Brave
Elijo creer.
A veces logro esconderme bajo la máscara del cinismo, en realidad lo que escondo es tu recuerdo clavado en mi mente. Me mantengo fuerte y sin pestañear porque sé que si entrecierro mis ojos podría escapar una lágrima amarga y el mundo entendería lo frágil que soy y lo fácil de lastimar que somos las personas.
Siempre pienso en ti y tu pedestal azul se desvanece, a veces, recordando detalles de la vida y me endurezco para estar impávida a la nostalgia y a la muerte, prometiéndome a mí misma que no voy a flaquear y extrañamente no lo hago. No me siento sola en la soledad pero sí herida y eso me da fortaleza.
Y a todo el que se acerca lo espanto con cautela, porque es herir para herirme es sentir piedad para no perdonarme y no perdonarte.
¿Y quiénes somos para ofender y pedir clemencia?
Anoche te quise soñar y no lo logré, la soledad se ahonda más entre nosotras y será así por todo lo que quede de nuestro tiempo. Yo no voy a sufrir y tú no me vas a recordar, te culpo de este vacío agobiante que a veces me estruja el pecho y me hace temblar la voz al querer nombrarte y maldigo todo el tiempo.
Y cuando estoy viviendo me vienen a la mente recuerdos contigo y sin ti, cosas que se ocultan bajo siete llaves de la memoria. ¿Por qué me abandonaste? La rabia me carcome y pienso que nunca me quisiste y yo te quise demasiado y me peleo conmigo por ti y cierro más mi corazón.
Muchas noches cuando menos lo espero y lo deseo estás en mis sueños, te veo hermosa como eras, altiva y serena, y en esos sueños profundos te digo todo lo que me duele la vida. Rencor, desdicha, desgracia, en mis sueños nunca sentís lo mismo e intento dañarte con dagas hechas de palabras pero no te importa eso ni nada de mí.
La vida es cruel como cada persona que se cruza en nuestro camino, cada latido que se acerca a otro es un riesgo que corremos.
De nada vale sentir amor si el único consuelo es el olvido, cómo expresar de forma correcta lo que sentimos sin ser obsesos o locos. Irónico es creer que no me dañas, actitudes desleales, manchas de sueños, corazones rotos y al final simplemente nada.
Amar es la inclemencia de un huracán y el infinito del universo, cómo saber si cuando eso nos llega y nos arrasa no nos dejará muertos.
Pienso en vos siempre y aunque no lo creas la herida en el pecho permanece descubierta, agrietada, casi pudriéndose, aún soy fuerte por ti y por mí, nadie nos dijo nunca que no había mañana.
A veces te echo de menos y veo películas para llorar por todo lo que llevo dentro y no te dedico.
Siempre pienso en ti y tu pedestal azul se desvanece, a veces, recordando detalles de la vida y me endurezco para estar impávida a la nostalgia y a la muerte, prometiéndome a mí misma que no voy a flaquear y extrañamente no lo hago. No me siento sola en la soledad pero sí herida y eso me da fortaleza.
Y a todo el que se acerca lo espanto con cautela, porque es herir para herirme es sentir piedad para no perdonarme y no perdonarte.
¿Y quiénes somos para ofender y pedir clemencia?
Anoche te quise soñar y no lo logré, la soledad se ahonda más entre nosotras y será así por todo lo que quede de nuestro tiempo. Yo no voy a sufrir y tú no me vas a recordar, te culpo de este vacío agobiante que a veces me estruja el pecho y me hace temblar la voz al querer nombrarte y maldigo todo el tiempo.
Y cuando estoy viviendo me vienen a la mente recuerdos contigo y sin ti, cosas que se ocultan bajo siete llaves de la memoria. ¿Por qué me abandonaste? La rabia me carcome y pienso que nunca me quisiste y yo te quise demasiado y me peleo conmigo por ti y cierro más mi corazón.
Muchas noches cuando menos lo espero y lo deseo estás en mis sueños, te veo hermosa como eras, altiva y serena, y en esos sueños profundos te digo todo lo que me duele la vida. Rencor, desdicha, desgracia, en mis sueños nunca sentís lo mismo e intento dañarte con dagas hechas de palabras pero no te importa eso ni nada de mí.
La vida es cruel como cada persona que se cruza en nuestro camino, cada latido que se acerca a otro es un riesgo que corremos.
De nada vale sentir amor si el único consuelo es el olvido, cómo expresar de forma correcta lo que sentimos sin ser obsesos o locos. Irónico es creer que no me dañas, actitudes desleales, manchas de sueños, corazones rotos y al final simplemente nada.
Amar es la inclemencia de un huracán y el infinito del universo, cómo saber si cuando eso nos llega y nos arrasa no nos dejará muertos.
Pienso en vos siempre y aunque no lo creas la herida en el pecho permanece descubierta, agrietada, casi pudriéndose, aún soy fuerte por ti y por mí, nadie nos dijo nunca que no había mañana.
A veces te echo de menos y veo películas para llorar por todo lo que llevo dentro y no te dedico.