Buenas noches mis amigos furros y algunos no tan furros aquí les traigo el 15to capitulo de este fic, lamento la tardanza y como sabran hace 2 días o quizas no lo sepan, el 10 de octubre este fic cumplio un año de estar publicado, si asi es ¡Feliz primer aniversario Divine Descendants!, seguro se preguntaran porque el escritor no ha hecho algo especial para conmemorar el dia especial de su fic, pues la respuesta es que tuve unas cuantas dificultades con el tiempo que no me dejaron celebrar mi fic en su dia especial pero no se preocupen, tengo la intencion de hacer algo para celebrarlo aunque ya haya pasado su dia, pero en fin no los molesto más, que disfruten del nuevo capitulo que les traigo.
Capítulo 15
El rey del inframundo y el príncipe del inframundo, Hades y Hydesu.
-3 de junio del año 2113, lunes, 6:40 PM-
Hydesu seguía entre muchas lágrimas y llanto envuelto en los brazos de su madre mientras los presentes lo observaban, además de que Sebastian incluso se sentía un poco feliz por Hydesu, incluso ahora parece que se le ve como si un peso se le quitara de encima debido a que ahora quien es la madre biológica de su amigo, pero lo que aun trataba de procesar es que ahora tiene un hermano gemelo o mejor dicho que lo tenía pero que no sabía de él además pensaba en como en sano juicio Manabu se lo iba a tomar cuando… lo… viera.
Una sonrisa se curvo en el hocico de Sebastian, cierta sonrisa que llamo la atención de Zeus de una forma un tanto inquietante. "¿S-Sebastian en que cosa estás pensando para sonreír de esa forma hijo?" preguntó el lupino blanco tragando un poco grueso.
Sebastian gira su mirada para mirar a su padre a los ojos sin borrar la sonrisa de su rostro. "Solo me preguntaba en la cara de tonto que pondrá Manabu cuando vea a que hay otra persona igual a mi je, je, je, je, je, con esto me vengare por haberse puesto a comer sin haberse preocupado por mi antes." Dijo Sebastian sin de lado su pequeña travesura para darle un paro cardiaco a Manabu cosa que le extraño a Sero aunque más bien lo incomodo un poco.
"P-papá, mi hermano… ¿Es así siempre y quien es Manabu?" preguntó al principio nervioso pero luego preguntando por Manabu que por como cosa de magia…. Aparece y con compañía.
"¿Quién dices que se va a sorprender y que cara va a poner a propósito quien me llamo?" dijo Manabu como lo más normal del mundo.
"… ¡N-N-N-N-N-NIISAN DE DONDE SALISTE!" exclamo demasiado sorprendido al punto que salto directo a los brazos de Osamu que aunque tratara de aguantarse, se comenzó a reír algo bajito.
"N-no te rías Osamu." Dijo Sebastian avergonzado con las orejas abajo.
"Perdóname no me pude aguantar Sebastian." Dice el vulpino bajando a Sebastian.
"¿Y bien con que me voy a sorprender hermanito?" preguntó el lupino de 13 años mirando a su hermano menor.
Primero que nada Sebastian se aclara un poco la garganta y sonríe. "Pues con él." Dice simplemente sin quitar su sonrisa mientras señalaba a Sero quien ahora está siendo observado por Manabu.
"Are…. Are…. Are………. Are….." Dice parpadeando unas cuantas veces mientras su mirada alternaba entre Sebastian y entre Sero a quien solo ve como otro Sebastian del cual no conoce su nombre pero eso sí, su mirada sigue alternándose entre él y entre Sebastian.
"Te lo presento, Manabu-niisan según Zeus digo, papá, él es Sero y es mi otouto y es mi mellizo idéntico. Sero él es mi hermano adoptivo, bueno, no tan adoptivo porque compartimos sangre desde que ingirió ambrosia con mi sangre para hacerse un dios, así que el de algún modo es tanto tu verdadero hermano desde ahora como yo." Dijo Sebastian con toda la facilidad del mundo mientras Manabu seguía como en blanco.
El lupino de pelaje blanco-negro aún permanece estático con algo de shock sin encontrar que palabras puede decir hasta Tetsuya es quien habla antes que él. "U-un placer conocerte, me llamo Tetsuya, soy un amigo de Manabu y su tesoro sagrado."
"Mucho gusto, me llamo Sero." Dice con una sonrisa estrechando la pata del pequeño tigre de casi su misma edad.
"Je, je, un placer conocerte también y el de allí es mi hermano, mi gemelo, Toshiro." Dijo también el felino casi rayado señalando a su hermano que hace como una reverencia presentándose.
"Un placer, siempre me gusta hacer nuevos amigos." Respondió el lobito con una sonrisa mientras que Reiji finalmente se da cuenta del estado de su hermano.
"¡H-Hydesu que sucede porque estas llorando y quien es esta mujer!" pregunto un Reiji algo alertado pero antes de decir algo más Jeremy lo toma del hombro para hacerlo para atrás.
"No interrumpas Reiji, está teniendo un momento con su madre biológica, no arruines el momento." Dijo el lupino café.
"M-m-m-m-m-madre, ¿ella es su madre, su madre, madre?" preguntó el lupino de pelaje gris-plata todavía sin podérselo creer.
"Si ya dije que esa es su madre, ¿acaso tengo que gritártelo a la oreja Reiji?" Dijo Jeremy cruzándose de brazos.
"V-vale si ella es su madre entonces… eh…. Are…. Are… ¿Por qué estoy viendo a otro Hydesu cuando Hydesu está claramente en brazos de quien es su madre?" preguntó el canino mirando a Hikaru sin saber quién es o porque es idéntico en todo a Hydesu.
"Así, Reiji te presento a tu otro hermanito, él es Hikaru, el otouto y mellizo idéntico del que Hydesu se viene enterando justo hoy." Explico otra vez el lupino de ojos dorados como si nada fuera importante.
"Hermano… gemelo…. Ay mi dios…" decía Reiji sintiendo como de pronto todo le da muchas vueltas hasta ser sostenido por Jeremy. "G-gracias, esto es mucho para mi aunque solo tengo que decir que bueno, etto, es un placer conocerte Hikaru." Dijo con un poco de nervios.
Hikaru solo podía ladear un poco la cabeza notando como su mellizo ya estaba solo sollozando, señal de que acabo de soltarlo todo en el abrazo de su madre. "Eeem niisan, ahora que estas mejor me… me podrías explicar mejor lo de Reiji-kun." Dijo Hikaru pero noto que Hydesu aun sollozaba sin responderle.
"Yo te lo explicare." Dijo Kato que aunque no sabía que pasaba entendió bien el asunto de los gemelos de Hydesu y de Sebastian, además de ser el único a excepción de él y de Kaiser en no estar paralizados o desmayados como el caso de Saburou y de Cross. "Reiji-san antes era un furmano desde que nació pero por eventos recientes cuando descubrió la divinidad de Hydesu, el decidió convertirse en dios por lo que acabo ingiriendo la ambrosia de los dioses bañada con una gota de sangre de Hydesu convirtiéndose así en un dios, lo mismo es el caso de Manabu-san solo que con la sangre de Sebastian." Dijo así con simpleza Kato.
Ante eso Hikaru asintió con la cabeza entendiendo lo que le dijeron aunque ya Hydesu por lo menos se calmó para poder hablar un poco. "S-si en teoría y un resumen bastante corto creo, eso fue lo que paso." Dijo el lupino azabache limpiándose unas lágrimas.
"Ya veo lo que eso significa que indirectamente hay un nuevo miembro en la familia, es un gusto que seas de la familia, Reiji-kun." Dijo amablemente Perséfone mientras frotaba la cabeza de Hydesu.
"S-si señorita…. Aunque no se… aún se me haría difícil llamarla madre..." Respondió Reiji rascándose detrás de la cabeza algo incómodo.
"No hay prisas, Zeus me conto todo, acabas de perder justamente hoy a tu padre y lo lamento mucho, si aún viviera quisiera agradecerle por haber criado tan bien a Hydesu cuando yo y Hades no pudimos hacerlo." Dijo ella de regreso.
Reiji ante eso alza las orejas pero niega con la cabeza. "N-no es necesario eso, ese día, cuando mi hermano apareció sin aparente aviso en nuestra puerta mi padre y madre no podían solamente entregar a Hydesu a un orfanato y menos siendo más pequeño que yo, lo menos que pudieron hacer fue que fuera parte de nuestra familia, tenerlo con nosotros fue lo más feliz para mí y mis padres aunque aún me sorprende el hecho de conocerla a usted." Respondió aun con incomodidad.
"Entiendo. Pero no tienes por qué estar incomodo, desde el día en que tomaste la ambrosia te convertiste en un miembro oficial de esta familia y estoy feliz de recibirte en ella." Volvió a decir la diosa con un tono amable y cálido.
Reiji no sabía que más decir pero eso no le evito sentirse bien estando cerca de la madre biológica de su hermanito. "Muchas gracias otra vez."
"Niños, perdón si hago esto un poco apresurado pero es momento de que vayan al inframundo, Hades tiene debe enterarse que es inocente además de libre del encierro al que lo confine y que mejor forma de romper ese encierro que con el poder de Sebastian y de Sero." Dijo como si nada el dios de los cielos atrayendo así la atención de Sebastian acompañado de su acusadora mirada.
"Perdón papá pero escuche que dijiste que usaste alguna clase de magia para que el padre de mi amigo no saliera del inframundo…." Respondió Sebastian con un aura de los mil demonios que está intimidando a su propio padre incluso a Sero que no había visto así a su progenitor.
Zeus claramente trago grueso y con nervios ingeniándoselas para responder. "B-bueno pues es que en ese tiempo tú y tu hermano estaban recién nacidos ya sabes cómo son los lobos con sus recién nacidos, no pensamos bien las cosas, nos ponemos demasiado territoriales y las cosas acaban mal..." acabo de decir el lobo blanco con obvios nervios y las orejas aplanadas hacia abajo por la aun amenazante aura de Sebastian.
Finalmente el cachorro del dios de los cielos acaba por suspirar negando con la cabeza. "Vaya padre tengo… ¿entonces solo tenemos que ir al inframundo, decirle a mi tío todo el malentendido y que es libre además de romper el sello para vivir todos felices?" dijo el menor cruzándose de brazos mirando a Zeus.
Acorde con las palabras de su descendencia, Zeus asiente con la cabeza. "Si básicamente eso es lo que habría que hacer. Aunque no irán los dos solos, van a ir con Takumu y sin olvidar que siempre deben estar con sus tesoros sagrados."
Con eso los planes se ponen en marcha para ir al inframundo, especialmente por Perséfone que está feliz por contarle las noticias a Hades aunque también por el hecho de que Hydesu vaya con ella aunque el pequeño azabache por un lado esta de lo más nervioso por ver con sus propios ojos el reino de los muertos, tema que es suavizado un poco por Kaizon y por Hikaru además de otra cosa Sero esta justamente corriendo feliz por el castillo hasta que por fin llega al lugar que esperaba siendo una gran biblioteca además de ver a quien buscaba con la cabeza contra la mesa quizás porque está dormido.
"¡Loke despierta tengo algo que hacer y necesito que me acompañes por favor!" exclamo Sero haciendo que el nombrado se despierte de golpe al escuchar la voz del lobito.
Loke simple vista es un dingo de unos 15 años o de unos 16 años de pelaje color amarillo jengibre con algo de rojizo y amarillo arena además de que se ve que por la parte baja de su hocico bajando hacia el pecho y zona de los brazos hasta su patas y demás que no se ve debido a su ropa, este presenta un color blanco lo cual debe ser cosa de raza pura puesto que ese pelaje blanco se ve presente en incluso en su cola, el iris de sus ojos es de color bermellón, viste una camisa manga corta azul claro cosida a mano con un corte en V en el pecho que está atado con un cordón marrón claro que seguido de esas mangas cortas hay otra prenda de mangas largas del mismo azul claro con hilos cosidos en la zona de los puños, pantalones holgados de color marrón siena y tenis deportivos color cerúleo y con suelas blancas, además de que como último detalle está usando un colgante con un simple cristal traslucido. Además de que este ostenta la gracia de ser el tesoro sagrado de Sero.
"E-eh que ejem n-no estaba dormido ni nada solo estaba este… ¡descansando si eso!, por favor no lo tome como una falta de respeto Sero-sama ay… otra vez fui muy formal, lo siento Sero aún me cuesta a pesar de que soy tu amigo y tu tesoro desde que tenías 10 años." Dijo el dingo cerrando el libro que estaba leyendo y levantándose de la mesa en la cual estaba.
Sero solo se le acerca al canino tomándolo de la muñeca sacándolo de la biblioteca para ya tenerlo caminando por el pasillo. "Je, je, je tranquilo no pasa nada pero ven rápido tenemos que ir ahora y también tengo a alguien que presentarte, te vas a sorprender muchísimo cuando lo veas."
Eso extraño a Loke haciéndolo bajar una oreja y alzar una ceja mientras caminaba por el pasillo doblando de vez en cuando a otro pasillo con Sero aun tomándolo de la muñeca derecha. "¿D-de acuerdo?"
Con eso dicho continúan caminando hasta estar precisamente en el patio del gran árbol de la ambrosia donde todo el mundo estaba esperando incluidos Takumu, Kaizon, Hironobu y Mayura. De solo estar llegando el dingo ya en su cabeza comenzó a construir el porqué de las palabras de Sero en el preciso instante en que vio a Sebastian al lado de Zeus, casi parece que al pobre tesoro sagrado le da una especie de ataque al igual que Manabu que por cierto esta recostado del tronco del árbol con una toalla cubriendo su cara mientras es abanicado por Tetsuya, en fin luego de la pequeña explicación de parte de Sero y de Zeus además de una pequeñas quejas de Sebastian hacia Takumu por no decirle de su hermano junto a que casi fue lo mismo entre Jeremy y Kaizon por que el segundo nunca le dijo nada de su mellizo a Hydesu aunque no fueron del todo discusiones grandes pero al final todo llevo a una decisión final.
Ir directamente al inframundo, tras las presentaciones de los demás hacia Loke para hacerle saber sus nombre, el grupo estuvo listo para irse, Saburou y Kato optaron por quedarse ya que tanto de no ver a su padre sería buena forma de compensar el tiempo perdido mientras que Cross sí quiso irse con el resto ya que no había pasado mucho tiempo con Jeremy a lo que este no se negó. Por lo tanto el grupo quedo conformado primero que nada por Perséfone, el doble par de mellizos del inframundo y el cielo junto a su tesoros sagrados más Cross junto a los ángeles blanco y negro con sus tesoros sagrados que en lo que podría decirse que después de una despedida hacia Zeus, la reina del inframundo solamente tuvo que abrir un portal que cruzo ella primero seguido de los demás encontrándose en un parpadeo frente a un paisaje que parece sacado de alguna fantasía ya que todo se ve como un páramo o un valle bastante seco, el cielo siempre nublado y algo oscuro y para cereza del pastel varias personas vestidas de blanco que resplandecen del mismo color como si fueran fantasmas ya que eso son, fantasmas que en pocas palabras son gente muerta, aunque la palabra correcta seria que son sus almas.
De solo ver el paisaje Hydesu siente que todo el color en su cara se le va al igual que Sebastian que se pone azul del miedo mirando tantas personas con aspecto fantasmal aunque el que recibe más directamente el impacto es Hydesu. "E-e-e-e-e-e-esto es el inframundo…" dice entre tartamudeos sintiendo como su visión se le empieza a hacer algo borrosa amenazando también con caerse al suelo debido a los temblores de sus piernas.
"Si mi príncipe este es su hogar, el sitio donde usted nació." Respondió Kaizon que al momento de mirar a Hydesu este se arrepintió de haberle respondido. "Pero exactamente usted no nació aquí exactamente, usted nació en el palacio del señor Hades se encuentra justamente al norte de aquí ya que nos encontramos en una de las regiones centrales del infierno, la primera región." Aunque dijera eso la respuesta hacia que Hydesu se comenzara a tambalear por lo que con vergüenza Kaizon miro a su reina.
Entendiendo el mensaje la adulta se le acerca a su hijo para calmarlo un poco con una caricia gentil sobre su mejilla. "Tranquilo bebe… tu no naciste en este lugar tan tenebroso que a mí me costó tiempo llamarlo mi hogar junto a Hades, yo te traje a ti y a Hikaru a este mundo en un lugar muy hermoso, debes conocerlo por el nombre de los campos elíseos, tu padre pensó que el que diera a luz en este lugar no sería muy apropiado por que acabe teniéndolos en los elíseos." Dijo ella con suavidad mientras notaba como su hijo en efecto se había calmado aunque el problema estaba en Sebastian ahora. "No tienes por qué tener miedo, las almas nunca han herido a ningun dios, eso ha dicho Hades, son inofensivas ya que así las mantiene Hades junto a que es la función principal del inframundo, que las almas nunca hagan nada violento y que sigan su camino al lugar al que deben ir." Dijo mientras miraba como Sebastian se calmaba por el momento.
"Sé que da miedo pero por un 50% es hogar dulce hogar, aunque siempre me quedo en el elíseo." Dijo Hikaru para confortar un poco a su hermano también.
"E-entonces tenemos que ir directamente al castillo que menciono Kaizon." Dijo Hydesu.
Mayura negó en respuesta. "Antes de eso debemos pasar por la principal entrada, estamos en la región central del reino de los muertos pero no dentro de él como tal. Debemos cruzar la puerta custodiada por su guardián."
"¿Guardián?" repitió Cross ladeando la cabeza con una oreja abajo.
"La pregunta será respondida cuando lo vean ustedes mismos." Dijo Kaizon.
"Aunque no sé si sea del todo agradable cuando lo vean." Dijo Takumu al saber quién era obviamente el guardián.
"Estoy en la misma posición que Takumu." Dijo el león albino con el mismo tono.
"Bueno no se preocupen por el guardián, los dejara pasar ya que estan conmigo y con Hikaru-chan." Dijo positivamente la fémina adulta.
"Vale…. Aunque aún me causa misterio que clase de cosa será la que resguarda esa entrada." Dijo Jeremy con una pata en la barbilla pensando mientras Osamu estaba en el mismo bote que su pareja.
Sin más tiempo que perder Perséfone con asistencia de Kaizon los guían por el camino a seguir, obviamente por un sendero que solo se revela ante la reina de estos dominios, cosa que les alivio a Hydesu y a Sebastian el no tener que caminar entre las almas cosa que por así decirlo le causo un poquito de risa a sus gemelos, aunque Reiji y un casi aun aturdido Manabu hablaban de como en unos minutos más ya de seguro sus hermanitos se llevarían bien con los gemelos que no sabían que tenían, sin mencionar que ellos también tenían a sus propios gatos asustadizos de forma literal pegados a ellos con unos cuantos nervios y miedo aun presentes por solamente estar en el inframundo.
El camino que solo se revela ante Perséfone por así decirlo es una especie de sendero que se mantiene oculto pero que solo aparece cuando ella decide usarlo, de momento el camino es de lo más tranquilo… hasta que sin notarlo ya habían llegado hasta una enorme puerta de acero en la que se ve bastante neblina que la hace ver más intimidante y misteriosa a la vez.
"Llegamos esta es la puerta." Anuncio la diosa.
"Lo que lleva a la pregunta ¿Dónde está su susodicho guardián?" dijo Jeremy cruzándose de brazos mirando por todas partes, o lo que alcanza a ver.
Manabu sale de su shock siendo ahora más consciente de donde estan además de querer responder a la pregunta de Jeremy. "Mejor no hables mucho, sabes que lo que dices puede regresar a ti del modo que menos te lo esperas."
"Estoy de acuerdo con eso, mejor no tientes a la suerte Jeremy." Dijo Reiji.
"Por favor como si algo pudiera suceder." Dijo el lupino bastante seguro de que no sucedería nada al menos hasta que escuchan el sonido de algo rebotando o quizás lo contrario haciendo que los dos tigres salten a brazos de sus dueños.
"¿Q-que es ese sonido?" dijo Toshiro con la cola erguida y demasiado encrespada del miedo.
"P-p-p-parece que se acerca." Dijo esta vez Tetsuya clavando sus garritas en Manabu.
Los nervios de los dos felinos es notable mientras el sonido se hace más presente hasta que por fin se hace presente que se trata de…. ¿una pelota?, que casualmente termina a los pies de Hydesu que en seguida se da cuenta de que escucha unos ladridos que lo ponen alerta y más cuando ya la fuente de dichos ladridos está presente. Un pequeño cachorrito feral de pelaje blanco brillante con las orejas en alto aunque este las aplana contra su cabeza en cuanto ve a Hydesu y que claramente menea la cola mirándolo.
"¿Eh?" dicen casi todos al unísono mirando al cachorro.
"Que…. Que…. ¡Qué lindo!" dice de inmediato Hydesu tomando al cachorrito en brazos quien le ladra y le comienza a lamer la mejilla al lupino pequeño. "ja, ja, ja, ja, me haces cosquillas para, ya, ja, ja, ja, ja." Decía el menor riéndose por las lamidas del pequeño animal.
"Tanto susto para nada ¿él es el guardián?" pregunto Sebastian.
"De hecho no lo es." Dijo Hikaru y en respuesta se escuchan unas gigantescas pisadas que hacen temblar casi todo el sitio en el que están. "Este cachorrito es Kohaku y es… la cría del guardián que es…"
En respuesta las pisadas se escuchan más cerca seguido de ver como de entre la niebla se ve una silueta gigantesca que es por mucho más grande que todos los presentes llegando casi a ser del tamaño de la mitad de la gran puerta, en ese momento por puro instinto Sebastian atemorizado se sube a los brazos de Osamu mientras Cross claramente del miedo directamente va y abraza a Jeremy mientras que Hydesu solo podía temblar con el cachorrito en sus brazos, en cuanto al resto estos estaban neutrales a excepción de Takumu y de Hironobu que están un poco preocupados. Al final la figura al salir de la niebla se ve claramente que cosa es lo que custodia esta puerta, un gigantesco perro demoniaco del mismo color de pelaje blanco que Kohaku solo que con una coloración un poco oscura tirando a gris además de que extrañamente este posee una cola de serpiente y para toque final esta lo que más hace sudar de los nervios, que este perro posee tres cabezas, si, TRES cabezas idénticas con los mismos ojos amenazantes, los mismos afilados colmillos y la saliva que gotea de sus lenguas seguido del encrespado pelaje de sus cabezas que es de color gris bastante oscuro.
"¡AAAAAAAAAAAAAAAAH! ¡QUE COSA ES ESO, QUE COSA ES ESOOOOOOOOOOOOO!" grito de miedo Sebastian sin tener el valor de soltar a Osamu.
"¡ESO QUIERO SABER YO!" Grito también Manabu ahora abrazando a Tetsuya sin preocuparle que le esté clavando sus garras.
"¡Mejor dicho que alguien salve a Hydesu!" Exclamo Reiji sin poder soltar para nada a Toshiro además de que le lanzaron miradas a Jeremy.
"¡Si, si, si ya voy a mí no me da miedo un perro gigante de tres cabezas como a otros que estan aquí presentes!" exclamo el lupino café caminando casi naturalmente hacia Hydesu que está temblando como gelatina.
Ante la reacción de ellos Hikaru solo se podía reír mientras que Perséfone es la que disipa la situación. "Tranquilos no les hará nada, él es Cerbero, el guardián de esta puerta y la mascota personal de Hades, es casi inofensivo a excepción de que su única tarea es no dejar que los muertos se escapen ni que los vivos entren. Pero de resto es inofensivo."
"Pues entonces porque está mirando a Hydesu como si fuera su primer bocado." Dijo el lobo café.
En efecto todos observan como una de las cabezas de Cerbero, la cabeza central se agacha hasta estar frente a Hydesu como si lo inspeccionara además de gruñir un poco al notar que cosita lleva en sus brazos… a su cría, su adorado cachorro Kohaku.
"N-no es lo que crees…" dijo Hydesu temblando mientras aun tenia a Kohaku en sus brazos, incluso tenía su cola entre sus piernas por lo asustado que esta además de sentir como algo caliente esta justamente manchando sus pantalones cortos. Aunque lo que se esperaba no sucedió, en su lugar solamente sintió como la gran nariz de la cabeza central del Cerbero lo olfateaba que en seguida se vio como menea su enorme cola y lamer ligeramente la cara de Hydesu quien se queda con los ojos en blanco al estilo anime. "¿A-are?"
"¿Qué?" Dijo Jeremy con la cara en blanco.
"¿Eh?" dijeron al mismo tiempo Reiji, Manabu, Toshiro y Tetsuya.
"Que… que pasa aquí." Dijo Sebastian.
Osamu solamente ladeo la cabeza un poco y entonces rápidamente lo comprendió. "Ya veo tiene sentido total esta situación."
"Si completamente, ya veía venir esto." Dijo como si nada Takumu mientras Hironobu solo asentía con la cabeza y meneando un poco su cola.
"Es natural, sabía que Cerbero no lastimaría al príncipe Hydesu, eso lo pude confirmar hace 12 años cuando yo y Mayura pasamos por esta misma puerta cuando Hades-sama nos dio la orden de llevarlo a la tierra. Pasamos por aquí y contamos con la suerte de que Cerbero al olfatear a Hydesu este solamente se hizo a un lado y nos dejó pasar." Dijo Kaizon tranquilamente.
"Cerbero por lo tanto recordó el aroma de aquel bebé que olfateo hace 12 años… eso y que príncipe Hydesu tiene el mismo olor que tiene Hades-sama." Completo la compañera de Kaizon.
"H-h-h-h-huelo como…. Mi papá…." Repitió Hydesu sin dejar de temblar aunque claro ya más calmado porque Cerbero no presenta amenaza alguna.
Perséfone se rio un poco. "Si tienes el mismo aroma único que tiene Hades pero un poco diferente ya que tú eres tú y Hades es Hades, huelen igual pero en cierto aspecto algo diferente."
"Pero estén felices, Cerbero no presenta amenaza pero si hay algún desconocido tengan por seguro que si se pondrá violento." Dijo Hikaru caminando hasta el gran Can que le acerca una de sus cabezas para acariciarlo.
"A-al menos podemos pasar ¿cierto?" dijo Cross temblando detrás de Jeremy.
"Si podemos, Cerbero déjanos pasar por favor queremos ir al castillo y…" estaba diciendo Perséfone cuando Cerbero solo le dio una pata a la puerta con su pata trasera derecha haciendo que se abra. "Ver a Hades…. A veces pienso que le hace más caso a Hades."
"Bueno, de todos modos la puerta ya está abierta." Dijo Jeremy que ahora mira a Hydesu y nota el pequeño incidente en su pantalón. "Y quizás puedas hacer algo al respecto al pequeño asunto que paso, Hydesu."
"N-no digas nada Jeremy." Rogo Hydesu.
"Tarde ya todos lo ven o más bien, lo huelen, recuerdas la mayoría son caninos…" Dijo el lobo sonrojado para que Hydesu no se avergonzara tanto.
Hydesu aplano las orejas pero una lamida de Kohaku lo hizo sentirse mejor y sonreír, incluso a Perséfone. "Ya tenemos la puerta abierta, andando, el castillo está casi cerca, solo tenemos que pedirle al barquero que nos lleve."
"¿Barquero?" dijeron a modo de pregunta Reiji, Manabu, Toshiro y Tetsuya mientras que Cross ladeo la cabeza para ahorrarse palabras.
"Si barquero, mamá habla de Caronte." Dijo Hikaru.
"Caronte, el barquero del rio Aqueronte incluso es famoso en libros de la tierra, aunque claro también resalta que le gusta ser sobornado, transporta a vivos siempre cuando le paguen." Dijo Mayura.
"Oooooh." Exclamaron los que se extrañaron.
"Esperen, ¿puedo llevar conmigo a Kohaku?" pregunto Hydesu mirando a su madre y después a Cerbero.
Cerbero solo se hizo a un lado echándose al lado de la puerta recostando sus cabezas en sus patas como si poco le importara pero que era un sí a su modo mientras Perséfone tenía la decisión final a lo que con una sonrisa asintió haciendo feliz a Hydesu meneando su propia cola al igual que el cachorrito feral en sus brazos. Siendo así finalmente cruzan la puerta abierta por Cerbero que tras pasarla se cierra detrás de ellos seguido de ver como en frente a unos cuantos pasos más adelante encuentran lo que parece ser una gran barca capaz de llevar a mucha gente y quien la comanda es un ser sombrío que viste únicamente una túnica negra al que no se le distingue para nada el rostro, solamente se ve como un gran vacío, lo único que puede ser visto son sus manos que parecen y son claramente huesos de esqueleto.
Pero en fin una vez que el barquero se jacta de la presencia de aquella que gobierna junto a su señor este les da pase libre para subir en su barca sin preguntar nada sobre los invitados del monte olimpo además de que fácilmente discernió la diferencia entre Hydesu y Hikaru ya que se inclinó ante el primero para mostrar su respetos hacia el además de estar como queriendo darle la bienvenida, el joven solo le regreso la cortesía mientras ahora son transportados por la barca que se mueve por cuenta propia por un buen tiempo hasta finalmente llegar a tierra siendo lo que ahora es un largo sendero que al final se ve el inmenso y sombrío castillo del dios del inframundo que es casi idéntico al palacio que hay en el olimpo pero siendo este la versión lúgubre y que da miedo, inesperadamente Sebastian soltó que esto es como estar en un castillo de películas de terror viejas de las que se ven en la TV, ese solo comentario hace temblar un poco a Hydesu, Toshiro y Tetsuya por lo que el lobito rubio decide mejor olvidarse de seguir diciendo algo sobre el asunto.
En vez de seguir hablando siguieron el camino hasta cruzar por la entrada principal del castillo que claro estaba custodiada por unos guardias que de inmediato les permitieron la entrada, más porque iban con Perséfone, Hikaru y Kaizon, de solo entrar por el castillo la caminata directa hacia el salón del trono fue relativamente de lo más fácil… por así decirlo no es nada difícil orientarse por el castillo a excepción del palacio de Zeus en el olimpo, en fin no les tomo más de unos minutos llegar a la entrada del dichoso salón pero Perséfone decide pasar primero.
Justo al abrir la puerta se aprecia un enorme salón con varios pilares en determinados lugares de la habitación y en frente al final se ven unas ligeras cortinas transparentes que separan a la lupina de la persona a quien va a su encuentro, no obstante de solo acercarse más la figura tras las cortinas se hace cada vez más visible hasta verse a una figura sentada en un trono negro con detalles dorados y la persona sentada en dicho trono… es su esposo, el rey del inframundo…
Hades, un gran lobo de pelaje y cabello negro con tonalidades azules bastante presentes que casi hacen parecer que el azul es su color de pelaje dominante mientras que desde la zona baja de su hocico hasta su pecho y otras partes no visibles se le ve de color blanco, posee ojos azules como el cielo pero muy profundos y claros, no se sabe su edad exacta ya que a simple vista se ve como alguien de unos 34 o 35 años de edad o quizás menos de lo que parece, usa siempre un largo abrigo negro de capucha que en la espalda tiene el símbolo de un par de alas negras en tonos grises y platino, debajo usa una camisa oscura de botones con el cuello amplio dejándole ver su pecho, pantalones oscuros sueltos algo holgados, usa una especie de zapatos negros con adornaciones metálicas que los hacen ver como zapatos de armadura y por último unos guantes negros. Además este en si se encuentra extrañamente con la mirada vacía con la cabeza observando solo al suelo, sus ojos incluso parecen como si no tuvieran nada de vida sin olvidar que alguna clase de poder invisible le impide caer de cara al suelo por la posición encorvada en la que se encuentra, quizás debido a lo que Zeus dijo que impuso sobre su hermano y que comento a Sebastian y Sero que deshicieran.
Ver en ese estado le dolía en el alma a su esposa pero esta solo sonríe como de costumbre acercándose al lupino negro haciendo que se note su presencia que pronto es captada por Hades que solo ante las pisadas alza sus orejas. "¿Perséfone? ¿Eres….? ¿Tú?" dijo casi en un susurro.
"Sí, soy yo Hades. Ya volví." Dijo con una sonrisa mientras acaricia la cabeza de su esposo para después inclinarse un poco dándole un beso en la mejilla. "Sabes también te traigo una buena noticia más con una sorpresa."
"¿Noticia….? ¿Sorpresa….? Perséfone…. Aprecio la intención pero ya sabes que no nunca estoy del ánimo para ese tipo de cosas… pasó…" volvió a decir completamente decaído sin siquiera alzar la mirada.
"Vamos, sé que esto hará algo más que solo levantarte el ánimo." Gira en dirección hacia el corredor del salón. "Ya puedes pasar Hikaru, y también has que el pase contigo por favor." Dijo con amabilidad y con tono de voz suficiente pero sin gritar para que se escuche lo que dijo.
Las palabras que dijo su esposa lo dejaron con cierta curiosidad que fue por primera vez lo suficiente para que Hades alzara lentamente la vista seguidamente de oír claramente como la puerta se abre dejando ver como primero entra Hikaru, el hijo que a pesar de su estado de bajo animo lo ha criado felizmente sin ninguna dificultad, aunque lo extraño es ver a su hijo con el cachorro de su can Cerbero en brazos, pero lo otro más extraño es que aparentemente le está hablando a alguien tratando de convencerlo para que entre y en seguida observa como por pasa por la puerta un lobo de pelaje café que nunca antes había visto que pronto este con la pata derecha agarra a ese alguien cerca de la puerta y lo hace entrar por sus medios, la fuerza. Eso claramente deja en plena vista al desconocido que sin duda es con quien hablaba Hikaru y por quien Hades se sorprende al solo mirarlo…. Un pequeño lobo del mismo tamaño, figura e increíble parecido con su hijo, al principio el rey pensaba que estaba alucinando o algo, quizás su estado lo haya hecho ver cosas que no eran posibles porque nadie más en el mundo podría ser idéntico a Hikaru, solo hay una sola persona en todo el mundo que podría serlo pero… eso… era… imposible….
Los ojos del dios del inframundo y menos su olfato lo estaban engañando para nada, menos es engañado cuando Hikaru aun con el cachorro de Cerbero en brazos junto a ese lobo de pelaje café se acercan cada vez más a su trono tomando al lupino de ojos azules de la muñeca para que no se alejara puesto que su mirada se ve de lo más nerviosa y tímida. "Sera… Sera posible… en serio eres tú…. De verdad eres tú y no estoy soñando." pensó el dios aun en estado de shock.
Al cabo de unos cuantos pasos hasta estar a unos pasos de hallarse frente al trono, en primer plano Hades observa mejor al pequeño canino azabache de ojos azules idéntico a Hikaru. El solo mirarlo de los pies a la cabeza e incluso captar mejor su olor, no le quedo duda de quién era. "Hy… De…. Su…. Hydesu…. En serio eres tu…." Dijo el lobo adulto con la voz temblándole.
Hydesu no sabe bien que decir, por un lado siente un nudo en el estómago y por otro un nudo en la garganta pero al final consigue decir algo. "S-si…. S-soy yo…" responde en tono de voz igual de tembloroso que Hades, justo ahí no sabe que decir ahora más que solo siente a Jeremy hacerlo caminar hacia adelante hasta que ya está justamente con el rostro en el pecho de su padre.
"De nada." Susurra Jeremy dando un paso atrás.
Hades en ese momento no sabe porque pero solamente rodea lentamente a su hijo con sus brazos mientras este comienza a derramar muchas lágrimas. "Hydesu…. Hydesu…. Por los dioses en verdad eres tú…. Tanto yo como tu madre… te hemos extrañado tanto, en especial yo, el solo hecho de estar prisionero en mi propio reino por el poder de Zeus, y estar sin poder levantarme de mi trono me ha hecho sentir que algo de mí se fue contigo ese día hace tanto pero… pero… ahora siento que ese vacío finalmente está siendo llenado con solo tenerte aquí… Lo lamento tanto, lo siento por haberte alejado de nosotros… lo siento tanto…" dice el sintiéndose muy claro el pesar en sus palabras que piden perdón.
Hydesu no sabía que sentir ahora, con su madre Perséfone fue natural pero ahora la cosa es que no es el quien llora, sino su padre biológico que pide el perdón por haberlo alejado de la familia en la que nació, sin embargo aunque sus pensamientos estén confusos, el lupino azabache le corresponde al adulto el abrazo a pesar de que este le dobla el tamaño. "No… No tienes que pedirme perdón… pa… papá…. No estoy molesto contigo, no tengo ninguna clase de sentimiento de rabia o enojo por haberme dejado en la tierra con los furmanos y humanos, al contrario de no ser porque viví entre ellos 12 años, no sería la persona que soy ahora, de algún modo… tú me hiciste quien eres… tú le diste a mama el milagro de que pudiera traernos a mí y Hikaru al mundo pero al ir a la tierra y criarme yo allí, de cierto modo el que me creo fuiste tú… por ti y tu decisión de mandarme a la tierra, soy quien soy." Dijo Hydesu sintiendo como su padre aprieta ligeramente el abrazo.
Lo siguiente que hace Hades en ese momento es solamente sollozar con el hocico temblándole para finalmente romper en llanto por la felicidad que lo invade y porque su hijo está entre sus brazos después de tantos años de haber estado separado de él.
El rey del inframundo y el príncipe del inframundo, Hades y Hydesu.
-3 de junio del año 2113, lunes, 6:40 PM-
Hydesu seguía entre muchas lágrimas y llanto envuelto en los brazos de su madre mientras los presentes lo observaban, además de que Sebastian incluso se sentía un poco feliz por Hydesu, incluso ahora parece que se le ve como si un peso se le quitara de encima debido a que ahora quien es la madre biológica de su amigo, pero lo que aun trataba de procesar es que ahora tiene un hermano gemelo o mejor dicho que lo tenía pero que no sabía de él además pensaba en como en sano juicio Manabu se lo iba a tomar cuando… lo… viera.
Una sonrisa se curvo en el hocico de Sebastian, cierta sonrisa que llamo la atención de Zeus de una forma un tanto inquietante. "¿S-Sebastian en que cosa estás pensando para sonreír de esa forma hijo?" preguntó el lupino blanco tragando un poco grueso.
Sebastian gira su mirada para mirar a su padre a los ojos sin borrar la sonrisa de su rostro. "Solo me preguntaba en la cara de tonto que pondrá Manabu cuando vea a que hay otra persona igual a mi je, je, je, je, je, con esto me vengare por haberse puesto a comer sin haberse preocupado por mi antes." Dijo Sebastian sin de lado su pequeña travesura para darle un paro cardiaco a Manabu cosa que le extraño a Sero aunque más bien lo incomodo un poco.
"P-papá, mi hermano… ¿Es así siempre y quien es Manabu?" preguntó al principio nervioso pero luego preguntando por Manabu que por como cosa de magia…. Aparece y con compañía.
"¿Quién dices que se va a sorprender y que cara va a poner a propósito quien me llamo?" dijo Manabu como lo más normal del mundo.
"… ¡N-N-N-N-N-NIISAN DE DONDE SALISTE!" exclamo demasiado sorprendido al punto que salto directo a los brazos de Osamu que aunque tratara de aguantarse, se comenzó a reír algo bajito.
"N-no te rías Osamu." Dijo Sebastian avergonzado con las orejas abajo.
"Perdóname no me pude aguantar Sebastian." Dice el vulpino bajando a Sebastian.
"¿Y bien con que me voy a sorprender hermanito?" preguntó el lupino de 13 años mirando a su hermano menor.
Primero que nada Sebastian se aclara un poco la garganta y sonríe. "Pues con él." Dice simplemente sin quitar su sonrisa mientras señalaba a Sero quien ahora está siendo observado por Manabu.
"Are…. Are…. Are………. Are….." Dice parpadeando unas cuantas veces mientras su mirada alternaba entre Sebastian y entre Sero a quien solo ve como otro Sebastian del cual no conoce su nombre pero eso sí, su mirada sigue alternándose entre él y entre Sebastian.
"Te lo presento, Manabu-niisan según Zeus digo, papá, él es Sero y es mi otouto y es mi mellizo idéntico. Sero él es mi hermano adoptivo, bueno, no tan adoptivo porque compartimos sangre desde que ingirió ambrosia con mi sangre para hacerse un dios, así que el de algún modo es tanto tu verdadero hermano desde ahora como yo." Dijo Sebastian con toda la facilidad del mundo mientras Manabu seguía como en blanco.
El lupino de pelaje blanco-negro aún permanece estático con algo de shock sin encontrar que palabras puede decir hasta Tetsuya es quien habla antes que él. "U-un placer conocerte, me llamo Tetsuya, soy un amigo de Manabu y su tesoro sagrado."
"Mucho gusto, me llamo Sero." Dice con una sonrisa estrechando la pata del pequeño tigre de casi su misma edad.
"Je, je, un placer conocerte también y el de allí es mi hermano, mi gemelo, Toshiro." Dijo también el felino casi rayado señalando a su hermano que hace como una reverencia presentándose.
"Un placer, siempre me gusta hacer nuevos amigos." Respondió el lobito con una sonrisa mientras que Reiji finalmente se da cuenta del estado de su hermano.
"¡H-Hydesu que sucede porque estas llorando y quien es esta mujer!" pregunto un Reiji algo alertado pero antes de decir algo más Jeremy lo toma del hombro para hacerlo para atrás.
"No interrumpas Reiji, está teniendo un momento con su madre biológica, no arruines el momento." Dijo el lupino café.
"M-m-m-m-m-madre, ¿ella es su madre, su madre, madre?" preguntó el lupino de pelaje gris-plata todavía sin podérselo creer.
"Si ya dije que esa es su madre, ¿acaso tengo que gritártelo a la oreja Reiji?" Dijo Jeremy cruzándose de brazos.
"V-vale si ella es su madre entonces… eh…. Are…. Are… ¿Por qué estoy viendo a otro Hydesu cuando Hydesu está claramente en brazos de quien es su madre?" preguntó el canino mirando a Hikaru sin saber quién es o porque es idéntico en todo a Hydesu.
"Así, Reiji te presento a tu otro hermanito, él es Hikaru, el otouto y mellizo idéntico del que Hydesu se viene enterando justo hoy." Explico otra vez el lupino de ojos dorados como si nada fuera importante.
"Hermano… gemelo…. Ay mi dios…" decía Reiji sintiendo como de pronto todo le da muchas vueltas hasta ser sostenido por Jeremy. "G-gracias, esto es mucho para mi aunque solo tengo que decir que bueno, etto, es un placer conocerte Hikaru." Dijo con un poco de nervios.
Hikaru solo podía ladear un poco la cabeza notando como su mellizo ya estaba solo sollozando, señal de que acabo de soltarlo todo en el abrazo de su madre. "Eeem niisan, ahora que estas mejor me… me podrías explicar mejor lo de Reiji-kun." Dijo Hikaru pero noto que Hydesu aun sollozaba sin responderle.
"Yo te lo explicare." Dijo Kato que aunque no sabía que pasaba entendió bien el asunto de los gemelos de Hydesu y de Sebastian, además de ser el único a excepción de él y de Kaiser en no estar paralizados o desmayados como el caso de Saburou y de Cross. "Reiji-san antes era un furmano desde que nació pero por eventos recientes cuando descubrió la divinidad de Hydesu, el decidió convertirse en dios por lo que acabo ingiriendo la ambrosia de los dioses bañada con una gota de sangre de Hydesu convirtiéndose así en un dios, lo mismo es el caso de Manabu-san solo que con la sangre de Sebastian." Dijo así con simpleza Kato.
Ante eso Hikaru asintió con la cabeza entendiendo lo que le dijeron aunque ya Hydesu por lo menos se calmó para poder hablar un poco. "S-si en teoría y un resumen bastante corto creo, eso fue lo que paso." Dijo el lupino azabache limpiándose unas lágrimas.
"Ya veo lo que eso significa que indirectamente hay un nuevo miembro en la familia, es un gusto que seas de la familia, Reiji-kun." Dijo amablemente Perséfone mientras frotaba la cabeza de Hydesu.
"S-si señorita…. Aunque no se… aún se me haría difícil llamarla madre..." Respondió Reiji rascándose detrás de la cabeza algo incómodo.
"No hay prisas, Zeus me conto todo, acabas de perder justamente hoy a tu padre y lo lamento mucho, si aún viviera quisiera agradecerle por haber criado tan bien a Hydesu cuando yo y Hades no pudimos hacerlo." Dijo ella de regreso.
Reiji ante eso alza las orejas pero niega con la cabeza. "N-no es necesario eso, ese día, cuando mi hermano apareció sin aparente aviso en nuestra puerta mi padre y madre no podían solamente entregar a Hydesu a un orfanato y menos siendo más pequeño que yo, lo menos que pudieron hacer fue que fuera parte de nuestra familia, tenerlo con nosotros fue lo más feliz para mí y mis padres aunque aún me sorprende el hecho de conocerla a usted." Respondió aun con incomodidad.
"Entiendo. Pero no tienes por qué estar incomodo, desde el día en que tomaste la ambrosia te convertiste en un miembro oficial de esta familia y estoy feliz de recibirte en ella." Volvió a decir la diosa con un tono amable y cálido.
Reiji no sabía que más decir pero eso no le evito sentirse bien estando cerca de la madre biológica de su hermanito. "Muchas gracias otra vez."
"Niños, perdón si hago esto un poco apresurado pero es momento de que vayan al inframundo, Hades tiene debe enterarse que es inocente además de libre del encierro al que lo confine y que mejor forma de romper ese encierro que con el poder de Sebastian y de Sero." Dijo como si nada el dios de los cielos atrayendo así la atención de Sebastian acompañado de su acusadora mirada.
"Perdón papá pero escuche que dijiste que usaste alguna clase de magia para que el padre de mi amigo no saliera del inframundo…." Respondió Sebastian con un aura de los mil demonios que está intimidando a su propio padre incluso a Sero que no había visto así a su progenitor.
Zeus claramente trago grueso y con nervios ingeniándoselas para responder. "B-bueno pues es que en ese tiempo tú y tu hermano estaban recién nacidos ya sabes cómo son los lobos con sus recién nacidos, no pensamos bien las cosas, nos ponemos demasiado territoriales y las cosas acaban mal..." acabo de decir el lobo blanco con obvios nervios y las orejas aplanadas hacia abajo por la aun amenazante aura de Sebastian.
Finalmente el cachorro del dios de los cielos acaba por suspirar negando con la cabeza. "Vaya padre tengo… ¿entonces solo tenemos que ir al inframundo, decirle a mi tío todo el malentendido y que es libre además de romper el sello para vivir todos felices?" dijo el menor cruzándose de brazos mirando a Zeus.
Acorde con las palabras de su descendencia, Zeus asiente con la cabeza. "Si básicamente eso es lo que habría que hacer. Aunque no irán los dos solos, van a ir con Takumu y sin olvidar que siempre deben estar con sus tesoros sagrados."
Con eso los planes se ponen en marcha para ir al inframundo, especialmente por Perséfone que está feliz por contarle las noticias a Hades aunque también por el hecho de que Hydesu vaya con ella aunque el pequeño azabache por un lado esta de lo más nervioso por ver con sus propios ojos el reino de los muertos, tema que es suavizado un poco por Kaizon y por Hikaru además de otra cosa Sero esta justamente corriendo feliz por el castillo hasta que por fin llega al lugar que esperaba siendo una gran biblioteca además de ver a quien buscaba con la cabeza contra la mesa quizás porque está dormido.
"¡Loke despierta tengo algo que hacer y necesito que me acompañes por favor!" exclamo Sero haciendo que el nombrado se despierte de golpe al escuchar la voz del lobito.
Loke simple vista es un dingo de unos 15 años o de unos 16 años de pelaje color amarillo jengibre con algo de rojizo y amarillo arena además de que se ve que por la parte baja de su hocico bajando hacia el pecho y zona de los brazos hasta su patas y demás que no se ve debido a su ropa, este presenta un color blanco lo cual debe ser cosa de raza pura puesto que ese pelaje blanco se ve presente en incluso en su cola, el iris de sus ojos es de color bermellón, viste una camisa manga corta azul claro cosida a mano con un corte en V en el pecho que está atado con un cordón marrón claro que seguido de esas mangas cortas hay otra prenda de mangas largas del mismo azul claro con hilos cosidos en la zona de los puños, pantalones holgados de color marrón siena y tenis deportivos color cerúleo y con suelas blancas, además de que como último detalle está usando un colgante con un simple cristal traslucido. Además de que este ostenta la gracia de ser el tesoro sagrado de Sero.
"E-eh que ejem n-no estaba dormido ni nada solo estaba este… ¡descansando si eso!, por favor no lo tome como una falta de respeto Sero-sama ay… otra vez fui muy formal, lo siento Sero aún me cuesta a pesar de que soy tu amigo y tu tesoro desde que tenías 10 años." Dijo el dingo cerrando el libro que estaba leyendo y levantándose de la mesa en la cual estaba.
Sero solo se le acerca al canino tomándolo de la muñeca sacándolo de la biblioteca para ya tenerlo caminando por el pasillo. "Je, je, je tranquilo no pasa nada pero ven rápido tenemos que ir ahora y también tengo a alguien que presentarte, te vas a sorprender muchísimo cuando lo veas."
Eso extraño a Loke haciéndolo bajar una oreja y alzar una ceja mientras caminaba por el pasillo doblando de vez en cuando a otro pasillo con Sero aun tomándolo de la muñeca derecha. "¿D-de acuerdo?"
Con eso dicho continúan caminando hasta estar precisamente en el patio del gran árbol de la ambrosia donde todo el mundo estaba esperando incluidos Takumu, Kaizon, Hironobu y Mayura. De solo estar llegando el dingo ya en su cabeza comenzó a construir el porqué de las palabras de Sero en el preciso instante en que vio a Sebastian al lado de Zeus, casi parece que al pobre tesoro sagrado le da una especie de ataque al igual que Manabu que por cierto esta recostado del tronco del árbol con una toalla cubriendo su cara mientras es abanicado por Tetsuya, en fin luego de la pequeña explicación de parte de Sero y de Zeus además de una pequeñas quejas de Sebastian hacia Takumu por no decirle de su hermano junto a que casi fue lo mismo entre Jeremy y Kaizon por que el segundo nunca le dijo nada de su mellizo a Hydesu aunque no fueron del todo discusiones grandes pero al final todo llevo a una decisión final.
Ir directamente al inframundo, tras las presentaciones de los demás hacia Loke para hacerle saber sus nombre, el grupo estuvo listo para irse, Saburou y Kato optaron por quedarse ya que tanto de no ver a su padre sería buena forma de compensar el tiempo perdido mientras que Cross sí quiso irse con el resto ya que no había pasado mucho tiempo con Jeremy a lo que este no se negó. Por lo tanto el grupo quedo conformado primero que nada por Perséfone, el doble par de mellizos del inframundo y el cielo junto a su tesoros sagrados más Cross junto a los ángeles blanco y negro con sus tesoros sagrados que en lo que podría decirse que después de una despedida hacia Zeus, la reina del inframundo solamente tuvo que abrir un portal que cruzo ella primero seguido de los demás encontrándose en un parpadeo frente a un paisaje que parece sacado de alguna fantasía ya que todo se ve como un páramo o un valle bastante seco, el cielo siempre nublado y algo oscuro y para cereza del pastel varias personas vestidas de blanco que resplandecen del mismo color como si fueran fantasmas ya que eso son, fantasmas que en pocas palabras son gente muerta, aunque la palabra correcta seria que son sus almas.
De solo ver el paisaje Hydesu siente que todo el color en su cara se le va al igual que Sebastian que se pone azul del miedo mirando tantas personas con aspecto fantasmal aunque el que recibe más directamente el impacto es Hydesu. "E-e-e-e-e-e-esto es el inframundo…" dice entre tartamudeos sintiendo como su visión se le empieza a hacer algo borrosa amenazando también con caerse al suelo debido a los temblores de sus piernas.
"Si mi príncipe este es su hogar, el sitio donde usted nació." Respondió Kaizon que al momento de mirar a Hydesu este se arrepintió de haberle respondido. "Pero exactamente usted no nació aquí exactamente, usted nació en el palacio del señor Hades se encuentra justamente al norte de aquí ya que nos encontramos en una de las regiones centrales del infierno, la primera región." Aunque dijera eso la respuesta hacia que Hydesu se comenzara a tambalear por lo que con vergüenza Kaizon miro a su reina.
Entendiendo el mensaje la adulta se le acerca a su hijo para calmarlo un poco con una caricia gentil sobre su mejilla. "Tranquilo bebe… tu no naciste en este lugar tan tenebroso que a mí me costó tiempo llamarlo mi hogar junto a Hades, yo te traje a ti y a Hikaru a este mundo en un lugar muy hermoso, debes conocerlo por el nombre de los campos elíseos, tu padre pensó que el que diera a luz en este lugar no sería muy apropiado por que acabe teniéndolos en los elíseos." Dijo ella con suavidad mientras notaba como su hijo en efecto se había calmado aunque el problema estaba en Sebastian ahora. "No tienes por qué tener miedo, las almas nunca han herido a ningun dios, eso ha dicho Hades, son inofensivas ya que así las mantiene Hades junto a que es la función principal del inframundo, que las almas nunca hagan nada violento y que sigan su camino al lugar al que deben ir." Dijo mientras miraba como Sebastian se calmaba por el momento.
"Sé que da miedo pero por un 50% es hogar dulce hogar, aunque siempre me quedo en el elíseo." Dijo Hikaru para confortar un poco a su hermano también.
"E-entonces tenemos que ir directamente al castillo que menciono Kaizon." Dijo Hydesu.
Mayura negó en respuesta. "Antes de eso debemos pasar por la principal entrada, estamos en la región central del reino de los muertos pero no dentro de él como tal. Debemos cruzar la puerta custodiada por su guardián."
"¿Guardián?" repitió Cross ladeando la cabeza con una oreja abajo.
"La pregunta será respondida cuando lo vean ustedes mismos." Dijo Kaizon.
"Aunque no sé si sea del todo agradable cuando lo vean." Dijo Takumu al saber quién era obviamente el guardián.
"Estoy en la misma posición que Takumu." Dijo el león albino con el mismo tono.
"Bueno no se preocupen por el guardián, los dejara pasar ya que estan conmigo y con Hikaru-chan." Dijo positivamente la fémina adulta.
"Vale…. Aunque aún me causa misterio que clase de cosa será la que resguarda esa entrada." Dijo Jeremy con una pata en la barbilla pensando mientras Osamu estaba en el mismo bote que su pareja.
Sin más tiempo que perder Perséfone con asistencia de Kaizon los guían por el camino a seguir, obviamente por un sendero que solo se revela ante la reina de estos dominios, cosa que les alivio a Hydesu y a Sebastian el no tener que caminar entre las almas cosa que por así decirlo le causo un poquito de risa a sus gemelos, aunque Reiji y un casi aun aturdido Manabu hablaban de como en unos minutos más ya de seguro sus hermanitos se llevarían bien con los gemelos que no sabían que tenían, sin mencionar que ellos también tenían a sus propios gatos asustadizos de forma literal pegados a ellos con unos cuantos nervios y miedo aun presentes por solamente estar en el inframundo.
El camino que solo se revela ante Perséfone por así decirlo es una especie de sendero que se mantiene oculto pero que solo aparece cuando ella decide usarlo, de momento el camino es de lo más tranquilo… hasta que sin notarlo ya habían llegado hasta una enorme puerta de acero en la que se ve bastante neblina que la hace ver más intimidante y misteriosa a la vez.
"Llegamos esta es la puerta." Anuncio la diosa.
"Lo que lleva a la pregunta ¿Dónde está su susodicho guardián?" dijo Jeremy cruzándose de brazos mirando por todas partes, o lo que alcanza a ver.
Manabu sale de su shock siendo ahora más consciente de donde estan además de querer responder a la pregunta de Jeremy. "Mejor no hables mucho, sabes que lo que dices puede regresar a ti del modo que menos te lo esperas."
"Estoy de acuerdo con eso, mejor no tientes a la suerte Jeremy." Dijo Reiji.
"Por favor como si algo pudiera suceder." Dijo el lupino bastante seguro de que no sucedería nada al menos hasta que escuchan el sonido de algo rebotando o quizás lo contrario haciendo que los dos tigres salten a brazos de sus dueños.
"¿Q-que es ese sonido?" dijo Toshiro con la cola erguida y demasiado encrespada del miedo.
"P-p-p-parece que se acerca." Dijo esta vez Tetsuya clavando sus garritas en Manabu.
Los nervios de los dos felinos es notable mientras el sonido se hace más presente hasta que por fin se hace presente que se trata de…. ¿una pelota?, que casualmente termina a los pies de Hydesu que en seguida se da cuenta de que escucha unos ladridos que lo ponen alerta y más cuando ya la fuente de dichos ladridos está presente. Un pequeño cachorrito feral de pelaje blanco brillante con las orejas en alto aunque este las aplana contra su cabeza en cuanto ve a Hydesu y que claramente menea la cola mirándolo.
"¿Eh?" dicen casi todos al unísono mirando al cachorro.
"Que…. Que…. ¡Qué lindo!" dice de inmediato Hydesu tomando al cachorrito en brazos quien le ladra y le comienza a lamer la mejilla al lupino pequeño. "ja, ja, ja, ja, me haces cosquillas para, ya, ja, ja, ja, ja." Decía el menor riéndose por las lamidas del pequeño animal.
"Tanto susto para nada ¿él es el guardián?" pregunto Sebastian.
"De hecho no lo es." Dijo Hikaru y en respuesta se escuchan unas gigantescas pisadas que hacen temblar casi todo el sitio en el que están. "Este cachorrito es Kohaku y es… la cría del guardián que es…"
En respuesta las pisadas se escuchan más cerca seguido de ver como de entre la niebla se ve una silueta gigantesca que es por mucho más grande que todos los presentes llegando casi a ser del tamaño de la mitad de la gran puerta, en ese momento por puro instinto Sebastian atemorizado se sube a los brazos de Osamu mientras Cross claramente del miedo directamente va y abraza a Jeremy mientras que Hydesu solo podía temblar con el cachorrito en sus brazos, en cuanto al resto estos estaban neutrales a excepción de Takumu y de Hironobu que están un poco preocupados. Al final la figura al salir de la niebla se ve claramente que cosa es lo que custodia esta puerta, un gigantesco perro demoniaco del mismo color de pelaje blanco que Kohaku solo que con una coloración un poco oscura tirando a gris además de que extrañamente este posee una cola de serpiente y para toque final esta lo que más hace sudar de los nervios, que este perro posee tres cabezas, si, TRES cabezas idénticas con los mismos ojos amenazantes, los mismos afilados colmillos y la saliva que gotea de sus lenguas seguido del encrespado pelaje de sus cabezas que es de color gris bastante oscuro.
"¡AAAAAAAAAAAAAAAAH! ¡QUE COSA ES ESO, QUE COSA ES ESOOOOOOOOOOOOO!" grito de miedo Sebastian sin tener el valor de soltar a Osamu.
"¡ESO QUIERO SABER YO!" Grito también Manabu ahora abrazando a Tetsuya sin preocuparle que le esté clavando sus garras.
"¡Mejor dicho que alguien salve a Hydesu!" Exclamo Reiji sin poder soltar para nada a Toshiro además de que le lanzaron miradas a Jeremy.
"¡Si, si, si ya voy a mí no me da miedo un perro gigante de tres cabezas como a otros que estan aquí presentes!" exclamo el lupino café caminando casi naturalmente hacia Hydesu que está temblando como gelatina.
Ante la reacción de ellos Hikaru solo se podía reír mientras que Perséfone es la que disipa la situación. "Tranquilos no les hará nada, él es Cerbero, el guardián de esta puerta y la mascota personal de Hades, es casi inofensivo a excepción de que su única tarea es no dejar que los muertos se escapen ni que los vivos entren. Pero de resto es inofensivo."
"Pues entonces porque está mirando a Hydesu como si fuera su primer bocado." Dijo el lobo café.
En efecto todos observan como una de las cabezas de Cerbero, la cabeza central se agacha hasta estar frente a Hydesu como si lo inspeccionara además de gruñir un poco al notar que cosita lleva en sus brazos… a su cría, su adorado cachorro Kohaku.
"N-no es lo que crees…" dijo Hydesu temblando mientras aun tenia a Kohaku en sus brazos, incluso tenía su cola entre sus piernas por lo asustado que esta además de sentir como algo caliente esta justamente manchando sus pantalones cortos. Aunque lo que se esperaba no sucedió, en su lugar solamente sintió como la gran nariz de la cabeza central del Cerbero lo olfateaba que en seguida se vio como menea su enorme cola y lamer ligeramente la cara de Hydesu quien se queda con los ojos en blanco al estilo anime. "¿A-are?"
"¿Qué?" Dijo Jeremy con la cara en blanco.
"¿Eh?" dijeron al mismo tiempo Reiji, Manabu, Toshiro y Tetsuya.
"Que… que pasa aquí." Dijo Sebastian.
Osamu solamente ladeo la cabeza un poco y entonces rápidamente lo comprendió. "Ya veo tiene sentido total esta situación."
"Si completamente, ya veía venir esto." Dijo como si nada Takumu mientras Hironobu solo asentía con la cabeza y meneando un poco su cola.
"Es natural, sabía que Cerbero no lastimaría al príncipe Hydesu, eso lo pude confirmar hace 12 años cuando yo y Mayura pasamos por esta misma puerta cuando Hades-sama nos dio la orden de llevarlo a la tierra. Pasamos por aquí y contamos con la suerte de que Cerbero al olfatear a Hydesu este solamente se hizo a un lado y nos dejó pasar." Dijo Kaizon tranquilamente.
"Cerbero por lo tanto recordó el aroma de aquel bebé que olfateo hace 12 años… eso y que príncipe Hydesu tiene el mismo olor que tiene Hades-sama." Completo la compañera de Kaizon.
"H-h-h-h-huelo como…. Mi papá…." Repitió Hydesu sin dejar de temblar aunque claro ya más calmado porque Cerbero no presenta amenaza alguna.
Perséfone se rio un poco. "Si tienes el mismo aroma único que tiene Hades pero un poco diferente ya que tú eres tú y Hades es Hades, huelen igual pero en cierto aspecto algo diferente."
"Pero estén felices, Cerbero no presenta amenaza pero si hay algún desconocido tengan por seguro que si se pondrá violento." Dijo Hikaru caminando hasta el gran Can que le acerca una de sus cabezas para acariciarlo.
"A-al menos podemos pasar ¿cierto?" dijo Cross temblando detrás de Jeremy.
"Si podemos, Cerbero déjanos pasar por favor queremos ir al castillo y…" estaba diciendo Perséfone cuando Cerbero solo le dio una pata a la puerta con su pata trasera derecha haciendo que se abra. "Ver a Hades…. A veces pienso que le hace más caso a Hades."
"Bueno, de todos modos la puerta ya está abierta." Dijo Jeremy que ahora mira a Hydesu y nota el pequeño incidente en su pantalón. "Y quizás puedas hacer algo al respecto al pequeño asunto que paso, Hydesu."
"N-no digas nada Jeremy." Rogo Hydesu.
"Tarde ya todos lo ven o más bien, lo huelen, recuerdas la mayoría son caninos…" Dijo el lobo sonrojado para que Hydesu no se avergonzara tanto.
Hydesu aplano las orejas pero una lamida de Kohaku lo hizo sentirse mejor y sonreír, incluso a Perséfone. "Ya tenemos la puerta abierta, andando, el castillo está casi cerca, solo tenemos que pedirle al barquero que nos lleve."
"¿Barquero?" dijeron a modo de pregunta Reiji, Manabu, Toshiro y Tetsuya mientras que Cross ladeo la cabeza para ahorrarse palabras.
"Si barquero, mamá habla de Caronte." Dijo Hikaru.
"Caronte, el barquero del rio Aqueronte incluso es famoso en libros de la tierra, aunque claro también resalta que le gusta ser sobornado, transporta a vivos siempre cuando le paguen." Dijo Mayura.
"Oooooh." Exclamaron los que se extrañaron.
"Esperen, ¿puedo llevar conmigo a Kohaku?" pregunto Hydesu mirando a su madre y después a Cerbero.
Cerbero solo se hizo a un lado echándose al lado de la puerta recostando sus cabezas en sus patas como si poco le importara pero que era un sí a su modo mientras Perséfone tenía la decisión final a lo que con una sonrisa asintió haciendo feliz a Hydesu meneando su propia cola al igual que el cachorrito feral en sus brazos. Siendo así finalmente cruzan la puerta abierta por Cerbero que tras pasarla se cierra detrás de ellos seguido de ver como en frente a unos cuantos pasos más adelante encuentran lo que parece ser una gran barca capaz de llevar a mucha gente y quien la comanda es un ser sombrío que viste únicamente una túnica negra al que no se le distingue para nada el rostro, solamente se ve como un gran vacío, lo único que puede ser visto son sus manos que parecen y son claramente huesos de esqueleto.
Pero en fin una vez que el barquero se jacta de la presencia de aquella que gobierna junto a su señor este les da pase libre para subir en su barca sin preguntar nada sobre los invitados del monte olimpo además de que fácilmente discernió la diferencia entre Hydesu y Hikaru ya que se inclinó ante el primero para mostrar su respetos hacia el además de estar como queriendo darle la bienvenida, el joven solo le regreso la cortesía mientras ahora son transportados por la barca que se mueve por cuenta propia por un buen tiempo hasta finalmente llegar a tierra siendo lo que ahora es un largo sendero que al final se ve el inmenso y sombrío castillo del dios del inframundo que es casi idéntico al palacio que hay en el olimpo pero siendo este la versión lúgubre y que da miedo, inesperadamente Sebastian soltó que esto es como estar en un castillo de películas de terror viejas de las que se ven en la TV, ese solo comentario hace temblar un poco a Hydesu, Toshiro y Tetsuya por lo que el lobito rubio decide mejor olvidarse de seguir diciendo algo sobre el asunto.
En vez de seguir hablando siguieron el camino hasta cruzar por la entrada principal del castillo que claro estaba custodiada por unos guardias que de inmediato les permitieron la entrada, más porque iban con Perséfone, Hikaru y Kaizon, de solo entrar por el castillo la caminata directa hacia el salón del trono fue relativamente de lo más fácil… por así decirlo no es nada difícil orientarse por el castillo a excepción del palacio de Zeus en el olimpo, en fin no les tomo más de unos minutos llegar a la entrada del dichoso salón pero Perséfone decide pasar primero.
Justo al abrir la puerta se aprecia un enorme salón con varios pilares en determinados lugares de la habitación y en frente al final se ven unas ligeras cortinas transparentes que separan a la lupina de la persona a quien va a su encuentro, no obstante de solo acercarse más la figura tras las cortinas se hace cada vez más visible hasta verse a una figura sentada en un trono negro con detalles dorados y la persona sentada en dicho trono… es su esposo, el rey del inframundo…
Hades, un gran lobo de pelaje y cabello negro con tonalidades azules bastante presentes que casi hacen parecer que el azul es su color de pelaje dominante mientras que desde la zona baja de su hocico hasta su pecho y otras partes no visibles se le ve de color blanco, posee ojos azules como el cielo pero muy profundos y claros, no se sabe su edad exacta ya que a simple vista se ve como alguien de unos 34 o 35 años de edad o quizás menos de lo que parece, usa siempre un largo abrigo negro de capucha que en la espalda tiene el símbolo de un par de alas negras en tonos grises y platino, debajo usa una camisa oscura de botones con el cuello amplio dejándole ver su pecho, pantalones oscuros sueltos algo holgados, usa una especie de zapatos negros con adornaciones metálicas que los hacen ver como zapatos de armadura y por último unos guantes negros. Además este en si se encuentra extrañamente con la mirada vacía con la cabeza observando solo al suelo, sus ojos incluso parecen como si no tuvieran nada de vida sin olvidar que alguna clase de poder invisible le impide caer de cara al suelo por la posición encorvada en la que se encuentra, quizás debido a lo que Zeus dijo que impuso sobre su hermano y que comento a Sebastian y Sero que deshicieran.
Ver en ese estado le dolía en el alma a su esposa pero esta solo sonríe como de costumbre acercándose al lupino negro haciendo que se note su presencia que pronto es captada por Hades que solo ante las pisadas alza sus orejas. "¿Perséfone? ¿Eres….? ¿Tú?" dijo casi en un susurro.
"Sí, soy yo Hades. Ya volví." Dijo con una sonrisa mientras acaricia la cabeza de su esposo para después inclinarse un poco dándole un beso en la mejilla. "Sabes también te traigo una buena noticia más con una sorpresa."
"¿Noticia….? ¿Sorpresa….? Perséfone…. Aprecio la intención pero ya sabes que no nunca estoy del ánimo para ese tipo de cosas… pasó…" volvió a decir completamente decaído sin siquiera alzar la mirada.
"Vamos, sé que esto hará algo más que solo levantarte el ánimo." Gira en dirección hacia el corredor del salón. "Ya puedes pasar Hikaru, y también has que el pase contigo por favor." Dijo con amabilidad y con tono de voz suficiente pero sin gritar para que se escuche lo que dijo.
Las palabras que dijo su esposa lo dejaron con cierta curiosidad que fue por primera vez lo suficiente para que Hades alzara lentamente la vista seguidamente de oír claramente como la puerta se abre dejando ver como primero entra Hikaru, el hijo que a pesar de su estado de bajo animo lo ha criado felizmente sin ninguna dificultad, aunque lo extraño es ver a su hijo con el cachorro de su can Cerbero en brazos, pero lo otro más extraño es que aparentemente le está hablando a alguien tratando de convencerlo para que entre y en seguida observa como por pasa por la puerta un lobo de pelaje café que nunca antes había visto que pronto este con la pata derecha agarra a ese alguien cerca de la puerta y lo hace entrar por sus medios, la fuerza. Eso claramente deja en plena vista al desconocido que sin duda es con quien hablaba Hikaru y por quien Hades se sorprende al solo mirarlo…. Un pequeño lobo del mismo tamaño, figura e increíble parecido con su hijo, al principio el rey pensaba que estaba alucinando o algo, quizás su estado lo haya hecho ver cosas que no eran posibles porque nadie más en el mundo podría ser idéntico a Hikaru, solo hay una sola persona en todo el mundo que podría serlo pero… eso… era… imposible….
Los ojos del dios del inframundo y menos su olfato lo estaban engañando para nada, menos es engañado cuando Hikaru aun con el cachorro de Cerbero en brazos junto a ese lobo de pelaje café se acercan cada vez más a su trono tomando al lupino de ojos azules de la muñeca para que no se alejara puesto que su mirada se ve de lo más nerviosa y tímida. "Sera… Sera posible… en serio eres tú…. De verdad eres tú y no estoy soñando." pensó el dios aun en estado de shock.
Al cabo de unos cuantos pasos hasta estar a unos pasos de hallarse frente al trono, en primer plano Hades observa mejor al pequeño canino azabache de ojos azules idéntico a Hikaru. El solo mirarlo de los pies a la cabeza e incluso captar mejor su olor, no le quedo duda de quién era. "Hy… De…. Su…. Hydesu…. En serio eres tu…." Dijo el lobo adulto con la voz temblándole.
Hydesu no sabe bien que decir, por un lado siente un nudo en el estómago y por otro un nudo en la garganta pero al final consigue decir algo. "S-si…. S-soy yo…" responde en tono de voz igual de tembloroso que Hades, justo ahí no sabe que decir ahora más que solo siente a Jeremy hacerlo caminar hacia adelante hasta que ya está justamente con el rostro en el pecho de su padre.
"De nada." Susurra Jeremy dando un paso atrás.
Hades en ese momento no sabe porque pero solamente rodea lentamente a su hijo con sus brazos mientras este comienza a derramar muchas lágrimas. "Hydesu…. Hydesu…. Por los dioses en verdad eres tú…. Tanto yo como tu madre… te hemos extrañado tanto, en especial yo, el solo hecho de estar prisionero en mi propio reino por el poder de Zeus, y estar sin poder levantarme de mi trono me ha hecho sentir que algo de mí se fue contigo ese día hace tanto pero… pero… ahora siento que ese vacío finalmente está siendo llenado con solo tenerte aquí… Lo lamento tanto, lo siento por haberte alejado de nosotros… lo siento tanto…" dice el sintiéndose muy claro el pesar en sus palabras que piden perdón.
Hydesu no sabía que sentir ahora, con su madre Perséfone fue natural pero ahora la cosa es que no es el quien llora, sino su padre biológico que pide el perdón por haberlo alejado de la familia en la que nació, sin embargo aunque sus pensamientos estén confusos, el lupino azabache le corresponde al adulto el abrazo a pesar de que este le dobla el tamaño. "No… No tienes que pedirme perdón… pa… papá…. No estoy molesto contigo, no tengo ninguna clase de sentimiento de rabia o enojo por haberme dejado en la tierra con los furmanos y humanos, al contrario de no ser porque viví entre ellos 12 años, no sería la persona que soy ahora, de algún modo… tú me hiciste quien eres… tú le diste a mama el milagro de que pudiera traernos a mí y Hikaru al mundo pero al ir a la tierra y criarme yo allí, de cierto modo el que me creo fuiste tú… por ti y tu decisión de mandarme a la tierra, soy quien soy." Dijo Hydesu sintiendo como su padre aprieta ligeramente el abrazo.
Lo siguiente que hace Hades en ese momento es solamente sollozar con el hocico temblándole para finalmente romper en llanto por la felicidad que lo invade y porque su hijo está entre sus brazos después de tantos años de haber estado separado de él.
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