NarkD
Hay dificultades. Pero haremos lo mejor
¿Que hago en este lugar, a tan altas horas de la noche?
En donde apenas y puedo ver el suelo por la cálida y fría luz de la luna, junto a la briza nocturna que hacia bailar las hojas del parque.
Desde hace un buen rato me encuentro sentado en el banquillo de este parque. Deprimido y sollozando en el silencio de esta noche de luna llena.
Me siento realmente triste, nunca he tenido suerte con las chicas, pero esta ultima pensé que sería la indicada, la mujer con la que podría establecerme.
Hoy se supone que iba a ser un día muy especial, hoy le iba a decir a mi ahora ex novia que se fuera a vivir conmigo.
Se supone que este día la luna haría algo grandioso, según las noticias de la televisión la luna iba a tornarse de un color verdoso. Creí que podía ser un momento inolvidable, y pase semanas planeando las palabras que iba a decir, he incluso las reacciones que ella iba a tener. Pero cuando iba de camino…
Yo me había colocado una camisa larga de botones de color azul celeste, con unos pantalones y zapatos negro caquis, intentaba vestir lo más elegante posible. En mis manos llevaba un ramo de rosas rojas, me dirigía hacia el lugar donde trabajaba mi chica, una peluquería, un local donde gran parte de las mujeres iban a “embellecerse”
Tenía el habito de tocar la ventana del local para llamar la atención de mi chica, pero en esa ocasión, no la vi por el cristalino vidrio, lo cual me había parecido extraño, se supone que ella sabía de la cita entre nosotros.
Entre a la tienda, para hablar con alguna de las chicas que trabajaban allí.
Las notaba como nerviosas ocultando algo, no les había dado importancia, pero al no conseguir respuestas concretas de las chicas, ya que todas evitaban conversar conmigo excusándose que tenían trabajo que hacer. Saque mi teléfono y marque al número de mi chica.
El lugar se silencio, dejando solo un sonido zarandear todo el lugar. El típico tono de teléfono inconfundible de mi novia, el cual provenía de una puerta… una especie de closet ubicado en el área mas alejado de la entrada.
Rápidamente me dirigí hacia la puerta y al mismo tiempo que tome la perilla de la puerta, la abrí, mostrando ante mis ojos a una chica desnuda buscando en su cartera algo.
No podía despegar mi vista de ella, yo ya había visto desnuda a mi chica, y ya habíamos tenido algunos encuentros sexuales, pero, ella estaba allí tan desesperada buscando su teléfono en la cartera que no se había percatado de que yo estaba en la puerta, viéndola a ella, mi mirada acaparaba todo el lugar, ya que era una habitación angosta, y note fácilmente a otra persona en el lugar, un sujeto que parecía mayor de edad.
- ¿Es en serio? – vocifere mientras la chica miraba sorprendida.
- No… lo siento, perdón por esto – me respondió mientras intentaba ocultar su cara entre sus brazos, aparentemente mi expresión habría sido muy transparente, pues ella empezó a llorar a verme.
Sentí en lo más lejano una pequeña vibración en mis oídos, como si las personas me estuvieran hablando, pero simplemente omití esa sensación y preferí alejarme rápidamente, pero por el dolor que sentía en mi pecho, solamente me dispuse a caminar.
Mientras caminaba no podía quitarme la imagen de aquel señor mayor al lado de mi ex novia, simplemente no lo entendía.
Ya me han engañado antes, pero no de esta manera, lo han hecho con personas a mi juicio eran más atractivas o su cuerpo era más musculoso que yo. Pero en esta ocasión ¿por qué me habrán engañado; acaso no lo intente lo suficiente?
¿Realmente podría decir que es culpa de ella por estar con un chico tan sencillo, soy muy pasivo?
En mis pensamientos no culpaba a la chica, simplemente me culpaba a mí, mi mente hacia de mi lo más miserable, sacando los puntos flácidos de mi, tanto de mi apariencia como de mi actitudes.
Simplemente me empezaba a lastimar a mí mismo, y yo no hacia queja alguna, aceptaba mi situación y hasta admitía que fue lo mejor para ella.
Simplemente me sentía sin ganas de existir.
Mientras caminaba sin rumbo, la brisa fría fue la que me traía de vuelta a la realidad. Había recorrido una cantidad de metros podría decir que incluso kilómetros.
Me encontraba ante un parque un poco alejado de la ciudad, al parecer por el frio que empezaba a hacer la gente se había ido a sus casas temprano,
El parque estaba desolado, no había gente alrededor. Solamente yo y la luna.
En ese momento recordé que hoy iba a cambiar de color. Tal vez es por eso que hace tanto frio.
Mire mi teléfono para ver la hora, eran las nueve y media de la noche, según el acto ocurriría a las diez.
Volví a guardar mi celular en mi pantalón, y ubique un balcón y decidí sentarme.
A pesar de que no tenía ánimos de nada, preferí quedarme a ver la luna, después de todo había planificado verla. Y podía decir que me intrigaba ver el acto lunar…
Tal vez sea patético, tal vez debí decir algo, o formar un espectáculo. A pesar de eso, preferí la dignidad de ella por encima de la mía.
¿Por qué seré así? ¿Por qué siempre pienso en los demás sin pensar en mi mismo? Todos mis problemas ocurren por ello.
Realmente… -- deseo que alguien comprenda mi corazón. – vocifere entre lagrimas mientras le pedía a la luna.
En ese momento vi como el tono de la luz se hacía verdoso. Apenas alrededor de la blanca circunferencia se hacia presente el color verde, era realmente hermoso.
Una pequeña sonrisa se dibujo en mis labios.
-- ¿Por qué quieres que alguien comprenda tu corazón? -- una voz frívola casi susurrante hizo presente. Yo simplemente por la sorpresa me caí del asiento. Mis reflejos realmente estaban mal, creo que es por lo devastado que estoy.
Intente reincorporarme, posiblemente habría sido un delincuente, pues era bastante tarde, cabe la posibi… li… ¡dad!
No podía creer lo que veía, una figura femenina se hacía presente ante la luz que producía la luna verdosa.
Su piel era blanca decorada con unas marcas en forma de espiral rodeando algunas partes de su cuerpo, su cabellera abundante que bailaba al song de la briza, su ropas aun mas blanca que su piel que parecía producir luz. Pero lo que me llamaba mas la atención era su mirada, sus ojos que no parecían demostrar nada, pero que producía una sensación seductora con sus largas pestañas y coloridos palpados, que hacían juego con el brillo de sus labios.
-- entonces Nick, dime, estoy harta de ver que te humillen. –
¿Oí bien?, esta hermosa mujer no solo conoce mi nombre, parece ser que también, me conoce.
Pero tranquilízate, aunque es hermosa, recuerda lo que ha pasado con tus anteriores experiencias. Las apariencias atractivas significan problemas.
- ¿A qué te refieres con harta? - preguntes - ¿Acaso me conoces? – añadí para ser mas especifico.
- Soy lo que se conoce como una diosa.
- ¿Y qué tienes que ver tú conmigo? -pregunte, toda esta situación aunque sea inesperada, y según ella es un ser místico, pues yo aun pensaba que estaba en un sueño, pero veamos hasta donde nos lleva esto.
- Pues, eres afortunado – en serio dijo eso – hoy soy libre por la debilidad de la luna, y como has estado observando la luna constantemente desde hace un rato, pensé en darte la oportunidad de cumplir un deseo.
- Hace rato lo dije, quiero que alguien aprecie mi existencia, que realmente entienda mi corazón. – volví a rectificar.
- Pues, si ese es tu deseo, creo que también seré beneficiada. – quede dudoso con lo que decía la mujer.
- Yo estaré a tu lado por un tiempo, y te ayudare a conseguir potenciales candidatas a tus condiciones.
Sin muchas ganas solté una pequeña risilla e inmediatamente pellizque mis mejillas para salir de mi trance.
Tal como había imaginado, era un sueño… poco a poco abría mis parpados, me encontraba recostado en el banquillo, no mi espalda estaba recta y lo que sentía al tacto era el frio concreto de la plaza, pero mi cabeza estaba en algo suave, terso y de olor fresco.
Inmediatamente abrí de golpe mis ojos, y al ver hacia arriba, pude ver el rostro, aquel rostro con el que soñé.
Sin poder pronunciar palabra simplemente me levante exaltado.
Hace un instante me encontraba recostado en el regazo de aquella mística mujer.
- Despertaste, ya puedo dejar de hablar mediante tus sueños.
- Lo sabía, tú… ¡tú eras un sueño!
- ¿Entonces quieres tener una relación con esta diosa? – me sonroje – pude ver todas tus intensiones lascivas conmigo – no pude evitar sentir vergüenza, toda esta interacción hacia olvidarme de lo que había vivido hace un momentos.
- Veras, yo no puedo hacer todas esas actividades que te imaginas, pero escrudiñaba tus recuerdos, no pude evitar sentir pena por ti
- Eso es lo más doloroso que he escuchado, y más viniendo de una diosa. – mencione cabizbajo.
- Eres un humano con muy mala suerte, he decidido que alguien con tan buen corazón no puede sufrir tanto, así que te daré el privilegio de convivir conmigo.
- ¿Puedo tener ese privilegio?
- Es tu recompensa pero, sin embargo no esperes nada carnal de mi parte, o algo monetario.
- No se supone que me encontraras una candidata para mi deseo, creo que tu eres lo mejor para mi – dije sinceramente.
- Lo lamento, pero no soy lo mejor para ti, no puedo satisfacer tus necesidades fisiológicas, las diosas como yo no necesitamos hacer esas cosas
- ¿No necesitan? ¿ósea que si pueden?
- Por lo tanto solamente me mantendré a tu lado hasta conseguir tu objetivo.
- Bueno ya que te me acosaras pero no me dejaras hacer nada carnal, al menos puedo saber tu nombre.
- Llámame como tu más guste. - supongo que es peligroso mencionar su nombre, no le di mucha importancia, pues la luz de la luna alumbraba sus ojos hipnotízantes.
- Qué te parece Musa. – fue lo primero que pensé ya que se supone que musa es el ser que nos inspira, y ella me inspiraba a… bueno, a ser feliz.
- Si es lo que más te agrada, llámame Musa. Ahora solo queda sellar nuestro trato.
- ¿sellarlo… A que te refieres? – pregunte dudoso. Acaso tendría que darle mi alma para esto, ya había pensado en muchas cosas bonitas, pero si voy a dar algo tan valioso no valdr…
- Tienes que besarme, para completar el trato. –
- ¿ese es el trato, y cuáles son las consecuencias? – ese trato me parecía de lo más conveniente, regla número uno, siempre ten cuidado en los tratos.
- Para ti no es la consecuencia es para mí – otra vez, eso es lo más doloroso que me han dicho para mí.
- Bueno acepto ese término ¿entonces como hago esto, tiene que ser un pico o un beso apasionado? – estaba nervioso, entusiasmado y un poco excitado. Aunque ya he besado chicas, esta sería la primera vez con un ser celestial.
- Como mas guste, pero recuerda que soy una diosa, por favor no me profanes mucho.
Intentando controlar mis nervios y mis ganas de tocar mi boca con la suya, la tome de la nuca e inicie un beso con toda la pasión que tenia, pues esa probablemente sería la primera y última vez que besaba a una criatura tan bella.
Muy buenas a la personita que leyo esto... agradezco que te tomaras el tiempo para leer esto.
dime tus impresiones en los comentarios. ¿como crees que avanzara la trama?
Me sorprendi al ver; mejor dicho, al no ver esta linda historia que he creado aqui en el shibe...
realmente crei haberla publicado antes, pero parece que no fue asi.
si esto tiene un ... digamos buen alcance tal vez me ponga a escribir las continuaciones restantes.
esperando que le haya gustado me despido hasta un siguiente capitulo
Última edición: