tiene 5000 puntos de vida por culpa de mi propia estupidez… jamás podré vencerlo este turno antes de que baje de nuevo a Inaba y me destruya»
Tsukune no lo soportó más, golpeó el piso de la arena con los puños y gritó.
—¡Kurumu, no te rindas! ¡Todavía te queda un turno y una carta! ¡Puedes ganar! ¡Sólo ten el valor y el coraje!
Kurumu miró a Tsukune. No podía rendirse, no ahora que había encontrado al niño de su infancia y se había decidido a crear nuevos recuerdos con él. Se limpió las lágrimas, se puso de pie y miró a Lazar con decisión.
—¡Mi turno! —declaró y tomó la carta de su turno, la miró y sonrió —Gané.
—¿Eh? —exclamó Lazar incrédulo.
—¡Juego con mi carta mágica Monster Reborn para llamar a un monstruo de mi cementerio! ¡Gigaplant!
La monstruosa planta apareció en el campo de Kurumu [2400].
—Ahora de mi mano invoco a monstruo tuner: ¡Glow-Up Bulb!
—¡¿Tuner?! —exclamaron Nabiki y Mayumi mientras Tsukune sonreía.
Frente a Kurumu apareció una pequeña planta con un ojo en la raíz [100]. Para sorpresa de todos, Lazar sonrió.
—Parece que en el último momento del duelo va a hacer su tarea Kurono —dijo —, pero ya es muy tarde. Con lo mal que ha jugado, aunque haga su invocación synchro no va a pasar.
En respuesta, Kurumu sonrió con confianza.
—¿No me escuchó? ¡Voy a ganar! Observe mi jugada: ¡Sintonizo a Glow-Up Bulb y a Gigaplant para hacer a un synchro de nivel 7! ¡Aparece, Black Rose Moonlight Dragon!
Los dos monstruos de Kurumu se fundieron en un pilar de luz y de este apareció un dragón con pétalos de rosa en lugar de escamas.
—¡Qué lindo! —exclamó Mayumi mirando al dragón y Tsukune se preguntó si no querría uno para su deck Red Eyes.
—¡Efecto de Moonlight! —declaró Kurumu —¡Cuando es invocado selecciono a un monstruo en el campo oponente que haya sido invocado especialmente y lo regreso a la mano de su dueño!
—¡Oh no! —exclamó Lazar viendo cómo su poderoso monstruo era derrotado.
—¡Rose Ballad! —declaró Kurumu y a la orden un vendaval de pétalos de rosa comenzó a rodear a Uria hasta que lo hizo desaparecer.
—Maldita mocosa… —maldijo Lazar por lo bajo llevando la carta de Uria a su mano.
—¡Continúo! —siguió Kurumu —¡Activo el efecto de Glow-Up Bulb! Una vez por duelo y si está en mi cementerio, puedo enviar la carta del tope de mi deck al cementerio para revivirlo: ¡Revive Bulb!
Frente a Moonlight apareció la pequeña planta [100].
—¡Batalla! —declaró Kurumu —¡Bulb, ataca directo!
El pequeño bulbo envistió a Lazar.

Lazar PV: 5000 => 4900

—¡Ahora tú Moonlight! ¡Ataque directo! ¡Rose Requiem!
De la boca de Moonlight salió disparado un torbellino de pétalos de rosas que dio contra Lazar.
—Ught… —se quejó el agredido mientras se defendía con los brazos.

Lazar PV: 4900 => 2500

Sin embargo, para sorpresa de todos, Lazar sonrió, se sacudió el traje y comenzó a aplaudir.
—Nada mal Kurono —comenzó él —. Se deshizo de mi monstruo más poderoso, redujo mis puntos de vida a la mitad e hizo la invocación synchro que le pedí. Si fuera un profesor más bondadoso sólo la reprobaría y la dejaría continuar en la escuela… ¿pero qué clase de profesor sería si no tuviera mano dura con mis estudiantes?
Sin embargo, la sonrisa de Kurumu no menguó.
—¿Cuántas veces tengo que decírselo? ¡Ya gané! —declaró ella —¡Revelo la carta boca bajo que tengo desde el inicio del duelo! ¡Urgent Tuning!
—¡No! —exclamó Lazar.
—¡Sí! —exclamó Tsukune.
—¡Esta carta me permite hacer una invocación synchro durante la fase de batalla! —explicó Kurumu —¡Y ahí voy! ¡Black Rose, Bulb! ¡Sintonícense!
Los dos monstruos se unieron en un pilar de luz y de este apareció…
—¡Alza el vuelo! ¡Stardust Dragon [2500]! —declaró Kurumu feliz.
Mayumi miró con malicia a Tsukune.
—¿Se lo prestaste? —preguntó ella sonriendo.
—Sí —respondió Tsukune.
—A ver cuándo me lo prestas a mí —respondió Mayumi y Tsukune sólo rió con nervios.
—¡Stardust Dragon! —continuó Kurumu —¡Ataque directo! ¡Shooting Sonic!
El dragón preparó una carga de poder en su boca y la disparó contra Lazar.
—¡Aaaah! —exclamó el payaso al ser golpeado por el ataque.

Lazar PV: 2500 => 0

—¡Sí! —celebró Kurumu, luego apuntó a Lazar con dos de sus dedos y dijo —¡Gané! ¡Ese fue un duelo divertido!
Sus amigos no perdieron tiempo en ir a felicitarla.
—¡Ganaste! ¡Ganaste! —decía Tsukune emocionado.
—Lo sé, por poco no la cuento —dijo Kurumu cansada, pero feliz —. ¿Y sabes lo que significa?
Kurumu encaró a Lazar y dijo.
—¡No sólo gané el duelo! ¡También me deshice de un monstruo de 7000 puntos de ataque, hice dos invocaciones synchro y un OTK! ¡Quiero que Tsukune y yo tengamos una nota perfecta! ¡¿Quedó claro?!
Lazar miró a la muchacha derrotado y sumiso dijo:
—Está bien.
Y Kurumu rió.
Mayumi se acercó a Kurumu y ambas comenzaron a conversar sobre lo que había pasado en el duelo.
Al ver a las dos muchachas conversando tan animadamente, Tsukune suspiro. Habían esquivado la bala, pero eso no significaba que los problemas hubieran terminado. Todavía estaban en guerra con el periódico de Lazanti, seguía enemistado con Kazuki, habría que arreglar su problema con Chiemi y lo que era peor: muy seguramente pronto tendría que elegir a una de esas dos muchachas.
Su idílica vida de estudiante más que hacerse más fácil, se complicaba minuto a minuto.

+++++++

El autor habla:

En la primera mitad de este capítulo finalmente se explica la razón por la que Tsukune no podía recordar a Kurumu. En la versión original se podía dejar en que Tsukune simplemente tenía mala memoria y a veces era medio vago si ya había recordado a Kurumu o no, aquí decidí convertir este olvido en un plot point importante para la trama. ¿Qué fue lo que le ocurrió a Tsukune y a sus padres en ese accidente y en dónde estuvo Tsukune durante esos meses que desapareció? Tendrán que esperar para saberlo.
La segunda parte está básicamente igual a la del autor original, las diferencias más grandes son que en lugar de Moonlight Kurumu recibía el Black Rose original, pero me gusta un poco más Moonlight así que fue el que use. También cambia el deck de Kurumu, en el original tenía monstruos bonitos de oscuridad (como Dark Valkyrie), tal vez el autor original quería representar la naturaleza de súcubo de Kurumu en su manga de origen. Yo le di plantas para que hiciera juego con Black Rose.
Con esto finalmente ya se cierran los mini arcos y ya entramos a la recta final de lo que sería la primera temporada, ¡se viene lo bueno señores! Ah sí, en el original seguía un capítulo con Ma-kun donde había un poco de fanservice y se explotaban los poderes Deus Ex Machina del duendecillo, pero como eliminé al personaje, nos saltamos el capítulo. Igual no se pierden de nada… tal vez sólo una escena de Mayumi y Mikae semi desnudas.
En otros avisos, ya casi termino de escribir la historia. Si todo sale bien me falta escribir la mitad de un duelo y el duelo final y de ahí si mis cálculos no me fallan, sería un capítulo que explique qué diablos pasa aquí y luego como dos capítulos a modo de cierre de la historia… a menos que se me ocurra darle un duelo ceremonial a Tsukune, pero dado que Gaby no tuvo uno, es altamente probable que no le dé uno al prota de este fic. Ya veremos qué pasa cuando llegue el momento de escribir el final.
Y sin nada más que agregar, vamos a contestar comentarios:

Dijiste que Stardust no era el as, pero en cierto modo me lo parece.
Es obvio que es su as, pero para este momento de la historia Tsukune no lo considera como tal. Más adelante pasan "cosas" que lo hacen empezar a usarlo más en sus duelos aunque intento no aplicar la Yusei y hacer que todo su deck gire entorno a él.

¿El pro-duelist volverá a salir, o solo era para este cap?
Era un One-Shot de ese capítulo, aunque si te sirve de consuelo se le hacen un par de menciones más adelante.

lo que sí me interesa es que por fin se aclaró que Kurumu es la niña de su infancia
Servido jovenazo =D
 

Haydenwolf

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¡U-U-U-Uria el señor de las llamas! ¡Que demonios hace lazar con una carta de bestia sagrada de YGO GX! por un momento pense que ya estaba perdida pero me puse a pensarlo mejor y al leerlo me di cuenta de que no ibas a dejar que Kurumu perdiera, este fue un buen capitulo, bien hecho, me gusto mucho, espero tu siguiente cap
 

Axel

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Turno 12:

¡¿Adiós al club del periódico?!




En la oficina de Lazar se respiraba un ambiente tenso. Zane estaba sentado en la misma silla que tiempo atrás había ocupado Tsukune mientras que del otro lado y sentado en su asiento, el vice director leía con expresión sombría un expediente.

—¿Y qué tan mal se ve, doc? —bromeó Zane tratando de sonreír.

Lazar suspiró, dejó el expediente de lado y cruzando los dedos dijo.

—No soy doctor pero no son noticias muy alentadoras. Según tu último examen… sólo soportarás un duelo tenso, máximo dos si el primero no fue muy pesado.

Zane sonrió divertido, se puso de pie y se dirigió a la salida de la oficina.

—¿Qué vas a hacer Zane? —preguntó el payaso. Zane se detuvo, miró a Lazar y respondió.

—¿No es obvio? Iré a buscar a aquel que me dará el máximo duelo.

—¿Aono? —preguntó Lazar levantando la ceja.

—Je, ojalá —respondió Zane burlón —. Es fuerte… pero está bastante lejos todavía de convertirse en un oponente digno de mí y no tengo tiempo para esperar a que madure. Incluso diría que Kazuki es mucho más fuerte que él… pero Kazuki no es digno de tener mi último duelo.

Lazar apoyó su mentón en sus dedos y preguntó:

—¿Y qué tal los reyes de la academia?

—Admito que ellos tienen la suficiente habilidad —respondió Zane —, pero también sé que no pelean con cualquiera. No aceptarán un duelo contra mí y menos cuando he tratado de mantener un perfil bajo.

Lazar sonrió burlón y dijo.

—Entonces creo que cierto rumor que escuché podría interesarte. Y si todo sale bien… te podría poner las cosas en bandeja de plata.

El vice director ahora tenía toda la atención de Zane.



***​



Pasó el tiempo luego del duelo de Kurumu contra Lazar y contrario a lo que Tsukune pensó, las cosas se mantuvieron bastante tranquilas: El periódico rival no hizo ningún movimiento en su contra, si bien Kurumu sí inició una campaña para conquistarlo Mayumi no pareció notarlo y no tuvo que decidirse por ninguna y Kazuki dejó de comportarse hostil con él y se comportaba igual que antes con Chiemi. El status quo había regresado y todo estaba en paz, ¿pero por cuánto tiempo?

Mientras tanto el mes de diciembre ya había llegado. Ya sólo les quedaban unas semanas de clase y el invierno pronto llegaría, aunque el frío no parecía tener calendario y Tsukune estaba enterrado bajo varias cobijas en un intento de mantenerse caliente, hasta que el olor del desayuno que había preparado Kazuki fue lo bastante bueno para motivarlo a salir de la cama y enfrentarse al frío.

Salió de su habitación y ahí se encontró con una escena familiar: Kazuki en la cocina preparando el desayuno y Zane en la mesa esperando por su ración. Tsukune les dio los buenos días, se sentó en su lugar en la mesa y a los pocos minutos Kazuki llegó con los platos y unas tazas.

—¿Hot Cakes de nuez con bombones y chocolate con malvaviscos? —notó el emperador mirando su plato.

—¿Qué te digo abuelo? —preguntó Kazuki yendo por su porción —Estamos en diciembre, se acercan las fiestas de la familia y pues tengo que practicar comidas de estas fechas.

El día de la familia se festejaba desde la noche del 24 hasta la mañana del 25 y era una festividad que tal y como su nombre indicaba, era para celebrar los lazos entre los seres queridos en forma de pasar tiempo con ellos, compartir una cena especial e intercambiar regalos.

Con esa vista, Zane sonrió con burla y dijo.

—Y hablando del día de la familia, ¿ya le compraste un regalo a tu novia?

Una vena se hinchó en la frente de Kazuki y exclamó.

—¡Ella no es mi novia!

Zane rió con burla.

—Pues no parece.

Kazuki miró con furia a Tsukune y preguntó:

—¿Le dijiste algo?

El color se fue del rostro de Tsukune.

—¡No, no! ¡No sería capaz! —exclamó asustado.

—¿Ya se te olvidó que me nominaste para la sección de chismes? —preguntó Zane burlón—. Ahora enterarme de esas cosas es mi trabajo.

Kazuki gruñó, pero aún así respondió:

—Escuchen, Chiemi y yo ya lo hablamos: le dije que de momento no puedo tener una pareja porque tengo otros objetivos en mente… y ella dijo que estaba bien, que me esperaría a que yo estuviera listo.

Tsukune sintió que se quitaba un peso de encima y dijo:

—Supongo que eso lo arregla…

—¡Eso no arregla nada borrego! —soltó Kazuki molesto —¿En serio crees que va a esperarme?

—Lo dices como si te molestara que el problema fuera a resolverse solo eventualmente —respondió Zane burlón.

—Síguele y ya no le voy a poner viagra a tu desayuno, abuelo —dijo Kazuki con malas pulgas provocando que Zane escupiera el chocolate que se estaba bebiendo en ese momento —. De todas formas, no sé por qué les digo esto, ustedes o no lo comprenden o sólo lo complican más. Adiós.

Dijo y tomó su desayuno para meterse con él a su habitación cerrando con rudeza la puerta tras él.

—Voy a matarlo —dijo Zane limpiándose la boca con una servilleta.

Tsukune sólo suspiró y dijo encogiendo los hombros:

—Somos una familia feliz…



***​



Tsukune marchaba solo al castillo esa mañana. Zane dijo que tenía algo que hacer en su habitación mientras que Kazuki ya ni se molestaba en buscar pretextos para no tener que recorrer ese camino con Tsukune, ahora que el castaño había entendido el mensaje simplemente esperaba a que él se fuera, darle unos minutos de ventaja y ya luego salir él.

Tsukune miró al cielo. En unos días más terminaría el primer semestre ahí en la academia y con eso se ganaría unas semanas de vacaciones. Le hacían falta luego de todo el drama que había tenido que soportar en los últimos días. Estaba tan metido en sus pensamientos que apenas lo notó.

—¿Una carta? —se preguntó viendo que en efecto, una carta de duelo de monstruos tirando a un metro de él, se acercó y la tomó—. Es Mobious The Mega Monarch. ¿Pero quién dejaría tirada una carta tan rara así como así?

Y fue cuando lo escuchó:

—Ah… ah… —unos quejidos.

—¿Eh? —exclamó él mirando en todas direcciones tratando de asegurarse de que había escuchado bien.

—Ah… —ahí estaban de nuevo.

Tsukune comenzó a buscar el origen de los quejidos hasta que dio con unos arbustos y detrás de este…

—¡Lazanti! —exclamó Tsukune al ver a su enemigo tirado en el suelo, con su disco de duelo activado, un deck de Mobious tirado en el suelo cerca de él (denotando que el mega monarca era suyo) y por sobre todo: varias señales de violencia por todo su cuerpo.

Rictor movió la cabeza, miró a Tsukune y sonrió con burla.

—Aono… de todos los que pudieron encontrarme tenías que ser tú…

Rictor y su claque le había causado muchos problemas a él y a sus amigos en el pasado, pero Tsukune no era alguien que fuera capaz de negarle ayuda a quien que claramente la necesitaba.

—¡¿Qué te pasó?! —dijo Tsukune yendo con Rictor y ayudándolo a ponerse de pie.

—Supongo que ya no tiene caso que lo oculte… —dijo Rictor sonriendo con pena —Dado que todas nuestras artimañas para destruir su periódico fallaron, decidimos tomar otra ruta: hacer bien nuestro trabajo.

—¿De qué hablas? —preguntó Tsukune pasándose el brazo de Rictor por el cuello para ayudarlo a ir hasta una banca.

—Pensamos en preparar una investigación que dejara a cualquier cosa que ustedes fueran a escribir como una nota amarillista en comparación —respondió Rictor —. Comenzamos a investigar ¡y por Haou! No tienes idea de lo que encontramos. Involucra al consejo estudiantil.

—¿El consejo? —preguntó Tsukune.

—Así es, los que se encargan de poner en orden entre los alumnos. Oh Tsukune, si supieras… ¡toda una red de corrupción relacionada a ellos! Y descubrimos además que a la cabeza de dicha corrupción están los líderes del consejo: los tres reyes de la academia.

—¡¿Los reyes?! —exclamó Tsukune. Desde que había llegado a la academia había escuchado de los tres reyes: El rey del poder, el rey estratega y el rey carismático, los alumnos más poderosos de la escuela y básicamente su símbolo… aunque él nunca se había molestado en averiguar sus identidades. Rictor continuó:

—Abuso de autoridad, forzar a las chicas a salir con ellos, pasar las clases sin estudiar… sé que yo no soy monedita de oro, pero por Haou, al menos yo intento hacer lo que hago por meritos propios y no abusando de un título.

Tsukune no sabía si tomar en serio esa declaración.

—¿Pero cómo terminaste así? —preguntó el chico.

—Se enteraron del artículo y mandaron a algunos de sus matones por mí, a quitarme la información y luego me desafiaron a duelo por el beneficio mantener el club… pero perdí. Ahora nuestro club está terminado y para que no me quedara duda, también decidieron darme una paliza, esos malditos…

Rictor se quedó tieso, abrió los ojos y luego tomó a Tsukune del saco.

—¡Aono! ¡Mikae!

—¿Qué con ella? —preguntó Tsukune confundido.

—¡Si fueron por mí…! ¡¿Quién nos asegura que no fueron también por ella?! —exclamó Rictor —¡Aono, sé que no tengo derecho a pedirte nada, pero por favor: ve y asegúrate de que Mikae está bien! No puedo ir yo por mi condición.

Tsukune torció la boca.

—Está bien, yo me iré a ver que Mikae esté bien. Tú espera aquí.

—No, intentaré alcanzarlos —aseguró Rictor —¡Pero por favor date prisa!

Tsukune asintió y corrió en dirección al dormitorio de chicas.



***​



Cerca del dormitorio de las chicas, un duelo se llevaba a cabo. Mikae se veía cansada y contra las cuerdas, frente a ella estaba Akaoni al cual le ordenó atacar, pero entonces su oponente, una chica de largo cabello platinado declaró un efecto de una de sus cartas y el ogro rojo fue partido en pedazos.

—¡No! —se quejó Mikae.



Mikae PV: 2800 => 100



—Je, en serio. Para que nuestro rey carismático tenga tu ojo puesto en ti… eres muy mala duelista —dijo la rubia que tenía junto a ella a un cuervo humanoide: Assault Blackwing – Onimaru The Divine Thunter [3000] —. Supongo que sólo te quiere por tus curvas.

Mikae sólo apretó los puños en frustración. La rubia miró en otra dirección y dijo.

—Supongo que para este momento mis compañeros ya deben de haber “convencido” a Rictor de que su periódico va a cerrar.

—¡¿Qué?! —exclamó Mikae en preocupación.

—Entonces ya sólo queda que yo cumpla mi misión —continuó la rubia —. No olvides nuestro trato: si yo gano debes convertirte en la perra de turno del señor Kiryu. Ahora, ¿terminas tu turno?

Mikae apretó los dientes y dijo en derrota:

—Termino mi turno.

No tenía cartas en el campo.

—Esto será divertido —se burló la rubia —Mi tur…

Pero no pudo decir nada más, porque en ese momento el disco de duelo habló:

Intrusion Penalty.

—Alguien entró al juego —dijo la rubia mirando su disco.

—¿Pero quién? —se preguntó Mikae y la respuesta les llegó de inmediato.

—No dejaré que se salgan con la suya —declaró Tsukune acercándose al área de juego con su disco de duelo activado en su brazo y tomando cinco cartas.



Tsukune PV: 4000 => 2000



—¡Aono! —exclamó Mikae más molesta que aliviada —¡Largo de aquí! ¡No necesito tu ayuda!

—No lo hago por ti —respondió Tsukune —. Lazanti me pidió que viniera a ayudarte.

—¿Rictor…? —dijo Mikae por lo bajo.

La rubia mientras tanto miró a Tsukune sonriendo.

—El famoso Tsukune Aono —dijo burlona —. No te conviene meterte en este asunto. Le caes muy bien a nuestro rey carismático y te conviene más tener su favor que el de estos perdedores que tantos quebraderos de cabeza te han dado.

Tsukune endureció su mirada.

—No me interesa tener el favor de alguien que recurre a estos métodos para obtener lo que quiere.

La sonrisa de la rubia se apagó, miró a Tsukune con franco odio y dijo:

—Bien, los acabaré a ambos y así seré yo la que tenga el favor del señor Kiryu.

«Kiryu», pensó Tsukune jurando recordar ese nombre.

—Mi nombre es Yoshino Hogan —dijo la rubia sacando a Tsukune de sus pensamientos —¡Recuerda ese nombre porque es el nombre de quién terminará con tu racha de victorias! ¡Ahora toma tu turno!



Yoshino PV: 4000



—¡Como quieras! —declaró Tsukune y tomó la carta de su turno —¡Invoco a Trident Warrior en modo de ataque!

Frente a Tsukune apareció su guerrero armado con tridente [1800].

—¡Activo su efecto especial! —continuó Tsukune —¡Al ser invocado me permite invocar de forma especial a un monstruo de nivel bajo desde mi mano! ¡Aparece Torapart!

El muñeco feo apareció junto a Trident Warrior.

—¡Sintonización! —ordenó Tsukune y sus monstruos se fundieron en un pilar de luz del que apareció —¡Aparece, Mighty Warrior [2200]!

—Tendrás que darme las gracias Mikae —dijo Yoshino burlona —. La carta que venció a tu querido Rictor… voy a hacerla pedazos.

—¿Eso crees? —preguntó Tsukune molesto —¡Activo mi carta mágica Ryrioku! ¡Ahora la mitad del ataque de tu monstruo pasa a ser del mío!

—¡Oh no! —exclamó Yoshino preocupada.



Mighty Warrior ATK 2200 => 3700

Assault Blackwing – Onimaru The Divine Thunder ATK 3000 => 1500



—¡Mighty Warrior! ¡Acaba con esa hurraca! —ordenó Tsukune y se lanzó a atacar al monstruo de Yoshino.

—¡Aono no! —intentó advertirle Mikae, pero…

—¡Muy tarde! —declaró Yoshino en triunfo —¡Efecto de Onimaru! Durante la fase de daño, gana 3000 puntos de ataque.



Assault Blackwing – Onimaru The Divine Thunder ATK 1500 => 4500



Sin inmutarse, Tsukune declaró.

—De mi mano activo el efecto de Rush Warrior. Al descartarlo un Warrior synchro dobla su ataque.



Mighty Warrior ATK 3700 => 7400



—¡No puede ser! —gritó Yoshino.

La espada de Onimaru chocó con el enorme puño de Mighty Warrior, esta soportó por un momento, pero después se hizo pedazos junto a su dueño.



Yoshino PV: 4000 => 1100



—Maldito seas Aono —gruñó Yoshino.

—Y eso no fue todo —declaró Tsukune —. Ahora que mi monstruo destruyó al tuyo, te inflige daño igual a la mitad del ataque de tu monstruo. Espero que seas buena en matemáticas.

—¡¿Qué?! —exclamó Yoshino mientras veía cómo Mighty Warrior se acercaba a ella —¡No, espera!

Pero fue muy tarde: Mighty Warrior la golpeó con toda la fuerza de su puño.

—¡Aaaah! —exclamó Yoshino mientras era arrojada al suelo.



Yoshino PV: 1100 => 0



—Se terminó hurraca —dijo Tsukune molesto —¡Ahora largo de aquí!

Yoshino se puso de pie y miró furiosa a Tsukune.

—¡El señor Kiryu se enterará de esto y la vas a pasar muy mal! —dijo y se fue de ahí.

Tsukune se acercó a Mikae.

—¿Estás bien? —preguntó él.

—Sí —respondió ella mirando hacia otro lado —Gra… gra…

Intentó decir ella, pero la interrumpieron.

—¿Mikae? —preguntó Rictor llegando mientras se sostenía el costado.

—¡Rictor! —exclamó Mikae viendo a su amigo. Corrió a él y lo abrazó —¿estás bien?

—Se necesita más que perder un duelo y una paliza para acabar conmigo —dijo Rictor sentándose en el pasto con Mikae a su lado. Tsukune se acercó y los dos enemigos se vieron —Aono… gracias.

—Por nada —respondió Tsukune.

—Nuestro periódico ya no tiene salvación —continuó Rictor — y ahora que te metiste en el camino del consejo estudiantil, no dudo que vayan por el tuyo. Así que ten mucho cuidado.

—Lo tendré —aseguró Tsukune.

—Aono —le llamó Mikae —. Te debemos una y nosotros siempre pagamos nuestras deudas. No sé cómo, pero algún día te lo pagaremos.

—Lo sé —respondió Tsukune y dio media vuelta para irse de ahí.

Sin embargo, sin que lo supieran alguien había observado toda la escena. Esta persona tras un árbol sonrió y dijo.

—Con que son de los que pagan sus deudas, ¿eh?



***​



La noticia de que el periódico de Mikae había cesado sus funciones fue el tópico de conversación esa mañana en la escuela, aunque no se dijo la razón del cierre aunque muchos especulaban que tenía que ver con un accidente que había sufrido Rictor quien ahora se encontraba en la enfermería.

—Bien, es una desgracia lo que sea que le haya pasado al periódico de Mikae —decía Nabiki durante su reunión en el salón del club para después de clase —, pero no hay que negar que es un golpe de suerte y es un problema menos para nosotros. Sin embargo, eso no significa que vamos a bajar el ritmo: vamos a continuar con la calidad de nuestras publicaciones.

Pero Tsukune no escuchaba, estaba perdido en sus propios pensamientos. Él sabía lo que en realidad había pasado, pero no quiso decir nada por temor a poner sobre sus compañeros el temor de convertirse en el blanco del comité estudiantil.

Sin embargo, tenía un mal presentimiento y no podía quitárselo de encima. Sólo había una cosa por hacer.

—Ahora regreso —dijo Tsukune poniéndose de pie de pronto —. Tengo que ir al baño.

—Ok, no tardes —dijo Nabiki para luego continuar con su discurso.

Pero Tsukune no fue al baño. Fue hasta la parte superior del castillo, a la terraza. Ahí arriba había algunas mesas y jardineras, además de que la vista de los terrenos y la ciudad eran increíbles.

Estaba mirando el espectáculo en silencio, cuando sintió a alguien detrás de él y no le quedó de otra más que sonreír.

—Me has estado rondando todo el día, así que supuse que tenía que darte la oportunidad de finalmente aparecerte para terminar con esto lo más pronto posible —dijo el muchacho dándose media vuelta y frente a él se encontró con un chico alto, delgado, de cabello plateado y ojos purpura.

—Me notaste —dijo el muchacho juguetón —. Veo que tu reputación te precede, Tsukune Aono. Y no es para menos viendo tu historial: venciste dos veces a Rictor, un duelista tan talentoso que tuve que enviar a varios de mis mejores hombres a someterle. A Lazar, quien no es el vice director de esta escuela sólo por su talento con el maquillaje. Empataste con un pro duelista y te fuiste codo a codo con Zane Truesdale, un tipo que aunque trate de ocultarlo, sé muy bien que es igual o incluso más fuerte que cualquiera de mis dos colegas reyes.

—Sabes mucho de mí, pero yo nada de ti —respondió Tsukune desafiante.

Al parecer el peli plateado se sintió ofendido por no ser conocido, pero no perdió su sonrisa y se presentó.

—Zero Kiryu, estudiante de tercer año, rey carismático, presidente del consejo estudiantil y modestia aparte… El rey de los juegos de la academia elemental.

Tsukune sonrió con burla y dijo.

—El famoso Kiryu. ¿A qué debo que el mismísimo rey de los juegos venga a buscarme?

Si Kiryu notó el sarcasmo, no lo demostró y se acercó a Tsukune y también se apoyó en las columnas que separaban de una dolorosa caída, miró a la ciudad y comenzó.

—Te voy ser franco Aono: me caes bien. Me recuerdas a mí cuando empecé en la escuela: un potencial tremendo envuelto en capas y capas de inexperiencia e inocencia. Básicamente por eso dejé que tú y tu periodicucho actuaran con libertad. Pero si me metí con el periódico de Rictor al punto de destruirlo, fue porque ese idiota de Lazanti metió sus narices en dónde no debía y eso no lo podía permitir. ¡Vamos viejo! ¡Te estaba haciendo un favor! Te quité de encima a Lazanti y su periódico y lo único que iba a pedir es tener a Mikae como una de mis perras… pero tenías que estropear la misión de Yoshino.

Tsukune miró molesto a Kiryu y exclamó.

—Abusas de tu poder.

—¡Claro que abuso de mi poder! —aceptó el rey sin una pisca de vergüenza —¿De qué sirve estar en la cima del mundo si no lo disfrutas?

—¡No tienes orgullo! —replicó Tsukune —¡No tienes derecho a llevar el título de rey!

—Por el contrario mi amigo —respondió Kiryu negando con la cabeza —. Un rey pone su orgullo por sobre todas las cosas y eso es lo que hago: para mí un verdadero hombre y duelista sólo es medido por sus victorias y el número de chicas que tenga. Yo tengo 1000 victorias al hilo y por lo menos 30 chicas de la escuela están deseosas de que les dé la oportunidad de ser mi novia de la semana. ¿Y tú qué tienes? A lo mucho unas 40 victorias, de las cuales sólo tres de ellas son dignas de mención y sólo dos chicas se pelean por tus huesos. Que patético eres.

Tsukune se limitó a apretar los puños y los dientes. Kiryu sonrió y dijo.

—Como sea… todavía no has perdido mi simpatía del todo Aono, así que te daré un amistoso consejo: no te metas en mis asuntos.

—¿Y qué si lo hago? —preguntó Tsukune desafiante. Kiryu se acercó al oído de Tsukune y dijo.

—Lo que le hice a Lazanti será un amistoso jalón de orejas comparado con lo que te haré a ti y a tus amigos.

Y diciendo eso, se dio media vuelta y se fue de ahí. Tsukune lo vio alejarse y dijo.

—Zero Kiryu… no dejaré que te salgas con la tuya…





***​



Durante los siguientes días Tsukune se dedicó a continuar la investigación del consejo estudiantil donde Rictor la había dejado. Siguió a los miembros del consejo, entrevisto personas, tomó fotografías… al final logró recaudar suficiente evidencia para hundirlos a todos ellos.

Al final de las clases fue corriendo al salón del club y le presentó toda su investigación a Nabiki y a los otros miembros del club. La presidente miraba la información en la pantalla de su computadora con los ojos bien abiertos.

—Tsukune… ¡esto es lo mejor que nos has traído! —exclamó Nabiki levantándose de golpe de su silla.

—No puedo creer que haya tanta corrupción en el consejo estudiantil —dijo Mayumi mirando por sobre el hombro de Nabiki.

—Siempre supe que el idiota de Zero era más de lo que parecía —dijo Zane cruzado de brazos.

—¡Pero Tsukune juntó mucha evidencia! —exclamó Kurumu emocionada —Con esto bastará para desarmarlos.

—¿Pero no te arriesgaste mucho juntando toda esta evidencia? —preguntó Chiemi al lado de Kazuki.

—Un poco, pero no podía quedarme de brazos cruzados luego de lo que hicieron al periódico de Lazanti —aceptó Tsukune y no se dio cuenta de que había hablado de más hasta que todos se le quedaron bien —Auh…

—¿El consejo estudiantil tuvo que ver con lo que le pasó a Lazanti? —preguntó Nabiki un poco pálida.

Tsukune suspiró. Si el gato ya había salido de la bolsa, había que ir ya con todo.

—Sí. Apalearon a Lazanti para obligarlo a cerrar el periódico y tuvieron un duelo para que Mikae saliera con Kiryu. Yo sólo logré salvar a Mikae. De hecho la investigación no es toda mía: la retomé de donde Lazanti la dejó.

Un silencio pesado cayó sobre el salón. Sabían que estaban jugando con fuego, pero…

—Es arriesgado —dijo Nabiki —. Pero no podemos rendirnos. Por lo que le hicieron al periódico de Mikae y por nuestro deber como periodistas y nuestro compromiso con la verdad, debemos hacer pública esta investigación y atenernos a las consecuencias.

—Sí —dijeron los miembros al unísono.

Sin embargo, el ambiente fue roto por Lazar que entró de golpe al salón.

—Vaya, los veo todos emocionados. Por suerte me encanta ser ave del mal agüero, ji, ji, ji.

Todos miraron a Lazar, no sabiendo qué esperar.

—Vice director Lazar —saludó Nabiki —, ¿en qué le podemos servir?

El payaso sonrió con malicia y dijo:

—Al consejo estudiantil le han llegado rumores de que ustedes preparan una serie de calumnias contra ellos y no se pueden permitir que manchen su buen nombre ante la comunidad estudiantil que ellos representan. Por lo que por orden del mismísimo Zero Kiryu, he venido a notificar que desde este momento este club de periódico queda cerrado.

—¡¿Qué?! —exclamaron todos menos Zane.

—No me repetiré a mi mismo —dijo el payaso —. Cierren todo, quemen los periódicos que les queden y si veo que hay rumores sobre el consejo rondando por ahí, los haré directamente responsables y estarán fuera de esta escuela antes de lo que canta un gallo. ¿Está claro?

Nabiki se dejó caer en la silla y dijo derrotada:

—Sí…

—Perfecto. Buena tarde jóvenes —concluyó Lazar y salió del salón.

Un pesado silencio cayó en el aula, que sólo fue roto por Zane unos segundos después.

—Bueno, supongo que ahora tengo más tiempo para terminar de leer mi libro. Nos vemos.

—¡Zane, espera…! —intentó detenerlo Tsukune, pero Zane no se detuvo y salió del aula.

El emperador caído comenzó a caminar por el pasillo hasta que un par de metros más adelante se encontró con Lazar.

—Parece que todo va de acuerdo al plan —dijo el payaso sonriendo.

—Sí, una pena tener que haberles roto sus corazones —asintió Zane también sonriendo —, pero valdrá la pena: tendré mi duelo final contra un poderoso duelista. Me gustaría que fuera el patán de Zero, pero supongo que él querrá ir directo contra Tsukune. Bueno, no importa. Los otros dos igual valen.

Lazar rió y dijo:

—Ahora a esperar a que Aono haga la jugada correcta. Y si lo conozco tan bien como creo, lo hará.



***​



El ambiente era sombrío en el salón del ahora ex club de periódico. Nadie hablaba hasta que Mayumi tuvo el valor para hacerlo.

—¿Y ahora qué hacemos? —preguntó.

Nabiki suspiró y dijo.

—Lazar fue muy claro. Hay que cerrar el club.

Esto sorprendió a todos los miembros.

—¡¿Pero qué pasó con eso de que había que atenernos a las consecuencias?! —replicó Kurumu y en respuesta Nabiki dio un manotazo en la mesa. Tsukune se sorprendió y vio a la jefa. Lloraba.

—¡Esto nos supera! —dijo Nabiki molesta —¡No es sólo arriesgarnos a las represalias del consejo! ¡No es sólo que quieran golpearnos como a Lazanti! ¡Nos estamos jugando nuestra vida académica aquí y no voy a arriesgar eso para ninguno de nosotros! Así que ya escucharon: destruyan los periódicos, la información de Tsukune y después cierren todo. Es mi última orden como su jefa. Fue un placer trabajar con todos ustedes.

Y diciendo eso salió del aula.

—Bueno, ¿ya qué? —dijo Kazuki poniéndose de pie y comenzando a arreglar las sillas.

—¿Así termina todo? —preguntó Mayumi.

—Creo que sí —dijo Chiemi dolida —. Que final tan patético para nosotros.

—Derrotados sin siquiera pelear —dijo Mayumi deprimida.

Tsukune miró a Kurumu. Estaba callada. De repente se movió y fue a tomar los periódicos que quedaban en el salón.

—Kurumu… —intentó llamarle Tsukune.

—Ya escucharon a Lazar —dijo ella sin dar la cara —. Hay que quemarlos.

Tsukune vio que ella intentaba cargar más periódicos de los que podía, así que se apuró y tomó varios.

—Yo te ayudo, vamos.

—Gracias… —dijo ella y juntos salieron del salón.

Caminaron hasta la parte posterior de los terrenos de la escuela donde estaban piras para quemar desperdicios. Tsukune encendió una y cuando estuvo lista, miró a Kurumu.

—Bueno, llegó la hora —dijo él.

Kurumu asintió y se acercó a la pira con algunos periódicos, pero se detuvo y los apretó contra su pecho.

—Entonces… ¿así se acaba todo? —preguntó ella dolida.

—Kurumu… —intentó decir Tsukune, pero Kurumu lo interrumpió.

—¿Qué ironía, no? —dijo ella riendo —Te obligué a entrar al club y ahora te ha gustado mucho.

Tsukune bajó la cabeza, Kurumu continuó.

—No puedo hacerlo.

—¿Eh?

—¡No puedo quemarlos! —dijo ella sollozando —¡Tal vez suene estúpido! ¡Pero para mí estos periódicos son un tesoro! ¡Es algo que hicimos juntos! ¡Es parte de los recuerdos que he estado haciendo para el tú que eres ahora!

Tsukune no soportó verla así y la abrazó.

—Haremos más recuerdos juntos, te lo prometo —aseguró él.

La escena era enternecedora, pero fue interrumpida.

—Aaah… ¿no es tierno? ¡es temporada de apareamiento de perdedores!

Tsukune y Kurumu se separaron en el acto y miraron el origen de la voz: Zero Kiryu los miraba burlón.

—¡Kiryu! —exclamó Tsukune furioso.

—¡Oh, tranquilo Black Luster Soldier! —exclamó Kiryu levantando las manos —Que vengo en son de paz.

—No sé por qué me cuesta trabajo creerlo —dijo Tsukune sin ver su rabia disminuida.

—Oh vamos —dijo Kiryu divertido —. Al menos escucha lo que tengo que decir: es una oportunidad de oro para salvar tu periodicucho.

Aunque Tsukune no quisiera admitirlo, Kiryu tenía ahora toda su atención.



++++++



El autor habla:



Y aquí ya arrancamos con el arco final de lo que sería la primera temporada. Luego de estarlos mencionando, al fin hacen acto de presencia los tres reyes de la academia, aunque de momento sólo uno: Zero Kiryu.

Grandes diferencias con el original… pues el primero era Zero quien originalmente iba tras Mikae y Tsukune lo derrotaba con un OTK. Este punto se me hacía tonto pues aunque agarrara desprevenido a Kiryu como que le quitaba impacto al villano, por eso mejor decidí que fuera una de sus “minions” quien fuera a por Mikae.

La otra diferencia es que luego de este capítulo Zero retaba a Tsukune a un Ridding Duel de distancia, o sea, había otra condición de victoria: quien llegara primero a cierto punto de una pista, ganaba, pero como eliminé los ridding duels, pues me lo tuve que saltar.

La última diferencia es que ya se va revelando un poco de lo que Zane y Lazar están tramando.

Fuera de eso, el capítulo está bastante similar al original.

¡U-U-U-Uria el señor de las llamas! ¡Que demonios hace lazar con una carta de bestia sagrada de YGO GX!
Recuerda que esta es otra dimensión, por lo que aunque las bestias sagradas siguen siendo cartas muy raras, tampoco es imposible que varios duelistas las tengas en sus decks.
 

Haydenwolf

Ōkami tei-shin
 
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Esto está genial de pasó que ya me cayó mal ese Rey, aunque ya me cae un poco mejor Rictor, y además presiento que Zane ya tendrá que retirarse de los duelos y de pasó me da cosa que una cualquiera usé los monstruos Black Wing de YGO 5D´s

En más el capítulo está bien cool, sigue subiendolos
 

E_HeroGlasiar

Eidolon Summoning Magic!
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Bueno, al fin vuelvo por aquí. Hablando solo del último cap, al fin será el momento que más esperaba de la 1ra temporada: el enfrentamiento contra los 3 reyes, ahora si se viene lo chido. Por otro lado, admítelo, hiciste ese brutal OTK por que odias a los Blackwings XD.
 
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