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M/M Oneshot Conocimiento Tribal

Darknesswolf88

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Conocimiento Tribal

Kouga golpeó con sus talones desnudos el polvoriento acantilado de roca roja. Una cálida brisa del desierto peinó su pelaje grisáceo y respiró profundamente, observando la puesta de sol sobre la meseta.

“Esta es la última puesta de sol que veo como un cachorro” pensó el lupino de 15 años

Esta noche iba a tener lugar su ceremonia de hombría. La ceremonia era un ritual sagrado al que debían someterse todos los machos de su tribu cuando dejaban de ser cachorros. Kouga lo había estado esperando durante años, quería probar su valía a los otros miembros de la tribu. Quería ir a las cacerías, defender a su tribu de otros clanes, tener el derecho a reclamar una pareja. Especialmente lo último, no estaba seguro del por qué, pero en los últimos meses se había sentido diferente, constantemente sentía la necesidad de reproducirse. Partes de su cuerpo también habían cambiado, no sólo era más alto y fuerte, sino que sus genitales también habían crecido, habían crecido lo suficiente como para tener que usar un taparrabos. Su padre le había dicho que todo esto era normal, y que formaba parte de crecer, pero Kouga no estaba tan seguro.

Cuando el último resquicio del sol se puso sobre los acantilados, Kouga se puso en pie de un salto y comenzó a caminar lentamente de regreso a la aldea. No sabía nada de la ceremonia a la que se iba someter en breve, a los cachorros nunca se les permitía mirar, sólo podían escuchar desde lejos. Todo lo que Kouga había oído eran algunos tambores y un montón de gritos y aullidos. ¿Cómo se suponía que los tambores y los aullidos lo harían sentir mejor? Intentó preguntarle a su hermano Kenji , que tuvo su ceremonia hace unos años. Kenji se limitó a golpear la frente de su hermano menor con dos dedos y decirle que era un secreto, que entendería cuando creciera.

Kouga se alejó del acantilado, inhalando profundamente y absorbiendo el calor seco del desierto. Podía oler la tierra y el polvo, las dulces flores del desierto e incluso un leve rastro de conejo. Pero ahora no era el momento de cazar, así que el joven lobo siguió adelante, cruzando el arroyo poco profundo que corría por el valle y finalmente rodeando el alto muro de madera hasta llegar a su aldea. Había unos cuantos lobos mayores reunidos alrededor de una fogata hablando. Cuando vieron a Kouga, uno de los mayores levantó la pata y lo señaló, diciendo algo a los otros miembros de la tribu. Ellos sonrieron y asintieron, y luego volvieron su atención al fuego, recogiendo algo de carne de un cadáver de gacela que habían estado mordisqueando. Mientras se acercaba se dio cuenta de que varios de los otros machos mayores lo miraban también, susurrándose entre sí. El joven lobo trató de no hacerles caso, aunque algunas de sus miradas le hicieron sentirse incómodo.

"¡Madre!" gritó Kouga trotando a través de los juncos colgantes que cubrían la puerta de la cabaña de su familia ¿Estás haciendo la cena madre?"

"Sí pequeño Kouga, pero nada para ti, ¿recuerdas? Tu ceremonia es esta noche. Debes ayunar, como dice la tradición” respondió Kimiko dándose la vuelta y revolviendo algo en el cuenco de arcilla que llevaba

"¡Madre! ¡Te dije que no me llamaras pequeño Kouga! Ya no soy un cachorro” se quejó Kouga

"Después de esta noche, pequeño Kouga. Después de esta noche, ya veremos. Ahora ven, debes prepararte. ¡Tu pelaje está polvoriento y tu taparrabos está sucio! Ve a la fuente y lávate. Yo prepararé tu nuevo taparrabo par la ceremonia de esta noche” dijo Kimiko haciendo un gesto para que se fuera

"Agh, sí madre" dijo el joven lobo dándose la vuelta y saliendo de la cabaña iniciando el camino hacia las aguas termales

La aldea estaba construida alrededor de una gran fuente de aguas termales. La tribu la utilizaba para bañarse, limpiarse y a veces incluso para calentar sus cabañas cuando las noches eran frías. sólo había otros tres lobos en la fuente cuando él llegó, un trío de chicos unos años mayores que él. Uno de ellos estaba sentado a un lado, dando patadas con los pies en el agua, mientras los otros dos estaban de pie en la piscina. Los tres estaban desnudos, con sus taparrabos tendidos sobre las rocas cercanas. Mientras los observaba, Kouga sintió que su funda comenzaba a hincharse y ese sentimiento extraño recorría su cuerpo.

“¡Oh no, no otra vez!” pensó Kouga cerrando los ojos, tratando de no pensar en los cuerpos de los machos desnudos “Tal vez el agua me ayude a calmarme”

Se desató el taparrabos y lo puso junto a la piscina, cubriéndose con una pata para ocultar la erección que estaba teniendo. Al meterse en el agua, sintió que el calor subía por su cuerpo, envolviéndolo desde los pies hasta la barbilla. Era tan relajante, tan cálido, que cerró los ojos e intentó pensar en otra cosa. Flores, nubes de lluvia, tortugas, y poco a poco funcionó mientras su miembro se encogía de nuevo y se deslizaba hacia su funda. Kouga respiró hondo mientras comenzaba a lavarse. Este tipo de cosas habían estado sucediendo cada vez más recientemente, y no tenía idea de qué hacer al respecto. También le preguntó a su padre sobre esto, pero su padre solo dijo que todas sus preguntas serían respondidas cuando estuviera listo. Bueno, ahora estaba listo, listo y frustrado. Ojalá la ceremonia de esta noche le diera algunas respuestas. Kouga terminó de lavarse, salió de las aguas termales y tuvo cuidado de no dejar que sus ojos se detuvieran en los otros chicos desnudos. Recogiendo el taparrabos con la pata, regresó desnudo a su cabaña. Al fin y al cabo, esta noche debía lucir lo mejor posible, y no quería que un viejo taparrabos fuera su única prenda. Cuando regresó, su madre ya se estaba lavando y le había dejado ropa limpia en su estera de dormir. No cualquier ropa, estas eran sus vestiduras ceremoniales, hechas especialmente para él por su madre.

"¡Oh, madre, gracias! Son preciosas” gritó Kouga

El taparrabos era una larga faja de cuero teñido de negro que le llegaba hasta las pantorrillas. Había incrustaciones de cuentas de color turquesa alrededor de las costuras y el centro tenía una hermosa huella blanca con dos lanzas cruzadas detrás, el símbolo de su tribu, todo hecho de hueso pulido. Al lado del taparrabo, habían también 4 brazeletes, cada uno de ellos también de cuero negro teñido con los mismos detalles de turquesa. Cogió uno y lo recogió, girándolo con sus patas. El otro lado tenía un resistente tejido de hilo de cuero. Otro accesorio curioso fue una gruesa trenza de cuero blanco, enrollada en un lazo y tejida en los brazaletes. ¿Quizás estaba destinado a colgar plumas o cuentas? ¿Quizás esta noche conseguiría algún trofeo especial? Siguió reflexionando sobre lo que le esperaría esa noche mientras tejía la cuerda de cuero de los brazaletes asegurandolos a sus muñecas y tobillos. Finalmente se puso la pieza final, un hermoso collar negro con una mezcla tejida de hueso y turquesa que cubría toda la banda. Estaba cuidadosamente detallado, con la representación de varios lobos sosteniendo lanzas que marchaban hasta la parte posterior de su cuello. Laparte delantera tenía otro fuerte lazo de cuero blanco, al igual que los brazaletes. Kouga tuvo que pedirle a su madre que lo ayudara a asegurar el collar, ya que no podía ver muy bien la parte de atrás de su cuello.

“Oh pequeño Kouga, después de esta noche ya no serás mi cachorro” dijo Kimiko comenzando a llorar y abrazando al joven lobo

"Madre, madre, está bien, estoy preparado para esto, necesito convertirme en un hombre" respondió Kouga dándole una palmadita en la espalda. Y justo entonces, como si de alguna manera lo supieran, el lejano estruendo de los tambores ceremoniales atravesó el aire de la noche

"Oh pequeño Kouga, debes irte ahora. Los ancianos están listos para ti. Debes seguir los tambores" dijo Kimiko soltando a su cachorro y limpiando sus lágrimas

Kouga asintió, respiró hondo y se dio la vuelta, saliendo de nuevo de la cabaña y aguzando el oído para escuchar los tambores. La cadencia era lenta, pero pesada y dominante, cada golpe de tambor era como una llamada, una señal que tenía que seguir. El lupino siguió el sonido, que salía de los muros de la aldea y se adentraba en el desierto, a cierta distancia, pudo ver un resplandor anaranjado que parecía provenir de la misma dirección que el fuerte ritmo del tambor. Aceleró el paso, pasó lentamente al trote y luego corrió a toda velocidad hacia el sonido y el resplandor, se sintió fuerte, rápido, ágil y valiente. Empezó a correr tan rápido que incluso se puso a cuatro patas, utilizando sus garras para clavarse en el suelo del desierto, tirando de él hacia delante mientras sus poderosas piernas empujaban desde atrás. El polvo del desierto se levantaba bajo sus patas mientras corría, pero no se aferraba a él, se movía demasiado rápido, se sentía como el viento.

Cuanto más se acercaba, más rápido parecían sonar los tambores, y cuando por fin llegó al resplandor anaranjado se detuvo y apenas pudo creer lo que veía. Todos los machos de la tribu estaban reunidos en un enorme cuenco de roca. Tampoco se parecía a ningún tipo de formación rocosa que hubiera visto antes. El suelo estaba raspado del centro, como si algo poderoso lo hubiera empujado todo a la vez. El borde exterior del cuenco estaba revestido con antorchas encendidas, todas en ángulo hacia adentro para iluminar todo el círculo. En el centro había otro anillo más pequeño de antorchas alrededor de un banco de madera, y allí estaba su padre, junto con su hermano y el jefe de la tribu. Kouga se mantenía erguido en el borde del cuenco, su corazón latía rápidamente al ritmo de los tambores mientras todos los lobos se volvían para mirarle, se quedó allí, sin saber qué hacer, simplemente observando y mirando a su padre en el centro, entonces el jefe levantó los brazos y los tambores se detuvieron. Todos los miembros de la tribu se callaron y, de repente, todo el desierto parecía tan silencioso como el agua en calma.

“Kouga, hijo de Yoichi, entra al centro del círculo” dijo el jefe de la tribu rompiendo el silencio

El jefe era un lobo alto, apuesto y fuerte. Llevaba un lujoso taparrabos y pecheras, todo decorado con turquesas, rubíes y otras piedras preciosas. La luz naranja de la antorcha parpadeó contra su musculoso pecho y brazos. Kouga obedeció al jefe, bajando de un salto del borde del cuenco de piedra y dirigiéndose directamente al centro. El jefe dio un paso adelante mientras se acercaba, poniendo su pesada pata sobre el hombro del joven lupino.

“Esta noche, en este lugar sagrado, donde una estrella cayó del cielo, damos la bienvenida a Kouga a nuestra hermandad. Esta noche se unirá a nosotros y aprenderá lo que significa ser un Lobo” exclamó el jefe de la tribu diciendo la palabra <lobo> con un tremendo aire de orgullo y convicción

"Un lobo es fuerte. Un lobo es leal. Un lobo es valiente. Un lobo amará a su hermano y lo defenderá hasta el final" gritó la multitud al unísono, estampando sus patas en el suelo después de cada punto

Kouga levantó la vista y vio a su padre y a su hermano, que también decían las palabras. El jefe volvió a levantar la mano y todos se callaron.

“Yoichi, ¿estás preparado para entregar a tu hijo a la tribu, para que pueda compartir nuestro conocimiento?” preguntó el jefe de la tribu mirando al padre de Kouga

"Entrego a mi hijo a la tribu de la lanza del lobo, para que sea un hermano, como yo" respondió Yoichi ceremoniosamente

"Entonces puedes empezar" dijo el jefe de la tribu palmeando el hombro del joven lobo y lo empujó hacia su padre. Yoichi extendió su pata y tomó a su hijo por la pata, sonriendo

“Hoy cumples 15 años hijo” dijo Yoichi mientras acercaba a su cachorro hacia él “Esto será duro, pero sé que eres muy valiente, y sé que puedes hacerlo"

Los tambores comenzaron de nuevo, empezando con un ritmo lento. Yoichi le hizo un gesto a Kouga para que se pusiera de pie y mirara a la multitud. Metió su pata bajo el banco y sacó un bote de algo blanco y espeso, sumergió dos de sus dedos y luego los dibujó en forma de cruz sobre el pecho de su hijo, pintando la marca de dos lanzas cruzadas, levantando la pata de su hijo en el aire mientras la multitud vitoreaba, siguió pintandolo, cubriendo el pelaje de Kouga con intrincados patrones arremolinados de la mezcla blanca. Yoichi cubrió al joven lobo desde las puntas de las orejas hasta las patas con el patrón, pero entonces hizo algo que Kouga no esperaba. Su padre extendió la pata por debajo del taparrabos de su taparrabo y lo agarró firmemente por la funda. Comenzó a acariciar a su hijo, haciendo rodar suavemente sus bolas calientes contra la crema blanca que las cubría. Quitó el taparrabos de su hijo con la otra pata y lo dejó a un lado, sin dejar de acariciar la ingle del joven lupino.

Kouga dejó escapar un jadeo superficial, su miembro comenzó a salir de su funda rápidamente mientras su padre lo acariciaba. Al principio trató de cubrirse con sus patas, pero su padre tiró de ellas hacia atrás, lo que lo obligó a quedar al descubierto. Cuando el miembro del joven lobo salió completamente de su funda, su padre comenzó a acariciarlo también, cubriendo su longitud con la pintura blanca. Kouga gimió de nuevo, sintiendo sus rodillas debilitarse, los otros miembros de la tribu estaban mirando atentamente, algunos de ellos estaban duros, y unos cuantos se estaban masturbando. Kouga se sintió muy avergonzado y expuesto, y empezó a retorcerse un poco más mientras estaba de pie. Poco a poco su padre se detuvo, pero no antes de que la polla de Kouga estuviera dura como una roca y palpitante. Entonces su padre volvió a meter la mano bajo el banco y sacó dos cosas más. La primera era una cuerda tejida de cuero blanco, y la segunda, un gran cuenco de arcilla roja. Colocó el cuenco en el extremo del banco y volvió a mirar a su hijo, desnudo a la luz de la antorcha.

“Kouga, debes recostarte en el banco, boca abajo" Yoichi instruyó a su hijo

Kouga hizo lo que se le dijo, y se tumbó sobre el vientre, con las cuatro extremidades colgando de los lados. Su padre lo agarró suavemente por los lados y tiró de él un poco hacia atrás, permitiendo que el miembro de Kouga colgara del extremo del banco, apuntando hacia el cuenco. Luego tomó la cuerda y la pasó a través de todos los anillos de cuero enrollados en los tobillos, muñecas y cuello de Kouga.

"Esta cuerda representa el fuerte vínculo que tienes ahora con tu tribu. Cada parte de ti es ahora suya" dijo Yoichi a su hijo, apretando la cuerda contra el banco

Las ataduras estaban apretadas, pero no eran demasiado incómodas. Sobre todo, Kouga estaba avergonzado, todos los hombres de la tribu habían visto sus genitales y se sentía muy vulnerable atado así. Su padre se agachó para coger más pintura blanca, luego Kouga sintió que su cola se levantaba, mientras la mezcla se untaba entre sus nalgas y debajo de su cola. Cuando lo estaba haciendo, su padre incluso aplicó un poco de presión suave en el ano del joven lobo, lo que hizo que Kouga dejara escapar un suave jadeo.

"Llevo mucho tiempo esperando este día" dijo Yoichi pasando su pata por las líneas pintadas en la espalda de su hijo

De repente Kouga, sintió que algo más empujaba bajo su cola, esta vez no era un dedo, pero... ¿podría ser? Miró por encima del hombro y observó cómo su padre empezaba a montarlo. Kouga dejó escapar un grito ahogado, apretando su trasero, temblando nerviosamente aunque su polla todavía palpitaba de placer.

"Oh, ahora nada de eso hijo, te estás preparando para tomar la semilla de tu padre" dijo Yoichi dándole una nalgada a su hijo

Kouga gritó y trató de relajar su trasero de nuevo. Cuando sintió que su padre entraba en él, fue una mezcla increíble de dolor y placer. Sintió que su trasero se estiraba y podía sentir toda la longitud de su padre. Aunque le dolía, se sentía bien, y entonces algo hizo clic en él. Lo deseaba, lo deseaba mucho, y la lujuria animal se apoderó de sus sentidos.

“¡Oh padre, follame!” gritó el joven lobo

Yoichi respondió metiendo su polla todo lo que podía. Kouga se sintió increíble, tan lleno y cálido. Cuando su padre lo penetró, el placer recorrió todo su cuerpo. Fue el sentimiento más increíble que había sentido en su joven vida. A medida que los tambores empezaron a acelerarse, también lo hicieron las embestidas de su padre, la lengua de Kouga colgaba de un lado de su hocico, jadeando mientras su trasero era empujado una y otra vez. Los gemidos de Yoichi también se hicieron más fuertes con el ritmo. Kouga sintió como la polla de su padre palpitaba y sintió como el grueso nudo de su progenitor entraba en su culo y luego sintió algo caliente entrar en su culo. Después de unos minutos Yoichi se retiró y se dirigió a la parte delantera del chico. Kouga observó cómo la polla de su padre goteaba.

"¿Pusiste ... tu semilla en mí, padre?" preguntó el joven lupino dócilmente, mirando hacia arriba tanto como le era posible a causa de la cuerda atada en su cuello

"Te he impartido mis conocimientos, hijo, para que sepas mejor lo que es ser un macho” respondió Yoichi

Kouga sonrió a su padre, pero entonces sintió otra presión en su trasero. Su hermano, Kenji, estaba montándolo ahora. Kouga hizo una mueca, todavía le dolía un poco, pero no tanto como antes. Miró por encima del hombro y su hermano le sonrió.

"Eres un cachorrito muy apretado, Kouga.Voy a follarte muy duro” gruñó Kenji, , acelerando rápidamente sus embestidas para igualar el ritmo del tambor

A pesar de que su hermano no era tan gentil como su padre, sus embestidas aún se sentía increíble, y Kouga amaba cada segundo, amaba entregarse a su hermano de esta manera. Miró a los demás miembros de la tribu mientras su hermano lo tomaba por detrás. La mayoría de ellos se había deshecho del taparrabos por completo. Varios se acariciaban a sí mismos, viendo como el cachorro era follado y llenado. Luego, algunos de ellos se pusieron de pie y comenzaron a caminar hacia el centro del círculo, mirándolo más de cerca. Kenji siguió embistiendo a su hermano menor cada vez más fuerte hasta que finalmente su nudo entró en el culo del joven lobo. Kouga sintió otra oleada de calor llenarle, cuando la semilla de su hermano se mezcló con la de su padre, haciéndole soltar un gemido de placer. Con la semilla de dos machos dentro de él ahora, estaba comenzando a sentirse un poco lleno, pero algo le dijo que esto estaba lejos de terminar.

Después de que su hermano, otro miembro de la tribu metió su polla en su interior. Era un lobo más joven, tal vez un poco mayor que su hermano, pero con el mismo vigor. Aunque temía que no le fuera a gustar, algo en este otro macho que no conocía lo estaba excitando. Ser utilizado de esta manera se sentía tan satisfactorio. Anhelaba desesperadamente poder tocarse a sí mismo mientras su polla palpitaba sobre el costado del banco. Pronto sintió que el otro lobo también se corría dentro de él mientras aullaba de placer, y apenas se retiró, otra polla ocupó su lugar. Kouga gimió y jadeó, no dejaba de ser follado, no dejaba de ser utilizado. Cuando su padre dijo que pertenecería a la tribu, nunca imaginó que sería así, aunque ahora no le importaba. El semen goteaba de su ano con cada carga añadida, goteando en el cuenco debajo de él.

Después de la quinta o sexta carga de semen en su culo, Kouga no pudo soportarlo más y con un gemido empezó a eyacular salpicando en el cuenco de abajo. Su semilla se mezcló con los goteos de los otros lobos y Kouga se estremeció de placer, respirando profundamente y tratando de recuperarse. Pero no había descanso para el lupino agotado. Otro lobo se acercó detrás de él, montando al joven lobo, obligándolo a tomar su polla. Y así continuó, casi todos los lobos de la tribu tuvieron un turno para follarlo. Pronto estuvo tan lleno de semen que su vientre comenzó a distenderse, lo estaban llenando hasta el borde. Todo lo que no cabía en su trasero goteaba hacia abajo y aterrizaba en el cuenco de abajo. Incluso se corrió un par de veces más él mismo, aullando mientras drenaba sus bolas, extasiado por el placer. No todos los lobos lo habían montado, algunos simplemente habían eyaculado mientras miraban, como Kouga era follado. Perdió la cuenta en general, pero si tuviera que adivinar, diría que casi dos docenas de lobos le habían montado. Cuando el último lobo se retiró el jefe de la tribu se acercó al joven lobo atado.

“Hermano Kouga, ahora estás lleno del conocimiento de los machos de esta tribu, plantado como una semilla para que florezca y crezca dentro de ti. Y ahora te daré el conocimiento de un jefe" dijo el jefe de la tribu desatando su taparrabo, dejando a la vista su enorme miembro

La polla del jefe era casi tan grande como el brazo de Kouga, y los ojos del joven lobo se abrieron de par en par ¿Cómo iba a poder tomar una polla tan grande? Y no solo eso, sino que el jefe también tenía bolas enormes. Probablemente estaba rebosante de semilla, lista para llenar y cubrir hasta el último centímetro del chico. Kouga no tuvo mucho tiempo para pensar en ello, porque el jefe se acercó rápidamente por detrás del chico y lo montó también, frotando su grueso miembro palpitante entre las nalgas untadas de semen del joven lupino. Kouga se estremeció de placer, tratando de relajar su trasero para poder recibir la enorme polla del jefe. El jefe empujó su punta hacia arriba, separando el trasero del chico con sus patas y presionando con fuerza y profundidad. Kouga gimió fuerte cuando el jefe entró en él. El enorme macho presionó lentamente cada centímetro de su miembro hasta que Kouga pensó que iba a reventar. Su vientre se hinchó mientras la enorme polla palpitaba y se introducía en él. El jefe le folló con fuerza y profundidad, y cada empujón era como un increíble orgasmo en sí mismo. Kouga estuvo a punto de desmayarse por la increíble sensación y, finalmente, el jefe disparó también su semilla. La descarga fue increíble y el jefe mantuvo su polla en lo más profundo todo el tiempo. Pero todavía había tanto semen que goteaba por las paredes del joven lobo y su funda El jefe sacó su enorme polla y un chorro de semen siguió, chapoteando en el cuenco de abajo, que ahora estaba desbordado con la semilla de casi todos los machos de la tribu.

"Serás un buen lobo, hermano Kouga” dijo el Jefe de la tribu mientras se levantaba, haciéndose a un lado y observando al cachorro desplomado y tembloroso en el banco

Mientras Kouga yacía allí, su padre comenzó a desatar las cuerdas que lo mantenían en su lugar, pero aún estaba demasiado agotado para moverse.

"Sólo queda una prueba, hijo mío. Ahora debes beber del conocimiento combinado de la tribu" dijo Yoichi levantando el cuenco lleno de semen

Kouga se sentía débil, pero lentamente se incorporó, respirando profundamente. Tomó el cuenco en las patas de su padre, dejando que el lobo mayor lo ayudara a ponerse de pie. Kouga se puso de pie sosteniendo el cuenco, mirándolo, y luego lo levantó lentamente hasta su hocico. El joven lobo bebió todo lo que pudo, haciendo pausas para tragar y respirar, pero la mayor parte del tiempo se escurrió por las mejillas y el pecho,cubriéndolo de pies a cabeza. Se mezclaba con las marcas de su pecho y caía por su pelaje, no había forma de saber dónde terminaba la pintura y dónde empezaba el semen. El sabor era fuerte y almizclado, pero el aroma era increíble. Tragó cada gota que pudo. Cuando el cuenco se vació, se desplomó de rodillas, exhausto, y completamente empapado de semen y lleno por los dos extremos.

“Felicidades hijo, ya eres un hombre" dijo Yoichi dándole una palmada en el hombro

feli feli Gao Gao Haydenwolf Haydenwolf Herito Herito KitzuneHaru KitzuneHaru Lian~ Lian~ Revenant Sergal Revenant Sergal SnowFeline13 SnowFeline13
 

Haydenwolf

Ōkami tei-shin
 
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Oh my god me encantó demasiado, fue muy hermoso, cada parte lo adore demasiado, esto fue una preciosidad de oneshot pero sinceramente esto no se puede quedar así, no no no y no claro que no.

Exijo secuela, exijo una secuela de verdad en serio la quiero, quiero una secuela quizás Kouga con el jefe o con su padre o su hermano pero, en serio quiero una secuela.

Pd: creo que el jefe de la tribu me cautivó más, pero me gustó como el padre y el hermano le hicieron sentirse bien.
 

KitzuneHaru

El zorro naturista y dibujante
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me encuentro desmayado con una hemorragia nasal p-p-pe-perfecto...

Unos minutos despues

E-ejem... lo que quise decir me limpio la nariz con un pañuelo es que este nuevo oneshot tuyo... ME ENCANTOOOOO!!!

Ufff... tiene tanto que no se por donde empezar, el protagonista me encanto, porque es un indigena que vive en una tribu unicamente de lobos en un desierto, todos libres y usando taparrabos (hubiera preferido que todos estuvieras desnudos, pero bueno, no importa jijiji), otra de las cosas que me gustan son las tribus perdidas y que viven de la naturaleza, me parece perfecto x3

La parte en la que Kouga se excita viendo a los lobos desnudos en las aguas termales me la llegue a imaginar 7w7 Y tambien como se veia nuestro protagonista bien sexy con ese traje ceremonial.

Pero... pero... PERO! La cereza del pastel, y la parte que me pusee a releer varias veces seguidas, fue la iniciacion el lobo, y como este termino siendo montado y llenado del semen por su padre, su hermano y todos los demas miembros de la tribu hasta dejarlo mas relleno que un pavo navideño 7///7 me limpio otra vez la nariz y al final para cerrar con broche de oro, vemos como el lobito ahora hecho un hombre, se veia el semen mezclado de su familia, sus compañeros de tribu y del jefe con muchas ganas hasta quedar lleno por delante y por detras jijiji

Este es sin duda uno de tus mejores oneshots, el cual voy a seguir leyendo mas seguido. Y Hayden tiene razon... EXIJO UNA SECUELA! SECUELA! SECUELA!

Ejem... perdona, como siempre gran trabajo hermanote, sigue asi como estas ahora y no pares, siempre contaras con mi apoyo nwn ;) :p :D
 

Lian~

Overlord in the past, Bartender in the present 🍾
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-poniendo un alfiler en el mapa con la ubicación de la tribu- creo que suena como un lugar interesante de conocer (?
 
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